La chica, tras escuchar las palabras del jounin, bajaría su capucha, dejando al descubierto su cabellera color zanahoria. Eso sorprendió un poco al Uchiha, quien la había imaginado con un aspecto más infantil. Ese concepto que inicialmente -y sin fundamentos- él había establecido de Shikabira, quedaría evidenciado como totalmente erróneo cuando ella abrió la boca.
«Por alguna razón me da que ella no se está refiriendo al kunai e.e» Khal no era muy bueno pillando indirectas, o quizás sí había entendido a lo que se refería su contraparte, pero quería convencerse a si mismo de que ese no era el caso, una delicada mujer no podría expresarse de esa manera, o al menos eso pensaba él.
Su sorpresa solo aumentaría cuando ella apartó un poco su capucha para dejar entrever la empuñadura de una katana. —
Fiuuu —. Suspiró con alivio.
«Así que a eso se refería cuando dijo que jugaba con cosas más grandes, por un momento pensé que...» pero no era el momento de divagar con eso, ahora, justo frente a él, una mujer se mostraba así misma con un arma de filo de alta mortalidad.
Khal frunció ligeramente el ceño, aunque no se le veía enojado, ni siquiera particularmente molesto o incómodo. ¿Qué era entonces aquello que causaba el cambio en su semblante?. Simple, su mente se encontraba en una encrucijada. Por un lado, quería saber si la peli naranja era tan hábil con la katana como lo era con la labia, pero, por otro lado, si la chica resultaba ser una simple civil juguetona y él la lastimaba cuando se supone que debía estar de patrullaje, estaba convencido de que le reducirían su paga. También estaba la posibilidad de que ella fuera una rebelde o criminal, pero eso fue algo que se le ocurriría solo hasta el final.
—
Antes de continuar, ¿eres alguien mala? — Preguntó un poco más serio con respecto al tono que hasta hace poco había utilizado. —
No me interesa realmente con qué facción te identificas, me refiero a si estás en conflicto con los intereses de Konoha —. A Khal no le importaba demasiado el como se había segmentado el mundo. Imperiales, criminales, rebeldes, a él le daba igual. Tan solo tenía dos deseos, el primero era proteger la integridad de la villa y el segundo -y más importante- era enfrentarse a ninjas poderosos. Dependiendo de la respuesta de Shikabira, decidiría como encararla.
—
Y solo para que te quede claro, ¡esa katana aún se quedaría corta! — Concluyó recuperando su tono habitual. Junto con sus palabras, también colocó ambas manos a la altura de la cadera, a forma de asas de alguna copa. El Uchiha no se dejaría intimidar por una niñata.
Khal: — Hablando — || « Pensando »
Khaleesi: — Hablando — || ~ Pensando ~