Pescador Legendario [Priv. Saito]
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12 de junio del 15 DK, 10 AM
Costa Sur de la Isla del Agua


Unas fornidas manos destruyeron de un tirón una red de pesca, en una playa del País del Agua, liberando en el acto a una tortuga anciana que se había quedado atrapada. La red estaba cortada, por lo que no pertenecía a ningún barco, y al parecer esas medidas eran incluso ilegales. Sólo había una respuesta para Mako: piratas o pesqueros de otras tierras que estaban apropiándose de su fauna marina. — Tsk. Hijos de puta. — Apretó los dientes enfadado el grandulón de apellido Kajiki, y liberó al animal de hermoso caparazón para que regrese al agua.

Tras finalizar con su tarea, subió un poco la costa hacia una zona de llanura con ondulaciones, separada de la playa por un barranco de unos 2 metros que no le costó más de un salto al Capitán subir. Se sacudió las manos y se tronó el cuello, mirando al cielo durante algunos segundos. Aquel no era un día tranquilo sin dudas: pasado el mediodía, sería recogido por una embarcación naval para custodiar las rutas que conectaban a Kiri con los territorios de ultramar del sur del Mar del Este. Embarcaciones con gente importante y algunos shinobis se dirigían desde Getsugakure hacia la Niebla en aquella tarde, y la amenaza de posibles polizontes o rebeldes que intentasen atacar al Imperio del Agua era siempre un dolor de cabeza.

A menos que algo lo interrumpiese, el Yondai Senchō tenía pensado hacerse con su almuerzo pescando algo, y cocinarlo antes de que su trabajo comenzase pasadas las 12.

Mako Kajiki

OFF


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Habían pasado algunos dias desde la ultima misión de Saito... No, no quería hablar de eso... Fue... Dios... Deben ir a leerla. Como sea, el muchacho se había dado un tiempo para si mismo, para estar con su pareja, con su invocación Joltik al cual criaba como un bebé... Por que basicamente aún era un crio y bueno, lidiar con sus molestos deberes Jashinistas... Si... Este muchacho no podía tener un descanso verdadero.

Al darse cuenta de ello el Onmyõji suspiró, sentía que estaba estancando por culpa de sus tareas como médico, sacerdote, Chunin, Tenshi, maestro y "padre". Había ido al coliseo tiempo atrás sin exito en su búsqueda de mejorar, de hecho, solo le ayudó a ver que no se encontraba en la mejor de las condiciones.

Una noche mientras hacía un reporte de su patrullaje por la aldea se encontró con un Senchõ, el quinto, no le habló ni nada pero al verlo se acordó de un reglamento jerarquico del imperio "todo Tenshi que sea crea lo suficientemente fuerte podrá retar a un Senchõ por su titulo"

Si, sonaba loco ¿por que si tienes tanto trabajo quieres un cargo superior? Pues fácil, ser Senchõ lo haría lider de varios ninjas de menor rango, por lo tanto podría reducir su lista de trabajos y fortalecerse más, pues, si lograba ganarle al Senchõ actual tendría la disposición de entrenar con él.

Pero... ¿A quien retar? Tal vez la Primera sea buena opción, también es Onmyõji y quizás hasta logre pedirle aprender algunas técnicas... Nah, con esa personalidad era mejor ni dirigirle la palabra ¿Por que no el quinto? Su fama lo persigue, ganarle aumentaria la reputación de Saito hasta el cielo... Nah... Preferia no tener fans... No con Muki en Kiri...

Hoy despertó con la respuesta en mente y tras prepararse se marchó de la aldea para buscar a su contrincante. A esas horas del día podía estar en cualquier parte pero conociendo a ese tipo de hombres dedicados al mar las posibilidades se reducían y bueno, Saito iria por la mejor ubicada sobrevolando la zona y deshaciendo su jutsu para acercarse de forma amigable al Senchõ con su ropaje chunin.
Tengu

Perfecto logré encontrarlo en poco tiempo-Saito sería detectado por aquel hombre a 150 metros, quizás por su olor o algo pero la llanura fue lo que ayudó al muchacho visualizar al fornido hombre.

¡Holaaa! Muy buenos dias Yondai Senchõ-saludó con una reverencia cuando la distancia fuera de 3 metros-Mi nombre es Saito Yamamoto y he estado buscandolo. Si me lo permite, me gustaria conocer su trabajo, entre todos los Senchõ, de usted se habla muy poco-no por ser menoa querido o menos fuerte, el Yondai Senchõ está en la boca de pocos por que su nombre no pertenece a un clan de Kirigakure y eso no le da a la gente de que presumir y es qué vamos, hasta Saito a presumido en alguna ocación ser parte del mismo clan con dos reconocidas Kunoichi de la aldea.
Estadísticas de Saito Yamamoto

Chakra: 890/935

935 - 45
Narro-Pienso-Hablo

Pasivas
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Mako se había alertado apenas el joven Yamamoto comenzó a acerarse. Ciertamente, no había manera de que alguien agarrase mal parado a un tipo así en su tierra, en el lugar en el que siempre estaba. Con su mirada lo examinó de arriba a abajo, y asintió ante la reverencia. No se creía demasiado, pero sí aceptaba muestras de respeto, y más de aquellos que no conocía. — Saito Yamamoto... Hmmm, no soy bueno con los nombres, niño. — Ladeó la cabeza y se puso el índice en la barbilla.

El joven había cosechado una buena fama entre las filas del Imperio del Agua, pero aún no era del todo famoso. De hecho, el Oficial había oído de él, pero no recordaba su nombre. Simplemente las noticias de un joven con potencial, que ostentaba un poder considerable y que había tenido relativo éxito en una excursión a la Hierba, estaba recorriendo poco a poco las filas del Imperio. — ¿Mi trabajo? No sé de qué hablas, yo soy un pescador. — Ya lo había identificado como un shinobi de Kiri, o al menos esperaba haberlo hecho por su bandana. Sería estúpido de parte de Saito presentarse sin ella.

Si de Mako no se decía mucho no era por su debilidad, ni por no pertenecer a un clan, de hecho era de los hombres más fuertes del mundo. Simplemente, era mejor mantenerse al margen de la fama y las noticias, pues los piratas y rebeldes podrían huir de él si sabían que se encargaba de custodiar los mares del País del Agua, haciendo su trabajo más difícil. — ¿Qué buscas conocer exactamente? Te escucho a ti primero. ¿Quién eres, Saito? Si has llegado a mí, supongo que tienes contactos. — Se sonó el cuello y se rascó la nuca, mirando desde arriba a Saito. Le sacaba más de 20 centímetros. — Digo, nadie suele localizarme nunca. Escupe, vamos.
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Saito vestia su ropas shinobi, con chaleco chunin a la vista y su bandana colgada a su cuello como collar. No tardaria mucho en ser notado por el Yondai Senchõ y tras presentarse Saito recibió la noticia de que a Mako no lr iba bien recordar nombres por lo que rascó su cabeza pensativo, buscando un apodo sencillo para ser reconocido.

¿Menor? Podía decirme así si le es mas sencillo. Aunque claro, prefiero mi nombre-Saito no le importaba adaptarse a las necesidades del Yondai Senchõ, de todos modos no quiere causar demasiadas molestias.

Mako también confesó ser un mero pescador, eso dejó a Saito pensantivo ¿acaso se había equivocado de persona? Lo dudaba, pero el tiempo lo dirá. El Yondai Senchõ pidió que Saito fuera mas claro con lo que quería y quien era exactamente, pues nadie hablaba con Mako al menos que fuese de emergencia.

Me presentaré como es debido entonces. Soy Saito Yamamoto, chunin de Kirigakure, Tenshi de la armada imperial y gracias a mi reputación como médico y shinobi he obtenido el derecho de encontrar su paradero para poder retarlo por su puesto como Yondai Senchõ-Saito habló firme, con un tono militar y sin mirar a los ojos a su superior como dicta la norma. Pero luego suspiró y posó su mano en su nuca para mirar a Mako.

Me empeñé con ser imperial por querer darle una vida a mi familia y servirle a la gente de Kirigakure. Si busco su puesto no es por que crea que lo hace mal o algo así, al contrario, quiero ser parte de ello, ser la primera linea de defensa entre nuestra aldea y las demás naciones-Saito se sinceró como persona con el Yondai, tal vez toda esa palabreria era innecesaria pero esperaba que con ella lograra dejar en claro lo que queria y quien era.

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