[TMAM] Segunda ronda - Guerreros en Ascenso: Karai vs. Kiseki
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Última modificación: 26-04-2024, 09:45 PM por Narrador General. Razón: Arreglar links rotos de imagen :dogo:
9 de marzo, 16 D.K.
Isla Papaya, País del Fuego.


[Imagen: nwbafEx.jpeg]

Señoras y señores, para este próximo combate me complace presentar a otro participante que aún no hemos visto en escena. ¡Recibamos con un fuerte aplauso a K Yotsuki! —exclamó el hombre del bigote, alzando su mano para indicar a la joven su posición (1).

Del lado izquierdo estará su oponente, el participante más joven de este torneo, quien acabó su primer combate en tiempo récord ¡Quiero una ovación para Kiseki Chinoike, el wey que prefiere no tener apodo! —cambiando de mano el micrófono, señaló hacia la izquierda (2).

La arena es un vasto cuadrilátero de 50x50, metros cuya superficie está prolijamente recubierta de amplias baldosas muy resistentes a los golpes y grandes impactos. Por encima de la misma, reina un despejado cielo soleado y azul. Esta plataforma se encuentra elevada a 1 metro del suelo, y a su alrededor no hay agua, ni árboles, ni rocas, ni nada más que corto e impecable césped que se extiende 10 metros en todas direcciones y separa el flamante escenario de las gradas escalonadas donde los espectadores se congregan para presenciar los combates y animar a sus luchadores favoritos, disfrutando de una vista privilegiada desde la seguridad de las alturas. Todo el sector del público y las partes del recinto ajenas a la arena están protegidas por barreras de chakra que los shinobi de la Hoja se encargan de sostener en todo momento. También hay un escuadrón especial encargado de intervenir y contener cualquier tipo de disturbio.

Solo una vez que ambos participantes estuviesen listos y correctamente posicionados en sus respectivos lugares, el presentador se mantendría a diez metros de cada uno, ubicado en el centro de la arena. 

Jovencitos, saben cuales son las reglas. Espero una pelea limpia —Antes de retirarse, levantaría la zurda y daría la señal para que sonara el gong que indicaría el comienzo de la batalla—. ¡Ánimo!


mapa referencial de la arena
Reglas oficiales del Torneo


Reglas off-rol:
- Los participantes dispondrán de un máximo de 10 turnos cada uno (20 en total) para concluir el combate. Si al final del tiempo reglamentario no se ha determinado un ganador, el presentador/árbitro tomará una decisión.
- A partir de este primer post, habrá 48 hs. para responder y presentarse en la arena. Luego se alternarán en turnos de 48 hs. máximo.
- En el primer post de presentación y posicionamiento se deberán fijar los mismos stats del combate anterior. El código a utilizar es [personajeinvalido=ID del tema]
- Los participantes se deben posicionar como indican los números en el mapa, a 20 mts de distancia entre si.
- Si un usuario no postea dentro del tiempo indicado se considerará perdedor, y también se asumirá que recibe el ataque (de haberlo) de su contrincante.
- Los fines de semana (días sábado y domingo) no contarán como tiempo para postear. 
- Si un personaje mata a su oponente, el combate será detenido de inmediato y el ejecutor será retenido, aprisionado e imposibilitado de abandonar la Isla Papaya hasta que se la situación se vea esclarecida.

El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

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Karai sintió la arena vibrando bajo sus pies al son de los aplausos y vítores cuando su nombre fue anunciado. Mientras caminaba hacia su lugar de posición (1), no pudo evitar rodar los ojos de oro por encima de las gradas, repletas, desbordantes, agitadas. Su reacción más inmediata fue esbozar una gigantesca sonrisa y saludar, como si alguien la conociera, sacudiendo la diestra en el aire. Nunca había peleado en un lugar así, bajo la presión y expectativa de tantos ojos. Sentía nervios.

Cuando su oponente fue presentado, Karai se giró para brindarle toda su atención. Por las palabras del árbitro, esperaba que fuese alguien joven, pero ¿tanto? 

Uh, es un niño —murmuró por lo bajo la Yotsuki, anonadada—. Yo no quiero golpear a un niño.

Desde la distancia le dedicaría una sonrisa confiada y una reverencia respetuosa. Entendía que no debía subestimar a su oponente, porque a pesar de ser un jovencito que no medía más de 1,50 y tenía carita inocente, por alguna buena razón había pasado a la segunda ronda del torneo. Y en tiempo récord, según había dicho el del mostacho. 

A simple vista podría deducir que, por su pequeño porte, no debería un luchador de combate cuerpo a cuerpo. A diferencia de Karai y de otros peleadores, él no mostraba un físico robusto y fibroso. ¿Qué clase de habilidades tendría?

Solo patéale la maldita cara a ese niño —ordenó la Karai diablita, manifestándose en el hombro izquierdo de la morena. Ella no respondió, y simplemente espantó a su versión maligna levantando el brazo y haciendo movimientos circulares, pretendiendo calentar. Estaba lista para empezar a moverse tan pronto sonara el gong.

Estadísticas de Karai Yotsuki
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Un día antes del combate

-Que hiciste que!?-. Se pudo escuchar al niño en una especie de sala blanca, sin nada en ella, como si nada de los alrededores del mundo no existiese, parecía molesto, una versión de si mismo que nunca mostraba a pesar de que se veía todo el tiempo como un chiquillo inocente. -Debo volver a repetirlo?, cambié la temática de la ilusión y le trone el cuello, que no escuchas?-. Dijo una vos resonante en el lugar, aunque no se podia observar nada, solo el fondo blanco. -Exactamente!, te confíe en ti para que le mantuvieses allí de manera pacífica, no con intenciones de traumarlo!-. Gritó con enojo el albino hasta que del suelo una sombra se asomó de manera aterradora haciendolo retroceder del susto.

-Si me utilizas para tu beneficio, asume las consecuencias niñito. Dijo acercándose un poco mientras la sala empezaba a oscurecerse, ya no era un tono blanco que representaba iluminación, sino una sala gris, el intermediario de la oscuridad, Kiseki se negó a retroceder porque sabía que esa cosa no podía hacerle daño al portador del anillo. -Hazlo, dañame, golpeame, devorame la cabeza si deseas, bajo tu propio riesgo-. Puso su mirada desafiante sobre la sombra la cual, tuvo que detenerse en el acto porque tenía razón, sino fuera por esas cadenas el torso del chico ya hubiera sido cercenado hace mucho. -Si deseas seguir teniendo la libertad que te doy siempre, en la siguiente ronda te tendrás que limitar a lo que te digo, debo tenerte confianza de nuevo, no puedo dejar que una cosa a la que no le tengo confianza esté cerca de Masaki, de mamá, o de mis hermanos-.. Dijo recordando que los gemelos nacerían dentro de 6 meses, debía tomarse enserio su rol de hermano mayor ya y ponerle límites a Shidou. -Ahora, posiblemente necesite tu ayuda en el siguiente combate, pero no intervendrás en la ilusión, a cambio en el dado caso que logremos pasar de ronda, te dejaré aparecer como quieras, trato?-. Dijo extendiendo su mano hacia la sombra.

-No puedo creer que un mocoso me este dándome órdenes, a mí?, a mí ni Dios me da órdenes-. Dijo resignandose a darle la mano al albino sellando el trato entre ambos individuos.

Día del combate

El chico despertaría ese día después de conversar con Shidou en sueños y establecer el trato con el, cuando se enteró que el primer combate ya había terminado y ya iba a empezar su turno de combatir el chico se sentía nervioso, era el más joven del torneo y no sabía si eso era bueno o malo pero expectativa sobre el?, ni el sabía que tenían fe en su habilidad unos completos extraños.

Su rival lo estaba esperando, pero no...no podía ser cierto...enserio una mujer?, no, porque?, al chico no le gusta lastimar mujeres y justamente en su siguiente combate le toca con una. ~No quiero pelear con una dama, porque la vida es tan cruel?...~. Susurró subiendo a la arena.

Una vez en ella notó como la chica lo miró y le sonrió, a lo cual Kiseki levantó la mano y le dió una sonrisa inocente, para posteriormente corresponder la reverencia en el lugar donde había sido asignado (2), manteniendo esta misma posición para cuando empezara el combate, sería luchadora física?, a pesar de ser mujer tenía un físico a destacar en comparación al del albino y calentaba sus músculos como preparando sus próximos movimientos, si era así no podía darse el lujo de combatir con ella físicamente.

Estadísticas de Kiseki Chinoike
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Última modificación: 25-04-2024, 09:31 AM por Karai.
Lo de Karai fue casi automático. Como si estuviese esperando el disparo del arma para lanzarse en carrera, tan pronto sonó el gong su sistema nervioso reaccionó y de sus poros brotó una oleada de chakra Raiton que envolvió todo su cuerpo como un chispeante manto azulado. La electricidad serpenteaba por dentro y por fuera como una cosquilleante correntada, una sensación que desataría la adrenalina y la haría despegar los pies del suelo, ansiosa por comenzar a pelear.

Mientras formaba una rápida tanda de sellos, sonriente, se desplazaría corriendo en diagonal hacia la izquierda (con intención de llegar a i12). Sin dejar de moverse, y alzando las manos sobre su cabeza, crearía un esfera de electricidad grande, de un metro de diámetro, que impulsaría hacia Kiseki extendiendo con fuerza ambos brazos.

La verdad es que no quería hacerle daño a una criatura de doce años, pero era consciente de que se había metido en aquella competencia para dar un espectáculo. A Karai le importaba más hacerse ver que ganar el Torneo, esa era la realidad. Aunque, por supuesto, llevarse unos cuantos ryos y el reconocimiento de todos no sonaba nada mal. Si ganaba, estaba bien, y si no, también estaba bien siempre y cuando pudiese cautivar al público con una demostración de sus electrizantes habilidades y un poco de teatro y deslumbrante belleza. Nunca se sabe cuando hay una agencia de talentos al pendiente. ¿Podría este torneo significar su puerta de entrada al estrellato? 

off

El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

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Última modificación: 26-04-2024, 07:52 PM por Kiseki.
El ambiente era tenso, tanto la multitud como los peleadores esperaban pacientemente el sonido que iniciaría el combate de una vez, tardando un poco, pero en el momento justo del auge de determinación de ambos combatientes.

Con un movimiento hábil la chica se desplazó haciendo sellos de mano, intentando acercarse al chinoike para asegurar un impacto, aunque de manera sorpresiva la chica no le atacó con Taijutsu, sino con ninjutsu, una esfera eléctrica fue lanzada en contra del joven en el instante en que se posicionó. Sin embargo, desde que Karai empezó a correr el joven hizo una tanda de sellos de mano, que terminaron un segundo antes de la creación de la esfera...como si fuese una coreografía de nado sincronizado el chico invocó en su mano un cuerno de guerra, era de un tamaño estándar para el siendo un chico de 12 años. Una vez que lo acercó a sus labios y esforzó sus propios pulmones para tocarlo, el sonido se volvió una alarma sumamente molesta, la nota era grave pero irritante, tanto que ni la Yotsuki se zafaria de tener impregnada esa melodía en sus oídos, como si alguien a propósito lo estuviese tocando al lado de ella para molestarla, el sonido duraría unos 2 segundos. En cuanto a la esfera eléctrica, fue suficiente con dar un salto hacia la izquierda para esquivar esa ofensiva, desplazándose 2 metros en el proceso (quedando en L7).
Expansión - Shakuhachi
Contenido Oculto
El cuerno resonaba en la cabeza de la chica impidiendole concentrarse de cualquier manera.

Datos
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Última modificación: 29-04-2024, 01:13 AM por Karai.
Fue una sorpresa que aquel jovencito manifestara, prácticamente de la nada misma, un instrumento con forma de cuerno del que sopló e hizo sonar con gran potencia al mismo tiempo que ella se desprendía de la esfera de chakra eléctrico.

No sería difícil para Kiseki esquivar el ataque, mas la Yotsuki no podría decir lo mismo del grave y molesto sonido de aquel instrumento, del que no pudo librarse ni cubriéndose los oídos. La vibración bastaría para hacerle perder la concentración y resentirse durante un breve instante, pero...

¡Reacciona, Karai! ¡Retorcerte como un gusano no luce muy estético de tu parte!

El cachetazo de realidad que le daría su voz interior bastaría para que la Yotsuki se enderezara a pesar del aturdimiento y adoptara nuevamente una pose de combate. Y claro, dejarse doblegar por un truco tan sencillo no hablaría bien de ella. Pretendía dar un espectáculo, ¿no?. Tenía que brillar.

Dos segundos de distracción significaban tiempo valioso, pero Karai intentaría mantener su chispeante armadura eléctrica y moverse en la inmediatez, y desde su posición (i12) se lanzaría en carrera contra Kiseki, desplazándose directamente hacia él pero desapareciendo a mitad de camino, como si de la nada su figura se hubiese desvanecido.

Karai habría ejecutado un movimiento mucho más rápido que lo que el ojo humano normal llega a contemplar y, generando la ilusión de haberse teletransportado, aparecería a espaldas de Kiseki, separados tan solo por cinco metros que se apresuró a recorrer dispuesta a asestarle al joven un durísimo puñetazo que de ser certero podría mandarlo a volar. 

off
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Última modificación: 30-04-2024, 11:29 PM por Kiseki.
La técnica del jovencito había sido conpletamente efectiva, Karai no pudo aguantar la molestía y necesito de un momento para intentar taparse los oídos e ignorar el hecho de que estaba tomando la delantera ofensivamente en la pelea, más no se debía confiar, conocía a estos shinobis, su temple es inquebrantable y un cuerno de guerra con un pitido en la oreja no detendría a los grandes guerreros que eran estos por naturaleza.

Como supuso, la chica logro recuperar su cordura rápidamente se dispuso a correr hacia el, cuando sucedió esto en su cabeza se generaba un debate sobre que debía hacer a continuación, pero ya se tenía una desición en el momento desde que vio que su contrincante sería una mujer. "Shidou, cambio en la orden, encárgate del genjutsu pero te prohíbo torturarle". Resonó en su cabeza mientras la sombra no tenía más nada que hacer que aceptar, aunque estaba dudosa si se trataba de un regalo o un castigo. De esa forma fue cambiado a última hora su acuerdo, permitiéndole a la entidad tomar control total sobre la ilusión, con una condición que le daba igual, torturarle o no su diversión era manipular el genjutsu a voluntad pero eso es otro tema aparte.

El chico seguía tocando el cuerno cuando la chica se acercaba a todo motor, estaba algo preocupado por la velocidad que tenía en ese entonces, la armadura de Rayo nunca la había visto antes pero dicen que vuelve los movimientos del rival más rápidos de lo que debe naturalmente, sin embargo el tiempo de 2 seg ya había terminado hace un rato y nada más debía esperar. Karai fue como un misil a medio camino, nisiquiera lo vio a sus ojos, como hizo una finta y se burló de la vista del jovencito como si de nada se tratase, en ese breve instante no sabía donde estaba la chica, como un fantasma en una zona embrujada se habia desvanecido en cuestion de menos de 1 seg, sin embargo lo notó de inmediato, o lo escucho mejor dicho, esa gloriosa armadura de rayos de los Yotsuki desprendía un sonido algo irritante que supo identificar en su acercamiento, lo tenia cerca, muy cerca, tanto que solo era cuestión de mirar por el rabillo del ojo en dirección a sus espaldas y alli estaba, la chica, no supo como pero se habia...teletransportado?, era de admirar esa velocidad repentina. Sin embargo el chiquillo tenía buenos dotes de memoria muscular y su capacidad de reacción lo respaldaba bastante, el golpe iba a su nuca (si va a la cara el golpe como dice en la técnica entonces de espaldas va a la parte alta de la nuca), así que aprovecho lo mejor posible e hizo una reverencia bajando la cabeza hasta la mitad de su cuerpo, haciendo que la Yotsuki golpease el aire. En ese preciso momento karai quedó paralizada completamente, como había quedado shikagetsu en la anterior batalla cuando intento atacar al albino (Libero Hide).
fantastico - fantashi


Ilusión


El chico apenas volteó su mirada se encontró con su oponente paralizado, bueno, su técnica había surtido efecto, había ganado ya el combate, pero no sabía porque sentía una especie de vacío. -Esto...no lo sentí con shikagetsu...tal vez fue por la preocupación del momento?, porque siento que...ahg...-. No termino de decir sus palabras porque no quería tener que averiguar eso en medio de la pelea y perder tiempo.

Kiseki se llevó a Karai con el arrastrándola, aprovechando que ya tenía todo el control de la pelea, sus pies se encontrarían con el borde de la arena, lo único que debía hacer era repetir proceso, lo cuál lo haría algo lento debido a que sus pensamientos de antes lo carcomían...estaba ganando haciendo trampa?, dejar el enemigo a su merced es habilidad o simple cobardía?, eran respuestas para después, simplemente lanzaría a la Yotsuki de la arena, asegurándose que no se diese un mal golpe al caer, arrodillándose y poniendo las manos juntas en señal de disculpa, de verdad estaba en un debate interno en saber si lo que hacia estaba mal o no, justo en ese momento, karai despertaría finalmente.

Datos
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80 años tarde, pero con todo y OST

Al principio solo hubo vacío, oscuridad sin forma ni destino. Pero muy pronto, desde las entrañas de las sombras, nacería una cálida luz. Y entonces, repentinamente, tras ella aparecería el azul. Un azul más hermoso que el que pinta el cielo de los días de verano, y más deslumbrante que el azul que refleja el espejo cristalino del mar. El color más bonito de todos, el más brillante, el que habita y existe en un solo lugar: Los ojos de Gojo.

El firmamento se matizaba rojizo mientras el sol ocultaba su dorada magnificencia en el horizonte. En el aire se suspendía una tranquilidad tan inmensa que en otras circunstancias habría resultado inquietante, pero en ese momento todo lo que Karai podía sentir era el propio corazón latiendo con fuerza dentro del pecho, envuelta por un ambiente tejido de felicidad y romance. Aquel lugar parecía un pedazo del Paraíso en la Tierra. La hierba y las flores del páramo danzaban mecidas por la suave brisa, igual que danzaban los mechones blancos que caían como retazos de nube sobre el rostro del joven que tenía en frente; el hombre que amaba.  

Todas las palabras que Gojo pronunciaba para ella eran música en sus oídos, como un coro de ángeles manifestándose en el cielo abierto bajo una luz divina. Así sería el día en que él se arrodilló a sus pies y le pidió matrimonio, y también el día de la esperada boda, cuando intercambiaron sus votos y se juraron perpetua lealtad con lágrimas de felicidad en los ojos. 

Promesas, y sueños y anhelos se volverían realidad poco a poco bajo la intensidad de un amor que ardía con el fuego de cien soles. Con el paso del tiempo, aquel vínculo crecería grande y fuerte como un brote tierno que florece y se hace árbol en eterna primavera. Junto a Gojo, Karai brillaría con el mismo esplendor que reluce el oro. Cielo y Sol cumpliendo con la premisa de pasar la vida juntos, compartiendo lo bueno y lo malo, disfrutando de hermosos momentos llenos de aventuras, aprendizajes y descubrimientos, experimentando el lado más bonito del amor, un amor que muy pronto daría sus frutos.

Poco se tardó en llegar, por mucho que sintió larga la espera. Nunca había deseado tanto algo. Y esa mañana, cuando por fin lo vio, Karai lo supo de inmediato: Era un verdadero ángel, un milagro, un regalo divino. Su cabello azabache, y en la mirada el reflejo azulado del cielo. El color más bonito de todos, el más brillante, el que solo podía habitar y existir en un solo lugar: Los ojos de su hijo.

Agotada, pero satisfecha, estaba feliz de haber dado a luz a un niño sano. La poseía una mezcla abrumadora de alegría y asombro al contemplar la perfección de ese nuevo ser que había traído al mundo. Sería su logro mayor, su orgullo, su más grande tesoro. Y mientras miraba con ternura al padre de su bebé sosteniendo a la criatura entre sus amorosos brazos, se daría cuenta de que nunca antes había experimentado algo similar. Nada se le parecía, y estaba segura de que no existían aún palabras que sirvieran para describir aquel intenso sentimiento de adoración y plenitud que nacía al observar la fragilidad y la belleza de su hijo. El corazón no le cabía en el pecho, se desbordaba, igual que las lágrimas brotaban de sus ojos, como si fuese incapaz de contener tanto amor. De pronto toda la existencia cobraba sentido, encontraba su razón de ser en ese pequeño milagro de la vida.

Y aunque quería expresarse, Karai estaba tan débil y exhausta que no podría ni hablar. Tampoco podría cargar al niño. No llegaría siquiera a susurrar su nombre, cuando el mareo que sentía derivó en un dolor repentino y paralizante que invadió su cuerpo. La visión fue cerrándose mientras contemplaba el rostro angelical de su pequeño, intentando pronunciar en un suspiro vano... ¿Cuál era? ¿Cuál era su nombre?

...

De pronto, consumida por las entrañas de las sombras, la luz se fue apagando hasta desvanecerse por completo. Todo volvió a ser vacío y oscuridad, sin forma ni destino.. Entonces, repentinamente, apareció el azul. Pero esta vez no se trataba de los ojos de Gojo. Era el cielo, que se extendía sobre ella como un amplio manto despejado.

La cabeza le dolía, los ojos le dolían. Se llevó las manos al rostro y con las palmas frotó. Había agua bajo sus párpados, sintió con las yemas de los dedos como los cálidos surcos de sal se deslizaban por sus mejillas. Entonces fue consciente del ruido. Las gradas aullaban, vibraba el suelo y todo el recinto.

Súbitamente se enderezó, sentándose. Sus manos palparon la suavidad del verde césped que rodeaba la arena. Cuando miró hacia la izquierda, pudo ver a su rival. El joven permanecía de pie en la plataforma, mientras que ella estaba afuera. De alguna forma había ganado el combate. Sin embargo, a Karai no le importaba tanto el resultado de la pelea. Acababa de vivir, con seguridad, lo más insólito que alguna vez le había sucedido. 

Lo último que recordaba era haber intentado un ataque por la espalda. Entonces, ¿Qué fue lo que pasó?

Avergonzada y visiblemente confundida, rechazó la atención médica y no esperó a que anunciaran el ya sabido resultado de la pelea. Sentía una angustia muy grande anclada en el pecho, y todavía tenía ganas de llorar, por lo que simplemente se puso se pie y se retiró de la arena tan pronto como pudo.

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Si por algo destacaría aquel combate definitivamente no sería por los dotes artísticos, estéticos y deslumbrantes que Karai Yotsuki creía poseer. Poco podría demostrar de sus habilidades, y casi nada llegaría a hacer, porque aquella pelea resultaría ser más corta que patada de puerco. 

Una vez más Kiseki lograría derrotar a su oponente casi sin mover un dedo. Tras aturdir a la morena con el sonido de aquel cuerno mágico, y tras esquivar con absoluta gracia el orbe eléctrico y el ataque por la espalda que ella intentó asestar, logró atraparla en una ilusión tan potente que, al igual que sucedió con Shikagetsu Nara, dejaría a la chica completamente paralizada.

Karai se encontraba ahora en otro sitio, y para ella años de sucesos ficticios transcurrieron en segundos. En su cabeza se desarrollaba una increíble película de drama y romance, mientras el público observaba anonadado sin saber como había hecho el albino para dejar a su oponente como una estatua, otra vez.

Kiseki sólo tuvo que arrastrar a la muchacha hasta el borde de la arena y arrojarla a un costado para proclamarse ganador. Así de simple, así de rápido, así de increíble. Sin embargo, pareció sentirse culpable y ofreció a su contrincante una humilde reverencia a modo de disculpas.

La morena salió de la ilusión casi al instante de tocar el césped. Con lágrimas en los ojos, se sentó en el suelo sin entender nada lo que acababa de experimentar. Se le notaba confundida y abrumada, no solo por los efectos del genjutsu, si no también por los gritos, aplausos y ovaciones del público que aclamaba eufórico por el pequeño albino. Muy avergonzada, Karai abandonaría la arena sin emitir palabras y rechazando la atención médica.

Impresionado, el árbitro entró en escena. 

[Imagen: DS79Qdk.png]

¡Una vez más, el joven Kiseki ha demostrado su increíble poder y protagonizará el combate final de la categoría Guerreros en Acenso! ¡Aplausos, damas y caballeros! —Exclamó el hombre del bigote, antes de voltearse hacia el wey que prefería no tener apodo—. Eres grande, jovencito. Llegarás muy lejos. Mis mejores deseos para el próximo combate.


conclusión

Este tema ha sido cerrado.

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