¿Suerte o habilidad? [Social - Pasado]
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Allí estaba, en una de las calles estrechas del distrito intermedio de Iwagakure, aquella zona estaba muy cerca de la entrada principal del distrito interior así que la gente que la transitaba solía ser gente de ambas caras de la moneda, los pobres del inferior y la gente de clase media-baja del distrito intermedio. En una de aquellas calles estrechas era costumbre jugar a juegos de azar con apuestas, había bastante alboroto y la policía ni se dignaba a pasar. Estaba sentado encima de cubo de madera, los otros tres jugadores de edades que rondaban los 40 años se sentaban en objetos similares y la mesa era una cesta al revés, estábamos jugando a los dados, había estado ganando y perdiendo, pero mi estrategia iba mas allá, había estado preparando el terreno para el gran golpe.

Un clon mío, estaba oteando la partida desde un tejado de aquella calle, oculto por una de las almenaras de este y su capa estaba siempre viendo las jugadas de los rivales. En el momento en el que se crease una mano con un gran bote optaría por deshacer el clon para así obtener información, tenía que ganarme la vida. Yo vestía con mi atuendo clásico, ropas oscuras, sandalias de madera y mi capa ancha desgastada. De pronto ocurrió, los cuatro íbamos a una mano en la que apostábamos fuerte desde el principio, las apuestas siguieron subiendo hasta que llegó mi turno final, debía decidir si iba con todo con mi buena mano, no estaba del todo seguro de si uno de mis rivales podría superarme así que ejecuté mi plan maestro. El Clon se alejó a toda velocidad en ese instante pues su destino iba a ser sonoro, a una distancia prudente produjo una ligera explosión y toda la información que había recabado pasó a pertenecerme. ¡Si! El plan había funcionado, tenía la mejor mano solo por un poco, gracias a mis entrenamientos había encontrado maneras relativamente “legales” de obtener beneficios sin necesidad de trabajar para el imperio, solo debía de tener cuidado y no repetir mucho mis jugadas.

Fingí dudar durante unos segundos, miré el interior del cubilete donde descansaban los dados hasta en tres ocasiones, titubeé visiblemente y finalmente respiré profundamente como si estuviese preparando valor.

¡Voy!

Grité con firmeza esperando el devenir de los acontecimientos.

Datos

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El imperio le había dejado una tarea clara: Controlar la zona. Era bastante evidente que los barrios bajos y medios eran sitios poco explorados y de constante movimiento por las grandes masas que habitaban allí, incluyéndole. - Hacerles caso es una pérdida de tiempo. - Musitó el chico entre sus dientes sin hacer mucho ruido, no creía en eso de que los imperiales tenían la razón, pero eran quienes le daban de comer y sustento para vivir, ahora era parte de una milicia, no de un simple grupo hecho para ayudar a otros. 

Sus pensamientos eran confusos, tampoco sabía muy bien qué ideales tomar, pero eso ya es cosa que con el paso del tiempo resolvería. De techo en techo se fue desplazando hasta un sitio bastante más movido de lo normal por los constantes juegos, apuestas y a veces crímenes que se podían ver con un mero pasón. - Solo es curiosidad, tampoco es que me vaya a ir todo el día, ¿Cierto? - Imaginó que luego de eso haría la vista gorda y volvería por sus pasos para evitar inconvenientes con la población, tampoco era mucha cosa por la que hacer algo. En cuanto saltó a uno de los techos se fijó en una persona que de normal no debería estar ahí, tenía el presentimiento de que la cosa se pondría interesante en muy poco tiempo. 

Esperó un rato en una punta hasta que supo era un clon. - Haha, claro. - Se sentó en el mismo sitio que ocupó el presunto clon hace unos instantes para luego notar que un chico acababa de ganar de forma bastante ¿sospechosa?, para esa clase de juegos no había mucha regla más allá de las que se impusieran por parte de los jugadores. - Según yo, no hay nada de malo. - Esperó hasta el momento en que finalizaran para poder hablar con el hombre en cuestión, de igual forma estaba bastante interesado en él sin la intención de dañar sus pretensiones. 

- Quiero ver cómo termina esto. - 
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Última modificación: 07-02-2023, 10:59 AM por Akaza.
Mi victoria fue inminente, los oponentes estaban enfurecidos, soltaron algunas palabras malsonantes antes de levantarse indignados, uno casi me salta a la yugular, pero otro lo detuvo argumentando que había sido una victoria justa. Estuve apunto de soltar “unas veces se gana otras se pierde” pero sospechaba que aquella frase podría ser el detonante de un arrebato de ira, contuve mi lengua tratando de ser un buen ganador hasta que los participantes de aquel juego dejaron definitivamente sus sitios. Recogí mis ganancias en una bolsa y me fui por el callejón contrario sin contar con nadie, en cuanto hice esquina guardé la bolsa con las ganancias en mi amplia capa gris con capucha, una jornada de trabajo corta y productiva.

Debía de tener cuidado si bien había bastantes apostadores la mayoría de ellos se conocían por lo que de ganar muchas manos grandes el boca a boca haría lo necesario para delatarme y que los hilos se uniesen, eso podría meterme de cabeza a una caja de pino. ¿Las ganancias? No eran tanto, pero iban destinadas a mi familia, mi padre no tenía tanto trabajo en su empresa y cuando trabajaba lo hacia para gente necesitada que no le puede pagar toda la cuantía, el cabrón es tan buenazo que perdona a los vecinos a los que les hace las obras o arreglos cobrándoles una miseria. La pobreza que había inundando las calles del distrito inferior no hacia mas que extenderse, mi familia era querida por los pobres, como bien he dicho mi padre ayuda en todo lo posible y mi madre muchas veces cocina para regalar la comida a los necesitados, tenía claro que si algún día necesitábamos una manta o algo de comer para llevarnos a la boca los vecinos que tanto habíamos cuidado nos devolverían el favor.

De pronto escuché un ruido en el callejón de enfrente, me detuve justo en la esquina y me asomé lo justo para enterarme de lo que estaba ocurriendo sin ser encubierto. Era un imperial raso, estaba agarrando por el pecho a un hombre que solía apostar en aquella zona, le estaba gritando exigiendo… ¿Impuestos? ¿Impuestos por el juego? No existía ningún impuesto oficial por el juego y por lo que seguí escuchando aquello era una especie de chantaje, la policía imperial mas veterana solía ignorar esa zona a cambio de recibir un pago por permitirlo llevar acabo aquellas apuestas, sucias ratas… Pronto aquellos dos se fueron y yo continué caminando solo por aquel callejón.
Especialización en Ninjutsu

Ninjutsu - Estilo Cauteloso
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Su victoria fue bastante aplastante, por no decir injusta. Itsu sabía perfectamente lo que había pasado ahí y, aunque el uso de habilidades shinobi estuviese prohibido en su uso en contra de civiles, no vio nada de malo en intentar usar todo su repertorio para poder llegar a un resultado fiable, después de todo, algunos se ganaban la vida de formas miserables y los que estaban allí sabían bien lo que podía pasar en cualquier tipo de apuesta. - Muchas cosas, poco tiempo. - Musitó en voz baja mientras veía como la violencia seguía en las calles de Iwagakure, desde que el imperio se convirtió en eso que tanto quiso destruir la constante dentro de la aldea eran riñas, discusiones y politiqueo barato por parte de casi todo aquel con una pizca de autoridad. - Tal vez no estemos preparados para la utopía que tanto queremos. - Un poco de jaleo innecesario y gratuito por parte de un policía imperial, el ahora "protagonista" de esta pequeña historia estaba por irse de en medio de la gente a ese mismo callejón oscuro donde sucedió el problema de impuestos. 

No quería dejarlo pasar, así que lo siguió un poco más, bajó del techo haciendo el menor ruido posible y en cuanto vio a aquella persona entrar por completo a esa calle tan estrecha, decidió seguirlo ¿Qué otra cosa sino?

- Tus habilidades para el juego son envidiables, ¿por qué los engañas haciéndoles pensar que pueden ganar? - Habló esta vez en su tono normal de voz con la menor malicia posible, por la forma en la que lo decía, pudo demostrar un verdadero interés ante el individuo que tenía en frente. Dependiendo de su reacción o respuesta, vería si era la mejor opción quedarse a charlar con él, o simplemente irse de vuelta a trabajar. Tal vez era tan solo otro estafador callejero o alguna clase de erudito. No podría saberlo hasta preguntarle directamente.
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