[Misión rango B] Protección en el desierto [Priv.Gea]
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En algún lugar del feroz desierto del Viento, un pueblo que no pertenece a Sunagakure (o al menos no tiene influencia ninja 24/7) Hachiko Yugi, un hombre de 32 años vive y trabaja. Con una esposa y dos hijos de 7 y 8, Hachiko debe traer el pan a la mesa todos los dias y a diferencia de muchos, lo hace de forma honesta con su negocio se telas.

En su juventud de nomada, Hachiko tuvo la fortuna de conocer a mucha gente, aprendiendo distintas tecnicas de cocido y elaboración de telas con distintos materiales. Pero, el mundo está repleto de gente envidiosa y ahora Hachiko corre peligro por aquellos Ronin's contratados por su competencia.

Hachiko, amor. Debes usar los ahorros. ¿Y si te matan? Tendremos dinero pero no a ti, no podemos vivir así-la señora Yugi le rogaba a su marido contratar protección pero este, no queria, no queria gastar su dinero solo por unos rumores ni ser el causante de que alguien muriese por andar protegiendolo.

Aún así, ver a su esposa e hijos preocupados hizo que Hachiko buscara ayuda. Y así, gracias a un conocido, su carta de "misión" llegó al bajo mundo, donde solo rebeldes y Ronin conocen.

Aquel que aceptara dicha misión debía enviar su respuesta afirmativa a la dirección indicada para luego recibir un mapa hacia el hogar de Hachiko. 

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Entre muchas de las veces que me sentía quizás algo sola era cuando sentía de nuevo que mi cuerpo necesitaba acción y por eso mismo o bien me ponía a entrenar o bien intentaba buscar misiones que no me llevasen demasiado tiempo dentro de mis propias posibilidades. Prefería misiones donde la acción fuese más o menos inmediata, algo así como defender algo, robar algo o simplemente hacer de sicario a sueldo para darle algún susto a alguien. No me importaba mancharme las manos, porque aunque si bien era cierto que nunca había matado a nadie, sabía que ese momento llegaría y me tocaría mancharme las manos de manera literal con la sangre de algún enemigo al que solamente pudiera darle fin separándole la cabeza del cuerpo.

Para cuando me dieran el chivatazo y me pudiera poner manos a la obra, llegaría al lugar indicado en el soplo que me habían dado, teniendo la suerte de ser la primera que acabaría por llegar. La primera y la única, aunque a decir verdad lo prefería, aunque me gustaba trabajar en equipo, solamente lo hacía bien cuando conocía realmente con quién estaba trabajando.

Delante del hogar del demandante de ayuda, me adelanté y me dirigí hacia la puerta, tocando tranquilamente dando varios golpes suaves en la puerta. Cuando el hombre o quién fuera que fuera a abrir la puerta me viera, vería una joven vestida para la ocasión con un kimono negro cerrado con algunos dibujos tribales que se combinarían con los de mi propia piel en la espalda, debajo de este llevaría mis armas distribuidas, un chaleco de batalla y un pantalón de licra oscuro ceñido a mi piel. De calzado llevaría unas botas militares hasta el inicio de mis gemelo y mi pelo estaría como de costumbre en una coleta alta.


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Las tormentas de arena devoraban a los pobres viajeros y los espejimos sacaban de quicio a cualquiera con mente débil tras largas horas bajo el sol. Por estas y otras razones pocos aceptaban los encargos del País del Viento pero una chica con sed de gloria o al menos con ganas de combatir el aburrimiento siguió los pasos de la misión de Hachiko y llegó a su casa sin muchas complicaciones mas allá de algo de arena en los ojos y/o ropa.

La joven podía oler algo de curry a su cercanía y era obvio su localización, una pequeña de 8 abrió la puerta al escucharla ser tocada y un timido niño de 7 se ocultaba a simple vista detrás de ella. Ambos de tez trigueña y cabello color azabache, sus ojos dorados y ropaje sencillo para evitar el exceso calor los hacía ver pobres, lo cual no era completamente cierto.

¡Mamá! ¡Una chica linda está aquí! ¡¿La llevo con papá?!-gritó la niña para evitar caminar de nuevo a la cocina.

¡Si! ¡Aprovecha y dile a tu padre que venga a comer!-se oyó la respuesta claramente.

¡Okey! Bien niña linda, siguenos. Vamos Ten-con una mano sosteniendo a su hermano y la otra sosteniendo a la chica, la niña caminaría hasta la zona trasera de la casa donde su padre tenía su negocio en una edificación aparte de su hogar pero casi de igual tamaño. La tienda tenía algunos carteles con ofertas y publicidad, dentro se podían ver telas de todo tipo y color, Hachiko estaba al final del pasillo, atrás de él estaba el almacen y adelante un mezón que tenía encima algunos materiales de costura y claro, la caja registradora.

Papá, papá, mira. Una niña linda, vendele-el estusiasmo de la pequeña era envidiable y el silencio de su hermano un poco raro...

Te he dicho que no obligues a la gente a venir. Pero gracias por tu intención cariño-Hachiko amaba a su familia y levantarle la voz era algo que hacía solo en verdaderos extremos.

Ah, mamá dijo que fueras a comer apenas atiendas a la chica linda-agregó antes de irse con su hermano que miraba insesantemente a Gea.

Claro, cuidado se caen. Bien ¿en que puedo servirte?-con los niños fuera, Hachiko al fin le daria toda su atención a su clienta.
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Sin duda aquella situación era algo extraña, aunque graciosa. La puerta la abriría una niña de no más de diez años de edad, si es que llegaba a ese número, con otro pequeño menor que ella. A gritos, llamaría a la madre y le avisaría de mi presencia. Por un momento me asustaría y saldría a mi pensamiento el robarme a esos niños y pedir un rescate por ellos, pues claramente si tenían dinero para pagarse protección también lo tendrían para pagar el rescate de los que parecían ser sus hijos, aunque me reprimí y avancé con la ayuda de los pequeños hasta el que parecía ser el lugar de trabajo del aclamado Hachiko.

Para cuando llegase al que parecía ser su centro logístico dentro de su propia casa, un hombre que parecía ser bastante familiar me saludaría tranquilamente y cuando los pequeños se hubieran ido, el hombre me preguntaría en que me podía ayudar. Yo, con una ceja levantada y ligeramente irónica, contesté. – En realidad en qué le puedo ayudar yo a usted – Expresaría. – He visto el anuncio que lanzó sobre la necesidad de protección, y aquí estoy, dispuesta a ayudarle y a cobrar… a ser posible por adelantado – Mencionaría. No era que no me fiase de aquel hombre, pues a deicr verdad nada me impedía acabar ahora mismo con su familia y entregárselos al dios al que veneraban mientras que él se quedaba solo y muriendo de pena, pero me gustaba más la idea de recibir mi dinero antes de que algo pasase. Imagínate que fallaba la misión y alguien le mataba, ¿quién me iba a remunerar mi tiempo perdido?
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La inocencia de niño puede ser su mas terrible perdición, aquella niña solo quería ayudar a su padre pero si es bien cierto que fácilmente Gea podía haber sido una de las asesinas que iban por Hachiko, quizás la señora que vende verduras lo sea, si, esa, la que parece bruja y está boen gorda... Supongo que no come lo que no vende...

En fin, nos quedamos... Ah, aquí. Hachiko miró primero confundido a la chica y luego se rió ¿como podía ser tan engreída? Hachiko negó con su cabeza y se cruzó de brazos.

Si le voy a pagar a alguien para que me proteja no puede ser una señorita tan refinada. No pagaré nada adelantado, capaz huyes con mi dinero apenas me de la vuelta-habló de forma sincera y firme, necesitaba ayuda pero no era idiota.

Gea ahora debía convencer a Hachiko que le sería leal y eficaz, aunque bueno, nadie la detenía en abandonar su misión o quizás volverse Crazy y ser la destructura de una aldea de quinta.
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Una mueca de fastidio nació en mi rostro al tiempo que su mirada, sus gestos, y claramente sus palabras, me daban una clara idea de cómo funcionaba aquel hombre. Quizás era por el cual tenía tantos enemigos y tenía que andar contratando protectores para sus negocios. A decir verdad, si quería completar aquella misión y recibir el dinero, tenía que ser cauta y actuar en consecuencia, así que di mi brazo a torcer y suspiré mientras que veía como la batalla estaba ligeramente perdida por mi parte. No ganaría nada poniéndome de nones, pues seguramente alguien vendría y tomaría el trabajo, si yo era una de las pocas que había llegado, hasta el momento la única, era por algo.

Tras las palabras del hombre y del ligero suspiro, hablé. – Está bien, no tengo problema con trabajar como usted mande, de todas formas parece que no tiene elección… como yo, ¿no? – Expresaría moviendo mis manos hacia el exterior como dando a entender que era la única allí. – Tengo experiencia en combate, obviamente no le voy a mostrar nada, pero créeme que puede confiar en que completaré la misión sin ningún problema – Mencionaría para poner mis manos cada uno a cada lado de mi cuerpo a la espera de que aquello no hubiera puesto en peligro que aquel hombre me contratase. No tenía problemas de dinero, a decir verdad mi cuenta corriente tendría varios ceros a la derecha, pero eso no hacía que fuera a dejar de trabajar. ¿Sería aquel encargo entonces lo siguiente que haría? – Cuénteme, ¿por qué ha tenido que optar por contratar seguridad? ¿Tiene deudas o alguna cuenta pendiente con alguien en particular? – Preguntaría, curiosa, pues además de intentar sacar información también debería cerciorarme de que no era un deudor que fuera a dejarme sin pagar.
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Gea aceptó las condiciones y lanzó una indirecta del por que Hachiko debía quedarse con ella, el hombre suspiró y dio su brazo a torcer, tenía que aferrarce a la fé y rogar por que esa chica fuera tan buena como decia ser o almenos que esos asesinos fueran de lo baratos y no fueran la gran cosa.

Confiaré, solo... No mueras...-Hachiko veía algo desanimado a la chica, no entendía como habian tantos jovenes trabajando de formas tan peligrosas ¿cuando el disfrutar la vida pasó de moda? Si hubieran mas enamorados y menos asesinos ese pueblo fuera mas grande y Hachiko tuviera mas clientes...

Ya que la chica estaba contratada era normal preguntar para que y para quien lo hacía así que Hachiko pasó a explicar mejor la situación y mientras, cerraba la tienda para poder ir a almorzar.

El pueblo tiene pocos habitantes y no es muy visitado. Eso crea conflicto en todos lados, pues vender tus productos es quitarle clientes a tu vecino. Como sea, yo por suerte soy el que maa ventas produce como fabricante de telas. A si que mis competidores me quieren fuera del juego-acabó la charla y su tiempo dentro del local.

Si no tienes donde quedarte hoy ven a mi casa. Supongo que será mas seguro tenerte cerca-aclaró y prosiguió a irse para su hogar.

Ya adentro, fue recibido por sus hijos, estos lo guiaron a la mesa y su esposa colocó su plato de comida. Todos tomaron asiento y si Gea se fijaba, había un plato de comida para ella también. La mesa no tenía mucho, solo algo de tofu y ensalada, obviamente arroz con curry para cada cabeza presente y vasos com jugo de mango totalmente natural.

Dame tu mano-pidió la niña, la familia se había tomado de las manos para rezar y solo faltaba Gea. Aceptara o no, el rezó empezó, dando gracias y demás pero antes de finalizar la niña agregó-Y protege a la niña linda para que ella proteja a mi papi. Amén
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No quedaba otra, tanto de parte de aquel hombre como de la mía, de dar nuestro brazo a torcer de ambas partes para llegar a un acuerdo. Él hombre quería protección y yo quería dinero, y él me daría el dinero a cambio de la protección, aunque estaba algo en claro de que no sabría de mis cualidades hasta que me viera en acción. Tras la explicación de aquel hombre y de que más o menos estuviera en concordancia con lo que me habían dicho de él y sus necesidades, asentí y dejé que lo siguiente que pasase fuera lo que acabaría con aquella tensión.

Caminé detrás de aquel hombre sin que mis instintos por mandarlo todo a freír espárragos y dejé que fuera el devenir de los actos los que terminaran con aquel día. Agradecería con gestos y palabras el plato que habrían puesto en la mesa y sonreí ante la mirada de la pequeña. No me gustaban los niños, ni realmente todo aquello, pero sí que me daba añoranza a mi hogar y mi familia, echando de menos aquellos momentos y teniendo que reprimir sentimientos encontrados. Esperaba que se terminase pronto o quizás debería reprimir alguna lágrima que quisiese escaparse.

Off
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Gea se veía algo decaida ante la muestra de cariño y tradición de la familia Chõ (si, este era el apellido) y la señora de la casa lo notó al igual que su esposo pero ninguno quiso ser grosero en preguntar sobre el presente de la adolescente (adulta joven de hecho). La comida acabó y todos dieron las gracias, mientras las femeninas de la caza recogian todo y se dedicaban a lavar los tratos, los hombres llevaban a la nueva residente al cuarto de invitados.

Puedes usar esta habitación. Deja tus cosas y toma una ducha, se nota que necesitas una tras cruzar el desierto-mencionó hospitalario y pasó a dejarla sola.

Gea podía tomarse los preparativos que quiera pero debía regresar con Hachiko lo antes posible, dejarlo solo sería peligroso. Aunque no lo fue, el resto del dia fue igual de tranquilo y cuando la noche llegó pasaron a despedirse para ir a dormir.

La noche sería otro cuento... A eso de las 2:00am tres figuras vestidas de negro con mascaras blancas como de opera rodearon la casa en busqueda de algún tipo de sistema de seguridad.

Lo bueno iba a comenzar...

Off
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Para cuando aquella bonita escena terminase y la cena hubiera sido un completo éxito, el pequeño niño y el mayor me llevarían a mi habitación. Me ofrecerían un bonito baño para asearme y mientras lo veía, recordé para que estaba allí y cuál era mi cometido, así que por mucho que pudiera relajarme, me tomé cuenta en el asunto y pregunté. – Por cierto, si tanta gente está detrás de usted… ¿tiene seguridad en la casa o algo a parte de mí? Quiero decir, ¿alguna trampa o sistema de seguridad por si alguien quiere entrar sin su permiso? – Expresé en un tono no preocupado, sino más bien para cerciorarme de aquella casa y aquel hombre contaban con algún tipo de seguridad que les avisase en caso de que alguien intentara entrar en las inmediaciones de aquel lugar.

No era que estuviera insegura, para sabía que la noche se alzaría y que dadas las circunstancias podría darse el momento en que todo se fuese de madres y tuviera que actuar rápido. Toda precaución era poca. Contasen o no con sistema de seguridad y delante de aquel hombre y aquel niño, un sello simple haría que una nueva Gea apareciese en el lugar con una pequeña bomba de humo que se desvanecería al momento. – Le dije que no estaba contratando a una cualquiera, así que mientras que todos descansan, ella se encargará de vigilar – Mencionaría al señalar a la nueva Gea que habría aparecido, saludando esta con la mano en lanza y una pequeña sonrisa de confianza al niño. Quizás habría sido aquella bonita estampa en la cena la que me habría hecho tomarme aquello un poco más en serio y proteger a aquella familia como se me había encomendado. Ya no era tanto el tema del dinero, sino más bien el hecho de proteger algo que me hubiera gustado seguir teniendo.

Para cuando aquello terminase, la Gea clon saldría de la casa para vigilar mientras que yo me metería en el baño y tomaría una corta ducha para alistar mi cuerpo de nuevo con la misma ropa que traía puesta. El clon seguiría activo y ninguna alarma me saltaría. ¿Qué ocurriría en la noche?

Datos del Turno
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Gea preguntaría sobre el tipo de seguridad de Hachiko y este solo negó con la cabeza antes de responder de forma tranquila.

Poseo un sistema de camaras en la tienda pero en casa no. Nunca lo vi necesario... Aunque... Si, tienes razón debí instalar al menos un tipo de alarma-tras su pequeña explicación tanto él como su hijo miraron con asombro la técnica de la chica.

Mira papá es bruja-diría el niño mientras apuntaba al clon-No hijo, eso es algo de ninjas. Como sea, parece que traes sorpresas. Gracias por tu ayuda, ahora toma tu baño-se despidió con la mano y el niño siguió a su padre aún curioso por Gea.

Ya en la noche tres figuras asechaban la casa, mientras una usaba un ninjutsu para ocultarse bajo tierra y reaparecer dentro de la casa las otras dos buscaban instalar algunos explosivos pero, en ello se encontraron con la clon de Gea.
Moguragakure no Jutsu

¡No pueden haber testigos!-ambos lanzaron cuchillos envenenados contra la clon mientras el tercero se encargaba de infiltrarse.
Muon Satsujin Jutsu


Resumen
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Una vez que me hubiera pegado una ducha rápida y que el clon estuviera en su posición para hacer la primera y única ronda de la noche, me vestiría de nuevo tranquilamente para dejar pasar el tiempo. La noche iba a ser larga, pues aunque tuviera el clon preparado para vigilar la noche, mi yo real no dormiría, si no que vigilaría el interior de la casa. El hecho de no haber cámaras en aquel lugar y solamente en el lugar de trabajo de aquel hombre era un claro ejemplo de que muchas veces protegíamos zonas que no debíamos. ¿Quién en su sano juicio protegería su lugar de trabajo antes que la propia casa donde sus hijos descansaban? Un tipo bastante extraño, sin duda. Haría la ronda y cuando estuviera delante de la puerta de los niños, suspiraría y miraría al suelo, medio sonriendo. Aquella estampa que había visto en la cena sin duda me habría ayudado a entender lo que significaba para el currante de la familia, y por eso – aunque también por el dinero, no iba a mentir – haría lo posible para que la misión saliera con éxito.

De poco me duró esa sonrisa y la tranquilidad. Un grito había dado la alarma, mi clon había visto algo o quizás estaba en peligro. Este mismo gritaría con la capacidad pulmonar que mis clones tenían, la misma que yo, aunque seguramente teniendo en cuenta que sus habilidades eran las mías, estaba bastante segura de que habría hecho que solamente yo pudiera escuchar aquella voz de alarma. – ¡Intrusos! – Expresaría el clon dejando que solamente fuera yo, desde dentro de la casa, quién escucharía el sonido. Alertada por mi clon, haría un simple sello para rastrear que realmente me dejaría ver la gravedad del asunto. Destacaría varios puntos de chakra en las inmediaciones, además de los niños, los padres y mi clon, rastrearía tres puntos desconocidos de chakra, bastante fuertes y seguramente con habilidades de chakra. Otro grito, aunque esta vez desde mi garganta hacia los padres, hacia ambos. – Meteos en la habitación con los niños y no salgáis por nada del mundo, la casa está siendo sitiada – Expresaría. Dejaría pasar dos segundos tras una sencilla secuencia de chakra que haría mi cuerpo invisible ante la visión de cualquiera. Para el oído simplemente haría que mis pasos fueran insonoros sin un método de rastreo que seguramente no tendrían. Necesitaba defender aquella casa, así que para empezar correría por la casa hasta el punto de chakra que habría rastreado en el interior de esta. Parecía que uno de los integrantes de aquella banda se había conseguido colar por la casa, seguramente por mediación de algún jutsus de los que yo misma conocía. No sabía cuáles eran sus intenciones, pero usando mis técnicas de infiltración, conseguí ponerme delante de él, y para cuando pudiera verme ya tendría mi rodilla cargada de chakra hacia su estómago, intentaría encauzar aquel golpe con un potente cabezazo de mi cráneo al suyo, dejando su chakra tan mareado como él. Sabía que mi Taijutsu no era el mejor ni desde luego mi fuerte, pero mi velocidad si lo era, y sabía que tampoco podía usar técnicas de demasiado calibre para no destrozar la casa. Aquello no me frenaría, y si mi primer golpe surtía efecto, haría una rápida secuencia de chakra que sumado a un pisotón descargaría un potente chakra Raiton dirigido únicamente hacia él. La parálisis que le causaría en caso de impactar me haría realizar mi siguiente movimiento.

Por otra parte mi clon, entre que yo me encargaba de aquel que intentaría infiltrarse en la casa, este desataría una corriente de chakra fuuton desde su boca tras una secuencia de sellos. Dicha corriente buscaría desestabilizar a ambos rivales y lanzarles por los aires para ganar el tiempo suficiente para el siguiente movimiento de este.


Datos del Turno
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Última modificación: 04-03-2023, 12:39 PM por Saito Yamamoto.
El trio de asesinos tenian sola una misión: matar a Hachiko y su familia. No importaba coml fuera pero debian hacerlo. La unica linea de defensa de esta familia era Gea y su trabajo apenas comenzaba.

¿Eh? ¿Que pasa?-los integrantes de la familia empezaron a despertarse confusos-Hermana ¿que sucede?-pero Hachiko no era tan tonto parecia y rapidamente despertó a su esposa-Tomemos a loa niños, alguien entró a la casa-movilizó a su familia con rapidez y logró cumplir la orden de la chica.

Papi tengo miedo-tanto los niños como la esposa de Hachiko lo abrazaban asustados, el hombre sonrió y los abrazó-No teman, estaremos bien-ser el pilar era lo que debía ser siempre pero en estos momentos era Gea la que debía protegerlos.

La clon disparó un fuuton que haría volar no solo los cuchillos sino también a los dos asesinos-¡Aahgr!-el dolor no era mucho pero ser elevados hasta 15 metros se veia peligroso.

Por otro lado el que estaba dentro de casa estaba listo para cumplir con su tarea cuando de pronto miró como Gea apareció de repente al frente suyo. La habil chica lograria su cometido y tras el cabezazo el hombre retrocedió del dolor.

Maldita niña ¿como?-antes que pudiera hacer alguna pregunta sintió como su cuerpo se paralizaba por el raiton, Gea tenia dominio.

O eso creia. Los dos sujetos que estaban en el aire no se rendirian y usarian sus naturalezas de chakra para buscar destruir la casa-¡Estilo de viento y estilo de fuego, mueran!-el futon de uno maa el katon del otro se juntaron y crearon un jutsu combinado.
Sotoni no Shipai

Goukakyuu no Jutsu

(65 + 40 = 105)

Hombre casa:
Vida: 420 - 115 = 305
Chakra: 750

Hombres fuera:
Vida: 420 - 50 = 370
Chakra: 750 - 35 = 715

Vida: 420 - 50 = 370
Chakra: 750 - 50 = 700
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El punto crucial de mis estrategias era normalmente saber cuándo atacar y cuándo replegarme. Además, el hecho de rastrear siempre cómo método de saber que estaba intentando hacer el rival era sumamente atractivo. Mucha gente, de hecho, veía la rama sensorial como una rama de utilidad, pero yo la usaba de manera distinta, la usaba agresivamente, para saber dónde estaban los rivales y atacar como una asesina.

Me alegré por un momento cuando supe que la familia estaría a salvo en un lugar seguro. Pero aquello no había terminado, pues todavía quedaba saber que tan fuertes eran los que estaban fuera de la casa. Por el momento, el que tendría delante de mí estaría, no solo teniendo complicado el usar chakra, si no que mi técnica de parálisis habría hecho el efecto necesario para darme el tiempo que necesitaba. En apenas el Raiton golpease el cuerpo del bandido, y teniendo en cuenta lo que iba a hacer, sabía que quizás no había vuelta atrás al mundo de las personas sin sangre en las manos, sabía que no debía marcar ese punto y que debía seguir fiel a mis principios pero… ¿era la vida de aquel hombre más importante que la de toda la familia que había jurado proteger? El viento se arremolinaría alrededor de mi mano y se extendería formando de forma inmediata una katana de elemento fuuton. – Lo siento… pero… – Expresé para acercarme en una acometida rápida. – ¡Muere! – Grité, solamente dejando que aquel hombre escuchase mis palabras y dejando fuera de contexto a la familia que no se estaría enterando de nada. Con un rápido movimiento, enterraría aquella arma de viento afilada como ella misma en el pecho, en la parte del corazón, una estocada que rápidamente liberaría para girar sobre mi misma y usar esa misma arma para rebanar la yugular del tipo. Lágrimas caerían por mi rostro, lágrimas de tristeza, había… matado. Pero era por una buena causa, era lo único que me dejaba ese mejor sabor de boca. Así mismo, buscando confundir a los enemigos que todavía estarían afuera, me hengearía en el hombre que acababa de matar.

Lo que pasaba en el interior de la casa era totalmente ineludible para los que estaban fuera. Ambos bandidos estarían atacando al clon que habría usado de alarma. Mientras que yo dentro seguiría con el rastreo y buscaría salir de la casa de forma rápida para confrontar a los otros dos, el clon estaría siendo atacado de manera brutal por una combinación de katon y fuuton que asolaría su resistencia y la casa si este no hacía algo. Para cuando la combinación de ataques fuera un problema, se encontrarían con una barrera de chakra en forma de reverberación gracias al sello que estaría completado en las manos del clon. Ambas técnicas serían rechazadas. En ese momento, el clon se lanzaría hacia los soldados en busca de confrontarles a melee, buscando dar un puñetazo a uno de ellos. Por mi parte intentaría llegar para cuando el combate a melee hubiera dado comienzo, corriendo tras el clon y esperando que los hermanos combinación de elementos me vieran y pensasen que era su aliado que les iría a ayudar con alguna técnica gracias al sello que tendría en mis manos.

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La familia se encontraba segura en la comodidad de su habitación, el silencio era matador y cada uno de ellos temia, temian no tanto por su propia seguridad, temian por aquella chica que estaba dando la vida por ellos y de la cual no conocian casi nada.

¿Crees que esté bien?-preguntó la inocente niña mientras miraba la puerta con pesar.

Lo estará... Confio en ello-sus palabras decian eso pero la verdad Hachiko deseaba tomar su daga de bodas y salir a ayudar a la chica.

Aunque bueno, Gea no era la que necesitaba ayuda. Aquel hombre paralizado miró la espada aparecer del aire y soltó lagrimas, tenía la muerte al frente y no la queria mas cerca. Pero querer y tener son cosas distintas y sin piedad Gea arrevató su vida de dos formas bastante sangrientas.... Pero chica, con uno o lo otro moria...

Con la sala llena de sangre pasamos al conflicto de afuera. El duo asesino atacó ferozmente pero sus ojos se achicaron cuando esa clon detuvo fácilmente la ofensiva.

Apenas tocaron el techo buscaron salir huyendo pero no sería tan sencillo y uno seria atacado-¡Lo lamento, no me quedaré mas tiempo!-gritó el que no había sido golpeado mientras salia huyendo.

El pobre diablo que recibió el golpe se levantó y buscó hacer tiempo con algo de combate cercano.
Hirateuchi keage

Hombre casa:
Vida: 305 - ataque mortal = muerto
Chakra: 750

Hombres fuera:
Vida: 370 - 60 = 310
Chakra: 715 - 40 = 675

Vida: 370
Chakra: 700
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Independientemente de lo que estuviera por venir o de lo que tuviera preparado aquel chico, yo tendría mis planes internos donde aquel henge pasó completamente desapercibido para el joven que ahora corría en dirección hacia la Gea que para él era real. Uno de ellos correría despavorido, pero mi objetivo real no era matarles, así que le dejaría vivir. ¿Quizás lo de dentro de la casa había sido excepcional? De igual manera él mismo se había metido en la boca del lobo.

Mi carrera estaba siendo sencilla hasta que aquel sello en mis manos hizo lo que tenía preparado desde el primer momento (libero hide). Desestabilizando la materia del clon justo cuando el bandido estaría a punto de golpearle desencadenaría una explosión en dos metros que dañaría todo lo que estuviera latente en aquella pequeña zona de acción. Si el golpe de aquella onda de choque daba en el rival, me impulsaría con fuerza en la tierra para correr a toda la velocidad que podía y ponerme a los pies del chico que seguramente estaría tirado en el suelo. Un rápido sello sería el culpable de que de mis mangas salieran dos sanguijuelas que buscaría morder el cuerpo del chico, y aunque de forma indolora, mi objetivo era dejarle paralizado el tiempo suficiente. – ¿Quién te envía a corromper esta casa? – Preguntaría si todo salía bien. Sencilla y directa.


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Uno de los bandidos salió a todo motor de ahí y para su suerte logró (o lo dejaron) escapar com exito. Por otro lado, aquel valiente que se quedó acabaria recibiendo todo el daño producido por la explosión del clon y claro, con el techo destruido cayó justo al frente de la cama.

¡Aaaah!-la explosión fue tan rempentina que la familia se abrazó y gritó mientras escombros caian del techo dañado. El hombre herido por otro lado se levantó como pudo pero antes de poder hacer algo mas unas sanguijuelas lo paralizaron.

¡Niña! ¡Niña! ¡¿Estas bien?!-preguntó Hachiko cuando localizó a Gea encima de ellos.

Maldición... No puedo moverme...-el hombre escuchó la pregunta pero se negó a responderla. Hachiko decidió ponerse de pie y quitarle la mascara al hombre y rapidamente supo quien habia realizado todo esto.

Niña, te presento a Yuji Kamo, el segundo hijo de los Kamo. Los Kamo son una familia con varias tiendas, no solo de telas. Tienen tres hijos asi que debemos tener cuidado con los otros dos-tras dar esa información, Yuji pasó a dar una amenaza.

Mis hermanos ya debieron haber escapado. Papá se vengará de mi ¡yo lo sé!-y en efecto, lo haria. Aquellos explosivos que intentaron plantar los dos menores fueron activados y una explosión de 10 metros dejaria la casa en ruinas. Por suerte, la familia se encontraba fuera del rango y apenas tenian algunos moretones.

¡Linda! ¡Linda! ¿Estás bien?-Hachiko ayudó a su esposa a levantarse mientras la pequeña lloraba no muy lejos de ahí.

¡Me duele! ¡Mi pierna papá! ¡Me duele mucho!-la niña tenia la pierna ligeramente fracturada por un escombro que cayó encima. 

El bandido se encontraba inconciente, su hermano había esperado estar lo suficientemente lejos para activar los explosivos y aunque no cumplieron su labor principal el daño estaba hecho.
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El peligro, al menos el primero que aquellos tres representaban, habría pasado y aunque uno hubiera escapado, todavía me quedaba otro allí delante. Cuando el hombre saliera y destapara lo que habría detrás de la máscara, aunque a mí me dejaría fría y sin entender nada, Hachiko entendería todo y me explicaría que se trataría de su competencia más o menos directa, aunque en realidad sería al revés y él sería la competencia de los que le habían atacado. – Veo que la competición sana no se lleva mucho en estos lugares – Expresaría para sorprenderme cuando aquella explosión llegó a la casa, girándome en el proceso y aprovechando el movimiento para girarme y cargar un puñetazo a la cara del tipo que ya no tendría la máscara puesta para saltarle un par de empastes. No sabría si le podría dejar inconsciente de un puñetazo, pero sin duda me habría quedado tranquila con aquel golpe. – Será mejor que cuando te puedas mover, corras y no vuelvas, ni tú ni tus amiguitos a molestar a esta familia, porque no seré tan benevolente la próxima vez – Expresé.

En otro orden de prioridades, me acercaría rápidamente hacia la zona afectada de la casa y cuando viera la situación de la pequeña niña, se me rompería el poco corazón que tendría. No tendría casi ninguna forma de curar su dolor ni sus heridas, era la maldición de los Ankoku, pues solamente podríamos curarnos a nosotros mismos con aquellos métodos. > Con lo que fácil que sería si Bisha estuviera aquí < Pensaría para mí recordando la de veces que al rubia me habría curado tras un entrenamiento. Aunque lo que sí que tenía era aquel kit de rápidos auxilios, sacando de él un par de vendas y suero, además de un limpiador de heridas para desinfectar primero las heridas de la pequeña. – Esto te va a escocer un poquito pequeña, pero yo sé que puedes aguantar, ¿verdad? – Expresaría actuando rápido y curando la herida de la pequeña, al menos el tiempo suficiente para poder vendarle la pierna a la altura de su fractura. No era una médica de ortodoxas actuaciones, pero sabía cómo debía hacer para aquellas situaciones. – Ahora sería importante suministrarle algún analgésico para el dolor y un antiinflamatorio, porque se le va a hinchar tarde o temprano, unas semanas de reposo y tomando la medicación y estará como nueva – Sonreí a la pequeña. No solía mostrarme así de amable, pero no era más que una niña y me había caído bien. – En cuanto al resto, Hachiko, ¿podemos hablar en privado? – Expresaría al padre de familia mientras que caminaba para salir del lugar e ir a un lugar más privado.


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Jeje perdon. Fue comico-la esposa de Hachiko rió un poco por el chiste de Gea, destruyendo el ambiente por completo.

Pero bueno, de todos modos la explosión se llevaria a cabo y Gea castigaria a hostias al pobre tipo que quedó inconciente y sin poder escuchar la advertencia de la kunoichi, pero el mensaje le habia llegado de todos modos.

El hombre que habia muerto a manos de Gea quedó enterrado en escombros, la casa necesitaria una larga reconstrucción. Por otro lado la familia apenas tenia heridas y la niña que lloraba fue atendida por la Kunoichi de forma basica pero con un tacto que ayudó a calmarla.

Muchas gracias. Eres muy buena-la niña abrazó a a chica y Hachiko se acercó con esposa e hijo para dar las gracias y abrazar a la pequeña.

Gracias a Kami-sama todos estamos bien-obviamente no estaban al 100℅ pero oye, repito, uno de los tipos murió. 

Hablaré con los vecinos para que nos regalen algunos. Y bueno... Pedir refugio por un tiempo-la señora estaba preocupada por rl ahora y despues. Los vecinos empezaban a salir temerosos de sus casas, preguntadose si era un ataque rebelde o la Yakusa buscaba eliminar ese pueblo poco fructifero.

Gea pidió privacidad con Hachiko y este obviamente no se opondria, sea lo que fuera a pedirle Gea lo haria. Aunque recordemos algo: estos tipos no quieren competencia. Las alarmas de seguridad de la tienda de Hachiko empezaron a sonar, el tipo que habia activado las bombas se habia desviado a robar algunaa piezas de Hachiko pero por las alarmas acabó buscando la forma de salir huyendo.

El karma existe y pega duro. Por ello cuando el sujeto iba a salir huyendo fue retenido por la fuerza de seguridad del pueblo, Gea tenía 3 de 3 hombres como muestra de quien habia hecho este daño y si todo salia perfecto pronto Hachiko ya no estaria en peligro de muerte.

Off: libero hide pero preferí no mas caos XD
Narro-Pienso-Hablo

Pasivas
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Como médica medianamente profesional que era me agradaba haber ayudado a aquella niña y a que sus heridas poco a poco fueran en disminución. No estaba a la par que la joven rubia que formaba parte de mi círculo de amistades, pero sabía qué hacer en ese tipo de ocasiones. Tras el agradecimiento de la niña y de que todos estuvieran a salvo, una alarma sonó. Al parecer era la alarma de la tienda cuyo sonido nos alarmaría a todos. Por mi parte actuaría rápido y haría un nuevo clon que se acercaría hacia la zona de la alarma mientras que por mi parte seguiría rastreando de forma completa para discernir toda el área de noventa metros que me rodeaba. Fue sencillo y rápido, además de la propia rapidez del clon que se acercaría y se quedaría allí hasta que la alarma se callase o fuera desconectada de algún modo. – Todo está bien, parece que las alarmas ahuyentó a quién fuera que quería molestar – Expresé tras el rastreo para luego proseguir con el plan que tenía.

Cuando aquel hombre y yo estuviéramos ya a solas después de haber tratado a la niña y solucionado el problema de la alarma, le hablé con mi más sincera de las palabras. – No creo que esto haya sido un único ataque, seguramente seguirán hasta quitarle el monopolio – Sería franca, pues a decir verdad estaba todo más que claro. No querían molestar simplemente, querían hacerles daño para que tuvieran el miedo metido en el cuerpo y quisieran quitarse de en medio. – No sé qué planes tienes a partir de este ataque, pero si puedes permitírtelo plagaría la casa de alarmas y métodos para que no puedan entrar tan sencillo – Expresé. – Eso o quizás la posibilidad de mudar tu casa de tu centro de operaciones – Mencioné. Para este tipo de situaciones no sabía muy bien que hacer, por mi parte el trato estaría cumplido, pero no podía quedarme a custodiar de manera completa aquella casa por mucho que quisiese. Tenía mis propios planes y aquel trabajo solo era para sumar dinero a mis arcas. – Es una situación un poco complicada, pero lo de esta noche está solventado – Me sinceré.


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