[Coliseo] Sazaki VS Nagi
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Arena
 
El día era algo común en el coliseo, la gente exigía sangre y lucha en aquel lugar donde se mostraban las habilidades de los shinobis. ¿Por qué se encontraba en este lugar alguien como Sazaki? El imperial hace tiempo había tomado la responsabilidad de custodiar a una pequeña, pero no cualquier pequeña; sino, de una niña la cuál buscaba ser la Nidai Raijin en un futuro para traer la verdadera paz y tranquilidad a Kumogakure. ¿Es que Sazaki estaba listo para defender a alguien con ese propósito? Eso era lo que venía a comprobar a este lugar, pues se decía que la gente más fuerte y temida visitaba constantemente este lugar.
 
La multitud continuaba aclamando el siguiente encuentro, entre gritos y molestias exigían la continuidad del evento, pero la pelea anterior fue tan dura que aún hacían los preparativos para optimizar el siguiente enfrentamiento. No faltaba quien desde las trifulcas lanzaba sake a la arena. Por fin la voz del maestro de ceremonias se alzó en toda la arena. — ¡Muy bien! Dará inicio el vigésimo primer encuentro del día. — La multitud estalló debido a la espera. — Participando por primera vez en el coliseo; un ninja desconocido, proveniente de las lejanas tierras de Kunogakure. Con un peso de 139 libras y una estatura de 170 centímetros, conocido en cualquier bar o taberna del rayo como Aoi Ōkami (lobo azul), démosle la bienvenida a…. ¡Sazaki Ryō! — La gente grito eufórica una vez más, el Tajuken salió de las entrañas de la arena, el reflejo del fortísimo sol del desierto hicieron un destello en los mangos de sus 6 Shirasayas posadas en su cadera.
 
Desconocido para cualquier presente, no tenía grandes hazañas, batallas, o historias que contar; sin embargo, la gente rápidamente comenzaba a especular sobre el muchacho, los pocos que conocían aquel estilo Tajuken sabían que podría ser una batalla interesante, el que portará un total de 6 Shirasayas era indicio que no se trataba de un novato con su estilo de pelea, Sazaki vio y analizo rápidamente el terreno de combate. <Todo es agua.> O por lo menos la mayoría, seguido de esto el maestro de ceremonias continuo. — Enfrentando a un conocido rival, alguien de habilidades y rostro conocido, temido por algunos ninjas del coliseo y del mundo. Proveniente de las sagradas tierras del Agua. Con un peso de 142 libras y una altura de 176 centímetros, conocido como el monstruo de Kirigakure, démosle la bienvenida a…. ¡Nagi Yuki! — La gente reconoció rápidamente el nombre agitándose aún más que con la presentación anterior, incluso algunos saltaban en sus asientos y coreaban el nombre del Yuki. — ¡Alegrémonos y disfrutemos del combate! ¡Pues veremos de primera mano una pelea entre dos ninjas provenientes de los dos imperios más fuertes de mundo! — Sazaki no dijo palabra alguna; a cambio, espero la aparición de su oponente. No sería una pelea fácil, lo intuía con la sola presentación que le había dado el maestro de ceremonias. Llevando ambas manos al mango de sus Shirasayas, sin desenfundar ninguna, aunque listo para ello en cualquier momento. — Nagi Yuki….. El monstruo, es la primera vez que escucho ese nombre. — Fue todo lo que dijo Sazaki, no era de muchas palabras.
 
Stats
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Vaya, con que hay más de un coliseo en el mundo. Esto sí que es una sorpresa. — En una de sus aventuras, Nagi conoció un lugar conocido del País del Agua en donde se desarrollaban combates de manera pública. Iban muchos espectadores a deleitarse con las habilidades de los peleadores e incluso a apostar. El Yuki incluso se hizo con el título de aquel lugar luego de un combate realmente fiero. Sin embargo, después de haber defendido una vez su cinturón, lo abandonó y nunca más volvió a ir.

Hace muy poco escuchó sobre uno que estaba en territorios del País del Viento y que su reputación era inmensa. En muy poco tiempo se hizo famoso a lo largo y ancho de todo el mundo. Obviamente llamó su atención. El principal método de entretención de Nagi era pelear, enfrentarse a individuos de distintas habilidades y ponerse a prueba. Matar y tal no le interesan, él solo quiere emocionarse y sentir esa adrenalina tan especial que solo una pelea puede darle.

No se quejó del largo viaje que tuvo que hacer. El clima del otro país no era su favorito, pero se animaba pensando que era el precio a pagar por lo emocionante que estaba por vivir. Una vez llegó al tan famoso coliseo, apreció que había más público, más combates y la arena no era tan simple. Todo llamó su atención, pero él también resaltó ante el resto. Algunos civiles lo reconocieron, pues lo vieron combatir en el País del Agua. El rumor de la aparición de un gran peleador corrió rápido entre la multitud, pero el Yuki no le dio demasiada importancia. Simplemente buscó dónde inscribirse y luego buscó un sitio tranquilo en el cual poder ver las peleas que sucedían antes que la suya.

No pasó demasiado tiempo hasta que un trabajador le comunicó que ya estaba por llegar su turno. Por fuera se le notaba tranquilo, alegre, pero en paz. Por dentro cambiaba un poco. Sentía mucha emoción, adrenalina, pasión. Quería que su oponente fuera fuerte. Si esta condición se cumplía, le daba igual incluso perder. El resultado jamás le era lo más relevante.

El primero en ingresar fue el oriundo de Kumogakure. No sabía nada de él, solo lo que dijo el presentador, lo cual no era mucho. ¿Cómo sería presentado Nagi? Tal como creyó, el rumor de su presencia se expandió y muchos lo reconocieron. Aparentemente, esto de los coliseos y las apuestas pertenecían a un mundo mucho más grande del que imaginó. Incluso, antes de dirigirse a la arena, se le entregaron ciertas condiciones que debía cumplir al momento de combatir. Por eso es que el terreno de combate no era tan simple como simple cemento.

No necesitas saber mi nombre, ¿no crees? Nuestras espadas son las que nos presentarán con el otro. — Le respondió. Pudo ver en su cintura que él también era usuario de herramientas. Nagi portaba en la cintura su katana, mientras que en la espalda tenía envainadas dos Wakizashis. Como ya se había prometido en el pasado, no usaría otra clase de armas. Kunais, bombas de humo, etcétera, todo eso lo tenía vetado. Quizás con ellas tendría más ventajas, pero como se dijo antes, el ganar no es que le importa. Solo quiere divertirse, y de esa forma lo hará más.

Al igual como lo hizo su oponente, la mano diestra del Yuki también se posó en la empuñadura de su Katana, amenazando con saltar al ataque apenas se dé la señal de comenzar el combate. No apartó la vista de Sazaki y el público guardó silencio. Todos esperaban que el árbitro hable. Y lo hizo. — ¡Comiencen!

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Su rival por fin salió a la luz retrocediendo un poco con su salida (K21) para estar a unos metros de el sujeto, vio en la cadera del Yuki una katana esto le dio cierto alivio, pues casi siempre los ninjas centrados en el manejo de armas tenían un estatus de “honorabilidad” en sus batallas y al no estar exponiendo la vida como lo sería en el campo de batalla no sería necesario de artilugios o trampas y grandes estrategias para salir victorioso; después de todo, el deseo de Sazaki era evaluar sus capacidades. El corazón del lobo azul comenzó a bombear sangre más rápido y cada vez más rápido al intuir el inicio del combate. Las palabras respuestas por el monstruo despejaron los malos y buenos pensamientos pues con una simple oración demostró darle valor a aquella “honorabilidad” antes mencionada por los ninjas centrados en el uso de armas.
 
Las manos de ambos ninjas amenazaban con desenvainar en cualquier momento, la respiración de Sazaki comenzó a tranquilizarse intentando bajar las pulsaciones y centrarse únicamente en su rival. Los presentes, el país, el clima, el estatus, el resultado, todo esto dejaba de importar en aquellos momentos. Para un ninja solo importan los instantes antes de la batalla, pues es donde gozan de verdadera paz y tranquilidad por última vez. — ¡Comiencen! — Tan rápido como escuchó las palabras del maestro de ceremonias. El lobo azul del rayo lanzó al cielo sus Shirasayas para ser acomodadas. Dos de ellas eran sujetadas con normalidad en sus manos; mientras, una era sujeta flexionando la rodilla derecha, otra se encontraba en el pliegue entre el muslo y la cadera aprovechando la postura de la rodilla anteriormente mencionada, una más en la boca y una última sujetada flexionando su codo izquierdo dando un total de 6 Shirasayas; tal vez, una postura nunca antes vista por el Yuki.
 
Tras dos segundos de concentración la Shirasaya sujetada por su diestra comenzó a emanar rayos azulados a lo largo del filo, al principio eran algo inconsistentes pero pasados los dos segundos se estabilizaron dando un filo completamente cubierto por los rayos. Sin aviso alguno lanzó aquella Shirasaya imbuida en Raiton hacia su rival, la velocidad que tomo el arma a ser arrojada fue descomunal (+10 Destreza) buscando clavarse en el abdomen bajo del ninja de la niebla.
Bunkai
Hachi-no-yō-ni-sasu

 
El combate inicio y el gentío lo celebro con un alarido, el lobo azul utilizó su movimiento anterior como simple distracción pues aún no confiaba en su velocidad y aquellas inseguridades hicieron que lanzase el arma para dar un par de zancadas intentando recortar distancias con el Yuki entre giros y acrobacias. Una vez a su alcancé Sazaki buscaría hacer cuatro cortes casi simultáneos a las extremidades del monstruo demostrando un manejo de armas descomunal (+10 Destreza) para terminar por agacharse y catapultar a su enemigo con una patada, de tener éxito el chico se estamparía contra la barrera de chakra retrocediendo 15 metros y Sazaki quedaría posicinado dónde antes estaba el Yuki (Ñ21)
Kurēn Rendan


Sazaki tardó un poco más en recolocar de nueva cuenta sus Shirasayas; además, en caso de estar al alcance de la Shirasaya anteriormente lanzada la tomaría de nueva cuenta para añadirla a su postura.

Gastos y stas

Reglamento y Mapa

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Un ligero suspiro escapó de sus labios mientras aquella entretenida sonrisa no desaparecía ni un segundo de su rostro. Mientras su oponente realizaba lo que parecía ser una danza con sus armas, Nagi prefirió ser un espectador más en vez de aprovechar esa leve fracción de tiempo para pasar a la ofensiva. Quería ver primero qué tenía para ofrecer aquel lobo. Como ya se dijo antes, el Yuki no piensa en intentar ganar lo más rápido posible. Él desea divertirse y, si no ve la fuerza completa de su rival, no valdrá la pena.

Buen movimiento. — Comentó emocionado, pues aquello le daba a entender que el estilo de Ryo era muy excéntrico. Aquel muchacho se quedó quieto un momento, pero incluso así Nagi se mantuvo esperando solo con la diestra en la empuñadura de su Katana. Recién cuando vea el primer movimiento rival, reaccionaría. Lo que hizo el oriundo de Kumogakure fue arrojar una de sus peculiares espadas. La defensa del Yuki no se hizo esperar. La mano libre, la zurda, realizó un leve movimiento apuntando hacia el frente, provocando que al instante una corriente de aire cortante intente detener el arma, pero no fue capaz del todo. El filo siguió su camino, pero apenas le hizo un leve rasguño en la mejilla, del cual salió una gota de sangre.

No pareciera que busca cortar, sino destruir, despedazar. Qué divertido. — Ninguno de los dos se quedó de brazos cruzados luego del primer paso. En todo caso, Nagi siguió en su sitio, casi como si estuviera diciendo que jugará a la defensiva. Ryo peleará al corto rango con Nagi? Así es como debe ser, sin duda un oponente con el cual podrá divertirse y a la vez entretener al público presente que los ve, el cual ya se encuentra gritando emocionado por ver que el espectáculo ya había dado inicio.

Eso sí, el mantener los pies fijos en el suelo no significa que no haría nada. El hecho de que su técnica de viento no necesitara sellos permitió que al instante luego de defenderse, su Katana fuera desenvainada. Su plan era un poco suicida, pero así era más divertido. — Tú me cortas, yo me corto. Veamos quién es más salvaje en este combate. — Sí, Nagi no pensaba esquivar ni bloquear los cortes de su oponente, sino que recibirlos al mismo tiempo que él impactaba los suyos.

El movimiento del de Kirigakure era más rápido, lo cual era una buena señal para el futuro, pero debido a que fue Ryo quien inició primero a atacar, podríamos decir que el momento de impacto de los cortes era casi simultáneo. Mientras que el lobo buscaba las extremidades del monstruo, este último buscó dar los tajos en ambos hombros y en el pecho.

Tras la patada, Nagi salió volando unos cuantos metros, pero al caer, este iría al agua, abandonando la plataforma sólida. El combate era uno acuático y el público deseaba verlo. Los dos participantes no podían hacerlos esperar. Ahora el Yuki estaría en R22, pero cinco metros bajo el agua, esperando a su oponente. Además, este momento también le permitía tomarse un leve respiro. Los cortes sufridos no eran cualquier cosa y, probablemente, en cuestión de poco tiempo iría a peor. El dolor se hizo presente de inmediato. Claro está, su oponente tampoco está limpio. 

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