Se puede congelar el Mercurio? (Ren vss Sayuri)
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Desde que abandoné los muros de la academia ninja de Kirigakure, mi vida había sido un torbellino de aprendizaje y desafíos. Mis habilidades como kunoichi habían florecido, transformándome de una novata insegura en una guerrera competente, capaz de enfrentar y superar misiones de complejidad moderada. Sin embargo, a pesar de mis logros y del crecimiento que había experimentado, una sombra de duda se cernía sobre mí. La realidad era que, hasta ese momento, el verdadero combate, la confrontación directa y despiadada con shinobis de alto rango, se había mantenido elusivo, casi como un fantasma en la periferia de mi existencia.

Era consciente de que, en el mundo implacable de los ninjas, enfrentarse a adversarios de tal calibre era inevitable. La pregunta no era si ocurriría, sino cuándo. Y aunque mi mente y mi cuerpo se habían endurecido en el crisol de innumerables desafíos, sabía en lo más profundo de mi ser que no estaba preparada para ese tipo de enfrentamiento. La experiencia, esa maestra cruel pero justa, aún no me había llevado por el camino del combate directo contra un shinobi experimentado. Comparar las escaramuzas con bandidos desorganizados o las cacerías de bestias salvajes con el enfrentamiento contra un ninja curtido en batalla era como comparar una brisa suave con un huracán desatado. Los primeros eran predecibles, sus movimientos y tácticas podían ser anticipados y contrarrestados con relativa facilidad. Pero un shinobi de alto rango... ellos eran maestros del engaño, la estrategia y el combate. Sus habilidades eran forjadas en el fuego de incontables batallas, refinadas hasta alcanzar una eficacia letal.

Era precisamente esa incesante búsqueda de superación y reconocimiento lo que me había llevado a este momento decisivo, al umbral de un desafío que podría definir el resto de mi carrera como kunoichi. Me encontraba a escasos pasos de entrar en un coliseo, un santuario dedicado al arte del combate, donde la gloria y el honor se ganaban en la arena, bajo la mirada atenta de un público sediento de espectáculo y, sí, de sangre. No era solo experiencia lo que buscaba en ese lugar, sino también un nombre, un legado que trascendiera las paredes de este recinto y resonara en los oídos de futuras generaciones. Hacia mucho que no se escuchaba el apellido del clan Yuki, y era hora de hacerlo sonar de nuevo.

El coliseo se erigía imponente ante mí, un testigo mudo de incontables batallas y hazañas. Dentro de sus muros, no había lugar para la duda. Los combates eran directos, brutales, una danza mortal donde solo los más rápidos, los más astutos, sobrevivían. La distancia entre los contendientes era mínima, lo que convertía cada enfrentamiento en un vertiginoso intercambio de golpes y maniobras, donde los reflejos y la capacidad de improvisar eran tan importantes como la técnica y la fuerza.

Mientras me preparaba para entrar en la arena, el aire vibraba con la anticipación del público, un mar de rostros anónimos que esperaban ser testigos de una batalla memorable. Fue entonces cuando la voz del comentarista resonó por todo el coliseo, capturando la atención de todos los presentes.

-Damas y caballeros, aficionados al arte del combate, ¡bienvenidos a una noche que promete ser inolvidable! En esta esquina, proveniente de las sombrías tierras de Kirigakure, una guerrera que ha demostrado su valía en innumerables misiones y que hoy busca consolidar su legado en nuestra arena... ¡la indomable kunoichi que ha capturado la imaginación de todos nosotros! ¡La Hija del Hielo! ¡Con ustedes Sayuriiiii Yukiiii!-

La multitud estalló en aplausos y vítores, la atmósfera cargada de electricidad y expectación.

-Y en la otra esquina, una contendiente cuyo nombre ha sido sinónimo de destreza y coraje. ¡La Doncella del Mercurio! ¡Suuuuiiiiiiiisei…. Reeeeeeeeen!-


Estadísticas de Sayuri Yuki

Vida: 170/170
Chakra: 575/575
Pasivas
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En los desiertos de Suna reinaba un clima abrasador, caracterizado por un calor sofocante y una sequía implacable. La albina se encontraba en aquel lugar por petición de alguien muy especial para ella, quien le motivaba, aunque no evidentemente, más para convertirse en una Kunoichi digna del clan. Sin embargo, su verdadero deseo era llenar el vacío que sentía desde hace tiempo. El desierto era un lugar abrasador, con un calor sofocante y una sequía implacable que dominaba la región. A pesar de no ser de su agrado, la joven albina se encontraba allí por orden de su hermano, quien insistía en que necesitaba entrenar más para convertirse en una verdadera Kunoichi o al menos, lo mas cercano posible a una. Sin embargo, la verdad era que a ella no le importaba en lo más mínimo alcanzar ese status, lo único que anhelaba era llenar el vacío en su corazón.

 Con su cabello plateado ondeando al viento del desierto, la joven exploraba el coliseo con asombro y admiración. Aunque su rostro no mostraba emoción, su mirada fría reflejaba curiosidad en lugar de desagrado. Sorprendida por la magnificencia de la estructura y la dedicación en su construcción, la chica seguía explorando los alrededores. A pesar de su expresión impasible, parecía revelar un inquietante malestar en su mirada fría, aunque no era su intención. Era raro verla tan interesada en algo, pues mas allá de la lectura, no poseía interés alguno en otras cosas... quizás era simplemente lo fascinante de la estructura... quien sabe... (Ni yo se lo que esta chica piensa)

 Después de observar varios combates, decidió inscribirse en el coliseo y esperar su oportunidad para enfrentarse a otro oponente. Aprendió lo suficiente viendo peleas para saber cómo golpear y esquivar, pero ansiaba experimentar la emoción de una batalla en primera persona y sentir la adrenalina que tanto había leído en sus libros. Pronto se apuntó al coliseo y aguardó su turno para enfrentar a un rival. Al presenciar algunos duelos anteriores, comenzó a comprender las técnicas y estrategias de combate, preparándose para su propia lucha. Sin embargo, tan solo observar no satisfacía su sed de acción, anhelaba la emoción y la adrenalina de participar en una batalla real. Quería experimentar en carne propia la intensidad y la emoción que había encontrado en tantos relatos anteriores. Esperaba con ansias el momento de demostrar su valentía y habilidades en un combate verdadero en el coliseo.


 No tardaría mucho después de la ultima batalla para que le dijeran que se acercara a la arena, por lo que ella solo asintió mientras caminaba en dirección a la misma- Damas y caballeros, aficionados al arte del combate, ¡bienvenidos a una noche que promete ser inolvidable! En esta esquina, proveniente de las sombrías tierras de Kirigakure, una guerrera que ha demostrado su valía en innumerables misiones y que hoy busca consolidar su legado en nuestra arena... ¡la indomable kunoichi que ha capturado la imaginación de todos nosotros! ¡La Hija del Hielo! ¡Con ustedes Sayuriiiii Yukiiii!- Ren se preguntaba si era común tanto ajetreó al momento de anunciar los combates... pues desde su primera aparición en el coliseo contra el Maestro de la Caldera Iroh, se habia poco a poco acostumbrado al bullicio, aunque seguía siendo molesto para ella...

 - Y en la otra esquina, una contendiente cuyo nombre ha sido sinónimo de destreza y coraje. ¡La Doncella del Mercurio! ¡Suuuuiiiiiiiisei…. Reeeeeeeeen!- algo capto su atención mientras se presentaba... *La doncella del Mercurio*- Creo que me agrada...- vocifero para sus adentros mientras mostraba su hermoso rostro albo en el coliseo... una ardiente briza soplo moviendo su cabellera albina al son de la canción del viento mientras sus ojos rojos pero fríos se centraban en la contraria... concentración... estaba lista para el combate... quizás esta vez buscaría entregarlo todo...- Es un placer... Sayuri...- un ligero susurro al viento llegaría hasta su rival... serenidad y frialdad... como una hermosa muñeca de porcelana... o una pintura trazada... carente de vida aparente, pero a su vez, rebosante de tranquilidad, o al menos eso aparentaba...

 Estaban a 15 metros una de la otra, una distancia optima para empezar el combate... La arena de combate poseia varias formaciones rocosas (Cuya resistencia son 50 PV y son inmunes a golpe blanco) cuyos tamaños eran bastante variados pero llegando a como mucho a un metro y medio de largo, Ren se encontraba parada sobre una de estas formaciones rocosas.

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Estadísticas de Ren Uchiha

Juinjutsu

Vida: 420/420

Chakra: 1040/1040


 Off: Como dijiste que podía elegir el terreno, decidí usar este que bueno, no beneficia la velocidad lineal, al contrario es mas un terreno de agilidad. Estamos a 15 metros el de distancia, Ren se encuentra sobre una roca y técnicamente ambos personajes están cerca del centro de la arena. Las rocas no se ven afectabas por golpes blancos (ya sean desarmados o armados, buffeados) y poseen 50 PV de resistencia, no regenerable. Aquí nada de trampas en turno uno por mi parte(?). Tangamos un combate para pasar el rato y fortalecer esta rivalidad. PD: Si me ves a menos de 5 metros pilas que mi meta es marcarte con el sello maldito XD.
[Imagen: 8Dus9lA.png]
Pasivas

Hablar/Pensar/jutsus
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No puedo negar que, en el preciso instante en que el anunciador comenzó a entonar nuestras presentaciones, una oleada de nerviosismo me invadió, sabiendo que solo quedaban unos pocos minutos O quizás segundos para el inicio del duelo. Hasta ese momento, había llegado a este lugar cargada de confianza, manteniendo una calma relativa mientras esperaba para entrar en la arena, e incluso al ver a mi rival cara a cara. Sí, hasta entonces, había logrado mantener a raya la ansiedad; no había permitido que se apoderara de mi ser. Pero fue justo en ese instante crítico, al escuchar mi nombre seguido del de mi contrincante, cuando los nervios finalmente hicieron su aparición.

'Ren'. Ese nombre resonó en mi mente, eclipsando todo lo demás. Mi atención se fijó en ella, dejando de lado el escenario que nos rodeaba. Observé detenidamente su atuendo, su manera de caminar, incluso su aura. Aun a la distancia, se percibía un aire de frialdad en ella, tal vez incluso de cálculo. Me pregunté si ya habría enfrentado combates anteriormente. Era un misterio. Lo único cierto era que este era mi primer enfrentamiento, y estaba decidida a no perderlo. Mientras la observaba, intenté descifrar cualquier señal que delatara su experiencia en la lucha, cualquier indicio de sus estrategias o debilidades. Pero Ren se mantenía imperturbable, como si estuviera acostumbrada a este tipo de escrutinio, como si el campo de batalla fuera su hogar. Esa actitud solo servía para aumentar mi determinación. No importaba si este era mi debut en la arena; no iba a permitir que el miedo dictara el curso de la batalla.

Así, mientras el anunciador concluía las presentaciones y el público retenía su aliento en anticipación, me obligué a canalizar mi nerviosismo en concentración. Recordé cada entrenamiento, cada técnica aprendida, cada consejo de mis maestros. En ese momento, comprendí que más allá de la victoria o la derrota, este duelo sería una prueba de mi propio carácter, una oportunidad para demostrar mi valor no solo a los espectadores, sino a mí misma.

El escenario de nuestro enfrentamiento, meticulosamente preparado para la ocasión, presentaba una simplicidad engañosa a primera vista. Sin embargo, para cualquier combatiente que valorase la libertad de desplazarse ágilmente de un punto a otro, este terreno se revelaba como un laberinto de obstáculos naturales. A pesar de ello, siendo ninjas, se esperaba de nosotros una adaptabilidad sin igual, capaces de hacer frente a cualquier desafío que los caprichosos designios del destino nos arrojaran. El campo estaba sembrado de rocas y piedras dispersas, ninguna lo suficientemente grande como para opacar nuestra presencia, pero sí lo bastante numerosas como para complicar el combate. A simple vista, ambas éramos de estatura modesta.

Mi rival, una joven de cabellos tan blancos como la luna llena en una noche despejada, había elegido una de estas rocas como su bastión, situándose sobre ella con una gracia que desafiaba la rudeza del entorno. Por mi parte, me encontraba a quince metros de su posición, con los pies firmemente plantados en la tierra, como si intentara extraer de ella la fuerza y la estabilidad necesarias para el combate que se avecinaba. -El placer es mio, chica mercurio-.


-¡Que dé comienzo la feroz batalla que ambas guerreras nos brindarán el día de hoy!- Su entusiasmo era contagioso, vibrante, llenando cada rincón del recinto con una electricidad palpable. Acto seguido, el público respondió con una ola de aclamaciones que superaba en intensidad al propio grito del presentador. Era como si un trueno hubiera estallado en el corazón del estadio.

No estoy segura de qué fue exactamente lo que desencadenó mi rápida reacción, mis manos unidas frente al pecho, tejiendo una secuencia de sellos con una agilidad sorprendente. ¿Acaso había anticipado este momento con antelación, construyendo tácticas y estrategias en los minutos previos? ¿Formaba parte este acto de un plan preconcebido, o me estaba dejando arrastrar por el impulso del instante, por el torbellino de emociones que me embargaba?

Mientras tanto, mis piernas cobraban vida propia, impulsándome hacia adelante en un sprint decidido hacia mi adversaria, la peliblanco. Zigzagueaba, esquivando cualquier obstáculo que pudiera surgir en mi camino, con el objetivo de reducir la distancia entre nosotras a tan solo diez metros. Fue entonces cuando, a ambos lados de mi trayectoria, dos imponentes estacas de hielo emergieron del suelo con una velocidad vertiginosa. Su dirección estaba meticulosamente calculada; no solo buscaban herir a la kunoichi, sino también cercarla, forzándola a abandonar su posición o, al menos, a moverse.

La estaca a mi derecha se lanzaba con la intención de impactarla y clavarse en ella directamente, mientras que la otra, en un movimiento estratégico, se dirigía en línea recta para pasar rozando su lado derecho, en caso de que decidiera no moverse. Yo, por mi parte, me detuve un instante, observando la escena con ojos analíticos, intentando anticipar los posibles contraataques de mi rival. La distancia que nos separaba se reducía rápidamente, y era imperativo que estuviera lista para ejecutar mi siguiente jugada.

Estadísticas de Sayuri Yuki

Vida: 170/170
Chakra: 545/575

Hyōton: Hissatsu Hyōsō
Daño: 40pv por pilar + 10pv pasiva esp = 50pv por pilar
Velocidad: 60
Chakra gastado: 20ck por pilar (2 pilares) = 40ck. 40ck-5(esp)-5(cauteloso)=30
Pasivas
[Imagen: uaGWsi6.png]
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El enfrentamiento había iniciado y la albina permanecía allí, impasible... contemplando las posibles estrategias de su oponente... ajena a su entorno, sumida en sus propios pensamientos mientras sus ojos fríos se clavaban en su objetivo. Una mezcla de nostalgia y vacío invadía su ser, recordándole tiempos pasados de gloria y desolación. La batalla podría ser su salvación o su perdición, pero en ese momento, solo existía ella y la gélida soledad que la envolvía.  Suisei Ren activaría su sharingan, ese poderoso don que le permite ver más allá de lo físico, más allá de lo tangible. Cierra los ojos con fuerza, dejando que la energía lo recorra por completo, antes de abrirlos lentamente. Los ojos carmesíes de la albina brillan con intensidad, demostrando el poder que yace en su interior.

 Fija su vista en la Yuki, en esa figura que ha logrado llamar su atención. Las sombras del pasado se agolpan en su mente, evocando recuerdos que duelen tanto como la luz que emanan sus ojos. El silencio se hace eco en su alma, recordándole lo frágil que es su existencia, lo efímero que es todo lo que ama. En ese momento, el sharingan se convierte en más que una simple técnica de batalla. Se convierte en un símbolo de su tristeza, de su soledad. La Yuki parece tan distante, tan inalcanzable, como una estrella fugaz en la noche oscura.

 Mientras que por otro lado su rival... ella no parecía estar segura de qué había provocado su rápida reacción, sus manos unidas frente al pecho, tejiendo rápidamente sellos con una destreza sorprendente. ¿Había planeado este momento con anticipación, preparando tácticas y estrategias en los minutos previos? ¿O estaba actuando por impulsos, dejándose llevar por el torbellino de emociones que la invadían?. La albina observaba atentamente cada movimiento de la contraria

Mientras tanto, sus piernas cobraron vida propia, impulsándola hacia adelante en un sprint decidido hacia su adversaria, la peliblanco. Esquivaba cualquier obstáculo en su camino con destreza, acercándose a tan solo diez metros de distancia. Dos imponentes estacas de hielo emergieron a ambos lados de su trayectoria, con una velocidad impresionante. Su objetivo era claro: herir a la kunoichi y acorralarla, obligándola a moverse.

Una estaca se lanzó hacia la peliblanco con intención de impactar y clavarse en ella, mientras que la otra pasó rozando su lado derecho en caso de que decidiera no moverse. Ella se detuvo por un instante, observando la escena con ojos analíticos, anticipando los posibles contraataques de su rival. La distancia se reducía rápidamente y debía estar lista para ejecutar su siguiente movimiento. La albina estaba lista desde el primer segundo... sus ojos miraron con detenimiento como ambos pilares se acercaban cada vez mas antes de alzar su puño y golpear con fuerza la roca sobre la que estaba parada, haciendo que se desquebrajara en pedazos y haciendo que descendiera por debajo de aquellos pilares, esquivándolos por completo.

 Una mirada calmada se posaría sobre la contraria- Nada mal...- murmuro antes de desaparecer cual sombra... un desplazamiento rápido, mas de lo que cualquier ojo normal pudiera percibir... casi como si se hubiera teletransportado- Pero... te falta entrenamiento...- la voz de Ren seria escuchada a la par que se vio su nueva ubicación, estaba a espaldas de su oponente, a 2 metros de ella- Chidori... Nagashi...- un aura eléctrica se extendería rápidamente rodeándola en un área de 3 metros de radio, 6 metros de diámetro para los panas, siendo que su oponente se encontraba a 2 metros de ella, estando de espaldas, era un ataque casi certero. (Al estar de espaldas, el aumento de presencia por ver el ataque esta dificil o imposible de obtener)

 
Estadísticas de Ren Uchiha

Vida: 420/420

Chakra: 925/1040


Técnicas Usadas
[Imagen: 8Dus9lA.png]
Pasivas

Hablar/Pensar/jutsus
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Con una atención inquebrantable, observé el viaje gélido de aquel par de pilares, esculpidos en la más pura esencia del hielo, desde mi posición en el punto A hasta el dominio de mi adversaria en el punto B. Ella, con su cabellera blanca como la nieve y una actitud que destilaba una frialdad y pasividad casi espectral, parecía una figura sacada de un cuento invernal, si uno de los tantos que me contaban mis viejos cuando pequeña. Con un movimiento calculado, vi cómo su puño descendía con fuerza sobre la roca que yacía a sus pies, un gesto que no era menos que un desafío directo a las leyes de la naturaleza.

Intuí su estrategia de inmediato: permitir que los pilares de hielo continuaran su marcha imparable mientras ella, en un acto de astucia, se dejaba caer en el vacío creado por la destrucción que estaria provocando. 'Bien pensado', me dije a mí misma, aunque con un tono que rozaba la admiración y el desafío, 'pero no permitiré que tus planes se desplieguen con tanta facilidad'.

Mientras su puño se encontraba aún en el aire, ya había anticipado su próximo movimiento. Era evidente, su siguiente posición sería justo debajo de donde se encontraba, al nivel del suelo que ahora mismo me servía de escenario. Sin perder un segundo, ajusté mi mirada y mi puntería hacia ese punto exacto, justo debajo de donde ella planeaba su siguiente jugada. Con la gracia y precisión de un maestro arquero, extendí mi brazo hacia adelante, completamente desplegado, como si estuviera blandiendo una espada invisible. Mis dedos, convertidos en el arco desde el cual se lanzaría la flecha, apuntaban con determinación hacia el objetivo que había fijado en mi mente. En ese instante, con un gesto sutil, liberé una poderosa ráfaga de viento que de seguro ella no esperaba.
Suiryoku
Chakra: 70-10=60 / Daño: 75+10=85 / Velocidad: CCK 60+10= 70

Aun que yo tampoco contaba con lo que iba a suceder un momento justo despues de mi accion, es que el golpe que esta chica habia provocado a la roca no habia sido solo para romper lo que tenia justo debajo de si, si no para resquebrajar todo lo que habia alrededor de ella, y la distancia que tal destruccion cubria era bien amplia, llegando incluso a mi posicion. Quizas si no hubiese efectuado la tecnica de viento, me habria dado cuenta de este segundo efecto de su taijutsu y quizas podria haberlo esquivado con unos saltos hacia atras, pero no era esa la circustancia.

Bajo mis pies, el suelo comenzó a traicionar la solidez que siempre había dado por sentada. Con un crujido siniestro, las grietas se abrieron vorazmente, desatando un caos que se extendía a través del terreno como una red de venas envenenadas. Esta súbita traición de la tierra no solo marcó el inicio de un desastre, sino que también desencadenó una oleada de dolor que se apoderó de mis piernas con una ferocidad inusitada. El daño, tan repentino como cruel, se manifestó con una intensidad que me dejó sin aliento, paralizando mis miembros hasta el punto de no poder evocar ni la más mínima reacción. Esto hizo que cayera al suelo.

Maldición! Debo levantarme rapido,' me urgí a mí misma. No podía permitirme el lujo de malgastar ni un segundo más tendida en el suelo, vulnerable y expuesta. Con un rápido barrido visual del entorno, mis ojos captaron el límite del desastre ocasionado por aquella técnica devastadora. La frontera entre el caos y la calma se dibujaba claramente ante mí, ofreciéndome una vía de escape hacia la seguridad. Era evidente que, con un esfuerzo moderado, podría reincorporarme y pisar firme sobre la porción de terreno aún intacta.

Con la agilidad de quien se sabe en el filo de la navaja, comencé a erguirme, sintiendo cómo cada músculo de mi cuerpo respondía al llamado de la batalla. Ya casi de pie, mis ojos se lanzaron en busca de la última ubicación conocida de mi adversario.
Contenido Oculto
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Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 110/170
70-10(resistencia) = 60
Chakra: 485/575
-60 SUIRYOKU
Resumen
Pasivas
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El combate entre la albina y la peli morada había iniciado y ambas se mostraron bastante destreza en los primeros segundos de la batalla Sayuri había invocado dos pilares de hielo los cuales se dirigían contra el albina quién respondió a esta ofensiva golpeándolo la roca sobre la que se encontraba parada con todas sus fuerzas rompiéndola y descendiendo rápidamente sin embargo parece que la yuki no se daría por vencida y buscaría una forma de causar el mayor daño posible en el menor tiempo inclusive disparando una bala de viento en el proceso instante en el que la albina estaba descendiendo.

 Pero aquella bala sería demasiado lenta para la percepción de la albina Pues cuando Ren se encontraba en el suelo aquella bala pasaría de largo haciendo que la albina no recibiese ningún daño significativo pues no había recibido daño en absoluto. Sin embargo no podemos decir lo mismo de su oponente quién terminó por caer al suelo tras la onda de choque que terminó por desquebrajar el suelo a sus pies y varias rocas que se encontraban en el terreno en un área de 10 metros a su alrededor- creo que me pasé de fuerza...- murmuró mientras veía a la contraria quien aún estaba en el piso. 

 En ese preciso instante Ren tomó la decisión de utilizar exactamente la misma técnica de su oponente. Y así fue como posicionando su mano en forma de una pistola y concentrando el chakra durante unos instantes y decidió lanzar aquella bala de viento en contra de Sayuri, la cual iba a una velocidad considerable tomando en cuenta que Ren poseía un gran control de chakra eso sumado a que la técnica parecía tener un de por sí un aumento de velocidad en su propia ejecución, por segunda vez en su vida Ren había copiado una técnica oponente en combate.

 - te lo agradezco... Me daré un buen uso a esta técnica- murmuraría la parte disparaba aquella bala de viento mientras su oponente seguía en el piso, poder copiar la habilidad del oponente solo fue posible gracias a que logró ver la discusión completa de aquella técnica y comprender toda su naturaleza sin embargo ahora esperaba ver el resultado de haberla copiado pues aquella barra se dirigía directamente al hombro izquierdo de Sayuri. 

 Ren buscaría y aprovechar la distracción generada por la bala de viento para hacer una tanda de sellos manuales la cual le tomaría un segundo realizar para el siguiente segundo lanzar su técnica, disparando varias balas de viento por su boca las cuales viajarían a gran velocidad en un cono de 45 grados enfrente de la albina justamente en dirección contra su oponente, cabe resaltar que estas balas era lo suficientemente fuertes como para incrustarse en la piel sin mucho problema aparte de que eran un total de 6 balas. Cabe resaltar que durante su descenso en la albina cayó a 9 metros de la posición de la Yuki.

Estadísticas de Ren Uchiha

Vida: 420/420

Chakra: 880/1040

Sharingan: San Tomoe

Coste: 5 de ch
Efecto: +20 de presencia 

Pasiva Sharingan

Efecto: copiar técnicas. 

Suiryoku

Coste: 60 de chakra
Efecto: 85 PV
Ejecución: 1 segundo, va a +10 Cck, es decir 100 Cck

Shinkūgyoku

Coste: 30 Ch
Efecto: 80 + 16: 96 PV
Ejecución: 2 segundos.

Off: Mi nivel de reacción me permite esquivar o evitar tu ataque con relativa facilidad, por lo que lo esquivo simplemente moviendo la cabeza a un lado y tu bala me pasa por el lado como si nada. Mientras caes al piso decide utilizar tu mismo jutsu contra ti y luego de eso casteo mi propio jutsu para intentar asestarte dos ataques. Me sumo el chakra del Shunshin y del chidori nagashi debido a que estos dos no se ejecutan sin embargo gasto más chakra de lo anteriormente estipulado.
[Imagen: 8Dus9lA.png]
Pasivas

Hablar/Pensar/jutsus
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Última modificación: 28-04-2024, 05:08 PM por Sayuri.
En un instante fugaz, tan rápido como un parpadeo, me esfumé de la vista de aquella enigmática adversaria que se autodenominaba la "Dama del Mercurio", un título que hasta ahora parecía más un misterio que una descripción acertada de sus habilidades. Hasta el momento, no había desplegado ningún jutsu o poder que justificara tal apodo; quizás su nombre obedecía a razones completamente distintas.

Sin embargo, me tomó por sorpresa cuando ella empleó el mismo jutsu que yo había intentado usar contra ella, esquivándolo con una facilidad desconcertante. Con un simple y elegante movimiento de cabeza hacia un lado, evitó el ataque. Yo, por mi parte, sabía que replicar esa maniobra era un sueño inalcanzable; la brecha en nuestras habilidades era evidente y abismal.

Pero la fortuna, caprichosa y voluble, decidió sonreírme en ese crítico momento. Había anticipado la necesidad de una estrategia de emergencia y, por eso, lo del "instante fugaz, tan rapido como un parpadeo" no era solo una frase hecha. Mi posición, aunque complicada para preparar una defensa rápida, no era del todo desventajosa gracias a una preparación previa. Había imbuido chakra en mis pies, dotándolos de una capacidad para moverme a una velocidad vertiginosa. Este impulso sobrenatural me permitió desplazarme con una agilidad impresionante, esquivando sus ataques y reposicionándome para contraatacar. En ese breve lapso, en ese abrir y cerrar de ojos, había cambiado el curso del enfrentamiento, preparándome para lanzar mi ofensiva con la esperanza de que, esta vez, mi velocidad y astucia me dieran la ventaja necesaria.

Revelo Hide del turno anterior.

Me había reposicionado estratégicamente a su diestra, manteniendo una distancia de unos diez metros. Aunque la separación entre ambas era la misma de antes, el cambio de ubicación podría ser crucial. El terreno, ahora aplanado por el impacto previo de su golpe contra el suelo, se presentaba como el escenario perfecto para mi movimiento de destello.

'Vamos, rápido', me instaba en silencio, mientras observaba con atención cómo ella ejecutaba una serie de sellos con sus manos, aún apuntando hacia donde me encontraba antes. Imitando sus movimientos, también completaba mi propia secuencia de sellos. Al finalizar, una espesa niebla comenzó a envolvernos, emanando desde mi posición como el epicentro del fenómeno.

Kirigakure no Jutsu
Ck: 30-10(esp/caut)= 20

En ese instante, sabía que la albina perdería toda percepción visual de su entorno. Aunque yo también me encontraba sumergida en la misma cortina de niebla, mi objetivo no era ver, sino ganar segundos preciosos para preparar una contraofensiva. En ese velo de incertidumbre, cada segundo que pasaba era una oportunidad para reorganizar mi estrategia y anticipar su próximo movimiento, mientras el manto de niebla nos ocultaba mutuamente, nivelando momentáneamente el campo de batalla.

Posterior a dichas acciones, comenzaria a correr hacia su posicion mientras realizaba una tanda de sellos. Llegar hasta ella tomaria unos dos segundos, pero estaba preparada.


Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 110/170
Chakra: 440/575
25+20= 45-485=440
Off

Contenido Oculto
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Combate Finalizado

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