El primer escalón [Misión rango C]
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Akaza había realizado en el pasado varios trabajos en las zonas turbias del último piso de Iwagakure, comenzaba a conocer como funcionaban las bandas, su capacidad bélica y algunos que otros trapos sucios. A causa de esto es el ninja encargado por el imperio de ocuparse de este tipo de tareas, ha llegado a solicitar permiso incluso para plantear trabajos y soluciones por su cuenta. Durante su última misión tuvo una brillante idea, confundir a las bandas para enfrentarlas entre ellas, aprovechar el caos y acabar con todas a la vez dejando a un líder justo que unificase los desorganizados barrios del distrito inferior de aquella aldea.


Este plan por parte del Ashira estaba en pausa pues necesitaba compañeros para realizar tal hazaña, pero que los ninjas al servicio de la aldea habían aumentado ligeramente Akaza solicitó a sus altos cargos la asignación de dos compañeros para llevar acabo dicha tarea, derrocar a las bandas. Hoy, 22 de enero, era el día en el que los engranajes empezarían a encargar, antes del mediodía entorno a las 11 el junto con sus dos nuevos compañeros serían citados en un callejón de uno de los barrios bajos de Iwagakure, la palabra clave para confirmar sus identidades era simple, nombrar algún objeto o cosa roja, si lo hacían correctamente al encontrarse confirmarían que todo iba bien. En aquella zona existían 3 bandas principales:

  • Los rapados: Un grupo de matones calvos cuya insignia era una calavera sobre un fondo negro, solían vestir ropas negras.
  • Los hijos del dragón: Un grupo oriental que solían vestir con ropas variadas plagadas de dibujos y tatuajes del dragón.
  • Los armeros: Un grupo de matones que normalmente van siempre con armas variadas, cuanto mas peculiar sea el arma mas fuerte es el rango dentro de la organización.


Esperaba impaciente, había llegado 15 minutos antes al callejón mencionado, vestía mi clásico atuendo, camiseta negra, pantalones negros flexibles, sandalias de madera y una capa negra amplia y con capucha. Estaba especialmente preparado para aquella misión, había creado con mis propias manos 3 libélulas de arcilla e incluso las había pintado de negro en mi propia a casa antes de salir hacia la misión, estaban inertes ocultas en mis bolsillos ninja. Dos estuches en los muslos y otros dos en la cadera.


Desconocía la identidad de mis compañeros de misión, pero había solicitado, si era posible, que fuesen ninjas criados en la aldea, sería muy interesante que ya conozcan los entresijos de como funcionan las cosas en aquel lugar, el caos de los barrios, la pobreza, las bandas y sus actuaciones… Sería un gran avance para la misión, esta se iba a dividir en dos partes que ambos participantes ya habrían podido leer en el informe preliminar:

1º Parte: Utilizar el jutsu de transformación para hacernos pasar por miembros de alguna de las bandas e ir atacar a las otras, tras montar un buen escándalo citarlos en la gran plaza para una batalla campal.
2º Parte: Llegado el día y la hora de la batalla nos aseguraremos de asegurar la posición de todos los civiles, tras fomentar una batalla campal esperaremos agazapados el momento de actuar.
 

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No hace mucho me había vuelto un ninja, desde entonces eh avanzado a gran ritmo, sin embargo, no pensé que había llegado este momento, en casa vi una carta, al abrirla me percaté impresionado de lo que era había recibido una notificación, la primera que recibía y venia nada más y nada menos que de los altos mandos de la aldea, al leerla, estaba claro, tendría que ir en una misión, sin embargo, para mi esta no era una misión cualquiera, pues era la primera misión oficial de la cual sería parte, esta parecía ser difícil, estaba catalogada con un nivel de dificultad de rango C, lo cual me mantuvo bastante nervioso, al punto de no poder conciliar el sueño durante la noche, no sabia que hacer, esta misión se podía tornar peligrosa en cualquier momento, por lo que ante el rechazo de mi familia a que fuera un ninja, decidí no comentarles de la peligrosidad de esta y simplemente partir al otro día sin decir nada, no quería que se preocuparan o que sufrieran, la misión era clara, infiltrarnos e intentar proteger a los civiles o eso es lo que había entendido yo.

                La parte baja de Iwa siempre a sido un sector bastante con mucho caos y la verdad es que malo para vivir, desde que tengo memoria, recuerdo claramente el hambre y los robos, los cuales eran el pan de cada día, siempre dominados por las bandas, era muy difícil para mi padre sacar adelante a nuestra familia, incluso cuando yo crecí un poco y le comencé a ayudar con el negocio de la familia, siempre debíamos cuidarnos, no solo de los ladrones comunes, sino también de las bandas, donde para persuadirlos de no hacerle nada al negocio familiar, les entregábamos cosas cada cierto tiempo… ash de solo recordarlo me da rabia, la impotencia que le toca vivir a mi padre.

                Mientras seguía mi paso, me sentía preparado para la misión, con mis botas de color café, pantalones elastizados, polera sin mangas y mi pequeña chaqueta, la cual llevaba con el cierre abierto, todo esto en color negro, además, para ese día en particular sobre mi llevaba mi típica capa, la cual a diferencia de la que llevaba normalmente sobre mí, era de color negro, con algunas figuras de serpientes en sus terminaciones,  además de esto llevaba cuatro estuches sobre mí, uno en cada lado de la cadera y los otros dos divididos uno en cada muslo, en mis manos llevaba mis guantes blancos y sobre mi cabeza la capucha puesta tapando la mitad de mi cara.

                Sin percatarme, había llegado hasta el callejón acordado, aun faltaban 5 minutos para la hora acordada por lo que estaba tranquilo, hubiera sido terrible llegar tarde a mi primera misión, el viendo me golpeo en la cara mientras estaba parado frente al oscuro callejón, no quería perder mas tiempo por lo que sin darle más vueltas me decidí a entrar, una vez pude observar bien en su interior, pude percatarme de que un poco mas adelante una figura estaba parada en frente, por lo que me aproxime en su dirección, durante la noche, había pensado bastante en lo que diría en este momento, sin embargo, no había logrado pensar en nada en especial, siempre está la posibilidad de equivocarse de persona, si eso llegara a pasar, este tipo de inmediato pensara que soy una persona loca o rara, pero aquí voy, mirando hacia la figura, le dije – perdí mi bola roja y me quede parado mirándolo, esperando algún tipo de respuesta.
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Un día mas, una misión nueva, un nuevo pasaje en la historia de Muki Chikamatsu, la vagabunda de tierras lejanas. Su día partió como de costumbre, un desayuno súper balanceado de alcohol y ramen instantáneo, su apartamento de un ambiente estaba desordenado, ropa tirada por todas partes, una sábana sobre el sofá y la cama abarrotada de piezas de marioneta con una espeluznante forma humanoide sentada en ella, todo apuntaba a que recibió cariño la noche anterior… sus junturas estaban aceitadas, sus compartimientos con armas afiladas y su cuerpo, aunque sucio, estaba reforzado, sin ninguna fisura a la vista. Su cuerpo estaba cubierto por un poncho rojo oscuro y su cabello había sido retocado, corto por los costados y largo por el centro, caía hacia un costado ocultando uno de sus ojos, pero por sobre este cabello una capucha del mismo manto rojo le cuidaba del frio de la noche.

La ventana de su habitación estaba abierta, el olor del veneno, aceites y epoxi emanaban desde la cama y se apoderaban de la habitación, pero era algo que realmente a Muki le reconfortaba. Se paseaba por la habitación en calzones y una ramera blanca sin mangas mientras esperaba que su café terminase de estar listo, pues luego de un desayuno de campeones, siempre solía tomarse un tazón de ese elixir café para despertar el día. Eran las 8 am y, una vez listo su brebaje, se dispuso a re-leer esa carta que le había llegado de forma misteriosa. Una misión…

Se podría decir que la experiencia era algo que quizás podía tener Muki, una muchacha de otro país, algo veterana en el tema del espionaje y el comportamiento de un ninja en el campo de batalla, pero, no obstante, era extraño que la contactaran a ella… bebía de su café y repasaba las palabras del papel una y otra vez en su cabeza… una misión con desconocidos, un pasaje en los barrios bajos y un objetivo concreto, eliminar las pandillas de la ciudad… no se podía decir que estaba emocionada, pero si algo preocupada. Se dirigió a la ventana, se sentó en ella y miro al cielo azul que se asomaba por sobre los edificios de los barrios bajos… conocía bien a esta gente, más de una vez intentaron violentarla en su propio apartamento, no con mucho éxito, pero tampoco con ninguna baja permanente… no quería hacerse con un nombre dentro de esta ciudad y lamentablemente esto podía cambiar en este momento.

Faltaba una hora para el encuentro y la muchacha ya se encontraba en las azoteas del sector, vistiendo con una polera de mallas trasparentes que permitían ver su ropa interior con clara facilidad, sobre sus hombros colgaba un poleron negro holgado, abierto y con grandes bolcillos que, para sorpresa de todos, estaban vacíos, unas botas gruesas que llegaban por sobre la pantorrilla, notoriamente militares, todo de color negro, puesto que ese color era el que más combinaba con su tono de piel. Sobre su muslo izquierdo sus herramientas ninjas en un porta-kunais de cuero negro y sobre su nalga derecha un bolcito oculto por el poleron que traía, también lleno de herramientas ninjas, sobre su espalda su marioneta consentida, envuelta en sabanas rojizas que teóricamente debía usarlas para ocultar su cuerpo del sol radiante de Sunagakure, pero que ya no cumplían esa función desde ya hace mucho tiempo. Se encontraba haciendo un reconocimiento previo de las calles y callejones de la ciudad, haciéndose de una idea de alguna posible ruta de escape… toda precaución nunca era mala ante esta clase de desafíos.

El tiempo pasaba lentamente ante la expectativa de un posible ataque, pero más que personas cualesquiera en las calles, no logro observar nada que fuese peligroso. Se cercioro de no ser vigilada ni que le estuviesen siguiendo y prosiguió a bajar de las azoteas. Espero en un callejón oscuro y observo el lugar de reunión. El primero en llegar simplemente estuvo ahí, callado, a 15 minutos de dar inicio a la misión, algo precipitado diría Muki, puesto que su reunión no era algo que debiese ser impuntual, y por impuntual se refería a la llegada precoz al lugar de reunión… no tardó en darse cuenta de quién era, el intruso del otro día. Apretó sus dedos en su brazo y mordió su labio, simplemente no le agradaba el asunto, pero no dejaría que sus emociones entorpezcan su trabajo, al menos sabía que el otro ninja debiese ser una promesa y alguien en quien podría confiar…

Pero no, llego ese niñato rubio a estropear su humor. – perdí mi bola roja nana na na – imito con voz burlona, sonando como una idiota, era obvio que este niño no tenía experiencia… también llego antes, 5 minutos… que impuntuales… pero ya no quedaba de otra, todas las fichas estaban en el lugar y hacerlos esperar solo podrían hacer que la misión se comprometa… Muki se aproximó casualmente con sus manos en los bolcillos, murmullando estupideces entre dientes, algo enojada por la situación, no era con quienes quisiera estar y se notaba… - como están pervertidos? – dijo a viva voz, para luego señalar su voluptuoso pecho descubierto – lo siento nenes, no pude encontrar los sostenes rojos, espero puedan conformar su vista con estos negros que pille – dijo, esbozando una risa burlesca.
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“No puede ser…” Musité para mis adentros, el primero en llegar haciendo alusión a una supuesta bola roja era el joven que había visto combatir contra una chica recientemente. Y al poco, su compañera de batalla quien portaba un extraño bulto en su espalda, me había asignado a aquel par de ninjas, tan curioso como oportuno.

¿Habéis visto el precio de las fresas?

Pregunté girándome hacia ellos con una sonrisa, aunque casi no los conocía y menos ellos a mí, me gustaba su actitud, me preocupaba ligeramente el mas joven pues a esa edad yo mismo era un imprudente (aunque ahora no distaba mucho de serlo).

Mi nombre es Akaza, soy el ninja encargado de lidiar con los problemas de bandas de este distrito. Supongo que ya se han leído el dosier con la información de la misión, lo que vamos a hacer dista bastante de una pequeña intervención porque un matón se pasa de la raya. Esto es algo serio y peligroso, debemos de trabajar juntos y permanecer alerta sin tonterías. – Desvié ligeramente la mirada hacia el mas joven, pero evitando parecer ofensivo, como ya había dicho antes me preocupaba su inexperiencia. – A estas alturas supongo que también sabréis que hay 3 bandas que pelean por los pobres terrenos que hay aquí abajo. Los rapados, los hijos del dragón y los armeros. –Tragúe saliva tranquilamente y di una pausa. - El plan es que cada uno de nosotros se haga pasar por un miembro de algunas de las bandas y que vaya a causar altercados a las otras. Dar unas cuantas palizas, destrozar un local, un poco de todo, pero siempre con cuidado de no ser descubiertos. Les citaremos en la plaza principal para el día 24 de enero, podéis decirles que si quieren arreglar los problemas o lo que sea allí les esperamos. – Hice una pausa para dar tiempo a dudas las cuales solucionaría sin contemplaciones, después asignaría roles concretos a cada uno. – Tu serás un hijo del dragón, estos visten con ropas holgadas coloridas y llevan tatuajes orientales con dibujos de dragones. Creo que sería sensato que te pases por su barrio para inspirarte antes de realizar un Henge. ¿Por qué sabes realizar un henge verdad? Tendrás que atacar el barrio de los rapados. – Se lo decía al mas joven. – Tu te transformarás en un armero, tienen varias chicas muy hábiles con las navajas, por si te gusta ese estilo en concreto. Sino he traído un bate que le otorgan a los rangos medios (lo conseguí en una misión anterior), de todos modos, creo que puedes usar cualquier arma que te guste, nadie pondrá problemas. – Miré de reojo a su espalda asumiendo que el gran bulto tendría algún uso bélico, como confirmándole de antemano que podría usarlo. – Tendrás que atacar el barrio de los dragones. Finalmente, yo me disfrazaré de rapado y atacaré el barrio de los armeros. Con esto generaremos un círculo vicioso de odio que terminará con una batalla campal entre todas las bandas, cosa que vamos a aprovechar.

Estaba un poco nervioso al decir estas últimas palabras, la plaza central donde se llevaría acabo la batalla estaba realmente cerca de la casa de mis honrados padres, no obstante, era el mejor sitio para llevar acaba la batalla campal minimizando heridos pero no podía evitar preocuparme.

Nos reuniremos en los tejados de esta zona y utilizaremos la misma contraseña para confirmar nuestra identidad en cualquier caso confuso a causa de los henges. Aprovechar para preguntar cualquier duda o inquietud, sobre mi o sobre la misión.

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Última modificación: 17-03-2023, 11:40 PM por Centyman.
Una vez la muchacha se dejo ver, me sorprendí bastante de verla, no era solo ella, sino que también el joven, ambos eran los mismos que había visto la otra noche tras mi casa, ante esto, decidí no prestar mucha atención a esta situación limitándome simplemente a mirar serio, esta era mi primera misión oficial, no podía dejarme dominar por mis impulsos y simplemente plantarle un golpe en la cara, estaba nervioso, pero por fin estaba al servicio de mi aldea, por otra parte, tenía claro que el líder del grupo debía ser un shinobi con bastante experiencia en este tipo de misiones de infiltración, sin embargo, solo cuando comenzó a hablar pude dimensionar cuanta experiencia este tenia, pues este iba directamente al punto, explicando claramente los conceptos claves para llevar todo el plan a cabo, dejándome en claro cual era mi papel dentro de la misión.

                Una vez este término de explicar todo, entendí cada detalle con respecto a la misión, dándome cuenta de inmediato del por que los altos mandos me habían mandado a llamar a mí, un ninja tan joven en una misión de clase C, para este punto ya había perdido los nervios con los que había llegado, pues siempre he tenido un talento natural, en comparación a un shinobi de mi edad y esto aumenta aún más, para cuando se trata de causar destrucción y es que con estas manos ayudándome es difícil no hacer desaparecer las cosas, pensé mientras empuñaba uno de mis manos.

                La misión estaba clara y yo estaba preparado, a pesar de no caerme muy bien el equipo, tenía que dejar mis emociones de lado, mis acciones debían hacer que olviden que están con un niño, por lo que luego de mirar a mi alrededor y asegurarme de que no hubiera ningún indeseado mirándonos, comencé a abrir ligeramente mis piernas, escondido bajo mi capa, me quite el guante de la mano derecha, mi boca se notaba bastante feliz, por lo que la puse en la arcilla dentro de uno de mis estuches, esta comió como nunca, levantando mi dedo medio e índice, realice un sello tras otro, ante esto deje salir 5 pequeñas moscas, las cuales aumentaron de tamaño de inmediato y un pequeño cerdo, todos estos los escondí en los diferentes bolsillos internos de mi capa luego volví a prepararme, esta vez en mi mente en ese momento solo repasaba los sellos, repitiéndolos una y otra vez en orden y tras juntar mis manos, comencé a seguir cada este orden que tenia en la mente, desplegando una pequeña nube de humo.




Tecnicas

 
Chakra


 Al desaparecer rápidamente el humo la transformación estaba hecha, ahora era un joven el cual tenía el pelo negro y suelto hacia un lado, con algo de sobre peso y una cara alargada, donde se podía ver el tatuaje de un dragón oriental sobre la ceja, vestido con un pantalón rojo con líneas amarillas, el cual estaba bastante suelto y para arriba una polera sin mangas, de color burdeos, en los brazos se podían ver tatuajes de algunos símbolos orientales, en las manos unos guantes sin dedos y sobre él una capa bastante similar a la original, completamente de color rojo y amarillo.
           Al terminar la transformación verifique que todo estuviera en orden, antes de marcharme le dije a mi capitán de grupo – estoy listo, entonces voy en camino. y emprendí mi camino dirigiéndome al barrio de los rapados.

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Última modificación: 19-03-2023, 03:48 AM por Muki Chikamatsu.
No podía creerlo, estábamos en los barrios bajos, cada callejón, cada casa, cada persona acá podía ser un espía, un soplón o incluso, un enemigo. Todo era posible, pero, aun así, este ninja nos estaba hablando de toda la misión como si no hubiese ningún reparo o algo que ocultar… no hubo ni un solo mensaje oculto, una entrega secreta por pergaminos o incluso un gesto con las manos para poder llegar a una localización segura… todo era… muy distinto a como se hacían las cosas en su país… claro Muki, ya no estamos en el país de los vientos, acá las cosas pueden ser diferentes… ahora estas en la Roca, no todo es como lo sabes hacer.

El desagrado se le notaba en la cara, escucho atentamente a todo lo que le solicitaron… hubiese sido espectacular un mapa que dividiese los terrenos de los bandidos en cuestión, pero no era importante, cierta información se podía conseguir o ya lo sabía de ante mano… pero no es bueno asumir que todos lo saben… su mirada de reojo dio con el pelirrubio, no le preocupaba su vida, si no que la cagase… pero, claro… luego de ver este despliegue de información, el moreno de enfrente también le genero desconfianza, más de la que ya sentía por ellos.

Una vez terminada la conferencia más estresante del mundo, con todos los pelos de punta y observando a cada segundo con su limitada capacidad de percepción, no tuvo más que contemplar que era imposible seguir la lógica en estos casos… iba a encontrar un escondite, vigilaría a un miembro especifico de la banda de los Armeros, ojalá una mujer, para no tener que esforzarse tanto en cambiar la voz, y luego, le suplantaría, asesinándola si era necesario… espera… - ¿podemos usar fuerza letal? – pregunto, sutilmente… las cosas acá se hacían de manera diferente, es mejor no meter la pata.

Ante la duda, resuelta con positividad o negativa, no le afectaba en lo más mínimo a su plan… hasta que vio al rubio convertirse en un sujeto X que se sacó de los pelos… dios, ¿sin espiar antes? ¿Solo se convierte en uno y ya? ¿Qué haría si ve que nadie le reconoce? ¿Y si le preguntan quién es o alguna clave secreta? Esto le estresaba demasiado… ya no se calentaría la cabeza, solo iría a cumplir su parte del trato y a olvidarse de cooperar con estos amateurs… se alejó del punto de encuentros caminando, rascándose la cabeza con una mano mientras la otra la guardaba en el bolcillo de su chaqueta, luego de llegar a una esquina, esta simulo girar por ella y desapareció.
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Las bandas de esa zona de Iwagakure eran desorganizadas, poco competentes y con poca picardía, ni si quiera los altos cargos o los jefes de las bandas gozaban de un atisbo de dichas cualidades. La mayoría de su fuerza militar era fuerza bruta, sin estrategia, solo había oído hablar de un par de miembros que tenían dos dedos de frente, el resto podría catalogarlos como despiadados cabezas huecas. A causa de todo esto no debíamos de tener demasiadas precauciones en cuanto a los detalles estratégicos del plan, el chico joven, sin presentarse, se transformó con tranquilidad y partió directo a la misión dejándonos solos a mi y a la chica. Esta, parecía mas profesional y centrada en la misión, de hecho, preguntó sobre usar fuerza letal lo que me daba a entender que ya la había usado antes, le hice un gesto de espera (mientras esperé a que el mas joven saliese totalmente de escena, para contestarle).

Preferiría que no. La gente que trabaja para las bandas en muchos casos no ha tenido muchas opciones en esta vida, era eso o pedir en la calle e incluso en algunos casos están obligados a trabajar para las mafias para pagar deudas familiares. No obstante, si consideras que es necesario o verdaderamente necesitas usar “fuerza letal” … Confiaré en tu criterio. – Hice una breve pausa. – Con los jefes de las bandas no hay que cortarse, aunque no creo que los veamos hoy. Esos son unos despiadados hijos de p… Solo ten cuidado de no matarlos de una manera demasiado pública, podrías echarte a muchos enemigos encima. – Asentí, si tenía cualquier duda o necesitaba algo podía contar conmigo. – Suerte.

Salí de escena con mi capucha puesta y me acerqué al vario de los rapados para observar con cuidado, esperé pacientemente que uno de los miembros de la banda se retirase a su hogar tras acabar la jornada para escoger su físico y transformarme en las unas calles más hacia el interior en dirección al barrio de los armeros.


Centy se había transformado en uno de los hijos del dragón y ahora se dirigía al barrio de los rapados, este barrio tenía una calle principal larga, con varios bares de poca monta y un par de negocios de lavandería en los que sea vendía mercancía ilegal. Los bares no tenían guardias, pero ambos tenían siempre dos camareros miembros de la banda, estaban también frecuentados por calvos del grupo. Las dos lavanderías tenían un guardia rapado en el exterior y otro dentro. Había rapados por la calle y en los callejones de la calle también había almacenes, un prostíbulo mal vigilado y un garito donde se hacían partidas de apuestas.
Al principio la gente no se dio cuenta, pero la apariencia fingida de Centy no tardaría en llamar la atención de los locales, tendría que elegir dónde dar su golpe pronto antes de que el golpe le alcanzase a él.


Muki no tardaría en percatarse que las medidas de seguridad de aquellos barrios eran cuanto menos escasas, también podría percatarse de la pobre organización que tenían. Encontraría a varias armeras que usaban navajas de todo tipo, no obstante, no habría impedimento alguno en coger como referencia a una de esas armeras y utilizar otra arma.
Si después ponía rumbo al barrio de los dragones se percataría de que este estaba formado por una plaza principal circular y varias calles subyacentes, todo muy decorado con colores rojos y amarillos. Muchos locales de comida al aire libre en el centro de la plaza y tugurios mas turbios en las calles por las que se accede a la plaza principal, bares donde se intercambian sustancias ilegales, locales de tatuadores que se usan para almacenes, una amplia variedad de zonas conflictivas.

Por su parte Akaza entraría en el bario de los armeros, tres calles paralelas cortas con callejones que las conectan, bastantes herrerías y tiendas de armas, algunas más licitas que otras, pero la gran mayoría actuando como dobles negocios. Akaza conocía la zona especialmente a si que se dirigió a una de las herrerías mas importantes (no ha la más importante) buscando usar los tejados para que nadie la avistase con esos ropajes, un solo guardia y tres trabajadores. El plan estaba claro, iba a apalizar de manera rápida y efectiva a los guardias, a colocar sellos explosivos en la fragua y tras declarar “la guerra” volarlo todo por los aires aprovechando la explosión como distracción para escapar. Sus libélulas c1 se activaron cobrando vida acercándose a las inmediaciones de la fragua, estaba preparado para el golpe. Akaza después hizo un clon que a su vez usó el henge, el clon sería quien llevaría acabo la misión principal mientras el original trataría de mantener una posición observadora y segura tras haberle entregado los sellos explosivos.

Resumen de Akaza


Datos generales
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Era de tarde aun para cuando recién estaba llegando hasta el barrio de los rapados, anteriormente muchas veces había pasado cerca de ahí y conocía de lejos el sector, sin embargo, nunca me había atrevido a entrar, pues cualquier acto que me involucrara con ellos, podía presentar problemas para mi padre en su puesto de comercio, por lo que, a pesar de ser nacido y criado aquí, siempre eh mantenido un bajo perfil con respecto a bandas y criminales.
                Estaba bastante nervioso, cualquier cosa que pudiera salir mal en el transcurso de esta misión, podría terminar delatando mi identidad y quizás provocar atentados en contra mía o peor aún de mi familia, la cual tiene su tienda a pocas calles de aquí, debía concentrarme, estaba listo, este era mi momento ahora y fallar no era parte de los planes, comencé a controlar mi respiración, intentando dejar el nerviosismo de lado, sin embargo cuando deje de pensar y mire en frente mío, me percate de que ya estaba en la entrada de aquella larga calle, esto en primeras instancias me sorprendió bastante, sin embargo ahora solo quedaba actuar, entonces con mi rostro llevando una mirada la cual mostraba una leve expresión de confianza pensé  «Bien ha llegado el momento, estoy el barrio de los rapados», dándome unas palmadas en los pómulos hasta lograr ponerlos rojos.
                Entonces valientemente comencé a dar mis primeros pasos dentro de aquella calle principal, esta era la primera vez que entraba a los territorios de las bandas y no se si era algo imaginario para mi o de verdad pasaba, pero en ese momento sentía que la calle era mucho mas larga de lo que recordaba, pero quizás tenía esta impresión porque iba atento a mi alrededor, ante esto logré ver a lo lejos, algunos bares y un par de negocios de lavandería, por lo que con esta simple mirada tome mi decisión, eligiendo rápidamente entre mis objetivos, los cuales serían tres bares y 2 tiendas de lavandería, sin embargo, había algo que no podía evitar notar acababa de entrar al territorio y ya estaba atrayendo muchas miradas con mi disfraz.
                Fue entonces cuando sin mas me tire al suelo, como si me hubiera tropezado y comencé a hablar solo, discutiendo con mi pie como si este me respondiera, este era mi plan, al cual llame, el camino del ebrio.
Sin más me puse en pie, tambaleante y comencé a avanzar por la calle, con mi objetivo claro, esto atrajo la mirada de muchos mas a mi alrededor, pero esa era la idea, llegué hasta el primer bar, el cual tenia una gran ventana en la parte exterior, la cual en su umbral tenia una tabla asomada como parte del, es ahí donde fingí apoyarme para no caer, fue en ese momento donde una de mis arañas salió dentro mi capa para esconderse bajo el umbral, muchos rapados dentro del bar, parecían bastante molestos con solo verme la cara por la ventana, por lo que luego de un par de insultos fuertes haciendo algo de tiempo para que la araña se ocultara, continúe mi camino cruzando la calle con dificultad, tambaleándome de un lado a otro, empujando a quien se me cruzara, todo esto para repetir  el mismo procedimiento en 2 bares más.
Al terminar con los bares, debía continuar con las lavanderías, las cuales serían un blanco más sabroso aun gracias a los grandes ventanales que tenían en las fachadas de estas, sin embargo, mientras me iba encaminando para allá, pude escuchar un sonido detrás mío, continúe caminando, sin detenerme, pues tenia un presentimiento de lo que venía tras de mí, no paso mucho cuando una piedra saltó en mi dirección y algunos gritos, se podían escuchar llamándome, “eh tu”, ante esto gire mi cabeza y mi intuición fue confirmada, pues un gran grupo de rapados venia caminando tras de mí, seguramente con la intención aprovecharse de mi evidente estado de ebriedad para golpearme.
Girándome nuevamente hacia adelante logre ver con alegría, que ya estaba en el mismo exterior de la lavandería, sin embargo, un guardia de ella se aproximaba hacia mí, por lo que rápidamente apoye mi mano izquierda en el umbral de ella, haciendo que la araña saliera, mientras el guardia se me acercaba diciendo “creo que estas lejos de tu territorio, ¿no es así hijo del dragón?”, para cuando termino de decir estas palabras la araña ya estaba en el umbral del ventanal, pero debía esperar a que se ocultara, por lo que necesitaba ganar un poco mas de tiempo, por lo que mientras el guardia venia hacia mí, aproveche empujarlo con mi mano derecha, pero esto disimuladamente, pues no quería que todos se  alarmaran, ese instante fue crucial para que la cuarta araña se escondiese y además de que el guardia no me agarrara, pues de agarrarme ahí la gran turba de gente me hubiera agarrado, terminando por rodearme.
                Solo quedaba la última araña por lo que cruce rápidamente al frente, en dirección a la última de las lavanderías, a estas alturas ya no había mucho que disimular por lo que avance un paso un poco más normal, aun caminando pero de una forma rápida, el guardia vio que me aproximaba y espero a que estuviera cerca de el para intentar detenerme, ante esto, antes de que lograra moverse lo golpee fuertemente en el rostro noqueándolo al instante, mientras me giraba con dirección a la calle, al mismo tiempo que retrocedía para apoyar mi brazo izquierdo en el umbral de la ventana, para esos momentos, creo que no había nadie en la calle que no supiera de mi presencia en esos momentos, pues detrás mío venia una cantidad bastante considerable de rapados, quienes entre gritos y groserías comenzaron a rodearme, sin embargo para ese momento la araña ya estaba en el umbral y oculta, por lo que rápidamente me aleje de la multitud.
                Me posicione con velocidad moviéndome por en medio de la calle, hasta llegar hasta unas cajas, rápidamente me posicione sobre ellas, la noche ya había llegado y estaba mucho mas oscuro, grite fuertemente intentando que todos me escucharan mientras levantaba mi brazo izquierdo empuñado hacia arriba – nosotros, los hijos del dragón, declaramos la guerra, En ese momento toda la gente del alrededor me miraba, otros ya cabreados me seguían corriendo, con mi mano derecha aun oculta bajo la capa, estire mis dedos para hacer el sello de activación, activando todas las arañas que había posicionado hace poco.
                5 bombas explotaron en la calle, estas a pesar de no tener gran fuerza, sonaron de una forma bastante escandalosa, estaban puestas en lugares específicos, haciendo que algunas fachadas perdieran la estabilidad y cayeran, la multitud de gente no sabia realmente hacia donde correr, todo esto parecía una zona de guerra, por donde miraban había caos y rapados escapando, del sonido, sin saber a ciencia cierta para donde correr, en eso el hijo del dragón, declarando la guerra.
                Una vez hecho esto y antes de que alguien lograra atacarme, solté mi cerdito, al cual hice explotar antes de que tocara el suelo, esparciendo una nube de humo la cual, logro cubrirme completamente, ese era el instante para escapar, aproveche que estaba oculto por el humo y la oscuridad de la noche para comenzar a saltar entre las cosas, logrando ganar altura y subirme sobre los techos a toda velocidad para escapar.
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Última modificación: 21-03-2023, 02:03 AM por Muki Chikamatsu. Razón: insert de img
Y que voy a hacer señor, que hare en un brillo caudal… que voy a hacer señor… que no puedo dejarla de mirar… que hare por ti… si mañana no puedo ni hablar… que hare por mí, si hoy no quiero ni siquiera respirar… - tarareaba Muki, caminando por los techos, despreocupada ante todo, especialmente por la altura… no era tanto, pero 18 metros de altura era bastante para un edificio de este sector… si, aunque era alto, no estaba bien ubicado y, para ser justos, estaba abandonado… eran solo 6 pisos de altura, ya había revisado a sus alrededores, nada pasaba y su objetivo iba de camino – oh señor, que haremos hoy mi señor… si tu no quieres cantar, si tu no quieres bailar… oh… señor… - tarareaba en su triste melodía, cada segundo que pasaba era crucial, ya había visto a esta muchacha terminar de drogarse en su esquina – dime que hare señor… dime tú lo que veras por acá… - canto… sus dedos se tensaron, unos movimientos bruscos, un crujido de articulaciones… la muchacha de la calle camino sin mirar al cielo, estaba tan distraída y estaba tan drogada – oh señor… si lo que tú quieres… es… atacar… solo tú puedes atacar… solo tú puedes matar… - dijo, para guardar silencio repentino, su víctima estaba cruzando, sus dedos se inquietaron y sus brazos se alejaron de su cuerpo, su cuerpo estaba totalmente erguido y apoyado en cuclillas sobre el marco de esa ventana… solo podía verse a ella misma en este momento crucial… la muchacha camino por debajo del edificio, se detuvo, se agacho, reviso un saco de monedas y se alegró, hizo un pequeño gesto de victoria… y cayo.
 
Y que haremos señor… esta bella muchacha llego… y que haremos mi amor… esta estatua llego… - murmuraba, mientras jalaba poco a poco sus manos, levantándolas una tras otra, otra tras una… sus hilos se iban haciendo más cortos y Karasu iba subiendo lentamente con su presa, su desafortunada presa… la muchacha de largo cabello negro con puntas verdes estaba colgando del cuerpo de Karasu, no se movía… no se pudo defender… en el suelo, un simple saco con monedas yacía en el suelo… no era más que un par de ryos, pero era la distracción perfecta para una persona tan decadente como ella. Eran las 2 de la tarde y la primera parte de su plan estaba tomando forma.
 
La había espiado durante horas, aprendiendo sus patrones de movimiento, su corta y pequeña rutina, la había observado bien, sabia como se movía, como caminaba, lo que fumaba, lo que vestía y lo que ocultaba, sabia como actuaba con ciertas personas, sabia como actuaba con otras, pero había algo que no sabía… ¿Por qué estaba tan desprotegida? ¿Por qué caminaba lejos de todo el mundo?… ¿Por qué iba a drogarse a ese sector tan recóndito? ¿Por qué se regaló tan fácilmente? Y lo que más necesitaba… ¿Cómo es que hablaba esa muchacha? Un balde de agua fría le refresco la cabeza, ya había pasado media hora y aun no despertaba… solo fue un golpe en la nuca que propino Karazu, no era tan importante… pero era necesario. La joven despertó.
 
[Imagen: __akali_and_k_da_akali_league_of_legends...b378ad.jpg]

¿Dónde… donde… donde estoy…? – dijo mareada, luego de recomponerse y observar a su alrededor. Muki, en cambio le daba la espalda, jugando con esa Kama que traía la joven armera… ya estaban muy lejos de aquel lugar… 5 cuadras al norte para ser exactos, en otro edificio, uno no solo abandonado, si no que destruido también. Era especialmente útil para ser la base de operaciones de un ninja, no tenía escaleras de fácil acceso y no se podía llegar por los techos. Gracias a sus técnicas con los hilos pudo transportar fácilmente a la muchacha y también pudo acercarse a sí misma una escalera retráctil que había sido abandonada. Estaban en un octavo piso, era ideal para observar a las calles y dar con su siguiente objetivo… estaban en el territorio de los Dragones, era un edificio rojizo, nada imponente, nada bien cuidado, y también algo alejado del centro… se escuchaba con regularidad gritos y peleas, era un festín de malos momentos allá abajo, la plaza principal estaba atestada de pandilleros, no había gente vigilando, los dragones pasaban por acá y por allá, bebiendo alcohol, entrando a locales, jugueteando con muchachas de bellos cuerpos y haciendo una que otra indecencia en los callejones de la ciudad, sin importar que otros vieran las atrocidades que hacían y las mujeres que humillaban… la sangre broto del labio de Muki… se debía de contener de morderse tan fuerte… no era normal que se dejara controlar por sus emociones… no era normal… - tu solo habla… no tienes que saber nada y no hay nada que me importe de ti – dijo a la muchacha que estaba atada en una silla y con Karasu a sus espaldas… esta vez estaba sin sus telas mostrando las variaciones únicas que Muki le había instalado… un cuerpo femenino con los slots de combate a la vista… Karasu estaba lista… y Muki también…
 
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El camino del ebrio

La senda del alcohol fue un camino fructífero para Centy, consiguió pasar desapercibido o al menos pasar sin preocupar a nadie por las calles del barrio de los rapados, al verlo tan deteriorado nadie se preocupó por sus intenciones, lo único que hicieron en un primer momento fue reírse de el. Tras colocar las cargas y recolocar su posición logró lanzar una declaración de guerra con una banda sonora de fondo, su creación porcina le permitió ascender a los tejados para salir del lugar pero derrepente fue interrumpido por un calvo de 2 metros y 10 centímetros, estaba en un tejado frente a el, esperándole a 5 metros de distancia. Vestía con una cazadora azul que dejaba al descubierto su musculado pecho, en su mano derecha tenía un gran bate de metal.

¿Qué te crees que estas haciendo lagartija?

Golpeo un par de veces su mano izquierda con el bate que sostenía con la diestra con gesto amenazante, después salió corriendo hacia Centy para tratar de golpearle a media altura.

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El camino del secuestro

La marionetista fue mas discreta, se aseguró de preparar el terreno y analizar a su presa, tras el suficiente detenimiento se lanzó a la acción e inmovilizo su cuerpo. Tiempo mas tarde aquella joven se despertaría, la maniobra había sido cuidadosa y nadie les había seguido, tampoco recibirían ninguna visita inesperada, estaban solas y Muki no tendría problema para desarrollar su plan y así aprovechar para sondear la zona.



El camino de la explosión

El clon de Akaza entró en escena y esperó un momento de despiste para pasearse por la fragua colocando los diferentes sellos explosivos ya activados, poco tardaron los guardias en darse cuenta de su entrada en escena pero justo cuando iban a intervenir las 3 creaciones de C1 se abalanzaron sobre los guardias explotando a escasa distancia de su rostro, el Akaza real los había detonado desde su privilegiada posición. Los guardias cayeron desplomados y el clon de Akaza salió rápidamente de la herrería para evitar asi la onda expansiva de la detonación [20PV DE DAÑO].

¡BOOOM!  

Todo voló por los aires, trozos de roca, piedra, el fuego se extendió por el edificio y una cortina de humo comenzaba a teñir el barrio, el clon de Akaza gritaba entonces desde la calle cercana a la antigua herrería, ahora en ruinas.

¡Nosotros, los rapados, declaramos la guerra a los armeros! ¡Se ha acabado vuestro mandato, vamos a destruiros! ¡Si os queda algo de valor os espero el día 24 en la plaza principal para poner fin a esto!

¡Eh tu!

Un tipo armero que portaba una espada corta se interpuso en el camino de Akaza dispuesto a cortar su paso, estaba totalmente enfurecido, su zona había sido atacada e iba a hacerle pagar al culpable, desde 5 metros de distancia cargó con fiereza hacia el clon de Akaza. El Akaza real preparaba 3 nuevos pájaros que tratarían de ganarle la espalda al recien llegado.

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Al percatarme de que tenía a alguien de frente, comencé a bajar la velocidad, dejando de correr inmediatamente, quedamos a unos cinco metros de distancia el uno del otro, mirándonos de frente, sin embargo, este hombre no se veía como una persona normal, pues por lo que se alcanzaba a ver entre su chaqueta, este gozaba de bastante masa muscular, además de esto estaba armado de un bate, el cual se veía bastante firme.
 
               Hasta este momento, todas mis peleas habían sido de poca seriedad o de entrenamiento en la academia, por lo que además de tener poca experiencia, era la primera vez que me tocaba pelear en serio, con la necesidad de proteger mi vida, por lo que a mi respecta, estaba bastante nervioso, por mas que miraba la situación, no veía la forma de derrotar a ese gran hombre, por lo que en desesperación rápidamente hice el sello del tigre, sin embargo, fue ahí cuando lo escuche hablar.
              
               Una voz tosca que me decía “¿Qué te crees que estás haciendo lagartija?”, ante estas palabras, puedo decir que me congelé completamente, no supe como reaccionar, mi cuerpo, no quería responderme, ciertamente las cosas no habían salido como yo quería y la pelea en ese momento era inevitable, en esos momentos tenía miedo, por mi mente solo me cruzaban los rostros de mi familia y la gente que quiero, no sabía cómo reaccionar , por lo que de inmediato me prepare para lo peor acumulando chakra en la palma de mi mano.
 
               Fue en este instante cuando ese gran hombre salió corriendo hacia mi a toda velocidad, armado con su bate se veía bastante amenazador, parecía ser el fin, mi cuerpo no respondía y el hombre en menos de un segundo estaría sobre mí, sin embargo, al dar sus primeros pasos, pude percatarme de que, en realidad, no venia con una gran velocidad, es mas era un poco mas lento que yo, mis ojos, podían ver claramente sus movimientos.

Este simple hecho me devolvió la confianza que había perdido, pero igualmente debía ser cauteloso, solo bastaba un fuerte golpe y perdería el Henge no Jutsu y con eso pondría en riesgo todo mi trabajo hasta ese momento, rápidamente en el punto en el que este comenzó a mover su bate en mi dirección para golpearme, me arroje al suelo por su izquierda en una barrida, llevando mi pierna derecha por delante, pasando justamente por debajo del golpe con el bate,  en ese momento concentre mucho chakra en la palma de mi mano izquierda y mientras me arrastraba le apoye mi mano en el gemelo de su pierna izquierda «Boom», mientras mi mano derecha la metí dentro de su respectivo estuche, esta comenzó a comer arcilla de una forma desesperada y muy contenta, una vez tras mi agresor y a unos dos metros de distancia, aproveche mi impulso para lograr sentarme, llegando al punto en el cual logre apoyar una rodilla en el piso, estaba seguro de estar en su punto ciego, realice el sello del tigre con ambas manos y las estire frente a mi rostro, sacando 5 pequeños pájaros, girando mi tronco hacia atrás, lanzándolos con mi mano izquierda, para que volaran en su dirección, estos crecieron hasta diez centímetros, tres de ellos a media entre sus brazos y sus hombros, los otros dos, directamente a la pierna que ya le había lastimado, luego de arrojarlos, con mi mano derecha libre aproveche de tomar mi kunai y prepararme.



 
Resumen

Tecnicas

Chakra
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Nada era lo que le importaba este lugar, simplemente estaba lleno de seres despreciables, uno más despreciable que el otro, todos abusando de su comodidad y expectantes ante lo que sucedería. En las calles del barrio, una joven armera con su Kama en la espalda se ocultaba de las miradas, iba de techo en techo lejos de las calles y entre las sombras, pasando de un local en otro, ingresando a las cocinas de los lugares y cambiando ciertos ingredientes por veneno, uno no letal, pero sí bastante fuerte como para generar indigestiones y problemas varios entre los comensales. De un local a otro, uno por medio se dejaba ver, esperaba a sentir movimientos y con sus hilos de chakra generaba un sonido estruendoso en la cocina, esperaba a que alguien entrase y salía por la puerta trasera, asegurándose de que todos vieran que era una armera, posiblemente una conocida para algunos, una muchacha de pelo purpura y ropas raperas con su Kama en la espalda, con su boca tapada con un cubre bocas, era perfecto. De varios locales la gente salía persiguiéndola, pero desaparecía de entre los techos rápidamente.

Un mensaje tenía que quedar claro, el 24 en la plaza, solo eso debía dar a entender, y cuando veía a un dragón andar por las calles más oscuras se aseguró de incapacitarlo, drogarlo o meterlo en una ilusión, siempre de un método distinto a otro, se acercaba por la espalda y les susurraba – el 24 en la plaza acabaremos con todos ustedes – y desaparecía luego de incapacitarlos. Habrá atacado a unos 5, pero esos se encargarían de dar el mensaje.

Como si fuese poco, esparció por la ciudad desde los techos varios panfletos que retaban a los dragones a este enfrentamiento, su plan era perfecto, a media noche casi nadie andaba por las calles y era fácil moverse sin ser vista, y todos estos panfletos serian vistos en la mañana siguiente, tuvo mucho tiempo para trabajar en esto mientras interrogaba a la joven Makoto, quien aún esperaba inconsciente en aquel edificio, quien sería el último sacrificio de su astuto plan.

Ya eran las 1 am cuando Muki se retiraba en dirección al edificio donde Makoto le esperaba.
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El camino del ebrio
Recomendaciones


El joven fue capaz de esquivar el batazo con pericia quedando su enemigo ligeramente aturdido por momentos, no se esperaba alguien tan habil, para colmo el rápido movimiento situó al joven en una posición privilegiada permitiéndole detonar la pierna del rapado. Gritó de dolor y comenzó a cogear de esa pierna mientras se giraba con dificultad encontrándose de bruces con las creaciones del Ashira, una serie de explosiones lo aturdieron dejándolo malherido.

Centy se preparaba para la defensa pero ahora su furioso enemigo golpeaba con fiereza el suelo del tejado, este se partió ligeramente y todas las tejas temblaron durante un instante, era una técnica de taijutsu de la aldea, aquel enemigo estaba bien preparado. Después del temblor el enemigo corrió hacia Centy, esta vez buscó darle un golpe de arriba a abajo, descendente.

Rokkubureikā


158-25=128 Chakra
100-40=60PV restantes

El camino del secuestro y la propaganda

El plan de Muki funcionó a la percepción, pudo colarse en los locales con el suficiente margen para escapar a cada una de las persecuciones, fue capaz de asaltar a varios miembros de la banda solitario y dejar a estos inconsciente, el rumor de su aparición en el barrio ya se había extendido y eso que algunos aun no habían probado la comida ni visto los panfletos.

Tras una jornada llena de estrategia Muki volvía junto con su captura pero una figura la interrumpió en uno de los tejados anteriores, era un joven de pelo negro y camisa (roja) abierta, tenía vendas en las manos, tatuajes asiaticos por el torso y marca de cicatrices en el cuerpo, miraba fijamente a Muki.

¡Tú!

Antes de poder continuar un retorcijón de estómago interrumpió su amenaza, llevo la mano izquierda a este y se lamentó por instantes.

Nos la vas a pagar.

Y desde una distancia de 10 metros comenzó a correr rápidamente para alcanzar a la culpable de una indigestión grupal en el barrio de los dragones. Durante la carrera preparó su mano derecha canalizando energía en este, si lograba alcanzar a la marionetista bsucaría clavarle esta pequeña parte de su cuerpo en el torso.

Kantsū Yubi


Atributos dragón


El camino de la explosión

El Akaza del camino realizó una rápida secuencia de sellos y dio un pisotón de manera que una onda eléctrica se extendió por la calle paralizando durante un instante a su único enemigo en pie [60PV]

Bunya no Jutsu


Aprovechando la escasa distancia que había quedado el clon avanzó hacia el rival en un abrir y cerrar de ojos y realizó un taijutsu avanzado golpeandolo con su pierna ascendentemente [30PV] y elevándolo en el aire unos metros. Tanto se elevó que el Akaza real, el que estaba en el tejado se igualó en altura con aquel tipo facilitando así la realización de su técnica anterior.

Kage Buyō


Sus pájaros C2 ya habían cobrado vida y ahora los 3 buscaban impactar de lleno en el enemigo, un sello en Akaza y una sonrisa en su rostro bastarían para 3 detonaciones directas (60PV - inconsciencia). El cuerpo del enemigo caía ahora arrastrado por la gravedad y el combate llegaba a su fin, el clon de Akaza transformado daba ahora un nuevo grito para anunciar nuevamente la gran batalla.

C2



¡El día 24 en la plaza principal acabaremos con nosotros!

Ahora el clon se dirigiría a un callejón para desaparecer en una nube de humo sin ser visto, el Akaza real, creando 3 nuevos pájaros c2 comenzaría a buscar a sus compañeros con mucho cuidado aprovechando la ventaja que le ofrecían los tejados.

Resumen
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Luego de todo ese movimiento, comencé a analizar lo que había pasado, percatándome de la semejante combinación de ataques que le había propinado a ese tipo, quede realmente impresionado, ya no estaba en la academia, esto era una situación real donde mi vida estaba en riesgo y lo mejor de todo era que lo estaba haciendo bien, todo esto me llevo a ganar un poco mas de confianza.
     Pensé haberlo aturdido luego de todas esas explosiones, por lo bajo una persona normal caería a suelo, quizás derrotado pidiendo ayuda o en el mejor de los casos desmayado, sin embargo, una vez terminaron las explosiones, este a pesar de haber quedado con molestias continuaba en pie y no solo eso si no que este se giro en mi dirección bastante enojado, se notaba que no era una persona para nada normal.
       Para ese momento lo estaba esperando armado con mi kunai y la rodilla en el suelo, con solo verlo, se notaba que el tipo estaba descolocado, furioso por lo que estaba pasando, entonces pensé en que debía aprovechar el momento – veo que estas furioso, el día 24 en la plaza principal, los estaremos esperando para darles una palizale dije intentando provocarlo, sin embargo, este reacciono bastante mal, estaba enojado levanto su  brazo empuñando su mano para golpear con mucha fuerza el suelo del tejado, «ask…esto puede ser peligroso», pensé mientras mi mano izquierda entraba a mi estuche tomando un sello explosivo, mi cara mostraba una evidente expresión de preocupación.
       Aproveché la ventajosa posición de mi cuerpo para saltar horizontalmente a todo lo que me dieron las piernas, en ese momento comencé a amarrar mi kunai a un sello explosivo mientras retrocedía rápidamente, ganando tres metros mas de distancia, todo el tejado comenzó a temblar fuertemente ante el golpe de ese tipo, sin embargo, había logrado salvarme del poderoso ataque, posicionándome justamente en la periferia de su Jutsu.
       Luego del temblor levante mi mirada para observar hacia el sujeto, sin embargo, este se preparaba para correr, al parecer, vendría directamente hacia mí, las cosas se pondrían tensas nuevamente, en ese mismo instante ya tenía pensada una pequeña estrategia,  rápidamente lance mi kunai con el sello explosivo hacia el suelo a unos dos metros a la izquierda de mi posición y mientras esperaba a que este llegara hasta mí, realice el sello del tigre, acumulando nuevamente el chakra en mi palma izquierda, dentro de mi aún seguía inseguro, pero debía intentarlo «espero que con esto sea suficiente».
      El sujeto continuo corriendo enceguecido por la ira, levanto nuevamente su bate para golpearme fuertemente, sin embargo, en un ágil movimiento, me moví rápidamente, esquivando el golpe esta vez hacia mi derecha, el bate estaba bajando, podía verlo como en cámara lenta al lado mío, fue entonces que empuñe mi mano derecha dándole un fuerte golpe en la cara, el cual hizo que este se moviera a causa del impacto, quedando de espalda a la kunai,  de inmediato para hacer más daño, apoye mi mano izquierda en la boca de su estómago creando una pequeña explosión contenida, la cual hizo que este retrocediera un metro hacia atrás, quedando a un metro de la kunai, y fue entonces cuando nuevamente retrocedí de un salto lateral, alejándome unos tres metros del sujeto y con mis manos realice el sello del tigre para activar el sello explosivo detrás de el, creando una fuerte explosión en el tejado.

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Daño

Chakra
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Última modificación: 26-03-2023, 02:49 AM por Muki Chikamatsu.
Recordatorio: según lo conversado vía discord, el NPC al estar envenenado va a sufrir 30 de daños y -10 a los stats físicos.-

ON-Rol
Un intruso se había colado entre la muchacha y su objetivo, no era algo impredecible, estaba dentro de las posibilidades, había generado mucho alboroto en el sector y su presencia le pareció, por lo mucho, bastante poca en comparación con todo lo que hizo. Su movimiento era simple y algo torpe, se notaba debilitado, Muki no dejo de correr en su dirección, de hecho, no emitió ni una sola palabra, solo llevo su mano a su espalda, sujeto la Kama que había robado previamente de Makoto y la empuño firmemente, su movimiento tenía que ser certero y la debilidad del rival era notoria, no esperaría ni un segundo para poder efectuarlo…

Muki, aunque no era una peleadora física, se había percatado de algo en su último encuentro con el joven de pelos dorados… era lenta… no tenía una gran agilidad ni grandes reflejos y por lo mismo, era alguien que podía ser golpeada muy fácilmente, se bastaba de ingeniosos movimientos para enfrentarse a rivales, pero eso era bueno, ya que, si no hubiese sido por aquel enfrentamiento anterior hubiese dejado que su cuerpo continuase siendo igual que siempre, igual de lento, igual de débil… pero no… la muchacha se había entrenado… su entrenamiento no era simple, ya que consistió de muchas horas de esfuerzo frente a muñecos de entrenamientos, aquellos que al golpearlos por un lado, giran y te golpean por el otro, aprendió a bloquear mejor y a esquivar de manera magistral, se entrenó en defensa pues su ofensiva ya era buena, se entrenó para ser mejor que el día anterior a este… y su entrenamiento rendiría frutos, en especial ahora, que debía enfrentarse a quien estaba frente a ella con una intención asesina y venganza en los ojos… se le dijo que no era necesario ser letal, pero que si no había opción, podría serlo… y esta situación lo ameritaba… su escondite estaba en peligro de ser descubierto y eso era algo que no le simpatizaba…

Estadísticas de Muki Chikamatsu


Estaba a veinte metros de su objetivo, no requeriría de mucho esfuerzo para llegar a él, se podía ingresar desde fuera si se supiese caminar por las paredes, y eso es algo que ya conocía… pero antes, debía encargarse de ese hombre que tenía en frente… pasaron los metros, los diez se convirtieron en ocho, los ocho en seis y los seis en cuatro… cada paso acercaba más y más a ambos contendientes, y el momento en que el joven dragón extendió su brazo fue su perdición.

Con agilidad y bastante facilidad, Muki giro su cuerpo al lado contrario del golpe, extendió su brazo y con magistral destreza, apunto el filo de su Kama a la nuca del joven dragón, fue un giro rápido e inesperado, puesto que nunca revelo el arma hasta el último instante y, el deteriorado estado del joven Dragón no le podría permitir reaccionar ante tal movimiento con facilidad. El golpe era letal, no gastaría tiempo en él y menos en una situación como esta.

Su objetivo actual, una vez se deshiciera de ese molesto objetivo, volvería en un parpadeo a su base y se prepararía para su siguiente movimiento, aun no sabía si su plan surtiría efecto, pero lo que si sabía es que en caso de que la sangre brotase de la cabeza del dragón, ella desaparecería del lugar sin dejar rastros.

Resumen: le esquivo y le ataco con la Kama en la nuca buscando un insta-kill
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El camino del ebrio

Todo el plan de el mas joven funcionó correctamente, esquivó el golpe contra el suelo y estableció una estrategia dejando una trampa en el suelo y confiando en sus reflejos innatos, gracias a su empujón consiguió el desplazamiento que buscaba y una nueva explosión pondría fin a la resistencia de aquel matón que ahora caía exhausto y semiconsciente en el tejado.

Después el chico tendría tiempo para abandonar la escena sin ser visto, pues todo el mundo centraba su atención en las anteriores explosiones que había producido.

El camino del secuestro y la propaganda

El estado del rival de la marionetista era lamentable, la astuta estrategia de la chica envenenando la comida de los locales le había creado un terreno ventajosa que supo usar. El ataque enemigo fue pobre y lleno de brechas que aprovechar, así lo hizo Muki dejando Ko a su oponente con un eficaz y preciso golpe en la nuca utilizando su arma, de no haber estado envenenado aquel tipo hubiese sido una amenaza para su plan.

Tras esto, podría continuar como considerase oportuno.


El camino de la explosión

Akaza llegaría raudo a los tejados de la zona dónde se habían reunido anteriormente, con el henge cancelado trataría de otear el horizonte en busca de sus compañeros, si alguno lo necesitaba no dudaría en acudir lo mas rápidamente posible. Sino, esperaría paciente hasta que alguien familiar se acercase para hablar del elevado precio de los tomates [Contraseña sobre el color rojo].
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Fue entonces cuando vi a ese gigantesco sujeto, el cual ahora si estaba noqueado en el piso, durante los primeros instantes aun continúe en guardia, tenía esa sensación de que se volvería a poner de pie en cualquier momento, pues este parecía ser indestructible, sin embargo, al ver que no era una trampa y que este sujeto no se paraba nunca, decidí relajarme un poco, bajando mis brazos y apoyando mi espalda para tomar un pequeño respiro, mis ojos no podían dejar de mirarlo, la misión se había complicado mas de lo que había pensado, sin embargo, había logrado triunfar pese a la adversidad.
En ese momento me sentía realmente sorprendido, esta no era solo mi primera misión, sino que también mi primer pelea y a pesar de todos esos detalles había logrado ganar, claro con algo de dificultad, todo esto había comenzado de una forma bastante rápida, no me había dado tiempo siquiera para pensar, me había puesto demasiado nervioso en las primeras partes de la batalla, incluso llegando al punto de tener problemas para moverme bien, sin embargo, a medida de que la pelea seguía avanzando, logre enfocarme y conseguir la victoria.              
                Ante esto comprendí que estaba listo, no me quedaba nada más que hacer, mi trabajo aquí había terminado, por lo que luego de tomar un pequeño respiro para recuperar el aliento, me decidí y me puse en marcha, comencé a saltar por los tejados a mi alrededor, alejándome de aquel lugar, para ir de vuelta al punto de reunión, sin embargo, seguía con la sensación de la pelea, por lo que cada cierto tiempo continúe observando por mi espalda por si alguien me venía siguiendo.
                Al estar cerca del punto de reunión, me detuve sobre el techo de uno de los edificios aledaños, fijándome que nadie me hubiera seguido y echando un segundo vistazo a mi alrededor, al ver que estaba todo despejado desactive mi Henge para volver a mi forma normal, fue en este momento en el que me sentí un poco más seguro y me dirigí directamente al punto de reunión, el cielo estaba oscuro, ya era de noche, a lo lejos logre observar al capitán del equipo, quien desde luego era de esperar ya estaba parado ahí esperándonos, sin embargo, de la muchacha aun no logre ver ningún rastro, por lo que baje rápidamente del edificio y me comencé a acercar hacia el capitán, diciéndole - valla que esta caro el tomate, esperando que este reconociera la contraseña.
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La puerta que estaba tras los jóvenes se abrió casi de golpe, Muki estaba ahí parada, parecía cansada, no tenía ni su marioneta ni su porta-kunais ni utensilios, los había dejado todos de lado, se secó el sudor con la manga de su chaqueta y dijo a ambos muchachos que ya habían llegado al lugar poco antes que ella, pero no al edificio… bueno, tal vez el líder del equipo haya llegado antes, pero ella tenía algo que hacer… - chicos… bla bla bla los tomates están caros… pero… saben mejor con palta verde, BIEN VERDE. Necesito que me acompañen… - dijo para darles una señal con la mano.
 
Espero a que ambos decidieran seguirle, pues tenía información que darles… en este mismo edificio y poco más abajo se encontraba una visitante inesperada, la Armera que había traído… la tenía atada dentro de la habitación a una silla que había encontrado dentro del edificio, tenía lleno de trampas en todos los accesos a esa habitación sin ventanas que había escogido, era un lugar que había probado y era a prueba de sonidos y, ante cualquier proximidad, un sonido iba a ser revelado. Para esto había usado estratégicamente los hilos de chakra, tanto como para proteger las entradas como los alrededores de las murallas, estaban puestas con tal de hacer caer piedras o ladrillos, todo con tal de evitar un posible espía pero no llamar mucho la atención ante posibles civiles… pero también había preparado explosivos en caso de lo peor, ya que quien tenía dentro podría arruinar los planes de los ninjas – no supe que hacer con esta palta… así que decidí traerla conmigo, si me siguen les explicare mejor – fueron sus palabras antes de empezar a bajar por las escaleras – asegúrense de dejar bien cerrada la puerta, por favor – dijo, mostrando entonces un hilo de chakra previamente instalado en él.
 
Si le seguían, podrían ver que la muchacha atada había sido transportada por cintas blancas, como las que originalmente se usaban para transportar las marionetas de los Chikamatsu, pero que en su caso solía llevarlas en el bolso de utensilios, aparte de esto, se podía ver a la marioneta de Miku posicionada alrededor del cuerpo de la muchacha, quien, aunque estuviese maniatada, podría escaparse en cualquier momento y Muki debía prevenirlo.
 
La muchacha se llamaba Makoto, y además de fatigada pues paso todo el día sin comida ni agua, estaba angustiada por la falta de drogas… estaba a punto de volver a la conciencia y podría tener o no información relevante para futuras misiones. Sin embargo, Muki no la trajo por eso… si no que… le dio pena, una muchacha tan joven y hermosa desperdiciando su vida de esta forma… fácilmente pudo ser ella…


resumen
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El primero en llegar fue el mas joven, su semblante parecía serio pero no vi atisbo de derrota en su rostro, seguro que había completado con éxito su cometido aunque tenía curiosidad por conocer sus contratiempos. En cuanto me fue posible le solté una rápida pregunta antes de que llegase Muki.

¿Qué tal ha ido? ¿Estas bien?

Muki llegó después, parecía mas acelerada que el joven y comenzó a actuar de manera sospechosa al escoger sus palabras en la presentación, por suerte hizo un breve comentario aclarando que recordaba la contraseña y dando a entender que ahora había otros asuntos que atender, aquello no me gustaba, arqueé la ceja y apreté los dientes disconforme, solté varias creaciones que se escaparían de mis manos para acabar sobre el tejado, nunca estaba de más ser cuidadoso. 

Contenido Oculto

Seguí a la joven en silencio con las manos juntas en el interior de mi capa, estaba alerta y dejaba que el resto del grupo avanzase al frente para quedarme en la retaguardia, entramos en el edificio y después en una sala hasta que pude ver todo el show que había montado, había raptado a una armera y parecía estar jugando con ella.

¿Qué esperas sacar con todo esto? Confírmame al menos que todo ha salido bien.

Pregunté intentando escoger las palabras de tal manera que la cuarta en discordia no entendiese lo que estaba sucediendo para evitar así problemas futuros al deshacernos de ella.
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Me di cuenta que nuestro capitán estaba en frente, este me hablo, preguntándome como me había ido y pues ante esta pregunta, de inmediato una ligera sonrisa salió de mi rostro, estaba emocionado, por lo que con bastante animo termine diciéndole: – pues… la verdad es que… en un principio la cosa casi se me sale de las manos, a pesar de eso me asegure de que todos supieran de la guerra, sin embargo, al retirarme uno de los rapados me siguió por los techos, en ese momento tuvimos un leve enfrentamiento… el primero real en mi vida, a pesar de esto, logre vencerlo, al terminar de decir esto, levante mi brazo en su dirección, empuñando la mano y levantando el dedo pulgar en señal de victoria con una gran sonrisa en mi rostro.
                No paso mucho cuando la bruja se dejo ver en el lugar, sin embargo, su llegada y su presencia, fueron bastante peculiares, causándome mucha extrañeza, esta desde el primer momento parecía algo dispersa en sus palabras, parecía estar planeando algo, lo que hizo que apretara mis dientes y la mirara con desconfianza, pues al llegar apenas dijo con seriedad la contraseña, tampoco tenia una claridad de si había logrado cumplir la misión o no.
                Esta nos invitaba a mí y al capitán a entrar al edificio, por lo que, desconfiado, me arme con varias creaciones las cuales se fueron ubicando en los bolsillos interiores bajo mi capa, fue entonces que observe a mi capitán y este también parecía estar dispuesto a entrar, por lo que me arme de valor y decidí entrar para seguirla, en ese momento sentía mucha mas confianza al estar respaldado por el capitán de nuestra unidad.
                Una vez entre en la sala quede sorprendido, pues esta había sido capaz de montar un montón de trampas para mantener secuestrada a una joven muchacha, una armera, intente posicionarme de una forma tal que no fuera capaz de ver mi rostro, no quería ser reconocido por alguna de las bandas. Fue entonces que le dije con un gesto de desagrado - ¿Qué significa esto? Sabes que podrías poner todo en riesgo si se escapa ¿no es así? , esperando ver qué tipo de explicación tenia para este cambio de planes
||| Pienso || Hablo |||

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