[Easter] Festividad entre la Niebla
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20 de Sangatsu/Marzo, 15 D.Y.
Kirigakure no Sato, Canal Principal, 08:00 PM

Poco a poco la primavera se acercaba, y con ello, una de las festividades más icónicas de los tiempos que corrían. El Easter rememoraba la llegada de la florida estación, y la "Nueva vida" que Boshoku y los actuales líderes mundiales habían brindado al mundo, de la mano de Kami-sama. Con su llegada, la vida se había renovado, y el mundo había accedido a una era de prosperidad inimaginable en tiempos de antaño. Los defensores del gobierno, de hecho, sostenían que nunca se había vivido tan bien, y que pre-Boshoku, el mundo era un lugar oscuro donde abundaba la pobreza y la sangre, y quienes defendían dichos ideales, ahora representados por la Rebelión, eran bestias que sólo querían sembrar el terror y la guerra, unos terroristas de primera mano.

La celebración se conmemoraba en todo el mundo, e incluso personas de ideología rebelde o anti-imperialista, se regocijaban con banquetes, guirnaldas y todo tipo de adornos en todas las localizaciones del mundo conocido. Eran comunes las flores, los conejos y los huevos de chocolate, adornados de pintorescas y diversas maneras, como regalos para los conocidos y amigos. Era una forma de celebrar la llegada de tan colorida estación, sumado a la aparente prosperidad del mundo o, al menos, de celebrar lo bueno que este tenía. Estos días eran aprovechados para olvidar por completo los problemas, y todo tomaba un tono más amigable y cero hostil. Los conflictos eran dejados de lado para unirse todos en celebración de la vida y la prosperidad. En los últimos años, con la ausencia prolongada de Kami-sama, los líderes mundiales de los Imperios eran más flexibles y cesaban en estos días de realizar ejecuciones y persecuciones violentas contra los detractores rebeldes. Quizá era un signo de que, poco a poco, Boshoku se humanizaba.



[Imagen: 340126-Night-Festival-Lantern-River-Scen...al-Art.jpg]

En Kirigakure el Easter se celebraba generalmente durante todo el día, pero la fiesta principal era durante la noche del 20, previo a la llegada de la primavera. En ese momento, los canales de ríos que recorrían la villa se llenaban de barcas donde muchas personas salían a pasear y disfrutar de una velada a la luz de las linternas. Estas linternas, muchas de ellas flotando por encima de sus cabezas, iluminaban toda la villa, dando un aspecto muy bello y sereno, que acompañaba aquella aura de felicidad y armonía de los habitantes. Todos se ofrecían huevos de pascua como regalos, y los conejos estaban apostados en cada esquina, como figuras de papel maché confeccionadas artesanalmente con sumo cariño. Espectáculos de títeres para niños, fuegos artificiales, shows musicales y, sobre todo, una lanzada en barcos por el canal principal, por donde numerosas embarcaciones de madera lanzaban huevos de chocolate a la gente apostada en las orillas, y largaban más linternas al cielo, tiñendo el agua de un reflejo luminoso.

La principal fiesta se daba, justamente en ambas orillas del canal principal, cruzado en varias localizaciones por puentes que conectaban una con otra. Allí, puestos de comida, pequeños mercados con artesanías, espuma y muchos huevos de chocolate. Los shinobis de la Niebla, bebiendo por allí y aprovechando para compartir un tiempo libre de violencia con sus compañeros, fortaleciendo vínculos y tomando un descanso para lo que vendría luego de la primavera. Pero nada importaba esa noche, sólo disfrutar.

Entre las personas corría el rumor de que la Shodai Senchō (Primer Oficial) del Agua, Onmyōji Rō, haría acto de presencia durante la noche en representación de la mismísima Shodai Suijin, así que todos estaban atentos a cualquier pista de su presencia. Pero claro y sabido era, que ningún detalle o situación le eran secretos a la Diosa del Agua, que tenía ojos y oídos en cada rincón de su hermoso país.

OFF
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Última modificación: 22-03-2023, 04:35 AM por Sevro.
Desde más temprano de lo que le gustaría admitir estaba parado ahí. El festival se revolvía entorno al él como si él solo fuese una pieza más de decoración de entre las tantas que habían. Se asombraba, con total honestidad, de lo ingenioso que podía llegar a ser el imperio para aparentar que todo marchaba a la perfección y que motivos para celebrar sobraban. Y el populacho parecía simplemente aceptarlo, incluyéndole a él. Pero, por desgracia, le había tocado la brillante tarea de ser parte de la vigilancia de uno de los sectores del río. ¿A qué vigilaba? “Cualquier irregularidad” según rezaba el informe de su superior.

El tiempo pasaba en su puesto de vigilancia a un costado del río y la gente empezaba a aglomerarse más y más. La mirada del Heizu se paseaba por los transeúntes y de vez en cuando era atrapada por alguna de las linternas que empezaban a encenderse. Estaba más distraído que vigilante y se preguntó si debía esforzarse más, pero internamente fue una lucha que no tardó en tener un ganador. — No pasará nada. El imperio tiene todo bajo control. — Pensamiento proveniente de lo más profundo y remoto de su psique para justificarse y, a la vez, darse ánimos por lo que estaba a punto de hacer.

El estómago le rugiría automáticamente una vez el viento trajese consigo el aroma de alguno de los puestos de comida que estaban a ciertos pasos de distancia y la mente, automáticamente también, se le pondría en blanco. Era hora de abandonar el deber y nadie iba a impedírselo. Y justo cuando estuvo a punto de dar un paso, recordó las palabras de un sabio; “Haz un Kage Bunshin, imbécil” resonó en su mente y fue una revelación digna de la providencia del mismísimo Kami-Sama de la pascua. Y del pensamiento al hecho bastó menos de un instante, cruzando los dedos para hacer el sello correspondiente.

Kage Bunshin no Jutsu

De una nube de humo que desaparecería poco después y pasaría desapercibida como un acto más de los que habían en las calles parecería una copia perfecta del ninja, con todo lo bueno y lo malo. Tras unos segundos de mirada fija uno de los dos alzó la voz. — No es justo que sea yo quien deba quedarse acá. — Dijo el clon. — No jodas, tú no necesitas comer siquiera. — Respondería el original. — Pero moriré de aburrimiento si me quedo aquí un minuto más. — Replicaría el clon. Aquel sketch mal ideado duró unos minutos más hasta que ambos decidieron escapar de una discusión sin sentido y hacer lo lógico; una ronda de piedra, papel tijeras.

El ganador, después de una encarnizada batalla, salió triunfante y saboreando la victoria. A punto de irse, sin embargo, el perdedor habló de nuevo. — Al menos un henge, no seamos tan obvios… — A lo que el otro accedió sin más reconociéndolo como una buena idea.

Henge no Jutsu

Una tanda de sellos de manos y el Sevro libre se envolvió en humo para luego mostrar al mundo una apariencia nueva. Su base fue un rostro común que se encontró en alguna de sus misiones por el país, aunque trató de darle un par de toques especiales para evitar ser reconocido aún cuando la posibilidad fuese remota. De ahí, partió en busca de aventuras y con la intención de disfrutar el festival.

Apariencia del Henge
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Ahhh, qué linda noche. — No había duda de que Kirigakure estaba muy bien presentada esa velada. Era el momento de principal celebración para la fiesta de pascua. Cada año Nagi la celebra de una forma u otra. Su personalidad alegre le impedía quedarse al margen de la fiesta y en esta ocasión no será la excepción. Estuvo a punto de sufrir una decepción, pero fue astuto y rápido para zafar. Lo que ocurrió fue que estaban solicitando a ninjas para que vigilen y patrullen la zona, asegurándose de que todo marche bien. Después de todo, en momentos de relajo es cuando más vulnerable estas. Un superior se acercó a Nagi en una reunión de muchos ninjas para indicarle que era escogido para cuidar las calles.

Oh, creo que te equivocas de persona. Ese de ahí me dijo que no le gusta la fiesta y prefiere trabajar, aunque cueste creerlo. — Su mano diestra estaba sobre el hombro del superior a modo de confianza y el índice de la zurda apuntaba a un muchacho de cabellos azules. El tono de voz tan animado y entusiasta que usó el Yuko desconcertó al jounin calvo, quien miró hacia el otro chuunin, pero seguía sin creérselo demasiado. — ¿Estás seguro? Eso no puede... — Antes de que pudiera terminar su frase, Nagi ya se había marchado usando un Shunshin no Jutsu. Por consiguiente, se tomó como que no terminó por recibir la misión y el de cabellos azules fue el perjudicado.

Ya transportándonos a la actualidad, nuestro protagonista no quiso solo comer, ver y disfrutar las distintas atracciones con las que lo podían sorprender los aldeanos, sino que él mismo quiso ser una atracción. ¿Qué podía hacer él? Su objetivo eran los niños, así que en tan solo un día improvisó espectáculos de marionetas.

Creó un pequeño escenario a base de madera. Le pidió ayuda, o más bien obligó, a sus vecinos, ya que él solo no alcanzaría a dar con todos los preparativos en solo un día y medio. Afortunadamente, tuvo todo listo para la hora de la verdad. Frente a él había varios niños e incluso adultos, los cuales cuidaban a sus hijos y se aseguraban de que no cometieran ninguna imprudencia.

Nagi controlaba tres marionetas, aunque dos, ambas de color azul, estaban juntas, ya que no tenía la capacidad de manipular tres por separado. La característica distintiva de ese par, como se dijo, es su color azul, y que una tenía el cabello largo, demostrando ser mujer. Esas eran de la zurda, la derecha controlaba a un tipo que tenía pintado cabello gris y tenía una cara enfadada/seria. Este pasó por el costado de la pareja azul y los empujó. Nagi, imitando otra voz, habló representando a este último presentado. — Apestan y son feos. —

De ahí entró en escena la mujer azul, quien no tardó en responder de forma molesta. Obviamente, Nagi nuevamente fingió una voz, esta vez más aguda. — ¿Quién te crees que eres, estúpido? — Habría bardo, pero este fue el primer acto. ¿Cómo continuará la historia? ¿Tiene más marionetas preparadas? El pasó de la noche lo dirá.
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Easter/Pascua, se avecinaba y toda Kirigakure no sato se tornó en base a esta festividad como ya era costumbre hacer, tomando uno de los sectores mas bellos de la aldea como epicentro de todos los locales de comida y diversión.

Saito habia ayudado a su madre a montar un puesto de Yakisoba y le envió cartas a sus conocidos para encontrarse en ese preciso local. Cuando la noche llegó ambos gemelos se habian vestido con Yukatas a juego e incluso sus abuelas decidieron arreglarse para salir un rato y disfrutar del ambiente festivo, que de hecho, a Saito le recordaba al fin de año.

Que hermosa noche. Es bueno poder celebrar algo despues de varias sucesos en el mundo. ¡Aaagr! Me hubiera gustado luchar en Konseki en vez de Kusagakure-expresó con sinceridad y pereza por como habían salido las cosas.

Por cierto, ambas se ven bien-acabó agregando mientras caminaba a la par de su hermana y madre. Su destino no fue muy lejano y cuando llegaron al puesto aún no había nadie.

Mamá, iremos a ver otros puestos y ahora volvemos. Si un hombre albino, un niño moreno o una chica peliroja llegan avisales que no nos tardamos-Saito sinceramente esperaba que Hikaru viniera esa noche, presentarle su madre y hermana un amigo de su padre de seguro seria divertido.

Los hermanos caminaron por el puente, observando la belleza de los faroles de papel, la musica se oia divertida y la cantidad de niños felices era sorprendente. Pero lo que capturó la atención del mayor fueron las barcas en el rio.

¡Uy yo quiero montarme!-su sonrisa se borró a ver a una pareja de enamorados montada, quizás no eran exclusivas para parejas pero si era cierto que se veía mejor en esa situación.

Mejor no...-sentenció y al fin llegaron al otro lado, donde un grupo de niños se reunia a ver un show de titeres. La sorpresa no era esa, la sorpresa era que habian varios espiritus neutros prestando atención también.

¿Vemos un rato? O ¿volvemos con mamá?-ahora que lo pensaba, Saito esperaba encontrarse con varios conocidos hoy pero ¿y Aiko? ¿no habia invitado a ninguna amiga?
Narro-Pienso-Hablo

Pasivas
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Habría celebración en Kirigakure por la pascua Aiko estaba enfocada en otro tipo de actividades fuera de las permitidas hacia pruebas de nada naturales pero tendría que posponer esos experimentos para pasar un rato con su querida mamá y su hermano mayor no era ninguna molestia estar con ellos.

Saito ayudo a montar un puesto de Yakisoba junto con su mamá, cuando cayo la noche todos iban a ir al puesto los gemelos vestían Yukatas algo muy tradicional, el de su madre era más azul aqua bastante colorido. Su hermano era bastante alegre por el momento que disfrutaban juntos aunque se quejo de la misión que le tocó -No te preocupes Saito pronto podrás tener mejores trabajos, mínimo estás vivo yo aún no logro progresar con Merrick es un espíritu muy perturbado- la pequeña alma flotaba encima de Aiko.

-Gracias Saito para mí edad aún soy una mujer atractiva- Tsuki guiño su ojo izquierdo estiró su brazo izquierdo levantado dos dedos el índice y medio, la confianza en sí misma era algo notoria en la madre de los gemelos, mientras que Aiko hizo lo mismo pero un poco menos enérgica -Ssiiiiii- no se podía notar alguna emoción en la joven Onmyōji solo parecía ser el reflejo de su madre.

Saito quiso ver más puestos después de que invito a sus amigos su madre no tuvo algún problema Aiko dejo un clon por si acaso llegaba alguien así podría saber aunque estuvieran lejos, ambos gemelos caminaban por el puerto viendo los deslumbrantes puestos donde todos se divertían, al pasar en un puente se podrían observar como lanzaban pequeños barquitos con lámparas, también verían parejas en botes Saito quería subir pero luego se arrepintió.

-Soy tu hermana no debería darte vergüenza subir a un bote conmigo- le dió un ligero golpecito en la cabeza a su hermano, si Saito no cambiaba de opinión a ella no le llamo la atención el show de títeres -Volvamos si eso quieres aunque podríamos comprar una lámpara para luego lanzarla juntos tu, yo y mamá si quieres- parecía que sus experimentos le estaban afectando pero mínimo trataba de mantener a su hermano entretenido.
[Imagen: c8SXohe.jpeg]
Narro/ Pienso/ Hablo
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La celebración más estúpida que había visto en sus casi 35 años tomaba lugar aquella noche, por lo que el Yuki se acercó como de costumbre al canal principal de la aldea. Era algo contradictorio, pero según él la gente de la aldea no tenía la culpa de que su gobierno fuera una mierda, por lo que -sin importar el motivo- tenían derecho a un día que de pura celebración. Y el Yuki no podía perderselo. Más allá de su relacicón amor-odio con aquel festejo, lo cierto es que se trataba de uno de los pocos días que le permitían recordar con cariño a la Kirigakure de antaño.

-Nueva vida las pelotas.- Su comentario no tendría como receptor a ninguno de los que lo rodeaban, pero pensar para sus adentros no alcanzaba para sacar la bronca que le generaba. Caminó hacia adentro del canal principal, donde un joven le arrojó desde un barco con simpática decoración un gran huevo de chocolate. -Hey, ¡gracias!- El chico hizo algún comentario difícil de descifrar debido a la distancia, pero dando a entender que lo había reconocido. Era algo completamente nuevo y extraño para Hikaru, pero intentaba tomarlo de la mejor manera.
No quería en absoluto que algo tan estúpido como un ápice de fama se le subiera a la cabeza, pero estaba tranquilo respecto a eso. Lo que sí le preocupaba era saber que, indefectiblemente, tarde o temprano le fallaría a gran parte de esas personas.

Había reicbido la invitación de Saito, pero en lo que buscaba el puesto de su familia encontró varias cosas interesantes. Por un lado, llamó su atención el hecho de que varios ninjas montaban una suerte de guardia en forma de cordón. -¿No se trataba de una celebración amistosa, señorita Suijin?- Aquello podría haberlo escuchado alguno de los que lo rodeaban, entre ellos un joven un peculiar cabello azulado. 
Además, pudo ver justo frente a él un divertido show de marionetas, que tenía a cautivados a un puñado de chicos. De momento, se limitaría a observar el siguiente acto, parado justo delante del chico de pelo azul.
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Aiko le dio animos y le hizo recordar la presencia de Merrik y es que, lo Onmyõji deben lidiar con su vista que atraviesa el espiritu por lo que muchos ganan la capacidad de ignorar sutilmente los Yõkai que no representen peligro y dado esto Saito no habia notado a Merrik.

Ya que solo Kurosame y yo sobrevivimos algunos genin me elogian, chunin me ven ahora como un rival y jounin me han dicho que voy por buen camino. Pero la verdad no me siento especial-confesó y acomodó el cabello de su hermana.

Si alguien puede con ese terco eres tu. Por otro lado ¿donde estuviste durante este tiempo?-acabó preguntando a pesar que dijo que no lo haria pero en fin, Saito.

Creo que lo maa comico de toda la noche fue ver a su hermana imitar los gestos de su madre aunque ni siquiera intentaba hacerlo bien-Ustedes aveces me averguenzan jajajaja-una madre juguetona y una gemela con cambios de personalidad de los mas variados, sep, no cambiaria nada de su ahora.

Dejando a su madre como vigilante y un clon de Aiko como mensajera los gemelos decidieron vagar un rato. Apenas llegar el puente una conversación nació y fruyó tranquilamente donde Saito se encogió de hombros mientras veía a su hermana.

Tienes razón. Con tantas cosas que hemos hecho juntos esto no deberia ser incomodo-Saito había negado la idea pensando en la actual Aiko pero ver que en realidad su hermana quería pasar tiempo con él lo hizo desear tomar el barco.

Por otro lado, Aiko si rechazó al show de titeres y a cambio planteó ir a comprar algunas linternas para lanzar al cielo más tarde.

Me parece bien. De hecho deberia comprar algunas de esas cestas con huevos y conejos de chocolates-comentó cuando depronto sintió como alguien lo abrazó desde atrás.

¡Te encontré Saito!-gritó una mujer rubia con ropa algo extravagante un animo envidiable.

¿Harley-sensei? ¿Que hace aquí?-Saito buscó mantener la calma pero la forma en como la sensei del chico gritó y lo abrazó había acabado robando la atención de mas de un representante en el lugar.

¿Que clase de pregunta es esa? Vine a disfrutar de la festividad aunque no la entiendo nada. Y bueno, aprovechar para ver a mi querido compañero de trabajo-expresó mientras se colocaba al lado derecho del muchacho y subia su flequillo para examinar su frente.

¿Eh? Creí que ya lo ibas a tener listo-la mujer se veía decepcionada mientras soltaba un suspiro.

Es que olvidé completarlo hoy. Deje veo...-el muchacho se concentró y de su frente apareció aquel diamante de la maestria medica aunque... Se veía algo opaco.

Muy bien, muy bien. Ya casi lo acabas... Eh-depronto Harley se dio cuenta de Aiko y quedó boquiabierta pero antes de que dijera la burrada que Saito sabia que iba a decir aclaró la situación.

Ella es mi hermana gemela Aiko. Aiko, ella es Harley fue sensei de papá y también mia-acabó presentando y Harley simplemente volvió a ai estado de animos normal para saludar a Aiko.

Que bueno verte otra vez, no te veia desde que eras una bebé adorable. Te pareces a tu madre sin duda-Harley les entregó a ambos gemelos algunos huevos de chocolate y decidió decir adios.

¡Tengo una cita asi que tengo que irme, nos vemos luego!-se despediria mientras caminaba con una mano en el aire pero no avanzó mucho hasta que se detuvo cerca de alguien.

Oh pero miren quien tenemos aquí, Haruki Yuki. Que bueno verte ¿como está tu tio?-escuchando eso Saito tomó a su hermana de la mano y caminó hasta allá.

Oh, Haruki. Que bueno verte, mira Aiko este es Haruki Yuki quien te hablé. He escuchado rumores de buen papel en la fortaleza Shosenki, ña verdad te envidio-Saito sin perder tiempo empezó un tema de conversación para que todos hablaran.
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Narro-Pienso-Hablo

Pasivas
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Los niños estuvieron muy emocionados viendo el posible conflicto entre el tipo del cabello blanco con los seres azules. Sin embargo, Nagi no mostró la acción del combate, ya que tenía pensado algo más con mucho dramatismo. Al final las marionetas fueron retiradas y todos los niños aplaudieron bastante satisfechos con la obra que acababan de ver. — Y la función apenas empieza. No se vayan, que les tengo varias historias. — Y sí, porque, aunque el escenario lo preparó a última hora al igual que algunas marionetas, pero varias ya las tenía desde antes. Por claro, no es la primera vez que presenta un espectáculo de este calibre. Obviamente no es profesional ni se crea una super coreografía. Su propósito simplemente es repartir entretención y felicidad.

Esta vez fueron dos marionetas. Uno tenía el cabello rojo y el otro blanco. Este último llegaba desde las alturas y Nagi lo presentó como el antagonista de esta pequeña historia. — Soy un maestro en las ocho puertas celestiales. Te derrotaré malvado. — Diría el de cabello rojo. Pero, contra todo pronóstico, lanzó un ataque a distancia. Al menos esto se entendió, ya que Nagi en ningún momento lo hizo acercarse a la otra marioneta, además de que con la boca hacia ruiditos como de poderes.

¿Por qué lo ataca con ninjutsu? — Se escuchó por parte de uno de los niños. Sin embargo, la pelea no duraría mucho más, ya que un poder del malo terminó por derribar al protagonista, cuya marioneta cayó al piso tras ser soltada. De los espectadores se escuchó un lamentable ¡no!. — No puedo morir aquí... Mis alumnos me extrañarán... Y mi waifu también... — La voz que hacía Nagi para imitarlo era quebrada, haciendo notar que estaba en sus últimos segundos. Más de un llanto se escuchó de parte de los infantes.

Aprovechando que pudo soltar al pelirrojo, tomó otra marioneta, con el mismo color de cabello, pero largo, simulando ser una mujer. Esta se lanzó a atacar al malvado enemigo a corto rango, aunque fue esquivada con suma facilidad.

¿Estuvo mirando todo el tiempo? — Se escuchó. — ¿Por qué ataca recién ahora y no ayudó a su amigo antes? — Interrogantes que todos se hacían, ya que parecía como si Nagi hubiera olvidado que ese muñeco existía, pero no, la verdad es que la historia estaba escrita así.

Esta vez la historia no tuvo un final tranquilo ni feliz. El protagonista falleció y el malvado escapó, aunque Nagi dejó saber que quizás el cuento tenía continuación en el futuro.

De todos modos, un niño preguntó. — Pero ¿no era maestro de las puertas no sé qué? No hizo nada.
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El agraciado -gracias a su henge- Sevro se paseaba por la marea de gente como si de un marinero experimentado se tratase. Su estatura le hacía sobresalir un palmo o dos de entre los otros transeúntes, pero salvo por aquello solo era uno más. Y como tal se asombraba con cualquier tontería que aquellos puestos brindaban como entretenimiento. Se detendría de vez en cuando para observar minuciosamente los juegos de feria de los que se cuestionaba si participar o no. Los que requerían puntería hasta cierto punto eran los más atractivos pero al mismo tiempo perdían un poco el sentido al ser tan sencillos. De cualquier manera era una visión entretenida ver a los demás intentar hacerse con algunos premios y fallar rotundamente. 

Pasó también varios puestos de comida y bebidas espirituosas que le llamaron la atención pero no se animó a detenerse. Parecía haber tanto por explorar en aquel festival que la noche no alcanzaría para todo. Y en una de esas tantas olas de gente terminaría encallando frente a lo que parecía un muy interesante espectáculo de marionetas. Nunca había visto un acto como aquel, por lo que fijó sus piernas al piso para evitar ser llevado por la corriente de personas y se dispuso a mirar atentamente como el joven que manejaba los muñecos contaba una historia.

La mayoría de los espectadores eran niños y otros tantos adultos eran los padres de los más pequeños. Ojos curiosos como los del Heizu no faltaban, pero habían tantas cosas por ver que un mero espectáculo de titiritero no se traducía en un atractivo basto. Pero él se quedó ahí, viendo y escuchando a cada palabra que salía del público y cada palabra que el “showman” enunciaba. A su lado un grupo de ninjas que parecía conocerse entre sí empezaban a conversar, pero no les prestó mucha atención, absorto en la narrativa del portentoso héroe de las ocho puertas que decidió luchar con ninjutsu. 

Sevro analizaba al marionetista sin emitir palabra alguna. Quien se girase lo vería con expresión de entusiasmo. La destreza con la que movía los muñecos le generaba curiosidad y llegó a preguntarse si aquel joven formaba parte de los infames shinobis que, según había escuchado, luchaban utilizando marionetas a su favor. 

— ¿Cómo sigue la historia? ¿Revive el protagonista? ¿O quizás reencarnó en alguien más? Alguien de otra aldea puede ser. — Lanzó la ronda de preguntas al titiritero. 

Resumen y apariencia
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— Empiezo a creer en lo que Saori dijo.  — Diría para sus adentros a medida que caminaba entre la gran multitud debido a las festividades actuales. Los ropajes del rubio eran más ligeros de lo usual, pues no contaba con su conjunto completo. Llevaba un suéter de mangas cortas de color marrón con un diseño bastante peculiar en el parte posterior conformado por 3 letras y un tono rojizo bastante llamativo, así es se trataba de aquella nueva marca "RED".

Una aldeana visionaria de procedencia dudosa; no sé sabia con exactitud si el autor de aquel logotipo era o no mujer, pero aquello era lo de menos. Todos eran consciente de sus capacidades y de lo bien que solía batallar contra las demás tendencias.

RED se había hecho ya un hueco en el mercado, la marca fue penetrada comercialmente desde distintos ángulos, algunos muy dolorosos para la economía del artista detrás de ello, pero supo salir a flote.

— ¿Un show de marionetas? — Se preguntó en voz alta el Sin Clan, luego de escuchar algún que otro comentario sobre los buenos relatos que se estaban realizando. Interesado por el evento, se abalanzó contra aquella cohesionada multitud, usando ambos brazos para abrirse paso hasta uno de los mejores lugares, topándose con un chico de cabellera blanca bastante peculiar.

Su llegada fue tardía, pero pudo escuchar aquella ronda de preguntas que el chico de aspecto extraño realizó. "¿Por qué tanto interés?" Pensó observando con cierta rareza las acciones del chico, no obstante, estaba listo para continuar disfrutando del espectáculo que al parecer se estaba tomando una pequeña pausa para el siguiente acto...

Las manos del Sin Clan exploraron los bolsillos de su pantalón en busca de un pequeño bocadillo, siempre llevaba algo guardado por ahí y fue el caso. Retiró un pequeño paquete de maní que había comprado hace ya un par de horas atrás, mucho antes de siquiera estar dispuesto a aparecerse en las festividades.

Introdujo varios de estos entre sus dientes frontales y disfruto de la espera, su rostro demostraba ansias por conocer el siguiente número y claro, ver el aspecto de cada una de las nuevas marionetas.
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Última modificación: 28-03-2023, 12:48 AM por Kurosame.
Kurosame, el shinobi frío y calculador
Se sumó a la multitud con gran fervor
Disfrutando la celebración de Easter
En el canal principal, sin temer.

Entre los puestos de comida y artesanías
Vio a algunos shinobis de la Niebla en su compañía
Decidió unirse y pasar un buen rato
Y disfrutar de todo lo que había en el mercado.

La noche avanzaba y la alegría aumentaba
Con huevos de chocolate lanzados desde las barcas
Kurosame trató de atrapar algunos con afán
Y rió con la multitud al intentarlo sin cesar.

Pero de pronto un rumor comenzó a circular
La Shodai Senchō del Agua haría acto de presencia, sin tardar
Kurosame se emocionó ante la idea de verla en persona
Como muchos otros, no podía esperar a que llegara.

Mientras la noche avanzaba, Kurosame recordó
A su familia y amigos que ya no estaban con él, con dolor
Pero la alegría de la multitud lo hizo olvidar el pesar
Y continuó disfrutando de la celebración sin cesar.

Y en su mente, un nombre extraño apareció
Freeia, ¿a qué no hay huevos, acaso surgió?
Pensó en un reto para ella sin temor
Que escribiera un post en rimas, ¡una tarea de gran valor!
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La familia trabaja en el puesto de Yakisoba Saito se sentía mal por la misión que le tocó comento que le fue bien pero no le agrado como acabo, su hermano confesó que recibió elogios de varios altos cargos pero el no se sentía nada especial comentario algo negativo mientras acomodaba el cabellos de Aiko.

Mínimo aún algo incómodo por como termino su trabajo Saito pudo darles ánimo a su hermana para trabajar con Merrick pero también pregunto que estuvo haciendo en estos días -Paso tiempo en la isla del norte en una pequeña cabaña lejos del templo tratando de reanimar el cuerpo de un can para que vuelva a vivir Merrick, pero es muy difícil si dejo de aplicar chakra el cuerpo vuelve a morir y fusionar el alma es algo relativamente fácil pero la conservación del cuerpo es el problema- su madre apoyo la coartada de su hermana -Yo la voy a visitar como llevar algo de comida de ves en cuando-.

Después de algunos momentos con su madre ambos gemelos salieron a explorar los demás puestos, al llegar al puente su hermano quería subir a un barco pero le dió vergüenza pero Aiko trato de hacerlo sentir mejor y más porque ella es su hermana, aunque ir a ver títeres no le llamaba mucho la atención pero si debían comprar lámparas para luego lanzarla junto con su madre, también quería Saito compara huevos de chocolate para comer luego -Exelente hermano compremos y sigamos viendo que más hay-.

Al parecer la sensei de Saito paso a abrazar al joven y pasar algo de tiempo con el y hablar de sus poderes como ninja médico, de repente su clon al ver a Hikaru como saber a dónde va ella desapareció para avísale a la real,
-Saito alguien a quien invitaste llegó al puesto y viene hacia el show de marionetas, es un joven de cabellera clara con una marca violeta de su ojo izquierdo- después de dar la información creo otro clon y lo envío de regreso con su madre.
[Imagen: c8SXohe.jpeg]
Narro/ Pienso/ Hablo
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¿Si revivió el protagonista? Mmm, esa es una buena pregunta. Veamos qué puedo hacer. — Se retiró un momento y fue tras su pequeño escenario, en donde había cortina. Estuvo durante unos cuantos segundos buscando todo lo que necesitaba. Al regresar, llegó acompañado de otra persona que sujetaba dos marionetas, mientras que el Yuki dominaba la increíble cantidad de cinco. — Bien, para empezar... — Curiosamente, el número descendió al instante. Uno de los muñecos fue arrojado lejos, como si fuera inutilizable o inservible. — ¿Qué? ¿Ya tan pronto uno de mis compañeros quedó sin ki? — Mencionó una marioneta cuyo rasgo distintivo era una pequeña peluca de color azabache. 

Los niños se quedaron extrañados ante la salida de uno de los personajes, pero no tenían tiempo para pensar en eso. El resto de los protagonistas ya comenzaba su movimiento. O eso parecía. De pronto, una mujer inició un ataque a sus propios compañeros. Nagi, usando una voz de narrador, explicó lo que sucedía en escena. — La guerrera legendaria, mandamás de su poderosa aldea, cayó en la técnica del enemigo y ahora era controlada. — Aquello hizo de inmediato que los niños no sintieran aprecio por ese personaje. Incluso, uno de ellos comentó. — Y si es tan legendaria, ¿por qué no hizo algo para defenderse? — Buena pregunta.

Al tener cero impacto ese personaje en el público, Nagi también lo sacó del escenario y lo mandó a volar lejos. Es como si estuviera mandando las marionetas al cementerio de marionetas. ¿Será que tendrán el efecto de aumentar el poder del monstruo en el campo? Clásico de otro ninja de la Niebla. Pero no, en esta temática eso no funciona. 

Ahora venía una marioneta de cabello blanco que aparentemente iba a usar una técnica, pero por algún motivo desconocido, Nagi hizo que perdiera un brazo y lo mandó también a volar. Tres menos. — ¿Es que alguno de mis compañeros tendrá algo de ki? Aún queda uno. Confío. — Mencionó el de cabello azabache. El restante estaba escondido en el techo de una casita creada como decoración. Uno de los enemigos, controlado por el compañero de Nagi cuya identidad es desconocida, lanzó un ataque y lo derrotó. El Yuki simuló gritos de dolor unos cuantos segundos y luego lo mandó al cementerio.

¿Es que ninguno de ese grupo hará algo? Apuesto son de esa aldea Iwa o Suna. En un libro de mi papá dice que nunca hacen algo y son como fantasmas. — Mencionó un niño, totalmente decepcionado de la función de todas las marionetas que ya fueron destruidas. Lo peculiar es que el público expresaba su despreció por los personajes y no por quien los controlaba. Debe ser lo positivo de que en su mayoría sean niños. Creen que lo que ven es verdad y no es invención de Nagi. ¿Será de verdad invención acaso?

Quedando dos enemigos y uno de los buenos, este debía colocarse a todos en la espalda y demostrar que por ser de otra aldea, era diferente. — Demostraré que yo sí tengo ki mínimo. — Todos quedaron expectantes a ver qué hacía. Nagi fue astuto y lanzó una bomba de humo al piso. Para cuando todos pudieran ver de nuevo, el protagonista estaría detrás de uno de sus enemigos. — ¡Desapareció y apareció detrás! — Exclamó el pequeño. Sí, eso fue lo que hizo, pero si el Yuki no usaba el humo, se vería el movimiento y no habría sido tan genial.

Técnica genérica de protagonista potenciada Odama Rasengan. — Sí, derrotó a un enemigo solo, mientras que los otros fueron vencidos sin hacer absolutamente nada a tomar en cuenta. La diferencia de ki fue notiria.

Todo los niños estallaron de alegría, gritando emocionados y apoyando al protagonisto. Al fin un personaje que hizo algo interesante y demostró que los buenos siempre ganan.
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¿Qué otras historias podía traer para que los niños siguieran divirtiéndose? Aún quedaba una, sí, aquella con la que cerraría su espectáculo y ya podría irse luego a perder por ahí y comprar los distintos tipos de comida y chocolate que tenían los aldeanos. Volvió a la zona trasera del escenario y su compañero también. Esta vez tardaron más en prepararse, alrededor de unos diez minutos. En los cambios anteriores apenas unos cinco minutos como mucho. 

Al regresar, Nagi realizó un ninjutsu del elemento agua que mojó un poco el piso, aunque asegurándose de que no se extienda demasiado para no molestar al público o a transeúntes que pasen por ahí. Lo más raro vino después. El compañero del Yuki venía a cuatro patas con un traje de tortuga encima. Se posicionó sobre el agua y fingió emitir rugidos. Nagi apareció con dos marionetas, uno de cabello negro y otro de cabellos rojos. El primero, para sorpresa de todos, apareció en escena desde los cielos, incluso más arriba que el pequeño escenario que se montó. 

En cuanto a la llegada de este personaje, lo que llamó la atención del público y los dejó incrédulos, fue que él chocó con el cartón cuando caía. ¿Fue error del titiritero? Claro que no, pero Nagi no se los respondería. Perdería la gracia. — Este examen será muy sencillo. Soporté la caída desde el avión como todo un campeón. — Gotas de sangre cayeron desde él, dejando en evidencia que el golpe en el escenario fue parte de la historia, ya que fue herido.

Aquí es donde comienza la acción. La gigante tortuga atacó a nuestro querido protagonista, el cual no intentó huir, no, quiso pelear como un hombre. Los niños quedaron maravillados por la valentía que demostraba el personaje. Muchos gritaron palabras de aliento y apoyo. Lamentablemente, las peleas no se ganan con agallas. Intentó pelear, pero sí, la tortuga se lo comió. Niños lloraron y madres se enojaron por la triste escena a la que fueron expuestos sus pequeños, pero no había vuelta atrás. El show debe continuar. 

Ingresó el nuevo personaje, el de cabello rojo, gritando. — ¡No, amigo! ¡No mueras! ¡Yo te salvaré! — Los infantes recuperaron las esperanzas, creyendo que el nuevo protagonista salvaría todo. Pero no, antes de combatir, un nuevo rugido lo obligó a irse llorando. — ¡No puede ser! ¡No puedo dejar a mi amigo! — Y como último personaje, una nueva marioneta apareció y le dio una bofetada al llorón. — Cállate. Eleva tu ki. — El pelirrojo se cayó y se aguantó las lágrimas. — Está bien, me iré. Pero nunca más dejaré atrás a un amigo. Lo prometo. Ese es mi camino ninja. — Y ese fue el final. Al público no le gustó y los niños comenzaron a abuchear.

Nagi, ante semejante situación, no vio más opción que huir. Lanzó una bomba de humo a donde estaba y cuando se dispersó, él ya no estaba. El hombre disfrazado de tortuga no supo qué hacer y escapó aun andando a cuatro patas y con el traje. 

La función terminó.
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Por primera vez en mucho tiempo, Kano podría respirar en un ambiente que no era hostil y que le permitiría desconectar un poco de su ajetreada vida. Aunque como adicto al trabajo que era, incluso aquel día no estaría totalmente libre de responsabilidades, ya que él personalmente se había ofrecido para vigilar el canal principal y asegurarse de que no se producía ningún altercado que rompiera el ambiente festivo de la llegada de la primavera.

Estaba equipado con su chaleco táctico reglamentario, un wakizashi colgado del cinturón y un porta-kunais. Además, toda su figura era cubierta por una enorme capa rojiza, tanto que incluso llegaba a rozar el suelo. Esta vez no llevaba la capucha puesta, ya que no veía necesario ocultar su identidad.

Se encontraba de pie a la izquierda de la entrada del puente, sin moverse demostrando ser un guardia ejemplar. Sus orbes amarillentos oteaban la zona, prestando especial atención al espectáculo de marionetas que tanto destacaba. Era la primera vez que veía algo parecido, así que no podía evitar despistarse un poco de su tarea asignada.
No sabía que a la gente le gustaran tanto estas fechas... —murmuraría frío como el hielo─. Donde el viejo nunca hacíamos fiestas.
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Ya estuvo bastante tiempo entreteniendo a las futuras generaciones de la aldea. No le preocupaba haber dejado todas las marionetas y el pequeño escenario que montó. Ya vendría por la mañana temprano a recoger todo. Esperaba que nadie robe algo, aunque en dado caso, tampoco le importará. El compañero que lo ayudó actuando y controlando títeres también vigilará desde la media distancia para asegurarse de que todo se mantenga en su lugar. 

Ahora que ya está libre, le tocaba disfrutar de das distintas atracciones que tenía la aldea para disfrutar esta velada. Por lo que pudo ver, en el agua había distintos botes en donde personas contratadas le daban huevos a la gente que descansaba en la orilla. Nagi ya hizo mucho y ahora quería disfrutar, así que su plan estaba listo dentro de su cabeza. Compró una gran canasta llena de huevos de chocolate, cuyo alimento le encantaba y esperaba todo el año esta fecha solo para poder ingerirlos sin contenerse.

Luego, se acercó a un bote cuyo “dueño” estaba descansando. Le habló y mintió, diciéndole que el jefe lo estaba llamando para que fuera a descansar y que él sería el relevo. En un principio no le creyó, pero el Yuki fue lo suficientemente insistente para convencerlo. Cuando lo vio bien lejos, empujó la embarcación hacia el agua para que se moviera solo con la corriente que había. Él saltó hacia el interior. Se recostó y se dedicó a comer chocolate. Esperaba que nadie le molestara. De todos modos, el resto estaría en la orilla, aunque, aparentemente, más civiles buscaban esos botes para relajarse en medio del agua. Podemos decir que Nagi buscaba lo mismo, pero, en vez de conseguir el transporte de manera legal, lo hizo a través del arte del engaño.

Según pudo escuchar, una persona importante se presentaría durante la velada, aunque no recordaba específicamente quién. De todas formas, si aparece alguien que deba sí o sí ver, seguramente todos gritarían felices. Esa sería la señal para que se levante y presencie lo que sea que vaya a ocurrir. Por ahora, solo quería descansar.
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Era el dia de la festividad de pascua y ñas calles de Kiri estaban pintadas de alegres y vívidos colores, seguramente era costumbre, habian tomado uno de los sectores mas bellos y poblados de la aldea para crear un festival en el cuál las diferencias sociales no estaban invitadas, imperiales y rebeldes compartían por igual.

 -Este festival... es lo mas cercano a mi sueño...- murmuró Akami mientras caminaba por las calles de la aldea, el dia de hoy no tenia compañía por lo que estaba por su cuenta mientras miraba los alrededores, podia observar las barcazas que navegaban por el río de la aldea con parejas de novios y amigos cómo pasajeros.

 - Que tiernos...- dijo la sacerdotisa mientras miraba las personas en las barcazas- Debo... dejar a un lado estos recuerdos y seguir adelanté- dijo mientras caminaba con una sonrisa, pero... ¿por qué Akami estaba en el festival? Pues... sencillo alguien la invito, pero ¿quién era ese alguien? Pues su amigo Saito.

 - La carta decía un puesto de Yakisoba...- murmuró mientras caminaba- Ha pasado un tiempo...- se dijo para si misma- Me preguntó... que habra pasado mientras estuve de viaje...- dijo recordando la ultima vez que vio a Saito y Aiko- Soy una tonta...- murmuro con un tono decaído por lo que pasó aquella vez, pues... confundió a Saito con Victorio y le dijo sus sentimientos sin darse cuenta, despues de aquello se fue sin decir nada cuando los hermanos se habían distraído.

 - Ojalá y haya olvidado eso...- murmuró mientras caminaba en la misma dirección del rio para cruzarse con un puesto de buñuelos dulces, donde compro uno y procedió a comerlo mientras caminaba en dirección al local indicado previamente, aunque tambien Akami había planeado hacer cierto espectáculo con sus creaciones de tinta- Espero les guste- se dijo mientras caminaba para encontrarse con el puesto de Yakisoba donde una mujer pelirroja estaba atendiendo.

 - Debe ser la mamá de Saito-san...- dijo mientras se sentaba en una silla cercana al puesto de Yakisoba- Disculpe... soy Amiga de Saito, el me pidió que viniera hoy aqui- dijo la sacerdotisa con una sonrisa, poco después la mujer le diría que Saito no se encontraba por ahora, pero estaba cerca del puesto- Muchas Gracias, entonces iré a buscarlo- dijo la pelirroja mientras se retiraba del puesto para buscar a su amigo, tras buscar un rato pudo ver que estaba cerca del Show de marionetas con Aiko, una rubia y un prliblanco se estaba acercando.

 - Veo que es alguien muy sociable- dijo con una sonrisa, pues era diferente de Akami en ese aspecto- Voy con ellos- dijo para dar un paso y que una voz la detuviera

- Te encontré- murmuró un sujeto que llevaba una túnica negra que cubria todo el cuerpo sin dejar siquiera verle la complexión física, aunque se podia notar que estaba encorvado.

 - Me lleva la que me trajo...- murmuro con decaencia la sacerdotisa al escuchar aquella voz.

 - Akami-sama, deberia estar en la catedral con los demás obispos para celbrar estas fechas- dijo la sombra de la túnica.

 - Curse... Permiteme estar con las personas que quiero solo por hoy- dijo sacerdotisa mirando al suelo ante lel sermon del contrario.

 - Akami-sama, no puedo hacer eso- dijo la sombra mientras agarraba la muñeca de Akami para empezar a caminar y jalarla por la fuerza- sueltame... Sueltame.... SUELTAME- dijo la sacerdotisa para safarse de aquel agarre y hacer sellos manuales.

- Akami... no lo hagas, estamos en plena calle- regaño la sombra a la sacerdotisa.

- Eso nunca los detuvo al torturarme- dijo la pelirroja terminando los sellos- Arte Ninja, Estilo de Fuego: Jutsu bola de fuego- dijo expulsando una bola de fuego por la boca en direccion a la sombra frente a ella, aquel objetivo recibió el golpe de lleno provocando que la bola de fuego creara una pequeña explosión que sono al mismo tiempo de fuegos artificiales se extendían por el cielo, cubriendo el ruido de la explosión.

 - Akami... dijo la sombra mientras su túnica estaba quemandose en el suelo, la piel del sujeto era gris oscuro, como el acero negro- Akami, eso fue peligroso- dijo mientras se podia observar que uno de los brazos del sujeto estaba vendado desde el hombro hasta la mano, era un vendaje grueso que cubria el brazo por completo como para esconder algo.

 - Déjame en paz, es una orden- dijo la sacerdotisa mientras hacia otro sello manual.

- Bueno, pero espero que estes lista para lo que la iglesia decida hacer contigo-

 -Eso... eso nunca les importo, ademas... no pueden hacerme nada que no me hayan hecho en el pasado- dijo mirando a la cara a aquel sujeto, el cuel tenia el rostro cubierto con una mascara de cráneo humano.

 - Nos vemos- dijo el sujeto antes de desaparecer de entre las sombras.

 Akami camino en direccion a Saito y los demás con una sonrisa- ¡Saito-san!, ¡Aiko-san!- dijo saludando a ambos a lo lejos mientras se dirigía a ellos.

 - Cuanto tiempo, me alegra volver a verlos- dijo con una sonrisa. La vestimenta de Akami consistia en un yukata rojo con detalles de ramas con hojas de color negro, y su cabello estaba recogido en forma de cebolla con unos adornos rojos y amarillos en el cabello.

 - Se ven bien, estando tan cerca, no puedo negar que son gemelos- dijo en son de broma mientras saludaba a los demas- Es un gusto, soy Akami Ameryuu- dijo inclinándose ligeramente en reverencia ante los conocidos de Saito.

 - Saito-san creeme que no fue facil venir aqui, menos en epocas festivas... las sacerdotisas y sacerdotes de la Iglesia me la tienen montada con lo de ser Obispo- dijo quejándose de lo tedioso que fue venir a esta reunión- Pero quería salir y disfrutar de un festival- Por lo menos... una vez...- dijo/pensó la sacerdotisa para unirse a aquel grupo.
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Narro/Pienso/Hablo/Técnicas
Pasivas
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El evento avanzaba con normalidad, la gente estaba feliz comprando en los diversos locales comerciales, la música empezaba a sonar por todos lados, eran tambores e instrumentos de cuerda lo que más resonaba en el lugar, la vida en Kirigakure era, sin lugar a dudas, una gran odisea en este festival. El atardecer se alejaba y las horas pasaban, muchos de los Ninjas de la niebla se habían establecido para conversar, jugar, buscar huevos e incluso alguno que otro a hacer rimas poéticas para la ocasión.

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De repente, la música empezó a detenerse, los tambores resonaron a un compás cada vez más agresivo y potente, la gente empezó a buscar el lugar de donde provenía aquel cambio de ambiente, hasta que de repente, en el escenario central, una muchacha con largos vestidos azules se posó al centro del escenario, casi con desdén, levanto los brazos y aclamo al público con una voz tan potente que era difícil de ignorar, a pesar de su corta edad – Queridos compatriotas, amigos de la niebla, soy su presentadora Naskia d’ Lafauna, estamos todos acá reunidos por motivo de celebración, hoy los huevos secretos son y serán el caramelo de nuestra alma… díganme, ¿cuantos han encontrado ya? – dijo mientras se llevaba las manos a su boca y empezaba una risita amorosa, era raro, pero su voz potente poco a poco se fue volviendo una voz tierna y amorosa – es por eso mismo, por las festividades que celebramos anualmente que os quiero invitar a todos a un pequeño concurso.

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Su mano se movió con delicadeza y señalo al costado del escenario, una mujer de muy buen semblante y traje formal se acercaba trayendo consigo un montón de botellas de licor de Cacao – ella es Saki Emi, productora de licor de cacao de la zona, es, como pueden ver, una benefactora de esta nuestra festividad, ha propuesto un concurso peculiar, un torneo de beber licor de cacao, así es, damas y caballeros, ¡aproxímense si quieren saber más! ¡El que mayor cantidad de alcohol beba y aun pueda levantarse será el ganador! – la gente empezó a aplaudir, luego de esto, señalo tres botellas de licor de cacao – el ganador se hará acreedor de estas tres botellas de colección de la marca de licores “Emi,” y obviamente, los perdedores se la pasaran un buen rato bebiendo licor de cacao gratis cortesía de Saki-dono – en ese instante se vio como la cara de Saki se llena de sorpresa y empieza a hacer señas con sus brazos en forma de X, pero sus suplicas fueron ignoradas, ella esperaba que la gente pagara por concursar, pero nuestra presentadora simplemente ignoro ese detalle - ¡que esperan para concursar!

Bases del Concurso
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En el festival todo parecía ir bastante tranquilo Saito se divertían con su ex sensei mientras que Aiko compro una lámpara para luego lanzarla cuando regresarán al puesto de Yakisoba y los tres pudieran lanzarla, entre los puestos apareció Akami una vieja amiga de la isla del norte ¿Que hacia allí? quien sabe pero era grato ver nuevamente a la peli roja y no se miraba molesta por lo sucedido la última vez.

Akami vestía una Yukata roja con detalles de ramas con hojas de color negro, un chongo con el que tenía recogido su cabello con algunos adornos en el, la Yukata de Aiko era sencilla azul con líneas negras delgadas verticales nada llamativo, su cabello fue peinado por Saito haciendo una ligera trenza.

-Tiempo sin verte Akami- demostró un poco de afecto a la peliroja al tocar su hombro pero se podía notar un poco el cansancio en los ojos de Aiko, -Es una sorpresa verte por aquí pensé que seguías en la isla del norte- en realidad la broma de que se miraban bien y que eran gemelos era algo normal pero estaba bien para  la kunoichi.

-Te deseo suerte en eso de ser obispo, si gustas puedes pasar tiempo con nosotros en el festival- Aiko le deseaba lo mejor a su compañera del norte como si gustaba pasar tiempo con los gemelos -Si no les molesta enviaré un clon con nuestra madre- Aiko realizó el sello y apareció un clon el cual empezó a alejarse con dirección al puesto de Yakisoba.

Interacción con Kano.
Aiko caminaba de regreso al puesto con su mamá cuando se topo con el joven de la última reunión escucho como murmuraba y al parecer estaba sorprendido sobre el ambiente en las calles, Aiko invoco al espíritu azul para que se pusiera frente a Kano y lo detuviera, después  de eso la kunoichi puso sus manos en los hombros del joven Kurama se podría sentir la fuerza de los dedos de Aiko cómo espadachin -¿Ya cumpliste con tu encargo? o aún estás lejos de lograrlo- la voz que escucharía Kano sería la misma que en la cueva así talvez no estaría tan tenso.
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Narro/ Pienso/ Hablo
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Poco a poco, aquel espectáculo estaba consiguiendo encender un tenue brillo inocente y infantil en la mirada del adolescente, esa que en los últimos meses se había ido apagando por toda la crueldad que estaba viendo fuera de la isla y la suma de responsabilidades que estaban cargando sobre su pequeña espalda. Sin embargo, este finalizaría antes de lo que se esperaba, y en consecuencia sus ojos amarillentos volverían a estar tan vacíos como siempre.
Creo que empiezo a entenderlo... ─pensaría ligeramente emocionado, aunque por fuera seguía aparentando una frialdad inhumana─. Quizá no debería haberme ofrecido para vigilar, ahora quiero acercarme ─se arrepentiría por su decisión
Pero lo hecho, hecho estaba, así que debía ser consecuente. Por lo menos desde su posición podía ver bastante bien todo, aunque debido a su estatura y la marabunta de gente a veces no le quedaba otra que estirar el cuello disimuladamente.

Hubo un momento donde una mujer se le aproximó, y de hecho la conocía. Era Aiko, una de las kunoichis que se habían presentado a la reunión en la Isla del Oeste.
Él la miró serio, como lo haría cualquier guardia trabajando, aunque no queriendo ser mal educado le regaló una tenue sonrisa de medio lado y asintió con la cabeza a modo de saludo.
Hola Aiko ─diría educadamente antes que nada, fingiendo amabilidad─. No, aún no he acabado ─contestaría a su pregunta mientras hacia una leve mueca tensa─. Pero estoy en ello ─quizá su respuesta era un poco ambigua y seca, pero así era él.
No olvidaba que ella era una de las personas que habían declinado su propuesta en la reunión, algo que le causaba bastante resentimiento. Pero al fin y al cabo, ella siempre había mostrado una actitud bastante amigable y agradable con él, así que tampoco quería ser grosero. Además, ahora tenían un objetivo en común (aunque a él no le acabara de convencer), por lo que era necesario que sus lazos se unieran aún más.

De reojo, vio como algo nuevo comenzaba a formarse en el escenario, y poco después escucharía el anuncio de un campeonato de borrachos. Siendo sinceros, a Kano le habría gustado unirse; apenas tenía 14 años, pero ya había probado el alcohol con Owl y estaba comenzando a pillarle el gusto. Por lo menos, le ayudaba a olvidarse de todos sus problemas.
Se le escapó un suspiro, ya que estando de guardia no debía moverse de su posición, y una vez más volvió a prestar atención a la Yamamoto.
¿Por qué no te unes? ─le propondría mientras señalaba hacia aquella dirección─. Parece que va a ser divertido.


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