¿Qué será de nuestro destino cuando alguien pise nuestro camino? // Priv. Rukasu

Aquel día iba con bastante normalidad. En konoha el tema del clima no era tan extremo como en otras latitudes, así que era sencillo que, por las mañanas, el sol diera con cierto ímpetu, ganas de comenzar a moverse. Sin embargo, desde algunos años aquel sol parecía ser el castigo de muchos, el castigo de quienes debían despertar día tras día nada más para ponerse bajo el yugo y los intereses del imperio. La rubia, por otro lado, estaba precisamente en su día de descanso. Se quedó en cama un poco más de tiempo del que esperaba por que simplemente no le apetecía salir a ver a las personas sufriendo, era casi como una tortura y terminaba trabajando más que cuento hacía jornadas de 16 o 18 horas en el hospital.

Como fuera, se dispuso a ponerse de pies. Su cabello suelto y una bata de seda bastante suelta que resaltaba todos sus atributos. Llegó a su cocina, preparó algo para comer y mientras comía, leyó un poco de la prensa, así fuera leer más y más de lo mismo: Promesas sin cumplir, inigualdad, muerte, enfermedades, hambruna, todo eso. No terminó su café antes de que un cuervo tocara su ventana, tenía un papiro en la pata, así que asumió que su día de descanso estaría interrumpido.

Se movió hacia la ventana y allí, tomó el papel del pajarraco para leerlo. Todo parecía indicar que, después de varios días no tenían información de uno de los ninjas más hábiles de la aldea y se le enviaba a ella, como médico infiltrado, a pillar la información que diera detalle de la ubicación del ninja Uchiha Rukasu. Su nombre le sonaba de algo, pero no acababa de distinguirlo. Muy a pesar de eso, no tendría nada más que hacer. Acabó de comer y se fue de inmediato a organizar las cosas para salir.

Se acercó a las puertas, mostró su documentación y se dispuso a salir. Según datos, se había sabido de él hacía más o menos tres meses en las fronteras del país del fuego, pero después de eso podría ser literalmente en cualquier lugar del mundo. En su camino, la rubia andaría escoltada hasta cierta parte por tres shinobi de apellidos: Yamanaka, Hyuga y Nara. Estos tres avanzaron con ella hasta el punto indicado y desde allí, sería la rubia quien definiría hacia donde y qué pistas la llevarían hasta la ubicación del sujeto.

Le tomó un día y varias horas llegar al pueblo Motoyoshi, pero ese era el definido como su punto de salida. Solo la suerte podría estar de su lado. Aquello, por demás le pareció raro. ¿Cómo es que era enviada a buscar a un tipo por todo el mundo ninja? ¿Acaso buscaban deshacerse de ella? Por lo mismo, la guardia de la rubia nunca bajó, ni siquiera con sus escoltas. Llegó finalmente a una posada para dejar sus cosas y luego de esto, esperó descansar un poco antes de ponerse en la búsqueda del sujeto.

—Espero dar con el pronto… Aunque si esto es una falsa, no tendré mucho más por hacer que asentarme en cualquier lugar del mundo, eso tampoco estaría mal— se dijo a si misma antes de quedarse dormida. Motoyoshi, por otro lado estaba situado en las montañas del norte, era conocido por tener un pequeño puerto de montaña famoso por que se encontraba a mitad de camino entre los países del Fuego y las Aguas Termales. Sus habitantes vivían casi exclusivamente del turismo, pues hospedan en sus posadas a los mercaderes que cruzaban la frontera. La población pobre en su mayoría, y dependían de la ayuda del señor feudal para sobrevivir pues no era una tierra rica para el cultivo y la ganadería. Sin embargo, la localidad en antaño fue muy importante desde el punto de vista estratégico y albergó en su momento un puesto de observación del ejército durante todo el año. Además, se sabía de el al menos dos bases militares en las cercanías.

Hablo - Pienso - Narro

El tiempo no paraba de correr para Rukasu, la posición en la que se encontraba lo obligaba a manejarse con el mayor de los sigilos puesto que un movimiento en falso y podría exponer a Yatako y revelar el secreto de su existencia. Los días pasaron con rapidez, el Uchiha no cesaba en la búsqueda de su amiga, claramente no estaba dispuesto a perder nuevamente otro ser querido y lo demostraba con la determinación de sus actos aunque cometiendo un pequeño error en el transcurso de los mismos, no enviar un reporte a la aldea.

Al notar este desliz, Rukasu decidió no perder el tiempo enmendando el mismo para continuar su búsqueda en las cercanías de la frontera del país del fuego, sabía muy bien que esto generaría cierta preocupación en los altos mandos y que no tardarían en enviar a algún shinobi capacitado en su búsqueda y pensando en la situación en la que se encontraba un refuerzo podría llegar a ser de ayuda en caso de alguna situación extrema.

Lejos de preocuparse, el pelinegro avanzaba peinando la zona fronteriza con el país de los campos de arroz, una zona muy poco habitada con frondosos pero hermosos bosques haciendo esto un lugar perfecto para mantenerse oculto y ademas el lugar donde había visto a Yatako por ultima vez. La noche caía y era hora de descansar, Rukasu decidió detenerse sobre la copa de el árbol más alto de la zona donde allí podría permanecer oculto y reaccionar con rapidez ante alguna amenaza o movimiento sospechoso.

Una suave brisa despeinaba sus cabellos mientras se quitaba la antigua mascara Anbu y tomaba unas frutas de su mochila para comer algo antes de dormir unas horas antes de reiniciar sus búsqueda, a pesar de ser sospechas, un mal presentimiento perturbaba al Uchiha y ciertamente su futuro le tendría sorpresas preparadas.

El día dio sus primeros rayos de luz. La rubia con ello se dispuso a iniciar su misión. Durante el día, daría cierto recorrido por el pueblo, se acercaría a las bases militares en tal de buscar soporte o ayuda de algún sensor. Sin embargo, y muy a pesar de tener el aval del imperio para aquella búsqueda, su solicitud fue denegada. No había shinobi’s disponibles para su labor y menos con las especificaciones con la que ella lo requería, sensor especialista en genjutsu. Lo siguiente, dada la negativa con la que se había encontrado, era caminar por el pueblo, sacar sus cosas de aquel hostal en la hora indicada y marcharse a otro lugar donde posiblemente tuvieran alguna información.

¿Qué lugar sería mejor para iniciar su incursión después de Motoyoshi? ¿Erá era mejor meterse en el bosque, ir preguntando por las características del chico quien se encontrara en pueblos pequeños? Había demasiadas opciones y efectivamente no tenía indicios de nada. Tenía registro fotográfico, eso ayudaría. Aunque pensándolo bien en definitiva no era muy buena opción ir preguntando de esa forma. La rubia se hizo paso pronto cerca a la zona fronteriza al país de los campos de arroz. Tenían allí bosques de gran envergadura y frondosos matorrales que hacían que aquel lugar fuera algo perfecto para esconderse.

La noche empezaba a caer, la jounin debía dar con un lugar para acampar o por lo menos pasar la noche así que sacaría de entre sus cosas municiones de comida, cenaría y posteriormente empezaría con sigilo a buscar un lugar donde poder acomodarse. La casualidad, por parte podría ser abrupta, pero entonces tendría lugar en aquel momento. La jounin había llegado a un árbol, uno de los más altos de la zona. En medio de la oscuridad era difícil ver algo, pero entonces definió que aquel era el mejor punto para esconderse. Aquella sensación de bosque, oscuro, en medio de la nada solo le traía malos recuerdos, desafortunadamente la rubia no tenía con ella un radar de chakra ni técnicas que le permitieran identificar si había o no alguien cerca, pero tampoco tenía más opciones.

Subió entonces desde la base hasta la cima del árbol y cuando llegó a este se percató de un chico recostado en el mismo. Su sorpresa fue mayor cuando el chico era similar al que buscaba, pero no estaba segura por la oscuridad que había en el lugar. Claro, el susto, había hecho que hurgara en su porta utensilios un kunai y lo dejara a la altura de su rostro y por acto de reflejo se tiraría hacia atrás sobre la rama, quedando en la punta de la misma en cuclillas y con la izquierda sobre la rama. Esperaría la reacción del chico y antes de poder reconocer bien si era o no, diría contundente —¿Uchiha Rukasu?—

Si el chico era inteligente, sabría bien que aquella podría ser una aliada. La bandana de konoha podía indicarlo, dado que la misma iluminaría en medio de la noche por la luz de la luna. Además, habría podido concluir que era la persona que habían enviado para buscarle dada su desaparición por aquellos días.

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Última modificación: 25-01-2023, 10:02 PM por Rukasu Uchiha.

OST

La armonía de la oscura noche en las profundidades de aquel frondoso bosque fue interrumpida por el cantar de los cuervos del Uchiha esparcidos a lo largo del bosque colaborando tanto con la búsqueda como sirviendo de alerta ante algún movimiento sospechoso debido a la poca concurrencia del lugar. Tras escuchar a sus aliados, los ojos del pelinegro se abrieron inmediatamente al mismo tiempo que las 3 aspas giratorias y aquel fondo carmesí se dibujaba en ellos pudiendo ver el chakra de aquella joven en lo bajo de aquel árbol, era muy oscuro para poder dilucidar de quien se trataba o de donde provenía por lo tanto no podía correr riesgos y decidió tomar la iniciativa más aun tras mencionar su nombre.

Sin inmutarse ni responder a la pregunta de la joven, el ex escolta del Hokage expandió su charka de manera casi instantánea para realizar una rápida tanda de sellos debajo de su negra y así someter en un genjutsu a la curiosa Kunoichi. De momento dentro de su mente el cuerpo del Uchiha se desharía en un centenar de aves las cuales volarían hacia la joven de cabellos rubios haciéndola ingresar de esta manera en un trance.

Mientras fuera de la ilusión Rukasu se movería hacia la espalda de la rubia de Konoha colocando su diestra sobre el mango de su Katana en forma de guardia ante la posibilidad de escuchar una respuesta que lo pusiera en peligro.

- ¿Quién eres? ¿Quién te envía? -

Preguntaría el Uchiha quién se había colocado nuevamente su antigua mascara Anbu para ocultar su identidad y así esperar una respuesta que lograra evitar que este acabara con la vida de la intrusa. A pesar de la tensión de la situación el Jounin mantenía la tranquilidad y frialdad tratando la situación con la seriedad e inteligencia que corresponde. Era necesario moverse de manera inteligente más aun al encontrarse en la búsqueda de su antigua compañera e hija del mismísimo Eifen Uchiha, Yatako, ya que podría tratarse de una trampa por parte de los misteriosos hombres de los cuales sospechaba el reconocido Jounin

Rukasu

Técnicas utilizadas

[tecnicainvalida=198][tecnicainvalida=1364][espe=gen]

Maestría: Shoten

Rango D

Aprendida en 2023-01-20 19:38:09

Requiere Especialización en Genjustu

ID: SHO

PERSONAJE

Puede sacar de ilusiones a sus aliados a distancia, a un máximo de 10 metros.

-5 de coste a Genjutsu.

El ninja es capaz de realizar Genjutsu tan potentes que el enemigo sólo puede salir de ellos usando Joshi Kai o recibiendo daño según la clase del ejecutor, obedeciendo a la siguiente referencia:

Clase D y C: 40 de daño
Clase B y A: 80 de daño
Clase A+: 100 de daño
Clase S: 120 de daño
Clase S+: 150 de daño

Recursos

Rango: S+.
Especialización: Genjutsu - Ilusiones Verdaderas.
Fuerza: 61
Resistencia: 60
Velocidad: 80
Agilidad: 86
Destreza: 60
Presencia: 86
Inteligencia: 90
Control de Chakra: 90
Chakra=1117 - 5 - 40 = 1072

Lo primero fue ver aquellos ojos rojos, los mismos que había visto antes y que bien sabía iban cargados de maldiciones y de historias pesadas. La rubia de inmediato esquivaría dejando su mirada sobre el mentón y la boca de Rukasu y además de esto, sus sentidos parecieron enfocarse. Ya había lidiado con usuarios del genjutsu y aunque desconocía las habilidades de Rukasu, estaría atenta a los olores del bosque, a lo que podía tocar, ver y oír. Hasta ahora, sabía que no existía genjutsu capaz se asimilar todos los flancos sensoriales, esa era su forma de saber si estaba o no en uno.

El cuerpo del chico se volvería en un montón de aves y entonces lo sabría. Estaba en un trance y muy a pesar de ello, no lidiaría con ello. Sabía de sobra que la única forma de ganar confianza y acercarse al Uchiha era ser sincera y esperar a que él mismo la reconociera como un igual.

—Soy… Senju Bishamon, ninja médico de Konoha.— sintetizó de inmediato mientras su cuerpo seguía inamovible pero en parte consciente de todo lo que la rodeaba.

Era claro que su vista y oído habían sido afectados. El sonido del viento sobre los árboles ya no estaba, ahora solo lograba distinguir claramente al aleteo de los cuervos y claro, podía verlos, pero también se había perdido el otro natural que los rodeaba antes de que pasara el genjutsu. ¿Era sano salir del genjutsu? ¿O era mejor dejar que el Uchiha siguiera creyendo que llevaba la delantera? Se perdió en medio del trance y esperó que el chico le creyera, no tenía por ahora mucho más que hacer.

—Me… Me envían de la aldea a buscarte— finalizó.

No diría más, total estaba inmersa en la fuerza del genjutsu del Uchiha. Hasta que ella quisiera, claro, pero seguiría ahí hasta el chico notara que no era un enemigo.

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Las palabras de la bella kunoichi rubia llegaron a los oídos del Uchiha brindando la calma que este estaba necesitando, por más que su Genjutsu la obligara a decir la verdad, estar tanto tiempo moviéndose entre la mierda del bajo mundo le había dado la experiencia suficiente para reconocer las intenciones de las personas más aun habiendo dejado pasar la oportunidad de atacar por sorpresa acercándose frontalmente. Así fue como un simple sello bastó para deshacer la ilusión y liberar a Bishamon de aquel trance.

Desde las sombras se podían resaltar los ojos de Rukasu quien lentamente comenzó a avanzar quitándose la mascara para dejar su rostro al descubierto, su frialdad en mirada había aumentado, poco quedaba de aquel joven niño prodigio que soñaba con acabar con la muerte y la miseria del mundo en el cual habitaban. Manteniendo un inexpresivo semblante se acerco a la joven medica y procedió a pedirle disculpas.

- Lamento la hostilidad pero no es un buen momento. Me encuentro en una misión confidencial de alto riesgo, es el motivo de mi no reporte, cualquier tipo de filtración puede ser de mucho riesgo... Puede que necesite tu ayuda, pero debes saber que el riesgo puede ser muy alto... ¿Estas dispuesta?

La inesperada llegada de la Senju no podría haber sido en mejor momento, tener una Kunoichi medica podría ser una gran ayuda en caso de que las sospechas de Rukasu sean ciertas. Pero antes de confiar aquella tan delicada información con ella era necesario que primero aceptara su propuesta y luego ganase su confianza para poder explicar el verdadero motivo oculto de tras de todos estos misteriosos movimientos.

Rukasu

[tecnicainvalida=198]
Chakra = 1072 - 5 = 1067

Sin saber del todo por qué, el estado en el que la rubia estaba fue disipado. De repente, volvió a sentir sus sentidos por completo. Logró sentir el árbol bajo sus pies, el olor de la naturaleza, el ruido de aquella noche y su vista volvió a retomar ciertos colores acoplándose un poco más a lo que era aquella oscuridad. Tragó con esfuerzo en ese momento y al tiempo, el rombo en su frente almacenó algo de chakra. La segunda o tercera parte quizá para poder explotar con sus habilidades médicas en cualquier momento.

En ese momento, sabría que había en parte ganado la confianza del chico. Quizá porque presumía que enviarían a buscarle o simplemente porque no vio razón para lidiar de aquella forma con la rubia. Lo notó un tanto inocente, pero tampoco le pareció malo. Noto como se acercaba a ella despacio y entonces habría pedido disculpas.

—Si claro, por eso estoy aquí.— sentenció —La verdad es que este encuentro es un golpe de suerte… Me enviaron a buscarte, pero solo me dijeron que habías ido a cierto lugar, que desde entonces no te habías comunicado y que yo debía dar con tu ubicación— comentó tratando de dar los detalles al contrario.

—Inicialmente creí que era una trampa, no tiene demasiado sentido eso que te envíen a buscar a alguien en cualquier lugar del mundo…— esbozó una sonrisa tranquila. —Pero dime… ¿De qué va todo esto?— inquirió.

Rukasu actualmente no podía saber que Bisha era antimperialista, o que estaba en desacuerdo con las ideas del régimen actual. Pero algo era seguro, aquella chica desprendía una especie de tranquilidad, tal y como si todo el que estuviera con ella pudiera confiarle la vida. Tomó una postura diferente en el árbol. Se sentaría en la rama dejando los pies colgando. Esperaría los detalles de Rukasu y tras ello, definiría como incluirse en aquella misión.

Tema almacenamiento de Ck

Byakugou no In

Rango A+

Aprendida en 2023-01-13 01:10:30

ID: IRY501

SELLOS: NO

IRYOU NINJUTSU

NINJUTSU

El ninja acumula grandes cantidades de chakra (200 puntos) en un punto de su cuerpo durante un período de tiempo (antes de usarse en combate, el ninja acumulará 50 de chakra por cada tema de rol en el que participe. No puede usar el sello de nuevo hasta estar completamente cargado). Normalmente, toma la forma de un diamante en la frente del usuario. Es el jutsu base para las técnicas más poderosas de un ninja médico. Es posible utilizar el comando Infuin Kai (automáticamente) para liberar el chakra acumulado dentro del diamante, y de esta forma emplearlo a voluntad. Una vez liberado no es posible volver a contenerlo.

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Tras la inesperada aparición de la rubia y pasado el tenso momento, Rukasu podía sentir la bondad de la joven en cada una de sus palabras tomando en consideración el ser quizás un poco menos severo y frio con la que de momento seria su nueva compañera.
El Uchiha miro fijamente a la joven quien consultaba sobre los motivos de su pedido de soporte algo que de momento no podía confesarle pero se las rebuscaría para salir airoso de la situación.

- Una compañera necesita ayuda, pero su ubicación es información clasificada... pronto podré darte mas información. Lo importante ahora es descansar que es algo tarde... Debemos buscar un lugar para resguardarnos de la nieve.

Preguntaría Rukasu mientras miraba a la joven medica. Hacía mucho frio por lo que Rukasu comentaría a la Senju la necesidad de buscar un lugar para ponerse a resguardo y poder pasar la noche protegidos del clima gélido. Ambos comenzarían a avanzar entre el bosque del fuego donde darían con una vieja cabaña abandonada, lo cual era normal de encontrar por aquellas zonas debido a los cambios en las rutas comerciales a lo largo de los años. Una vez dentro, Rukasu tomaría algunos troncos para encender la chimenea con un simple soplido y dar algo de calidez al lugar.

- Aquí estaremos resguardados de la nieve, mañana por la mañana continuare con mis tareas. Deberas buscar un lugar seguro y con amplio espacio para poder atender a varias personas de ser necesario, no sé si será necesario pero debemos estar listos por si acaso. ¿Puedo contar contigo? Anda ponte cómoda la ducha funciona a leña así que deberías poder tener agua caliente por si lo necesitas.

Era incomodo compartir el hogar con prácticamente una desconocida pero la vida shinobi era así y uno debía adaptarse a las distintas situaciones que se iban presentado. La cabaña era muy pequeña, solamente contaba con un pequeño baño con ducha y un solo ambiente donde se encontraba una mesa muy maltrecha junto con dos ventanas una de cada lado de la puerta. Desde su interior se podía sentir el viento que soplaba con mucha intensidad, Rukasu extendió su bolsa de dormir en el suelo la cual la cedería a su compañera para que descanse mientras el se quedaba de guardia.

- Utiliza mi bolsa de dormir, yo me quedaré de guardia.

Rukasu sabía de la preligrosidad que acarreaba la búsqueda de Yatako y no pondría en peligro a una joven inocente sin necesidad.

No entendió de primeras porque, a pesar de haber aceptado su ayuda, se reservaba la ubicación de aquella compañera. A juzgar por sus palabras no parecía ser alguien alienada a la aldea. A lo demás, la rubia afirmó. El inclemente frío empezaba a sentirse un poco más, la nieve poco a poco empezaba a caer, pronto, estar fuera no sería aconsejable, ni para ella, ni para nadie. No había previsto nieve, aunque claro, en konoha realmente poco se veía de aquel fenómeno, a diferencia de otras aldeas en las que el frío azotaba inclemente.

Afirmó a las palabras de Rukasu y acto seguido movería sus pies en medio del bosque junto al otro y antes de darse cuenta estarían llegan a una especie de ruina. No parecía ser un lugar concurrido, de hecho, estaba completamente abandonado, así que era perfecto para seguir con el sigilo que se exigía. Entraron y una vez dentro, Rukasu se pondría en marcha para organizar la noche de ambos.

—He estado haciendo eso, así que, si, puedes contar conmigo.— replicó mientras también se quitaba de encima las cosas ninjas que pudiera tener.

Necesitaba poder descansar un rato. Había sido un día largo y sin quererlo, estar a la defensiva, huyendo y buscando al otro siempre suponía una especie de cansancio mental. El tema de la ducha por otro lado no sería necesario, estaba bien y por supuesto en medio de la helada que hacía, mojarse no era buena idea.

—Podrías tomar el baño tu si lo deseas, yo estoy bien por ahora sin ello. Mientras, vigilaré.— comentó tranquila en caso de que el chico quisiera tomar la ducha.

Negó. No hacía falta que hiciera guardia. —Yo me encargaré de eso en unos minutos. No había nadie en un buen rango así que, una barrera debería bastar ¿No crees?— diría mientras se sentaba tranquila y empezaba una especie de meditación. La rubia, por un rato, empezaría a canalizar energía natural y para cuando estuviera lista, llamaría a Katsuyu para formar una barrera que les daría alarma de cualquier peligro. Mientras, Rukasu tenía chance de moverse a su antojo.

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Última modificación: 09-02-2023, 11:04 PM por Rukasu Uchiha.

Tras ver el accionar de la joven rubia, Rukasu pudo relajarse al menos por un rato tras la creación de la barrera. Acto seguido luego de escuchar la negativa por parte de la Senju, una vez que la cabaña estaba lo suficientemente cálida gracias a la chimenea, se pondría de pie y se quitaría la remera y la dejaría colgada en un pequeño gancho en la pared mientras comenzaba a dirigirse hacia el baño.

- Prometo no tardar, si quieres comer en mi mochila encontraras provisiones. 

Comentaría el Uchiha con frialdad mientras cerraba lentamente la puerta del baño para poder disfrutar de una buena ducha para luego irse a descansar y prepararse para unos largos y tensos días que tendría por delante. El agua caía sobre el cuerpo del pelinegro mientras este pensaba la extraña coincidencia y la confianza que Bishamon emanaba, se notaba que era una buena persona, una de fiar haciendo que de momento el joven Uchiha pudiera sacarse por un rato aquella pesada mochila con la que venía cargando hacia ya varios días.

Tras una buena ducha, Rukasu saldría con el torso desnudo para colocarse una camiseta blanca con el logo del Clan Uchiha en su espalda y comenzaría a preparar todo para poder dormir plácidamente, colocando unas leñas mas en la chimenea para mantener el fuego avivado y conservar el calor del ambiente.

Rukasu en efecto parecía ser un buen chico. Era cordial, servicial y hasta atento con la rubia, a quien apenas conocía. No le daba mala espina, de hecho, se sentía bastante bien con él. Ahora mismo era complejo dar con personas como él, o al menos, era complejo dar con ese tipo de personalidades de buenas a primeras. Con el tiempo, claro que era posible, pero había pasado poco tiempo y ya el chico se empezaba a mostrar tranquilo frente a la jounin.

—Te esperaré, también traigo algo de comida. No sé cuanto lleves comiendo lo mismo. Capaz te agrade un poco más lo que logré conseguir.—

Hablaba desde lo que suponía que pasaba con el Uchiha. Estaba todo el tiempo huyendo, escondido, esquivando, yéndose por las ramas, por las sombras, capaz no había tenido la oportunidad de comer tranquilo y claro, la rubia apenas acababa de salir. Tenía en su mochila varias cosas de Konoha y entre ellos, empaques de ramen de Ichiraku que se hacían nada más alentando un poco el envase, mismo que parecía ser una especie de tasa japonesa con la solidez suficiente para calentarse y no dañarse.

Tras poner la barrera y mientras el chico se bañaba, la rubia sacó dos porciones de ramen de puerco y las destapó tras acercarlas a la chimenea. Ahí las dejó para que poco a poco con el calor que emitía aquella fogata se fuera calentando. Le vio salir y le invitaría entonces a comer.

—Tengo ramen, te he calentado uno… puedes comerlo.— estaba en el punto perfecto y claro, sabía de maravilla. —Mientras comemos, podrías contarme un poco que más haremos, porque hasta ahora solo sé que haremos algo para una desconocida.— La mirada de la rubia se afiló sobre el rostro del Uchiha, al mismo tiempo que tomaba su ramen y se sentaba esperando que él hiciera lo mismo, que se sentara frente a ella y pudieran conversar.

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Tomar una buena ducha caliente y resguardarse del frío siempre es una buena opción y más aún si se disfruta de buena compañía. Para sorpresa del Jounin su ahora compañera Bisha, se las había ingeniado para preparar una improvisada cena, Rukasu agradeció el gesto con amabilidad y procedió a vestirse rápidamente para luego sentarse a su lado.

- Eres muy amable... Muchas gracias.

La tormenta en el exterior era potente, y todo aparentaba a que compartirían un buen rato allí juntos. Tras sentarse a su lado ya algo más abrigado, el Uchiha tomó la iniciativa de la conversación y comenzó a hacer preguntas a la rubia sobre su vida.

- Cuéntame un poco sobre ti... ¿Quien eres? Ya sabes, tu historia y todo ese rollo.

Preguntaría Rukasu intentando dejar de lado, al menos por el momento, su lado frío y calculador para intentar ser sociable e interactuar con quien en el futuro se convertiría en su compañera de armas.

Negó. Conocía, gracias a la aldea, el historial y los reportes de Rukasu. Sabía que había estado muchos años por fuera, sus reportes, aunque vagos, eran demasiado buenos y habían ayudado al imperio, quizá con imprecisiones, a hacer su trabajo. No tenía porqué negar amabilidad a quien no había sido del todo hostil con ella. Además, su misión también era apoyarle, y la mejor forma de hacer trabajo en equipo era ganarse su confianza.

—No tienes nada que agradecer, es lo menos que puedo hacer.— comentó mientras empezaba a comer.

—Soy Bishamon Senju, jounin médico de konoha. Hasta ahora, me dedico a dar soporte cuando hace falta y bueno, hacía mucho no me enviaban a este tipo de misiones, así que, algo bueno habré hecho— dijo finalmente con un tono de duda.

La rubia no estaba segura si aquella tarea tenía intenciones de alejarla del todo de la aldea, o si buscaba ser algún tipo de premio. Como fuera, tampoco es que tuviera mucho que decir. Su apellido quizá ya decía demasiado de ella.

—Me dedico a atender pacientes la mayor parte del tiempo y hacer investigaciones de campo con plantas y de todo tipo.— terminó.

—¿Qué hay de ti? Has estado mucho tiempo ausente de la aldea y aunque los reportes han ayudado en tu tarea, siento que… Hay algo más que no dijiste en ellos.— su mirada se puso sobre el otro.

Era un tema complejo. Un par de desconocidos en medio de la nada y en medio de una tormenta, sin idea del otro. Con apenas posibilidades de escapar y lo más complejo, sin saber si estaban o no alienados al imperio.

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Rukasu escuchó con atención las palabras de la joven medica y sin quitar la mirada de sus hermosos ojos azules, sentía como si ya se conocieran desde antes, notando que la Senju era una persona de buena madera, valida la redundancia, sientiendo la sinceridad en sus palabras y en la preocupación sobre la situacion del Uchiha.

- Mira... He estado trabajado en la sombra, recolectando informacion confidencial para aquellos que aun siguen siendo leales a la verdadera Konoha. Y esta misión tiene que ver con ello... ya entenderás el porque de las cosas a su debido tiempo, pero puedes confiar en mi. Y si tu lealtad esta con el imperio, uno de los dos no saldrá con vida de esta habitación aunque... se muy bien que no es así. ¿Cierto?

La charla continuo por un largo rato, intercambiando experiencias y conociendose mutuamente pero la hora de dormir poco a poco se acercaba y el fuego apenas alcanzaba a calentar el ambiente, Rukasu tendió una bolsa de dormir con espacio suficiente para dos personas, lejos de buscar un momento intimo, el Uchiha realizo una sugerencia a la rubia para que ambos pudieran pasar una noche más calida.

- No lo tomes a mal, pero si dormimos ambos en la misma bolsa de dormir podremos darnos calor mutuamente y así descansar mejor que mañana nos espera un largo día. Si quieres puedo hacerte lugar. 

Diría el Uchiha con total naturalidad buscando hacer que la bella Senju se sintiera comoda y accediese a la propuesta, la nevada en el exterior era extrema y debian esperar al amanecer para poder salir de allí sin congelarse en el intento.

El momento en el que el Uchiha había empezado a hablar, la jounin de cabello dorado se dedicó a mirarle, prestaba especial atención a sus movimientos, a sus palabras y como estas parecían contar una historia. “¿Leales a la verdadera Konoha?” Eso parecía ser lo primero que tenía que aclarar. Rukasu, seguro se había quedado con la Konoha de 15 años atrás, la misma que había visto desaparecer a Eifen y que ahora parecía un campo de guerra constante.

Lo demás la tomó por sorpresa. A diferencia de otros, el Uchiha no se había ido por las ramas dejando claro en el primer instante que, a pesar de colaborar como informante para el imperio, sus intereses eran unos completamente diferentes. Así, la rubia supo que estaban del mismo lado. Pero había algo más que destacaba en las palabras del Uchiha. El hecho de haberle dicho eso a una desconocía lo ponía en un ligar bastante delicado. Ella bien podía decirle que si, que era afín con los rebeldes, sin serlo, y esperar que cayera la noche para atacarlo; O también habría podido decir que no empezar en ese momento una batalla campal. ¿Era tan inocente el chico como para dejar eso claro o tenía la capacidad de poder sortear a la rubia sin siquiera conocer sus habilidades? La chica suspiró. Justo antes de bajar su mirada, acomodarse un poco y volver a mirarlo.

—Creo que eso que haces está mal… Digo, no soy imperialista, pero decirle a un desconocido tus afiliaciones podría ponerte en situaciones incómodas. Dando por eso claro, también siento que deberías estar seguro que podrías ganarle en un combate a la persona que se lo dices. Hay técnicas de extracción de información que seguro conoces y no sé si tus resguardos estén deshabitados como para que no vayan a revisarlos y no dar con nadie...—

Simplemente le daba una lección. El jounin era ninja y entre tantas cosas, se les enseñaba a ser demasiado cautelosos, a no desconfiar de nadie. ¿Por qué lo había hecho con ella?¿Acaso no representaba la suficiente amenaza como para tener cuidado?

—Espero eso no haya sido un intento por demostrar tu supremacía, Rukasu, no soy una mujer que puedas tomar a la ligera.— sentenció evidentemente incómoda, por que el tema le ponía los nervios de punta. —Como dije antes, tienes suerte de que yo no sea imperialista, sino, el lío pudo haber sido complejo. Por mi parte, si, suelo salir a ayudar rebeldes en sus bases, a brindarles tratamiento médico.— terminó.

Luego de eso, la conversación tomaría el rumbo normal. Una especie de confianza empezaría a tejerse dado que ambos estaban del mismo lado pero entonces, el tiempo pasó hasta que se les hizo el momento de dormir. La bolsa del pelinegro parecía ser amplia y suficiente para dos por lo que invitó a la rubia a dormir con él para pasarse calor.

—Bueno, esa bolsa se ve precisamente cálida, pero no, señor Uchiha, también tengo mi bolsa.— comentó mientras empezó a buscar en su mochila una especie de pergamino del que sacaría las cosas para dormir y entre ellas, una bolsa igual a la del Uchiha. Le guiñaría el ojo y empezaría a organizar todo para dormir.

Hablo - Pienso - Narro

La noche poco a poco llegaba a su fin mientras ambos shinobis disfrutaban de una charla en aquella cabaña donde pasarían la noche de forma improvisada. La joven rubia se encargaría de darle sermones a Rukasu quien manteniendo su rostro carente de expresión la escucharía y prestaría atención esperando a que finalice para proceder a contestar. El pelinegro mantuvo el silencio unos instantes mientras miraba hacia el techo elaborando su respuesta y buscando las palabras adecuadas para dar a entender su idea y que bisha pudiera lograr ponerse en su lugar.

- Jamas te tomaría a la ligera... he pasado por tantos momentos tensos, he estado al limite mas tiempo de mi vida del que no lo he estado, he perdido a grandes amigos en batalla pero si algo me ha enseñado vivir todos estos años escondido entre la mierda de las sombras, es saber en quien confiar y en quien no y tus ojos bisha no irradian odio ni maldad... no debes preocuparte por eso, estará todo bien. 

Respondería el Uchiha con total humildad dejando nuevamente en claro su bajo perfil y su filosofía de vida. La conversación seguiría por escasos minutos y luego ambos shinobis se irían a descansar para al otro día, sin saberlo, comenzarían a escribir un nuevo capitulo en sus vidas, empezando un camino que los uniría como compañeros por dios quiera un largo tiempo.

To be continued...

Este tema ha sido cerrado.