Una entusiasta y comprometida ninja Gourmet se preparaba para una nueva incursión en busca de aquella materia prima que tanto requería para sus recetas, algo que debía de conseguir a como de lugar, pero que lamentablemente, no era algo tan fácil de almacenar y cuidar... todos tienen sus limites, incluso ella, y por mucho que cueste, debía solicitar ayuda.
Era 15 de Febrero cuando la joven envió la solicitud a las grandes aldeas y paises aledaños, es cierto, ella misma debía viajar con sus hijos al lugar de los hechos, pero eso no era la parte relevante del tema, lo más importante era revisar el clima, las condiciones del camino y la existencia de posibles bandidos en la zona, probablemente la expedición sea, como todos los años, un tramite de niños, sin embargo este año la codicia llamaba a traer más materia prima de las alturas que otras veces... mientras un grupo de ninjas jóvenes se aventurarán a extraer los huevos de los nidos, ella se encargaría de extraer raíces, setas y bayas especificas de las montañas, intentar cazar algún jabalí o buscar alguna fuente de proteína en los alrededores. Aparte, buscaría alguna vertiente de agua que se encuentre mineralizada de manera natural, ósea, buscaba extraer todo lo posible en un único viaje a las montañas para poder recomponer sus reservas.
El punto de reunión seria la base de la montaña el día 18 de Febrero a las 6 A.M. para iniciar la caminata, el lugar para iniciar el viaje seria la posada "El Buen Viaje" ubicada en las faldas de la montaña Sur, llamada la Montaña Calva, era una choza de madera bastante mona, decorada con animales tallados en madera y cornamentas de ciervos por doquier, algunas pieles decoraban los pisos y las murallas y una acogedora chimenea se ubicaba en la sala central donde los pasajeros solían reunirse, tenia al rededor de 15 habitaciones disponibles para el hospedaje, esa noche se encontraba casi vacía la posada, Muki llegaría el día 17 al medio día, tomaría el hospedaje de cama matrimonial, una cama recia y blanca de dos plazas y media, tenia una bella cómoda de madera y un aparato de televisión antiguo en la recamara. La habían aprovisionado con un par de cunas de madera debido a su singular situación, era bastante acogedora y por esto, pasaría la tarde entera en su habitación, cuidando de los gemelos y preparándose para el día siguiente. A la hora de la cena, bajaría al comedor, un área tranquila de muebles de madera bañados en resina, la cena constaría de ciervo asado con papas y brotes de champiñón, Muki tuvo que moler la comida para poder dársela a sus hijos, algo preocupada por las setas, pues estas podrían sentarle mal a los niños, pero por suerte, ninguno presento reacciones alérgicas. Luego de esto, ella volvería a su habitación para disponerse a dormir y levantarse de madrugada, dejando un clon al cuidado de los niños.