Aguas subterráneas [+18]
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2 de abril 15 D.Y



Saito al fin había llegado a Iwagakure no sato el día de ayer, su hotel quedaba en el nivel intermedio de la aldea por lo tanto viajar al piso superior o inferior era mas sencillo. Quizás el cambio de horario, el viaje pesado o la cadencia de sol haría que el joven Onmyoji despertara temprano el dia de hoy y aunque se había duchado el día de ayer durante su camino al hotel se fue entregado un panfleto sobre "las aguas termales subterráneas"  y tras leerla antes de dormir se le antojaba visitarlas.

Mi primer dia fuera de casa... se siente vacio-el muchacho al fin se levanto de su cama y paso al baño a vaciar el tanque, luego se lavo la cara y se cepillo. Era la primera vez que se paseaba por la casa en ropa interior y la verdad tenia algo de frio, pero con un desayuno sencillo ya era hora de ponerse ropa.

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El joven opto por una ropa sencilla, no quería llamar mucho la atención del lugar y ya que iba a bañarse no quería pasar media hora simplemente desvistiéndose. Su look solo seria una camiseta negra oculta por un suéter sin cierre azul marino y un "calentador" (ajam, mono) también negro. Lo curioso es que Saito normalmente no usa sus sandalias ninja pero en esta ocasión lo haría, pues, temía ensuciar sus deportivas con fango en el camino... uno nunca sabe.

Dejo organizada la cama y tras tomar su cartera y llaves se marcho. Apenas salir, el muchacho comenzó a curiosear aquella exótica aldea, ¿que les puedo decir? hongos como luz natural era algo interesante, el olor que desprendía la tierra era agradable y la música que algunos callejones desprendía eran pegajosas.  Su gente se veía tranquila, cada quien ocupado en lo suyo y para sorpresa de Saito el numero de espíritus era mínimo.

Quizás aquí la gente no muere arrepentida-el muchacho ya se encontraba el el nivel inferior, que el panfleto tuviera un mapa detrás le fue de gran utilidad. Al final llegó sin mucho ajetreo y se acercó a la recepción para pedir su toalla.

Lo lamento, el baño de hombres ha sido reservado el día de hoy para una junta empresarial. Le sugiero entrar a los baños mixtos, poca gente los usa-si, para mala suerte del muchacho las aguas termales masculinas estaban reservadas por que solo le quedaba las mixtas y si ya de por si no era amante a las termas normales las mixtas sonaban mucho mas vergonzosas.

Bueno, ya que. No quiero simplemente irme y venir otro día-Saito pagó su entrada y pasó a los vestidores para despojarse de su ropa y quedarse únicamente con una toalla que cubría su cintura, para su suerte no había mas nadie adentro asi que simplmente pasó a sumergirse en la calidez del agua.

Vaya... que rico...
Narro-Pienso-Hablo

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Era una tarde tranquila en la aldea de la roca, el sol brillaba como nunca, las nubes estaban ausentes en ese cielo azul y enorme que se divisaba por sobre el roquerio, la piel se enriquecía de vitamina D, era un día perfecto y la protagonista de nuestra narrativa estaba ahí, disfrutando de una tarde de ensueños, una ida a comprar helados a la tienda, revistas en una bolsa y plantas venenosas y hongos mortíferos en la otra, alegre y radiante con ese traje semi-trasparente de color rojo fuerte, con esa tela de Cambray de Lino importado de las tierras lejanas de Sunagakure no Sato, adornadas con Hilo de Seda dorado en diversos patrones florales a lo largo de la vestimenta, el crop top estaba adornado por joyería dorada y algunos encajes negros, al igual que sus pantaletas y las mangas y pantis del mismo material y misma ejecución, decorado todo a conjunto, traía unas sandalias de madera negras y cinta roja, en su cabello un lindo toque de pluma roja, Muki estaba despampanante por las calles de la aldea, llegando por fin a su destino final. Tras un largo y extenuante día de compras, siempre es bueno un buen baño para sacarse el sudor y la suciedad de las calles, su destino, las aguas termales.

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El interior de las aguas eran bastante bellas, ubicadas en el sector subterráneo de la aldea con una iluminación peculiar, era imposible no encantarse de un lugar como esto, y más aún si podía ahorrarse algo de guita en esto, pues, un descuento generoso siempre se daba a aquellas mujeres que decidían ir al baño mixto en vez de las tinajas para mujeres – jaja es una ganga, nunca nadie entra ahí y tengo siempre el baño para mi sola – decía mientras se reía de camino a las aguas termales, y, aunque hubiese alguien ahí, no temía mostrar un poco de carne a quien estuviese presente, siempre podría echar unas risas con eso. Lo único que deseaba es que no hubiese montones de personas y otras muchachas que, en tal caso, si le incomodaría, pues el sabor y el placer de una piel bien cuidada suele ser más atractivo para un baño que el cuerpo sudado de algún constructor de minas.

Al ingresar por fin a su tan esperado baño, Muki aun vestía su ropaje, solía ser de las personas que preferían desvestirse fuera del camerino, ¿porque? Simplemente porque le daba frio hacerlo ahí, prefería desvestirse en el ambiente húmedo y caluroso de las aguas termales, además podría ver que su ropa no se la valla a robar algún ratero de Iwagakure. Al llegar frente a las aguas noto a un joven, algo musculoso, blanco, pero levemente bronceado, no pudo distinguir a primera vista el color de sus ojos, pero si diviso algunas marcas de cicatrices por el cuerpo, estaba bañándose en la bañera, Muki simplemente, sin apartar la mirada de él, empezó a quitarse la ropa a un costado de una pila de baldes de bambú, esperando que, si se veía algo, no fuese mucho, la joven entre risas dijo a voz alta – oniiichaaan, dime dime, ¿está muy caliente el agua?
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Última modificación: 05-05-2023, 07:40 PM por Saito Yamamoto.
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Estar en aquellas aguas termales le recordó a Saito cuando era pequeño, aquellos cortes en ambos brazos, espalda, pecho, piernas y vientre fueron hechas por otros niños ¿que? ¿de que se sorprenden? Usar kunais es una de las primeras cosas que la academia enseña y con prodigios usando Tantõs normal que mas de uno acabara con heridas.

Saito en especial, pues, su hermana Aiko era una facil presa de Bulling y por ello Saito siempre se peleaba para protegerla. De hecho la del vientre fue hecha por un hombre que la intentó secuestrar una vez, Saito intentó detenerlo y acabó apuñalado.

Suena loco, pero Saito extrañaba esos dias, cuando estaba siempre con su hermana y ella lo necesitaba. Ahora Aiko era mas fuerte que él y suele perderse, siempre con una excusa que la madre de ambos respalda pero que el instinto de Saito como gemelo simplemente le grita que no es nada bueno.

Aunque bueno, él también ha cometido sus errores y los oculta de ellas-¿En que momento cambiamos?-su mente comenzó a viajar en un oceano de recuerdos. Estaba tan concentrado que no escuchó la puerta abrir y lo que lo sacó de su trance fueron aquellas palabras.

Aiko, solo entra está...-su mente recordó que estaba en Iwa y que Aiko no se bañaba con él hace mas de 10 años. Su vista rápidamente buscó el origen de esas palabras, Saito esperaba ver el espíritu de una chica que por X o Y razón fue asesinada en aquellas termas pero no fue así, en vez de ver un espíritu logró divisar entre el vapor el voluptuoso cuerpo de una joven morena que se desvestía ante él.
Como adolescente, hombre y de envidiable salud, su cuerpo reaccionó ante aquella bella vista. Para suerte de Saito aquella reacción física no sería vista por la contraria gracias al efecto visual de estar debajo de un agua turbulenta y bueno, la distancia también fue de ayuda.
Saito quedó embobado viendo como aquella mujer de largo cabello negro como la noche y hecha de azucar morena dejaba su piel a la vista del joven y gracias al poder del Anime, tanto los botes de bambu y el vapor lograron censurar sus zonas mas eroticas.
El corazón de Saito era un como fuerte tambor que lo ayudó a desviar su mirada. El Onmyõji se concentró en un punto fijo y usando su habilidad shinobi logró relajar todos, si, todos, sus musculos para recuperar también su pulso cardiaco.
Creo que ambos nos confundimos de persona-mencionó tranquilo, pues, esperaba que aquella pregunta haya sido por confunsión y no por la necesidad de hacerle una trampa (obvio era la segunda y cayó redondo)-El agua está muy buena. Te sugiero entrar. No te preocupes yo ya casi acabo-tal vez era mentira eso ultimo pero no queria que aquella incomoda situación pasara a mayores. Por ahora el muchacho no podia dejar de pensar en esas piernas y senos que relucian con la luz artificial. 
Supongo que tuve suerte. Pudo ser una ancianita. Aunque... ¿por que se devistio aquí dentro? Mierda me quedé tan embobado en sus atributos que apenas le preste atención a lo que llevaba puesto...
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Oh papi, puedo ser lo que tú quieras – dijo mientras se deslizaba las patines de su pierna derecha, Muki no sabía que o quien era esa tal Aiko o como sea que le dijo… Aiko… ¿no será Akio-kun? sin embargo para ella era usual responder de esta manera cuando alguien le confunde de nombre o le trata de alguna manera extraña, no era algo fuera de lo habitual, simplemente era su manera de actuar – al menos yo no me he confundido cariño, solo estoy intentando amenizar el ambiente… solo espera a que termine de desvestirme y entrare contigo – dijo entre risas mientras continuaba desvistiéndose poco a poco.

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Una vez acabo de vestirse, tomo una botella de alcohol y unos hongos que un amigo le había entregado, una especialidad en Iwagakure, se metió lentamente al agua mientras tapaba su frontis con una toalla blanca y dijo suspicazmente – oh cariño, perdón si te hago acabar pronto, pero la compañía es buena y podrías acabar otra vez… tu baño – dijo sonriendo y ladeando la cabeza de manera burlesca mientras soltaba unas risitas entre dientes.

Los hongos de Akio eran de hecho, una especie alucinógena que le había entregado para ver si podría utilizarlos en sus marionetas venenosas, sin embargo… la muchacha encontró un uso mucho mejor para ellos. Sus ropas y pergaminos los puso en uno de los tarros de bambú y los dejo flotar en el agua, así cuando terminase, la ropa estaría caliente y, como vivía relativamente cerca de su hogar, no le preocupaba mucho si se humedecía la ropa… de hecho, esperaba un poco eso.

No te había visto antes por acá, ¿eres amigo de Akio-kun? Lo conocí hace unos días en el festival, es un muchacho guapo y bien simpático – dijo entre risotadas, recordando el bochorno que le hizo pasar frente a la multitud.
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Las picaras palabras de aquella mujer enserio llamaban la atención del muchacho, además de Harley modo ebria, ninguna mujer lo ha seducido con palabras picantes y es ese nuevo sentimiento curioso lo que activaba su necesidad de estar nervioso o ansioso. Pero tampoco era la primera mujer de la cual sentía un pecho reboloteante o garganta enredada así que mantener la calma era mas sencillo.

Se podría decir que yo poseo la misma habilidad-el henge no jutsu es una técnica muy usada y para bien o para mal, casi siempre para fines eroticos.

La picara morena confesó entre risas que no se habia equivocado de persona, su intención era crear un ambiente, tal vez por la costumbre que ya poseía al compartir baño con un desconocido. Saito miró de nuevo a la joven, esta se acercaba con varias cosas en mano, entre ellas, una botella de sake, hongos venenosos y ¿su ropa?

Saito mencionó que ya estaba acabando su baño, oportunidad perfecta para decir una frase doble sentido y claro, la morena no la desaprovechó por lo cual Saito buffó al intentar evitar una risotada y mientras sonreia abiertamente miró a la joven con un aire de superioridad.

Eres una señorita muy vulgar. Pero me parece bien, alargaré mi baño para apreciar tu compañia y quien sabe ¿acabar juntos?-si ya que chorizo, tocaba jugar en el mismo campo que ella, Saito no era un angelito al final de cuentas por lo que podía intentar mantener los chistesitos a la par.

La ropa de la muchacha acabó en un tarro de bambú solo para que pudieran navegar las calidas aguas ¿con que fin? Era completamente desconocido para Saito... Volviendo a la charla con la morena, esta aclaró nunca haber visto a Saito y preguntó si era conocido de un tal Akio. Las risotadas que soltaba hizo que Saito recordará a Harley y con aquella botella en mano podia ser que la similitud fuera causante por el mismo efecto: ebriedad.

Debe ser eso. Está bajo el efecto del alcohol. Una pena, creí que al fin una chica viva se fijaba en mi-el chico suspiró ¿por que las bonitas estaban locas? Bueno... Al menos esta no planeaba matarlo... Creo. 

No conozco a esa persona. Dije Aiko, el nombre de mi hermana... Por eso te confundi, por las palabras que usaste-mencionó mirando aquel "barquito" con ropa-Pero fue idiota de mi parte. Ella no se encuentra aquí-su mirada regresó a la femenina, ahora que la tenia tan cerca podía observar esos ojos purpuras que le recordaba a su hermana y esa cara infantil pero hermosa que le traia a Akami a la mente.

Soy Saito. Vengo de Kirigakure, esto en este País por vacaciones-volvió a quitar su mirada y cerró sua ojos para suspirar-Ya me hacian falta para ser sincero-confesó y miró de reojo a la morena-Ahora te toca presentarte y servirme un trago. Si me voy a quedar aquí necesito distraerme
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Última modificación: 08-05-2023, 06:27 PM por Muki Chikamatsu.
¿Vulgar? Esa es una palabra muy fea – dijo mientras le servía una copa de alcohol al joven Saito – prefiero la palabra “extrovertida” – mientras se acercaba a un costado del joven kiriense, le dio su copa y se sirvió a si misma otra copa, luego de eso, le sonrió de oreja a oreja – cariño, yo soy Muki Chikamatsu, un placer – ladeando la cabeza de manera coqueta, juguetona y bastante simpática.

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Si, tal vez Muki no era la mujer más cuerda del mundo, era bastante atrevida y extrovertida, era coqueta y divertida, pero no tenía malas intenciones, simplemente le gustaba ver nerviosa a la gente ante actitudes que para ella podrían parecer normales, es por esto que muchas veces se ganó malos momentos con viejos verdes que se propasaban sin más, pero, en situaciones como esta, simplemente decía – ya quiero ver que me hagas acabar… este baño – dijo guiñándole un ojo, mientras se reía a carcajadas.

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Tras beber junto al joven, Muki dejo su copa y la botella a un costado de las termas, luego, de entre su ropa, una de sus kunais voló a su mano gracias a uno de los hilos de chakra de la muchacha, mientras que, con la otra mano, sostenía los hongos alucinógenos que Akio le había dado previamente, esta empezó a rebanarlos y posarlos en una tapa de bambú que flotaba sobre las aguas termales – y dime, ¿qué te hizo pensar en que Iwagakure sería un buen lugar para vacacionar? Ósea, si, en la antigüedad habían playas y demás cosas, pero hoy en día es bastante feo el lugar, casi es un pueblo minero lleno de cavernas y malandrines, no es como la costa norte, allá es bastante más bello, al menos tienen mar – dijo, mientras seguía picando, pero luego se detuvo un segundo y lo miro a los ojos – oh, pero como dicen, la gente de la playa va de vacaciones al monte – entre risas coquetas mientras se acercaba un poco de hongo alucinógeno a la boca desde el mismo filo de la kunai y ofrecía con la otra mano lo que ya había picado al joven – ¿quieres?
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Última modificación: 09-05-2023, 12:52 PM por Saito Yamamoto.
Ante la etiqueta que Saito le colocó, la morena reaccionó de forma relajada sin perder su aire coqueto. Saito solo sonrió, pues le parecia comico usar la palabra extrovertida como excusa ante tal personalidad que reflejaba abiertamente.

El muchacho tomó la copa y miró a su ahora acompañante, su nombre era Muki Chikamatsu y la sonrisa que regalaba era contagiosa-El placer es mío-tras esas vagas palabras el Onmyõji pasó a beber aquel licor aunque casi lo escupe al escuchar la broma de la morena como respuesta a la broma de Saito.

*cof* *cof* ¡No digas esas cosas cuando bebo!-Saito estaba ligeramente sonrojado, su mente muy rápido creaba una película de lo que ella pedía pero con cerrar sus ojos y concentrarse pudo "eliminarla"

Vaya risa...-Muki se reia a carcajada y aunque era un poco molesto, también era ¿lindo? Es raro decirlo pero si, tenía su encanto. Luego con copas vacias y en el suelo, Saito divisó como un kunai de pronto salia del "barco" a la mano de la morena. El entrenamiento ninja de Saito se disparó por lo que el muchacho se alejó de la morena y con una mano embuida en chakra apuntaba a la mujer.
Chakra no Mesu

No vas a matarme-la mirada del muchacho era decidida pero luego notó que en la otra mano Muki sostenia los hongos, por lo tanto el kunai no era para un ataque sorpresa sino para ¿cortar los hongos? Eso tampoco tenia mucho sentido.

Aún así, Saito desactivó su técnica y miró a Muki apenado por su acción-Lo lamento. Soy shinobi de la niebla y que poseas un kunai en las termas me alarmó. En verdad pido disculpas-Saito realizó una reverencia para disculparse, ahora ambos sabian que el otro era un ninja, al fin y al cabo un civil no puede poseer un kunai legalmente.

Muki pasó a cortar los hongos, antes de que el muchacho pudiera decir algo la morena realizó una muy valida pregunta mientras menospreciaba su pais. Saito iba a responder pero luego Muki aclaró que la gente de playa va al monte y eso hizo reir al Onmyõji, pues tenia razón.

Si, vengo de una isla, visitar la playa es algo facil en mi País. Por otro lado, vine en busqueda de un amigo, pero no he logrado localizarlo. Tal vez mi teoria siempre fue cierta y él es un renegado. Pero ya no importa-explicó y miró la ofrenda fe la morena, levantando una ceja mientras la rechazaba-Tal vez sea extranjero pero conozco de hongos y esos no se comen-como ninja medico Saito poseia un nivel decente de conocimiento sobre hongos, plantas, flores, etc con capacidades venenosas o medicinales y esos hongos claramente parecian de la primera categoria.

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Narro-Pienso-Hablo

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Ante la reacción del joven shinobi, Muki solo se detuvo un instante y observo de reojo al joven guerrero, pero continúo mostrando que sus intenciones no eran bélicas.

Sonriendo, esta le miraba de reojo constantemente mientras volvía a prestar atención a su seta endiablada, le corto un par de sectores por debajo de esta y libero de ciertas pelusas, jugo con la punta de esta y empezó a hablar – sabes, yo también soy shinobi, pensé que lo deducirías al decir mi nombre… al final y al cabo, somos de las antiguas tierras de Sunagakure y actualmente mi pueblo se encuentra disperso por el mundo. Yo en particular decidí venir a estas tierras que para muchos pueden parecer inhóspitas, pero para mí, es la mejor fuente de calor y vitamina D que podría tener – sonriendo, la muchacha saco su lengua y lengüeteo la punta de aquella grande y larga seta – no conozco tus tierras, pero me dan algo de curiosidad, como un país al que iría de vacaciones o para turistear – se rio mientras cerraba los ojos cariñosamente – no me tomo vacaciones muy a menudo, de hecho, la última vez que fui al mar fue para una misión en un país no tan lejano, debí haberme tomado un par de días y broncearme en el mar, o al menos haber nadado un poco antes de tomar el tren, pero no, heme acá disfrutando de estos hongos y sin compañía – arqueo las cejas y sonrió desafiantemente – ¿sabes algo? Mi clan se especializa en venenos, se cuándo una seta es venenosa y cuando no lo es, y veo que tú también sabes algo. Esta seta del país de la roca no es mortal, su veneno se encuentra por debajo de la corona, y si le quitas el suficiente, los efectos que puede llegar a producir son bastante “estimulantes.”

Tras esto, su lengua jugo con la punta de la seta, y luego, lentamente, entro por su boca junto con su dedo, el cual, al salir luego de un sensual movimiento, dio paso a que la muchacha digiriera fácilmente aquella bella y gran seta larga con propiedades alucinógenas.

El ambiente se empezaba a ver más vivo, pero, levemente, simplemente se sentía mejor el calor, los colores eran más intensos y su cuerpo reaccionaba levemente mejor a los estímulos sensoriales… estaba extasiada con el baño y el alcohol en su boca, se estaba empezando a relajar.
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El cuerpo de Saito reaccionó ante la primera señal de peligro pero Muki no se inmutó y siguió con lo suyo, posiblemente para dejar claro que no tenia otra intención oculta, Saito acabó disculpandose y la morena simplemente sonrió y lo miró de reojo mientras cortaba al hongo ¿era quizás un mensaje?

Saito acabó regresando a su sitio para escuchar como Muki revelaba ser kunoichi apesar de que su clan era de la ahora extinta Sunagakure. Al parecer estar en Iwa fue decisión suya, pues, tenia una fuente de calor y vitamina D, siendo este ultimo dato lo que dejó extrañado a Saito.

Solo soy Chunin, por eso no conozco los clanes de las otras aldeas...-mientras hablaba Saito le tocó cerrar la boca, Muki comenzó a lamer aquel hongo de forma emm... Pues.. ¿apasionada? Si, pongamos es palabra. Llevando la mente de Saito a esos libros de adultos que leyó alguna vez. 

El chico trago saliva mientras su pecho se apretaba un poco. La morena declaró que hace mucho que no tomaba vacaciones de verdad y en el trayecto que decia eso colocó un anzuelo al mencionar que andaba comiendo hongos sola.

Quizás puedamos salir un dia-
murmuró sin querer queriendo para mirar la botella y decidir servirse un vaso. Muki ahora explicaba la especialización de su clan y las propiedades de aquellos hongos.

Lo siguiente que Saito veia era el como la morena lamia, chupaba y tragaba el hongo sin morderlo... Si, suena mal pero así pasó y tranquilo buen lector a el Onmyõji también se le despertó el pajaro.

Para no pensar en lo que acababa de ver pasó a beber su trago y servir otro para también consumirlo. El acohol hizo su magia de entorpecer su vista por lo que ahora esperaba no tener mas reacciones fisicas ante las provocaciones indirectas de la joven.

Que tal si yo bebo un vaso por cada hongo que comas. Así no será igualitario-mencionó sin ideas, se encontraba en una situación nunca ante vista ni imaginada y si usaba la imagimacion esto acabaria en +18... Aunque con la etiqueta del principio posiblemente eso esperas ¿verdad?

No quieres ¿nadar?
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El agua se sentía tan rica… cada poro de su piel se abría y goteaba algo de sudor en conjunto con la limpieza de la piel en el enriquecedor y mineralizado liquido en el que estaban descansando, su pecho empezaba a flotar a medida que su cuerpo descendía por el agua, empezaba a cerrar los ojos y permitir que cada parte de su cuerpo sintiera todo lo que había alrededor, el efecto de los hongos estaba siendo bastante entretenido, pero, gracias a esos pequeños cortes que había hecho, nada más que un viaje agradable sobre las aguas termales era lo que iba a recibir.

¿Otro día? Que te parece mejor si, cuando terminemos juntos, me lleves contigo y me enseñas algo nuevo, ¿te parece? Y luego vas y me enseñas otro día y otro día, y quien sabe, a lo mejor si aprenda algo de ti – dijo riendo coquetamente, para luego girarse y apoyar sus brazos en las rocas del borde de la piscina termal donde estaban compartiendo, dejo su Kunai a un lado y prosiguió por tomar nuevamente su vaso y servirse un poco más de licor, sosteniendo la botella se acercó a donde el joven kiriense y le dijo – me parece algo injusto, yo igual estoy bebiendo y aparte, traje tanto los hongos como el alcohol cariño – hecho una risa, mientras se sentaba juntita a él y rellenaba lo que le quedaba de copa – si quieres nadar hazlo, yo creo que me quedare flotando acá si el hongo pega fuerte

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La muchacha volvió a dejar la botella detrás, se paró del agua y sin importarle mucho si veía su cuerpo o no el muchacho, esta se sentó en el borde de rocas para tomar su vaso nuevamente y mirar al cielo rocoso de la caverna subterránea – Saito-kun, por mientras disfrutemos la velada y el alcohol, será tu bienvenida a la aldea, donde todo lo que mires es duro como la roca – para luego mirarlo a la cara y sonreír de oreja a oreja de manera coqueta y burlona
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Ante aquel liquido que salia lentamente, Saito decidió eliminar cualquier atadura y adentranse directo a lo que la morena le habia pedido. El Onmyõji lentamente pasaría su lengua de abajo hacia arriba, abriendo un poco mas aquella avertura que con el fin de saborear el liquido que guardaba dentro. El corazón de Saito latia algo fuerte mientras su lengua exploraba aquello que para él estaba prohibido y si no fuera por Muki tal vez jamás hubiera probado.

Creí que iba a tener un sabor amargo pero en realidad es bastante hipnotico-el muchacho tomaba su tiempo mientras el calor aumentaba. La morena se encontraba sentada en las rocas y al igual que Saito sudaba por la situación en la que se encontraba.

El Onmyõji podia notar el como aquel liquido solo brotaba cada vez mas con cada lamida que ofrecia pero no podia evitarlo, le gustaba tanto ese nuevo sabor, esta nueva sensación que pasó a morder un lado y luego el otro...

Hasta que finalmenente se comió aquella revanada de Hongo. ¿Que? ¿Que pensaban que hacia?

Ah vale, es que olvidé mencionar como llegó a ese momento. Bueno, Saito observaba como Muki disfrutaba del agua, frotando de forma hipnotizada mientras le pedía al muchacho que le enseñara algo bueno, hoy, mañana y muchos otros dias hasta aprender algo increible de él.

Oh bueno. Está bien, de hecho tengo algo que se que te va a gustar, te llevaré al cielo-Saito obviamente le parecia fantastica la idea de Muki y con algo ya en mente para impresionarla esperaba no terminar muy ebrio hoy.

La cosa es, que la morena le parecia injusto ser la unica comiendo de aquellos hongos ppr lo cual, Saito acabó luchando con su yo interno y mientras la Chikamatsu se sentaba en laa rocas, él pasó a tomar una de aquellas rebanadas que dejó Muki en el tazon de bambú.

Ok, lo probare. A ver si con eso te hago feliz-estaba ya resignado, su sentido comun le decia que ingerir drogas estaba prohibido pero joder, estaba de vacaciones y ¡lo que pasa en las Vegas se queda en las vegas! Bueno, lo que pasa en Iwa se queda en Iwa, ustedes captan.

Saito se comió su primer pedazo pero ya que Muki se habia comido uno bastante grande decidió comer otros cuantos mas. Como la invitación a nadar gue rechazada, Saito acabó subiendo con la morena para poder beber mas licor, era conciente que estar demasiado tiempo en el agua no seria bueno, menos si llegaba a perder la conciencia por culpa del hongo.

¿Que diablos dices? Yo veo bastante suavidad al frente mío-el mareado muchacho miraba fijamente los labios de la Chikamatsu para luego ver su curvado cuerpo que parecia llamarlo a tocar pero por respeto a la mujer, no lo haria, aún.
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Última modificación: 11-05-2023, 05:04 AM por Muki Chikamatsu.
“te llevare al cielo” son palabras que rara vez la gente dice, acaso es para hacerse sentir más hombres o es que están tratando de explicar algo más profundo? - Llévame a donde tu quieras cariño – decía casi en estado automático, mientras se relajaba poco a poco… cerrando de a poco los ojos y echando su cuerpo más atrás a cada rato.

Muki estaba en su mundo, meditando y bebiendo tranquilamente mientras sentía el agua en sus pies, no se fijó mucho de lo ocurrido, de hecho, no presto atención, la droga estaba haciendo efecto lentamente, no era fuerte gracias a los cortes que había generado, aparte las pocas copas de alcohol que había bebido eran suficientes como para amainar el ambiente, sabia como hacer un viaje placentero, era lo normal, para una experta en venenos y obvio, jovencita que le gustaba de vez en cuando perderse en sus sentimientos… pero… repentinamente vio a Saito, luego vio nuevamente a sus hongos y se empezó a preocupar… - te… te comiste… cuantos te comiste… - dijo un poco asustada, empezó a ver si habrían caído bajo el agua u algo por el estilo, se empezó a notar en su voz, estaba mareado y muy rápido…

[Imagen: __nessa_and_mudkip_pokemon_and_2_more_dr...28629c.jpg]

El joven no paraba de mirarle los labios y sus senos, Muki empezó a preocuparse, podría darle una sobredosis si comía muchos, o simplemente podría drogarse de lo lindo en un santiamén, no lo sabía, no le prestó atención ni nada… esos hongos que había cortado antes no estaban del todo limpios, era para consumir uno de vez en cuando… oh dios… oh… ¿oh dios? – chico, ¿estás bien? Creo que comiste demasiado cariño, así no podrás enseñarme lo que me dijiste – dijo sonriendo la muchacha, ya empezaba a caerle en gracia lo sucedido… claro… los hongos… entre risas se poso sobre el y dejo caer su cuerpo junto al suyo mientras no paraba de reir a carcajadas, ¿su toalla? no se, cuan desparramada este o si aun la tenia puesta, eso es algo que el espectador debe decidir, porque yo, - yo ni se donde estoy - dijo entre carcajadas mientras esos monstruitos azules jugaban en el agua.
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Muki se encontraba en su mundo, se le notaba en la cara y su estado tan relajado. Saito se había arriesgado por ella  y comió de aquellos hongos para poder subir a la roca con ella, logrando experimentar aquel estado alucinogeno que ella experimentaba posiblemente constantemente.

Cuatro-respondió ante la pregunta de la morena aunque sus dedos claramente decian cinco, busco de corregirlo varias veces pero luego se rindio, tal vez fue mala idea usar ambas manos.

Muki al principio se preocupó pero luego le importó menos, ahora encima de Saito empezó a reir a carcajadas mientras lo acostaba en aquella roca pegando su cuerpo contra el suyo. Saito por otra parte empezó a cariciar suave y torpemente la espalda de la morena, delizando sus dedos por aquella curvatura-Tobogan-rió pero sintió como su mano acabó chocando con una montaña tras bajar por "el tobogan" asi que pasó a esclarlo.

Muki...-mareado y apenas distinguiendo que diablos hacia, se acerco al cuello de la chica y depositó algunos besos en el, ante sus ojos solo habia otro hongo humedo por lo que no dudo en lamerlo lentamente mientras sus manos seguian explorando aquel blando terreno.

La cordura se fue de sabatico, el desarrollo de esta historia podia comenzar o terminar en breve, asi que, sigan leyendo.
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Última modificación: 16-05-2023, 04:13 AM por Muki Chikamatsu.
El pecho de Muki se sentía algo agitado, estaba sobresaltada ante las carisias de su joven acompañante, este, sin descaro ni reparos, le estaba acariciando su nalga mientras hablaba cortadamente ante ella, oh si, el efecto de los hongos y el alcohol estaba haciendo efecto bastante en él, pero por sobre todo, en ella le habían quitado el pudor y el poco cuidado que tenía para no mostrar todo su cuerpo ante un extraño – cariño, tu mano esta en mi nalga, ¿no crees que es muy grande para una mano tan pequeña? – dijo riéndose entre dientes, mientras miraba de reojo la mano de aquel joven deslizarse en su piel morena. Si, la verdad es que ver como jugaban con su cuerpo era… sexy, en parte…

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Muki poso una mano sobre el pecho de aquel joven fornido y se alejó un poco de él, mostrándole todo su cuerpo desnudo al elevar su torso, ella le sonrió con esa típica risita burlesca que tenía – amor, yo bateo para el mismo bando, ¿sabes? Si quieres algo conmigo, te costara – dijo riéndose, mientras bajaba su mano por el pecho y jugaba con el ombligo de Saito, haciendo circulitos en él, la joven morena no paraba de mirarlo y observarlo, y aunque se notaba un hombre saludable, no estaba convencida del todo… ya había experimentado antes estar con hombres, pero nunca había quedado satisfecha, o al menos no como ella quería.
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La mano de Saito era espera y fuerte por su estilo de entrenamiento en combate cercanos, la calidez de su cuerpo se reflejaba en su tacto y a pesar de la broma de Muki el muchacho no se detuvo en sus caricias y besos en el cuello. Tocar su gluteo era comparable a masagear un globo de agua, puedes aplastarlo, sujetarlo o simplemente amasarlo pero siempre volverá a su forma sin perder su suavidad o eslaticidad divertida.

La morena sin mas remedio toco el pecho de Saito para poder alejarse, ahora el muchacho tenía una mejor vista de los atributos de la morena, las zonas que antes el vapor y los bambú habían censurado estaban a la vista del muchacho, incluso aquel tatuaje en uno de los senos de Muki, nuevamente su cuerpo reaccionó de forma natural empujando muy levemente a la morena hacia arriba. Muki dijo algo que Saito no entendió y mientras su cuerpo era tocado por la morena sus manos copiaban aquella acción com los muslos de la joven, esparciendo las gotas de sudor y agua encima de ella.

¿Costar? Entonces eres de esas... Debí imaginarlo-el muchacho miraba al techo mientras su ombligo era hurgado, por culpa de la sensibilidad que le producia el hongo sentía cosquillas, no eran molestas ni le causaban gracia pero la verdad esperaba que parara pronto.

Bien...-musitó tomando las manos de la morena para colacarlas detrás de ella y así sentarse para verla a los ojos-Te pagaré pero solo sé mia... Muki-suavemente mordió el labio inferior de su ¿amante? Nah creo que es una palabra muy fuerte... Tal vez... ¿compañera? Tal vez eso suena leve, como sea.

El cuerpo del muchacho se pegaba al cuerpo de ella con firmeza, su corazón también latia fuerte pero su cadera se movia lenta y torpemente, aún no había unido sus cuerpos, posiblemente por que no sabia como pero con aquel calido movimiento de rose y besos institivos por los hombros/cuello de la morena se encontraba experimentando algo muy nuevo que lo emocionaba de forma inconciente y por ello su agarre era un poco fuerte.
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El joven era algo insistente y un poco tosco, pero tenía sus intenciones, estaba claro que tanto el furor del momento y los hongos le habían hecho reaccionar, sus manos estaban apresadas por él y, para ser sinceros, eso no le agradaba del todo, pero tampoco le desagradaba mucho, el problema era otro… - jajá cariño, no, te dije que soy lesbiana y que si quieres tener algo conmigo, deberás trabajar para ello – le dijo al oído, para luego morderlo levemente y le acariciaba con la lengua mientras sus dientes efectuaban una leve presión.

Sintió la presión de su pelvis contra su pierna, por suerte no estaba tan cerca de su centro, pero eso no era lo importante… pues a sus espaldas, un hombre de moderada edad y gordura entraba al recinto, tenía la piel morena como la muchacha y un peculiar modo de andar, este al observarlos simplemente sonrió y prosiguió a sentarse dentro del agua, observándolos descaradamente.

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Muki noto su presencia al instante, le miro de reojo y sonrió – ¿acaso vienes a disfrutar la vista? No pasara nada maldito pervertido – le dijo a ese hombre, mientras se echaba a un lado soltándose de las manos de Saito, cubriendo su cuerpo con una toalla – que show ni que nada, podrías venir acá conmigo si quieres, tengo dinero de sobra – dijo, mientras que la muchacha llamaba la misma Kunai que antes uso para cortar los hongos a su mano vacía – y yo tengo kunais de sobra, no sé si quieras intentarlo – dijo sarcásticamente, mientras lamia la hoja de su cuchilla – tranquila, no quiero molestar, solo quiero ver.

Muki miro a Saito de reojo y espero a ver qué es lo que este decía, ahora si se sentía incomoda ante la situación… "dah… y eso que estuve a punto de ceder…"
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Última modificación: 17-05-2023, 01:17 PM por Saito Yamamoto.
...?-Saito no tenía cerebro en ese momento por lo que no entendió que era lesbiana o por que el debía trabajar pero al menos ese mono volador tenía movimientos increibles de lucha, tal vez podía aprender de él.

El joven Onmyõji se rió por las cosquillas que le hacía la lengua de Muki en su oreja-Mami me haces cosquillas-Saito recordó cuando era un niño y Tsuki lo aprisionaba en la cama (no literalmente) para hacerle cosquillas después de un dias duro de cargas bolsas de compras.

Lo malo es que la diversión de ambos se detendría cuando un tercero entró a los baños, obviamente esto puso incomoda a Muki la cual se volvió agresiva por el comportamiento de aquel hombre.

Saito normalmente solucionaria las cosas de forma verbal o simplemente retirandose com Muki tras ponerse la toalla pero como en estos momentos tenía tragos y hongos en su sistema acabó reaccionando mal...

¡Acabas de llegar en el peor momento! ¡Por tus acciones de condeno a muerte!-en menos de un parpadeo el ninja de la niebla se encontraba al frente de aquel hombre, sin si toalla, apretando la cabeza del sujeto con su mano diestra con intenciones asesinas y una erección que obviamente se mantenia por el acto que estaba experimentando con la morena.
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¡Mi dinero! ¡Tomalo todo pero no me mates!-el hombre lloraba y gritaba por el dolor que sentía, Saito sonreia por tal humillación pero de pronto sintió sueño y lanzó al sujeto como muñeca de trapo al otro lado de las termas, vivirá pero no volverá a entrar a termas mixtas.

Tu vida no vale nada...-el muchacho tomó la cubeta con la ropa de Muki y con una señal con la meno le pidió que lo siguiera. El muchacho le entregó su ropa en el vestidor y se puso la suya sin secarse, además, tomó el dinero de aquel hombre y se rió por la buena cantidad.

¡Con esto compramos mas Sake! Y te pago por las molestias-diría mirando a la morena y caminando medio torpe. Posiblemente no duraria mucho hasta simplemente detenerse y sentarse en una esquina mareado.
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La muchacha se sorprendió al ver a ese guapo y erecto hombre actuar de tal manera, algo violenta, algo ruda, algo potente… oh si papi, eres de los que pueden usar el látigo pensó la muchacha mientras sonreía de oreja a oreja y empezaba a esbozar una risita – bebe, no se merecía tu compasión ese idiota – dijo, mientras pasaba por su lado y le escupía encima, su burla era evidente, hubiese preferido que ese desgraciado desapareciera de este mundo y no les molestara más.

Al llegar a los camerinos, Muki empezó a vestirse lentamente con su ropa sensual y semitransparente, no se secó mucho tampoco e iba con el pelo mojado, esta sonrió al ver como despojaba de su dinero a aquel hombre y ayudo a Saito a salir del recinto caminando, su estado no era del todo bueno.

Una vez afuera de las termas, el viento frio empezó a molestar… claro, estábamos dentro de una cueva subterránea, pero el hielo de las noches seguía siendo una molestia. Rápidamente, Muki apoyo a su acompañante sobre ella y le indico hacia una calle fuera de la cueva – por allá esta mi departamento corazón, si quieres acompañarme podemos escapar del frio – esperando que aun tenga algo de conciencia, sin embargo, eso no importaba mucho, su estado no era el mejor así que lo guio en esa dirección.

No sabía mucho del joven, solo su nombre y lugar de origen, es obvio que debiese estar quedándose en un hostal o algo por el estilo, sin embargo… no sabía dónde, y sinceramente no quería dejarlo tirado en una zanja esperando a que algo le pase, no es que tuviese un especial aprecio por las personas, simplemente no quería que le pesara la conciencia…

Tras unos minutos de caminata llegaron al departamento, batallaron un poco con la escalera y llegaron al cuarto piso de aquel edificio de clase baja, no era la gran cosa, pero lo entretenido siempre pasa en los lugares menos esperados… quien hubiese pensado que esta noche Muki volvería acompañada.
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Aquel hombre sin duda estuvo en el lugar incorrecto en el momento incorrecto. No solo fue menospreciado también humillado y atacado, posiblemente su regreso a casa no sería del todo sencillo al estar tan maltratado pero viendo el lado bueno, solo su orgullo murió esa noche.

Olvidalo corazón, solo es un miserable. Ya vamonos-el muchacho se encontraba tan fuera de si que nisiquiera parecia él. Saito incluso acabó despojando al pobre hombre de su dinero y la parejita salió de las termas todavia humedos.

El frio de la noche golpeó sus cuerpos y con el mal andar de Saito este tenia que apoyarse de la morena. Muki señaló una dirección e invitó a Saito a su hogar-Nada me haria mas feliz que entrar en calor contigo bombón-el muchacho depositó algunos besos en la mejilla de la morena y con su ayuda avanzaron por las calles del sector inferior de Iwagakure.

La peor parte del viaje fueron las escaleras, la morena vivia en un cuarto piso y llegar ahí no fue cosa facil pero hey, las risas no faltaron. Y cuando al fin llegaron y entraron, Saito pegó a la morena de la puerta para cerrarla y la miró de arriba a abajo con una sonrisa.

Muy bien ¿En donde nos quedamos bebé?-sin ataduras mentales, Saito pasó tomar el rostro de Muki y besarla, era un beso algo torpe por su falta de experiencia y mareo de hongo pero el juego que realizaba con su lengua declaraba que sus instintos lo dominaban.

El beso solo abriria paso a suaves caricias por el cuerpo de la morena, bueno, quizás no tan suaves. La ropa mojada es mala para la salud asi que poco a poco prendas cayeron al suelo mientras que la situación entraba en calor, el cuerpo de Saito ahora era todo de Muki, un poco curioso como aquella extrovertida desconocida ahora se convertia en un anhelo mucho mas grande que cualquier otro ¿será que todo saldria bien al final?
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La bruja simplemente sentía como los labios del joven le recorrían y calentaban su cuerpo poco a poco, era una sensación extraña… no quería sentirlo… pero lo sentía… un palpitar en su corazón y sus entrañas… la muchacha se sentía aprisionada, y a la vez, extasiada… con su mano empujo a Saito…

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El departamento de Muki era todo menos ordenado, una pata de marionetas estaba tras el joven, un tropiezo leve era lo que podía causar una caída, era lo que causaba una caída. Su ropa estaba a medio vestir y su cuerpo sugestivo ya no lo era más, era totalmente visible y claro… la muchacha se agacho frente a Saito y se apoyó en su abdomen desnudo, apoyo su rostro en el… se sosegó un segundo y dijo – eres un poco rudo… - para luego empezar a besar el ombligo del muchacho… un beso simple, luego de otro más abajo y más abajo… el pantalón del muchacho fue deslizado con sutileza y sus manos empezaron a jugar con el pecho del joven muchacho, pasaron sus dedos en esas cicatrices marcadas y les trataba con gentileza, luego de eso, su lengua empezó a jugar con aquel cuerpo de carne que tenía ya dentro de su boca, jugando con sus labios y con vergüenza, sonrojada y mirando a los ojos del muchacho mientras una de sus manos ya dejaba de acariciar el cuerpo del muchacho y empezaba a acariciar aquella parte intima que nadie había ingresado antes…

Kumoko, la araña, estaba preparándose algo de comer en la cocina, sin prestar mucha atención de lo que pasaba, estaba algo adormilada, pero al darse cuenta de lo que ocurría, simplemente observo con desdén y una risueña forma de hablar – eso es chica, devóratelo
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