La oficina de encargos era un lugar modesto, apenas ocupaba la mitad de la primera planta de un diminuto edificio que se camuflaba entre su pares mas grandes en una de las tantas avenidas que poseía Amegakure. En el interior se distribuían cuatro mesas, dos en cada lateral,en ellas trabajan dos mujeres y dos hombres, con toda velocidad que sus manos le permitían,movían papeles de aquí para allá, mientras el traqueteo incesante de las máquinas fungía como banda sonora de aquel lugar. Quien regentaba el lugar, era joven en sus veintitantos años, su cabello era corto, de color negro azulado, se notaba que su estilo era el de alguien informal, a pesar de un semblante estoico y rígido, pero su rostro poseía un aura de misterio que invitaba a los hombres mas osados a seducirla, estaba claro que quien deseaba cortejarla no debía buscar a una ama de casa o a una princesa en apuros en ella, sino mas bien a una mujer fuerte e independiente capaz de valerse por sí misma,quien ante los conflictos en vez de huir despavorida, prestaría su espada para luchar a tu lado. Quizás el único defecto que se le podria destacar a tan bella mujer, era la falta de un ojo, el cual cubría un con un parche, pero ante los hombres mas atrevidos y de gustos refinados, dirían que aquello le agregaba un atractivo misterioso a tan peculiar e incomprensible dama.
El pelirrojo entró por la puerta principal sin anunciarse, ni dar aviso de su presencia, tan solo levanto la mano hacia arriba, saludando a los empleados, mientras inhalaba fervientemente el aroma de café filtrado combinado con el espeso humo de cigarro que inundaba el ambiente, claro estaba que aquel curioso perfume era del agrado para el joven. -
UFF tienes que darme el nombre de este ambientador Ojito-Chan, creo que podria usarlo en el próximo lugar que pare- Colt le hablaba a la jefa del lugar como si se tratase de una amiga de toda la vida, una confianza que ante una mujer como Mikoto, rayaba casi con la falta de respeto, mas aun siendo que la relación con el joven era casi estrictamente laboral; ella le pasaba la información sobre los trabajos, y el joven siempre listo al pie del cañón, cumplía con una excelencia aterradora -Vuelve a llamarme "Ojito" y pondré una foto tuya con el resto de esos carteles-La mujer levanto su índice y señalo un tablón que estaba contiguo a su mesa, en él se veían varios papeles pegados con la leyenda "Se busca". Por si no quedaba claro, aquel lugar trabajaba a los márgenes de la ley, se ofrecían encargos que generalmente los ninjas de la aldea no tomaban: captura de gente relacionada con la Yakuza, ajustes de cuentas y protección a un precio mas accesible del que ofrecían las autoridades.
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¡Mis mas sinceras disculpas Mikoto Hime-Sama!-Exclamo, haciendo una reverencia a modo de burla mientras mirando al piso hablaba -Pero tendría que vender el departamento entero junto a sus empleados, para pagar gente que sea capaz de lastimarme- La mujer solo rechisto mientras ponía los ojos en blanco -Escucha, sé a lo que vienes...-Con su mano llevo un cigarro a la boca, teniendo intenciones de prenderlo, dirigió su otra mano hacia el bolsillo buscando un mechero, pero el Tenbin se adelantó sacando el suyo propio, encendiéndole el cigarro, actuando como si de un sirviente se tratase, incluso volvió a hacer una reverencia. -¿Tú no vas a parar hasta que un día use tu boca de cenicero? ¿Verdad, mocoso?-Con un bufido abrió uno de los cajones, sacando un sobre de papel madera -Aquí tienes, esta vez estas de suerte mocoso, eres al único que le puedo encargar este trabajo, lo ha pedido un viejo amigo mío, es una persona importante, asi que te ruego que no la cagues, de todos los indeseables que vienen aquí, eres el único con una jodida pizca de honestidad-Espeto mientras el colorado abría el sobre leyendo su contendido, examinando la situación, obviamente se había preguntado por qué un trabajo asi no se lo habían dado a los ninjas de la aldea -Seguramente por estar tan cerca de la frontera no quieren ir, malditos vagos-Pensó mientras arqueaba su ceja izquierda.
-Si lo aceptas, llamaré a un transporte para que te recoja en la próxima hora, no debería llevarte mas de un día llegar al punto de reunión.- La mujer uso su único ojo para mirar fijamente al muchacho, en busca de una respuesta afirmativa, si él no quería el trabajo, no sabía de nadie que pudiera hacerlo, sus contactos generalmente se enfocarían mas en querer robar el contenido a transportar, que proteger a los civiles que la resguardaban, tan solo conocía a una persona capaz de ensuciarse las manos por los demás, y aquel era el molesto mocoso de Colt. -¿Es importante para ti Miko-san? Ja. -El colorado le brindo una sonrisa a la mujer mientras se dirigía hacia la salida -Espero un extra entonces a mi regreso... Déjame invitarte un trago.-Cerro la puerta mientras le daba la espalda a la oficina, el joven en ese momento se sentía el hombre mas atractivo y misterioso del mundo, aún le faltaba mucho por recorrer para estar a la altura de Mikoto.
-Je, tal vez cuando cumplas la mayoría de edad, maldito mocoso...-
El pelirrojo llegó al campamento justo para cuando los hombres de Katsuo ya estaban a punto de emprender el viaje de nuevo, esta vez el muchacho venía preparado, sus pies portaban unos borcegos aptos para cualquier tipo de terreno, los cuales le cubrían hasta las pantorrillas, sus pantalones eran de estilo camuflado, holgados, lo cual le permitían una amplia capacidad de movimiento, dicho pantalón era sostenido por un cinturón de cuero negro, que tenían varias hendiduras para depositar sus pergaminos, al igual que sus portakunais y utensilios, de su costado izquierdo, se encontraba envainada su espada zangetsu. En la parte superior tan solo portaba una musculosa negra, no necesitaba nada mas.
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Doce menores, contando niños y a los que tienen mi edad o poco menos de esta, está claro que ellos van a ser la prioridad a defender, los adultos podrán defenderse solos de ser necesario, y los viejos... Lo siento pero deben estar conscientes que no tendrán mucho mas tiempo en la tierra.-Con su mirada analizo los recursos humanos que había allí, desde su perspectiva, eran mas importante que las cargas que transportaban, aunque la cantidad que había le dificultaba el intentar protegerlos a todos, por lo cual ya tenían en mente qué vidas priorizar. -Tres carretas... Lo mas probable es que los bandidos vayan a por ellas, creerán que el cargamento mas valioso se encuentra allí dentro... Eso podríamos utilizarlo a nuestro favor.
-Soy Colt Tenbin, me han encomendado cuidar de ustedes en su travesía, me encargaré de que tengan un viaje ameno y placentero-Cuando encontró al sujeto que encajaba con la descripción del líder, lo saludo cordialmente con un tono relajado. -¿Usted debe ser Katsuo-san no? Veo que he llegado justo a tiempo, me gustaría discutir con usted algunos asuntos sobre el trabajo antes de que partamos camino hacia nuestro destino-En ese momento Colt le comentaría sobre su idea de guardar dicha reliquia en alguno de los burros de carga, alejándolo de las carretas principales las cuales serían el primer objetivo al cual seguramente irian los bandidos, también le comento sobre la idea de priorizar la vida de los mas jóvenes en un caso de extrema necesidad, aunque dejándole en claro que intentaría hacer todo lo posible para defenderlos si se diera el caso.
cositas
Vida:280
Chakra:718
Stats:
Fue:40
Res:40
Vel:55
Agi:60
Des:80
Int:40
Pres:40
CCK:79
Resumen:Nada, se me ha ido la olla con la introducción, lo se XD, lo importante para ti, es que llego me presento con katsuo y le comento una idea sobre como resguardar la reliquia, es lo mas importante, pondré mi maestria espe e inventario en el próximo tema, espero no te moleste.