[ZEON] [Pasado] [Afueras de la aldea] La chispa de la paz
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Última modificación: 17-03-2023, 06:32 PM por Akío Homma.
Akío se encontraba caminando por las afueras de Iwa, cada paso que daba levantaba algo de polvo, que luego era arrastrado por el viento en la dirección general de la aldea, a cada paso, partículas de polvo se arremolinaban bajo sus zapatos, y cuando levantaba la pisaba volaban libres por el viento.

No sabía muy bien cuánto camino había recorrido, pero si miraba a su espalda las numerosas cavernas de la aldea, y las formas excavadas de la superficie cada vez se iban haciendo más y más pequeñas, difuminándose y convirtiéndose en una masa uniforme.

Aquél día iba vestido con su ropa habitual, tela cómoda de color claro, coronada por la equipación oficial de la aldea, con el distintivo de su rango, y la bandana de la aldea sobre la frente.

No se le había asignado ninguna misión aquél día, así que decidió salir a dar una vuelta para escapar un poco del bullicio y de la ajetreada vida que conllevaba el vivir en una gran aldea.

El terreno se iba haciendo menos escarpado a medida que ascendía, sin embargo nunca llegaba a ser liso, la orografía del terreno no tenía clemencia alguna. Las zonas que bordeaban la aldea eran bastante variadas, dentro de lo que se podía esperar de un paraje tan rocoso. Si uno miraba hacia el norte, y sabía que debía buscar, podría llegar a percibir una leve brisa marina perteneciente a la zona costera del norte del país.

Nada más pensar eso se detuvo, y volvió a pensar en aquella afirmación. ¿Brisa marina? Era imposible que a través de los cientos de kilómetros que le separaban del mar hubiera percibido nada, quizás eran simplemente imaginaciones suyas. Siguió caminando.

Como mucho uno podía aspirar a oler los vapores de la locomotora, que venían con una ligera nota de salitre en sus armazones de metal.

Había llegado a una zona bastante amplia, con tres salidas, o entradas, depende desde donde se mirara, con sendas columnas de roca natural, que resguardaban del viento al que se encontrara entre ellas. Era una zona bastante poco transitada, pues no había mucha cosa de interés por ahí, servía como zona de paso secundaria o simplemente como lugar por el que pasear, pues el camino que llevaba a la aldea, o a las localizaciones de al lado se encontraba a unos cuantos metros de distancia. De vez en cuando se podía ver algún animal, o a algún montañero practicando la escalada, los muros eran robustos y en ellos se podía observar marcas dejadas por equipamiento de montaña.

Akío se sentó en un pequeño montículo de rocas, algo incómodo para su gusto pero se podía llegar a acostumbrar, y sacó de su bolsa un pequeño aperitivo que se había traído por si le entraba el hambre.
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Era un largo trayecto el que ya habíamos recorrido Deikum y yo, lo que en principio solo era un acompañamiento se volvió una aventura donde los ideales lograron hacer que  se creara una empatía por un proyecto ¿Cuál era el beneficio de venir a Iwa? Hace mucho tiempo escuche de un señor llamado Owl que el licor de Iwa sabroso ¿Por qué no probarlo? Claro, esa era la intención "secundaria" la principal se basa en la organización, comenzar a buscar gente como nosotros, que crea en Zeon y lo sienta como parte de su vida. 

A diferencia de la gente que hemos visto en el pais de la tierra, nuestra vestimenta y forma física era muy diferente a la mayoría de las personas lo que nos dejaba como un claro objetivo de: Turismo, no tanto por el ataque comercial y aquella forma de abordarnos cada 2 por 3 sino por los guardias que nos encontrábamos los cuales hasta ahora habíamos pasado  sin ningún problema.

Debido al mismo abordaje comercial, decidimos ir por una zona mas tranquila, un camino que no es tan transitado, justamente el camino estaba solo para nosotros, sin contar uno que otro que estaba por ahi en el camino siendo un "npc" mas para nosotros, osea, alguien sin importancia. Aparte de venir por Zeon,  mi idea personal era conseguir técnicas, siendo amante de esas, queriendo desarrollar mas mis habilidades -Aparte de embragarnos el primer dia ¿Existe  planes para los demás? ¿Cuántos días serán? No me gusta este lugar tan "muerto" - Si, Iwa era una muerte, todo oscuro, húmedo, baah, una cueva que no disfrutaba. 

Si cualquiera preguntaba, tenia la excusa perfecta: He venido a estudiar flores de cuevas.
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Durante el viaje, Deikum había podido conocer mejor al Yamanaka, su historia y parte de sus habilidades, aunque claro, sin un “espécimen” vivo, no podría demostrar hasta que nivel podían llegar sus técnicas de clan; sin embargo, lo mismo era cierto para el Chikaamtsu, quien a pesar de comentar un poco sobre sus habilidades, tampoco había podido demostrar por completo su uso con ellas.

Esto importaba un poco, puesto que lo ideal sería que ambos conocieran el nivel de habilidad del otro, nunca sabrían cuando necesitarían luchar y con eso en mente, era mejor conocer hasta que punto podían llegar sin interponerse en el camino del otro.

Continuaron entonces su viaje, adentrándose en el País de la Tierra, hogar de Iwagakure, una “aldea” que se había convertido en una especie de fábrica enorme, adueñada por supuesto por el Imperio, se preguntaba a quienes encontraría allí, pero por alguna razón el pensamiento de túneles lo llenaba de tranquilidad, un lugar así estaba destinado a contener muchos secretos y escabullirse no debería ser tan difícil.

—No debería de tomarnos mucho tiempo, una semana a lo mucho, sería solo deambular y buscar cualquier falla en sus defensas. —Dijo Deikum en respuesta al comentario de su compañero, se había acostumbrado a los chistes y, a pesar de no ser un gran bebedor, no le molestaba compartir una que otra copa.

En aquella especie de desierto árido, las dos figuras continuaron caminando, alejándose del camino más transitado, evitando miradas innecesarias, bueno, todas menos una, que se hallaba sentada en un pequeño montículo de rocas, quizás lograrían pasar a su lado sin llamar la atención, pero el Chikamatsu era precavido, y desde que había decidido declararle la guerra a ambos bandos siempre estaba preparado para la pelea.

Si la figura voltease a verlos, observaría a dos rubios, pero el marionetista en cuestión, vestía una especie de gabardina de color marrón, debajo, su ropa de aspecto militar se podía ver, con sus decoraciones en dorado y telas rojizas, pero, lo más resaltante lo tenía en su espalda, un enorme pergamino que debía colocar en diagonal para cargarlo se podía observar, los secretos dentro de él sin duda cambiarían el resultado de una guerra de ser liberado.

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Última modificación: 16-03-2023, 08:30 PM por Akío Homma.
Desde donde se encontraba sentado, no tenía una muy buena visual de la zona, tampoco es que estuviera mirando realmente en profundidad la zona en la que estaba, más bien estaba ignorando un poco lo que veía a su alrededor mientras pensaba en sus cosas para sus adentros.

Sin embargo el aire cambió en un momento dado, una diferencia sutil en el ambiente, que seguida del característico ruido que hacía el calzado al caminar sobre aquella tierra, una mezcla de suelo duro, polvo arenoso y gravilla, le hizo darse la vuelta para ver si había alguien. 

Tenía una ligera sensación de que estaba siendo observado, pero se sacudió aquella idea de la cabeza cuando efectivamente vio a dos personas transitando el camino. 

Sus ojos fueron primero al mamotreto que llevaba a la espalda, saltaba bastante a la vista por su volumen, pero las ropas que llevaba tampoco se quedaban atrás, - buen traje - Pensó.

La apariencia de la otra persona era ligeramente diferente, juntos formaban un extraño contraste. Su primer impulso fue levantarse, y eso hizo, dando un golpecito con la puntera de su zapato derecho en la tierra, levantando un poco de polvo.

Puede ser que se hayan perdido, esta zona no suele ser muy transitada, además, llegarían antes por el camino designado que desviándose por aquí. - Pensó de nuevo.-

Aun así, tenían un aspecto bastante imponente, no le constaba que fuese a llegar nadie a la aldea con esas características, pero siendo un gennin tampoco tenía demasiada información al respecto.

De todas maneras, se acercó a ellos caminando, los colores del uniforme del chico rubio se reflejaban en sus ojos azules cuando la luz daba directamente en la ropa, creando un efecto que le pareció interesante, quizás solo lo viera él desde ese lado de la explanada.


- ¡Hola! - Saludó de manera jovial. ¿Están perdidos? El camino principal que lleva a la aldea está a unos cientos de metros en esa dirección. - Señaló por donde había venido, que al haberse girado se encontraba a su espalda. - Les puedo acompañar si lo necesitan. - Dijo señalando a la bandana de la aldea que tenía en su frente. - 

No solía ver a muchos extranjeros fuera de los caminos, si uno no conocía la zona no había mucha cosa que ver por allí. No quitó la vista del pergamino que llevaba colgado, estaba claro que por lo menos uno de los dos era un shinobi, pensaba mantener la cautela hasta que manifestaran sus intenciones.
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Mientras seguí caminando escuche un hola, lo que me hizo detener mis pasos  pero aun sin voltear, luego de que hablara, ofreciendo su compañía, voltee y le observe mientras se señalaba la placa, en mi rostro de dibujo una pequeña sonrisa pero esta se borro de inmediato, sin mas, mire de reojo a Deikum y luego suspire. En completo silencio solo lleve la mano a mi bolsillo y saque un cigarrillo, lleve este a mi boca y  provoque unos chasquidos con mi pulgar e índice el cual hizo  chispas, las suficientes para poder encender el tabaco. 

Fume y solte el humo, nublando mi rostro por un momento, de esta forma le estaba demostrando que tenia "raiton" como mi naturaleza o una de las naturalezas que tengo ¿Por qué demostrar esto? Simple,  debíamos ver la reacción del hombre y analizar si era del imperio o si al contrario era alguien que nos podía "funcionar". No nos cae mal alguien de la aldea pero no podemos preguntar: ¿Amigo o enemigo? ¿Eres momo o ardilla? No son preguntas que se hacen con frecuencia y menos antes "la ley" de la aldea. 

Como si le ignorara, solo  tome asiento en el suelo y me mantuve tranquilo, esperando que respondiera mi compañero ¿Esto era algo planificado? Para nada, si el no quería contestar me iba a dar igual, solo demostraba con mis movimientos que no existe temor alguno de mi parte y antes de hablar, prefiero que  lo haga Deikum, dejándole el control de la situación ¿Hay que atacarle? Ya eso lo decidirá él y es que mas alla del rasgo de lider, era "la parte" calmada de ambos, aunque yo fuera muy seco y frio en misiones, realmente era alguien que tenia mas actitudes "de niño" que él otro hombre sin aldea. Volvi a fumar, dejando el cigarro en mi boca y diciendo de forma "baja"- Que sea divertido - ¿A que me refiero con eso? A que, sea lo que sea (pelea, conversación o cualquier otra accion) que fuera entretenido-
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La figura que Deikum había visto antes se había movido, ciertamente notando la presencia de la pareja, aquello resultaba ligeramente molesto, puesto que no esperaba encontrar seguridad tan alejada del camino ni en este punto que aún se podía decir que estaban lejos de la aldea como tal. De igual manera, todo lo podían solucionar de manera burocrática, de eso estaba seguro el marionetista, quien escuchaba al joven ofrecerles ayuda, incluso señalando la bandana en su frente.

Luego simplemente notó como Adan se “apartaba” por así decirlo de la situación, sin duda le quería dejar el trabajo al Chikamatsu, quien no perdería mucho el tiempo y sería lo más abierto posible a la situación. —Un placer —dijo con un tono de voz serio, incluso amable—, mi nombre es Deikum, somos viajeros, él y yo —señaló al Yamanaka, quien para ese momento ya se había sentado en el suelo—, la verdad es que no queríamos transitar ese camino, ya sabes, somos más de trazar el nuestro propio, apartando obstáculos para así llegar a nuestra meta, cuéntame, ¿eres de los que sigue un camino o también prefieres crear el tuyo propio? —La pregunta era probablemente muy directa, pero con aquello dejaría en claro si pertenecía a un bando o si aún estaba indeciso.

Por supuesto, Deikum esperaba que fuese esto último, puesto que de esa manera se ahorrarían quizás un derramamiento de sangre e incluso, con un poco más de suerte y convencimiento, lograrían tener a un nuevo aliado entre sus filas, todo era en pro de Zeon.
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Pasó de mirar al pergamino, a mirarlos, y después a mirar a uno de ellos encenderse un cigarrillo con las manos. Curioso encendedor. - Pensó. -

Terminó de acercarse a una distancia cómoda para poder mantener una conversación, pero con algo de espacio por si fuera necesario, nunca se sabe. Uno de ellos habló primero, así que se dirigió a él. Resultaba ser la persona de uniforme y pergamino.

- ¡Encantado entonces!, yo soy Akío. Un genin de Iwagakure. - Dijo.-

No se esperaba realmente la pregunta que siguió a aquella presentación tan repentina, la situación era bastante peculiar, y por lo que pensaba parecía estar hablando con dos shinobis.

Tardó unos segundos en contestar, se le hicieron algo largos pero no sabía si contestar con sinceridad o indagar más en la irregular situación de aquellos dos desconocidos.

- Bueno, estamos viviendo tiempos convulsos señor… Deikum. No estoy en posición de apartar nada por mi cuenta perteneciendo a las fuerzas de la villa, lo que yo quiera o pìense no es más que ruido de fondo ahí dentro. - Dijo señalando a la villa. -

Se paró de nuevo a pensar unos segundos.
- No había visto nunca ese uniforme. ¿Son militares? En ese caso deberían notificar su llegada a la delegación imperial de la aldea si no quieren tener problemas. Si solo están de paso no les pondrán muchos problemas. - Dijo llevando su mirada a la otra persona. -

Personalmente no le interesaba qué propósito les traía al país, pero era su obligación el recordarles las ordenanzas impuestas por sus superiores, y así se lo hizo saber. No parecían tener malas intenciones pero ahora que se los había encontrado no podía hacer la vista gorda, pues todo lo que ocurriera a partir de ahí acabaría siendo su responsabilidad.
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-Me mantuve tranquilo escuchando al par, incluso, le lanzaba miradas de disintieres al  genin de Iwa quien en teoría estaba haciendo su labor, sonreí cuando menciono su cargo solo rei y negué lentamente con el rostro. No pensaba decir ningún tipo de palabra, dejaría que el hombre, aquel diplomático, siguiera hablando mientras yo fumaba con tranquilidad. Pude haber transmitido un mensaje telepático a Deikum  y poder tener una conversación con él de esta forma pero no quería entorpecer todo esto. Por donde van los "disparos", íbamos a terminar luchando, bueno ellos, yo iba a disfrutar del espectáculo y analizar cada movimiento de un genin de iwa. 

En otra situación hubiese cuesitonado tan si quiera el rango del chico pero eso es algo tonto actualmente, he visto  genin que pueden volver nada a una persona como he visto ninjas a "niveles kage" que no pueden hacer nada. Me acomode mejor en el suelo y solo segui fumando, como si estuviese en el mejor paisaje, una playa tal vez, y estuviese disfrutando de este lugar como si fuera lo mejor pero claramente Iwa me parecía un sitio terrible, estoy acostumbrado a otras cosas y sinceramente mas alla de alguna mujer, el licor y las técnicas, la ciudad no me importa. 
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Pienso/Hablo/Albert
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La respuesta del joven parecía ocultar ciertas intenciones, Deikum sentía que había cosas que este chico quería decir o hacer, pero se veía limitado por la burocracia de una aldea caída, sus palabras de sentir que lo que quisiera o pensara no era más que ruido era una de las razones por las cuales el rubio había decidido tomar su actual camino, era ese sentimiento de impotencia o de no poder hacer nada que había que cambiar en la mente de todos.

—Mmm, olvidemos un poco a la aldea en el fondo —dijo el Chikamatsu, su tono un poco más “juguetón”—, ahora tengo curiosidad por saber lo que el individuo frente a mí piensa —Una pequeña pausa fue lo que siguió, notando como Adan se acomodaba más en el suelo—. Imagina que tu voz si tuviese peso, imagina que tus pensamientos si pudiesen hacerse realidad, ¿seguirías el camino o te arriesgarías a hacer el tuyo propio?

Su pregunta sobre si eran imperiales le causó un poco de gracia, lo cual demostró con una sonrisa en su rostro antes de continuar. —Por favor, no nos alinees con lo que conoces, nosotros somos nuestro propio ente, uno que busca una verdadera libertad, sin esconderse y sin usar el miedo como herramienta —Tomó una pequeña pausa, visiblemente indeciso—. Es un poco lamentable que hayamos encontrado a alguien en nuestro camino, pero no todo está perdido; dime, Akío, ¿conoces a alguien que pueda compartir nuestros ideales? —Su voz sonaba macabra, había perdido ligeramente la fe en el prospecto de un nuevo recluta, pero su pregunta apuntaba a no solo ver como actuaba el joven frente a él, sino quizás reavivar su interés.
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Akío escuchó lo que tenía que decirle Deikum sin interrumpirle, esperó a que terminara de hablar para después contestarle. Aunque antes de hacerlo, pensó durante unos instantes.

- No estoy intentando colocarles en ninguna ideología en concreto, pero como comprenderá, en los tiempos que corren uno no puede fiarse de nadie. Por lo que yo sé podrían ser desde activos del imperio en busca de insurgentes, hasta espías de aldeas vecinas, solo estoy haciendo lo que se supone que debo hacer. - Contestó, esta vez con un tono ligeramente más apagado.

Después, volvió a reflexionar sobre la otra pregunta que le habían realizado. Era una pregunta complicada de responder, pues la situación actual era bastante complicada, y aquello era un tema peliagudo.

- ¿Mi propio camino? Es tentador, sería un necio si te dijera que no prefiero seguir mi propio camino, pero no es tan sencillo. La situación dentro no es fácil, tengo familia que vive en la aldea, por supuesto que quiero lo mejor para ellos. -

Akío se paró en seco y se dio cuenta de que quizás estaba hablando de más, expresar su opinión y su descontento con la situación política actual en voz alta de esa manera podría llegar a ser contraproducente, de nuevo, retomó la conversación.

- Entiendo lo que quiere transmitirme, pero sus ideas suenan demasiado buenas para ser ciertas así a bote pronto. ¿Saben lo que podrían llegar a hacernos si nos ven aquí hablando de esta manera? Insisto en que no se de donde vienen, ni quienes son. Hasta donde sé, sus intenciones parecen buenas, pero en una situación rutinaria de este tipo tendría que haber informado a mis superiores después de ver a dos shinobis no identificados desconocidos en las inmediaciones de la aldea. - Dijo para terminar.
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-Yo siendo tu no hiciera eso - Dije con calma mientras que el humo salía de mi boca por cada palabra articulada. Me mantuve tranquilo, ahí, sentado sin mas - Es solo un Genin, solitario, sin nadie que lo defienda, me parece una maldad tan si quiera que le hablemos cuando se rige por un orden del cual no conoce el comienzo y solo es su vida, no podemos culparlo - Fume otro poco, como si realmente  subestimara al chico o tan si quiera  poco me importaba su presencia - Es victima de un movimiento que tiene fecha de caducidad solo que muchos las desconocen, al final, cada quien decide de que lado de la historia estar aunque muchos escogen el lado equivocado - Mis ojos observan los del chico en forma de reto

Suelto el humo y tumbo la colilla de mi cigarro, haciendo que la ceniza quede en el suelo - Niño, si no aportaras nada, mejor sigue tu camino, si quisiéramos atacar tu aldea, el ultimo en enterarse seriás tu - Subí mi rostro- Solo tienes una opcion positiva aca, dar media vuelta y regresar a donde estabas - De nuevo baje mi rostro - ¿O quieres comprobar mi palabra? - Negue con el rostro y fume de nuevo- Baaah -Solte el humo- Al final la abeja nunca podrá convencer a la mosca que la miel es mejor - ¿Qué buscaba? Retarle,  quería diversión ¿Y por que no tenerla? Aparte, mi forma de explicar a veces no era la mas diplomática cuando sentia que perdia el tiempo, por eso mi forma de hacerle ver las cosas era mas ruda que la forma de Deikum -Por lo menos tienes educación y escuchas con claridad nuestras palabras, solo por eso, puedo asegurarte que si quieres detenernos en un "intento" hipotético de querer atacar tu aldea, tendrás el honor de ser 1vs1, primero contra Deikum y luego contra mi - Elevo mi rostro -¿Al final debes defender a tu patria, no? - en mis labios se dibujo una sonrisa- Por proteger a tu familia, el futuro de la misma solo va en picada pero no hay mayor ciego que el no quiera ver - Fume de nuevo- No nos hagas perder mas el tiempo chico, ponte los guantes o regresa a  tu asiento. 
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Deikum se encontraba en una ligera desventaja, por un lado, su emoción por querer reclutar más aliados se le fue a la cabeza, causando esta incómoda interacción con un ninja que aún no parecía querer levantar armas por su cuenta, eso, juntado a las palabras de Adan, lo hicieron darse cuenta de que a veces forzar las situaciones no eran lo mejor y que probablemente los aliados llegarían solos.

Miró entonces el joven, escuchando todas sus palabras y luego escuchando las del Yamanaka, quien parecía estar disfrutando la escena, incluso ofreciendo palabras que sin duda incitarían a la violencia, sin embargo, decir que esto le molestaba al rubio, era mentir, puesto que dentro de las palabras de su compañero, había líneas de verdad.

Ya en este punto entendía parte y parte, por un lado, convencer a Adan fue bastante sencillo, simplemente era alguien que compartía casi que de manera directa los ideales del Chikamatsu, pero era de esperarse tener individuos que no los compartieran a la primera o quienes están demasiado asustados para revelarse. —El miedo es la única amenaza con la que el humano nace, por él, nos sentimos atrapados, sentimos impotencia y no nos damos cuenta de nuestro propio potencial, de nuestras habilidades y de lo que podemos lograr hacer… —Parecía querer comenzar a dar un discurso, pero de seguro nadie se esperaría su final—. Frente a ti, Akío, tienes a dos sujetos que desterraron sus miedos y ahora luchan por hacer lo mismo con los demás, tus preocupaciones son correctas y entendibles, pero sigues teniendo miedo, ¿no crees poder proteger a tu familia? ¿Te sientes tan impotente que solo puedes seguir órdenes? —Con cada palabra que decía, su tono se iba volviendo cada vez más fuerte, más marcado, como si carga de ira estuviese aumentando dentro de sí mismo.

*Puff* Dos pequeñas nubes de humo hicieron acto de presencia, una a cada lado del rubio, de ellas, dos figuras humanoides sin vida aparecieron, estas figuras eran altas, de un color negruzco y con cabezas lisas, a simple vista podrían haber pasado como un metal, pero no eran más que figuras hechas de madera con una cubierta de aceite especial en ellas. —Una criatura con miedo no puede proteger a sus seres queridos, una criatura con miedo es solo una víctima en cola para el siguiente depredador que aparezca, hoy has tenido suerte, pues te encontraste a dos, déjanos liberarte de tu miedo. —¿Qué querría decir con esto? La respuesta quedaría en el misterio, al menos por parte del rubio, quién simplemente se limitó a mover ligeramente sus dedos debajo y esto hizo que ambas figuras a su lado se abalanzaran contra el joven.

Las dos marionetas iban a una velocidad vertiginosa, avanzando casi al mismo ritmo que un shinobi de alto nivel, la distancia entre ambos no había sido mucha desde el principio, estando como al menos unos seis metros de sí. Al llegar junto a Akío, ambas marionetas dejaron salir de uno de sus cuatro brazos unas sierras laterales, que terminaron envolviendo su brazo entero, el cual movieron para atacar, uno atacando por la derecha con uno de sus brazos derechos en dirección a la parte superior del chico y la otra, por el contrario, por la parte izquierda, con uno de sus brazos izquierdos, atacando a la parte inferior del cuerpo de su oponente. Aquello no era más que un abre boca, uno que Deikum esperaba poder disfrutar.

Personaje
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Última modificación: 23-03-2023, 09:40 PM por Akío Homma. Razón: Se había embrujado y no salía nada
Estadísticas de Akío Homma

Especialización en Ninjutsu

Ninjutsu - Estilo Cauteloso



Esta vez Akío escuchó lo que tenía que decirle el segundo individuo, que se había mantenido ligeramente al márgen durante buena parte de la conversación. No le gustaba el rumbo que estaba tomando aquella conversación. 

Akío dio un paso atrás. 

- De nuevo escucho palabras, me gustaría creer lo que estoy escuchando, pero insisto, yo estaba aquí tranquilamente en mis horas libres, y han aparecido delante de mí dos shinobis con ideas revolucionarias, en un momento en el que el simple hecho de pensar algo de lo que se ha hablado hoy aquí podría conllevar a un cargo de traición, permítanme, por lo menos, que actúe con cautela.- Terminó de decir Akío.

Por un momento empezó a notar que las palabras del hombre que fumaba empezaban a calar más hondo en él, pero en ese mismo momento se sacudió aquella idea de la cabeza, y pensó que solo estaba intentando provocarle, aunque no terminaba de gustarle como se refería a su familia, a lo que contestó con una media sonrisa bastante irónica.

Justo cuando iba a responderle de vuelta, la persona que tenía delante se unió a la conversación, Akío entonces suspiró.

A medida que el tono de Deikum iba aumentando, Akío se sentía más y más intimidado, aquello estaba llegando a un límite que no pensaba que podría llegar, empezaba a temer por si se les ocurría atacarle, estaba bastante alejado de la aldea y en clara desventaja, pero si salía corriendo no creía llegar muy lejos.

Quería dejarle acabar para volver a reconducir la conversación a una zona de conciliación para intentar evitar el conflicto todo lo posible, sin embargo a medida que seguía escuchando sentía que aquello no iba a ser posible.

- ¿Acaso vosotros dos sabéis lo que es el miedo? Yo no le temo a las personas, no, aquí en este lugar de guijarros y polvo luchamos para sobrevivir, el miedo nos hace sobrevivir, y eso es muy duro, igual de duro que el espíritu de los habitantes de Iwagakure, tan duro como vivir con este miedo al futuro… - No pudo terminar su frase, solo le dio tiempo a ver cómo aparecían las marionetas y pudo escuchar lo último que dijo Deikum, con su ojo izquierdo miraba a la persona que había estado fumando para ver si también se iba a abalanzar contra él, pero si no miraba al frente iba a acabar partido por la mitad, pues las marionetas eran demasiado rápidas para que pudiera hacer algo en ese momento, así que como pudo llevó el chakra casi de forma instintiva hacia sus extremidades inferiores para saltar hacia atrás.

Dasshutsu suru


No le hizo falta mirar que tenía a sus espaldas, pues acababa de recorrer ese camino hace escasos minutos, así que aprovechó rápidamente para hacer un solo sello y juntar las palmas de sus manos en el aire.

Kami no Tsubasa



Tras eso, unas alas de papel salieron de su espalda, con lo que ascendió unos metros en la misma dirección que había saltado.

 
Se supone que era un hide, pero se me ha liberado.


Una vez estaba en el aire pudo respirar un poco más, aún mientras volaba y miraba a los que estaban en el suelo, extendió sus manos y apuntó de una forma general a donde estaban los dos desconocidos, pues no había tenido tiempo para apuntar en tan poco tiempo, de sus dos manos empezaron a materializarse cinco rosas de color rojo, aparentemente inofensivas, que después lanzó hacia ellos.

Al estar a una distancia medianamente cercana, extendió la palma de su mano hacia ellas mientras hacía un único sello con la otra mano, esperando que las flores explotaran cerca de las marionetas para desestabilizarlas.

Kami Henkan Bakuhatsu
 
Kami no Hana



Vida: 280/280

Chakra: 616/736
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Taka no Me

Cuando Deikum lanzo sus marionetas, afirme con el rostro -Al fin- Dije en tono aburrido mientras limpiaba mis manos y hacia unos sellos para activar mi visión de agila, no quería perder ningún detalle. Vi como el chico salto y de su espalda saco unas alas hecha de papel - No soy le único que vuela- Pensé mientras seguía analizando todo sus movimientos -Origami...Interesante, es técnicamente  la primera vez que veo uno de tan cerca -Comentaba en baja voz  mientras que notaba, gracias a mi visión como este soltaba un avión de papel de su espalda que iba a otra dirección - Hmmm.... ¿Que es eso?- Me puse de pie y me fui moviendo paralelo a ellos. 

Por mi parte no me preocupaba el ataque del chico pues se que no iba a alcanzarme (Es tecnica D, estas a un poco mas de 15 metros de nosotros, las técnicas de dicho rango solo llegan a ser ejecutada a 10 metros o es su distancia máxima) Corrí a toda velocidad y luego de estar al frente de la hoja de papel,  lance unas shurikens con la finalidad de "derribar" esta. Pude detallar en la caída de la hoja el escrito de "dos desconocido hostiles".  Automáticamente mi vista se fue hacia él, quedándome a su espalda y negando con el rostro - Se te da la oportunidad de la libertad y solo anuncias  nuestra llegada en búsqueda de refuerzo... - Me molesto el simple hecho de no tener honor al querer enfrentarse el solo pues yo  propuse que la batalla fuera justa pero claro, por otro lado me colocaba en su lugar y al fina...Es un Genin, no conoce nuestras capacidades y aparte esta en desventaja, el sentido común ante una amenaza es anunciarla, de nuevo: No le culpo.

Me mantuve lejos de su papel pues si algo se bien es que su arma son aquellas hojas, aunque desconozco sus técnicas; Si se de que se trata (El poco conocimiento del origami es por mi rango de Jounin el cual me permite saber otros clanes, una información básica) decidí no opinar mas pero estaba claro que si notaba otra llamada de atención o tan si quiera un aviso a la aldea, iba a interceder pues ya esto iba mas alla de honor. No tenia temor de enfrentarme a toda Iwa, incluso, se que podíamos escapar sin problema pero aun asi, la idea es estar en silencio y Akio ya estaba haciendo mucho ruido. 
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El rubio por fin podría apreciar las habilidades de su joven oponente, de una manera habilidosa, este dio un fuerte salto hacia atrás, que lo alejó lo suficiente del ataque del marionetista, por supuesto, esta distancia no era mucha para el gran control que tenía sobre sus creaciones, pero decidió no seguirlo y en vez de eso decidió atraer a sus dos creaciones hacia él, esperando ver que hacía luego el Iwanense.

Ciertamente, no esperó mucho, ya que el joven se elevó por los cielos con unas alas a sus espaldas, alas similares al papel, aquella era completamente nuevo para Deikum, quien si bien había escuchado de tales habilidades no las había presenciado cara a cara. Luego, el chico creo unas flores, lanzándolas en su dirección; aquí, sin embargo, el rubio no podía quedarse y tan solo mirar, por lo que decidió segmentar los brazos serrados de sus marionetas, haciéndolos moverse rápidamente para cortar las flores a mitad de vuelo, creyendo firmemente en su habilidad y control.

Lo que si no le causó mucha gracia y de hecho, volvió aún más serio su rostro, fue las palabras que dijo Adan, al parecer el chico había decidido invitar a otras personas a la fiesta. —Mil disculpas, supongo que aún te estaba dando espacio libre para pensar —dijo, uniendo nuevamente los brazos serrados a sus marionetas—, arreglaré eso. —Finalizó, uniendo ligeramente las manos, tomando control de sus dos marionetas solo con su mano izquierda y sacando tres pergaminos de su espalda, invocando así otras, de un aspecto distinto y con un torso mucho más grande.

—Esta vez no limitaré lo que puedan hacer, quizás así puedas enfocarte más en mí. —Con solo su mano izquierda, las marionetas cobraron vida, avanzando a una velocidad ligeramente más rápida que de costumbre, incluso el propio Deikum comenzó a moverse hacia el chico, aunque lentamente.

A los pies del joven, podría ver como las marionetas empezaban a esparcirse, rodeando su posición en el suelo. Lamentablemente, el rubio no podía simplemente elevar tan alto a sus creaciones, al menos no completas, por lo que lo próximo sería tumbarlo en vuelo.

Lo primero sería usando unas shurikens por parte del marionetista, quien con su mano libre sacó cuatro de su bolsillo y las lanzó en dirección del joven con mucha habilidad, formando una especie de columna con ellas como para apuntar al torso de su cuerpo y no los laterales. Luego, a sus pies, las Karasu dividieron sus brazos serrados y los lanzaron en dirección hacia el joven, atacándolo por sus lados, derecha e izquierda. Con eso ya el rubio confiaba en que podría ocupar al joven o al menos ponerlo aún más nervioso.
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Personaje
La Torre
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Akío pudo llegar a ver de refilón como su intento de pedir ayuda había fracasado. Lo había hecho deprisa y corriendo para intentar que no se dieran cuenta, pero de alguna manera el hombre que había estado fumando se había dado cuenta. No sabía cómo lo había hecho, pero había detectado rápidamente su avión de papel, y de hecho parece que había podido leer su contenido. 

- ¿Cómo lo ha sabido? - Pensó.  

No había podido hacer ruido suficiente como para que alguien se diera cuenta de lo que ahí estaba ocurriendo, en esa zona habían desprendimientos de rocas a menudo, y al encontrarse en una especie de valle resguardado por varias rocas el sonido no viajaría muy lejos.

No tuvo tiempo de pensar más en el hombre rubio del suelo, pues más marionetas extrañas estaban apareciendo en la tierra, se arremolinaban a sus pies formando un circulo en el suelo.

¿Acaso no podrán subir? - Se dijo a sí mismo. En aquél momento tuvo claro que no podía pisar el suelo, en el momento que se acercara lo suficiente a tierra lo harían trizas. Se dio cuenta de la gravedad de la situación, y no volvió a abrir la boca para dirigirse a ellos, no conocía prácticamente nada de las técnicas que usarían aquellos forasteros, así que solo pudo “huir hacia adelante” en sentido figurado claro.

Todavía le separaban aproximadamente unos 13 metros, teniendo en cuenta que el marionetista se había acercado unos pasos hacia él, pudo ver claramente cómo lanzaba unos shurikens hacia él, y a su misma vez como las marionetas separaban ¿sus brazos? Para lanzarlos también.

No tenía muy claro qué hacer, Akío asumía que esas marionetas se movían de alguna manera, no lograba ver ningún hilo al estilo tradicional de las marionetas de toda la vida, o quizás simplemente no tenía la habilidad suficiente para verlo desde ahí arriba, pero si esos brazos seguían conectados de alguna manera a su creador, bloquearlos sin más podía ponerle en problemas, la estructura de las sierras era demasiado compleja como para confiarse.

Ascendió unos cinco metros en diagonal, mientras lo hacía, otros tres aviones de papel salieron de su espalda en dirección a la aldea, esta vez el contenido del mensaje eran unos símbolos rudimentarios, dos triángulos, y encima de ambos un cuadrado, rodeados por una especie de óvalo. Nada más.

Pasiva Origami


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Intentó estimar la trayectoria de los shurikens moviéndose hacia un lado, pero no los podría evitar a este paso, se estaba empezando a poner nervioso. Por eso mismo estaba totalmente concentrado en la batalla y no se había vuelto a dirigir a los extraños en ningún momento.

Se encontraba a unos 20 metros de altura, quizás algo más, casi debajo de él se encontraba Deikum junto al círculo de marionetas, Akío realizó rápidamente unos sellos, y alzó su mano izquierda hacia el cielo.

Amerigami


Una lluvia de afilados papeles cargados de chakra empezó a aparecer desde la espalda de Akío, como si de una nube se tratase, “lloviendo” en diagonal hacia el suelo, envuelto en aquella nube.

Con aquello, Akío esperaba desvíar de su trayectoría los proyectiles y dispersar a las marionetas que había en el suelo.

Resumen y números
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El combate se estaba acalorando cada vez más, el rubio observaba con calma los movimientos de su oponente, asombrado de su toma de decisiones en momentos bajo presión, sus movimientos, esquivando, tomando altura, todos esos pequeños componentes iban sumándose poco a poco y en cualquier momento este chico cometería un error, después de todo la presión era demasiado grande, básicamente era él solo contra seis ninjas de alto rango, siete si se contaba con la presencia de Adan, quien había asegurado anteriormente que no se vería involucrado en la pelea.

Deikum entonces observó como el chico se elevó más, esta vez de manera diagonal, inmediatamente, los brazos volvieron a sus respectivos dueños, moviéndose junto con el chico y quedando entonces todos en una posición casi paralela, pero estando uno arriba y el resto abajo. El marionetista observó la tanda de sellos y observó como empezaban a formarse pequeños papeles detrás del joven. —Interesante… —dijo en voz alta, para que el chico lo escuchase—. Pero te tengo.

Con esas palabras, una de las Karazu se puso frente a él, estirando uno de sus brazos, este siendo muy diferente al que estaba serrado, en él, tenía pegados varios pergaminos y, con un simple movimiento frente a él, dejó salir una andanada de armas filosas y punzantes que empezaron a salir despedidas a una alta velocidad frente a él y en dirección al joven. Mientras esto pasaba, y gracias a su mano derecha, que estaba libre, el Chikamatsu movió un poco los dedos, cambiando la dirección de las cuatro shurikens, las cuales había unido anteriormente con sus hilos de chakra, juntándolas en el medio, usando básicamente el cuerpo del chico como escudo de su propio ataque y asegurando un golpe certero. —Aún no termino. —Su voz era calmada, sonriendo en el momento en el que dos piezas, previamente catapultadas a una altura superior del joven, justamente en previsión de sus acciones, dejaron salir dos esferas que parecían tener unas cuchillas triangulares a su alrededor, el objetivo no era detonarlas junto al joven, sino impactarle con las metrallas dentro de esas esferas, las cuales gracias a su propio jutsu, fueron detonadas rápidamente y crearon una zona en su espalda, casi en forma de arco, de círculos de metralla, cada uno de seis metros de radio.

Con aquel espectáculo, el rubio esperaba demostrar su poder y quizás ganar la pelea, no solo había repelido su propio ataque, sino que lo había logrado atacar por la espalda, reconfigurar la trayectoria de las shurikens para no verse afectadas por el jutsu que esperaba repelerlas y atacar desde abajo con una lluvia de armas, todas dirigidas al joven. Aún faltaba por ver si el chico contaba con algún otro truco bajo la manga, pero esperaba que con eso dieran por finalizado aquella demostración y así poder continuar con el punto principal.

Usos
La Torre
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Última modificación: 29-03-2023, 09:24 PM por Akío Homma.
Akío seguía en el aire, o eso creía, de un momento a otro lo que era un combate bastante injusto se tornó en una locura, le estaba dando la sensación de que en lugar de pelear contra una persona tenía delante a un grupo de shinobis perfectamente coordinados.

Seguía con su mano alzada haciendo llover afilados trozos de papel, cuando creyó escuchar que su rival se dirigía a él, sin embargo hizo caso omiso de lo que fuera que le hubiera dicho, y se puso a pensar en su siguiente movimiento.

Antes siquiera de poder empezar a decidir qué hacer, vio como una lluvia de armas arrojadizas se acercaba a él, empezó a sudar pues por su cabeza pasaron muchas ideas en una fracción de segundo, pero no pudo llevar a cabo ninguna de ellas, ni siquiera sabía muy bien en qué estaba pensando por los nervios. Cuando se dio cuenta, un estruendo explotaba a su espalda, notó el calor de una explosión que no había visto llegar. ¿De donde ha salid…? Pensó. Ni siquiera llegó a terminar la frase en su mente por el rabillo de su ojo veía acercarse de nuevo los shurikens. Pero si los había…  demasiadas cosas que procesar, tenía experiencia en combate, pero aquello superaba por completo sus capacidades.

En aquél instante su cabeza entró en modo “lucha o huída”, se dio cuenta de que no tenía ninguna posibilidad, y tenía que “esquivar” aquello o acabaría hecho picadillo. Su instinto de supervivencia tomó las riendas de la situación. Sintió un dolor en su zona trasera que parecía venir de un dispositivo que no había visto, pero tenía otras cosas mejores en las que fijarse.

Cuando sintió la explosión sus alas se desestabilizaron un poco, en aquél momento ascendió un poco en diagonal, lo suficiente como para ganar un pequeño impulso por inercia, y llevó la mano izquierda apuntando a su cara y hizo un solo sello.

Kami Henkan Bakuhatsu
 

Su propia ala izquierda explotó, intentó controlar la explosión para que solo explotará la mitad superior de esta, sintió un dolor sordo en su espalda donde antes se encontraba aquella ala, esperaba que el impulso generado por aquello fuera suficiente para cambiar su propia trayectoria en el aire y salir de la zona de acción principal de aquella tromba de hierro.

Por un momento su abajo fue arriba, luego abajo otra vez, le dolía la cabeza. No sabía muy bien donde estaba, sentía que le faltaba la respiración y el aire frío le daba en la cara. No veía a su rival, aunque para ser francos no veía nada más. El suelo cada vez estaba más cerca. 

Hizo un esfuerzo para salir de ahí, no iba a llegar muy lejos, pero empezó a realizar unos sellos, menos mal que se los sabía de memoria, pues estando en el aire le resultaba muy difícil saber lo que estaba haciendo. Le costó, pero pasado un rato para él aquella caída quedó en pausa.

Shikigami no Mai


Su ropa empezó a dividirse en trozos de papel que iban directos a esparcirse hasta el suelo, normalmente podría haberse alejado una distancia considerable, pero había hecho el jutsu casi sin ver, así que los papeles volvieron a materializarse en el suelo casi al instante, por lo menos había amortiguado la caída.

Estaba mareado, no sabía muy bien dónde estaba, ni que había a su alrededor, rezó por haberse alejado lo suficiente, pero realmente estaba prácticamente a unos metros de donde habían comenzado a hablar. Se apoyó en la pared de piedra que tenía al lado, pues le costaba mantenerse de pie, y todavía estaba magullado por los golpes que había recibido.


Miró al rubio que se encontraba en el suelo, y después intentó buscar las marionetas, pero todo le daba vueltas, no dijo nada, y solo se apoyó más fuerte en la roca, visiblemente dolorido.

Resumen
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Última modificación: 30-03-2023, 05:30 PM por Adan Yamanaka.
El chico volvió a enviar mensajes los cuales volví  interceptar con unas shurikens -Este niño no aprende- Dije en baja voz mientras que veia caer los aviones. A su vez, Deikum había demostrado parte de su arsenal. Fue entretenido, tal vez un poco duro pero entretenido. Una  parece termino el combate, me acerque a Akio y le puse el dedo en la frente, en señal de toque, pero no un toque normal sino uno como si "estuviese" muerto y con este tacto tratara de comprobar su estado vital - Aun respira...Creo -Dije mientras cerraba los ojos y le regala una sonrisa- La libertad no suele doler tanto pero como podemos explicarte que la miel  sabe mejor, pequeña mosca -Esto  ultimo no tenia ninguna intención de insultarle o tan si quiera hacerle sentir mal, sino mas bien  hacer referencia a mi comentario al principio. 

Kanchi Denden


Mi toque en la frente con Akio fue suficiente para pasarle la información necesaria (Sin agregar  ningún detalle de Deikum o mía) par que vea como el imperio hace experimentos con personas, tal cual como lo vi en Kiri - Solo quiero decirte que mañana esa mismas personas pueden ser  esos seres que amas y defiendes -Afirmo con mi rostro- Si, tu familia -Abro mis ojos y me pongo firme - Vamos princesita, ponte de pie, Deikum solo estaba jugando, no fue en serio - En mi palabras, mas allá de arrogancia, dejaba claro que no "fuimos" en serio, o por lo menos el marionetista- Tus habilidades son interesantes, como comento mi compañero, buscamos personas con ánimos de libertad y tu espíritu de lucha y tan si quiera "serle" fiel a personas que no te conocen aunque creas que si, da a entender lo fiel que eres - No me interesaba  tan si quiera pensar que en un futuro el chico podía traicionarnos pues de eso me iba a encargar yo-  Tal vez no somos los mejores para  decirte que con nosotros estarás bien pero ve el lado positivo, la diferencia entre el imperio y nosotros es que ellos si te mataría en esta situación, nosotros te ofrecemos la oportunidad de que abras los ojos ¿Podemos comenzar de nuevo? Un placer, pequeño, Mi nombre es Adan Yamanaka  
Pienso/Hablo/Albert
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El Emperador
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Su ataque había tenido éxito, al menos de manera parcial, el alado había sido tumbado del cielo incluso por su propia estrategia, esquivando la andanada de armas que iba en su dirección y que quizás hubiese acabado con su vida. Una vez este cayó, Deikum regresó a todas sus marionetas junto a él, volviéndolas una vez más en pergaminos, similares a aquellos de donde habían salido, no había necesidad de seguir haciendo un gasto de chakra, menos aún con Adan acercándose al joven para hablar con él.

—Phew. —Exhaló el rubio, claramente cansado, el combate había sido bueno y al menos la mitad de sus recursos habían sido gastados en esos pequeños momentos, el chico tenía talento, eso no era una mentira ni una exageración, con un poco más de entrenamiento y experiencia quizás el combate no se hubiese desenvuelto como lo hizo.

Escuchó entonces a Adan hablar, después de todos no los separaban muchos metros entre ellos, se acercó entonces, asintiendo mentalmente ante cada palabra del Yamanaka, quien le estaba ofreciendo al final una invitación al joven para pertenecer a ellos, no podían hacer muchas promesas, pero el sueño y el posible futuro era algo lo suficientemente atractivo como para convertirse en una buena oferta. —Me gustaría añadir que me agradas, chico, tu manera de esquivar ese último ataque, sacrificando tu propio cuerpo para ello, fue muy bueno, quizás todo lo que tendría que decir es que confías mucho en tu habilidad de vuelo, fue por eso que pude hacerte tanto daño, de lo contrario aún estuviésemos en combate… —Se detuvo un poco, aún tenía cartas que podía mostrar, pero no podía simplemente decirle eso en la cara al joven que había logrado salir con vida de esa situación por los pelos—. ¿Qué dices, Akio, te gustaría unirte a Zeon y ser parte de un mejor cambio?

Personaje
La Torre
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