[Autonarrada C] Escoltar a comerciante.
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Última modificación: 25-07-2024, 03:58 PM por Takeshi Kurosawa. Razón: erratas
El sol apenas comenzaba a iluminar las imponentes montañas de de la superficie de Nueva Iwagakure, proyectando sombras alargadas sobre el terreno rocoso. Los primeros rayos dorados de la mañana atravesaban las nubes, tiñendo el cielo de tonos cálidos y el aire fresco, cargado con el aroma a tierra húmeda, envolvía la aldea. Takeshi se dirigía hacia la puerta principal de la aldea tras venir de una pequeña tienda que vendía sorbetes caseros. El dueño, un anciano amable con una sonrisa de oreja a oreja, había preparado su especialidad, la favorita de Takeshi: el sorbete de melón. Pidió un gran vaso del refrescante dulce e iba comiéndolo por el cmaino. Su misión de hoy era escoltar a un comerciante a través de un peligroso trayecto montañoso hasta la ciudad de Ryushi. Al llegar a la puerta de Nueva Iwa, Takeshi vio al señor Nakamura, un hombre de mediana edad con una mirada decidida y un carro cargado de mercancías valiosas. Nakamura levantó la mano en un gesto amistoso cuando vio a Takeshi acercarse, este terminó de beberse su sorbete y lo tiró a la papelera más cercana.

-Buenos días, Takeshi. Soy Nakamura. Gracias por aceptar esta misión.-  dijo el comerciante con una sonrisa.

-Buenos días, señor Nakamura. Estoy aquí para asegurarme de que usted y sus mercancías lleguen a salvo a Ryushi- respondió Takeshi con una breve reverencia.

Tras una breve revisión de los preparativos, ambos partieron, dejando atrás la seguridad de Nueva Iwagakure. El camino montañoso y rocoso se extendía ante ellos, un sendero angosto que serpenteaba entre las montañas. A medida que avanzaban, Takeshi observaba atentamente los alrededores, buscando cualquier signo de peligro. El paisaje era impresionante, con altas cumbres cubiertas de nieve en la distancia y profundos valles que se perdían en la neblina matutina. El sonido del viento y el crujido de las ruedas del carro sobre el suelo rocoso eran los únicos sonidos que rompían el silencio.

-¿Has hecho muchas misiones como esta, Takeshi?- preguntó Nakamura, intentando entablar conversación.

-No muchas, pero estoy preparado para cualquier inconveniente.- respondió Takeshi -Aunque ya tengo experiencia previa de encuentros con bandidos.- dijo manteniendo su mirada alerta en el camino.

-Es bueno saberlo. Estos viajes pueden ser peligrosos, especialmente con los bandidos que merodean por aquí. Pero tengo fe en tus habilidades.- dijo Nakamura, tratando de aligerar el ambiente.

-Gracias. Haré todo lo posible.- afirmó Takeshi, comenzando a sentirse un poco más cómodo con la conversación.

A medida que avanzaban, el terreno se volvía cada vez más traicionero, con rocas sueltas y pendientes empinadas. Takeshi notó cómo el comerciante, aunque acostumbrado a estos viajes, se tensaba al ver ciertos tramos del camino. En un momento, Nakamura comenzó a hablar sobre su familia, intentando distraer su mente del peligro.

-Tengo una hija de aproximadamente tu edad, Takeshi. Siempre me preocupa cuando hago estos viajes, pero sé que es necesario para nuestro sustento.- comentó Nakamura con un tono melancólico.

Takeshi asintió, sintiendo una conexión momentánea con el comerciante. -Debe ser difícil estar lejos de ellos. Sé lo que siente... Pero su trabajo es importante.- dijo Takeshi sin poder evitar pensar en su madre.

Después de varias horas de viaje, el sol estaba en su punto más alto y el calor empezaba a hacerse notar. Takeshi y Nakamura avanzaban por un tramo especialmente estrecho del camino cuando, de repente, un árbol cayó bloqueando su ruta. Antes de que pudieran reaccionar, un grupo de bandidos apareció de entre las rocas, armados con espadas, lanzas y arcos.

-¡Entreguen todas sus pertenencias y nadie saldrá herido!- gritó uno de los bandidos, claramente el líder por su postura dominante y la forma en que los demás lo seguían.
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Última modificación: 25-07-2024, 05:14 PM por Takeshi Kurosawa. Razón: erratas
-Confié en mí, señor Nakamura.- susurró Takeshi mientras daba un salto y se ponía de pie frente a la caravana-

El ataque de los bandidos fue implacable. Las flechas volaban en dirección a la caravana. Takeshi se preparó para defenderse. Usando su habilidad en Doton, realizó el Doton: Iwadomu, introduciendo una mano en la tierra y levantándola para formar una cúpula protectora en forma de media luna. La cúpula tenía suficiente espacio para proteger a Takeshi y al comerciante Nakamura.

¡Ocúltate, Nakamura! —gritó Takeshi mientras la cúpula bloqueaba la visión de los bandidos y la lluvia de flechas cesó momentáneamente.

Mientras Nakamura se escondía temblando dentro de la cúpula, Takeshi se concentró y activó un nuevo jutsu: Doton: Morugakure no Jutsu. Con la tierra como aliada, se sumergió bajo el suelo, moviéndose a una velocidad constante de un metro por segundo. La tierra se cerró sobre él, dejándolo invisible para los bandidos.

-¡Jefe, ese niño es un shinobi! -Gritó uno de los bandidos-

-¿Y? Es solo un crio... ¡Rodead ese muro y matadlos de una vez! -Gritó furioso-

Una vez bajo tierra, Takeshi preparó su siguiente movimiento. Utilizando el Doton: Shinjuu Zanshu no Jutsu, emergió de la tierra directamente bajo el líder de los bandidos. Sus manos agarraron las piernas y lo enterraron parcialmente bajo tierra, dejando su cabeza expuesta pero el cuerpo atrapado y vulnerable. El bandido, sorprendido y atónito, luchaba por liberarse, pero la fuerza de Takeshi y la resistencia de la tierra lo mantenían inmovilizado.

-¡Maldición, conmigo, acabad con él! -Gritaba furioso mientras se zarandeaba-

Con el líder bandido parcialmente incapacitado y los demás bandidos alterados por la habilidad shinobi de Takeshi, la situación se volvía más desesperada para los atacantes. En un intento de recuperar el control de la situación, los bandidos intensificaron su ataque, 3 bandidos arqueros volvieron a cargar flechas mientras otros 2 cargaban con sus lanzas . Aprovechando la confusión y el accidentado terreno, Takeshi activó su técnica Rokkubureika. Al dar un potente puñetazo al suelo, provocó un temblor que, en lugar de derribar a los bandidos, desencadenó una pequeña avalancha de rocas que cayó sobre los arqueros. Los arqueros, atrapados y confundidos, quedaron incapacitados mientras que los otros dos bandidos se quedaron quitos y totalmente bloqueados al ver el caos que se desataba en el lugar.

-No tenéis oportunidad contra mi. -Dijo Takeshi de forma arrogante- ¡Será mejor que huyáis! -Les gritó.

Sin embargo, el líder bandido logró liberarse de su prisión subterránea, furioso y decidido, sin que Takeshi pudiera verlo a tiempo, este recibió una poderosa patada a la altura del torso que hizo que saliese despedido 5 metros contra unas rocas.

¡Mierda, debo...! -Logró a pensar mientras la pierda de su oponente ya le impactaba. Pequeñas hojas de acero salieron de su abdomen que cortaron la pierna de su oponente pero no fue suficiente- ¡Baje la guardia...! -Dijo mientras se ponía de pie muy lentamente-

-¿¡Qué decías niñato de mierda!? -Gritó furioso- ¡Vamos, levántate y pelea! -Dijo mientras se miraba unos cortes en su pierna- ¿Y esto? ¿Has sido tú? Parece que eres una caja de sorpresas chico... que más truquitos tienes?

Se lanzó hacia Takeshi con una técnica de Taijutsu, Gouken Ryuu. Con una velocidad impresionante, el líder intentó dar un golpe devastador a Takeshi, apuntando al estómago para incapacitarlo. Pero Takeshi estaba listo. Usando uno de sus jutsus estrella Saisho no Boei, entró en un estado de trance que le permitió reaccionar instintivamente al ataque. Con una habilidad casi sobrenatural, bloqueó el golpe sin sufrir daños.

No creas que esto terminará fácilmente—dijo el líder, su rostro estaba endurecido por la determinación de ganar esa pelea.

El combate continuó con un intercambio frenético de golpes a Taijutsu. Takeshi y el líder de los bandidos se movían con velocidad y precisión, cada golpe y patada se encontraba con una respuesta rápida del oponente. Finalmente, Takeshi encontró una oportunidad para ganar espacio y realizar su técnica final. Con un rápido movimiento de sellos, colocó una mano en el suelo y activó Gaia no Kenshen. La tierra tembló y se rompió mientras una roca puntiaguda de dos metros de longitud y un metro de ancho emergía hacia el líder bandido.

El líder, incapaz de reaccionar a tiempo, fue golpeado por la roca, la cual perforó su defensa y lo dejó incapacitado e inconsciente en el suelo. El combate había terminado, y Takeshi se quedó de pie, respirando muy pesadamente pero victorioso. Los 2 bandidos restantes, al ver la derrota de su líder y el poder de Takeshi, huyeron dejando la caravana en paz.

Takeshi se acercó a Nakamura, que había salido de su escondite, y le ofreció una sonrisa tranquilizadora.

-¡Takeshi. Estuviste increíble! -Dijo Nakamura sorprendido-

-Estamos a salvo por ahora. Vamos a seguir, antes de que vuelvan a aparecer.- Le dijo mientras se tocaba su dolorido abdomen con una mano y ofreciendole la otra para ponerlo en pie-

Con el camino despejado, retomaron su viaje y finalmente llegaron a la ciudad de Ryushi sin más incidentes. Al llegar, Nakamura se dirigió a Takeshi con una sonrisa de agradecimiento.

-Has sido un escolta excepcional, Takeshi. Te debo mucho. -Dijo Nakamura muy agradecido-

-Gracias, señor Nakamura.- Dijo dolorido- Ahora si me disculpa... me gustaría ir a descansar a un Onsen de aquí...-

-Por supuesto Takeshi, ha sido un placer.-

Con la misión completada, Takeshi se dirigió hacia los onsen, listo para disfrutar de un merecido descanso para reponer fuerzas y volver a nueva Iwa a la mañana siguiente.

TÉCNICAS USADAS


TÉCNICAS USADAS POR MI RIVAL
Dainamikku Entorii
Gouken Ryuu
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Misión Finalizada

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