Pueden pensar lo que quieran, a mí me vale madres… soy así, no me importa, no me interesa, soy lo que soy… o al menos, eso quisiera pensar.
Sí, esta es mi historia, rockera, pasiva, simpática y a la vez traicionera, ¿Qué más se puede esperar? Si te distraes por mi apariencia terminare robándote la cartera, no me importa la verdad, solo debo ir y venir en busca de aventuras sin más, algo que comer, un lugar para dormir y quien sabe, alguien a quien estafar.
Como sea, el mundo es triste, la gente también lo es, solo estoy yo y mis largas botas en un mundo creado por un puto dios que ni se atreve a volver a tocar la tierra, y ojalá que no vuelva, que, si no, todos olvidarán de nuevo la diferencia entre estar vivo o estar muertos. Aún recuerdo esa época, simplemente era el pánico por todos lados y el sentir que el infierno se había apoderado de las calles, la guerra, el hambre y la destrucción se hicieron participes, pero, bueno… así es como un pobre suele vivir… agradezco que soy una joven hermosa y atlética, con un ideal y una mente activa, si no fuera por estas virtudes, tal vez nunca hubiese podido salir del agujero en el que estaba…
Pero, en fin, hablar tanto de mí me da mareos y malestares. Realmente estamos aquí, de frente a las puertas de Kirigakure, sentada sobre un cajón de madera, observando las edificaciones y el clima frio que rodeaba la isla, sintiéndome nuevamente – como en casa… - y si, es algo que rara vez puedo sentir… casi se me caía una lagrima al darme cuenta de esto… años de pelea, de esfuerzo, de enfrentarme al hambre, de vender sustancias ilegales, de robarle al inocente, de divertirme entre sabanas, de bailar, de jugar, de pisotear, todo para por fin poder llegar a este punto. Un joven guapo se me acerco, con papeles en mano y rellenando un formulario, el dijo – entonces… veamos, señorita… Shermie Von Farfalia… no tengo una identificación para ese nombre – oh, sí, cierto, el verdadero, busca a Shermie Izuno, soy nueva residente – le diría, con una voz aguda y coqueta, mientras me inclinaba y mostraba el escote de manera “accidental” y revisaba el papeleo, un pasatiempos, hacer sudar a los hombres – oh… si si… señorita… aquí está su nombre – diría el jovencito, casi mojándose de los pantalones… uff que risa… - entonces… ¿puedo pasar? ¿cariño? – y rojo como tomate este joven ninja asintió – si… si… adelante… - jah, ¿Quién diría que decir la verdad de vez en cuando serbia? Al fin mi travesía estaba empezando, veremos que se trae la gente de Kiri, espero que las fiestas sean calientes, que con tanta piel expuesta no podré soportar las noches de este lugar.
Sí, esta es mi historia, rockera, pasiva, simpática y a la vez traicionera, ¿Qué más se puede esperar? Si te distraes por mi apariencia terminare robándote la cartera, no me importa la verdad, solo debo ir y venir en busca de aventuras sin más, algo que comer, un lugar para dormir y quien sabe, alguien a quien estafar.
Como sea, el mundo es triste, la gente también lo es, solo estoy yo y mis largas botas en un mundo creado por un puto dios que ni se atreve a volver a tocar la tierra, y ojalá que no vuelva, que, si no, todos olvidarán de nuevo la diferencia entre estar vivo o estar muertos. Aún recuerdo esa época, simplemente era el pánico por todos lados y el sentir que el infierno se había apoderado de las calles, la guerra, el hambre y la destrucción se hicieron participes, pero, bueno… así es como un pobre suele vivir… agradezco que soy una joven hermosa y atlética, con un ideal y una mente activa, si no fuera por estas virtudes, tal vez nunca hubiese podido salir del agujero en el que estaba…
Pero, en fin, hablar tanto de mí me da mareos y malestares. Realmente estamos aquí, de frente a las puertas de Kirigakure, sentada sobre un cajón de madera, observando las edificaciones y el clima frio que rodeaba la isla, sintiéndome nuevamente – como en casa… - y si, es algo que rara vez puedo sentir… casi se me caía una lagrima al darme cuenta de esto… años de pelea, de esfuerzo, de enfrentarme al hambre, de vender sustancias ilegales, de robarle al inocente, de divertirme entre sabanas, de bailar, de jugar, de pisotear, todo para por fin poder llegar a este punto. Un joven guapo se me acerco, con papeles en mano y rellenando un formulario, el dijo – entonces… veamos, señorita… Shermie Von Farfalia… no tengo una identificación para ese nombre – oh, sí, cierto, el verdadero, busca a Shermie Izuno, soy nueva residente – le diría, con una voz aguda y coqueta, mientras me inclinaba y mostraba el escote de manera “accidental” y revisaba el papeleo, un pasatiempos, hacer sudar a los hombres – oh… si si… señorita… aquí está su nombre – diría el jovencito, casi mojándose de los pantalones… uff que risa… - entonces… ¿puedo pasar? ¿cariño? – y rojo como tomate este joven ninja asintió – si… si… adelante… - jah, ¿Quién diría que decir la verdad de vez en cuando serbia? Al fin mi travesía estaba empezando, veremos que se trae la gente de Kiri, espero que las fiestas sean calientes, que con tanta piel expuesta no podré soportar las noches de este lugar.