Ninjutsu Médico y más [Priv.Hikaru Yuki]
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Primero que nada un breve flashback. Todo comenzó un lunes donde Saito llegó al hospital de Kirigakure o bueno, uno de varios, la aldea había avanzado tanto en ingeniería y demás que ahora contaba con varios hospitales pero este se caracteriza por se administrado 100% por ninjas médicos. En fin, el muchacho estaba decidido a continuar lo que su padre no pudo y aunque su sueño ya se había hecho Saito deseaba de todas formas aprender ese arte que es considerado por muchos una maestría.

Hola, un gusto. Soy Harley y seré tu supervisora y básicamente tu profesora a partir de ahora. Lamento llegar tarde me quedé dormida anoche y nisiquiera vi tu expediente-rió incómoda, era una mujer rubia de edad media quizás la misma que Tsuki. 

Soy Saito, Saito Yamamoto, gracias por al menos venir. Y bueno, será un placer trabajar con usted-se presentó y realizó una reverencia, la mujer lo miraba curiosa y cuando Saito sonrió incómodo la mujer por fin recordaría algo emocionándose en el proceso.

¡Claro, eres su hijo! Vaya ¿Tanto tiempo ha pasado? Fuah, me siento vieja-bromeó entre risa y Saito se sorprendió por lo dicho.

¿Conoció a papá? ¿Enserio?-preguntó atontado, no se esperaba al fin encontrar a una conocida de su padre, la mujer asintió con la cabeza y lo invitó a seguirla a su consultorio para poder charlar e inculcarle algunas clases.

Tu padre era el único ninja de su edad interesado en ser médico y yo fui su compañera y claro, profesora. La que tu veas lo coco que siempre he sido jeje-su manera de hablar era algo rara pero era una mina de oro para Saito por lo cual no dijo nada al respecto y pasó a sacar la información que queria.

Tu padre era un chico decidido sobre ser medico pero al igual que gente nace para usar katon y otras Doton, hay gente que puede usar jutsus médicos y otras no, para desgracia de tu padre él no podía sin importar cuanto practicaba el manejo de su chakra-comenzó a contar ya sentados en una silla cada quien, obvio... Obvio.

Y siempre andaba ocupado. Con lo de ser ninja, luego mentor, esposo, padre.... Siempre creí que era algo impulsivo y se sobre esforzaba aunque su esposa era el mismo cuento. Ups, dije era, ¿Tu mamá está bien?-preguntó seriamente preocupada, había hablado un poco de más y lo sabia.

Se encuentra bien, solo no le gusta del todo por lo que pasó... Yo conozco esos detalles de papá pero esperaba escuchar algo que hiciera solo con usted-insistió un poco.

Pues... Siempre tomábamos té helado cuando venia. O comíamos galletas y así. Fuimos amigos y yo siempre lo miré como un medio de despeje entre mis horas laborales. Pero debo admitir que él también me daba tareas jajaja siempre acababa herido-comentó algo nostálgica y observó las heridas de Saito-Pero creo que tu estas peor-finalizó haciendo que el muchacho riera un poco por el dato que le dio.

Gracias por ayudarlo. Espero apredener mucho mas que él-acabó con una reverencia y pasaron a practicar un poco.

Fin del flashback. Ahora lo actual. Saito había pasado varios meses en este hospital y ya dominaba 3 jutusus médicos, los mas sencillos, pero algo era algo, eran 3 jutsus mas que su padre, de eso seguro.

Hoy era un día de rutina para el muchacho y su "senpai" Harley, atendiendo ninjas heridos, holgazaneando un poco y perdiendo su tiempo hablando con viejetes que iban por su chequeo semanal pero cuando quedaon solos en e consultorio de Harley una alarma sonó y el joven suspiró molesto.

Solo serán 15 minutos-diría mientras tomaba su bolsa y se dirigía a la puerta-Ese cigarro te matará Harley... Pero en fin. Te espero aquí, si alguien viene intentaré atenderlo-Saito consideraba a la mujer una especie de tía loca por lo tanto se preocupaba por ella pero ya que la conocía sabía que discutirle no era la mejor opción. Harley le agradeció a Saito y salió del hospital para poder ir a un cubiculo de fumar, si, de esos especializados para que la gente fume tranquila. Mientras, Saito estaba solo, solo y aburrido....
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Llevaba dos o tres días visitando el hospital. Resulta que su tío Hiro se había exigido de más en una de sus últimas misiones y su físico, como a cualquiera de su edad, ya le estaba pasando factura.

-Viejo, cuántas veces te dije que te retires. Además, para lo que hay para hacer en nuestro país actual...- Intentaba disuadir a su tío de la idea de seguir peleando, como si olvidara que justo él fue quien le inculcó su linea idealista de pensamiento. Si aún vivía alguna pequeña luz de esperanza dentro de Hikaru, sin duda era culpa del pensamiento revolucionario de su tío.

-Ya, ya. Sigue hablando tú. Cuando me recupere pelearemos a ver si sigues pensando que estoy viejo. Eso a menos que le tengas miedo a un anciano. Respecto a lo del país, sabes perfectamente que aún tenemos mucho por hacer.- Hikaru soltó una carcajada. Por un lado, era una gran forma de retrucar su pedido. Pero por otro, lo cierto era que no sabía si sería capaz de vencer al viejo con su nivel actual. Desde que Hikaru se convirtió en jounin, Hiro decidió que dejaría de entrenarlo, que ya no había mucho por enseñarle. El joven aceptó, aún sabiendo que el viejo seguía estando a otro nivel. Ya habían pasado un par de años y ahora el vencedor de aquel hipotético combate era una verdadera incógnita.

Salió de la habitación al ver que su tío se encontraba exactamente igual que los últimos días, y decidió hacer algo de tiempo en el hall mientras esperaba encontrarse a su doctora para consultarle acerca de una posible fecha de alta. 
-Así que tocó un día aburrido, ¿eh?- Le dijo a un joven que se encontraba allí sentado. Por su vestimenta, dedujo que sería enfermero o un médico muy joven que, a juzgar por su expresión facial, también estaba haciendo tiempo.
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Saito se había ganado el uniforme de enfermero, era una ayudante pero con su chakra curativo y su estudio sobre medicina ya podía ayudar un poco mas incluso estando sólo, pero claro, abusar de la nobleza de alguien es sencillo y por ello Harley suele dejar a Saito un rato solo para que ella pueda fumar en paz o de repente si sucede algo personal que debe atender.

El muchacho conoce a todos sus pacientes gracias a las carpetas de citas médicas donde aparecen datos personales y la condición actual del sujeto dentro del hospital, mas sus mejoras en el caso de tener mas de dos días ahí. Lo único que no conocía era a los que venían avisitar a los paciesntes, quizás uno o dos pero no a todos, por ende, cuaen un chico de cabellera blanca entró Saito no sabia quien podría ser.

Un día aburrido es bueno. Significa que nadie está en peligro de muerte... Este... ¿Deseas algo? La doctora Harley no está pero yo la cubrió mientras tanto-agregó para responder las palabras del otro joven y preguntar algo él-Soy Yamamoto Saito. A tu servicio-se levantó para presentarse y extender su mano para que pudiera estrecharla cordialmente.
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El muchacho respondió, pero Hikaru sólo pudo escuchar parcialmente lo que él tenía para decir. Como si de un relámpago se tratase, algo sacudió de repente su mente, trayendo varios recuerdos aunque ninguno resolvía la incógnita que de repente comenzaba a sembrarse. 'Quien es este chico, me es extremadamente familiar' Pensó mientras el joven divagaba acerca de su día, para luego ofrecerle su ayuda.

Efectivamente el chico trabajaba ahí, por lo que quizá podía ayudarlo con su tío. Aunque por un momento, aquella dejó de ser su prioridad. Mientras se preparaba para responderle, el chico se presentó, y ahí fue cuando Hikaru comprendió.

-!¿Yamamoto?! ¿Tienes por casualidad alguna relación con Yoishi Yamamoto, del clan Onmyoji?- En efecto, Saito podría ayudarlo, aunque no necesariamente de la forma que ambos tenían pensada al inicio de la charla.

Su rostro reflejaba sorpresa, aunque cada vez estaba más seguro de estar en lo correcto.
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Saito hablaba pero el chico peliblanco se veía concentrado en algo aparte a él. Aun así se presentó y extendió su mano pero fue su presentación lo que haría que aquel chico se cayera de su nube y lanzara preguntas, Saito recogió su mano extendida y sus ojos se abrieron de la sorpresa.

¿Como sabes el nombre de papá?-preguntó extrañado, ambos andaban perplejos ¡¿Que diablos estaba pasando?! Saito veía al chico, ¿Era un chico? Si conocía a su padre mínimo debía tener unos 23 para tener como excusa de que su padre lo había ayudado en el pasado cuando era un niño ¡¿O tenia mas de 30?! ¿Y era un amigo de su padre? Bueno.. Entre las fotos de Tsuki ese chico no aparecía, aunque también es verdad que no todos los conocidos de Tsuki y Yoishi estaban en ese álbum.

Yoishi Yamamoto era mi padre. Papá murió cuando apenas Aiko y yo teníamos 3 años...-explicó rascando su cabeza y bajando la mirada-Mamá dijo que en sus tiempos no habían muchos ninjas médicos en Kiri y por eso papá buscó ser uno. Trabajo aquí en memoria de mi padre-culminó viendo al sujeto, esperando oír su historia con Yoishi.
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El chico, quien se presentó como Saito, finalmente resolvió su duda. Era el hijo de Yoishi Yamamoto, un viejo amigo de Hikaru con quien ocasionalmente se reunía en el puerto a charlar o incluso a compartir algún entrenamiento. Yoishi solía andar por ahí y era frecuente que lo visitara en el puesto de pescadería de su padre cuando a Hikaru le tocaba cubrir su turno.

-Ya veo, así que eres su hijo.- Esbozó una sonrisa ante la prueba irrefutable del inclemente paso del tiempo. Si bien se sentía extraño puesto que el chico tenía una edad similar a la de Yoishi cuando ambos se conocieron, le alegró haber concidido de manera fortuita con él. -Éramos viejos amigos. Mi nombre es Hikaru Yuki.-

-Siento mucho que no hayas podido pasar demasiado tiempo con él, era alguien muy agradable.- No mentía, y si bien no conocía a la madre de Saito -o al menos eso creía- sí conocía la motivación de Yoishi para convertirse en un ninja médico.
-Es cierto lo que dice tu madre, no muchos querían dedicar sus vidas al ninjutsu médico en ese entonces, por lo que tu padre debe ser recordado con cariño por mucha gente.-
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Saito esperaba una historia, pero el Yuki se limitó a mencionar que era un viejo amigo de su padre tras presentarse. Por otro lado le dio el pésame al chico y mencionó que su padre era alguien agradable, algo que a Saito ya le habían dicho pero era bueno seguir encontrando a gente que dijera lo mismo. 

Haruki confirmó las palabras de Tsuki y halagó al padre del muchacho, esto le sacó una sonrisa a Saito que afirmó con la cabeza-Si, bueno. Entre la lista de gente cercana a él solo la doctora Harley está con vida y bueno, ahora usted. Que ahora que sé su nombre ya se quien fue para papá y me alegra verlo bien... Aunque, ¿que hace en el hospital?-acabó preguntando, la gente no va al hospital solo a estirar las piernas al fin y al cabo.

Saito cuando era niño siempre se dijo así mismo "los Yuki son el clan amigo de mi familia" pues, Yoishi tenia a 3 Yuki en su lista de amigos, Haruki Yuki y Hikaru Yuki, chunin que tuvieron una comida junto a él en su primer día en kirigakure, siendo Hikaru el mas cercano, pues llegaron a enfrentarse algunas veces y se hicieron amigos. Yoishi también tuvo un profesor, Hyoga Yuki, este aunque no tuvo una relación muy cercana con su padre era descrito en su diario como alguien que se ganó su respeto y admiración. En el caso de Tsuki, pues, su compañera de negocios Nagisa Yuki quien fue tambien dicipula de Yoishi por un tiempo. Y finalmente, Yukine Sekki, que fue amigo de su abuelo y a quien consideró tío hasta su terrible muerte.

Los Yuki eran amigos, eso fue algo que se educó a si mismo, ahora con uno de los Yuki que conoció su padre al frente tenia muchas preguntas que realizar.
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Por las palabras de Saito, parecía como si ya lo conociera o al menos le sonara su nombre. Hikaru no le dio importancia, ni tampoco se centró demasiado en ello. Pensó que el chico estaría harto ya de escuchar historias de su padre por lo que decidió no contar nada a menos que él se lo pidiera. Lo mismo, si tenía alguna pregunta o podía ayudarlo en algo, el chico se lo haría saber.

-Cierto, el hospital. Verás, mi tio se encuentra aquí internado. Su nombre es Hiro, Hiro Yuki.- Contó despacio, como dándole tiempo a Saito para intentar recordar entre tantos pacientes allí alojados. -¿Lo conoces? Me gustaría saber si ya falta poco para que pueda llevarlo a casa.- Hizo un silencio pero continuó para explicarse mejor. 
-Verás, es un viejo inquieto. No le gusta mucho estar aquí y su condición no parece particularmente grave, por eso me mandó a averigüar cuánto le queda aquí.- Pensándolo bien, un tiempo fuera del campo de batalla no vendría nada mal para el anciano. Su cuerpo llevaba rato pidiendo un buen descanso.
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Hikaru se encontraba en el hospital por su tío, Hiro Yuki pertenecía a la lista de pacientes de Harley así que el muchacho buscó su expendiente entre las carpetas y pudo enterarse del por que había llegado, el tipo de tratamiento que recibió y su mejora actual. La firma al final del expediente declaraba que Harley pensaba darle de alta pero posiblemente esperaba que Haruki llegara para que pudiera acompañarlo.

De hecho, ya puede retirarse. Se le mandará una dieta que debe seguir a partir de hoy hasta, siempre si es posible y algunas vitaminas. Pero lo mas importante es que deje de exigirse demasiado, la gente envejece de distintas maneras y tu tío simplemente ya está en una edad donde debe ejercitar su cabeza y no el cuerpo-especificó mientras entregaba la hoja con la dieta y las vitaminas que debían comprar.

En ese momento Harley llegó, había tardado poco como había prometido y al reconocer a Hikaru lo saludó-Que buenls que llegas. Tu tío ya está mucho mejor y...-antes que pudiera proseguir fue detenida por Saito que mencionó que ya había dado toda la información correspondiente.

A... Bueno, fue un gusto entonces y esperamos que la próxima vez que lo veamos sea en mucho tiempo. Cuidense-acabó sin mucho mas que decir.

Fue un placer conocerlo señor Hikaru. Si desea algo no dude en pedirmelo. Un amigo de mi padre siempre será alguien importante para mi también-sonrió amable y le dio la mano en son de despedida aunque claro, eso solo seria un hasta luego.
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-Perfecto, muy claro todo.- Se dirgió a Saito, para luego mirar fijamente a su tio e increparlo. -Ya escuchaste, ¿no? No lo digo yo, lo dicen los médicos. Déjate de joder con exigirte tanto, que no te quieren acá de nuevo.- Sonaba agresivo, pero su tío sabía que era lo normal para la dinámica de su relación.

-Ya, ya. Qué pesados son todos. Me quedo quieto, pero luego no vengan llorando si necesitan ayuda.- Y aquella era la forma de Hiro de admitir la derrota. Al menos de la boca para afuera, pues tenía muy claro que no se detendría hasta que fuera su propio cuerpo el que dijese basta.

La doctora a cargo finalmente se acercó, pero Saito ya les había dado el informe. -Muchas gracias a ambos. Me lo llevo entonces, y en el camino pasamos a comprar las vitaminas. Tomó a su tio del hombro y lo puso de pie a su lado, confirmando que pudiera caminar sin dificultad. 
-Lo mismo digo, Saito. Un placer conocerte.- Se acercó a un pequeño anotador que seguramente usaban los enfermeros para dejarse notas acerca de progreso de los pacientes y arrancó una hoja. Escribió algo para luego entregárselo al Yamamoto. -Aqui tienes. Cualquier cosa, ya sabes donde encontrarme. Cuidate, nos vemos la próxima.- 

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