[Narración] Oscuridad infinita [+18]
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Última modificación: 07-07-2024, 12:01 AM por Loremaster.
8 de Enero 15 D.Y
País de los Pantanos, Laboratorio Norte


— ¿Piensas que sea capaz de sobrevivir, Makai-sama? — Preguntaría con una mirada inocente la joven Kunoichi. Heiko medía alrededor de un metro con sesenta, portaba la vestimenta común de Getsugakure: chaleco tactico, un mono y sus sandalias típicas de una Kunoichi. Sus ojos eran púrpuras y el cabello blanco, llegaba hasta por los hombros. Tenía también unos anteojos puestos, ya que tiene problemas con la vista y le cuesta ver de cerca, su mirada se tomaría borrosa, tal vez es miopía o la radiación. Los anteojos tenían una adquisición integrada por Makai, podía ver el interior del cuerpo humano y ver el estado actual del mismo órganos internos etc. Eso combinado junto a sus habilidades como Ninja médico, le permitía determinar si alguien padece de alguna enfermedad mortal. La mirada de la peliblanca yacía perdida en su compañero sedado, postrado  y encadenado en una silla, otro Ninja de Getsu. Raiga es un poco más bajo que Heiko, tal vez unos cinco o diez centímetros menos, vestía también ropajes similares, solo que no portaba la bandana, la perdió cuando aquella bestia lo trajo arrastrado — .... —

— Ohhh... Por favor, Heiko. ¿No confías en mí? Por supuesto que puede sobrevivir, y descuida no te hará nada, claro eso sí me da tiempo de colocarle el collar antes de que despierte. — Comentaría Makai, podía notarse sarcasmo y despreocupación en sus palabras, hasta tal punto de que llegó a preocupar a Heiko. Makai es un anciano, su personalidad es la del buen viejito bonachón, muy alegre. Vestía una bata blanca y tenían también puestos unos anteojos cuyos cristales emitían un brillo siniestro, combinado con su semblante lleno de locura. La alegría de Makai no es nada más ni nada menos que una vil fachada, en realidad es alguien cruel, solo vela por sus propios intereses, ha sido así desde que tomó aquel mal camino en Kumogakure y fue el motivo de su exilio. — Etto... P-p-pero ¿Será el mismo de antes? ¿O tendrá más fuerza? ¿Qué le va a pasar exactamente..? — Era una lluvia de preguntas, una tras otra, Makai no contestó ninguna. — Bien... Bien, ya es hora. ¡Aquí voy...! — Alzó la voz feliz, dejando salir una sanguijuela viscosa, esta cayó al suelo y se deslizó rápidamente hasta acercarse a la pierna izquierda de Raiga, reptandi hasta llegar  al cuello y atravesar su piel. La sangre brotó desde la herida y enseguida las venas resaltaron, en especial la yugular, siendo apenas los trailer. Raiga despertó por el inmenso dolor que sentía — ¡¡¡AAAAAAAAGHHH!!! — al pasar unos segundos comenzó a llorar sangre y los gritos no cesaban — ¡¡¡NOOOOO!!! —  Los cabellos del sujeto de prueba número noventa y nueve, comenzaron a crecer — Parece que su chakra está respondiendo bien ante el chakra oscuro, se están combinan... — Diría Makai a Heiko, viéndola de reojo, hasta que Raiga emitió otro grito desgarrador.
La sangre de la Kunoichi estaba helada, sudaba frío. Quería huir, huir tan lejos como podía. Pero... ¿Cómo hacerlo si la salida del Laboratorio, está siendo custodiada  por un gigante de casi cuatro metros?. Estaba atrapada, no hay salida, sentía que está en el infierno. — ¡Raiga, por favor resiste! ¡Tienes que sobrevivir! — Grita, las lágrimas y mocos brotaban. — ¡¡¡¡¡AAAAAAAAAAAAGHHHHH!!!!! — El cuerpo del muchacho se movía descontroladamente, en lo que su piel era recubierta por un manto de chakra, que segundos después cambió su forma simulando ser unos vendajes. En su cara sólo quedó al descubierto un enrojecido ojo derecho. Los brazos se transformaron en unas Katanas que poseían un filo de infarto
Makai espectaba la película en primera fila, el muchacho fue capaz de resistir aquel chakra. Sin embargo, lo que se le hacía extraño al doctor desquiciado, es que hubiera pasado todas las fases. El proceso inicial provoca un aumento de musculatura y afila los dientes, en el segundo comienza a deformarse. Raiga pasó directamente a la etapa final. — ¡Magnífico! ¡Magnífico! ¡No resultaste ser tan débil cómo parecias! — Makai desvía la mirada al techo y coloca un dedo en un labio —Aunque, supongo que los golpes que te dio él tuvieron algo que ver... Hmmm. Nah, no lo creo. — Dirigió nuevamente la mirada a Raiga, que partió las cadenas. — Oh, mierda... — Retrocedió y pudo notar que el sujeto miraba atentamente a Heiko, la Kunoichi. Ella empezó a temblar y cuándo quería decir algo, no podía. Su cuerpo no le estaba respondiendo, era producto del miedo. Reconoce que aquella cara en su antiguo compañero es sed de venganza. — Parece que no ha perdido sus recuerdos, te está reconociendo, y por lo que veo no son ganas de darte un abrazo. Después de todo, lo traicionaste y trajiste aquí, jodiste su vida sólo por unos doscientos mil Ryō, eso valió su compañerismo para ti. — Revela cruzando los brazos.Heiko cae al suelo de rodillas con las manos a los costados de su cabeza ¿Era su final? ¿Makai iba a permitir que esa cosa saciara su sed de Venganza con Heiko?.
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Última modificación: 07-07-2024, 12:02 AM por Loremaster.
Cinco minutos después...



— Ah, por favor, Heiko. Ya deja de lloriquear. — Diría el doctor en un tono bastante burlón y cómico. La Kunoichi seguía en el en la misma posición, no podía decir nada. Las manos y piernas no dejaban de temblar. — Rai... — No pudo pronunciar el nombre de su compañero, debido a que este se abalanzó hacia a ella, blandiendo una Katana de manera horizontal a la altura de su cuello, quería decapitarla. Pero, un simple chasquido de dedos por parte de Makai, bastó para que la abominación se desplazara desde donde estaba, viéndose una imágen borrosa, interceptando a Raiga desde un lateral con un fuerte codazo. El cuerpo del sujeto se estrelló contra una pared, dejando un inmenso cráter. — ¡Bravo, bravo! ¡Eres tan obediente, Gong-kun! Cómo recompensa, voy a permitir que mates a quien quieras, pero no toques a los niños.— El viejito aplaude felicitando a Gong. Gong respira y gruñe mostrando sus afilados dientes esperando ser atacado, pero no pasó nada, Raiga apenas y podía moverse.



Heiko alzaría la cabeza, poco a poco, en lo que  limpiaba las lágrimas y mocos — Makai-sama p-p-por favor... No deje que lo mate. — Suplicaría volteando a ver al maldito doctor enfermo — Tranquila, tranquila. No le pasará nada. — Makai cerraría un poco los ojos, enfocando la vista en Raiga. Observó cómo la sanguijuela estaba creciendo, creando un bulto en la piel con su figura. — Ay mierda, no de nuevo. ¡¡Gooooong-kun!! — Gritaría en un tono dramático a los cuatro vientos, y la abominación captó, posicionándose frente a su amo Makai. El cuerpo de Raiga comenzó a inflarse, cada segundo que pasaba, era peor.¿De qué forma? El chakra oscuro se había descontrolado, no podía soportarlo y su cuerpo lo estaba rechazando. — ¡Raiga, Raiga....! ¿¡Makai-sama, qué le está pasando!? — Heiko se levantaría rápidamente, subiendo las manos a la altura de su pecho. Con sus anteojos especiales podía ver el estado crítico de su compañero, todos sus órganos estaban fallando y estaba siendo afectado por varios tipos de cáncer a la vez. — ¡¡¡¡¡GGGGHHHAAAAAAAAAAAAAAH!!!!! — Raiga explotó en miles de pedazos, todos los órganos, mierda y sangre adornaba el pequeño espacio con un hermoso carmesí. Heiko quedaría boquiabierta, quedando empapada con los restos del pobre desgraciado. Makai salió ileso, ya que Gong lo estaba cubriendo. Heiko no tuvo tiempo de utilizar algún ninjutsu médico, quedó traumada.



— Eso estuvo cerca, aunque se han manchado mis botas. Parece que ese pobre idiota no pudo soportarlo. Hmmm. Tendré que mejorar el producto, así no lo puedo vender. ¿Quién querría dejarse infectar por esto y explotar? Tal vez necesite más material genético de Otogakure. — Makai se asomaria desde un costado del cuerpo de Gong, parpadeando varias veces con un dedo presionando el labio inferior. — ¡Bien, necesitaré otro sujeto más! — Juntaria las manos dando unas palmadas. La puerta se abriría y un total de nueve niños calvos, de aspecto enfermizo atraviesan en umbral con utensilios de limpieza — Heiko, Heiko... ¡Heiko! Carajo. — Los labios y ojos de la Kunoichi se movían solos y estaba respirando agitado, hasta que se desplomó hacia un lateral — ¿Estómago débil? Puede ser, este olor a sangre y mierda es repugnante, pero ya te acostumbrarás. Gong llévala a una habitación limpia y asegúrate de llevarle todo lo que necesite. — El silencioso Gong emprende una caminata hasta Heiko y la toma entre sus brazos, manteniendola al nivel de su pecho. Los niños esclavos y habitantes de una pobre villa del País de los Pantanos limpiaban todo tranquila mente. De repente, el comunicador de Makai suena, escuchándose una ligera interferencia.


— Makai-sama, ella ya está en camino. — 
— Entendido, avísame en cuanto atraviese el Pantano rojo.— 
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Última modificación: 07-07-2024, 12:02 AM por Loremaster.
9 de Enero 15 D.Y
País de los Pantanos, Laboratorio Norte, Habitación  15.
3:02 AM



— U-umh... ¿Dónde estoy?. — Heiko había pasado horas desmayada luego de haber visto volar a Raiga, en miles de pedazos. Los restos del muchacho seguían esparcidos en las ropas de la tímida Kunoichi. Desprendían aquel fétido olor que le ocasionaba náuseas — algo extraño para un médico, estos acostumbran a tener estómago de hierro — Heiko dejaría escapar un profundo suspiro, y colocaría sus delicadas manos a los costados, para apoyarse y levantarse. A su derecha, había una mesita de noche con ropa limpia y analgésicos. Y, a su izquierda estaba la ventana cuadrada. En el centro, colgaba una lámpara de oro que mantenía iluminado la habitación, cuando el viento se filtraba desde una hendija de la ventana, hacia que se meciera suavemente emitiendo un constante sonidillo molesto, que incomodaba a Heiko. — Parece que mis anteojos... Tienen una pequeña fisura. — Desde el lente derecho podía verse una mínima distorsión en la visión, no le afectaba tanto o bueno sí, solo que no le puso atención más allá de haber notado la fisura. — ¿Dónde está... Makai-sama? Umh... Bueno, supongo que debo esperar aquí. Tomaré un baño mientras... — 

La Kunoichi miraría a su alrededor, sentía el cuerpo bastante pesado, sumando eso al estómago revuelto. Inspeccionaría todo, en especial los analgésicos. Por temor a ser infectada por la bacteria (No confía en Makai) prefirió no tomarlos. Entre la búsqueda encontró el baño, estaba a unos ocho pasos o seis aproximadamente — Umh... — Los ojos de la chica estaban perdidos y desorientados, daba la impresión de que ella estaba aquí, pero solo físicamente. Luego de unos minutos de estar mirando la puerta del baño, Heiko decidiría dar unos pasos hasta llegar a la puerta y girar la Manilla, continuaba callada. Una vez dentro, vería varias toallas limpias acomodadas una encima de otra y en otro lugar aparte, un cepillo dental junto a la pasta. — ... — Desde el lavamanos caía una gotera que emitía un eco tenebroso "Tac... Tac... Tac". Heiko se acercaría lentamente y se vio así misma en el espejo con bordes de oro. — Tengo que... Largarme de aquí y reportar las atrocidades que comete Makai-sama, pero estoy segura de que apenas descubra que intento escapar... Enviará a ese demonio de ocho ojos. — Abriría el lavamanos y desde la llave sale un pequeño chorro de agua caliente cuya humedad empaña el espejo en el lapso de unos segundos. — Estoy atrapada... No tengo opción. ¿Tal vez una señal de auxilio? Tengo miedo de intentarlo, no quiero pasar el mismo destino que aquel grupo de Perdedores. — Lavaría sus manos lentamente. El lavamanos se torna rojo al igual que el agua, pero poco a poco perdería ese color hasta recuperar su transparencia. Usaría el jabón líquido que estaba a un costado para lavar bien sus manos por segunda vez. — ... Esto es tan peligroso. —



Cuándo terminó todo (incluyendo haberse lavado los dientes), Heiko se quitaría todos sus ropajes y entraría a la ducha, abriendo la regadera, tomando un jabón que desprendía un olor a miel. El agua caliente relaja su cuerpo, y deja que esta caiga en su cabeza, pasaría dos horas exactas en la ducha para luego salir y vestirse. Extrañamente vestía los mismos ropajes anteriores, solo que suspende el mono por una falda corta, trayendo debajo un short y sigue portando el chaleco táctico de Hoshigakure.  — Mi cabeza comienza a doler quizá debería tomar una de esas... — Diría para sus adentros y estiraría una mano a la mesita de noche para tomar unos analgésicos, pero un movimiento torpe haría que cayeran. "¿Qué es eso? ¿Una nota?" Pensaría tras verla, la nota era cubierta por los analgésicos. La curiosidad tomaría posesión de su mano y cuerpo, y tras tomar la nota, la abrió leyendo el contenido, la caligrafía era impecable y familiar " Gong irá a buscarte a las 6:30. Quiero que veas algo. ¡Bueno, en realidad te daré motivos para que permanezcas con la boca cerrada!" — E-es... Makai-sama. — 


 9 de Enero 15 D.Y
País de los Pantanos, Laboratorio Norte, "La Sombra".
Ese, ese maldito desgraciado Rōnin yacía sentado en su propio altar, orgulloso de si mismo, orgulloso de sus creaciones. Pero, algo estaba fallando en su mayor creación y tras horas de pensar y pensar llegó a una conclusión, lo va a comercializar, cueste lo que cueste o si no tendría perdidas financieras del tamaño de un pozo petrolero. Es claro que no le importa las vidas de quienes consuman su producto, es un traficante y tipo inteligente. Sólo le interesa obtener ganancias jugosas para seguir experimentando con la humanidad. Logró que gran parte de los Aldeanos del País de los Pantanos se convirtieron en sus conejillos de indias, usando engaños y dinero, también promesas falsas. Makai es un ser destable y decirle Shinobi es un claro insulto a lo que significa en verdad tal palabra. — Ya casi es hora. ¿¡Heikooo-chan!? ¿¡Dónde estás!? — Golpearía un costado del altar, mostrando un semblante aburrido. Luego, levantaría una mano estirando el dedo para tocar el botón del comunicador — Aquí Makai. ¿El cliente ya ha atravesado el Pantano Rojo? Confirme. Cambio. — 


Un lacayo de Makai, estaba cuidando al primer cliente del doctor enfermo. Habían tenido algunos problemas en cruzar el Pantano Rojo. Cuándo Mimos estaba a unos cincuenta metros de atravesar la gran puerta del Laboratorio Norte, escucharía a Makai y se detiene, alzando un brazo y formando un puño, era una señal que indicaba detenerse— Confirmado, el cliente ha atravesado el Pantano Rojo, tuvimos algunos problemas con el "Del Pantano", se ha comido a Gen, y con eso nos dejó pasar, estamos a cincuenta metros. Cambio y fuera. — Momo también era inhumano, pero cubría todo su cuerpo con una capucha negra de mangas largas. Es un ser de piel blanca, muy pálida, y ojos rojos. Tiene un extraño gusto por la carne humana. A la derecha de Momo, andaba la clienta. Una dama alta y elegante de piel morena de complexión algo delgada, pero en total forma. Cubría su rostro con una máscara de gas y portaba un gran sombrero negro, vestía un elegante traje combinado con una cortaba roja, sus pechos no era tan grandes, pero si su trasero, aquel que se remarcaba con el ajustado pantalón negro. El difunto Gen disfrutó de la vista de aquel trasero tanto como pudo, tuvo más de una erección, hasta que el "del Pantano" lo mató, siendo un hecho que alegra a Dian.


Momo y Dian llegarían finalmente a la gran puerta. Aquella que era custodiada por un gigante encapuchado que alcanzaba casi los cuatro metros. La mirada de Momo a la criminal indicó que su trabajo termina aquí y desapareció a una velocidad de infarto. — Imaginaba que es un Ninja... — La morena sonríe y ajusta su cortaba y sombrero, era la hora de negociar. La puerta se abre emitiendo un sonido pesado junto a un chirrido fastidioso.  — Supongo que debo pasar . ¿No? — Preguntaría sonriendo dando varios pasos.


Gong cerraría la puerta con solo una mano luego de observar como ella pasa. Tomaría una antorcha sin siquiera responder a su pregunta y guía a la dama criminal directo a la "La sombra" dónde yace Makai en su altar. Gong atraviesa varios pasillos hasta que toma el indicado, que lo llevaría a la 'La Sombra", parándose junto a la puerta y abriéndola delicadamente. Gong se retira con la antorcha de la escena. — ... — Parece que tenía que ir a hacer algo. Y en realidad sí, buscará a Heiko.


Dian durante todo el trayecto hasta la sombra intentó hablar con Gong, pero el titán no le respondía. — Oye guapo, no te haría mal ser un poco más social. — Mencionaria con las manos en los bolsillos siguiendo al gigante por los pasillos. Hubo un momento dónde le soltó una palmada en el brazo, pero no así recibió la atención que la morena estaba demandando — Este sitio, está lleno de raros. — Dian se detiene observando como Gong abre la puerta delicadamente y luego se marcharía sin decir nada. Dian se quitaría el sombrero, dejando ver sus largos cabellos castaños. Adelantaría unos pasos, atravesando el umbral,  observaría a Makai sin una máscara de gas, muy cómodo en su altar. — Heheheh... Buenos días. Lamento lo de su subordinado, pasó todo el camino viendo mi culo y fue devorado por una extraña bestia que habita en aquel pantano. Mi más sentido pésame. Pero bueno, no importa mucho ¿O sí? Es hora de hacer negocios, para eso estoy aquí. Quiero ver lo que hacen esas células. — Mantendría un semblante engreído y las manos en los bolsillos.



Makai desde el altar, observaría cómo la puerta se abre. Tenía la mejilla apoyada en un puño, daba la impresión de que estaba aburrido. La figura de Gong se hizo presente y luego una silueta mucho más pequeña dió pasos. El doctor entrecerraria los ojos y observaría cómo la morena se acerca dando los buenos días, expresando su posible falso pésame por Gen para luego ir directo al grano — Señorita Dian, es todo un honor tenerla aquí. Respecto a Gen, la verdad no me importa para nada, más bien el del Pantano me ha hecho un gran favor. Cada semana pide un sacrificio y lo controlo enviándole subordinados. Gen era un asco, muchas chicas de aquí se quejan de que estaban siendo espiadas. — Tose y aclara un poco la garganta — Claro, a eso haz venido. — Makai se levantaría, claramente eso le pesó.Debajo de los ojos habían círculos oscuros, eran ojeras. Pasó toda la noche despierto y está cansado. Emprendería una caminata a una esquina de la lúgubre sala, una parte donde no llegaba la luz y tenía una lámpara. Sacó un control que encendió la lámpara y podía verse a un hombre pelidorado,  flaco y sin sueter, con una barba recién salida, estaba atado a unas cadenas y no estaba despierto — Sólo necesitas darle esto y comienza el show. El componente nombrado como "Células T" ingresa en la red de Chakra del objetivo, infectado su fuente principal de Chakra con Chakra oscuro. — Una sanguijuela azul saldría desde la manga derecha y se arrastra por el suelo, reptando sobre una pierna de la víctima hasta llegar a su cuello. Atravesaría este rápidamente, iniciando el proceso de transformación — La sanguijuela hace todo, sin embargo. Si es extirparada puede ser destruída y el huésped volverá a la normalidad. Sin embargo, la he diseñado para que recorra varias parte del organismo y cambie su posición constantemente en combate.  El huésped obtendrá un Incremento elevado de sus capacidades físicas y actuará con violencia, sin perder el juicio. Aunque también son controlables con unos collares que vendrán incluidos juntos al cargamento sin coste adicional, esto es un regalo de mi parte. ¿500 pediste no? Parece que quieres tener tu propio ejército. Está bien, no es mi problema. Sólo pido diez  millones de Ryō, cómo podrás ver mantener estas instalaciones cuesta un dineral...  — Diría metiendo labia y cayendole a charla, sabía en el fondo que el no producto no está completo y está simulando una falsa transformación con un huésped perfecto, la sanguijuela usada anteriormente no era la real. Aquel huésped despierta y sus músculos crecen, desarrollando unos dientes serrados y afilados. Los ojos adquiriendo un color verde claro — Rompe las cadenas— Solicitaría Makai al impostor, y este obedecería rompiendo las cadenas — Levántate y luego siéntate. — El pelidorado hace lo pedido — Ok, pégate una bofetada y luego repara las cadenas, y no olvides ponertelas luego de repararlas. — Inmediatamente se pagaría la bofetada y con su Kekkei Genkai Konjiki haría lo posible para reparar las cadenas y ponerselas. ¿Cuál sería la reacción de Dian? ¿Bastaría eso para convencerla?. 

 
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Última modificación: 07-07-2024, 12:02 AM por Loremaster.
 Cerraría los ojos un poco, había observado atentamente los cambios en el cuerpo del huésped. La sanguijuela ingresó a su organismo infectando la red de chakra con un asqueroso y potente chakra corrupto y oscuro. — Vaya.... Esto de verdad es impresionante, no había visto algo así en tantos años de vida. De verdad estás loco, Makai. — Dian, espectaría con cierto asombro como el individuo seguía las órdenes de Makai al pie de la letra, sin emitir ninguna palabra o mostrar alguna expresión de disgusto. ¿Era el soldado perfecto? Aquel que acata las órdenes sin importar de cuál se tratase. Cuándo rompió las cadenas, fue un claro hecho de que no estaba mintiendo con el incremento elevado de fuerza física — ¡Hahahaha! ¡Maldición, eso estuvo genial! Hazlo de nuevo... Ah sí, no puede. Este solo sigue tus órdenes. — Luego de haber visto todo. Dian miró de reojo a Makai con una ceja arqueada, realmente no es de su interés, el que planea hacer con tantas células — A ti solo te interesa los diez millones de Ryō, lo que haga después con el producto es cosa mía. — La explicación del Doctor psicótico, la pensó unos segundos. Seguía teniendo dudas, así que realizó la siguente pregunta — De aquí no salen embarcaciones. ¿Cómo pretendes sacar esto de aquí? — Cruzo los brazos dando unos leves pasos, retrocediendo.


Makai tiene claro que ya la tiene atrapada entre  sus manos, la falsa demostración bastó para captar la atención de Dian, hecho que está revelando con sus buenas reacciones — ¡Claro que estoy loco!. Lo normal es aburrido — Respondería dándole una palmada a la pared, dejando escapar carcajadas de risa que resonaban en toda "La Sombra" (así se llama el lugar) y pasillos al exterior, aunque en estos era un tono más bajo, solo un eco débil y retorcido. —Sí, solo me interesa el dinero... Ya si comienzas a revenderlo es asunto tuyo, pero asegúrate de darme cierto protagonismo en el bajo mundo... Ya sabes a qué me refiero. — Realizó un ademán con ambas manos, esta vez no sonreía. Aquello, se debía a la pregunta incomoda y problemática de Dian. Makai miró de reojo al falso huésped. — Viejo, vamos lárgate de aquí. Hay cosas que debemos hablar.  — Makai mostró una sonrisa burlona y realizó un movimiento con la mano y
antebrazo, extendiendo el pulgar en dirección dirección a una  salida secreta.


Cuando Makai tenía pensado revelarle cómo movilizará el cargamento, las puertas se abren de par en par. Una figura monstruosa e imponente, cubierta con una capucha, ingresa acompañado de una hermosa Kunoichi de Hoshigakue, se trataba de Heiko y vino en el momento indicado. Dian la observó de pie a cabeza, no sabía quién era y luego devolvió la mirada a al doctor. Makai se quedó observando a Heiko, esta vez, le enseñaría un semblante gracioso y amable "¡Oh por dios, llegaste justo a tiempo, Heiko-chan!" Era lo que tenía ganas de gritarle, pero lo evitó.


Gong el gigante, se retira nuevamente cerrando la gran y pesada puerta con fuerza, esperando afuera. Heiko intentaría hablar, pero mantuvo una mirada baja y perdida ¿Estaba esperando qué le dijeran algo? Sí, es exactamente eso. La presencia de la dama de culo grande, traje elegante y sombrero le intimidó, sabía en el fondo que no se trataba de una buena persona para relacionarse con alguien como Makai. 


Continuando con la conversación, Makai vuelve a mirar a la criminal y empresaria — Tengo contactos, Dian. Te explico, desde aquí lo moveré por aire al País de los Osos, nuestra amiga aquí presente se encargará de mantener a raya a Hoshigakure, conoce el País como la palma de su mano. Tardará aproximadamente unas ocho horas, tal vez menos — Tose aclarando la garganta y prosigue — ¡Luego! ¡Del País de los Osos al País de la Tierra! Tengo otro contacto allí que me ayudará a movilizarla por tierra ¿Es gracioso no? Movilizarla por tierra, en el País de la Tierra. — Makai parpadea varias veces con una cara graciosa y reconoce que no fue un buen chiste — Y... Finalmente, saldrán por el lado norte, entrando al País de la Hierba. ¿Lugar de encuentro? Puente Tenchi a las 12:00 PM el 14 de Enero,
conoces muy bien esa ubicación. Quiero que todo mi dinero esté allí completo, y procura no tardar, haz supervisado el producto... Por lo que sabes de antemano que no es defectuoso... Ah si, y no olvidaré los collares, tranquila.— 


"Me convenciste, maldito loco del demonio" Era la cara que estaba mostrando Dian y también lo que estaba pensando. Makai se hará cargo de todo el recorrido de las células T. Lo conoce, sabe que es responsable. Dian asintió ligeramente y cruzó sus formidables brazos — Tenemos un trato. Ese día estaré preparada con el dinero, es suficiente tiempo para juntarlo y contarlo y burlar los protocolos de seguridad de Kusagakure. El Puente del cielo y tierra, fue una muy buena elección. Pasará a retirarme, Makai. — ¿Debía estrechar su mano con la de él? Por supuesto que no, esa clase de cosas no van con ella, mientras más distancia mantenga, mejor. Ella giró en redondo para quedar viendo a la puerta y notó que se abrió lentamente, el mismo monstruo gigante la esperaba. Dian se echó a andar alzando una mano en pos despedida. Sin embargo, paró el andar y miró a Heiko guiñándole un ojo y luego reanudó su caminata para salir de aquí, siendo guiada por Gong el gigante y volver al País de la Hierba para comenzar a contar grandes cantidades de Ryō y tenerlos listos.


Heiko seguía sin decir nada, estuvo hasta el final de la reunión. Lo que le resultó problemático es la carga que tendrá, al tener que cooperar para desplazar la células. El guiño de Dian, haría cambiar de color las mejillas de Heiko a un rojo claro y apartó la mirada avergonzada esperando que la criminal finalmente se fuera. Cuando ya no estaba, había sentidos una presencia a un costado una mano en el hombro cayó suavemente, el aroma a sangre le era familiar — Makai-sama... No puedo ayud... —


— ¿Qué no puedes ayudarme? Déjate de tonterías, Heiko-chan. Los preparativos comenzarán pronto, desde ahora olvídate de Hoshigakure y tu vida como Kunoichi. Dame tiempo y le quitaré varios tornillos a ese inocente cerebro, veo potencial en ti. Todo lo que he logrado algún día será tuyo y seguirás mis pasos, solo mantén la boca cerrada ñ. ¿Entendido?

— Umh... Sí, Makai–sama. —

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