[Mision Rank B] - ESCOLTANDO AL MERCADER
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Última modificación: 06-04-2023, 04:37 AM por Muki Chikamatsu.
Parámetros de la misión

El día era bello, los arboles parecían tranquilos, no se veía ni una nube en el cielo, y ese hombre canoso y de buenos modales te daba una sensación extraña de calma y tranquilidad, de hecho, hasta sueño te daba la situación en la que te encontrabas…
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Ya llevaba medio día sentado en aquella tabla de madera que tenía en la parte trasera la carretilla, la cantidad de cajas cubiertas en lona y cuerdas era estorbosa, así que tu lugar dentro de este pequeño medio de transporte era relativamente pequeño, un caballo acarreaba la carroza y aquel mercader que apenas conociste esa mañana estaba a cargo de la conducción, iba solo y con buen ánimo, de vez en cuando te hablaba para hacer el rato, pero no todo eras capaz de oír, el ruido que provocaban las ruedas de madera y el suelo mal cuidado hacían una tarea difícil siquiera descifrar lo que intentaba decirte aquel viejo bigotón… hasta ahora el camino era simple, no habían topado con ningún bandido ni nada por el estilo, pero aún les tocaba un largo camino que recorrer… en ese minuto, te invade una sensación de nostalgia y decides repasar todo lo que has vivido durante el día hasta este punto en específico…

OFF ROL
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Última modificación: 07-04-2023, 09:19 PM por Jikaro.
Hoy es el día en el que me convoco mi maestro para una importante misión. Siento que el destino me llama y estoy emocionado por lo que vendrá después. He dedicado toda mi vida a este camino de la ninja, a perfeccionar mis habilidades y honrar a mi aldea.

Me he preparado mentalmente para enfrentar cualquier desafío y físicamente para superar cualquier obstáculo. Mi maestro me ha informado que esta misión es de alta prioridad y deberé usar todas mis habilidades para cumplirla satisfactoriamente.

Mi corazón late fuerte en mi pecho y mis manos están sudorosas. Es normal sentir cierto temor ante el peligro que podría enfrentar en esta misión, pero como ninja estoy preparado para enfrentarlo y salir victorioso. La adrenalina fluye por mis venas y estoy listo para demostrar que soy digno de este honor que me han dado.

Pase lo que pase, estoy decidido a cumplir esta misión y mostrar que soy un ninja capaz, digno de seguir en el camino que he elegido. Ésta no será una tarea fácil, pero estoy dispuesto a arriesgar todo por mi aldea, por mi maestro y por mí mismo. Todo lo que tengo ahora son mis habilidades, determinación y fuerza de voluntad


Llegué a dónde según estaba el viejo, lo ví y lo único que me pasó por la mente fue saludarlo con la mano. Y esperar a que empecemos el viaje
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Un gusto, mi nombre es Tomoko Arata – dijo el anciano mientras le tomaba firmemente la mano a Jikaro para saludar, mientras que mantenía en su espalda su otro brazo empuñado.

Ese día, para Jikaro debió ser peculiar, al momento de llegar a recibir la misión, la encargada de entregársela le informo que – él y solo él podría realizar estos encargos – a lo cual, algo de curiosidad te dio dicha afirmación.

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Antes de realizar la misión y juntarte con Tomoko-san, obtuviste algo de información de parte de la recepcionista, la misión era rango B, un nivel definitivamente alto como para ser solo el escolta de un mercader, pero, este era peculiar, ya que la mayoría de mercantes siempre viajaba en caravanas para protegerse de los bandidos… este, en cambio, viajaba solo, el recepcionista te informo que su caravana le había abandonado, principalmente por problemas de dinero, o eso es lo que decía el rumor.

Volviendo al presente, la carreta cada vez era más y más incómoda, pero eso no detenía el hecho de querer seguir adelante, aquel hombre de bigote blanco empezó una serenata, una canción simple que animaba el ambiente – caminito al costado del mundo, por aires de andar, buscándome un rumbo… - empezó a cantar, era bastante ameno el ambiente y nada parecía salir mal.

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Ya estaba oscureciendo cuando aquel anciano noto algo a la distancia, se veía humo, era a unos 500 metros en la misma dirección que iban, este sonriendo grito hacia atrás – parece que nos encontraremos con más viajeros – dijo, soltando una risa carrasposa, mientras aceleraba el andar de la carreta.

Pasado un rato, pudieron observar como dos carretas estacionadas estaban al borde de una fogata, se olía en el ambiente un aroma bastante agradable, era el aroma del estofado, eran posiblemente mercaderes que se detuvieron para almorzar… vuelta a vuelta de la rueda, se acercaban más y más al destino, cuando el instinto de supervivencia se afloro en tu piel… algo te daba escalofríos de este posible encuentro… no pudiste notarlo a tiempo, pues los lobos suelen ser bestias despiadadamente sigilosas antes de atacar… esa pequeña caravana estaba a punto de ser atacados, y tú, por suerte, apenas estabas a 30 metros de llegar al punto de encuentro.

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Solo pudiste ver dos de los lobos, pero algo me dice que son más, muchos más.

OFF ROL
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Última modificación: 07-04-2023, 09:19 PM por Jikaro.
- Jikaro Sarutobi, un gusto encontrarme con usted señor Tomoko. - El señor realmente daba tranquilidad, paz y armonía cuando lo veías hablar y hacer lo que más le gustaba. Cantar, era un amor de persona. Me trató muy bien cuando me conoció, me dió una de sus galletas. Las que tenía guardada en su mercancía. Raro del tal señor que me hizo pintar el pergamino que traía toda su información. Me sorprendí, pero no hice más que aceptarla.

Escuché cantar al señor, reí porque cantaba bien, pero no lo sentía como tan dulce su canto, realmente me daba un poco igual. Tenía un claro rostro de una persona cansada, esperaba que se aparecieran los típicos maleantes de la zona. Pero. Se sorprendió al escuchar que nos estábamos acercando a un campamento de quizás unos mercaderes. Me reí, no lo pude evitar.

Pensé en muchas posibilidades de que será ese fuego en el horizonte. Pero nunca pensé que cuando ya estábamos a punto de llegar, ese escalofrío llegase a mi. Íbamos a ser atacados. Rápidamente hice unos sellos de manos, salte de la carreta para llegar a estar a unos 20-15 Metros de los mercaderes. Mantuve el último sello. Pude sentir el chakra de al parecer 11 Personas, incluyendo a Tomoko-San. Rápidamente corrí intentando llegar justo a tiempo, antes de que una vida fuese perdida. El primer lobo fue directo hasta una mercader, no dude y cuando estaba a punto de morderla. Fue atravesado por unos de mis Kunais en su cráneo. Mientras tanto, espere hasta que los siguientes lobos hagan sus ataques. 

Saque mi Tanto, listo para cualquier cosa. No iba a dejar que se pierdan vidas

Estadísticas de Jikaro Uzumaki

Kekkai: Tengai Hōjin

Chakra: 593/613
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Jikaro logro sentir 7 fuentes de chakra entremedio de los árboles, también 5 fuentes de chakra alrededor de la fogata, y, por último, dos fuentes de chakras provenientes de la carreta donde estabas, una normal y la otra dividida en varias partes, pero muy muy débiles. Sus acciones lograron acabar rápidamente con la vida de una de las fuentes de calor que estaban ubicadas de entre los árboles, un único lobo que se lanzó directo a atacar a una de las mujeres de la mini-caravana.

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Los 6 lobos estaban expectantes para atacar, de hecho, iban a la carga del mismo objetivo, menos uno, que se estaba ocultando dispuesto a atacar la carreta de Tomoko-San… esto era peligroso, no tenías tanto tiempo en reaccionar para salvar a todo y a todos, ¿o tal vez sí? Tus movimientos pudieron advertir a los mercaderes de la fogata, dos hombres se pararon rápidamente mientras gritaban cosas a las demás personas, estos rápidamente se posicionaron frente a sus carretas y armados con lanzas se dispusieron a protegerse, entre ambos, una mujer madura se aproximaba con una antorcha improvisada para brindar ayuda y así espantar a los lobos con mayor facilidad, estas acciones mantendrían a los primeros lobos más cautelosos.

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La mujer que había sido atacada por el lobo previamente estaba desmayada, a lo mejor por la impresión de lo sucedido, una muchacha que no pudiste ver bien estaba asistiéndola en ese momento, la tensión se palpaba, y por suerte tu habías atacado usando solo una Kunai, ya que gracias a eso podías mantenerte en medio de toda la acción.

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Eres un ninja, tienes 6 objetivos ubicados alrededor tuyo, por tu derecha se escabulle uno para atrás queriendo emboscar a Tomoko-san, quien, al no recibir una orden tuya de mantenerse lejos, este siguió camino viendo si podía ayudar en algo… las cosas no marchaban bien al parecer.
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Con el poder de salvar a estas personas en mis manos, no tuve que hacer más, seguía manteniendo el último sello mientras tenía mi tanto en la boca. Vi a una chica caer. Rápidamente la tome entre mis hombros y me retiré, quería darle el máximo cuidado posible. Y ahora lo que me quedaba era pelear contra los 5 Lobos, creo que eran 5, pero sentí que había otro lobo irse por el lado de Tomoko-San. No tenía mucho tiempo, y mis oportunidades se veían más interrumpidas por las personas intentando salvarse. - ¡Quédense aquí, sigan haciendo lo que hagan. Intenten ahuyentar a los lobos!, ¡No mueran! - Les grite mientras empecé a correr a dirección en al chakra del lobo y Tomoko-San.

Cuando llegué, rápidamente moví a la mujer a la carrera de Tomoko-San, y le encargue que se cuidase. Pues había algo... Había algo queriendo asesinarlo. Apareció un lobo, quite el sello, y ahora tome mi dos tantos en mis dos manos. Con una mirada desafiante. Espere que el Lobo haga su primer movimiento. 

Chakra: 573/613


Estadísticas de Jikaro Uzumaki
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Una jugada algo intrincada de parte de nuestro querido shinobi, pudo haber lanzado una Kunai a alguno de los lobos, evaluar detenidamente la situación, usar algún clon para dividirse y abarcar mayor espacio de acción, pudo haber pensado un poco mejor la situación, pero en vez de eso, decidió correr a socorrer a alguien que ya estaba siendo socorrida, y peor aún, en su decisión por protegerlos a todos, corrió lejos de donde estaban los mercaderes nuevos, casi parecía como si intentaras raptar a esa mujer que estaba desmallada, ahora, ¿Quién sabe cómo reaccionaría ante tus acciones los mercaderes y la muchacha? ¿Alcanzaras a llegar donde Tomoko-san a tiempo? ¿los lobos empezaran su ataque o esperaran a que completes tus acciones? Ahora procederemos a dar respuestas a todo esto.

Increíblemente y ante toda adversidad, los mercaderes comprendieron inmediatamente que las acciones del joven eran bondadosas, debieron notar sus actitudes ninja, así que optaron por ayudar al joven a llevarse a la mujer, no opusieron resistencia, mientras que los lobos rondaban y empezaban a acomodarse para atacar, pero se mantenían a raya para evitar ser lastimados de gratis. El joven peliblanco salto a toda velocidad y se aproximó a la carreta en busca de un lugar seguro para aquella mujer, pero… nada era seguro actualmente.

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Los lobos iniciaron su ataque, de los cinco lobos que estaban asechando al pequeño convoy, dos rodearon la zona y atacaron a las personas armadas, buscando efectuar un ataque letal, pero estos eran bastante hábiles, habían tenido que sobrevivir hasta entonces sin problemas, ambos varones actuaron ágilmente y usando sus lanzas lograron protegerse de aquel ataque furtivo, uno de los mercaderes, bloqueo el ataque del animal con su lanza, protegiéndose de las garras del lobo y alejándolo de si un par de metros, pero lamentablemente su lanza se partió en dos.

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Por otro lado, el otro mercader había logrado hacerle daño al lobo que le ataco, un golpe certero entre el omóplato del lobo izo que este quedara prácticamente incapacitado para seguir luchando, escapando mientras cojeaba a tres patas del sector, adentrándose al bosque, los otros lobos observaban la situación y analizaban su siguiente movimiento, mientras que uno en específico, estaba prestando más atención a lo que uno se pudiese imaginar… calculando… pensando… ese lobo no era común.

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Ninguno de los dos hombres resulto herido de este ataque, pero, lamentablemente para la joven de apenas 15 años de edad, el susto de recibir el ataque furtivo de estos lobos la desestabilizo, cayendo de espaldas y golpeando el caldero donde se estaba cocinando algo de caldo para calentar los huesos, el golpe no fue muy contundente, pero el caldo se derramo sobre sus ropajes y el ardor de la sopa le hizo gritar de dolor mientras se intentaba alejar del conflicto.

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Por otro lado, en la carreta de Tomoko-san, nuestro joven protagonista había logrado dejar a su ocupante y posicionarse nuevamente con sus tantos en mano, le había ordenado a Tomoko-san que cuidase de la niña, pero este haciéndole caso omiso, decidió cuidar su propia mercancía. Solo armado con un palo de madera, este hombre estaba entre el lobo y su mercancía, pudiendo detener al animal y mantenerlo a raya, pero no dudaría mucho tiempo y eso muy bien lo sabía.

[Imagen: IMG_2458.jpg?width=742&height=417]
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Última modificación: 07-05-2023, 03:21 PM por Jikaro.
Note que el viejo Tomoko no ayudo a la chica. Estaba analizando la situación. Y me estaba dando cuenta de lo que tenía que hacer. Guarde mis Tantos e hice unos sellos de los mismos salieron unos clones de sombras. 3, en total, los cuales me iban a ayudar. Uno se iba a quedar con la chica y el otro iba a ayudar a los mercaderes. 

Relaje mis manos y mire al Lobo. Con mi mano derecha corrí hasta su ubicación con un Rasengan formándose en mi mano. Intenté impactarlo. Si no podía, sacaría mi tanto intentando clavarle el mismo en el ojo al Lobo.

El clon de los mercaderes estaba ya en el lugar. Empezó sacando un kunai y defendiendo a los demás de los ataques de los lobos. Su ataque fue confirmado con éxito, logró cortar con su Kunai al lobo en el cuello del mismo. También después de degollar al pobre lobo, se mantuvo protegiendo el cargamento. Sentía algo raro, no sé lo que era. No quiero saber que fue, simplemente fue y es algo raro. ¿Será qué estoy en frente a unos traficantes?, no entiendo cómo llegó esa conclusión mi clon, al parecer se dió cuenta de cómo los mercaderes estaban muy enfocados en proteger su mercancía aunque su vida dependa de ello. No entendí porque, quizás estén traficando tabaco. Y eso que a mí me encanta fumar.  

Mientras tanto, el otro clon que estaba con la chica, hablaba con ella, quería saber sobre ella, no le importaba si no podía hablar. Jugaba con su pelo y la quería mantener protegida, quizás ella era la llave para acabar con los que querían asesinar al pobre viejo, yo quería hacer eso. Aunque… ¿Qué le pasa a ese viejo?, No se estaba defendiendo, tenía un palo pero cuando el lobo salto ni siquiera lo toco para matarlo, se quedó como un idiota esperando a que lo ayuden. Yo no sabía que hacer, lo tengo que ayudar.

El clon que estaba con la chica se acercó al viejo, quería ayudarlo. Pero el testaduro lo reprendió. Así que: El mismo volvió a sentarse. ¿Cuál sería nuestro próximo movimiento?


Chakra: 558/613


Bunshin no Jutsu
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El lobo que Jikaro ataco recibió de lleno el rasengan, salió disparado hacia el bosque y un quejido fuerte se escuchó mientras el pobre animal salía disparado, sin embargo… no era la misma suerte que ocurría en el resto de los acontecimientos.

Uno de los clones intento apuñalar a uno de los lobos que se enfrentaban a la caravana, sin embargo, este ataque atravesó a la bestia sin causarle daño, esta misma quedo algo anonadada, pero aquel lobo que parecía líder de la manada dio un aullido inmediatamente, era una confirmación. Estos clones no eran peligrosos.

[Imagen: IMG_2776.png]

El ataque coordinado de los lobos restantes era así:
Uno de los lobos que estaba cerca de ese mercader que su arma había sido rota salto sobre este, atacándole directamente al cuello, un ataque certero y mortífero que dejo al hombre en un estado grave y al borde de la muerte, pero no se quedó para rematar, se detuvo para observar al hombre que poseía su lanza, el cual también le observaba y se cubría con su lanza, sin notar que por su espalda el otro lobo ya se le abalanzaba a la parte baja de su cabeza, arremetiendo con fuerza y acabando con la vida del hombre al instante.

Por otro lado, el lobo mayor le daba la espalda a la escena, observando a Jikaro con recelos, este era poderoso y quería evitar más bajas. Así que con un gruñido aviso a sus compañeros para llevar el cuerpo de aquel hombre muerto, mordiéndolo de sus piernas y arrastrándolo hacia el bosque, dejando los tres este lugar. El lobo mayor esperaba que dejar a la mujer viva sea ofrenda suficiente para evitar que este ninja arremetiera contra ellos.

[Imagen: IMG_2777.png]

Por otro lado, el clon que había mandado Jikaro a hablar con la muchacha no emitía sonidos, era en efecto, solo un clon ilusorio… la muchacha no entendía nada de él, así que intento tocarle una mano, pero este se desvaneció al tacto.

El hombre viejo, Tomoko-san, te vio con asombro y una sonrisa broto de su rostro – haz hecho bien muchacho, gracias por salvarme – dijo con una voz carrasposa aun sabiendo lo que el resto de lobos había hecho. Su propio interés era superior a la vida de un par de mercaderes.

Jikaro, usaste Bunshin no Jutsu en tu post en vez de Kage Bunshin no Jutsu.
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- Gracias Tomoko-san. - Jikaro, rápidamente tomó a la chica y se dirigió con Tomoko hacia los mercaderes, llegué con el conocimiento de la batalla que se tuvo acá. Llegó enojado y con unos notables rasgos de enojo en su rostro. Su diestra aún cargaba con un tanto con el cuál amenazó al Lobo. Mientras que su izquierda se notaba más relajada, pero aún mantenía marcas de lo que parecía ser un rasguño que se hizo con una rama. En su frente se encontraba el campamento y a su espalda se encontraba Tomoko junto a la chica, la cual se paró y volvió junto a su grupo. Respiré profundo, preparándome para entablar una conversación rápida para así saber cuál sería la mejor opción, para ellos y Tomoko. - Señores y Señoras, perdón mi atrevimiento pero. Me acabo de dar cuenta de sus pérdidas y creo que su mayor oportunidad es el ir con mi grupo. Esto nos servirá a los dos bandos, ustedes nos brindarán cobertura si es que nos encontramos a unos bandidos que quieren robar mercancía, y yo les brindaré un viaje totalmente seguro. ¿Estamos de acuerdo en esto? - Comenté mientras esperaba una respuesta, ya obtenida. Independientemente de su opinión, volvería con Tomoko, no entraría directamente al carro. Se intentaría quedar pegado al mismo como si fuese Spiderman.

Estaría arriba e intentaría entablar una conversación con Tomoko. - Cuénteme señor Tomoko, si usted tuviera la oportunidad en sus manos, pero la desaproveche de tal manera. Que sus mismos compañeros ya no crean en usted, y después de tanto tiempo quieras volver con ellos, pero no puedes mantener el ritmo. ¿Qué haría? - Supiro largo mientras se subía encima de la carreta y se empezaba a acostar mirando hacia el cielo. - Lo digo claramente por experiencias que pase, siendo Joven y haber pasado mi peak tan rápido. No supe que hacer, tenía el mundo a mis pies. Pero… No pude mantenerme. Y me arrepiento y no se que hacer. ¿Tiene algún consejo? - Mire hacia los lados pensando en una manera rápida de tener diversión, hablar de temas delicados así no me gusta, sobre todo porque siempre me pongo melancólico y dejo caer lágrimas. 

Ya era momento de esperar. A ver si pasa algo interesante.
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Última modificación: 09-06-2023, 03:48 AM por Muki Chikamatsu. Razón: un texto no tenia color
La mirada de desconcierto de aquella mujer al verte llegar y hablar de esa manera, mientras, ella intentaba hacer un torniquete en el cuello de su esposo, preocupándose aún por su amiga que atrás suyo estaba al borde de la muerte por culpa del desangramiento… “un viaje totalmente seguro” fueron sus palabras, es como si hubiese dicho que no les había salvado a ellos con sus espectaculares habilidades simplemente porque no le habían pagado… - y entonces… porque te llevaste a Nariko contigo… devuélvela… DEVUELVEME A MI HIJA BASTARDO – empezó a gritar la mujer mientras estallaba en lágrimas, mientras su cabeza caía a lo más profundo y desembocaba en la desesperación más grande… no paraba de cubrir el cuello de su amado quien intentaba hablar con ella, pero ella no fue capaz de escucharlo… no… porque estaba escuchando a Jikaro… el murió… y su amiga también.

[Imagen: DEBAUvdU0AAa1PI.jpg]

Luego de que Jikaro volviese a la carreta inicial empezó a hablar con Tomoko, esto mientras la joven Nariko parecía un zombi, in capaz de moverse e incapaz de sentir algo… - niño, me importa un bledo lo que dices, deberías prepararte para partir, no me gusta comer con los muertos – dijo el viejo, alejándose en dirección al bosque – creo que deje caer mi reloj por acá… - dijo, mientras buscaba cerca de ahí un reloj de bolcillo… algo tan simple, que… mientras Jikaro permanecía sobre la carreta, no pudo reaccionar a tiempo… algo tan burdo como acercarse a buscar un reloj… fue el momento en que el sexto lobo apareció frente a Tomoko… ese último lobo que no quiso arrancar junto al resto, ese lobo que se había escondido en plena pelea… ese lobo ahora estaba llegando por entremedio de los arboles hasta pararse frente a Tomoko y atacarlo al cuello en venganza de sus hermanos caídos…

Si… Tomoko es un hombre viejo, un simple ataque y el caerá en poco tiempo… ¿qué hacer en estos casos?
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Última modificación: 13-06-2023, 12:35 AM por Jikaro.
¡¡¡SEÑOR TOMOKOOOOOOOO-Grité mientras veía como un Lobo se movía a una velocidad extremadamente superior al tiempo de reacción de Tomoko. Rápidamente, mirando al viejo, corrí mientras el Lobo se movió para asesinar al viejo Tomoko. Salté de mi carreta, mi velocidad no iba a ser tanta como para llegar a tiempo, el Lobo iba a asesinar a Tomoko. Así que mi única esperanza era lanzarle algo. Al ver si se escapaba. Lance un shuriken de los que tenía en mi Porta Kunais. Intenté que impactara lo antes posible. El destino era su ojo derecho. Si llegase a impactar, abrazaría a Tomoko para salir corriendo, llevando al mismo a su carreta.


Después volví hacia el Lobo. Saqué mi tanto e intente degollarse el cuello, si no pude. Me movería rápidamente a la carreta, esperando a que el señor Tomoko siga el viaje, acostado con la misma posición que tenía. Miraba al cielo esperando a que algo interesante pasará. Pero me acordé de que había una chica con nosotros. -[b]Hola, ¿Cómo estás?, Jikaro, Jikaro Sarutobi.- [/b]Le pregunté mientras que la saludaba con una sonrisa forzada, intenté sacarle conversación. Era un poco rara, al final. Lo que hago es por su misma seguridad. Va a tener que entenderlo.

Si no le sacaba conversación me daba igual, el punto era llegar salvos y sanos al lugar de entrega del pedido. Tomoko quizás tenga algo que contar, este viaje está demasiado aburrido, qué asco es estar en un viaje con una persona que no habla, con otro que habla, pero cada que habla parece una abominación. Me tendré que acostumbrar, quizás me acostumbre tarde. Ojalá tener la capacidad de hacerlo rápido y sencillo, pues… No creo que estar todo el día aburrido porque no te hablen. No parece buena idea si me lo dices a mí.
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Tomoko-san había resultado herido, no era de gravedad, por suerte el arma logro que este recibiese un daño fatal, sin embargo, aun sangraba del cuello, por lo que requeriría de atención medica – sé que es cruel decirlo, pero dormiremos acá esta noche – dijo el anciano, sin importarle el grupo de cadáveres que había al frente, pero el en estas condiciones no podía conducir la carreta, no paraba de sostener su cuello para evitar el sangrado.

Por otro lado, cuando Jikaro se aproximó a hablar con la muchacha, esta simplemente lo miro, con sus ojos hechos cristal, no podía decir ni expresar nada… estaba muerta por dentro. Parecía un zombi…

[Imagen: __death_puss_in_boots_and_1_more_drawn_b...bc0e10.jpg]

Aquel lobo habría sido herido en el ojo, pero este al ver que Jikaro se acercaba, decidió salir corriendo del lugar. Los lobos no eran tontos, parecían ser algo más avanzados que animales comunes y corrientes. El instinto de la manada era más fuerte, sabía bien que enfrentarse en un combate uno a uno era un error fatal y preferiría reagruparse con sus compañeros.

La noche era tenue y el ambiente era macabro, tanta gente muerta y herida, tanto desperdicio en ese momento y aquel anciano caminando a paso lento mientras su caballo le seguía por la cuerda que el tiraba, se acercaron a la fogata de aquella triste y difunta familia – lamento tu perdida mujer, pero así es el mundo, unos viven y otros mueren… - decía, mientras caía de espaldas desmayado por la pérdida de sangre.

[Imagen: angry-anime-girl-yuno-gasai.jpg]

La mujer se levantó del suelo y presto auxilio a Tomoko, a lo que grito a Jikaro con furia – APURATE Y TRAE ALGO PARA AYUDARLO, ¿o a él también lo dejaras morir? – eran sus palabras con total resentimiento. La mujer se cortó un poco de tela del vestido y con este empezó a hacer torniquete en el cuello del hombre, al parecer la herida era más profunda de la que él quería admitir.
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-Seguro, Tomoko. - El peli negro se movería rápidamente para estar a un paso por encima del viejo, ya estaba ensangrentado y ahora cualquier ataque lo podría matar. - Ojalá aguante hasta llegar a ese campamento. Necesito que él siga vivo. Voy a activar esta técnica. Todo sea por su seguridad. - Me aparté, y me puse detrás de la carreta. Hice sellos y salté, dando un pisotón fuerte en el piso. Mantuve el sello hasta llegar a la carreta, dónde pude observar una cantidad absurda de chakra viniendo de la carreta en la cual vinieron esas personas. -  ¿Cómo esa cantidad de chakra llegó ahí?, ¿Qué artefacto pudo haber llegado a esa carrera? - Me preguntaba hasta que esa mujer me gritó. 

Asentí con la cabeza mientras que con el sello mantenido todavía. Empecé a visualizar todo, el chakra de ella. El de todos. Y realmente la curiosidad mató al gato, fui a la carreta y la abrí. Pero no pude llegar a ver bien pues me di cuenta, que necesito primero cuidar a Tomoko. Dónde rápidamente le intente ayudar a hacer el torniquete más fuerte, aún manteniendo el sello. Le hice el torniquete con una mano. Poniendo presión pero no tanta, pues estaba en la tráquea y eso lo iba a matar si no hacían algo. 

El viento chocaba con mi rostro, la noche era muy cálida pero de la nada. Empezó un viento increíble, mientras que pocas gotas de agua caían. Extraño, el fuego no se apagó. Quizás tendría chakra para que no se apagué así de fácil. Pero bueno. - Malditos lobos, los voy a matar uno por uno. - Pensé mientras miraba por encima del hombro al bosque. Buscando a los mismos lobos, pues sí los llegó a encontrar. Los iba a matar, de una forma brutal. Por todo el mal que le hicieron a estas personas. A mí no, pero… Quizás tenga algo de empatía…
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Jikaro había actuado correctamente, había ayudado a Tomoko-san en su pérdida de sangre y ahora la vida del hombre peligraba cada vez menos, la mujer de la caravana se apresuró y trajo un botiquín de emergencia y empezó a ayudar al anciano, por suerte, la mujer conocía jutsus médicos, llenando de chakra verdoso sus manos, esta aplico una curación en el cuello del hombre con todo lo que tenía.

Shousen no Jutsu


Sus manos se empaparon de sangre, estaba muy preocupada por el hombre y no paraba de ejecutar el jutsu sobre el cuello del hombre, poco a poco la herida fue curándose, pero el anciano se desvanecía, era algo inevitable.

Tras el transcurso de un par de horas, la mujer acabo de curar al anciano y este permaneció desmayado sin más hasta el amanecer.

[Imagen: fuego-naturaleza-fogata-noche-hoguera-ll...-19860.jpg]

Cuando Jikaro reviso el contenido de la carreta, pudo ver un montón de vasijas con pergaminos en ellas, no se podía distinguir mucho por culpa de la penumbra, pero al menos sabía que algo traían. La muchacha que ayudo previamente permaneció todo el tiempo callada, sin emitir un sonido, estaba totalmente ida en sus pensamientos y el ardor de su cuerpo cada vez iba pasando más a segundo plano. Jikaro pasaría la noche en aquel lugar, escuchando uno que otro aullido de lobo a la distancia, pero estos no volvieron a atacar.

Al amanecer, la fogata que tenían era solo un montón de cenizas en el centro de aquella caravana, las carretas estaban reunidas y Tomoko habría recobrado el conocimiento, al despertar, la mujer hablo con él, pero este insistió en que quería hablar con Jikaro. Al entrar en la tienda improvisada donde tenían al anciano, este aguardo a estar solos y le dijo – deja un montón de comida en mi carreta, no hagas preguntas, solo… hazlo… y que nadie te vea… - le dijo a duras penas.
[Imagen: oK1I80D.png]
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Eso… No parecía estar bien, esos pergaminos parecían técnicas encerradas desde hace mucho tiempo. Cuánto llevarán ahí. – No… No son suyas, me las voy a llevar y veré de qué tratan. Por la madrugada cuando duerman las meteré a la carreta. Pero necesito un plan… – En mi mente recorrían muchas formas de hacerlo. Pero ninguna como la que pensé, dizque cazar algo y meter los pergaminos en la bolsa. Haciendo creer que está lleno de pescados. Cómo carajos no se me ocurrió eso. 

Cuando todos se fueron a dormir, me preparé y pesqué algunos pescaditos. Metiendo los pescados en fundas junto a los pergaminos. Los mismos hacían parecer que llevaba muchísimos pescados. Llevándome todos los pergaminos, los estaba acurrucando en la carreta, un poco pegado pero nada fuera de lo normal. Caí en cuenta de que no podía dormir por todo el trabajo que hice. Así que me puse a mirar el lago mientras amanecía. Mi cuerpo relajado, estaba viendo un amanecer hermoso. El fuego de la fogata se había apagado y la mujer se había despertado. Al parecer hizo el té para Tomoko y ella. No me enoje, era normal. Deje morir a su esposo de una manera muy mala. Normal que me tenga odio. La mujer me miró con desprecio cuando me llamó y me avisó que Tomoko me estaba llamando. ¿Qué quería?, ya había despertado al parecer. – ¿Comida?, ¿A qué se refiere señor?, ¿Algo en particular que le llama la atención? – Tomoko no me iba a responder, lo tuve que suponer con sus palabras. Así que salí de la tienda y tomé algunos Kunais de los que portaba y salí corriendo a cazar ciervos, conseguí cazar un poco de comida y la empaquete bien, no quería que se pudra. O aún peor: Se dañe. Entré a la tienda donde estaba Tomoko. Aún no estaba en condiciones para levantarse. – Pueden venir con nosotros. Las llevaremos hacia dónde iremos. Así podrán respirar un poco. Yo pago todo, y así pueden volver a su lugar de origen. Confía en mí está vez. No morirás ten eso por seguro. – Le dije a la señora. Realmente la iba a proteger. No quería que se pierdan más vidas.
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Cuando Jikaro volvió con su caza, se acercó a la fogata, estaba la gente reunida frente a un nuevo fuego y preparando la comida para el desayuno, al entrar en la tienda, este dijo unas palabras de aliento donde se podría escuchar para las muchachas de la fogata, sin embargo, al ver Tomoko lo que traía el muchacho este dijo – tonto… era comida preparada… para la carreta… dios… - dijo, levantándose a duras penas. Este se acercó a la fogata y miro en dirección a su carreta, tratando de llevar una olla a esta con la comida que estaban preparando las mujeres, pero, al hacerlo, sus pies le fallaron, cayo de rodillas y la comida se derramo… en ese momento, una mujer de delgada apariencia y un niño se asomaron por la puerta de la carreta de Tomoko, estaban asustados… pero sobre todo, estaban preocupados por la situación… miraron alrededor y avisaron para atrás, luego de eso, un montón de personas empezaron a emerger de la carreta, ancianos y jóvenes, de todas edades y etnias… eran… inmigrantes.

Tomoko-san fue rápidamente socorrido por estas personas, quienes lo trataban con cariño – oh… Tomoko-san, ¿está bien? Porque esta tan herido – decía un joven de pelo oscuro – no te preocupes niño, solo es un rasguño – gruñía Tomoko – señor, debe recostarse y cuidarse, no es bueno que a su edad se exija tanto – le decía una joven damisela – calla niña, si Tomoko dice que puede, es que puede – decía una anciana.

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El grupo de personas se hacía cargo de todo lo referente a Tomoko y las dudas se sembraban en el ambiente, pero la mujer de la caravana se acercó a Jikaro, le agarró del brazo y le dijo amablemente, para variar – debe ser por eso… eres un buen chico… no lo sabíamos – dijo la mujer – ustedes transportaban personas… inmigrantes al parecer… es la labor más peligrosa dentro de las labores de los mercaderes, casi nadie se atreve a hacerlo y quienes los hacen, suelen trabajar por cortos periodos y luego abarrotarse de dinero como para vivir un par de vidas tranquilo… pero… - dijo, para mirar con detenimiento a este hombre – esta gente lo trata con demasiado cariño… eso es muy raro…

La voz melancólica de la mujer se sentía un poco aliviada, aunque aún se le quebraba entre palabra y palabra, era obvio, su familia había muerto, su mejor amiga se desangro durante la noche y su marido no vivió para contar más historias de amor y aventuras… ya solo quedaba el recuerdo de su vieja caravana y aquella muchacha, hija de sus amigos a la cual se le arrebato su hermosa sonrisa.
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Señor Tomoko, ¿De dónde iba a encontrar comida yo? – Le hice la pregunta más idiota. Se supone que era de la comida que estaban cocinando las chicas, no lo dudé y empecé a cocinar yo mismo. Con un fogón creado, quería que todos podamos comer. Lo que no pude ver fue cuando tomoko cayó, lo que sí escuché fue la Carreta moverse. – ¿Personas?, Qué carajos. – Pensé mientras observaba como más personas salían de la carreta y socorrieron al viejo Tomoko. Me sentía un asco, no pude ayudarle. Simplemente me quedé mirando atónito lo que pasaban por mis ojos, todos se encargaron de las cosas de Tomoko. Preparaban todo y parecía que lo hacían gratis, Tomoko al parecer los había ayudado demasiado. – Tomoko es un buen hombre. Lastima que yo estuve en su camino, una piedra… – No pude aguantar las lágrimas y pocas cayeron al suelo. La señora, la cual había perdido a su familia y solo le quedaba su hija. Me jaló del brazo. Quería hablarme. – Si… Yo no soy un buen chico. No pude salvarlos a todos, lo intente, obvio que lo intente pero solo quedó en eso. Intentos en vano. Lo siento… De verdad lo siento. – Le comenté mientras ella seguía hablando sobre las buenas acciones que hacíamos. Era verdad, inmigrantes o no. Es una labor increíble y no se puede desprestigiar a las personas que lo hacen. – Perdóname… No pude salvarlos… – Lloré, como un niño pequeño. No pude evitarlo, hice sentir mal a una persona y eso no me lo quita nadie. Maldito sea la hora en la cual no puede defenderlos. No soy Dios para intentarlo. Le di un pat en la cabeza, y me fui hasta llegar a dónde Tomoko. Me aclaré la garganta. – Soy un ninja de Konoha, el cuál debería arrestarlos ya que lo que hacen es ilegal. Pero… En el camino, me di cuenta de que no soy digno de siquiera estar delante de ustedes. Han pasado por cosas peores que yo. Los llevaré a dónde sea. Pueden contar conmigo. – Dije para que todos los presentes me oyeran. Quería pedir perdón… No los merezco.
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Luego de una mañana agradable con gente compartiendo historias y anécdotas sobre Tomoko-san y de terminar de curar al hombre que los salvaba a todos, este gentío empezó a volver a las vasijas, Tomoko sellaba con un jutsu especial a cada una de estas, impidiendo que del interior se sintiese realmente su chakra o que se emita sonido de las personas. Al final, el animal que Jikaro había cazado había servido para alimentar a todas las personas.

Ya a medio día, emprendieron viaje nuevamente, Jikaro fue junto con aquella mujer que en su momento lo trato mal, pero que ahora estaba resignada a seguir su camino – por cierto… mi nombre es Anata Karim, aun no me dices el tuyo – le dijo a Jikaro, mientras conducía sus caballos – este hombre, Tomoko resulta ser una persona de fiar… nosotras solo comerciamos sal y te, nos hace falta ahora más personas para poder continuar esta vida de tragedias – diría desanimada, pero sosteniendo las riendas del caballo – sin embargo… mi marido no hubiese deseado que acabásemos dejando este trabajo… sin el dinero y las especias que transportamos, mucha gente perdería su trabajo – dijo sonriendo, para saludar a la distancia a Tomoko, quien iba con la muchacha muda en su carreta, este saludo era para indicar el camino que seguirían – creo que… me uniré a su caravana.

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El atardecer llegaría poco tiempo después, otro día más y una fogata nocturna donde toda la gente de la carreta de Tomoko saldría a festejar… hasta la muchacha que no hablaba empezaría a sonreír de a poco… este ambiente, esta gente, todo era paz y tranquilidad… habían hecho bien en traerlos, pero el camino aún era largo y quedaba un día más para pasar la frontera… Tomoko se acercó a Jikaro y le dijo tranquilo – tengo gente en el imperio que trabaja para mí, una vez lleguemos a la frontera, no habrá vuelta atrás para esta gente y podrás volver a casa para indicar que hiciste un excelente trabajo – diría sonriendo, mientras se notaba el alcohol en sus venas.
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Tomoko era un viejo feo y cascarrabias, o eso me hacía creer, mientras hablaba con la señora empecé a entender porque. El no podía mostrar bondad delante de nosotros. — Lo siento… — Era una palabra que resonaba con mucha más fuerza cada vez que veía a todos vivir tan tranquilos, estaba un poco solo. Escuchando las historias de Tomoko y de todos, mi mente pudo entrar en paz. Todo estaba saliendo a la perfección. — Paz, por fin la paz. — Miré a todo el mundo ya entrando a sus vasijas, ayudé a los mayores y niños pequeños, jugaba con los más pequeños para que ese viaje y miedo no sea tan… impactante., ellos tenían que vivir. Los ayudé a todos y les di palabras de esperanza. Ya todos iban a emprender camino hasta que la chica que hace unas horas me quería matar. Me jaló y me empezó a hablar. — Lindo Nombre Anata, soy Jikaro. Jikaro Sarutobi, pero tú me puedes llamar Jika. — Le seguí escuchando mientras acariciaba un poco a sus caballos. — Perdóname. De verdad que no quería que todos mueran, yo… Yo no dejaré que nadie muera. — Dije mientras me apretaba un poco el corazón, no quería que nadie muera, todos debían sobrevivir, al menos cuando yo lo necesite. — Lamento lo de tu marido, pero cualquier cosa. Estoy siempre por el norte del país del fuego, no vivo en Konoha. Te puedo ayudar, no me importa. — Le sonreí mientras miraba a los lejos a Tomoko saludando a mi nueva amiga, también le saludé desde lejos. Iba ir corriendo. No quería subirme a ninguna carreta. — No soy Dios para ayudarlos a todos, pero lo intentaré pues soy Jikaro. — Viento chocó mi rostro mientras miraba al horizonte, me tenía que ir. — Nos tendremos que ver algún día Anata. — Empecé a perseguir a la carreta de Tomoko, hablando de la vida con el. El atardecer había llegado.

Al mismo tiempo, hice algunos clones y empecé a ayudar a los mayores y niños a bajar, mientras otros prendían la fogata y otros iban a cazar. Mire a Anata, le guiñe un ojo mientras todos los clones desaparecen al hacer lo encomendado. Miré a Tomoko cuando se me acercó. Mi brazo izquierdo rodeó su cuello con un poco de cuidado por su herida. — Señor Tomoko, estoy dispuesto de ayudarlo aunque eso me cueste la vida. Tranquilo por eso. — Dije mientras sonreía y tomaba un pequeño vaso de licor, nunca había bebido, era mi primera vez. 
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