[Pacto] Lirios de Hermandad
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 27-05-2024, 08:39 PM por Yamuro.
Después de su estancia en Konoha, el chico habría descubierto muchas cosas increíbles a su vista, pero había que partir de allí de una vez, se había estancado en su misión de explorar todo el mundo por su inesperada comodidad allí, conoció lo que eran las promesas, los lujos, la grandeza de ser unico en la vida, conoció personas interesantes, conoció amigos, y una persona que fácilmente ya podría decir con orgullo que era su familia, más que en otra aldea con que se habia cruzado ya.

No había estado nada inmerso en prácticas nuevas, en mejorar, ser fuerte no era algo relevante para el, solo quería vivir. Después de un tiempo de pensar las azañas de sus otros amigos y compañeros, ya sea de organización o de las afueras de esta, se había interesado en algo, no era muy afín al entrenamiento; pero valdría la pena si obtener un aliado o mejor dicho, otro amigo, familia en este caso implicaba.

Estuvo en el bosque viendo como algunas criaturas trataban de atacarlo pero el las ignoraba o pasaba de ellas, puesto que matarlas no creía necesario y mucho menos moral, se detuvo después de planificar y recordó unos pasos que había hecho un compañero suyo anteriormente en una práctica. -Segun recuerdo...Ukiso podía invocar murciélagos no?, como era que lo hacía?...-. Habló consigo mismo mirando hacia el cielo. -Yo que sepa, hacia que su sangre saliese de su cuerpo y cayera al suelo, después hacia sellos de mano y ponía su mano en el suelo...diciendo Kuchiyose de jutsu, creo que aquellas palabras eran más decorativas-. Habló en voz baja, mirando hacia el suelo, no teniendo otra cosa mejor que hacer que probar, con una rama que vio en el suelo, se auto infligiria una laceracion en su ante brazo, haciendo que unas pocas gotas de sangre cayesen al suelo. -Esto parece los rituales satánicos que se hacían en la película del exorcista-. Dijo rompiendo la cuarta pared por unos instantes y volviendo en si para empezar a ejecutar sellos manuales mientras las chispas de energía que hacian notar su inestabilidad se hacían visibles en cada pose. -Esto de verdad será un problema, necesito saber como contenerlo-. Dijo viendo su mano recubrirse en un aura azúl lista para ser puesta en el suelo, obedeciendo las reglas de la técnica finalmente pondría la mano en el suelo, una vez que hizo esto la zona en la que estaba se iluminó, suelo y árboles empezaban a ser recubiertos por el aura de su chakra.

Las runas se esparcieron por doquier desde donde estaba su mano, eran runas azuladas brillantes, era un espectáculo bastante llamativo, esto gracias a lo inestable que era el chakra del albino en comparación a la de otros ninjas, tanto que hasta la estética de varios de sus jutsus era mucho más llamativa y etérea, algo que le traía ciertas complicaciones. Una vez las runas llegaron a su alcance límite se detuvieron abriéndose de inmediato una explosión no se humo, sino de chakra que se esparció por una gran area del bosque, algo que podría dejar ciego a cualquiera en el perímetro.
Kuchiyose no Jutsu

Una vez el espectáculo acabo la oscuridad sumergió la zona donde se encontraba el albino, el bosque de por si era oscuro pero ahora con algo tapando el sol no podía ver nada, era como si estuviese ciego de un momento para otro, intento irse a otro lugar pero por fin esa cosa que estaba impidiendo su visión o más bien dicho la luz se habia quitado, y el chico por fin logró ver que habia pasado, quedandose en estos momentos estupefacto y sin palabras. -Los de Ukiso no eran pequeños?...-. Dijo mirando hacia un lado con sorpresa, al frente de su había una criatura sumamente grande, incluso más grande que varios árboles del bosque, si se podría medir, fácilmente alcanzaría los 20 metros aproximadamente, con un enorme caparazón en su espalda, patas anchas y poderosas, con una cola aspera y corta, estaba de espaldas mirando al parecer buscando algo, era cuadrupeda curiosamente, el chico solo empezo a moverse silenciosamente para salir del perímetro lo más pronto posible, ya que esa criatura era titánica, pero para fortuna de nadie, está se volteo y encontro a Yamuro, tenía ojos rojos, penetrantes y una mandíbula que, desafortunado era el ser quien se quedase atrapado en ella...pero se vio claramente que era, una... Tortuga?...
LinkIcon Enlace al Post
Enserio?, una tortuga en medio del bosque de la muerte, bastante sorpresivo no?, y más sabiendo que es enorme. El chico se quedó quieto unos unos segundos gracias a que la tortuga ya se había percatado de su presencia, algo que al albino no le agradó, no sabía si le iban a atacar.

La cabeza de la tortuga se acercó hasta estar casi pegada a Yamuro, de la nada una vos se escuchó proveniente de esa cosa. -Curioso...no había visto un humano en años que genial-. Dijo con una voz grave, Yamuro se sorprendió al instante debido a que no tenía idea que los animales hablaban, al menos cuando conoció a las invocaciones de Ukiso estás no hablaban, o será que no lo hacían con el cerca?, bueno, conspiraciones momentáneas, el chico empezó a rebobinar, pero no encontró ningún recuerdo que notase en que estas hablarán entre ellas o con otras personas. -No pensé que existieran animales parlantes...y menos tan grandes-. Una vez dijo esto la Tortuga agachó la cabeza y a la vez negó con ella. -Nuevamente olvidados, vaya, los humanos sois tan relajados-. El albino levantó la cega, nunca se referían a él como un humano, al menos en cierto modo.

Intento subirse en un árbol para poder hablar "cara a cara" con aquella tortuga. -Dicen que al ejecutar un jutsu así puede salir un animal, este es el que me salió?, un reptil con caparazón gigante?-. Aquella criatura asomó más su cabeza pensando que habían lanzado un ataque directo a su orgullo, debía defenderse rápidamente.

-No me llames "reptil con caparazón gigante", tengo un nombre sabes?, me llamo Mammon, así que aprendetelo bien blanca nieves-. Dijo sonriendo un poco ante la presunta desafiante forma de ser de su contrario. -Mammon?...como el demonio?-. Dudo unos instantes inocentemente cuando recordó que había visto un libro de religión anteriormente. -Como el que?...jum, olvidaré eso, ahora como ya deberías saber fui invocado por ti y debo hacerte una prueba para concretar un pacto de unión con nosotros-. Dijo orgullosamente mirando hacia el cielo, pero el albino no entendió nada. -Nosotros?-.

-No idiota, nosotros, las tortugas, si deseas ser uno de los nuestros debes superar mi prueba-.

-Derrotame en una batalla hombre-animal, y tendrás el derecho de llamarte firmante y a mí como tu compañero, pero...si pierdes te devorare enterito, capichi sir?-. Dijo de manera determinada aquella tortuga apisonadora el terreno para tener por fin una digna batalla con Yamuro, sin embargo este último ya no sabía en qué se había metido, quería nada más probar un jutsu, no a tener una batalla contra un animal en que si perdía sería devorado, no no no, va de mal en peor este día
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)