Ambientación de Sunagakure no Sato
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País del Viento

Arte conceptual

El País del Viento, lo que antaño supo ser el Imperio/Raj del Viento de la mano de grandes comandantes, cayó en picada tras el fracaso de la Alianza Mundial de Yugata. Tras la caída de la Alianza del Anochecer y el ascenso del Kami-sama, el dios del nuevo mundo aprovecharía su magnánimo poder para dar una demostración de fuerza sin igual ante una Sunagakure que se resistía. Descendió de los cielos, y con un movimiento de manos, borró del mapa la Aldea Oculta de la Arena, dejando sólo un gran cráter e incontables bajas humanas.

El País del Viento quedó en la total incertidumbre por años, con miembros de los antiguos clanes de Suna esparcidos por todo su territorio y refugiándose en países vecinos. Sin embargo, cerca del año 5, una joven de nombre Taka no Ame llega con su padre a la tierra del Viento, y junto a grupos y bandas criminales y de malhechores, la antigua Sunagakure se convierte en una tierra sin ley y refugio para maleantes buscados en todo el mundo.

Dos adolescentes, Shoku Goru de 17 años y Tatsumaki Indra de 16, comienzan a ganar influencia en las ruinas de Suna allá por el año 7 D.K, y logran reunificar el territorio y hacerlo crecer, poniendo límites a los criminales y deteniendo el baño de sangre que se convertía en guerra civil. La Arena vuelve a prosperar un poco, y en ese mismo año Taka no Ame, de tan solo 11 años, funda la Hangyaku no Hōō, la Rebelión organizada que llega hasta los días actuales. Yakuza y Rebelión se dividen el territorio de Sunagakure, manteniendo cierto respeto de los territorios definidos de cada bando: el norte seria reclamado bajo el mandato de la Hangyaku, mientras que el centro y sur seria comandado por fuerzas Yakuza.

La nueva Sunagakure, que comenzaba a re-edificarse y a volverse nuevamente una metrópolis, con financiamiento del crimen organizado, fue testigo de una sanguinaria batalla entre Konoha e Iwa contra las fuerzas rebeldes del norte. Tatsumaki Indra sella la alianza con los rebeldes y ayuda a repeler al Imperio, en una contienda que duró un mes recordado como el "Mes Carmesí". Sin embargo, pronto empezarían los rencores entre ambas facciones, y Taka no Ame se vería obligada a abandonar Sunagakure y refugiarse en Iwa, fundando la facción rebelde de la Tierra, y realizando el gran golpe de estado.

Tras sucesivos tratados de la Yakuza con el Imperio del Rayo, finalmente el País del Viento es tomado a manos de la mafia, funcionando como el único Imperio legal del crimen permitido por los Boshoku. El 12 D.K. suceden los incidentes de la transmisión mundial y Taka no Ame es asesinada en vivo a traición por Shoku Goru, que posteriormente pierde la vida a manos de Karasu, el segundo al mando de la Rebelión.

En la actualidad, el país está sumido en un conflicto constante. Considerado el territorio más inseguro del mundo, donde gobierna el Nidai Ataima no Ryuu y su palabra es la ley absoluta. La reputación del Tatsumaki ha escalado tanto que es conocido como el gobernante del infierno. El territorio de los rebeldes, en el "Desierto Infernal", es reducido, y sus fuerzas son mucho menores que las de los criminales del Viento. Indra gobierna firmemente y combate a los opositores rebeldes, a la par que mantiene sus acuerdos con el Imperio Boshoku. Los crímenes de sus hombres son perdonados y comandan los negocios del mercado negro y el sub-mundo, a cambio del 15% de sus ganancias a Kumo, y un apoyo militar permanente a Kirigakure, mediante el nexo de los 7 Espadachines de la Niebla de Kumotta Tsuki, al mando de la Yakuza y la Emperatriz a la vez.

Sunagakure no Sato

Se llama Sunagakure no Sato al territorio donde antes se asentaba esta aldea ninja, aunque ya no funciona como una. Sin embargo, es una gran metrópolis controlada por la mafia Yakuza de Tatsumaki Indra, quien dicta las leyes y decide sobre la vida de sus pobladores, reinando con mano de hierro bajo el aval del mismísimo Emperador del Rayo y la Shodai Suijin, deidad del Agua.

Las principales actividades criminales a nivel mundial son orquestadas desde esta ciudad, una urbe del crimen, donde mercenarios, asesinos, violadores, ladrones y bandas de malvivientes pasan sus días bajo la protección de la mafia. Diferentes grupos intentan tomar fuerza en ocasiones, llegando a disputarse territorios dentro de la misma ciudad con la Yakuza, pero no logran prosperar.

Se ha logrado recuperar las ruinas subterráneas, una serie de túneles que cruzan en todas direcciones a la antigua Sunagakure y que eran usados durante la guerra civil. Actualmente son aprovechados como atajos, y son tan extensos y enrevesados, que los rebeldes los aprovechan para moverse por Suna pasando inadvertidos ante ojos de la Yakuza, que tiene asuntos más urgentes que atender en la superficie.

Las calles no son muy limpias, y siempre son un caos. Los mercados a cielo abierto son comunes, y la venta de drogas ha escalado muchísimo durante los últimos años. Bajo el mando del Tatsumaki, la cosa ha cambiado. Los más maduros y mayores suelen decir que en los tiempos de Shoku Goru los criminales estaban controlados, pero que el nuevo líder da rienda suelta al baño de sangre con tal de mantener sus lazos con el Shodai Raijin y por su tan rumoreado amorío con la hija de la deidad.

Figuras relevantes
Shoku Goru (Shodai Ataima no Ryuu)
Taka no Ame
Tatsumaki Indra (Nidai Ataima no Ryuu)
Karasu
Facciones
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