El Yokai [Priv. Saito Yamamoto]
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El clima de la ciudad era siempre el mismo. El cielo gris, a la luz del amanecer, relucía un resplandor plateado, reflejado en el mar que rodeaba toda la isla y hasta el horizonte. El viento soplaba frío, y la niebla, la espesa niebla, ofrecía un inusual cobijo ante las miradas de los demás.

Mis ropas blancas me permitían pasar medianamente desapercibido, lejos de las miradas fisgonas, y podía moverme libremente en los basureros de los negocios, en donde recolectaba material para mi laboratorio/casa/guarida/...cosa.

Botellas de cristal enteras, frascos, alguno que otro cubierto y algunas cosas de valor. Iba con una mochila blanca, recogiendo lo que me podría servir, cuando un escalofrío recorrió mi espalda. Giré la cabeza, pero no había nadie. Había sentido como cuando a uno lo atrapan con las manos en la masa, pero no había nadie, aunque seguía sintiendo que me observaban.

Lo ignoré, y tras estar un rato más buscando objetos de valor, entre ellos electrodomésticos usados, los cuales vendí para obtener una buena ganancia, salí hacia un callejón, siguiendo el olor de carne de cerdo asado. Después de tantos mariscos, no quería más.

El pasillo se me hacía más largo de lo normal, o de lo que recordaba, y en la niebla sentía que alguien me observaba. De pronto, entre la niebla, pude ver una sombra tambaleándose, la cual resultó ser un borracho de la clase media.

-Chico, no... no deberías andar solo. Hay... hay muchos delincu...entes-me dijo el borracho, pasando de largo.

-No debería preocuparse, lo más peligroso aquí soy yo-le dije, con una sonrisa maliciosa en la boca. El borracho rió.

-Seguro, pero "ella" es aún más peligrosa-dijo el borracho.

Cuando escuché "ella", volteé a verlo sobre mi hombro, movido por la curiosidad, pero detrás de mi no había nadie. Ni siquiera su silueta a lo lejos.

Volteé a todos lados, incluso a los techos, pero no lo encontré. Como fuera, seguiría andando en busca del negocio que olía a cerdo, el cual pude ver a lo lejos. Sonreí y me acerqué a tomar asiento, viendo cómo freían decenas de bolitas de cerdo témpura, más grandes que un Dango. Ordené una docena, y mientras esperaba, miré el lugar. Se veía viejo, más no falto de mantenimiento. Si, un poco sucio, pero en buen estado. Lo que llamó mi atención fue una fotografía en la pared, envuelta en un marco negro y un listón negro. Su rostro era igual al del borracho.

La fecha de su nacimiento decía que tenía 60 años, pero la de su muerte, había sido apenas hace 2 años.

-¿Quién es el de la foto?- le pregunté al nuevo encargado, un joven de treinta y tantos años.

...
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Tal vez ser un shinobi imperial traiga consigo muchas responsabilidades, muchas obligaciones, tal vez ser un adolescente traiga consigo muchas dudas, experiencias y decisiones que pueden traer debilidad o fortaleza, tal vez ser un sacerdote traiga consigo todo lo antes mencionado y mas pero eso no es escusa para no hacer todo al mismo tiempo.

Informes de urto en los basureros y otros sectores de poca importancia. Cualquiera diría mapaches si los objetos robados fueran comida. ¿Eh? ¿Un informe de actividad paranormal? Debería tomar esta mision-Saito se encontraba buscando la forma de realizar varias misiones al mismo tiempo, así seguir su deber como shinobi y como sacerdote además tenia una excusa para entrenar.

Según las investigaciones recientes ambas misiones se relacionaban o al menos eso creía Saito, pues fácilmente podía ser alguien que tomaba la basura para algo... Aun no sabia el que y la gente que medio lo veía lo confundió con un tipo de espectro. 

En estos casos preguntar era bueno pero preguntarle a los vivos serian una perturbación a la paz así que Saito le preguntaría a los muertos, Kiri está llena de espíritus vagantes, algo normal con tantas muertes del pasado, aunque Saito y su hermana ya habian ayudado a muchos, muchos aun quedaban, pero hoy no había casi nadie, por lo que le dijeron a Saito era por causa de cierta perturbación espiritual pero ese era un trabajo muy complejo.

En el peor de los casos le pediré ayuda a Aiko y la abuela- pensó tranquilo mientras continuaba su caminar, de pronto un olor captó su atención, algo realmente sabroso estaba en pleno fuego y Saito no desaprovecharía esa oportinidad. Entró al lugar y se sentó en la barra junto a otro cliente... Bastante pálido, necesitaba mas sol. 

Dos órdenes de costillas de cerdo-anciaba por comer algo jugoso así que ordenó doble, el día estaba siendo tranquilo así que solo un tipo de alarma lo arruinaría.
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Bebí de un tarro de cerveza de raíz, lo suficientemente dulce como para darme energías, mientras comía las bolitas de cerdo. Bien sazonadas, recién salidas y bastante calientes, reconfortaban en el clima frío de la época. Mientras comía esas bolas de cerdo, un chico también se acercó a la zona. Era un ninja de la aldea, pude reconocerlo por su bandana, y aunque no se veía especialmente peligroso, siempre debía tener cuidado con esa gente.

-Él era mi padre, Hiro Tanaka, un hombre trabajador. Murió hace apenas 2 años, y el muy cabrón aún anda por ahí, jajaja, o eso dice la gente-dijo el cocinero mientras servía las costillas de cerdo al shinobi- pero no haga caso, eso es lo que dicen.

Yo asentí con la cabeza mientras comía las bolitas de carne. Sabía que había visto a ese sujeto, y que cruzamos palabra, incluso me había dado una advertencia, pero era extraño haber visto a un muerto. Además había olido su sudor con alcohol.

-Si no es mucha indiscreción, ¿cómo falleció?- le cuestioné al tendero, el cual suspiró.

-Depresión. Adoptó a una chica enferma y delicada hace unos años, Samara Yamamoto. Tras cinco años de ayudarla, la chica finalmente falleció y él se dio al alcohol. Decía que aún la veía, y pues fue como la hija que nunca tuvo, hasta que un día amaneció en el frío del invierno, en el callejón. Fue triste, no pudimos salvarlo de la neumonía...-decía el cocinero, el cual se secó las lágrimas con su manga, y luego terminó de servir al shinobi.

Yo no creía mucho en fantasmas, de hacerlo, ya me habrían acosado al saquear las tumbas... aunque esos seres que merodeaban mi cabaña en las noches tampoco eran muy normales. Seguí comiendo, sin cambiar mi expresión.

-¿Porque la curiosidad?- me cuestionó el cocinero.

-Porque me lo acabo de topar hace unos momentos, en el callejón-dije mientras seguía comiendo. Él se quedó en silencio, con una expresión de confusión y sorpresa. 

-Ah- dijo antes de no hablar más del tema.

Probablemente se tratara de un truco o rumor, pero no me atrevía a indagar mucho más en ello. Volteé a ver al ninja que había llegado. Me encogí de hombros.

-Suele pasar cuando sucede-le dije al shinobi, dije sonriendo.
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Saito llegó en medio de una conversación e inevitablemente la escuchó tranquilamente mientras fingía desinterés. El muchacho espero su comida y apenas se la entregaron empezó a comer con gran gusto, el sabor grasoso de las costillas y el anhelo por comer carne lo hacia sentir en la gloria, además, esa salsa BBQ sabia taaaan bien... Ejem, volviendo a la historia.

El chico a su lado y el encargado del lugar hablaban sobre el pasado del padre del hombre, al parecer un buen hombre de mente débil y aparentemente el objetivo de Saito entre los avistamientos de un fantasma. Lo curioso de la historia de aquel hombre fue el apellido de la niña, era el mismo que el de Saito pero Aiko era su único hermana y su padre no tuvo hermanos.... Quizás su abuelo tenia un hermano y este hermano tuvo un hijo y una nieta, nieta que quedó en la calle... Que que la familia de Saito la hubiera encontrado antes.

Mientras los huesos se acumulaban en el plato de Saito, el chico a su lado revelaba información interesante y cuando intercambiaron miradas el muchacho decidió limpiarse la boca con unas servilletas antes de hablar, la salsa era buena pero manchaba mas de lo necesario.

Bueno, soy la solución a este problema. He venido aquí como miembro del clan Onmyõji a ponerle paz al espíritu de su padre señor. Espero que el joven a mi lado ayude con esa tarea, al fin y al cabo, parece interesado en esta situación-habló confiado, sabia que su clan había ganado fama con los años así que pronto comenzaría la caza de aquel espíritu
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Apenas terminamos de hablar, el chico de junto, entusiastamente, se ofreció a ayudar. Había estado escuchando todo mientras terminaba su comida.

-¿Eh?- exclamó el cocinero- bueno, no quisiera ser una molestia, pero tampoco quisiera que mi padre ande vagando sin poder ir al otro mundo, pero ¿como podrías hacer algo al respecto?...aunque, creo haber escuchado algo sobre ustedes, unos monjes.

Por otro lado, observé bien al ninja. Sus ropas no parecían ser de un monje o algo por el estilo, pues los que yo conocía vestían largos ropajes, collares de cuentas gruesas y amuletos rectangulares y olían a incienso.

-Clan Onmyoji-Pensé mientras sorbía de mi bebida. Era curioso que el ninja perteneciera a un clan que, por lo que decía él mismo, podía interactuar con los espíritus. Aunque estaba escéptico, me giré para hablarle.

-Wow, la verdad nunca había escuchado de un clan así, ¿cómo podrías lidiar con ese fantasma?- le dije mientras le miraba con curiosidad-si el señor que vi hace unos momentos realmente era un fantasma, ¿cómo podríamos ayudar a ese sujeto?

Mientras esperaba su respuesta, se escucharon unas risitas entre la niebla del callejón. En el otro extremo, se escuchó cómo cayó un bote de basura, seguido de un extraño olor a flores muertas. Me giré a ver hacia el sonido que quedaba a mi espalda, el cual se trataba del bote de basura.

-Algún vagabundo... sin embargo-dije un poco asustado, colocando el dinero de la comida sobre la mesa y poniéndome de pie- vale, ¿por donde deberíamos comenzar?

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En efecto. Mi clan está conformado por sacerdotes, exorcizar a su padre será fácil-Saito respondió a la pregunta del hombre, que durara de su habilidad era lo mas normal del mundo e incluso sentir algo de miedo o inquietud por las habilidades del chico es algo sumamente normal, la curiosidad también es valida en estos casos.

Por ejemplo, el chico con cara de muerto a su lado, se sentía curioso ante la situación de un posible fantasma, miraba a Saito y lo analizaba,  realizó unas preguntas bastante validas pero cuando Saito iba a responderlas una actividad paranormal se presentó y gracias a ello el joven estaba convencido de lo espiritual existía.

No te preocupes, me encargaré de todo. Solo necesito que me ayuden a evacuar a la gente. Crearé un triangulo de purificación llamado "intervención" aunque no es letal, mientras mas poder hay dentro mas difícil será para mi limpiar a nuestro objetivo-mencionó de forma sincera y tras un sello dos clones aparecieron la escena.
[tecnicainvalida=21]
Los Saito's (y Nakai si se ofrece) saldrían del lugar para poder evacuar la zona donde crearía su técnica, el muchacho sabia que el hombre estaba atado a ese lugar por lo cuál no era necesario buscarlo, si o si estaría ahí. Usando su rango como shinobi imperial pudo explicarle a la gente su propósito y no hubo quejas. Al culminar, cada Saito iría se separaría, el verdadero al norte, un clon al suroeste y el otro al sureste para poder empezar el ritual.

Mi chakra me odiará...-cada Saito levantó su mano y apuntó a otro (norte a suroeste, suroeste a sureste y sureste a norte) y con el dedo índice y corazón brillando en chakra dibujaron en el aire 3 Kanjis distintos siendo mente, cuerpo y alma. Dos segundos después un haz de luz emergió en dirección a donde apuntaban, su ubicación lograría dejar los edificios intactos pero algunos botes de basura o cajas viejas fueron destrozados por el haz. El haz de luz de cada uno golpeó el comienzo del otro haz y en vez de colisionar se mantuvieron firmes creando el susodicho triangulo de purificación.
[tecnicainvalida=1458]
Al crearse, espíritus dentro del radio salieron en remolino hacia arriba pero tras 10 metros a nivel del suelo regresaron hacia abajo por un poder gravitacional. Uno a uno fueron desapareciendo en cenizas hasta que solo quedaron 3, uno de ellos era el padre del dueño del restaurante y los otros dos parecían ser familiares de otras personas que se acercaron al triangulo para verlos entre lágrimas.

¡No vayan a tocar la luz! Los espíritus malignos fueron desalojados y los espíritus confundidos son los presentes, hablen con ellos y ayudenlos a seguir su camino.... Pero sin tardarse mucho por favor...-el chakra de Saito se consumía cada segundo que mantenía la tecnica de exorcismo pero valía la pena ver como los vivos hablan por última vez con aquellos que pesaron haber perdido hace tiempo.

Los Onibi Harai de los Saito's se quedaron en sus hombros, su fulgor era estable pero eso podía cambiar si el muchacho se des concentraba o perdía demasiado chakra, todo dependía de la gente ahora,
[tecnicainvalida=1450]
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Aquel chico parecía tener habilidades increíbles, y en efecto, hablaba respecto a su clan. Sacerdotes y exorcistas que lidiaban con espíritus. 

Rápidamente, aquel chico creó clones y se puso en disposición para realizar un tipo de ritual, en el cual tomaría lugar mientras me pedía que fuera a desalojar a la gente. Confusa, la gente aceptaba alejarse del lugar, mientras otros se asomaban y veían lo más cerca posible. La niebla se hizo más densa.

Conforme me acercaba a un extremo del callejón, pude ver a una chica de piel tan pálida como la mía, de largos cabellos negros que cubrían su rostro, vestida de blanco y con dos enormes y redondos ojos ojerosos. Al verme, sonrió y desapareció.

Me dirigí corriendo hacia Saito, cuando vi cómo realizó el ritual y algunos espíritus malignos saldrían despedidos. Aparecería el padre del cocinero, pero, al alejarse la niebla, también se vería en otro lado del callejón a un sujeto, un cargador del puerto, tirado en el suelo e inconsciente.

Alrededor de su cuerpo se refugiaban los espíritus malignos repelidos por la zona de purificación.

Aquel sujeto, el ebrio que vi, volvió a aparecer.

-Pa...Padre...-dijo el cocinero, acercándose lentamente.

-La chica, es la chica... cuídate de Yamamoto, ella... ella... está aquí... chicos, cuídense...perdida...furiosa... hambrienta... sobre su pasado... no fue vengado...-decía el fantasma del cocinero, cuando, junto a los espíritus confusos de otros transeúntes fallecidos, fueron absorbidos por un vórtice que provenía de una de las paredes. Pronto, no habría ningún espíritu en la zona. Una caja de cerveza, llena de botellas vacías, saldría volando desde el local del cocinero para intentar golpear a un Saito. Lo más probable es que buscara romper ese ritual.

-Esa pared es de una bodega. Sea lo que sea, ahí puede estar-dije a Saito, mientras hacía un sello con el cual pude crear sensores de calor bajo mi piel. Sentía una extraña "estática", dentro de la bodega.

-!Padre!-gritó el cocinero, acercándose a Saito- deben ayudar a mi padre... te diré lo que necesites saber, te recompensaré, pero ayúdalo, él fue un buen hombre.

Me dirigiría a la entrada de la bodega, convenciendo al vigilante de ésta para que nos dejara entrar, presentándonos como "caza fantasmas". 

El interior del lugar era oscuro, frío, y con una sensación de peligro. Un ambiente pesado envolvía ese lugar lleno de cajas polvorientas y cubiertas de moho, producto de la humedad de la niebla.

Hebi no Okurimono

OFF: Probablemente se venga una batalla.
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Última modificación: 10-01-2023, 09:32 PM por Saito Yamamoto.
El ritual estaba hecho, los espíritus malignos fueron eliminados y solo 3 espíritus neutros quedaron dentro de la zona del ritual, uno de ellos era el padre del cocinero que buscaba dar un mensaje de advertencia, la chica (con apellido igual a Saito) parecía haberse convertido en un espíritu maligno que por desgracia no había sido capturado en la tecnica de Saito. El segungo hombre era un pescador, estaba infestado pero su familia parecía estar hablando con él y eso lo ayudaba a limpiarse. El tercero, parecía molesto y tomó botellas del local para lanzarlas contra el clon pero el ritual era un escudo  ahora mismo así que todas acabaron partidas.

Niño, no puedo cortar la purificación ahora. Deberás acabar con la chica tu solo. Mi apellido es igual a ella y creo que debe ser una prima. El lado bueno es que mis poderes provienen de mi abuela ahmmm... Haré el portal mas pequeño para aumentar la purificación cuando acabe iré a por ti-tras mencionar esas palabras Saito dejó que Nakai hiciera lo que debía hacer mientras él hacia lo suyo, el muchacho usó un sello manual así que al menos tenia conocimiento ninja, confiaba en él.

Solo usted puede ayudar a su padre. Siga hablando con él y ayudelo a sentirse mejor con sigo mismo-le respondería al cocinero con sinceridad y empezó a encoger el triangulo, las edificaciones no parecían sufrir daño cuando el haz de luz chocaba contra ellas, solo traspasaban la luz como... Bueno, luz. Pero los espíritus eran empujados cada vez mas al centro y mas, y mas. Los tres quedaron lado a lado en medio de la calle para transeúntes donde los familiares y amigos intentaban calmarlos y los Saito's luchaban para mantener la tecnica activa en su estado mas pequeño.

[tecnicainvalida=1458]
[tecnicainvalida=21]
[tecnicainvalida=1450]

Chakra: 880 - 80 ÷ 3 = 267 - 55 - 55 = 147
Clon 1: 267 - 55 - 55 = 147
Clon 2: 266 - 55 - 55 = 146
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Me adentré al interior de la bodega. El ambiente se sentía pesado y, pronto, se enfrió aún más. Una caja de maderas fue lanzada contra mí, pero logré esquivarla.

La silueta oscura de una chica se puso de pie. Lancé un kunai en su dirección, pero logró esquivarme. Algunos fuegos fatuos aparecieron alrededor de ella. Rápidamente, con garras hechas de energía, se abalanzó contra mí, por lo que hice un sello y lancé mi lengua filosa hacia ella, pero nos traspasamos mutuamente.

El padre del cocinero apareció cerca, flotando, pero ella comenzó a sorberlo, incrementando el aura que le rodeaba.

-Tu no estás muerta, ¿verdad?- le cuestioné con una sonrisa. Ella retrocedió un paso antes de volver a atacar. Destrozó una caja al intentar darme, pero cuando de verdad iba a atinarme, lancé otro kunai que le traspasó a la vez que su ataque hizo lo mismo, sin tocarnos.

Tomé distancia de ella, saltando. Cuando le atacaba se volvía intangible, y para atacar ella se vuelve tangible. Era algo raro.

-El fantasma de aquel hombre, absorbes energía de ellos ¿cierto?- le cuestioné. Ella sonrió.- no moriste, algo hiciste

-¿Porque debería decírtelo?- dijo. Su voz sonaba a la vez que lejana, metálica, con un eco siniestro que iba justo detrás de sus palabras.

-Samara Yamamoto, o debería decir ¿"Onmyoji"?- tras decir esto, la chica apretó los dientes y me miró con odio. 

-Nunca vuelvas a mencionar ese nombre-dijo a la vez que cargaba a gran velocidad hacia mí. Lanzó un ataque similar al de las garras, pero en vez de darme a mí, le dio al pobre guardia quien veía todo. Tras engancharlo, tiró de él y separó una extraña esencia de su cuerpo y luego la sorbió, dejando al pobre recipiente vacío en el piso.

-Déjame adivinar, ¿un experimento? ¿un jutsu fallido?- le decía, mientras extendía mi chakra hacia ella, esquivando sus arañazos.

-!Callate¡- gritó la chica, lanzándome con una ráfaga de chakra al incrementar de golpe el tamaño de su aura.

No me hizo daño, pero me alejó unos cinco metros. Mas fantasmas aparecieron alrededor, viendo con curiosidad la pelea, con sus grotescos gestos desfigurados, tal como murieron.

En ese momento, el dueño del local de comida entró al lugar, buscando a su padre, la chica se lanzó contra él, pero al momento de agarrarlo con sus garras, saqué de mis mangas unas serpientes blancas que lograron tocarla y apresarla.

-Chico Cazafantasmas, Onmyoji-grité llamando a mi compañero- necesito algo de ayuda por aquí.

Si bien la tenía agarrada, ella seguía sujetando el espíritu del pobre cocinero. Quería impedir otra baja como con el guardia de la bodega.

[tecnicainvalida=87]

Vida: 234
Chakra 614
Reg Chakra: 18
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La concentración era crucial pero Saito había logrado ayudar a los espíritus y desaparecer su jutsu. Se escuchaban varios golpeteos en el lugar donde su compañero había entrado por lo cual los Saito's comenzaron a realizar sellos para que los onibis se transformarán en lechuzas blancas que saldrían volando la fantasma con sus filosas.
[tecnicainvalida=1455]
Fui piadoso. Ahora necesito que duermas-Saito y sus clones sacaron sellos contenedores y lo pegaron en el cuerpo de la espíritu, con eso debía bloquear su energía espiritual y quedar completamente inmóvil en el caso de tener lo suficiente de energía para no desaparecer del mundo terrenal.

Ustedes tampoco deberían estar aquí-los Saito hicieron sellos y empezaron a absorber a todos los espíritus en una armadura. Luego colocaron un muñeco de cerámica en el suelo para encerrar a todos dentro-Ya después los exorcizo, ahorita ando agotado-murmuró mientras que sus clones desaparecían y se concentraba en la chica al frente de él.
[tecnicainvalida=1456]
Los sellos espirituales deben contenerla. Afectan tanto a espíritus como Onmyõjis. Y creo que es una combinación de ambos-Saito abrasó a la chica y suspiró-Soy Saito Yamamoto. Creo que soy tu primo. Dejame ayudarte Samara-luz apareció alrededor de ambos y luego energía oscura, dos onibi, harai y yokai aparecieron para comenzar a girar alrededor de ambos Onmyõji.

No se acerquen. Ando limpiando cualquier tipo de maldición en ella. Niño serpiente, dale azúcar al cocinero y picante al guardia. Eso les devolverá la conciencia. Sus espíritus fueron dañados pero no eliminados-Saito se sentía bastante agotado pero ya todo estaba culminado solo debía esforzase un poco mas.
[tecnicainvalida=1450]
Chakra: 147 - 20 - 30 = 97
Clon 1: 147 - 20 - 30 = 97
Clon 2: 146 - 20 - 30 = 96

Chakra 97 + 97 + 96 = 290
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Aquel chico había sabido lidiar con la situación. Estaba sujetando a la chica mientras energía espiritual les rodeaba. Su fuerza espiritual parecía afectar a la chica y, aunque parecía que los espíritus que había absorbido querían salir por su boca, ella volvía a retenerlos, casi como quien traga su propio vómito.


Cuando la chica escuchó el nombre de "Yamamoto", la chica enfureció.

-¿Eres de ellos? ¿Eres de quienes me hicieron esto?- dijo la chica, mientras le apretaba con gran fuerza y le mordía el cuello repetidas veces- no estoy ni viva ni muerta, no soy humana ni espíritu ¿que más quieren de mí?

Decía la chica entre mordisco y mordisco, mientras las lágrimas escurrían por sus mejillas. 

Su fuerza espiritual descontrolada hacía que los objetos salieran volando, golpeando todo. Aunque no podía canalizarla debido a los sellos, lo que fuera que hubiera usado antes estaba descontrolado. Cajas, piedras, hasta el cuerpo del vigilante golpeaba todo hacia todos lados.

Si Saito prestaba atención, podría percibir que la chica le robaba energía con cada mordida, enfriándolo.

Rápidamente, sujeté al cocinero y lo saqué de ahí, antes de que resultara más lastimado. Debía regresar a ayudar, pero debía esperar a ver cómo iban las cosas. La chica no se rendiría tan fácilmente.
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Saito buscaba la manera de ayudar a la chica pero era cierto estaba atada a un cuerpo físico pero su alma lo rodeaba de una manera que la hacia parecer un espíritu. Saito sintió el primer mordisco y se quejó por el dolor pero empezó a ser rodeado por un chakra verde que cubrió a ambos dando un sentimiento de calor y consuelo.
Shousen no Jutsu

Mi abuelo portaba el apellido Yamamoto, fue un hombre que no usaba chakra pero su matrimonio lo hizo ser líder del templo dedicado a Bishamon. Mi abuela dice que no era mal hombre pero si algo egoísta y estricto. Mi padre lo asesinó siquiera antes de saber del embarazo de mi madre. Un Yamamoto te hizo esto y yo como Yamamoto acabaré con tu sufrir-el muchacho concentró chakra en su dedo índice y corazón y empezó a dibujar un kanji a las espaldas de la chica.

Las cosas volaban mientras la energia espiritual de ambos explotaba, el lugar parecía que iba a caerse y Nakai decidió sacar a la gente de ahí. Mientras, Saito se mantenía firme ante su decisión de salvar a esa chica y los espíritus que se había comido.

Tu vida acabó mal y por eso te propongo renacer-Saito suspiró mientras la energía se volvía dorada como si fuera santa y empezó a crear el contrato-Yo Saito Yamamoto como puente del mundo espiritual y el mundo terrenal te elijo a ti como mi Shinki (tesoro sagrado) si aceptas te daré un nuevo nombre y olvidarás todo de tu pasado y vivirás a mi lado-el kanji que había dibujado era el nuevo nombre de la chica, solo debía aceptar y todo terminaría volviéndose un objeto representativo.

Esto solo se usa una vez. Y esperaba usarla con Aiko en el peor de los casos. Pero no tengo más opción-el muchacho veía borroso por el chakra que se consumía segundo a segundo ¿Como terminará todo?

Chakra: 290 - 90 = 200
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