Rudra era incapaz de estar en la sede del clan. Pronto se elegiría el líder que sustituirá a Shiva para guiar al clan de ahora en adelante y las cosas estaban algo agitadas por el lugar. La joven hermana ya tenia claro que no podría ni plantearse tomar el puesto de su hermana, nadie en el clan la aceptaría con los antecedentes que cargaba y más aun no habiendo heredado el Kekkai Genkai del clan de su padre, sino por lo contrario haber heredado el de su madre. Sin su padre adoptivo Kozaburo y su hermana Shiva aquel sitio ya no era su hogar.
Y por desgracia su único escape era pasear por la villa pero incluso en la misma muchos recuerdos se amontonaban en ella en múltiples rincones de la aldea. La de bromas, persecuciones y locuras que hicieron de jóvenes por ahí, era casi imposible ir a ninguna parte sin encontrar una estela de recuerdos. La idea de dejar la aldea rondo alguna vez en su mente "Que me ata a este lugar en verdad... Lo he perdido todo..." La joven vagaba por el lugar buscando lugares que no se le hicieran familiares, sin rumbo, sin dirección, solo huyendo a un paso melancólico de los fantasmas del pasado.
Sus pasos se fueron alejando hasta perderse por una de las grutas que ascendían a la superficie por las afueras de la aldea. Conforme avanzaba notaba un ambiente extraño, más fresco y con aire un poco más limpio. Era una sensación extraña pero agradable. La joven iría subiendo tranquilamente por el camino hasta salir a la superficie hacia la luz. Donde encontraría un paisaje que la sorprendería dejándola con los ojos abiertos por unos momentos.
Se trataba de un paraje forestal muy vivo y animado con la flora. Un pequeño oasis en las montañas el cual desconocía por completo. El terreno que normalmente rodeaba la aldea eran montañas rocosas áridas y los bosques se concentraban a los pies de las montañas, pero nunca imagino un paraje así en las afueras de la propia aldea - ¿Es posible que me haya criado toda la vida al lado de un lugar así y no lo supiera? - Comentaría en voz alta sin darse cuenta en lo que comenzaba a dar pasos tímidos por el lugar observando todo con curiosidad.
Y por desgracia su único escape era pasear por la villa pero incluso en la misma muchos recuerdos se amontonaban en ella en múltiples rincones de la aldea. La de bromas, persecuciones y locuras que hicieron de jóvenes por ahí, era casi imposible ir a ninguna parte sin encontrar una estela de recuerdos. La idea de dejar la aldea rondo alguna vez en su mente "Que me ata a este lugar en verdad... Lo he perdido todo..." La joven vagaba por el lugar buscando lugares que no se le hicieran familiares, sin rumbo, sin dirección, solo huyendo a un paso melancólico de los fantasmas del pasado.
Sus pasos se fueron alejando hasta perderse por una de las grutas que ascendían a la superficie por las afueras de la aldea. Conforme avanzaba notaba un ambiente extraño, más fresco y con aire un poco más limpio. Era una sensación extraña pero agradable. La joven iría subiendo tranquilamente por el camino hasta salir a la superficie hacia la luz. Donde encontraría un paisaje que la sorprendería dejándola con los ojos abiertos por unos momentos.
Se trataba de un paraje forestal muy vivo y animado con la flora. Un pequeño oasis en las montañas el cual desconocía por completo. El terreno que normalmente rodeaba la aldea eran montañas rocosas áridas y los bosques se concentraban a los pies de las montañas, pero nunca imagino un paraje así en las afueras de la propia aldea - ¿Es posible que me haya criado toda la vida al lado de un lugar así y no lo supiera? - Comentaría en voz alta sin darse cuenta en lo que comenzaba a dar pasos tímidos por el lugar observando todo con curiosidad.