[Flashback] 500 push ups ft.Midoriya

Parque principal, Kumogakure no Sato
08:04 a.m

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Era una mañana cualquiera en la aldea del Rayo, con cielo despejado y un sol que resplandecía iluminando todo a su paso. Los animalillos ya habían comenzado a activarse al ver que la noche había acabado, por lo que podían verse pájaros volando por el cielo, pequeñas ardillas que correteaban por los árboles del parque principal e incluso alguna mariposa que danzaba entre las flores de los frutales. 

Ryu había madrugado para entrenar antes de tener que ir a trabajar; no iba a ser un día muy entretenido, ya que tan solo le tocaba patrullar las calles del sector sur-este─. Ciento uno... Ci-Ciento dos... Grrrr, ciento tres... ─se encontraba sobre la hierba haciendo flexiones. Su cuerpo temblaba un poco por el esfuerzo, sus venas estaban infladas y tenía la cara roja, incluso podían verse unas pequeñas escamas a lo largo de su cuerpo si te fijabas bien, pero aún así no parecía que tuviera la intención de parar- Vamos... Ciento cuatro

Lady

El año pasado la familia Midoriya visitó Kumogakure, habían sido contratados para ayudar a una familia en mudarse, fue un viaje largo desde el País de la Tierra pero la paga era demasiado buena como para decir que no.

La mudanza fue un exito y la familia fue premiada en efectivo. Ahora se dedicarian a estar unas semanas en el País del rayo pero claro, lo primero era lo primero y lo primera era dormir para regresar sus fuerzas. Pero Midoriya quería ver la belleza de Kumogakure lo antes posible por lo que se despertó temprano y salió de paseo, un parque publico llamó su atención y entró en él.

Sin duda la belleza del País mas poderoso del mundo shinobi era envidiable y el clima era perfecto. Rõgu llevaba una camisa blanca y holgada, un short corto negro y zapatos grandes de color rojo y suela blanca. 

Kumogakure es muy bonito. Sus calles son limpias y coloridas. Este parque es igual, el sol abraza mi piel pero al estar tan alto el viento refresca lo suficiente para no tener calor-sus tipicos murmullos comenzaron cuando comenzó a analizar el parque y nisiquiera habia empezado a comparar aldeas.

Pero sus mumurllos se detuvieron cuando un hombre lo detuvo, llevaba una caba y en ella se apreciaba un papel que decia "paletas de hielo a 10 ryos"

Ah... Ah, claro. Si deme uno-sonrío y sacó su monedero pero sus oidos captaron unas palabras "ciento tres..." al ver quien lo decia decidió comprar dos.

Tras su compra, se despidió del hombre y caminó hasta el chico entrenando para acercarle una paleta-¿Entrenando duro tan temprano? Vas muy bien pero se nota que necesitas un descanso. ¿Prefieres la de limon o la de naranja?-preguntó mientras mostraba las paletas en su mano. 

Rõgu queria ayudar de forma sincera y conocer a alguien en el proceso, así era él, se metia donde no lo llamaban.

Última modificación: 26-02-2023, 11:20 PM por Ryu Kutsuki.

Ryu estaba tan centrado en el entrenamiento, que no se percató de que alguien se le había acercado hasta que de golpe, de reojo, vio una paleta. Dio un pequeño retemblido por el susto, pero por suerte no llegó a perder la fuerza para comerse el suelo de morros—. ¿Uh? ¿Y tu quién eres? —no era su intención sonar borde, pero no había visto venir aquel acercamiento y él era una persona bastante espontánea.

Escuchó las palabras mientras arqueaba una ceja, un poco incrédulo, pero no tardaría en ser convencido por el muchacho ya que le había ofrecido comida. Pasó de estar en posición de flexiones a sentarse en el suelo, y sonrió amigablemente al desconocido mientras recuperaba el aliento y se limpiaba el sudor de la frente—. Es la única hora que tengo para entrenar, este cuerpo no puede mantenerse solo —comentaría orgullosamente mientras flexionaba su bíceps, mostrándole sus marcados músculos—. Pero es un buen momento para almorzar, así que no te voy a decir que no, dame el de naranja.

El shinobi sin aldea podría ver cómo los músculos del Tokage se encogían un poco y las escamas por su cuerpo desaparecían. Lo único que podría llamar la atención de él eran sus dientes serrados—. ¿Tu también entrenas? Tienes un buen cuerpo —le preguntaría mientras acercaba la paleta a su boca y le daba un mordisco.

Lady

El acercamiento de Rõgu le costó al hombre un viaje hacia el suelo. Una pregunta de lo mas común salió de su boca y Midoriya se congeló en ese momento ¿como pudo evitar lo mas importante en una conversación?

¿Ah? ¡A si! Lo lamento buscaba ser osado para que no me mataran los nervios y quería ofrecerte ayuda así que me enfoqué en eso y por ello te ofrecí la paleta aunque primero debí preguntar que sabor te gusta...-nervioso como solo él sabe, balbuceando todo lo que venia en mente excepto lo que debía de decir y moviendo las manos como si quisiera explicar todo con mimica. Se dió cuenta de ello y empezó a hacer multiples reverencias para pedir disculpas por divagar... Este niño...

Este... Soy Rõgu, Rõgu Midoriya. En verdad lo siento me voy por las ramas, siempre me pasa, hablo de algo y mi cabeza me manda a decir otras cosas y buenos... Ya lo volví hacer...-se cayó al fin y le entregó la paleta al desconocido para tomar asiento.

Algo de rubor se mostró en su rostro cuando halagaron su cuerpo y afirmó con la cabeza mientras mostraba una sonrisa.

¡Si! Entreno mucho todos los dias y he ganado musculo y fuerza. Pero aún me falta mucho para ser alguien fuerte que proteja a los demás-iba a seguir divagando pero sintió el frio de su paleta derretirse. Pasó a lamer lo derretido y dejó a su nuevo conocido hablar, aún no queria preguntarle sobre esas escamas que vio o sobre la forma de sus dientes para no sonar grosero.

Sin darse cuenta, el hombre dragón arqueó una ceja divertido cuando escuchó como Midoriya balbuceaba y vio como gesticulaba exageradamente─. Yo soy Ryu Kutsuki, es un gusto Rõgu ─se presentaría el pelinegro a continuación mientras hacía un gesto con su mano para que se sentara en el césped, a su lado─. Venga chico respira, no pasa nada. Yo muchas veces también me voy por las ramas, así que te entiendo ─comentaría mientras soltaba una carcajada.

Cuando halagó su físico, el shinobi del Rayo notó como el contrario se sonrojaba. Comentó que entrenaba duro, ya que al parecer su objetivo era proteger a los demás; un sueño bastante adorable a decir verdad. Ryu no se movía tanto por sentimentalismos, pero tampoco iba a reírse de él─. Seguro que si sigues esforzándote algún día serás capaz. ¿Eres de por aquí? Algún día podríamos entrenar juntos, es aburrido hacerlo solo y la mejor manera de aumentar mi aguante es resistiendo golpes ─le preguntó para después darle otro mordisco a la paleta y disfrutar de su sabor. Con la tontería, en dos bocados ya se había comido la mitad.

Lady

Para suerte de Rõgu aquel desconocido no se molestó por su chachareria innecesaria y se presentó con buen animo. Ahora sentados lado a lado con una separación de 20 cm comian si paleta helada tranquilamente mientras el viento jugaba con el cabello y ropa de ambos. 

Ryu preguntó sobre la procedencia de Midoriya, pues, deseaba entrenar con él para poder fortalecerse, para que ambos lo hicieran pero lamentablemente el muchacho con pelo de brocoli no era nativo del Rayo.

Aunque me gustaria mucho aceptar ti oferta soy un nomada. Mi familia es mensajera y trabajamos de muchas cosas que tengan que ver con transporte por lo cual nos iremos apenas tengamos un encargo. Pero si no es mucha molestia me encantaria entrenar contigo en el tiempo que pueda... Ah y por cierto ¿tu por que entrenas tanto?-su emoción era la de un niño, su sonrisa era brillante y blanca, sus ojos resplandecían por la misma emoción y sus puños se cerraban con fuerza con las ansias de escuchar la respuesta... Pero claro, al hacer eso rompió la paleta y su helado gue directo al suelo.

¡No puede ser me pasó otra vez!-se quejó mientras miraba su error... No era la primera vez que rompia algo por andar emocionado...

Ryu asintió con la cabeza cuando Midoriya explicó que era nómada, algo apenado ya que era complicado encontrar a personas con un ímpetu tan grande para entrenar. Sin embargo, tenía claro que aprovecharía el poco tiempo que estuviera en Kumo para entrenar con él; no conocía a mucha gente de fuera de la aldea, así que tenía curiosidad por ver de qué pasta estaba hecho. El entusiasmo del joven Rogu era contagioso; quizá demasiado explosivo, pero a Kutsuki aquello no le molestaba. Él también era un hombre lleno de energía, así que eso les hacía parecerse un poco.

Vio como por la emoción, sin querer su nuevo conocido tiró su paleta. El pelinegro no pudo contener una carcajada por aquella escena, y sin pensarlo extendió su brazo para ofrecerle lo que le quedaba a él─. Anda toma, que justo me he comido la mitad. Pero esta vez no lo tires eh ─le hablaría como un padre a su hijo, y si se negaba le abriría la mano a la fuerza y le dejaría ahí el helado─. Qué casualidad lo de tu familia, muchos de los miembros de mi clan también trabajan como mensajeros. Podemos adiestrar a reptiles para que manden mensajes ─no sabía si estaba bien comentar detalles de su clan con un desconocido, pero no le daba mala espina así que no vio peligro─. Sobre lo de entrenar... Mmmmm ─tomó su propia barbilla pensativo y frunció el ceño─. Simplemente quiero ser más fuerte. Los combates me vuelven loco, así que quiero fortalecerme para poder enfrentar a personas cada vez más poderosas. No sé cómo explicarlo... Pero esa adrenalina me encanta.

Lady

Rõgu perdió su paleta y escuchó la burla por parte de Kutsuki, no le molestaba que lo hiciera pero en verdad le entristecia perder su merienda. Quizás por esto aquel muchacho del Rayo decidió darle lo que quedaba de la suya y aunque Midoriya intentó negarse Kutsuki fue mas insistente.

Je, bueno. Gracias... Prometo que nonlo haré-el chico se dedicó a terminar con la vida de la paleta mientras oía a su acompañante. 

Eso suena util. Nosotros solo somos rápidos y resistentes. Normalmente la gente tarda 4 dias para hacer un viaje largo, nosotros nos tomamos dos. Por eso nos contratan pero entrenar reptiles suena... Un momento ¿no son muy pequeños para llevar paquetes? Además ¿Que sucede con el País del agua? Suena dificil enseñarles a usar un mapa. Además los depradores... ¿Como reacciona la gente al ver este medio de transporte?-sus murmullos eran incansables ya que buscaba sacarle la logica y comparar su propio trabajo con la de un reptil... Este niño tiene problemas...

Luego que Kutsuki lograra traerlo a la tierra nuevamente le explicó el por qué de su entrenamiento por lo que Midoriya sonrió y afirmó con la cabeza como si tratara de decirle que era una gran idea.

Debes ir al coliseo del País del Viento. Ahí podraás luchar todo lo que quieras. Yo quiero participar pero me dicen que sigo verde... Pero espero algún dia hacerlo-explicó con firmeza y seguridad. El crujido del palito ae escuchó pero almenos la parte con sabor ya había sido consumida.

¿Entrenamos un rato? Algo de ejercicio me vendrá bien para no perder la rutina-habló alegremente y pasó a trotar para que su amigo lo siguiera.

El Tokage escuchó con atención lo que Midoriya tenía que decir─. Así que viajan el doble de rápido... Eso suena genial, yo siempre me aburro mucho en los trayectos largos ─pensó cuando le explicó una de las características de su clan, aunque como parecía que tenía costumbre de hacer otra vez el muchacho se puso a murmurar cosas y desvariar. Ryu arqueó una ceja divertido y incrédulo─. A ver chico, que te vuelves a ir por las ramas. ¿De verdad crees que vamos a mandar a nuestros lagartos a la otra punta del mundo? ─preguntó retóricamente mientras reía y negaba con la cabeza─. Lo nuestro es una mensajería más local y sencilla, de cartas o mensajes cortos.

Se tumbó en el césped para seguir charlando con el forastero y se puso las manos en la nuca para estar más cómodo─. Ahora no puedo ir, estoy hasta arriba de trabajo. Pero tengo pensado viajar allí cuando tenga unas vacaciones, dicen que allí puedes encontrar a gente muy fuerte ─le respondió a su consejo sobre visitar el coliseo del País del Viento─. Bah, y qué mas da si estás verde. La mejor manera de fortalecerse es superando situaciones complicadas y levantándose después de ser apalizado. Si nunca te arriesgas, no vas a avanzar.

Tras aquella frase inspiradora que no le había pedido nadie, sonrió abiertamente cuando Rogu le ofreció echar un entrenamiento─. Hmmm... Venga va, no puedo negarme. Este parque es bastante grande, así que si tenemos cuidado de no romper nada no habrá problema ─aceptó su propuesta mientras se levantaba y comenzaba a seguirle.

Lady

Kutsuki explicó como era la mensajeria para su familia y mató todos los pensamientos de Rõgu con esas pocas palabras.

Pues si. Eso suena mas logico jajaja-se rió de su torpeza y continuó con la charla.

Kutsuki se puso comodo y explicó que por ahora no podía hacer ningun viaje. Midoriya solo lo escuchó atentamente y sus ojos se abrieron ante las palabras inspiradoras de su amigo dandole toda la razón.

Tienes razón... ¡Debo esforzarme mas allá de lo que ahora puedo!-dijo decidido ya imaginando el comienzo de su historia.

Como Kutsuki no se negó a trotar, Rõgu empezó a tomar la delantera pero se detuvo para mirarlo extrañado-¿Romper?-quizás el muchacho rompía cosas sin querer pero nunca corriendo o haciendo ejercicio... Por lo menos no en un lugar abierto.

─ Claro, romper. ¿Con entrenar te referías a darnos de hostias no? ─preguntaría también él extrañado. Dado por el rostro de Midoriya, le quedó claro que se había confundido─. Ah, que no era eso. Bueno, pues corramos, este sitio es bonito y así podemos seguir charlando ─se encogió de hombros, no parecía muy decepcionado, y flexionó un poco las rodillas para calentar y después de eso comenzó a trotar al lado de su nuevo conocido.

Avanzarían por uno de los caminos del parque, pudiendo ver en los alrededores un montón de cerezos, florecillas y insectos de todo tipo. De hecho, a Ryu se le posó una mariposa en la nariz y tuvo que soplar para quitársela de encima─. ¿Cómo están las cosas fuera de este país? Apenas puedo salir durante las misiones, y normalmente no me da tiempo a hacer turismo.

Off

Sorry por tardar en responder, hace poco me ascendieron a Staff y he estado un poco liado.

Lady

Rõgu escuchó a Kutsuki explicar el por que creía que destruirían cosas y no pudo mas que negar con la caveza y con ambas manos-No, no, tengo prohíbido luchar con la gente si no es de forma legal. Mi familia podría ser considerada enemigo de la nación y los shinobis nos perseguirian. Pasariamos el resto de nuestras vidas huyendo y siendo cazados. Y una fuerza militar como la de Kumogakure sería un tormento demasiado grande-Midoriya está un poquito traumado por culpa de su padre pero mas vale así.

Como sea, podían trotar o hacer ejercicio normal. El parque estaba lleno de vida, con cerezos, insectos, aves, personas y algunos perros. La conversación reanudó y nuevamente Rõgu debió negarse.

Tengo prohíbido hablar de otras aldeas. Pero te animo a que las visites. Come mucho y juega mucho. Ese es el lema de papá cada vez que visitamos un nuevo lugar-afirmó y mientras miraba al cielo.

Luego pasaron a realizar flexiones, abdominales y sentadillas. Algo de combate de sombras y bastante barra.

Andamos empatados. Pero debo admitir quw tengo algo de hambre-mencionó mientras limpiaba su sudor de la frente, ya eran las 12:20pm así que era normal que hubiera hambre en el aire.

Los argumentos de Midoriya sobre el hecho de no querer pelear no acabaron de convencer a Ryu y hasta le parecieron una exageración. ¿Qué tenía de malo entrenar un poco? Él lo hacía constantemente, y mientras tuviera cuidado de no causar daños materiales o humanos no tenía ningún tipo de problema. Igualmente prefirió no seguir insistiendo sobre el tema, ya que no conocía las leyes que limitaban a los errantes─. Ya veo, es una lástima. Eso sí, si algún día te encuentro fuera de la aldea no voy a aceptar ninguna excusa ─le respondería amistosamente mientras trotaba─. No suelo tener la oportunidad de pelear contra extranjeros.

Su contestación sobre el estado de los demás países le decepcionó un poco, así que no pudo evitar suspirar mientras negaba levemente con la cabeza─. Y yo que pensaba que los que eráis libres no teníais reglas ─comentaría en voz alta, más que nada para él mismo─. Si por mi fuera, ahora mismo no estaría aquí. Tengo muchas ganas de viajar a todas las aldeas del continente y conocer sus costumbres, pero los altos cargos no nos dejan salir porque sí.

La pareja continuaría charlando durante su entrenamiento. Algo que le gustó bastante, fue notar que la condición física de Rogu era bastante buena, y era tan veloz que tenía que esforzarse un poco para poder seguirle el ritmo. La mayoría de sus compañeros se centraban en dominar su control de chakra meditando, así que era un gusto encontrar a alguien que disfrutara los ejercicios físicos y supusiera un reto para él. Después de calentar un poco, ambos se pondrían a hacer una serie de flexiones, dominadas... Y de hecho, se obcecaron tanto que no se dieron cuenta de que se pasaron una hora así.

Al acabar Kutsuki tendría la respiración agitada y estaría totalmente sudado─. Espera, ¿qué hora es? ─con su pregunta miró su reloj y dio un bote en el sitio, sorprendido porque el tiempo se le había pasado volando─. ¡Mierda! En media hora empiezo a trabajar ─maldijo ya que se lo estaba pasando bien con su nuevo amigo. Sus tripas rugieron nada más el contrario mencionó la comida─. Vayamos a comer, cerca de aquí hay una plaza con bastantes puestecitos. ¿Te gustan las empanadas? En uno de ellos cocinan unas que están deliciosas ─le diría mientras comenzaba a caminar, no sin antes hacer un gesto para que le siguiera.

Lady

Kutsuki entendió la responsabilidad de Rõgu y aceptó en no pelear, aun así afirmó que en el caso de encontrarse lejos de Kumogakure le pediria un combate si o si.

En ese caso lo aceptaré con gusto. Y ganaré-agregó lo ultimo un poco dudativo, pues no queria decirlo pero sintió que debía hacerlo.

El entrenamiento y la conversación siguió y siguió por unas horas. Se habían concentrado tanto en el otro que olvidaron el pasar del tiempo. Aún así Kutsuki logró ver la hora en su reloj y recordar su responsabilidad como shinobi.

Que mal, estaba siendo un dia divertido-diría el muchacho cuando escuchó a su amigo maldecir el tiempo. Kutsuki también tenía hambre asi que invitó a Midoriya a comer empanadas y obviamente no lo iba a rechazar.

¡Claro que me gustan! De hecho, le hecho mucha de esa salsa verde, es que queda bien con todo jajaja-reveló un poco apenado por esa mania de gastarse toda la Wasakaka posible a la hora de comer sus empanadas de carne mechada.

Los dos amigos fueron al puesto y disfrutaron de un almuerzo que para otros es un buen desayuno. Y bueno, una malta para completar.

Bueno Kutsuki, fue bueno conocerte. Nos vemos luego-expresaría feliz mientras extendía su mano para despedirse.

El hombre lagarto guió a Midoriya para salir del enorme parque y ir a la plaza comercial de la aldea─. Cada vez me caes mejor, la verde también es mi favorita ─le respondería con una gran sonrisa que mostraba sus dientes serrados. En cuestión de unos tres minutos llegarían al puesto de empanadas, donde Ryu se pediría más de 8 solo para él, dejando claro que tenía un agujero negro en lugar de estómago.

Él comería casi sin masticar, ya que tenía prisa, y tras haber acabado no le quedaría otra que salir pitando para trabajar. Antes de eso se despediría, eso sí─. El gusto es mutuo. Espero volver a encontrarte pronto; si algún día necesitas cualquier favor, ya sabes donde encontrarme ─le estrecharía la mano enérgicamente y con decisión, para después dar media vuelta y alejarse trotando mientras levantaba una mano para decirle adiós.

Este tema ha sido cerrado.

Lady