14 de Julio, D.K
Konohagakure.
Konohagakure.
Aplastó su cara contra un tazón de ramen, de a poco, se había comido ya 2 tazones de ramen con carne de cerdo. hacía 2 años no comía algo similar, en el restaurante estaba fascinado con totalidad. Su ojos brillaban, la gente lo miraba por su peculiaridad vestimenta, pues llevar ese conjunto con 3 colores diferente, y agregando su vincha con la placa de plata de Konoha, parecía que ese chico, el Sarutobi hacía un estilo de Cosplay. –¡Puff! Mortal estuvo...– Apoyó sus manos en su barriga, levantando la mano para que venga el camarero, y pagar. Pues hace años no pagaba, y cuando escuchó el precio, casi muere, su alma casi decide irse...Pues la inflación lo había matado.
Salió de ese restaurante que siempre visitaba, sin embargo, hoy ya no quería volver. Seguramente cuando entienda la conversión de hoy en día, seguramente vuelva, con el dinero adecuado, y no siendo alguien yendo al límite de la vida, casi lavando platos. Había ya puesto en la lista sus servicios, y retomar como Chunnin. Un rango que a los 12 años pudo conseguir, sin embargo varios años después, no pudo retomar, aunque es obvio su entrenamiento en la isla madre Nanpou lo hizo no avanzar en ese estilo de reputación. Ahora mismo, debería retomar sus misiones, debía entregar su cuerpo y alma en esto como él añoraba, suspiros van y vienen, le generaba una motivación volver a esto. Ahora cuando fue a inscribirse, le habían dicho para conocerse con un compañero, seguramente me ayudará a tener mejor orientado el cerebro, y entender lo que sucedió en estos años de la caída y crisis del mundo Shinobi. Debía mostrar su mayor interés aunque volvió hace poco más de un día de forma permanente.
Habíamos acordado un lugar en esta tarde, el sol brillaba y era tan impaciente su forma de dar amor, era el calor. Por suerte El Sarutobi no tendría ningún problema por convivir en una isla que le pega el sol 24/7 literalmente. Estábamos a una calle de donde aborda sus tareas el Hokage de turno...pues la verdad no sabría quien es, ya que nunca pudo acordarse quien era...solamente del Hokage de la guerra, el Uchiha...donde también tuvimos un entrenamiento donde fui absurdamente derrotado sin ninguna posibilidad. El Sarutobi sé apoyó contra un paredón en uno de los negocios, seguramente esperando el compañero que anteriormente me habían comentado de él.