Una "Excusrión" Extraoficial Priv.Horaime

De algún modo sabía que salir fuera de la aldea a menos que fuera en una misión no era algo muy inteligente que hacer, a decir verdad ni siquiera creía que fuera algo que el imperio aprobara, y tampoco les culparía por ello. En cualquier caso, así era yo, alguien de hecho bastante testaruda que tras tantos años de encierro no dejaba que hubiera muro que se me resistiera aunque eso me llevara a tener consecuencias.

Burlé la vigilancia que pudiera haber en la puerta y empecé a caminar aprovechando el aire fresco de la noche y preguntándome qué podría hacer, actualmente lo que menos quería era que me viera algún ninja que tuviera alguna clase de misión nocturna o cualquier otro ninja que pudiera merodear por los alrededores, especialmente ninjas renegados que, a juzgar por la inestabilidad del gobierno en cuestión no me extrañaría que merodearan de todos modos, de hecho, ya empezaba a creer que era una mala idea.

Pero era tarde para arrepentirse, si trataba de mirar el lado positivo, si al menos algo me mataba no era un encierro o unos padres que te tenían sin comer durante dias, cualquier cosa era mejor que eso, de hecho incluso enfrentarme a cualquier animal podría ayudarme a ver exactamente hasta que punto se habían desarrollado mis habilidades ante un enemigo que no se fuera a contener.

                                                                                                                                                                                       Puertas de la Aldea

7:00 pm

Clima nublado

Horaime se encontraba en la caseta de entrada de la aldea registrando su vuelta después de acompañar a su padre a recoger un cargamento de libros a las afueras de la aldea, como había un poco de cola para ingresar su padre dejó al genin presentando la documentación y el se adelantó a casa.

Horaime vestía su ropa característica, un rakusu de color dorado con su patrón de cuadros en color verde, debajo un yukata de color azul con pantalones negros, como calzado unos tabi de color blanco y zori de plataforma color marrón con su hanao de color rojo, la banda de la aldea gindaba de su cintura de cayendo de medio lado por su pierna izquierda.

–Por que siempre me deja aquí cuando llegamos a estas horas a la aldea– pensaba el genin cuando de un momento a otro los funcionarios de la caseta se levantaron y comenzaron a hablar entre ellos.

Horaime era el último en la fila y ya estaba frente a la persona encargada, pero ahora todos los shinobis de la puerta estaban en una esquina murmurando, vaya suerte la del chico.

–Si salio debemos traerla…–, –Y decir que se nos pasó por estar durmiendo…–, –Es mejor eso a que descubran que alguien salió y ni nos enteramos…–

Horaime levantaba la oreja mirando y escuchando los cuchicheos del grupo, de un momento a otro unos de los shinobis del grupo levantó la mirada en dirección al genin.

–Tengo una idea…, QUE TENGO UNA IDEA– dijo agitando las manos callando los cuchicheos del resto.

–Chico, como estas buenas noches– dijo el oficial acercándose al genin lentamente con una sonrisa, –Que te trae por aquí– concluyó extendiendo su mano para recibir la documentación que traía Horaime.

Horaime entregó los documentos correspondientes y el funcionario que lo atendió comenzó a leer, después de unos segundo el oficial frunció el ceño –Ufff joven no se va a poder– dijo mirando al chico moviendo la cabeza de forma negativa, –Aquí no tiene el sello de revisión de la carga que dice que carga estaban recogiendo y eso es una violación a la norma– continuó hablando sin dejar a Horaime argumentar nada, –Lamentablemente se tiene que quedar aquí con nosotros hasta que venga su padre con la carga y la documentación– concluyó el oficial devolviendo los documento al genin y dándole la espalda como si fuera a alejarse pero sin dar un solo paso.

–Y-Yo… no se puede hacer nada oficial?-- preguntó el genin preocupado, su padre había seguido el camino hace horas ya estaría llegando a su casa, conociendolo no notaría que Horaime no estaba hasta la hora del almuerzo o la cena del día siguiente.

–Bueno… si tú rascas mi espalda yo podría rascar la tuya…– dijo el oficial volteando de nuevo hacia el genin con una sonrisa macabra.

–No puedo creer que esos tonto se inventaran todo eso solo para hacerle ir a por una persona que se les paso– se decía el genin mientras caminaba por las afueras de la aldea, el acuerdo con los oficiales era simple encontrar a la persona y volver por donde habían salido antes del amanecer, así ninguno de los oficiales tendrían problemas y Horaime podría ir a casa en paz.

Horaime camino por algunos minutos hasta que casi por coincidencia vio una figura caminando en la oscuridad, –Oye tu! espera– gritó el genin esperando comprobar si esa era la persona que estaba buscando.

Una voz a mi espalda me hizo voltear para ver a un joven correr hacia mí a lo que volteé sin cambiar mi expresión, la cual permanecía inexpresiva, solo para verle la cara directamente. Sus facciones me resultaban bastante parecidas a las mías, quizás con mas odio o preocupación en sus ojos, a difrencia de los míos que no expresaban nada, o eso me gustaba creer a mí, porque aquél chunin de la aldea me leyó al instante, claro que, todo fue por mi exabrupto a la hora de responder cuando me quitó el parche. Suspiré, seguramente debería tener más cuidado a la hora de responder o reaccionar, aunque eso me pasó dos veces, la segunda con Aiko, aunque en su caso mi respuesta era honesta, meditada, su amabilidad me había conmovido, no iba a mentir.

Así que un ninja a las afueras de la villa, no era algo muy común, en mi caso debía admitir que era un tanto por mi rebeldía, estaba bastante harta de seguir las normas de los demás, así que en lo que respectaba a mi vida privada, tenía la fuerte convicción de, dentro de las leyes establecidas, no seguir las normas de nadie que no fuera yo misma.

- ¿Que hace un chico como tu en un lugar como éste?- pregunté cuando el chico me acabó parando.

El genin se acercó caminando lento –¿Hola? – dijo agachando la mirada mientras se acercaba notando la baja estatura de lo que parecía una mujer, la chica volteo ante los cuestionamientos del genin y lo miró unos segundos a los ojos.

Horaime desvió rápidamente su mirada antes la extraña mirada de la chica, el genin miró alrededor, el bosque podía ser realmente tétrico a estas horas parecía como si varios ojos los estuvieran observando o como si algo se moviera entre la niebla, seguramente era la imaginación del genin jugando una mala pasada.

–Cumpliendo una especie de encargo…– respondió el genin mirando a la chica de arriba a abajo, ahora de cerca podía notar un parche en su ojo izquierdo.

–Ahora que lo pienso si ella salió sin permiso puede significar muchas cosas, algunas de ellas realmente peligrosas– pensó el genin mirando de nuevo a su alrededor algo nervioso.

–¿Cómo te llamas? – preguntó el genin manteniendo una distancia como de tres metros de aquella chica, si esto se volvía algo peligroso tendría margen para reaccionar.

En respuesta a mi comentario él solo me saludó con ¿un saludo en forma de pregunta? Eso era nuevo, claro que me estaba realizando contacto ocular, así que evidentemente se refería a mí cuando saludaba, aunque de pronto separó la mirada rodeando al bosque aunque, quizás por desconfianza, yo no desvié la mirada del chico que me había hablando instantes antes y, empecé a cuestionarme si realmente el chico estaba conmigo o en mi contra, solo que estaba empezando a parecerme muy mala idea haber salido de la aldea sin permiso del imperio, ojalá esto no trascendiera a más, ya que teóricamente no me permitían hacerlo a menos que fuera tras haber aceptado una misión, en fin... yo era alguien de personalidad un tanto ajena a las normas pese a mi fidelidad jurada al imperio, no era por haberme cambiado de facción en absoluto.

- Una especie de encargo... interesante- comenté con frialdad- Aunque por si te lo preguntas, no, no soy alguien peligroso, soy alguien un tanto ajena a las prohibiciones, así que no hace falta que te pongas en guardia... Que por cierto, es un tanto irrespetuoso preguntar el nombre de alguien sin haberse presentado uno primero ¿No te parece?

Aunque las palabras de la joven parecían sinceras Horaime no estaba acostumbrado a bajar la guardia, de cualquier modo hasta el momento eran completos extraños en un terreno peligroso.

–Tienes razón disculpa, mi nombre es Horaime ¿Como te llamas? – preguntó de nuevo el genin mirando a la chica.

–Lo de las prohibiciones queda muy claro, fuiste tú la que se le escabulló a esos tontos guardias ¿Verdad? – pregunto haciendo una señal con su pulgar señalando el camino por donde el venía, también queriendo confirmar que había encontrado a la persona correcta aunque en todo caso sería extraño encontrar a alguien más deambulando por esos parajes.

–Salir de la aldea sin permiso no es buena idea pueden tomarte como desertora si alguien del imperio se entera.–

–MIERDA no lo había pensado pueden tomarme a mí también como desertor, después de todo esto no es una misión oficial, maldito guardia me engaño para tomar todo el riesgo…– pensó el genin recordando la fea cara del guardia que le encomendó el encargo.

Horaime suspiro intentando mantener la compostura, se llevó las manos a la cintura y comentó  –No solo eso, aquí afuera cualquiera cosa podría atacarnos, además como dije también vas a meter en muchos problemas a los guardia, a mi y a ti si alguien nos descubre aquí– concluyo mirando de nuevo alrededor.

Eso estaba mejor, en realidad, me daba igual presentarme primero que hacerlo él, pero si hay algo de lo que me jacto de ser, es educada, pese a que mis “queridos” padres no le dieran prioridad a los modales. Eso, y que no era de la clase de persona que daba información personal a la primera de cambio, aunque se me daba bien leer a la gente, cuando me dijo su nombre, supe que estaba siendo sincero, por lo que pude bajar la guardia.

- Me llamo Olielle Kurama y, no, no soy desertora. Simplemente no soy muy amiga de las imposiciones- comenté con la misma frialdad- Y si, si conoces su rutina no es complicado sortearlos.

No perdí la compostura en ningún momento, pero parece ser que a mi intelocutor, solo pensarlo le ponía de los nervios, así que me apoyé en un tronco poniéndome las manos en el bolsillo de la chaqueta en lo que el otro hablaba.

- En realidad, mi idea era la de dar una vuelta por el bosque, más, si tantos problemas eso te causa, regreso a la villa y si te he visto no me acuerdo, tampoco tengo nada que perder- comenté sin mas- Horaime… puedes ignorarme de todos modos, aunque agradezco la preocupación.

–Dar una vuelta por el bosque, enserio que clase de loca busca exponerse así si la regla de no salir de la aldea en rango genin existe es por un motivo– pensó el chico confundido, –No me quiero repetir, pero sabes que estamos en peligro aquí fuera, ¿cierto?– comentó sin dar mucho crédito a la respuesta de Olielle, después de todo quien en su sano juicio querría salir de la aldea en medio de la noche para dar un paseo, era una excusa tan extraña que parecía mentira pero realmente quién sería capaz de inventar semejante cosa, además la chica no parecía ser una desertora y parecía flexible a volver a la aldea.

–Kurama…– murmuró el chico, –Oh mira somos del mismo clan que coincidencia– continuó cambiando por unos instantes su rostro para mostrar una leve sonrisa, –jajaja no busco ignorarte, aunque quisiera no puedo…— comentó mientras miraba de nuevo alrededor en busca de detectar cualquier peligro inminente, –El encargo que debo cumplir eres tu… bueno es que tu regreses conmigo, veras lo guardias me detuvieron por un tema de papeleo y para zafarme me propusieron buscarte, si regreso contigo me dejaran pasar sin problema– concluyó el chico levantando la mano derecha en dirección al puesto de guardia de donde venia, –Si me acompañas y terminamos con estos te libraras de mi para siempre lo prometo– el genin intentó utilizar su mejor labia para que la extraña kurama lo siguiera al puesto de guardia y terminar con esta noche de pesadilla lo más pronto posible.