País de los fideos
Claro del Bosque
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La tarde se hizo presente, pintando el cielo con aquellos colores tan característicos de la hora, como lo eran esos tonos rojizos y anaranjados, aquellos colores incluso tenían su incidencia en las pocas nubes que se mostraban aun en el cielo, por otro lado, también se podían vislumbrar aquellas aves surcando el cielo en grandes formaciones mientras volaban hacia el oeste. Una brisa ligera soplaba desde el Norte hacia el Sur, llevando consigo un manto gélido, puesto que en las fechas que se encontraban, la temperatura ambiental era mayormente fría, y la sensación térmica podría notarse aún más baja de lo normal.
No muy lejos de aquella cueva escondida entre las caras de un Cañon; Parada en medio de un claro en el bosque, se encontraba la joven mujer de cabellos claros, y de piel bronceada, aquella joven se encontraba justamente en medio del lugar, bruzada de brazos y con una enorme sonrisa dibujada en su semblante, en su mirada se notaba la emoción, y el éxtasis que le causaba aquella confrontación que se estaba punto de llevar a cabo en aquel terreno, ¿Pero porque sucedia? Aquel enfrentamiento tendría lugar por más de un motivo, pero el más obvio sería el de la joven de piel bronceada, quería luchar contra aquella mujer, Yatako Uchiha, la misma que logro reunir en un solo lugar a un grupo de personas tan exóticas, pero más allá del excentricismo de cada cual, era la fuerza que cada uno de ellos posiblemente tuviese, por un lado, tenía la certeza de saber que dos de los presentes eran verdaderamente fuerte (Shujin y Gea), mientras que desconocía las fuerzas del resto, pero si todos eran igual o más fuerte que los dos que ya conocía, entonces ¿Qué tan fuerte es la persona que los reunió? Esa única incógnita fue la causante de que la joven insistiera de forma constante en enfrentarse a la Uchiha.
“Espero que no me haga esperar demasiado”
Pensaba la joven, al mismo tiempo en que tanto sus ropas como sus cabellos se veían agitados por las ráfagas de viento que se dejaban sentir de forma momentánea, en lo alto del cielo se escuchó un graznido, el cual llamo la atención de la joven, puesto que reconocería aquel sonido donde sea que fuese, se trataba de su fiel compañero, Shadow, un halcón, el cual tenía ya más o menos un año acompañando a la Tenbin en todas sus aventuras y desventuras, aquella ave estaría sobrevolando el área mientras formaba un círculo, aquella era la señal, finalmente la mujer que suponía era la más fuerte de todo el grupo finalmente se hacía presente en el lugar.
No gastemos mucho tiempo en formalidades. -Comentaría- ¡SIMPLEMENTE EMPECEMOS ESTO! ¡KEKEKEKE!
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