[Misión Saga S] La Justicia de Dios
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REBELDES
Unas horas atrás...
País Del Fuego
Base Secreta


Un hombre con largos y negros cabellos se encontraba obcecado mientras observaba un mapa de la nación del fuego sobre una mesa con diversas piezas de majong sobre el mismo, al igual que algunas notas y papeles. En su mano diestra se encontraba un pergamino abierto del cual solo sujetaba un extremo, mientras el resto del manuscrito habia caído hasta su regazo. Mientras con su zurda agitaba con suavidad un pequeño puñado de piezas.



Si quitar la vista del mapa dejaría de agitar las piezas en su mano sujetándolas con fuerza como si anticipara un pequeño cambio inminente en su entorno. Para efectivamente ser perturbado por un joven de indomable espíritu que irrumpía en la estancia un poco exaltado - ¡Taka-sama! - Proclamaría mientras se aproximaba al hombre sentado frente al mapa que liberaría su mano diestra soltando el pergamino sobre la mesa, para extenderla hacia el joven recién llegado anticipando su reacción - ¡Aquí tiene el informe de los rastreadores, parece ser que esta noche habrán alcanzado Ciudad Momobami! - No solo ejercía de mensajero, sino que tambien resumía el contenido de los informes - Debes aprender a vivir la vida con menos estrés y ansiedad Yamada-kun - Le diría el hombre que pasaría a mover una pieza del mapa hacia la ciudad Momobami apuntando la misma hacia Konoha - Desde allí fácilmente llegara a Konoha en menos de un día, pero probablemente esperaran al amanecer para las apariencias - Diría Taka permaneciendo bastante concentrado.



Entonces tomaría una de las piezas de su mano y la colocaría entre Konoha y ciudad Momobami - Muy bien, enviaremos al nuevo Sencho, Adan - Diría con seguridad Uchiha Zei tras sopesar un poco las posibilidades con las que contaban en esos momentos - ¿Pero esta seguro señor de enviarlo a él? - Yamada se mostraba con serias dudas respecto a esa decisión - Tomo el puesto de forma bastante salvaje y estamos en una misión importante - Yamanaka Adan hacia poco que habia obtenido el puesto de Sencho tras derrotar a su predecesora de un solo movimiento, pero sus habilidades aun estaban en duda entre algunos miembros de la rebelión - Que mejor oportunidad que esta para poner a prueba sus habilidades, contáctale, liderara la operación, será su oportunidad de demostrar su valía y que no fue un golpe de suerte su victoria, tambien reúnele todo el apoyo que cuente con cierta habilidad que este disponible en las cercanías, deberán estar listos esta noche - El líder seria franco y directo, no habia muchas más opciones en esos momentos puesto que su segundo al mando estaba explorando la Tierra Libre en estos momentos y su tercero al mando se encontraba en una operación en cubierta. 



El joven Yamada saldría rápidamente la estancia con su impaciencia e ímpetu habituales buscando acatar las ordenes lo antes posible con la máxima eficiencia. Mientras Zei dejaría caer las otras piezas que sostenía alrededor de la pieza que representaba a Adan y tomaría de nuevo el pergamino cifrado que habia recibido hará unas escasas horas - Ayy Nezu, sin ti aun estaríamos ciegos ante los movimientos del enemigo - Repasaría de nuevo el mensaje en el que se detallaba como un noble del imperio visitaría en cualquier momento Konoha, pero que en realidad se trataba de alguien de la confianza plena de Kami-sama encargado de disipar cualquier sospecha de traición en el imperio y sofocarla antes de que cause daños en el sistema - No podemos desaprovechar esta oportunidad de capturar a un siervo directo de Kami-sama - Por lo general nadie conocía en persona a Kami-sama, nadie sabia de su paradero, ni siquiera los lideres de las aldeas. Con lo cual el hecho de que un subordinado tan importante que por lo general mantenía su identidad completamente oculta bajo un perfil insignificante - Solo lamento que hayas tenido que exponerte así para lograr que demos este paso... - Ahora todo quedaba en manos de las jovenes hojas de la rebelión. 



30 de Junio, 20:00
País Del Fuego
Ciudad Momobami


La ciudad fronteriza Momobami se encontraba en el País del Fuego a un par de escasos kilómetros del País de la Cascada. Una gran ciudad con altos edificios con acabamos tradicionales que ejercía como un punto de comercio entre varias naciones. El ambiente en la ciudad era bullicioso y muy ajetreado aun las horas del día que comenzaban a transcender hacia la noche dejando en el cielo un mosaico de tonos anaranjados muy vivos y cálidos, asomando en el horizonte una bruma oscura y azul marino que acechaban para teñir todo el cielo.



Múltiples miembros afines a la rebelión o que habian sido colaboradores de la misma recientemente fueron contactados para esta misión. Se priorizo buscar a los más capaces, aptos y poderosos que se encontraran en las inmediaciones dada la urgencia de la situación y el escaso tiempo del que se disponía. Yamanaka Adan, recientemente nombrado Sencho, habia sido seleccionado como el líder de la operación y quien controlaría los detalles. El mismo habría sido convocado en una posada discreta y humilde de la ciudad con el fin de recibir los detalles de la misión de la mano de uno de los subordinados de confianza de Taka, el joven Yamada, en lo que llegaban los miembros seleccionados.



En la posada una amplia habitación habia sido reservada por Yamada. En la cual estaría el joven esperando al Sencho y todos los otros miembros de elite seleccionados para poder cumplir la misión. El joven portaba en su mano un pergamino escrito por el propio líder de la rebelión Uchiha Zei con los detalles de la misión, el joven esperaría para abrirlo a que todos los shinobi llegaran.  






IMPERIALES
Unas horas atrás...
País de la Cascada
En una lujosa casa de la nobleza


Dos pequeñas niñas iban corriendo de un lado al otro recogiendo ropa, telas, algunos objetos cotidianos, diversas botellas de alcohol, con el fin de empaquetar y embolsas todo mientras una pila de equipaje se iba amontonando en la entrada. Las dos pequeñas sirvientas eran idénticas como dos gotas de agua con la única distinción de que el cabello de una era rosado y el de la otra era azul, pero por lo resto era exactamente iguales, hasta en sus kimonos de sirvientas.



Mientras tanto en una habitación adyacente una mujer estaba reunida con un hombre enmascarado y cubierto por una capa, la sombra de la propia habitación aun diluían más la silueta de aquella presencia. La única luz en el lugar era una vela que iluminaba principalmente a la mujer de cabellos azulados -  ¿Entonces, comprendes lo que hay que hacer? - Diría la presencia sombría con una voz grave y algo distorsionada por la mascara que portaba - Si, si, no soy estúpida no es la primera vez que hacemos esto - Diría la mujer mientras se servía una copa más en su platillo - Pero es la primera vez que la la semilla de la traición parece venir de una de las sombras que designamos, si el País del Fuego se unifica en una sola fuerza todo se retrasara - El hombre parecía muy serio con sus palabras, habia un poco de furia en su tono, no quería tolerar - Bueno no hay que sufrir, reavivare la llama de la hostilidad entre los rebeldes y el imperio en el Fuego, no sufras y en el peor de los casos aplastaremos a todo el Fuego como un ejemplo de lo que sucede si traicionan a Kami-sama - La mujer pasaría la calabaza en la que guardaba su alcohol al hombre, que la tomaría con un gesto vago sin problemas.



La entidad misteriosa se habría quedado reflexionando por unos momentos - Bueno, no es lo ideal pero serviría, aunque ya sabes que la prioridad es que la gente siga distraída con su lucha de poder, no puede unificarse ninguna nación - El silencio se apodero una vez más de la sala en lo que la misterios entidad se servía para si un poco del licor - Todo ira bien, como siempre, tu deberías centrarte en la subasta de Yani, no? - Le respondería efusivamente buscando ya cambiar de tema - Todo saldría exactamente como queremos, así que no te preocupes por esas pequeñeces - Parecía no querer ser cuestionado con sus labores.



La puerta corredera de la estancia se abriría dejando entrar la luz del exterior iluminando un poco toda la estancia mientras una leve brisa de viento apago la vela que habia en su interior dejando al descubierto la solitaria figura de una mujer con una calabaza y un platillo vacío en el lado opuesto de la mesa, pero sin ningún interlocutor - Fumei-sama, ya tenemos el equipaje listo para el viaje - Diría una de las sirvientas de cabellos rosados - Esplendido Mei, partiremos enseguida - La mujer se iba levantando mientras se acercaba para tomar de nuevo su calabaza - Avisa a Mai, quiero llegar a Ciudad Momobami cuanto antes, que avise a los mensajeros para que los guardaespaldas nos esperen allí directamente paso de esperar a que vengan aquí, optimicemos un poco el tiempo - La mujer sencillamente saldría de la estancia cerrando la misma dejando tras de si un platillo rellenado de licor, en cuanto la estancia volvió a oscurecerse una mano tomaría el platillo y bebería.



30 de Junio, 19:00
País Del Fuego
Ciudad Momobami


La elegante ciudad Momobami comenzaba a prepararse para el atardecer, pero eso no disminuía para nada el ambiente exaltado de comercio e intercambio de vienes. Las calles se llenaban de los mercaderes y compradores, aunque allí estaban solo la gente de clase baja y como mucho de media, siendo el mayor volumen de compras y ventas, pero sin duda no eran los más lucrativos negocios que se hacían en la ciudad. Ese tipo de negocios se reservaban en reservados y comidas privadas donde entre lujosa y exquisita comida se cerraban grandes negocios.



Ese tipo de reuniones y contactos se realizaban en las más prestigiosas y exclusivas posadas de la ciudad y en algunos restaurantes de prestigio por todo el País del Fuego. Concretamente en uno de los restaurantes "Sky Lounge Stellar Garden" un restaurante que conformaba una gran torre reservando salas cada vez más exclusivas a mayor altura de la torre se encontraran, contando con vistas impresionantes de toda la ciudad, esta noche tenia una reserva concretada en un par de horas una noble del país de las cascadas que llego esa misma tarde a la ciudad, la reserva era de la sala más alta del restaurante para ella, sus sirvientes y guardaespaldas.



Pero antes de ir a esa cena la noble quiso reunirse con sus guardaespaldas en la posada donde se hospedaría esa noche. Los guardaespaldas como era costumbre habian sido seleccionados aleatoriamente entre los shinobi que trabajaban para el imperio, ningún patrón, ni ningún cargo especial. Tampoco se habian esmerado mucho en investigar a los seleccionados o sus historiales, puesto que desde el punto de vista de la señora, todo miembro del imperio debía ser alguien confiable, al fin y al cabo todos adoraban al mismo dios. 



Fumei esperaría en sus aposentos a la llegada de los guardaespaldas, mientras sus dos sirvientas esperaban en la puerta del lugar para recibirlos. La posada evidentemente era una lujosa y muy elegante, desde el exterior era difícil saber quien se encontraba en que habitación. De modo que las dos jóvenes que aguardaban en la recepción del lugar eran las únicas que sabían donde estaba la noble, las mismas tenían un pequeño anexo de documentos con las fotografías y los nombres de los guardaespaldas contratados.



Apariencias
Obejtivos
Notas

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Última modificación: 11-09-2023, 01:40 AM por Rhooh.
29 de Junio, 23:30
Ubicación desconocida, Kakusei
Perdido en su mundo y en su propia oscuridad interna, Rhooh yacia sentado frente aquella misma fogata donde conoció a un jovencito peculiar de habilidades. — ... — El silencio nocturno no traía más que calma y tranquilidad a su alma, en tan poco tiempo se había convertido en un mercenario y había vuelto a sus crueles andanzas. — De nuevo me quedé sin dinero. — Musitó colocando su pie encima de la cabeza de un hombre sin vida. Había revisado su billetera y no traía ni una moneda.

Pero entre tanta mala suerte, cuando revisó más a fondo la billetera, encontró un pequeño papel y tras abrirlo y leerlo, se dió cuenta de que el sujeto había sido citado a una importante reunión — Eh... Puedo decir que soy su hermano de otra madre y vine en su lugar. ¿Crees qué me creerían? — Desvío su mirada al difunto preguntándole y a su vez, bebió un sorbo de su botella de Sake, dándose una media vuelta. Frente a él, habían más cuerpos replegados en diferentes ubicaciones, en su mayoría eran aldeanos y comerciantes, también Shinobi criminales de muy baja categoría, el único que dio la talla fue aquel hombre donde aún mantenía su pie presionando la cabeza — Los carroñeros llegarán pronto, esto ha sido una auténtica masacre. No me hará bien regresar al País del Fuego... Pero necesito dinero, mi espada de vez en cuando debe cortar carne para no perder su filo. — 


30 de Junio, 19:06
Cuando se trata de dinero, él siempre está ahí. No fue tan puntual que digamos, debido a que tuvo que evadir en el camino ciertos obstáculos y evitar su repentino encarcelamiento. — Mis hijos... Yumeko y Kenshin, deben de estar por ahí en Konoha, la última vez que los ví habían ascendido a rango Genin. — No descartaba la posibilidad de que algún los encontrara y ellos trataría de ponerle fin a sus segadores actos. En su camino, no vio caras conocidas, las últimas que había visto eran las de sus antiguos compañeros. Cómo conocía la ubicación de la posada, tranquilamente entró a esta. El adulto de 45 años de edad, vestía con una capa negra y una luna creciente como logo en la espalda. Debajo de la túnica, portaba su habitual traje de batalla, y algo más, en su frente portaba la bandana de Konoha con una casi intimidante fisura horizontal.



Luego de haber llegado, se quedaría tranquilamente esperando a que la reunión diera comienzo. Es hombre de pocas palabras, frío y calculador, así que esperaría a que todo comenzara para definir su papel como mercenario. La botella de Sake colgaba desde una fina cuerda en su cintura, y en costado izquierdo de su cintura, colgaba aquella Katana enfundada, era Taiyō, una espada capaz de emitir el calor del sol, o eso le había dicho el herrero que la forjó en las montañas flameantes del País del Fuego. Una vez más, había regresado a su País de Origen, sentía nostalgia, pero por sus lazos familiares, el compañerismo y la aldea por supuesto que ya no le importa. Tal vez, pueda sacar algo de la urgente situación que le sea de beneficio propio. Buscaba un nuevo camino Ninja, pero uno destinado a andar por sendas oscuras y peligrosas, dónde la muerte sea su único consuelo y mejor amiga.
[Imagen: sephiroth.gif]
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Unas horas atrás...
País Del Fuego
Cuartel secreto
¿En serio?  ¡Pero si apenas se esta recuperando! ¡No esta a su 100% - Comentaba la enferma que estaba cuidándome debido a la herida que me había dejado anterior Sencho: Miwa. El grupo que fue a avisarme sobre la Misión que el Taka habia escogido para mi estaba en discusión con aquella chica- Son ordenes directa de nuestro Taka - ¡Es mi paciente! - ¡Es nuestro Sencho! - En ese momento  el silencio reino pero no fue por acciones o palabras de alguno de ellos sino por mi presencia. Sali con lentitud, pasos firmes y camine hasta el grupo de  personas que debatían sobre mi estado - Yo puedo ir - ¡Pero mi Señor - Gire mi rostro y afirme con el rostro - No me va a pasar nada - Extendí mi mano para agarrar el antebrazo de la chica- Lo prometo - Guiño el ojo y volteo a observar al par de guardias que han llegado con el mensaje, ellos me entregaron un pergamino, hicieron un saludo forma y desaparecieron de la escena. 

Ante la vista de todos, mi vestimenta era, en ese momento, un pantalón negro, estaba descalzo y con una venda en el abdomen. Regrese con lentitud hasta la cama y me senté ahi, abriendo le pergamino y leyendo toda la información que este contiene. 

Finalice mi lectura y  afirme con el rostro para guardar el mensaje y comenzar a vestirme. Debia preparar todo pero  lo mas importante era lograr completar la mision sin recibir un daño que pueda joderme por completo - No importa donde te ataquen, estas fragil, cualquier ataque fuerte puede reanudar el sangrado que nos ha costado detener. Si se abre la herida de nuevo, tendras poco tiempo para poder salvarte o.. - Dijo la enfermera con un rostro triste, le entiendo perfectamente, a ningún medico o enfermero le gustaria que su paciente sufra por una herida que ellos estan curando -Tranquila - Dije mientras  terminaba de ponerme mi abrigo - Tengo mis secretos - Guiñe el ojo de nuevo y me acerque a ella - ¡Tocale el culo, es el momento! - Comentaba Albert en nuestra mente - ¿No vez como te observa? ¿Cómo te mira? ¡Quiere que bailen juntos desnudos! - Ignoraba los comentarios de mi hermano aunque esto era mas complicado de lo que se cree- Cuando el mundo se entere que somos 2 y no uno, voy a tener muchos hijos y todos pensaran que tu eres su papa, te hare  responsable de  mis aventuras y locuras - Le di una palmada muy suave en la frente a la enfermera y di media vuelta para comenzar mi camino hasta el lugar que se me ha citado.


30 de Junio, 20:05
País Del Fuego
Ciudad Momobami
Fui escoltado por un grupo de ninjas rebeldes, nos movilizamos y ubicábamos de forma estratégica para no llamar la atención y estar atento a  cualquier movimiento extraño. Cuando ya estábamos llegando, encendí un cigarrillo y fume con tranquilada hasta que logre ver a lo lejos el hotel. Ya en este momento los sujetos que estaban conmigo tenían ordenes claras: Rodear el hotel sin ser "vistos", manteniendo una distancia que les podía permitir pasar desapercibido, era mas unos anillos de seguridad que otra cosa pues ellos saben que una vez yo saliera de ese hotel, su misión había acabado y estaba comenzando la mía. 

Con cigarro en mano, abrí la puerta del hotel, pasando con pasos firmes y lentos - Buenas noches- Dije mientras  cerraba la puerta y observaba el lugar, pude notar a un sujeto que lo primero que llamo mi atención fue verle la bandana de Konoha con una linea, un renegado. En otro momento me hubiese encargado de regresarlo a Konoha pero mi pensamiento había cambiado pues si estaba ahi es porque es rebelde y tal vez perseguido por el imperio de Konoha.

Con calma tome asiento, fumando con tranquilidad, cruzando mi pierna y quedando a la espera de lo que iba a suceder, de conocer el equipo y tener la información necesaria.  Ante la vista de todos, mi vestimenta era un saco negro con una franela blanca la cual ocultaba mi vendaje en el abdomen, un pantalón oscuro y unas botas.  -Atento - Le dije a Albert por nuestra mente quien sin mas, de forma oculta por medio de nuestros   abrigo, lograba sacar sus ojos con la finalidad de observar mis puntos ciegos. Albert era experto  saber donde posar su vista sin ser descubierto, por eso no me preocupaba 


resumen
 
Pienso/Hablo/Albert
[Imagen: Dise-o-sin-t-tulo-2.png]
El Emperador
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Días Antes
Kumogakure no sato.

Killua se encontraba en un bar criminal, muy conocido y concurrido en Kumogakure  bebiendo unas cervezas cuando un sujeto que lo reconoció se acerco a hablarle.

-Oye tu, eres Killua no? me han dicho que haces cualquier cosa por dinero.-

-Mm algo asi, ¿que tienes para ofrecerme?-

-Escucha, los rebeldes planean dar un gran golpe al imperio del pais del fuego y por lo visto la recompensa es jugosa, están buscando mercenarios fuertes, pero ojo tendrás que enfrentarte al imperio, pero me han dicho que no es la primera vez que lo haces. ¿Qué dices, te interesa?

-Mm el pais del fuego eh, creo que nunca he viajado hasta alli, será interesante, además ya estoy un poco pobre, no he cobrado nada desde esa mision en la isla remolino...

-Que demonios me anoto, saldré de inmediato, gracias por el aviso.- Dijo el peliblanco, dando unos Ryos al informante, como propina.


30 de Junio, 20:06
País Del Fuego
Ciudad Momobami

A la mañana siguiente el Yotsuki tomo el primer dirigible y en un par de días llego a Momobami, una ciudad fronteriza cerca del pais del fuego, donde donde debía reunirse en una posada con el equipo rebelde encargado de la incursión.
Ya por la noche, llego a la posada, vistiendo una remera blanca y unos pantalones azules cómodos, junto con su bandana de Kumo en la frente.
Una vez allí, pudo ver a un sujeto rubio, fumando un cigarro lo más tranquilo y del otro lado estaba Rhooh, aquel shinobi renegado con el que había tenido la oportunidad de trabajar hacia un mes atrás, pero que por desgracia del destino le termino perdiendo la pista y este era su primer reencuentro desde entonces.

-Hey rhooh, como va? tiempo sin vernos eh?, me alegra verte en una sola pieza.- Dijo Killua de manera carismática, dándole un saludo amistoso y extendiéndole la mano.

-Ah por cierto, soy Killua, un gusto- Dijo el Yotsuki presentándose con Adan, que al ver que era de Konoha, supuso que seria quien estuviera más al tanto de la mision que acontecía, pero naturalmente no sabia quien era aquel ninja, ya que era su primer encuentro con el y tampoco estaba muy vinculado con la facción rebelde como para conocer a sus miembros activos.

OFF
-Hablo-
"Pienso"
pasivas
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Días Antes
Kumogakure no sato.

Kenpachi se encontraba entrenando tenía que aprender a controlar mejor su espada para desarrollar nuevas técnicas ya estaba a una de terminar el trabajo y mandar seis pergaminos al imperio para que su respiración de la llama fuera aprendida por futuros usuarios, al finalizar de escribir el quinto pergamino que perfeccionó estaba alistándose para enviarlo pero sería interrumpido por un mensaje que pedía un ninja imperial para ser de escolta y sin dudar por su amor al imperio aceptó la misión, 

El joven Saruto alistó sus pertenencias pero antes de irse Kenpachi envió al imperio los cinco manuscritos sobre su respiración de la llama -Casi lo olvidaba, si no se perderá el registro de mi trabajo- él quería que quedará algún registro en caso de no volver con vida de una misión así de importante también envío una copia a su maestro en el país del hierro.

Después de los preparativos salió con rumbo al país del fuego sería un viaje de una semana pero si corría a toda velocidad llegaría a tiempo.

30 de Junio, 17:08
País Del Fuego
Ciudad Momobami

Kenny sentía una gran conexión con el país del fuego como si algún fragmento de su ADN lo uniera a esa tierra, el joven vestía sus ropajes rojos como sus porta armas y katanas, había llegado algo temprano vagaba por la ciudad buscando la posada donde tenían que hospedarse, estaba algo perdido era la primera vez que llegaba a ese lugar.

-Alguien sabe dónde encontrar esta posada- la gente ignoraba cuando el Hyouji se acercaba a hablarles y los sentidos de orientación del muchacho no eran los mejores -Disculpe no soy de aquí y busco…- al parecer al país del fuego no le agradaban los extranjeros pero el joven seguía preguntando -Disculpe las molestias mercader sabe dónde está la posada- aquel mercader fue amable y le comentó al muchacho cómo llegar a su destino.

17:56 
Al llegar a la posaba Kenny encontró a dos muchachas quienes cuidaban la entrada, el lugar era tan lujoso como se esperaba de alguien quien consiguiera los contactos para conseguir ninjas imperiales aunque desde afuera no se podía observar quién sería el objetivo, son perder más tiempo el Hyouji se acercó a las sirvientas para presentarse.

-Buenas, soy Kenpachi Saruto, pero me pueden decir Kenny, provengo del imperio del rayo y me pidieron venir en calidad de guardaespaldas- el joven sonreía mientras rascaba su nuca esperando alguna respuesta de las jovencitas a los lados no se podía observar a otro camarada parecía que él era el primero en llegar o tal vez el único que aceptó el llamado.
[Imagen: M7cj8NJ.jpeg]
Hablo / Pienso  
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Konohagakure no Sato, Dias Antes:

 Akami se encontraba contemplado el bello paosaje veraniego del pais del fuego, mientras paseaba por la aldea, claro... un paisaje tan hermoso eran pocas las veces que ella tendria la dicha de poder verlo. Konoha era una de sus aldeas favoritas por la belleza de la misma, quizás si hubiera nacido aqui su vida hubiera sido diferente... solo quizás... quien sabe... 

 Mientras paseaba se entero de una misión que se llevaria acabo en la misma aldea, una misión de escolta, aunque era a favor del imperio, no le importaba, pues quizas asi conseguiría algo mas de poder... eso era lo unico que ella buscaba, poder... pero... ¿para que lo buscaba?... eso era un enigma para muchos, quizas lo primero que pensarian sería que por capricho o por simplemente ambición... pero no, y eso es porque Akami tebia la firme creencia de que el poder no sirve si es que nada se protege.

 Su razón para querer poder, era sencilla... proteger a Hatsu, su hija adoptiva, aquella niña que al verla a los ojos no serias capaz de ver el sufrimiento que alberga su pasado, era diferente de Akami en muchos sentidos, los ojos de Akami perdieron su vida hace ya mucho tiempo... pero Hasu era diferente, por eso quería proteger a aquella niña.

 Con eso en mente, fue al hotel donde se hospedaba en Konoha y saco de su maleta un par de lentes de contacto y un tonte de cabello de color negro. Con sumo cuidado cubrio sus ojos carmesi qie revordaban la sangre derramada de las Guerras pasadas con los lentes de contacto color azul que recordaban los claros paisajes del cielo. Y tiñio aquellos rojizos cabellos que semejaban el candente fuego que consumio su hogar, por un color negruzco que similaba las oscuras noches de Kiri. Y con esa nueva apariencia y un nuevo nombre, Kyoko Tatsu, se dirigió a la ciudad Momobani, al ligar donde se encontrarian con el cliente seleccionado.

 Dia actual:

 Ya en el lugar y dia de encuentro, llegaria al lugar indicado en la citación y se presentaria como Kyoko Tatsu, diciendo que podrian decirle Kyo como apodo. Se presento ante Kenpachi con una ligera reverencia como lo haria una dama y esperaria a que le dieran a conocer lo detalles precisos de su trabajo como escolta.
[Imagen: Bl8Jqj5.png]
Narro/Pienso/Hablo/Técnicas
Pasivas
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Días antes...
País de las Montañas

Senshi se encontraba haciendo uno de sus casuales trabajos en su país natal, la simple ocasión esta ves era asesinar un noble imperial, era simplemente eso.

Posteriormente al ejecutar un plan y terminar eliminando al noble con suma facilidad de dedicaría a cobrar su recompensa...después de hacerlo saldría de la mansión cuál fue su punto de reencuentro para cobrar por la cabeza del noble, al alejarse unos metros escucharía unos pasos que se acercaban de manera apresurada, se voltearia un poco y se daría cuenta de que una kunoichi le estaba siguiendo. -Que se le ofrece?-. Preguntaría de manera aburrida.

-Lo siento señor, usted es Senshi cierto?, Me han dicho por aqui que usted hace trabajos, bueno...algo cuestionables...le quería comentar sobre el próximo movimiento rebelde, es importante así que quería saber si estaba interesado-.  Después de aquellas palabras la kunoichi se pondría nerviosa un poco, era algo tímida tal vez. -Ara, así dicen de mi?, me da gusto, soy todo oídos...-. Diría escapando una pequeña sonrisa en el proceso. -Bueno, eh venido a buscarlo ya que no muchas personas están desocupadas aquí en este lugar tan remoto... verá, los rebeldes buscamos mercenarios que destaquen contra el imperio, planeamos hacer algo grande así que pensaba si podía ofrecer una ayuda en el proceso-. El asesino se pondría a pensar unos momentos después de aquellas palabras, desde su última misión sabía que su bando daba buenas recompensas por hacer bien los trabajos, aunque no estuviese muy conectado a los rebeldes, simplemente los conocía por pertenecer a Ichigan, no tenía idea de quiénes eran sus altos mandos o parecidos. -Pensandolo bien...vale, acepto-.
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País del Fuego
Ciudad Momobami
Actualidad...

Después de encontrar la manera de ingresar al país del fuego después de pasar desapercibido por embarcación y embarcación...en realidad barco de carga, bote, bote, barco, barco de carga y otro bote  llegaría en una pieza a este país que no conocía muy bien, pero enfrentarse a sus peligros si era cosa poco complicada.

Llegaría al punto de reunión, a que, era una posada, que discreto...el punto había Sido pensado bien, tenía las felicitaciones mentales de Senshi, al llegar lentamente era capaz de ver a unas personas. -Supongo que llegué un poco tarde-. Daría en tono de broma para levantar un poco la mano en señal de saludo hacia los sujetos que estaban allí presentes...seguramente sus compañeros, como habían llegado por lo visto 5 personas esperaría por si llegaba otro o simplemente escuchar la explicación de alguien por ahí, se arrecostaria a una pared cercana estirándose un poco. -Muy bien...necesito un pequeño resumen de todo-.

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