Amanece en Konohagakure no Sato y la gente empieza a realizar sus quehaceres y labores normales del día a día. Comparten ciertas similitudes con otras ciudades del mundo, pero es en las diferencias donde se nota la "esencia" de la vida ninja que la da forma. Muchos de sus "trabajadores" shinobis y kunoichis que han terminado con sus misiones, vuelven ahora a casa, contentos de haber sobrevivido un día más a las misiones asignadas y dispuestos a aprovechar los primeros rayos de sol para, en contra al ritmo social habitual, dormir hasta recuperarse de la extenuación.
Es por todo esto, que resulta extraño ver cómo en uno de los balcones de la aldea, un shinobi termina de tomar un té rojo mientras observa la salida del sol sobre los rojos tejados de la aldea. Samuru ha podido tomarse una noche de descanso y relajación, dado que se le ha asignado la tarea de acudir nuevamente a los terrenos académicos, esta vez con el objetivo de educar a la siguiente generación en el correcto moldeado de chakra, o, como mínimo, en sus bases.
- He de reconocer que, los días que te permiten relajarte, Konoha no es un mal lugar en el que vivir. Aunque la nostalgia me puede... - Murmura para si mismo, poco antes de acabarse el contenido de su taza de un último trago.
Tras ello se dirige a la cocina, lavando los utensilios utilizados. Se hecha algo de agua encima en el baño, eliminando el sudor nocturno acumulado y se asea con el habitual cuidado que siempre lo representa. Poco después, está recogiendo sus pergaminos de almacenaje, por si fuera necesario reproducir un ejemplo práctico de las ventajas del correcto control de chakra. Finalmente, equipado con un kimono de guerrero, quizás demasiado decorado, sale por la puerta de su hogar, dirigiéndose a su destino en los próximos días; la academia ninja.
En solo unos minutos, se encuentra en el interior de un aula que le resulta completamente desconocida. Después de todo, el nunca estudió ninjutsu en Konoha, y solo ha estado en el interior de aquel edificio para otras encomiendas o si debía acudir a alguno de los entrenamientos de su hermano. Poco a poco van llegando los alumnos, futuros shinobi en su último año de academia, que le miran con una mezcla de curiosidad y, por parte de quienes entienden que será su nuevo profesor, cierta misteriosa fascinación, llevada por el desconocimiento de qué les enseñará Samuru.
- Buenos días - Las palabras de Samuru se apodera por completo de la estancia. pese a no haber elevado el tono, sus años en el mundo del espectáculo le enseñaron a proyectar la voz para que todo el mundo pudiera escucharlo, sin necesidad de forzarla. Ahora, resulta serle útil de nuevo - Como muchos supondréis, voy a ser uno de vuestros profesores sustitutos a causa de la epidemia que ha alcanzado a alguno de los mismos. En mi caso, me han seleccionado por mi habilidad de control y canalización del chakra, que será lo que intentaré enseñaros en estos días. Así que empecemos con un repaso rápido... ¿Alguien se atreve a recordarme las bases del moldeo de chakra?
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