[Misión Rango C] - Vamos de excursión (Itake, Riku y S.Samuru

Información inicial:

Se acerca el verano y la escuela ninja ha organizado una excursión con sus alumnos más pequeños. Debido a las habilidades sin casi control de estos niños y a que el año anterior en esta misma excursión uno de sus profesores acabó en el hospital con lesiones graves, se ha decidido solicitar apoyo a los maestros con una petición de misión oficial.

La misión es sencilla: Controlar a los niños, hacer lo posible por que pasen un buen día, prepararles la merienda y sobrevivir en el intento.

*La escuela no se hace responsable del posible descontrol de las habilidades de sus estudiantes en campo abierto y/o causadas por su entusiasmo... En caso de daños o mordidas causadas por perros ninja, insectos ninja, gatos ninja o por los propios niños ninja (así como lesiones mayores) se considerarán daños colaterales de la misión.

Datos de reclutamiento:

Rango: C
Fecha: 30 de marzo, 15 D.K.
Rango máximo (Rango de PJ): C
Nivel de Peligrosidad: Muy Baja (C)
Cantidad de usuarios: Tres (Itake Nakamura ,Riku & Skuld Samuru)
Cantidad de horas máxima por ronda: 72h (Moderada por participante: Skuld Samuru)
__________________________________________________________________________

Había amanecido en Konohagakure no Sato solo unos minutos atrás. El clásico bullicio de la mañana ya se extendía por las calles de la villa ninja y distintos tipos de personas salían desde sus casas para dirigirse a sus distintos trabajos, muchos de ellos como shinobis y kunoichis al servicio de la villa... Muchos de sus hijos, futuros ninjas y armas en potencia, dirigiéndose a la respetada academia ninja.

Samuru se encontraba mirando por la ventana mientras se terminaba su taza de té verde, completamente arreglado. A su espalda, por cualquier cosa que pudiera ocurrir en la misión que se les había asignado aquel día, colgaban dos paquetes de tamaño mediano, perfectamente cubiertos por vendajes de tonalidad rojiza. Esperaba a que su hermano, Riku, terminara de prepararse para acompañarlo a realizar aquella misión; la primera tarea que harían juntos como ninjas oficiales en la aldea de la hoja, tratándose de una misión de rango C, de la que el propio Samuru había sido puesto al cargo "No sé si ha sido la mejor elección... Pero supongo que solo el tiempo lo dirá".

Una vez terminó su taza, se dirigió a la entrada de su casa, esperando a que Riku hiciera lo mismo antes de marchar al objetivo de su misión. Por el camino, Samuru sacó el pergamino de la tarea asignada, empezando a recordarle a Riku de que se trataba el trabajo que iban a realizar aquel día. Con solo leer el contenido de aquella psicótica tarea el titiritero ya se ponía nervioso.

- Recuerda; Se nos ha citado en la academia ninja dentro de quince minutos, así que vamos bien de tiempo - Comentó mientras repasaba los detalles de la misión - Se nos ha asignado la tarea de acompañar y vigilar a los alumnos del primer año de academia en una visita formal que se va a realizar a las zonas históricas de la aldea. Irá un profesor, una guía histórica de la aldea, un miembro desconocido de nuestro equipo con el que nos reuniremos en el punto concretado y nosotros mismos - Guardó un silencio sepulcral durante dos segundos, mientras revisaba la letra pequeña - Al parecer esta misión ha sido contemplada como rango C por que el año pasado uno de los tutores acabó hospitalizado y el centro no se hace responsable en caso de que suframos un accidente... ¿Tan alocados erais en primer año? En fin... El caso es que la dificultad radica en que si uno de los pequeños intenta mordernos o se descontrola su kekei Gekai por hacer estupideces, no podemos... Bueno... No debemos atravesarlos como haríamos con los problemas habituales. Lo que es un problema - Sam guardó el pergamino en su kimono sin dejar de caminar y miró directamente a su hermano, mostrando en su rostro la habitual serenidad que lo cubría - ¿Alguna duda?

Continuarían caminando hasta llegar a la academia, en donde el titiritero se quedaría en pie delante del portón, esperando a que llegara el desconocido que iba a acompañarlos aquel día.

Habla | Pensamiento | Narración

Esto sería mi primera misión para Konohagakure no Sato últimamente no me asignaba nada importante, pero sabia que tarde o temprano tenia que ser utilizado por el país, al fin y acabo era un activo para ellos y si me dejaba paralizado era como perder dinero para ellos, con alegría acepte mi primer encargo,  lo que más me había sorprendido con las personas que me habían asignado el encargo, mi hermano y otra persona que todavía desconocía quien era, pero no le prestaría importancia a esas cosas lo que yo estaba seguro que era que el día de hoy comenzaría a serle útil a nuestra aldea, aunque sea por un rato.
 
Sinceramente no era de las personas que se  comían mucho la cabeza, había dormido tranquilo en cuanto amaneció sabia que era momento de irme a la academia ninja, los primeros rayos de sol habían entrado a mi habitación, por lo que procedí a ponerme mi ropa algo cómoda para todo el esfuerzo que llevaría hacer este encargo, nunca estaba mal estar cómodo para el combate o cualquier situación que se interpusiera en nuestra misión aunque esperara que todo fuera solo una simple misión de rutina y que nada salga mal. Comí un poco de ramen y un buen jugo de naranja para salir desayunado, mi hermano me estaba esperando y salimos los dos juntos de la casa.
 
-Es la ventaja de vivir contigo nunca llegare tarde con alguien como tu- puse mis manos sobre mí nunca mientras caminábamos y observe curiosamente el pergamino que saco, no era algo sobresaliente pero el sabia las instrucciones de la misión que teníamos que llevar a acabo y lo escuche con atención – a ti te dieron el curso exprés ¿si no me equivoco?- lo mire a los ojos recordando cuando los oficiales de la hoja nos descubrieron hace tiempo – no fue tan malo ir a la academia pero siento que tuve que aprender muchas cosas rápido- reí recordando esos momentos de la academia aunque al principio era algo renuente con el tiempo le acabe agarrando cariño a las enseñanzas. Abrí los ojos cuando dijo lo del año paso no me creía que unos pequeños causaran tantos problemas – oh bueno parece que esta nueva generación es un poco mas violenta que la anterior, no te preocupes no morderé a ningún niño o algo por estilo- teníamos que tener cuidado no podíamos golpear o noquear a los alumnos para poder tranquilizarlos y tendríamos que buscar una manera mas tranquila de resolver las cosas.
 
-¿Sabes algo del otro chico? - Samuru era más precavido que yo en muchos aspecto y tenia la esperanza que supiera del chico y llegamos al portón de la academia, cruzando los brazos esperando la llegada de la otra persona.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Después de bastante tiempo viajando, Itake por fin podía contemplar la gran aldea de Konoha ante él, había decidido dejar el país helado en busca de mejor porvenir, aunque le tenía un gran cariño por qué había pasado allí la gran parte de  su vida con su mentor, era hora de cambiar de aires y buscar opciones mejores, la opcion mas logica, o al menos así lo pensaba él, era buscar fortuna en la aldea del país del fuego, tarea que seguramente le costaría su tiempo, ya que alli, seria un completo desconocido.


Cuando llegó a las enormes puertas de la aldea, varios shinobi se encontraban allí apostados, seguramente fuera algún tipo de control de acceso a la aldea. Los guardias fueron bastante amables con él, le interrogaron sobre quién era y el motivo de su viaje, mostraron empatía, cuando Itake les comento por encima su situación y que solo quería labrarse un porvenir.


Uno de los Shinobis, le comento que al ser un recién llegado, tendria dificil que le dieran objetivos mejores, pero, con el tiempo y un duro trabajo seguro que obtendría mejores misiones, también le indico un lugar donde podría pagarse un buen lugar para vivir y dejar sus pertenencias bastante económico y no por ello de peor calidad. Por el camino paso por el centro de inscripción que le indicaron para que le asignaran misiones.


El hombre que estaba allí, se le notaba, aburrido y desanimado, seguramente su trabajo no seria el mas emocionante del mundo, le interrogó sobre sus orígenes y aptitudes, mientras rellenaba lo que parecía como una ficha. para finalizar le entregó un pergamino sellado, indicando que esa seria una mision idónea para sus habilidades, el funcionario parecía disfrutar en ese momento, de lo que seguramente para él sería una broma de excelente ingenio.


Itake agradece con unas breves palabras, para después encaminarse hacia el lugar donde se hospedaria, le entregaron una pequeña habitación con lo justo y necesario. En cuanto Itake miró el contenido del pergamino de la misión, entendió la “broma” del funcionario, al parecer, la misión que era idónea para sus habilidades, era la de hacer de niñera de los niños de la academia, no obstante estos parecían ser bastante rebeldes y daban serios problemas.


Confirmó la hora y el lugar donde debía reunirse con los que serían sus compañeros en esta misión. salió hacia el sitio, dejando la katana heredada de su mentor en la habitación, no sería necesario su uso para controlar a unos niños, esperaba no perderse de camino al lugar ya que no conocía aún la aldea.


Gracias a las indicaciones de la gente pudo llegar con bastante tiempo al lugar señalado, así que se sentó con las piernas y brazos cruzados y se dispuso a esperar a que llegaran los otros integrantes que le acompañarian.

Samuru continuó esperando ante el portón de la escuela, pero nadie parecía llegar. Al final, cuando se acercaba la hora en punto y por mera intuición, miró tras el portón, en la zona del patio, para encontrarse con un hombre algo más mayor que él sentado en el jardín, con las piernas cruzadas "Será posible...?", encogiéndose de hombros ante la posibilidad de no haber visto en un principio al sujeto que ya se encontraba allí, pues dudaba que hubiera pasado a su lado sin percibirlo, le hace una señal a Riku para indicar que se va a acercar al desconocido, y camina en su dirección con tranquilidad.

- Buenos días. Soy Skuld Samuru, ninja de esta aldea - Mientras se presentaba, el Shinobi extrajo el pergamino de misión de su kimono, mostrando el sello y color amarillento del mismo - Estábamos esperando a un último miembro para nuestra tarea asignada, pero al no aparecer, he mirado mejor y te he visto aquí sentado... ¿Podría ser que tengas asignada esta misma misión?

Mientras esperaba la respuesta del desconocido ante su pregunta, pues el desconocía que efectivamente Itake se trataba del miembro restante, un segundo portón se abre dentro del patio de la escuela, justo a la hora marcada por el pergamino, y de su interior sale un hombre de edad avanzada, cabellos blanquecinos y una armoniosa sonrisa en el rostro.

- Supongo que seréis los refuerzos que encargamos a la aldea, ¿Correcto? Soy el tutor de esos pequeños, Yoshida Heihachi - Ahora que se encuentra más cerca de los shinobis, se puede ver que, tras una capa blanquecina que cubre un fuerte color marrón en los ojos del hombre, sus ojos desprenden la sabiduría de quien ha vivido muchos años - Ya me disculpareis, supongo que una misión de este tipo no será lo que tendréis en mente los jóvenes como aventura trepidante... Pero mi cuerpo ya no es lo que era, y estos niños pueden llegar a ser difíciles de controlar.

Samuru no esconde su duda al alzar una ceja cuando el hombre decide usar "difíciles" como descripción a los mismos, recordando perfectamente la descripción de la misión así como su letra pequeña.

- Ah, eso... - Menciona el anciano, como su hubiera leído a través de sus dudas - No os preocupéis, el suceso del año pasado fue un accidente inevitable, pero no es lo común... Uno de los niños estaba emocionado, jugando como si ya fuera un ninja graduado con sus compañeros, y su Kekkei Genkai se salió de control... No fue el mayor de los acontecimientos, pero si el lugar menos apropiado. El maestro calló por la colina tras resbalar sobre la cortina de aceite que había vomitado el pequeño y bueno... No calló bien.

El titiritero cierra un instante los ojos ante la explicación del anciano, replanteándose algunos de los planes que tenía en su cabeza para afrontar aquel día "Estos niños pueden llegar a ser bastante peligrosos, pero no mal intencionados. Lo tendré en cuenta"

- Seguidme. Os presentaré a los pequeños y tras eso saldremos todos a nuestro destino.

Dándose la vuelta, el anciano guio a los Shinobis al interior de la escuela. Se trataba de un edificio bastante corriente, de paredes blanquecinas, suelos de tatami y el constante murmullo lejano de lo que debían ser clases que ya estaban siendo impartidas en otros cursos. Según seguían caminando, en dirección a un destino incierto y desconocido, uno de los murmullos lejanos comenzaba a ganar cada vez más fuerza, hasta que, llegado el momento en que el profesor abrió la puerta de destino, se convirtió en un leve jolgorio, cesando casi de inmediato en cuanto el maestro entró en el aula.

Una vez dentro de la misma, se podía ver a un total de 24 alumnos sentados en perfecto orden en sus pupitres de edades aproximadas entre 8 y 9 años, alguno incluso menor.

El profesor camina hasta el centro de la sala, en donde sonríe a sus alumnos - Estos tres Shinobis serán nuestros acompañantes para la excursión de hoy. Como ya sabéis, vamos a realizar un recorrido cultural por las antiguas cabezas de Konohagakure para luego celebrar un picnic ligero en una arboleda cercana. Ellos se encargarán de ayudarme a controlaros y de que no os pase nada... Y no dudéis en preguntarles lo que queráis, a fin de cuentas trabajan y viven su día a día como ninjas, que es para lo que estudiáis todos aquí.

Habla | Pensamiento | Narración

A qué hora había pasado esa persona, acaso mi hermano y yo éramos tan ciegos o tontos para no habernos dado cuenta de esa persona que llevamos bastante esperando ya estaba aquí todo el tiempo, hasta me sentía algo avergonzado por esta situación. Vi que Samuru iba a hacer el primer contacto con aquel hombre mayor, fue un pequeño alivio para mí no tener que lidera con el primer contacto, me costaba comunicarme a veces con la gente, por algo mi hermano era la estrella del show, con mi cabeza hice un gesto para que pudiera avanzar con tranquilidad.

Me acerque y una reverencia lo salude-Yo soy Skuld Riku, como lo podrás ver por nuestros apellidos él es mi hermano mayor, soy un genin de la esta aldea igualmente y espero poder aprender en esta misión más acerca del oficio, un gusto- mi tono de voz era respetuoso ya que todavía no conocía como era esta persona, se veía realmente serio y no quería acabar con la paciencia de gente que no conocía y mas alguien que iba a acompañar.
 
Cuando llego la hora indicada salió un hombre que se veía que ya había pasado sus años de juventud, su sonrisa reflejaba tranquilidad parecía que sabía lo que hacía, no creo que tuviéramos mayor tema con ese hombre mientras hiciéramos lo indicado. Escuchaba con atención las palabras del hombre y me quede sorprendido con lo que decía, esto era una misión para cuidar niños con Kekkei Genkai si un ninja niño podría ser un problema no me quería ni imaginar lo problemático que podría ser alguien con ese poder y sin poder controlarlo, no me quería ni imaginar los desastres que podrían hacer. Puse mi mano sobre mi rostro unos segundos intentando imaginarme lo que podríamos hacer para resolver este dilema, iba a ser difícil pero tampoco nos podríamos ir, eran niños después de todo que estaban aprendiendo a usar sus habilidades, vamos a ver que se podría hacer.
 
Recorrimos un rato las instalaciones de la academia, todavía recordé el primer día de clases eso seria un recuerdo para otro día, cierta parte mía hasta se alegraba de volver aquí un poco de nostalgia y entramos al aula donde estaban los estudiantes que iban a estar a nuestro cuidado el día de hoy, el hombre comenzó a presentarnos, me puse algo nervioso no era bueno con las presentación ni con los públicos grandes, suspire un poco y di un paso enfrente -Me llamo Skuld Riku , me pueden llamar Riku el día de hoy los acompañare, intentare responderles a todas sus dudas, un placer nuevamente- me presente ante el grupo de niños intentando rompe un poco el hielo con ellos.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Última modificación: 06-05-2023, 01:09 PM por Itake Nakamura.

Cuando quedaba poco para la hora indicada, vio como se acercaban a él dos personas, inmediatamente supuso que serían sus otros compañeros, se puso en pie para recibirlos, ambos se presentaron educadamente y le mostraron el pergamino de la misión, Itake hizo lo propio, con una ligera reverencia.


-Soy Itake Nakamura, es un honor conoceros, en efecto tengo asignada la misma misión, espero que nos coordinemos bien juntos.



No sabía cómo trabajaban en la aldea del país del fuego pero le resultó extraño que ambos hermanos, habiendo cierta diferencia de edad entre ellos trabajaran juntos. Mientras Itake se preguntaba cosas, un hombre salió de la academia.


Cuando se presentó Itake le dedicó también una breve reverencia, les explico brevemente el cometido. Itake se preguntaba como de difíciles serían unos niños recién entrados en la academia, para que la aldea encargara el trabajo a tres shinobis más experimentados.


Recorrieron el interior de la academia encaminándose hacia el aula donde estarían todos los niños que debían cuidar, cuanto más se acercaban, más se escuchaba el alboroto propio de tener muchos niños juntos. En el momento en el que el hombre que los guiaba abrió la puerta, los niños cesaron su jolgorio casi al instante. A Itake, le sorprendió para bien este acto, los niños tenían cierta disciplina y respeto, así que no perdió la esperanza aun.


Entró en el aula y se colocó cerca de la pared con los brazos cruzados, el más joven de los hermanos se presentó, así que Itake hizo lo propio.


-Mi nombre es Itake Nakamura y junto a mis compañeros, os acompañaremos en el día de hoy de excursión por la aldea.



Tenía la esperanza de no tener que aportar datos sobre el lugar que visitarán en ese día, ya que él no conocía casi nada de la aldea.

Última modificación: 06-05-2023, 10:27 PM por Skuld Samuru.

Los shinobis se fueron presentando a los alumnos en orden de llegada, hasta que finalmente llegó el momento de hacer lo propio para "el titiritero", que procedió a dar un paso adelante y, con un brazo apoyado en la zona central de su kimono, realizar una leve inclinación de cabeza antes de decir su nombre.

- Skuld Samuru - Dice en tono alto y con seguridad, si bien en su interior puede que sea el más inseguro de los tres shinobis "Odio actuar delante de un público íntegramente infantil. Sin el limitador paterno pueden llegar a ser algo... Difíciles".

Lejos de lo que podía dar a entender la misión que se les había asignado a los shinobi, Aquellos niños parecían estar comportándose. Algunos se habían puesto en pie, para poder ver mejor a los invitados y el anterior silencio había sido sustituido por el leve murmullo de vocecillas infantiles que cuchicheaban sobre sus tres guardianes, en parte curiosos, en parte incluso emocionados ante la idea de tres nuevos ninjas acompañándolos.

- ¡Muy bien niños! - El anciano había vuelto a hablar con una voz fuerte y prominente, que volvió a asentar el silencio dentro del aula - Ahora que estamos todos, recoged vuestros sacos y mochilas y empezad a salir del aula detrás mía de dos en dos, como hacemos siempre. De vosotros tres... Tu, Riku, irás delante conmigo; Vosotros dos - Dice refiriéndose a Itake y a Samuru - Iréis detrás, cerrando la fila y vigilando que ninguno de los alumnos se salga de la misma.

Tras aquello, todos los alumnos empezaron a juntarse con su mejor amigo o, en su defecto, quienes "sobraban" en grupos de dos, poniéndose en fila a la salida del aula, a la espera de que su maestro y Riku se pusieran al frente. Para cuando estos lo hicieran, el viejo maestro abriría las puertas y comenzaría su marcha hacia el exterior, seguido de sus alumnos y, si había hecho lo que le indicaba, al lado del propio Riku.

- A diferencia de con tus dos compañeros, me suena haber visto tu rostro antes jovencito; aunque dudo haber tenido el placer de enseñarte como profesor. - Pregunta el profesor a su acompañante (Riku) mientras atraviesa primero los pasillos y luego el portón exterior de la academia, para empezar a caminar por las calles de la aldea - Me gusta pensar que recuerdo perfectamente a todos mis alumnos pese a los años que llevo en este trabajo. ¿Eres originario de konoha? - Realmente el profesor tenía más interés en saber si los dos shinobis del final de la fila serían extranjeros, pero había preferido empezar por el más joven.

Mientras tanto, Samuru había hecho lo que el maestro de aquellos alumnos indicaba y se había colocado al final de la fila, no sin antes examinar de arriba a abajo a todos los alumnos, en busca de pistas que pudieran indicarle por donde podían surgir los problemas en caso de "alterarse. Había un chico altamente identificable, con un perro siempre pegado a su lado, un par de niños con los ojos blancos, uno con lentes... Podía ver ciertos patrones en estos, y aunque había otro bastante gordito, prefirió no tomar ninguna presunción precipitada sobre su clan, quizás solo comía demasiados ninjacao® "Si fuera tan fácil reconocer los kekei genkai de los shinobi, no serían habilidades secretas... Y muchos de estos niños pueden pertenecer a familias sin renombre alguno".

Una vez examinados, marchó tras estos, esperando que el tercer shinobi, aquel que se había presentado como Itake, se pusiera a su lado. Haría un gesto de conformidad ante el mismo y seguiría la marcha mientras supervisaba que ninguno de los niños intentara salirse de la fila mientras se dirigían a su siguiente destino. Por el camino, le dedicaría una sonrisa cordial a alguno de los niños y más de una niña que giraban de vez en cuando su rostro para mirar a los dos shinobis, antes de devolver la mirada al frente, cuchicheando con su pareja de fila.

- No parecen problemáticos - Le comenta a su compañero sin girar el rostro, para no perder de vista a los pequeños - Pero los niños, especialmente de esta edad y en grupo, son bastante impredecibles... Y estos tienen la capacidad necesaria para que los problemas escalen con velocidad. ¿Tienes experiencia previa tratando con niños? - Aquella pregunta, además de para intentar socializar un mínimo con el extraño, trataba de sacar información al respecto de lo que podía y no podía esperar de Itake en caso de una revuelta infantil - Por mi parte, trabajé un tiempo entreteniendo a familias y he tenido que criar a un chico de esta edad, pero... No sé que esperar si se forma una marabunta.

Unos minutos más tarde, el grupo de excursión llegaría a los pies de los rostros en las montañas de Konohagakure.

Habla | Pensamiento | Narración

Escuche las instrucciones de aquel hombre mayor, sus intrusiones eran que yo fuera frente del grupo a su lado, bueno creo que serias más fácil que la tarea que tendrían mi hermano y el joven llamado Itake, cuidar la retaguardia. Los niños comenzaron a guardar sus cosas y me acerque a mi hermano – Hey no te preocupes ya pudiste conmigo antes, con ellos será más fácil – se lo dije con una pequeña sonrisa y le di un pequeño golpe en su hombro, si había una persona en la que confiaba era el y sabia que un pequeño grupo de niños no iban a poder contra nosotros me dirigí nuevamente con el hombre mayor y me coloque a su lado para seguirlo en todo momento.

Los niños se comenzaron a juntar con su grupo de amigos, era algo que envidiaba de ellos al haber estado desde una edad más temprana juntos podrían afianzar sus lazos con ellos mismos, cosas que no había pasado conmigo. Me los quede mirando nostálgicamente unos segundos esperando que no se lastimaran entre ellos o con algún juego infantil, terminaron de alistar las cosas y se formo la fila conmigo enfrente y el profesor, empezamos a avanzar por los pasillos de la academia para ir al exterior.

Escuche al profesor de seguro estuve en su clase hace tiempo, a mí a diferencia de mi hermano me habían hecho ir a la academia tuve que recuperar unos años de manera un poco acelerada para ponerme al corriente – de seguro estuve en una clase especial con usted, tuve que tomar algunas clases exprés por eso quizás no me recuerde tanto- le respondí amablemente con una sonrisa a aquel hombre mayor -Si nací en la aldea pero creo que ustedes como los demás senséis debe saber un poco de mi historia- suspire iba a ser un día largo con tantos niños a nuestro cuidado, pero por lo menos tendríamos una buena compañía, intente seguir la conversación con el viejo maestro que nos acompañaba -debe ser algo genial ver como mucho de sus alumnos se convirtieron en shinobis y mire ahora uno de sus antiguos alumnos trabaja junto a usted en una misión, daré mi mayor esfuerzo sensei no se preopcupe- aprete mi puño con determinación para chocarlo contra mi pecho de manera orgullosa.
 
Llegamos al exterior de la academia y seguimos avanzando por toda la aldea volteando por momentos a mis espaldas para ver si todos estaban bien, no quería que ningún niño se me adelantaba pero todos estaban portando bien por el momento, tras varios minutos de caminata llegamos al pie del monte con los rostros tallados y me los quede mirando un momento, a mí me daría algo de pena que todo el mundo estuviera viendo mi rostro para toda la eternidad, no me gustaba llamar mucho la atención – Bueno llegamos y no perdimos a nadie, primer paso completo- reí amablemente y voltee a ver a los niños esperando las instrucciones del profesor.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Itake observo como los niños recogían sus cosas y se disponían a marchar rumbo a las cabezas de los Kages que tenia la aldea, tenia que haber sido una buena epoca, estudiar en una academia, con toda la seguridad que ello conlleva y no corriendo por las montañas escapando de asesinos o persiguiendolos, aunque no se lamentaba por su pasado, Criarse junto a Nakamura no es que hubiera sido la mas facil de las experiencias, pero gracias a ello se habia convertido en la persona que era hoy en dia. El maestro indicó que los dos shinobis de más edad cerrarán la marcha, mientras él la abría con el joven. Esperó a que salieran del aula todos los niños y se colocó junto a su compañero.


Su compañero inició una breve conversación, en parte para romper el silencio y en parte para conocerse mejor, al menos eso supuso Itake.


- Son niños, no creo que den problemas más allá de las travesuras propias de su edad- A la vez que iban caminando Itake no perdía ojo, tanto a los niños que caminaban delante de ellos como a por los lugares por los que pasaban, ya que todo era nuevo para él - No he trabajado nunca con niños de esta edad, no al menos en mi bando- Itake hizo una breve pausa - Entonces tienes bastante mas experiencia que yo en este tipo de situaciones, aun así esperemos que no se desmadren más de la cuenta ¿ Que tal lo lleva tu hermano? me ha sorprendido que os encarguen misiones conjuntas, dada vuestra diferencia de edad.


Esperaba no ofender a su acompañante con sus preguntas, al menos esa no era su intención. Sí permanecía algo de tiempo en esta aldea, sería muy probable que le encargaran más misiones junto a ellos, así que cuanto antes se conocieran y congeniaran mejor para el trabajo


Cuando llegaron a su destino, Itake se situó de nuevo detrás del grupo y esperó.

Última modificación: 09-05-2023, 06:48 PM por Skuld Samuru.

- Digamos que llevamos más o menos el mismo tiempo dentro del mundo Shinobi - Comentó Skuld en un todo sereno, como respuesta a la última pregunta de Itake - En algún momento de mi infancia esta vida fue mi sueño, luego maduré... Y Finalmente ese camino olvidado llamó una vez más a mi puerta.

Por su parte, el profesor se quedó pensativo ante las palabras de Riku, sopesando la opción de haber pasado por alto al niño en sus años como docente; había dicho que no le recordaba, pero quizás se debiera a algún otro detalle que no tenía en cuenta, o quizás realmente no había conocido al niño, después de todo este parecía no estar seguro de haber tenido clases con él.

- Bueno, quizás mi vieja cabeza haya pasado algo por alto. ¿Eras acaso un buen estudiante?

Después de andar un rato, subiendo por el serpenteante camino de los rostros de Konohagakure, acabaron llegando a la parte superior de la colina en donde una kunoichi los esperaba pacientemente, mientras examinaba un pergamino de aspecto relativamente antiguo. Al llegar a su lado, el profesor tosió ligeramente, llamando la atención de la kunoichi, quien sencillamente alzó una ceja, indicándole que le había escuchado; pese a aquello, cinco segundos después el hombre volvió a toser, esperando que se le hiciera caso.

- Señor Heihachi, le he oído - Menciona la mujer con un tono algo molesto, pasando a mirar a la fila de niños - Si no fuera capaz de oiros viniendo en un grupo de más de veinte personas, es que entonces hicisteis algo mal en mi entrenamiento. Estoy terminando de preparar la visita, deme un momento.

Y como si nada, volvió a sumergir sus ojos en el documento durante cerca de un minuto, en el cual los niños empezaron a impacientarse, al verse esperando en medio de la nada durante lo que para ellos era un tiempo extremadamente alto.

Samuru les observaba con precaución, vigilando que ninguno de ellos se decidiera a hacer nada raro en aquel lapso, percibiendo claramente su nerviosismo "Evidentemente aún no han entrenado su paciencia como guerreros... ¿Debería preguntarle a Riku cuando se lo enseñaron a el o lo considerará una ofensa?"  Mientras pensaba en aquello, salió momentáneamente de su posición y se colocó al lado derecho de la fila, llenando el espacio que quedaba entre los niños y el barranco del monumento a los antiguos Kages, para evitar posibles juegos que les llevaran a acercarse demasiado al mismo y poder tener bajo su vista a más de la mitad de los niños.

- Listo - Sentenció la Kunoichi, mientras su rostro cambiaba a uno completamente alegre en un instante, pareciendo lejana la mirada tediosa que mostraba un minuto atrás - Me presento, soy Fukuda Ame y seré vuestra guía durante la primera parte de esta excursión. Recordad que esto no es solo una salida campestre, así que durante la misma os haré algunas preguntas sobre el pasado de nuestra aldea, para ver si habéis atendido a las clases de Heihachi Sensei; y para que no se aburran, también lanzaremos alguna que otra preguntilla a vuestros guardianes... Si suspende luego nos inventaremos algún tipo de castigo; ¿os parece?

La primera parte del discurso hizo que Samuru caminara nuevamente hacia el final de la final, pero fue aquella segunda parte, pronunciada mientras el grupo volvía a comenzar su marcha en dirección a la zona turística del monumento, la que hizo que el Shinobi alzara una ceja. Había estudiado la historia de la aldea como parte de su "examen de ingreso" pero no estaba seguro de recordar todos los detalles después de tanto tiempo estudiando otras materias increíblemente distintas. Además, la parte del castigo le escamaba, evidentemente no sería algo demasiado malo, pero prefería no hacer nada que pudiera poner en duda su posición o estatus.

Habla | Pensamiento | Narración

-Fue algo muy rápido, solo estuve poco tiempo ya que tenia que regularizarme en algunas cosas para ponerme al corriente- le respondí sincero – y creo que no definiría buen estudiante, un poco lento ¿quizás?- aceptaba mis debilidades y reírse de uno mismo siempre era la mejor manera de hacerlo, solo fue un par de días que estuve en su clase lo recordaba por que el era la persona mas vieja de los que me había topado, quizás la mas sabia por algo le asignaba este tipo de grupos de seguro era bueno manejando a todos estos niños y alumnos un poco más complicados.
 
Al llegar a la parte mas alta de los rostro de nuestros antiguos kages, había la que parecía una kunoichi esperándonos, el hombre mayor de aparto de mi lado para colocarse a su lado en un intento por llamar su atención hizo un pequeño tosido pero no surtió efecto de manera inmediata y pasaron 5 segundos para que aquella mujer le respondiera, se escuchaba algo molesta, de seguro no había comido o el sol estaba muy fuerte, moví mi cabeza en resignación y suspirando esperando que pudiéramos seguir con la excursión me voltee para ver que los niños no se intentaran escapar o hacer una maldad a los rostros, no quería imaginarme persiguiendo a alguien para perseguirlo por todo el monte y obligarlo a limpiarlo.
 
Al escuchar la voz de la mujer fue un cambio radical, su voz y sonrisa parecía mas alegre, que raro eran las personas yo cuando tenia un mal día todo el tiempo estaba de malhumor, cuando estaba feliz me mostraba feliz. Escuche atentamente a la kunoichi y mi cara se arrojó un poco al escuchar y puse mi mano sobre mi cara “Maldición la historia es mi punto débil” pensé para mi mismo atrapado en un problema realmente serio, esperando que no me tocara a mí, agüite mi cabeza y suspire – Me llamo Riku, un gusto conocerla señorita Fukuda- había esperado que terminara de hablar por completo para presentarme, mi hermano podría ser muchas cosas pero lo primero que me enseño fue tener modales, me quede quieto esperando sus intrusiones para poder continuar con el recorrido.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Itake dirigió una leve sonrisa y dio por terminada la conversación, no es que fuera hombre de muchas palabras, se centró en observar a los pequeños alumnos que caminaban delante de él e intentar absorber todo lo posible de los lugares por los que pasaba. Subieron por un camino serpenteante, hacia una especie de mirador, cuando acabaron de subir surgieron ante él los imponentes rostros tallados de los antiguos dirigentes de la aldea oculta de la hoja.


Cuando llegaron una Kunoichi estaba allí, al parecer esperandoles examinando lo que parecía ser un pergamino, el maestro Heihachi se encaminó hacia ella, carraspeó para hacerse notar a lo que la Kunoichi respondió secamente y volvio a mirar su pergamino un rato. Los niños empezaron a impacientarse con la espera, a lo que Itake empezó a prestar aún más atención a los críos.


Cuando la mujer acabó lo que estaba haciendo se presentó y comentó que además de también le haría preguntas del pasado de la aldea a los encargados de la misión, cosa que a Itake no le hizo ninguna gracia, no conocía nada sobre la aldea, más allá de lo que se sabía de forma común.


Itake se mantuvo en su posición a la espera del siguiente paso

Última modificación: 15-05-2023, 06:26 PM por Skuld Samuru.

Durante unos instantes antes de retomar la marcha, los aprendices ninja sopesaron la posibilidad de escaparse; sin embargo y gracias a que los tres shinobi no se descuidaron y pasaron a vigilarlos en cuanto estos empezaron a  impacientarse, ninguno de ellos intentó nada extraño, manteniéndose en la fila a la espera de que su profesor y la kunoichi reiniciara la marcha.

En cuanto volvieron al paso, la kunoichi les guio hacia una especie de pasadizo que pasaba sobre la cabeza de los grandes kages, en el cual había bastante información al respecto e incluso arte y cuadros que representaban a los mismos en vida... Entre estos, había un mural con bastante detalle en el que estaba dibujado el monumento del valle del fin, en donde según la leyenda habían luchado el primer hokage y su en ocasiones aliado, pero más veces enemigo mortal, Uchiha Madara. Mientras pasaban por la zona, atendiendo a las explicaciones y desarrollo histórico de la kunoichi, Samuru tomó un panfleto del lugar y se lo ofreció a Itake, quien le había parecido algo perdido antes de entrar a aquel lugar.

- Sé que es comprensible que sepas poco de la aldea, pero no seríamos un buen ejemplo para los niños si no sabemos aunque sea lo más básico.

Sin decir nada más, el titiritero volvió a posar su mirada sobre los niños, dejando algo de lado a aquellos que parecían verdaderamente entusiasmados por las historias de los grandes ninjas del pasado para centrarse en aquellos que tenían poco o nulo interés en la guía y sus historias sobre el pasado... Así pues, mientras todos se dispersaban, decidió acercarse a uno de los grupos más "apagados", llamando su atención con un carraspeo, antes de señalarles el gran dibujo del valle del fin.

- No sé cuánto se puede creer de las viejas historias... Pero las leyendas dicen que, aunque Madara perdió aquel combate, volvió de la muerte para forzar su ideal en el mundo ninja. Tras lo cual hubo uno de los pequeños periodos de paz que han vivido nuestras aldeas... Pero quizás os interese más saber que el valle del fin antes de esa pelea era solo un bosque - Guardó un instante de silencio para hacer un gesto teatral con las manos que emulaba una explosión - Pero pese a ser humanos corrientes, el poder de esos ninjas al enfrentarse era tal que crearon un valle con una enorme catarata. ¿Podéis imaginaros llegar a ser así de poderosos algún día?

En cuanto se alejó de los chicos, la actitud de estos parecía haber cambiado por completo; en donde antes había tres chavales aburridos, ahora hablaban sobre cuál de ellos llegaría a ser igual de poderoso que los antiguos ninjas "Solo espero que ninguno cree un nuevo valle del fin con su poder...".

Mientras Samuru se ocupaba de aquellos muchachos, otro par de grupos parecía tener sus propios problemas. Uno, parecía interesado en intentar colarse en una zona vetada para el público, mientras que otros estaban sopesando con gran interés la posibilidad de subirse a la cabeza de una estatua a escala real del primer hokage.

Habla | Pensamiento | Narración

Caminando pro el pasillo que estaba debajo del monte los kages me quedaba de rato mirando la información que había, por la rapidez por la que tuve que cursas algunas materias en la academia ninja, había tanta historia una parte mía los envidiaba siempre quise ser alguien recordado, no lo se era un pequeño miedo mío morir sin se recordado, suspire y seguí leyendo apare no tenia tiempo de perderme en esos pensamientos.
 
Seguí caminando mirando que los niños no fueran a romper algo de aquí no quería ser yo el que tuviera que pagar, no tenia tanto dinero como para estar desperdiciándolo en dinero y cosas que ni siquiera yo había roto, Vi como mi hermano se acerco a aquel ninja silencioso para darle un panfleto, necesitaríamos toda la ayuda adicional que pudiéramos tener para no levantar tanta sospecha.
 
Mire un grupo de niños que se habían reunido alrededor de mi hermano, me lo quede mirando me recordaba un poco cuando era mas pequeño y lo acompañaba a armar los espectáculos callejeros por un segundo hasta me dio ganas de entrar y ayudarlo como en los viejos tiempos, pero ahora nuestro publico era mas exigente y si me distraía podría dispersarse por todo el lugar y sería difícil volver a juntarlos, me limite a cruzar mis brazos mirando a otro grupo, me acerque en silencio al grupo que parecía intentar escalar a la cabeza del kage
 
Agache suavemente mi cabeza y puse mi boca alada de su oído del que parecía el líder -Buu- dio un pequeño salto y me reí un poco - ¿Que miran? Es la cabeza del primer Hokage de nuestra aldea, Hashirama Senju era un sujeto sumamente fuerte casi nadie en el mundo tenia sus habilidades, aunque existen mas miembros del clan Senju nadie podría llegar a su nivel – les comencé a contar esperando que le tuvieran algo más de respeto – ¿creo que se merece algo de respeto no lo creen? O ¿les gustaría que cuando sean hokages alguien le haga alguna travesura a su rostro? - quizás la idea de ser hokage comenzó a llenar a su mente de sueños, esperando que así pudiera desistir de su objetivo o eso espera al final del día eran niños.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Itake observó con atención mientras escoltaba a los niños en su excursión al monumento de roca tallada en la aldea oculta de la Hoja, como entraron en una especie de pasadizo que daba a una galería que parecía una especie de expositor de cuadros pergaminos y estatuas, supuso que sería parte de la historia de la aldea, Su compañero Skuld se le acercó.

Sé que es comprensible que sepas poco de la aldea, pero no seríamos un buen ejemplo para los niños si no sabemos aunque sea lo más básico.

Itake asintió y su compañero siguió paseando vigilando a los niños. A pesar de su papel como mercenario, sentía la responsabilidad de proteger a los jóvenes y asegurarse de que regresaran sanos y salvos a sus hogares. 


Sin embargo, sus instintos se agudizaron cuando notó que un grupo de alumnos intentaba escabullirse de la excursión y dirigirse hacia una zona vetada. En este caso, Itake se encuentra solo, ya que sus compañeros, Skuld y Riku, están ocupados con otros grupos de alumnos. Ahora, Itake se enfrenta al desafío de explicarles a los niños de manera adecuada por qué no pueden adentrarse en la zona vetada y las consecuencias que podrían enfrentar si lo hacen.


Con determinación, Itake se acerca a los estudiantes rebeldes y reúne a todos en un lugar seguro. Tomando una postura firme pero amable, les dirige la palabra.


-Escúcharme, chicos-, comienza Itake, su voz resonando con seriedad. -Entiendo que sintáis  curiosidad por lo que hay más allá de esta zona vetada, pero es importante que comprendan los peligros que implica adentrarse allí sin autorización-.


Los ojos de los niños se clavan en Itake, algunos mostrando señales de arrepentimiento mientras otros todavía parecen inquietos por la idea de aventurarse más allá.


-Esta zona ha sido designada como prohibida por una razón-, continúa Itake. -Puede haber trampas, criaturas peligrosas o incluso corrientes de chakra inestables que podrían dañarlos seriamente o  simplemente una zona reservada al personal adecuado. Además, entrar sin permiso podría resultar en castigos severos por parte de los líderes de la aldea.-


Itake toma una pausa, permitiendo que las palabras se hundan en los jóvenes oyentes. Luego, busca establecer una conexión emocional con ellos.


-Sé que puede parecer emocionante desafiar las reglas y explorar lo desconocido, pero tanto la seguridad, como la privacidad es lo más importante. Los adultos y líderes de la aldea han puesto estas restricciones por su bienestar. Están aquí para protegeros y asegurarse de que vuelvan a casa sanos y salvos-.


Los niños comienzan a asimilar las palabras de Itake, algunos de ellos mostrando señales de aceptación y comprensión.


-Si seguimos las reglas y nos mantenemos dentro de los límites permitidos, podremos disfrutar de la excursión sin correr riesgos innecesarios- continúa Itake con una sonrisa tranquilizadora. -El monumento de roca tallada es hermoso y tiene una gran historia detrás. Podremos aprender mucho y divertirnos sin poner nuestras vidas en peligro-.


Itake espera un momento, dejando que sus palabras se asienten en los corazones de los niños antes de concluir su mensaje.


-Confío en que sois  personas inteligentes y responsables. Por favor, tomar la decisión correcta y seguir las reglas. No solo estaréis protegiéndoos a vosotros mismos, sino también mostrando respeto por los demás y por esta aldea que os ha brindado un lugar seguro para vivir y aprender-.


Itake observa a los niños, consciente de que sus palabras han dejado una impresión en ellos. Ahora, espera que tomen la decisión correcta y que comprendan las consecuencias de adentrarse en sitios prohibidos.

Llevados por las palabras y acciones de los instructores, los jóvenes aspirantes a Shinobi poco a poco vuelven a redil, terminando la visita al lugar de la manera más tranquila que les es posible a niños de su edad. El profesor sonríe complacido, mientras camina nuevamente al frente de la fila, para indicarle a los estudiantes que les sigan a él y a la instructora de camino a contemplar el resto del museo/exposición.
 
El resto de la visita consistió en un lavado de cerebro tour por todas las eras de Konohagakure no Sato. Repasaron cada uno de sus Kages y contribuciones en la historia, centrándose especialmente en la grandeza de la aldea durante las primeras generaciones de líderes de las mismas, hasta el séptimo. Hablaron también de las distintas guerras ninjas en las que habían participado estas entidades y volvieron a reafirmarse en sus ideales absolutos de la antigua grandeza de Konohagakure mencionando lo importantes que fueron estas figuras en las tres primeras guerras ninjas y, especialmente en la Cuarta Gran Guerra Ninja, en donde, por alguna razón, participaron los 7 primeros Kages al mismo tiempo; si bien la instructora no quiso adentrarse mucho en cómo había sido posible esto, lo cual de hecho llamó la atención de Samuru y le hizo generarse una nota mental al respecto de investigar más sobre ese evento.
 
Los minutos pasaron y para cuando tanto los alumnos como incluso su propio tutor empezaban a tener rostros de haber sido lobotomizados por el aburrimiento, la visita vio su fin. 
 
- Con esto hemos terminado la visita histórica del día de hoy, y ahora, es cuando toca la parte más divertida Ver cuanta atención habéis estado prestando. Por cierto, existe una vieja costumbre de arrojar al peor estudiante desde la cabeza de Hasirama - Los alumnos, y quizás no solo ellos, guardaron silencio sepulcral ante la amenaza nada velada. En cualquier otro lugar podría ser una broma, pero ellos eran ninjas; ser lanzados desde un veinteavo podía considerarse entrenamiento - Por desgracia esa norma se abolió hace muchos años y nunca he tenido la oportunidad de aprobarla. En cuanto al examen, consideraos relevados por hoy; a fin de cuentas, la escuela quiere los resultados oficiales de vuestra atención y dedicación, así que os los harán en papel la semana que viene. 
 
Sin saber si alegrarse o si llorar ante la presentación de un nuevo examen teórico (De historia nada menos) antes de la finalización de curso, los estudiantes se inclinaron levemente a modo de respeto antes de salir al exterior del edificio, en donde les esperaba su tutor.
 
Para entonces, Samuru ya había salido al exterior, no para huir del test, si no por que le apetecía tomar algo de aire fresco mientras otra persona controlaba a los muchachos. En cuanto estos empezaron a salir, su atención se centró una vez más en contar a cada uno de estos y vigilar su comportamiento, pero ninguno parecía tener interés por hacer algo indebido.
 
- Muy bien chicos - Dijo Heihachi, llamando la atención sobre si mismos - Debido a que se nos ha hecho tarde, podéis daros por dispensados. Marchad a vuestras casas y que no me entere de que os entrenéis por el camino. Yo permaneceré aquí a hablar con nuestros profesores sustitutos... ¡Vamos! ¡Antes de que cambie de opinión!
 
Dicho y hecho, todos los estudiantes demostraron al unísono entrenamiento ninja de fuga para desaparecer del lugar como si acabaran de ser descubiertos en un intento de infiltración fallido. Diez segundos más tarde, ya solo quedaban los tres Shinobis y el instructor.
 
- En cuanto a vosotros... Tengo algo de lo que hablaros.

Habla | Pensamiento | Narración

Las cosas no salieron tan mal como lo habría predicho al final del día eran niño y un pequeño sermón sirvió para calmar sus ansias por aventura y a su ves me resulto de muchísima ayuda que mi hermano Samuru estuviera conmigo y el señor Itake también ayudo bastante, si hubiera estado solo esta misión hubiera sido un fracaso total ya me imaginaba alguno de esos mocosos saltando por la cabeza de los kages o pintando su rostro de alguna manera despectiva para nuestros antiguos y sabios lideres, el profesor mayor comenzó a reunirnos para que continuáramos el tour atraves del museo.
 
Me quede junto al grupo de niños que estaba vigilando, me sentía cómodo en cierta manera con ellos, no me quejaba y podría estar con ellos, su cara era de aburrimiento total -Se que es aburrido a veces, sé que a veces es tedioso aprender estas cosas chicos pero ustedes tienen suerte, otros lugares por lo que se no quedo nada de su historia, nosotros tenemos que luchar para intentar preservar la cultura que tenemos ya la vida que tenemos en estos momentos, se que no suena genial pero estos tipos fueron especiales en cierta manera cada uno de ellos dieron algo para proteger a la aldea y sin ellos no estaríamos en este lugar parados, quizás mucho de nosotros ni hubiéramos nacido- intente ayudar un poco esperando que mis palabras ayudaran a mantenerlos despiertos de alguna manera, pero creo que había sido un esfuerzo inútil por que seguían igual de aburridos suspire y puse mi mano en mi cabeza “por eso nunca tendré hijos” reí con el pensamiento que recorrido mi mente y seguí el recorrido con tranquilidad, escuchando la historia de nuestro país, había puntos interesantes pero algo me decía que faltaba muchas cosas por contar, algún día le podría pedir ayuda a Samuru y podríamos buscar la verdadera historia del país del fuego, sería algo interesante.
 
Llegamos al final del recorrido y algunos casi se morían del miedo en esa época de estudiantes lo peor que nos podría pasar era reprobar un examen, bueno para niños que hubieran crecido en condiciones normales, reí un poco no se para mi hubiera sido cómico ver como lanzaban a un niño desde la cabeza del primera kage en ves de realizar un examen, vi como los niños comenzaron a irse poco a poco cuando les regresaron su libertad, suspire poniendo mi mano en el pecho nadie había muerto y todos estábamos a salvo eso era una alegría para mí.
 
Al final de todo el profesor anciano nos retuvo otro rato más parecía que nos tenia algo que decir, me lo quede viendo un rato – ¿todo está bien?, creo que no se murió ningún niño ni nada, así que creo que podríamos decir que esto fue una misión exitosa desde mi punto de vista- puse mis manos detrás de mi cabeza y esperaba a ver que decía el hombre.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración

Itake observo como poco a poco los niños fueron desechando la idea de entrar por la puerta volvieron con el resto del grupo, al cabo de un rato continuaron la visita, empezaron a explicar toda la historia y acontecimientos importantes de la aldea oculta de la hoja, sus líderes, las guerras y mas cosas, haciendo especial hincapié en la grandeza de la aldea, Itake tenía ya madurez suficiente para comprender que estaba siendo testigo de un adoctrinamiento en toda regla. a la vez que prestaba atención a todo lo que explicaban ya que el conocimiento le vendría bien, estaba atento a todos los movimientos de los niños.


La visita concluyó con una pequeña broma del profesor. Cuando todos empezaron a salir fuera Itake espero a que todos y cada uno de los niños hubiera abandonado la estancia, para después salir el.


Se sintió complacido cuando salió al exterior y pudo estar al fin ante la luz natural del sol y el aire fresco. Suspiro y se posicionó junto a sus compañeros de misión.


El profesor despacho a los niños a sus casas y les pidió a los shinobis que se quedaran para comentarles algo. Itake se cruzó de brazos y esperó.

En cuanto el patio se despeja y los tres shinobi deciden seguir al anciano, este camina con lentitud unos metros hasta un banco, una vez allí se sienta sobre el mismo y saca de entre sus ropajes una pipa altamente ornamentada. Enciende la pipa con aparente dificultad, y empieza a darle pequeños sorbos, tosiendo con cada uno de ellos, prueba de que su avanzada edad ya no le permite disfrutar de esos pequeños placeres - Esto va a acabar conmigo - Comenta con tono cómico justo antes de dar una larga calada... Pero de sus pulmones no sale humo ni tos alguna.

- Hay quien opina que los niños son el futuro de las naciones. Es evidente que como profesor debería compartir ese punto, pero la gente tiende a olvidar algo aún más importantes... No existe futuro sin presente - El hombre se retira el manto, mostrando un extrañamente entrenado físico mientras se sienta a fumar de una pipa; con solo la primera calada, su tono de voz cambia del de un hombre anciano a guerrero adulto - Nuestra aldea tiene ciertas complicaciones, no es nada nuevo, ni es un secreto... En el mundo ninja los problemas son la normalidad del día a día; de hecho, si un buen día crees que todo va bien, probablemente estés cayendo en una trampa, o te hayan puesto en un genjutsu para hacer tiempo mientras te abren la garganta - Una nueva pausa, que es usada para arrancarse su propia piel del rostro con un movimiento fugaz, mostrando una cara completamente distinta a la del anciano - Eso no quiere decir que aceptemos la ayuda de la primera persona que quiera comer de nuestras arcas. Resumiendo, podéis considerar el día de hoy como una prueba de vuestra aptitud y fiabilidad; y la habéis pasado... Eso no significa que debáis descuidaros, ninguno de los tres sois parte de esta aldea y no dudaremos en apartaros de nuestro lado si nos decepcionáis en el futuro. Así es la vida. 

Ante ellos se encuentra un hombre completamente distinto al que les ha estado guiando durante toda aquella misión. El sujeto examina de arriba a abajo a los shinobi y sonríe, momento en el cual el humo aspirado hace ya casi dos minutos surge con lentitud de su boca, tomando la forma de una serpiente perféctamente dibujada antes de disiparse.

- Los hermanos Skuld tenéis permiso para realizar misiones independientes, ah y Samuru... Nunca reconoceré haber dicho esto, pero te aconsejaría tener cuidado a partir de ahora; ya se han enterado de su valor y hay quien opina que has pasado a sobrar en el trato - Dice mientras señala al pequeño de los hermanos durante un solo segundo, justo antes de pasar teatralmente a señalar al ronin - En cuanto a ti. Pareces peculiar, pero podrías sernos útil si empiezas a curtirte. Tu nivel es bajo, pero tengo un don para ver a la gente con potencial, quien sabe, quizás si... - Pero deja las palabras a medias - En fin, que puedes venir a solicitarnos nuevas misiones cuando desees. Y eso sería todo - Una bomba de humo estalla y para cuando el mismo se disipa, ya no hay nadie en aquel lugar.
_____________________

Samuru permanece en silencio durante unos segundos; aquel hombre no solo le ha confirmado que durante todo ese tiempo ha estado siendo sometido a una prueba bizarra, si no que la aldea ya conoce la sangre que corre por las venas de Riku y algunos no están dispuestos a dejarlo crecer en manos de un extranjero. "Puedo entender sus motivos y no es como si tuviera más opciones que seguirles el juego así que... Ya llegará mi turno" Pasando a dibujar en su rostro la sonrisa que habitualmente lo acompaña, el titiritero se gira hacia sus dos acompañantes, casi parece como si un extraño examinador no acabara de prevenirle sobre un complot a su vida.

- Itake; Riku y yo tenemos la ancestral costumbre de brindar y comer tras un trabajo bien hecho. ¿Nos harías el favor de acompañarnos?

The End

Con esto habríamos terminado, solo queda que hagáis vuestros posts de cierre y se podrá solicitar el cierre y recompensas oficiales de la misión. Ya veremos donde seguir el rol si os apetece.

Habla | Pensamiento | Narración

El shinobi de edad avanzaba comenzó a fumar una pipa de madera, sinceramente era de las cosas que no soporta el olor de esas cosas, no pude evitar mover mi mano un poco para alejar el humo no era por ser grosero si no que sinceramente no me gustaba ese olor y una mueca de desagrado se dibujo en mi rostros, pero no le dejaba de prestar atención al anciano, algo que había aprendido con mi hermano era que muchas personas mayores aunque no lo parezcan podría aportar algo de conocimiento y pues podría ser interesante saber que iba a decir.

No pude evitar sentir un pequeño escalofrió por lo que estaba diciendo, todos los días vivía con esos miedos de que todo fuera una trampa, no me podía fiar tan fácil de las personas, al final del día todas las personas siempre querían algo o en este mundo ninja un enemigo podría ser el que menos esperas será tu enemigo, no era algo que me gustaba pensar y simplemente suspire mirando al anciano.

No me molestaba trabajar ni vivir en la aldea es más les tenía algo de agradecimiento pero si un día alguno de ellos era una amenaza para mi o mi hermano no dudaría en actuar, después de todo el que me salvo de la calle fue el en primer lugar, el que me dio una vida fue el, pero no podría mostrarme ingrato y con todas mis fuerzas dibuje una sonrisa falsa en mi rostro dirigiéndome a aquel hombre -No se preocupe para algo nos están entrenando para poder ayudar a nuestro país, ¿ese no era el objetivo?- no me quedaba de otra, su actitud era totalmente diferente a la que había tenido hace tiempo, no me gustaba el tono que estaba llevando.

Quería decir el algo más antes que se fuera pero una bomba de humo fue utilizada por aquel hombre y desapareció, era muy bueno pero no me gustaba lo que había dicho – no te preocupes son fanfarronadas- mire a mi hermano con una sonrisa -y aparte si no funciona esto de ser ninjas podríamos regresar al mundo del espectáculo hemos refinado mas nuestros artes ninjas ¿no? – no podía evitar pensar en lo que había dicho esta persona, pero no iba a dejar que nada nos sucediera, quizás me faltaría mucho entrenamiento todavía pero un día iba ser muy fuerte, no me importaba lo que tuviera que hacer para proteger a las cosas y personas que amaba.

-Pues nunca podre negarte a un buen plato de comida después de una misión buen cumplida- le sonreí y me acerqué al otro señor – Vamos de seguro le gustara- mi tono de voz en estos momentos ya era mas tranquilo y amable -y aparte un buen plato de comida no se puede negar- no podía evitar tener algo de empatía por este hombre me recordaba un poco a nosotros y esperaba que nos lleváramos bien, así que simplemente seguí a mi hermano y terminamos una misión sin ningún accidente, era algo para celebrar.

-Hablo- "Pienso" Acciones/Narración