Aves nocturnas [Priv.]
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“El mejor cazador, miente más que caza.”



La naturaleza suele ser un templo especialmente construido para el encuentro y la meditación. Las noches en el País de las Aves se destacaban justamente por su tranquilidad y la aparente paz que acompañaba a las gloriosas criaturas que a todas horas del día surcaban los cielos de aquel territorio. Era ciertamente difícil encontrar alguna perturbación en un contexto como ese, en un pequeño bosque alejado de los pueblos pero cercano a yacimientos mineros; aunque esa noche parecía ser algo diferente a las anteriores, algo en medio de aquellas ramas parecía no calzar con la normalidad de las acciones, cuando se supone que todos debiesen estar durmiendo, una seguidilla de pasos bastante poco discretos comenzaban a recorrer con rapidez el inmaculado césped de aquel santuario .-¡Kobe! ¡Responde!.- Un hombre cercano a los cuarenta años corría frenético a través de troncos y animales, era tan poco prolijo su andar que incluso las mismas aves, acostumbradas a ser observadas por todo tipo de turistas, decidían rápidamente emprender el vuelo por la molestia que recibían; aun a pesar de sus gritos ahogados por la frenética carrera que debía soportar, parecía que nadie respondía a su voz y sólo la oscuridad se encargaba de poco a poco devorar tanto los sonidos como su campo de visión .-Detente... Taichi.- Una rápida mano venida desde la penumbra inesperadamente había cortado la carrera de aquel agitado hombre provocando una reacción algo violenta, como si de alguna forma estuviese predispuesto a responder ante cualquier tipo de imprevisto con una única idea en mente: sobrevivir. .-Tranquilo, soy yo, Hattori.- Un haz de luz de luna iluminó el rostro de aquel recién aparecido, era algo más joven que Taichi, pero sus facciones expresaban exactamente lo mismo que aquel que ya antes habíamos acompañado en su frenético andar, una mezcla entre cansancio, miedo y desconcierto .-Hattori, lo-lo siento, ¿has podido encontrar a Kobe?.- Estando juntos en medio del bosque parecían sentirse algo más seguros, claramente los humanos al estar agrupados parecieran tener la idea de poder sumar sus poderes o al menos no cargar con la responsabilidad total de los fracasos... Desde siempre hemos sido animales de manada .-¿Kobe? Creí que...- Los ojos de Hattori creyeron divisar a lo lejos, entre las hojas un rostro pálido e inhumano, una figura inexpresiva como hecha de porcelana, un espectro quizás, un fantasma proveniente de las pasadas guerras o... Quien sabe, cuando volvió a concentrarse en ese punto aquella figura había desaparecido ya .-Creí que se encontraba contigo... Ese niño...- El hombre cerró sus ojos dejando escapar un suspiro, pero aquel momento de tranquilidad no duró demasiado, Taichi parecía estar realmente alarmado .-Da igual, ¿Llevas contigo la mercancía? No podemos llegar al punto de encuentro sin eso.- Hattori se acercó a Taichi y como si del contrabando más importante se tratase, abrió un pequeño bolso frente a él, dentro, se podía apreciar una gran cantidad de mineral de hierro, probablemente recién extraído desde las compañías mineras cercanas. Era un botín bastante importante, pero también complejo de transportar producto de su peso .-Que bien, estamos a mitad de cami...- Los ojos de este hombre experimentado en el arte del robo y transporte también se toparon con el espectral paseo de una figura cubierta de ropajes negros, parecía ser un hombre pero no tenía rostro, al menos no uno del cual se pudiese apreciar una expresión .-Mierda...- Aquella visión había sido efímera, aquel ente extraño ya no se encontraba en los alrededores ¿Es que acaso estaban siendo víctimas de algún tipo de ilusión? El breve pero intenso tronar de algunas ramas a lo lejos le comunicaría al cuerpo de ambos ladrones que definitivamente no estaban solos .-Es "Él", realmente lo han contratado....- La expresión de Taichi inmediatamente fue de una profunda inseguridad, Hattori, en cambio, mostró cierta incredulidad .-Vamos, son sólo historias de guerra, ¿Realmente te crees que...?.- Un inesperado sonido interrumpió aquella improvisada conversación .-¡Ayuda!.- Se escuchó en medio de la noche, era la voz de Kobe, un amigo que probablemente necesitaba ayuda.

Desde el paso de la guerra los humanos se habían vuelto mucho más susceptibles... El advenimiento de figuras casi divinas provocaba que la psiquis de todo el mundo estuviese predispuesta a la sorpresa sobrenatural, eran muchas las historias que siendo ciertas o no nutrían los miedos más profundos de la población y provocaban que, como niños, se comportasen de manera muy errática en momentos de extrema tensión. El poco entrenamiento de las nuevas figuras presentes en los "campos de batalla" provocaba que los trabajos del bajo mundo se hubiesen vuelto demasiado triviales... Aquellos ladrones de Hierro ni siquiera necesitaban ser cazados por alguien, ya dentro de un engaño articulado por sus propias inseguridades y arrastrados por los lazos afectivos formados entre ellos, estaban condenados. Eran sus propios cazadores .-Nula experiencia en campos de batalla reales...- Escondido entre las sombras, aquella figura enmascarada les seguía los pasos a sus presas sin que estos se diesen cuenta, cada movimiento estaba calculado con antelación, todo era un espectáculo bien orquestado para que no hubiese interferencia alguna, para que fuese un trabajo limpio, tal y como él acostumbraba a realizarlos .-Pasos rápidos a pesar del peso, pero descuidados... Ruidosos, frenéticos.- En lo alto de un árbol el Enmascarado observó como la carrera de ambos ladrones llegaba a su fin, frente a ellos un joven Kobe yacía muerto a los pies de un árbol, iluminado por la tenue luz de la luna, dejado allí a propósito para que el limpio corte en su cuello fuese completamente visible .-El chico está....- Hattori no podía creer lo que sus ojos estaban viendo .-Debemos irnos de este sitio, en cualquier momento podría...- Al voltear, Taichi se topó frente a frente con un rostro blanco y negro, con unos ojos vacíos, portadores de una oscuridad profunda y atrapante, aquella fue la última imagen que ese sujeto logró apreciar con completa claridad... Probablemente un hombre bien entrenado hubiese podido hacer algo, quizás un entrenamiento riguroso habría dado la posibilidad a aquel ser humano de poder luchar por su vida pero, estaba claro, el mundo de las herramientas se había terminado por completo, lo único que quedaba era un mundo de ilusiones y mentiras. Un corte limpio fue suficiente, el cuerpo de aquel ladrón finalmente cayó con todo su peso al césped, Hattori consternado e incrédulo de lo que estaba sucediendo, no pudo hacer más que dejar caer su cuerpo, quedando allí sentado frente a la muerte, consumido por el terror, rezando por un milagro que pudiese cambiarlo todo.

.-Probablemente su único pecado real fue intentar subsistir en un mundo así de insípido, ¿no es así?.- Aquella voz tan profunda parecía envolverlo todo, era calmada, es cierto, pero definitivamente ocultaba muchas cosas, Hattori no pudo responder absolutamente nada .-Un objetivo así de trivial... Al parecer los grandes enfrentamientos han terminado.- Suspiró .-El bajo mundo subsiste únicamente con estas cacerías absurdas.- Sin siquiera preocuparse por los movimientos de aquel indefenso ladrón, el Enmascarado comenzó a registrar las pertenencias de Taichi, encontrando una vieja bandana ninja entre sus ropas .-Una "herramienta", pero claramente sin el entrenamiento apropiado... Otro hijo de la guerra que encontró finalmente la paz.- Poco a poco se puso de pie y observó durante unos segundos a un Hattori que no paraba de temblar .-Deja tus pertenencias en la posada más cercana, luego de eso, tendrás derecho a vivir realmente.- Entre intensos temblores, el ladrón corrió lo más rápido y fuerte que pudo, aquel era un milagro, un regalo divino... Finalmente terminó por desaparecer en medio de las sombras, ahora sólo estaba el hombre de negro y dos cadáveres que esperaban ser alimento de animales salvajes .-Ya no quedan motivos reales de lucha ¿eh?...- La máscara poco a poco fue quitada de su rostro .-Concretada la paz, tanto la vida como la muerte de todos... incluso tu propia existencia.- Apretó la máscara con fuerza entre sus manos .-Carece completamente de sentido.- ¿Qué condiciones tenía preparadas este nuevo contexto que tocaba habitar? ¿Es que realmente era aquella la paz que tanto se había buscado? ¿Era ese el fiel resultado de una innumerables sacrificios? De momento era imposible responder aquello, era tiempo para el Enmascarado de abandonar aquel pequeño bosque en las afueras de la civilización.
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Aquella noche, apacible y tranquila, había sido una maravillosa velada con Ryth, era un poco triste que tuviésemos que estar ocultos, pues aunque no lo perseguían, el sunaniano era tan paranoico como astuto, se dedicó a borrar mis huellas y crear falsos rastros para que cualquier autoridad no me detuviera. "Desde luego... Ese chico debe aprender a relajarse" Pensé mientras caminaba tranquilo por aquellos bosques. Podía escuchar los ruidos de los grillos y distintos insectos que revoloteaban en el velo nocturno, también podía oírse pequeños animales cazando, así era el ciclo de la vida. 

El grande se come al pequeño, así es como la mayoría pensaba que era la naturaleza, lo que no sabían es que la fuerza jamás vencería al ingenio; esto era algo que tuve que aprender por las malas a lo largo de mis viajes. Había sido asaltado, atacado por animales salvajes, inmiscuido en asuntos bastante peligrosos... Y de todas logré salir sin necesidad de luchar, usando solo la astucia. El brillo de la luz lunar bañaba las copas de los árboles con una luz azulada y blanquecina a partes iguales, no viéndose ninguna estrella por la fuerza que emitía la luz de la sombra enemiga del astro rey. Mis pasos en un inicio no se ocultaban, no procuraba pasar inadvertido, poca gente estaría esperando a alguien a tan altas horas de la madrugada, además tampoco temía por el azar, sabía que estaba vigilado y protegido. Tampoco es que tuviera enemigos naturales, mi aspecto pobre y humilde le quitaba las ganas a cualquier ladrón, poco iban a conseguir de mi, aún así no quita que alguna vez alguna pobre alma lo había intentado, vaya que si lo habían intentado. No aprobaba el crimen, obviamente, pero estaba claro que mis opiniones no lo eliminarían, los delincuentes eran humanos como yo y, por ende, acabar con sus vidas no me correspondía. 

No obstante la calma es algo efímero, lo que precede a la tormenta, pues el ciclo de la vida necesita de desgracias para que haya milagros. Un grito me alertó, parecía pedir ayuda, también había escuchado varios pájaros salir volando de sus nidos a toda velocidad. "Esos pájaros son diurnos, deberían dormir" Pensé mientras me detenía y miraba hacia aquella dirección con el ceño fruncido, alguien necesitaba ayuda. Comencé a correr lo más rápido posible hacia allí, ahora si que intentaría ocultar los sonidos de mis pisadas, el factor sorpresa podía ser el más útil de todos, al menos el más útil para un shinobi. Mientras corría pude ver a unos pocos metros a un chico corriendo despavorido del oeste, su rostro mostraba terror y sus pantalones mojados también. "Qué demonios" Mi rostro mostraba cierta confusión ¿Qué narices habría visto que lo haría correr así? Desde luego si hubiera un lago lo habría atravesado sin hundirse; debía descubrir que estaba ocurriendo allí. Seguí corriendo en dirección opuesta al pobre alma, llegando a ver una escena... Digamos que ahora comprendía de qué huía. Un hombre de negras ropas sostenía una máscara en sus manos, mas no podía verle el rostro, estaba de espaldas a mi, y a su alrededor dos cadáveres. Seguramente aquellos cuerpos eran los difuntos amigos del hombre que vi antes, ese tipo los había asesinado, y por lo poco que podía apreciar entre los arbustos lo había hecho de forma limpia a indolora. "Un asesino" Pensé al haber recopilado datos y entrelazarlos, un simple mercenario no era capaz de trabajar así, no, solo una persona entrenada en el asesinato silencioso podía hacerlo. 

No todos los que dominaban el arte del asesinato silencioso era shinobi, pero si era cierto que era una de las formas de matar preferidas por ellos: Rápido, efectivo y en silencio; aquel era uno de nuestras bases de entrenamiento. Aquel hombre parecía atribulado por algo, mas no podía saber por qué ¿Acaso esos hombres lo asaltaron y encontraron un triste final? Podría ser, ciertamente era pronto para dictar ningún juicio. Salí de mi escondite, no procuré ocultar mi presencia, no me importaba que ese hombre supiera que estaba allí, es mas, era la intención. -Segar una vida mata parte de tu alma.- Aquella frase podría ser escuchada por él, con suerte se daría la vuelta y me explicaría que había ocurrido en aquel momento. No lo negaré, mis nervios estaban a flor de piel, su presencia lograba despertar mi instinto de alerta, emanaba una poderosa aura que podría ser asfixiante por los mas novatos, incluso a mi me parecía que enrarecía el ambiente. 
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Última modificación: 14-12-2022, 09:18 PM por Shujin.
El viento de aquella tranquila noche volvió a soplar con fuerza, llegados a este punto no habían ya elementos que perturbase la tranquilidad de un santuario como aquel, el silencio volvía a reinar con todo su poder provocando que, curiosamente, lo único audible por algunos instantes para el Enmascarado fuese su propia respiración. Hacia ya mucho tiempo que este hombre no tenía un momento completo para sí mismo, durante los últimos días o meses siempre había tenido que convivir, incómodo, con la presencia de alguna otra persona que, ignorando todo lo que envolvía a esta figura vestida de negro, decidía pasar su día en una misteriosa compañía .-¿Cuánto ha pasado ya?.- Sus ojos apagados y su rostro oculto por la misma noche no hacían más que contemplar aquella máscara de porcelana ya agrietada por el paso del tiempo. Sosteniéndola en sus manos y observándola fijamente a esos ojos vacíos, el alguna vez Gennin de Iwagakure no hacía más que rememorar tiempos pasados. Viajes infinitos, recuerdos repletos de engaños y misterios... Heridas que claramente estaban lejos de cerrar completamente .-Debería ya dejar de deambular por esos lugares...- Un bufido de molestia escapó casi involuntariamente desde su boca, si alguien hubiese estado allí con él en ese momento, claramente habría notado una suerte de inconformidad, ¿Con qué exactamente? era muy probable que sólo él supiera concretamente esa respuesta .-La luz es demasiado enceguecedora en estos días, tanto así que ni siquiera se sabe la razón de la lucha.- Sus manos se relajaron y detuvieron el firme agarre que sostenían ante aquella vieja máscara emuladora del Ying y el Yang, de hecho, el hombre vestido de negro consideró que aquel era el momento ideal para volver a verse sumergido en su propio "personaje"... Era demasiado peligroso exponer su rostro real por prolongados períodos de tiempo. Para ese instante, quizás por coincidencia, una vez más la tranquilidad de todo aquel contexto natural sería nuevamente interrumpida, de entre las ramas de los árboles y arbustos cercanos se dejaron escuchar pasos firmes, de esos que no tienen intención alguna de pasar desapercibidos, muy por el contrario, movimientos característicos de la búsqueda de notoriedad. ¿Quién podría ser? No, esa pregunta no tenía ningún tipo de relevancia, pues lo verdaderamente importante radicaba en los motivos que tendría cualquier persona para estar allí .-¿Las "Aves nocturnas"?.- El Enmascarado se dispuso inmediatamente a voltear en cuanto escuchó que la nueva presencia incluso se daba la licencia como para dirigirle la palabra a él, un completo desconocido en una escena bastante perturbadora .-No, suelen ser mucho más discretos.- Era cierto, aquel grupo del bajo mundo era el que regularmente asignaba los trabajos de poca monta y alguno que otro de mayor relevancia. No eran una fuerza de temer ni mucho menos, pero dentro de los tiempos que se estaban viviendo, se podría decir que era una agrupación que al menos se molestaba en trabajar de forma un poco más "seria" en comparación al resto. En cuanto a los demás peligros, no había ni siquiera la necesidad de molestarse, por lo regular sus cacerías eran mucho más directas, los pocos shinobi que aun rondaba por allí y que buscaban hacer justicia o venganza no se molestaban en charlas innecesarias a la hora de intentar concretar sus planes... Un escuadrón ya hubiese asestado el primer golpe en cuanto la máscara abandonaba su rostro, definitivamente era alguien más.

.-No puede morir aquello que es eterno.- Aquella voz profunda tan propia de él se dejó escuchar con intensidad en medio de aquel claro en el bosque. Inmediatamente aquel rostro vacío e inexpresivo reflejado en esa fría máscara se dirigió a aquel sujeto que de la nada había aparecido, no sólo para hacer notar su presencia sino también para realizar una reflexión moral al respecto... ¿Sería la típica alma de justiciero? .-Y aunque no lo fuera.- Sus ojos recorrieron rápidamente la figura de su interlocutor .-Una de mis menores preocupaciones sería el destino de algo como mi alma.- Sin provocación alguna, el brazo derecho del Enmascarado se introdujo en sus ropajes para rápidamente sacar un Kunai ensangrentado, probablemente el mismo que había sido utilizado para cometer los asesinatos de aquellos hombres que aun se mantenían tirados sobre la hierba. Una herramienta ninja, el símbolo de todos los shinobi sostenido en la mano de aquel que siempre había renegado a ser denominado de esa manera, un símbolo sostenido por otro, un ser que reflejaba la contradicción misma del humano .-No creo que pertenezcas a las "Aves nocturnas", no es la hora ni el lugar donde debe realizarse el encuentro.- Apuntó al desconocido con el arma que había sacado .-Y por tu ropa y movimiento, dudo que seas un granjero de las cercanías.- Se tomó una breve pausa .-No fuiste detectado hasta el momento en que deliberadamente lo deseaste.- Era cierto, la posición de aquel sujeto había sido un completo misterio hasta que sus pasos le habían delatado, aquello significaba que no era un sujeto ordinario, al menos poseedor de algún tipo de entrenamiento básico... Nada indicaba que fuese poderoso ni mucho menos, bien podría tratarse de un ingenuo, pero aquel cuerpo envuelto en telas negras estaba acostumbrado a no confiar en absolutamente nadie, viviendo constantemente una mentira el antiguo líder de Rieki creía firmemente que nunca se debía subestimar a nadie, pero con tantos años sobre sí, era inevitable que su cuerpo se estuviese acostumbrando poco a poco a ese tipo de instancias... Cada vez sus sentidos de alarma eran menos intensos, la muerte se comenzaba a volver un elemento en extremo natural así como el peligro y el instinto de supervivencia, a ojos ajenos perfectamente se podía apreciar una imponente figura que no parecía estar demasiado en alerta para una situación como la que se estaba viviendo... El tiempo había cambiado muchas cosas .-Identifícate "Sombrero".- Refiriéndose al elemento más notorio que acompañaba a la figura desconocida .-Vidas carentes de sentido reciben el descanso día a día pero.- Dejó escapar un leve suspiro .-Terminar con la tuya sin siquiera saber la razón de tu presencia... Eso sí estaría carente de significado.- El matar por matar nunca había estado dentro de las políticas de ese hombre, todo en la vida necesitaba estar apoyado por alguna razón de peso que guiara dichas decisiones, cuando no se tenía ese respaldo, definitivamente no era lo ideal tomar acciones que pudiesen ser desmedidas.

Aquella claramente no era la forma más cordial de presentarse, de hecho, el Enmascarado de momento no mostraba siquiera intenciones de declarar su propia identidad, como era costumbre en ese tipo de encuentros, él se sentía con el derecho y propiedad absoluta de ser el elemento dominante aun cuando esto no fuese más que su propio ideario. Estaba acostumbrado a ese tipo de interacciones, sabía cómo interpretar un papel intimidante durante esos momentos de incertidumbre, había construido a su propio ser, aquel aura y oscuridad que le rodeaban seguramente potenciaban cada una de las palabras de su discurso... Eso ni siquiera los años eran capaces de arrebatárselo .-Habla de una vez, "Sombrero".-
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Tras apenas un segundo recibí una respuesta que no me esperaba, aquel tipo conocía el campo de la filosofía. "Es un hombre formado no solo en combate" Aquello logró despertar algo de preocupación, podía significar que no solo era un gran combatiente, también podía ser un magnífico estratega, las probabilidades de salir victorioso disminuían, al igual que de salir vivo si se llegaba a una confrontación; debía estar alerta. Tras escuchar aquella profunda voz fruncí el ceño y afiancé mi postura, quedando de frente a él, con las rodillas semiflexionadas, aprovechando el manto para cubrir mi cuerpo por completo, como una extraña mancha terrosa que nacía del propio suelo, para esto encorvaría ligeramente la espalda hacia delante. Su postura parecía relajada, sin embargo, se colocaba de forma instintiva en una posición semi-lateral para dejar menos puntos vitales al descubierto. "También esta acostumbrado al combate, y no parece preocupado por tener un oponente frente a él" Menos probabilidades aún de ganar. 

La confianza que se emanaba era parte de las herramientas de un guerrero, la lucha tiene un fuerte componente psicológico y ese hombre había dominado esa faceta de engaño y teatralidad, seguramente vencía la mayoría de sus batallas incluso antes de luchar. Intenté respirar tranquilo, debía mantener la cabeza fría y pensar en la mejor estrategia posible. -Deberías bajar ese arma, podrías hacerle daño a alguien.- Le diría mientras me apuntaba con un sucio kunai, empapado en la sangre de sus enemigos de aquella noche, aunque no pareció escucharme pues prosiguió apuntándome mientras él pensaba en voz alta, analizándome de la misma manera que lo hacía yo, otra parte del componente mental, Procuraba minar mi confianza en mi intelecto y mi propia imagen de mi mismo al fingir no escucharme. Terminó de hablar, era sorprendente cuanto le gustaba escucharse, llevaba aquella fachada inhumana al extremo, eso, en parte, lograba dejarme algo tranquilo; solo un humano se esforzaba tanto en su aspecto. -Mi nombre es tan importante como tu rostro, así pues no creo que deba decírtelo.- Aquello no era ninguna broma, pues yo tenía una familia que proteger y darle datos como ese era de todo menos inteligente. -Y para preocuparte tan poco por tu alma, parece que te has molestado en estudiarla.- Diría en referencia a sus primeras palabras hacia mi mientras seguía apuntándome, él aun no me había atacado, se estaba midiendo conmigo. Sonreí tranquilo, no porque no tuviese miedo o nervios, ni porque me hubiera relajado un ápice, sencillamente era el rostro que solía poner en mi día a día, una cara que era capaz de encerrar mis propios pensamientos. -Por otro lado, "Máscara", has dicho que si tuvieras motivo acabarías con mi vida, pero debo corregirte: Intentarías darme un final.- Quizás no fueran las palabras mas humildes, pero esa sonrisa apacible y tranquila, relajada y cálida, lograba impregnarme seguridad, hacía que me sintiese protegido, por no contar que no pensaba dejarme matar tan fácilmente como parecían haber caído sus anteriores víctimas No quería que nada me pillase de sorpresa y, aunque luchar no fuera mi fuerte, no tenía la intención de perder la vida. Estaba intentando medir mis palabras, ni demasiado ingenuo y demasiado fanfarrón. -No dudo que esos hombres merecieran un castigo, pero la muerte no es un veredicto que los hombres deban dar.-
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Nunca, a lo largo de los años en que se había desempeñado en este tipo de labores, el Enmascarado había dejado de apreciar lo significativo que podía llegar a ser la ausencia del verbo. Por ejercicio comunicativo se solía entender que toda instancia de interacción efectiva constaba o se constituía principalmente de un discurso oral fluido, es decir, entre más elocuencia en la palabra de cada uno de los interlocutores, mayores serían los réditos de la conversación; esta podría tornarse como una positiva, una fuente de saber, la apertura a la verdadera posibilidad de conectarse con alguna "otredad"... Pero aquello era una verdad a medias, y como tal una suerte de mentira disfrazada. La comunicación estaba constituida por muchas cosas más allá de la palabra, la gestualidad, los movimientos, las pausas o bien las entonaciones podían ser portadores de significados mucho más profundos, sólo había que prestarles atención, porque así era el mundo de las mentiras, porque así trabajaba el cerebro humano: En un constante intento por engañar a resto y a sí mismos. Aquel sujeto de llamativo sombrero no era una excepción a este tipo de costumbres, tras la máscara blanca y avejentada Shujin no hacía más que observar detenidamente el comportamiento de aquel extraño frente a una situación un tanto apremiante. Él no tenía por qué decirlo, no necesitaba declarar "qué" es lo que él era o no, sus rodillas en marcada posición de respuesta, sus músculos tensados y preparados para un inmediato movimiento brusco, simplemente su aura y esencia transmitían inmediatamente dos o tres cosas: No se trataba de un campesino que, escuchando el alboroto en las cercanías de sus dominios, había acudido en respuesta para salvaguardar sus terrenos; tampoco se trataba de un compañero de los difuntos ladrones, era notorio que su manejo de la situación lo posicionaba en un lugar mucho más preparado que el de aquellos principiantes y, por lo demás... .-Ese tipo de postura, incluso se me hace familiar... ¿Será qué?.- La historia siempre te pisa los talones, los recuerdos jamás dejarán de perseguir a la conciencia ¿Es que acaso esa figura desconocida había evocado a aquella aldea que por vergüenza se ocultó durante años bajo la tierra? .-Hacer cualquier tipo de conclusiones podría ser una estupidez, han pasado años desde aquello...- Mientras su interlocutor hablaba, su cabeza no podía dejar de pensar de forma un tanto errática, si bien su posición corporal no había cambiado en lo más mínimo, si lo había hecho su espíritu .-Imagino que en una situación como esta, tomarías precauciones, ¿no es así, "Debilucho"?.- La mano que sostenía con firmeza la herramienta ninja aflojó unos momentos, aquel Kunai ensangrentado era bastante viejo, quizás demasiado como para ser conservado si es que acaso no estaba vinculado a algo más, sí, era el mismo con el que había hecho prometer a Surazal detenerle en el futuro durante los eventos de Amegakure...

A diferencia de lo que usualmente se pudiese esperar, el arma dejó de apuntar directamente al hombre del sombrero y con su afilada punta presionó contra la fría máscara que emulaba al Ying y el Yang .-Te equivocas, el saber algo tan trivial como tu nombre no es siquiera necesario en una situación así.- Respiró profundamente .-Al menos tu cuerpo ha decidido ser más sincero, puedo asegurar que no eres un campesino, tampoco perteneces a las "Aves Nocturnas"... Lo que deja dos alternativas.- Su tono, inesperadamente se volvió incluso más serio del que había mantenido hasta ese instante, parecía estar a segundos de introducir un tema que le llamaba bastante la atención o bien, uno que deseaba fuese el centro de la conversación desde ese momento en adelante .-O eres un simple e ingenuo entrometido, portador de verdades morales o...- Claramente esa primera opción estaba descartada, por lo que su intuición se orientaba más a lo que diría a continuación; Poco a poco el hombre vestido de negro se acercó al cadáver más próximo, aquel al que ya había registrado antes pues allí se encontraba un elemento ligado a su teoría .-¿Es que acaso eres un "Sobreviviente"?.- No dijo el término que estaba pasando en ese momento por su cabeza, no tuvo la necesidad de ello puesto que a la hora de hacer dicha pregunta levantó la bandana shinobi que aquel ladrón conservaba dentro de sus pertenencias .-Extraño... Supuse que se habían extinto hace ya muchos años, al menos hoy no son tan comunes como lo fueron alguna vez.- Poco a poco el Enmascarado se puso de pie guardando la bandana entre sus pertenencias, parecía que las hostilidades poco a poco iban mermando y es que, realmente no existían motivos directos como para atentar directamente contra aquel desconocido, al menos no de momento .-No sería extraño, después de todo, tenemos el mismo rostro.- Una vez más el Enmascarado deslizó su Kunai por la superficie de su máscara .-Sonríes, ¿Herramienta de autoconvencimiento? ¿Reflejo del nerviosismo ante lo inesperado?.- Negó con su cabeza y se encogió de hombros .-"Sombrero" parece ser un sujeto rodeado de misterio.- Finalmente el hombre antiguo líder de Rieki volvió a una posición normal, una figura erguida, íntegramente de negro cuyas extremidades eran cubiertas por aquellas viejas telas .-Los tiempos han cambiado, que aun sigas respirando es prueba de ello.-

¿Hasta ese punto había llegado su confianza? ¿Tan acostumbrado se encontraba a terminar con la vida de aquellos que se hacían llamar "Shinobi"? Probablemente la respuesta final era una combinación de ambas cosas, pero para él en ese momento ya había dejado ser realmente relevante el que un ninja viviese o no, después de todo, el espíritu de las personas en todo el mundo se había apagado y las luces que predominaban en el cielo no hacía más que cegar el pensamiento de los mortales. Entonces, ¿Qué le interesaba de aquel tipo desconocido? Era simple: Aprender .-Estos sujetos no eran más que ladrones de poca monta...- Suspiró .-Hoy por hoy es común ganarse la vida en trabajos sencillos como el robo de metales o ganado, labores sin un significado real más que el dinero, la subsistencia sin propósito... Bajo mi punto de vista, no se puede "asesinar" a quien ya es un cadáver.- Observó durante unos instantes al hombre sin vida tirado en el césped .-Todo es resultado de las elecciones que se toman, su propósito de vida simplemente no fue capaz de sostenerse a sí mismo... Bajo mi perspectiva no he hecho más que liberarle de una condición humana bastante deplorable.- Finalmente, máscara blanca de ojos vacíos buscó una vez más los de su interlocutor .-¿Y tú, "sobreviviente"? Imagino tendrás motivos bastante firmes como para aun continuar con vida... A menos que hayas abandonado tu rostro, tu nombre...- ¿Intentaba entender más sobre aquellos que él mismo se había encargado de exterminar en el pasado? Probablemente, pero lo hacía a su manera, poco a poco, siempre siendo lo suficientemente críptico como para no dar luces de quien era él realmente. .-Intentaba contactar con las "Aves Nocturnas", un grupo criminal de la zona, "Sobrevivientes" que pueden proveer información valiosa.-
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Entre tanta pompa y beato aquel hombre dejaba soltar ciertas perlas de información y mientras así fuese dejaría que me llamase cobarde o intrascendente, la verdad es que poco importaba para un ninja ese tipo de cosas mientras pudiese llevar a cabo su misión y él estaba cumpliendo con su parte, decir qué estaba haciendo y porqué. Esto no era la primera vez que pasaba, bien fuera por mi aspecto o por mi inexistente aura intimidatoria, la gente solía confiarse y entrar en el campo de la fanfarria frente a mi, no obstante solo caían en el mismo error, hablar mas de la cuenta. 

No es que no supiese nada de ese hombre, aquella máscara resonaba en mi memoria, lo había visto en los viejos libros bingo, aunque no lograra reconocer su rango de peligrosidad. "Me pregunto si le seguirán buscando" En ese momento tenía la sartén por el mango, pues aunque desconociera su nombre o su rostro si era capaz de reconocer quien era. -Te equivocas, como tu dices mi nombre no importa, pero el rostro de un fantasma, un triste recuerdo del pasado, tampoco es importante.- Mantuve mi sonrisa apacible, digna del mismo Buda, incluso aproveché para sentarme en el suelo en la posición del loto, esa era la calma que procuraba transmitir. -No te ofendas, simplemente me apetece descansar un poco los píes.- Seguí mirándolo en esa pose de meditación, él había bajado su cuchillo táctico, así que yo podía sentarme tranquilo, cada vez me acostumbraba mas a ese ambiente tenso, o tl vez la tensión desaparecía paulatinamente, sea como fuere, por el momento tenía.

La brisa sopló ligeramente, meciendo las pocas hojas que quedaban en aquellos árboles, el tiempo invernal le sentaba mal a las hojas caducas de aquellos guardianes arbóreos, quedando desprovistos los nidos de cobijo y escondite. Ah... Pronto se verían los fuegos artificiales del año nuevo, como pasaba el tiempo... . Mantuve mi mirada en su figura, viendo como su actuación se volvía mas y mas exagerada, pasando aquel sucio kunai por la máscara que lo ocultaba. "Solo de pensar en que toca limpiarlo..."  Pensé mientras lo hacía, aquel tipo de gente era de los que su imagen y reputación era lo verdaderamente peligroso, estaba claro que se preocuparía por conservarla de forma impecable, si fuera como un simple pordiosero su performance no tendría sentido alguno.

Decidí obviar sus preguntas y provocaciones, el que quería sacar información era yo, no él y decirle si era un shinobi o no podía resultar contraproducente, ese tipo parecía cargarse ninja. Debía andarme con cuidado, en cualquier momento aquel hombre podía dar su primer paso y yo tenía que estar preparado para ello, aunque... La verdad es que dudaba que fuese a abalancarse, estaba dando un discurso, le encantaba escucharse, era imposible que ese hombre fuera a entrar en combate contra mi, no en ese momento desde luego. Gracias a ello logré saber que había pasado, para él la vida de un ladrón o un delincuente no tiene valor alguno, irónica la contradicción. -Curioso que digas eso, tu, que aún respiras y eres un delincuente de talla mayor. Solo hay que ver los cuerpos. Siendo así... ¿No deberías acabar contigo mismo y rebanarte el cuello?- Aquella pregunta no esperaba respuesta alguna, estaba claro que el ego de aquel hombre le hacía pensar que estaba por encima del bien o del mal, quizás se lo impusiese a si mismo como castigo, pero realmente no hacía justicia alguna, solo parecía... Venganza y odio. Aún así, quién era yo para juzgarlo, pues estaba recriminándole algo que hace unas horas yo había planeado con Ryth en aquella montaña, cuán hipócrita sería por mi parte. Lo pensé unos instante, soltando una profunda bocanada de aire, relajando por completo mi postura. -Aiiss... La verdad es que no soy quien para reprenderte por matar a alguien. Para mi desgracia mis manos también están manchadas de sangre.- Por como movía la cabeza podía notar que buscaba una conexión visual entre ambos, ese tipo no parecía darse cuenta de que sin verle los ojos yo no podía mirarle a estos.

Cuantas vueltas daba la vida, había pasado de shinobi reputado a criminal y terrorista, jamás pensé que acabaría así, como ese hombre. Saqué mi brazo derecho de mi manto y ofreciéndole el suelo que había justo frente a mi. -Siéntate conmigo. Si tienes que esperar a esos extraños tipos, mejor que sea descansando y charlando un rato.- Me intrigaba saber algo de ese hombre ¿Cómo lograba asesinar con tal frialdad y dormir por las noches, para mi, acabar con una vida era un pecado que consumía el karma y te condenaba al Avîci, uno de los numerosos niveles del Naraka. En esencia quería saber como él lo hacía sin morir un poco por dentro, tal vez fuera un psicópata carente de empatía, o tal vez su determinación era mas grande que las montañas; quizás su insensatez le impedía pensar en ello... Cualquier respuesta era posible. 
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¡Invasión! OffRol: Vengo de [PRIVADO] TARNISHED METTLE FT. KARIBACHI

El transcurso del viaje parecía haber ido tranquilo, no faltaba mucho para que mi viejo amigo saliera del país y pudiera ir a completar sus asuntos, yo por mi parte... Mentiría si dijera que no me emocionaba lo que se aproximaba en un cercano futuro, esa chispa del viejo Shinobi que aún vivía en mi parecía haber vuelto a encenderse, como si un ascua hubiera estado flotando todo este tiempo, pequeña pero latente, y al fin hubiera encontrado un sitio donde renacer y encenderse. Los rastros del Kamizuru serían fáciles de seguir y ocultar, moviendo un poco de tierra, agua y haciendo un reconocimiento de la zona cada tanto sin afectarle directamente, quizás estaba siendo paranoico, pero nadie podía decirme que estaba equivocado, principalmente por que no había nadie que me juzgue para empezar, fuera como fuera sería buena idea aligerar un poco el paso ya que la frontera estaba cerca, usando un árbol cercano como soporte me sentaría en una de sus robustas ramas para esperar a que pase el tiempo, si algo fuera a pasar... Digamos que la noche era silenciosa, por lo que enterarse de cualquier inconveniente sería pan comido.

El sonido de unos pájaros volando me sacaría de mi trance, había estado viviendo en este país lo suficiente como para saber que ese no era su comportamiento habitual, algo estaba mal, no haría daño investigar, en el mejor de los casos sería un tronco viejo que hubiera caído. Por lo que me incorporé y me dispuse a usar el entorno a mi favor. - No me verán venir desde arriba. - Me dije a mi mismo haciendo una tanda de sellos que crearían una onda expansiva de Chakra, sentía dos presencias a lo lejos, no más de unos cuantos cientos de metros.

- Yo te conozco... - Habían pasado muchos años, demasiados. Otro fantasma que me perseguía, otro fantasma que tenía que enfrentar. - Nos volvemos a ver. - Murmuraría para desvanecerme entre los árboles y seguir el rastro desde su última posición, conociendo al ex-líder de Rieki y por encuentros anteriores... Sería fácil asumir que no se habrían movido ni un solo metro y considerando el tipo de persona que era mi ensombrerado amigo probablemente estarían en lo que el enmascarado solía llamar duelo de voluntades, pero basta de especulaciones, debía moverme rápido si quería evitar algo desafortunado, después de todo aún no había pagado por sus crímenes o al menos en eso pensaría mientras saltaba de rama en rama hasta escuchar el tono melodramático y teatral del acabado líder de Rieki, el tono hueco de voz aún delataba el uso de su máscara y era probable que aún usara ese viejo atuendo, suspiré suavemente al llegar a la última rama que me permitiría tener una mejor visión de todo. " Bingo.. " Me sentaría a vigilar y analizar la situación. - No puede morir aquello que es eterno...

Si, era el mismo de siempre, o al menos no parecía haber cambiado sus métodos dramáticos y teatrales, algo que sabía que muy en el fondo disfrutaba, de hecho era algo que jugaba demasiado en su contra, siendo alguien que le encantaba el sonido de su propio voz. Hahh... No tenía remedio, por lo que decidí seguir escuchando en segundo plano mientras mi mirada estudiaba lo veía, muchos cuerpos de probablemente viejos Shinobi. ¿Estaría a favor del imperio de los autoproclamados Dioses? No... El que le hubieran hecho el trabajo sin su participación probablemente no sería un logro para el Renegado de Iwa, especialmente cuando su sueño había sido mancillado de ese modo, si, la era de los Shinobi se había terminado, pero no es que la situación estuviera mejor de todas formas, opresión al pueblo, quema y censura de documentos.

El poder había sido tomado de entre las manos de los Shinobi, pero habían sido depositadas en manos peores...
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Parálisis fue lo que aquel cuerpo envuelto en telas negras sintió al oír las palabras de aquel hombre del sombrero. Los ciclos parecían ser las figuras que constantemente se encargaban de ornamentar las vidas de los hombres, todo en la existencia parecía estar deviniendo inevitablemente en un circuito que provocaba en algún punto un reinicio, un nuevo punto de partida que invitaba a retomar los eventos inconclusos, un comenzar portador del inevitable peso de las decisiones anteriores; Probablemente aquel recurso de la vida era el que había llevado a pensar a las grandes mentes en la idea de que, además de ser inmortal, la historia estaba destinada a repetirse una y otra vez. ¿Cuántos años habían pasado ya desde aquel torneo shinobi en Jigoku? ¿Hacia cuánto tiempo el rostro de aquel ninja de la arena había abandonado completamente la faz de la tierra? Definitivamente mucho tiempo, mucho más del que el mismo Shujin hubiese querido en algún minuto. Aquella había sido la primera muerte, el abandono de su posición como humano, el momento en que, siendo tan joven, había decidido dejar absolutamente todo atrás .-Tú.- Aquella máscara ya no miraba directamente al hombre del sombrero, de hecho, parecía perdida en la oscuridad de los árboles cercanos .-Probablemente no eres capaz aun de distinguir a un simple delincuente de un libertador.- ¿Por qué se había tomado tan en serio aquellas simples palabras dichas por el desconocido? ¿Es que acaso eran tan fuertes los lazos que ligaban una declaración así a su pasado? .-Yo ya he recibido el castigo merecido hace años, he pagado todos los sacrificios necesarios para abandonar la condición humana, pude convertirme en una idea, en esperanza.- Hablar en pasado probablemente era lo más correcto dada su condición, por aquellos tiempos sí que era alguien reconocido dentro del campo de batalla, pero las luces al haberlo consumido todo, no habían hecho más que relegarlo al reino de los recuerdos, transformando su figura en simples historias para infantes .-Por aquel entonces al menos se tenía la suficiente voluntad como para luchar por una causa, comparar aquello con esos desperdicios.- Dijo señalando los cadáveres .-No es algo que se pueda hacer con la simpleza presente en tus palabras.- Sonaba severo, como si aquello le hubiese herido realmente le orgullo, era extraño apreciar en él una actitud como esa, más aun considerando que siempre se encontraba interpretando el mismo personaje... A menos que para ese entonces, la barrera entre su propia personalidad y la del Enmascarado estuviesen tan mezcladas que no pudiesen distinguirse la una de la otra.

.-Pero ese es justamente el legado de los shinobi: mentalidades incapaces de pensar por sí mismas... Herramientas que conviven en el claroscuro de la ilusoria idea de justicia.- Suspiró, mas que cansado, quizás resignado .-Manchadas aquellas manos que han robado la vida sin un propósito claro... No considero que las mías estén bañadas en sangre, soy mas bien el fruto de la sangre derramada injustamente.- Su mano, con la palma abierta se dirigió hacia su rostro cubriendo casi la totalidad la máscara que le cubría .-Un huérfano de la guerra.- Curiosamente aquel sería el momento en que Shujin, después de mucho tiempo, quitaría aquella cubierta de su rostro, lo más probable era que producto de la poca luz presente fuese complejo divisar con claridad sus rasgos faciales y en realidad, aquello era lo que menos importaba. Un rostro no era más que un elemento al cual ligar un nombre, un nombre no era más que un simple nominativo para reconocer una experiencia o una mentalidad, pero ¿Qué importancia real tenía en una situación como esa? En un mundo lleno de luces y verdades, una máscara podía ser en definitiva cualquier cosa, eso era lo terrible del nuevo mundo, una realidad donde todos se pudiesen ver las caras no significaba otra cosa que la concreción final de la desigualdad, el reconocimiento de tu posición... "Las sombras todo lo igualan, en la oscuridad simplemente no tenemos un rostro que mostrar" .-Pierdes tu tiempo, "Sombrero".- Aquel era un rostro joven, pero no infantil, un cabello rojizo pero bastante más opaco que antaño, una mirada cansada, severa, agotada... Una sonrisa que brillaba por su ausencia .-No estoy esperando a nadie precisamente, tenía negocios con ellos pero, dudo que en estas condiciones quieran acercarse, no son demasiado profesionales, pero tampoco son novatos.- Después de todo las "Aves Nocturnas" eran uno de los grupos que más bullicio hacían en aquel país, era necesaria cierta dedicación para lograr algo como eso .-Al final no has sido de mucha ayuda "Sobreviviente", esperaba saber más de tu "raza" con esta conversación... Pero a pesar del tiempo, las costumbres son las mismas.- De pronto, sin mediar aviso previo, el hombre vestido de negro alzó un poco la voz .-Engaños, espionaje, mentiras y ocultamiento... Un shinobi en esencia no es más que una constante ilusión, el atentado más grande frente a un concepto como la verdad.- Por primera vez en mucho, una media sonrisa se dibujó en su rostro, no de felicidad, sino de satisfacción por ver concretadas sus impresiones .-En un mundo lleno de luz, se han quedado completamente ciegos, siempre han sido los únicos capaces de no desprenderse de sus máscaras.- Si no había algo más que lo retuviese en dicho lugar, Shujin se dispondría a abandonar aquella zona, no había encontrado nada que le sirviese para encontrar su camino, ninguna pista acerca de las células ninjas que aun operaban en el país... No era tiempo de exterminio, era mas bien de encuentros, una búsqueda... ¿Quedarían aun voluntades fuertes en aquel mundo repleto de monstruos?.
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Lo escuché atento e incrédulo a partes iguales, era imposible que una sola persona fuese tan contradictoria en su propia esencia ¿Libertador? Ni que él fuese el mismo Yogensha, según tenía entendido aquel hombre de crímenes inconfesables no logró liberar a nadie mas que su propia mente de la cordura. Libertador... Por lo que el propio Ryth contó sobre el torneo de Jigoku su intención era la de eliminar, no la de ayudar a nadie. Cuando aquel hombre terminó de hablar, bueno, mas bien de defender su propia postura y reivindicarse me levanté despacio, no porque quisiera, me sentía algo cansado. -¿Sacrificios? Lo siento pero no creo que tu tomases sacrificios, pues no creo que abandonaras algo que quisieras o necesitases.-  Comencé a caminar por donde había venido, dando pasos lentos pero decididos, si ese hombre no me había atacado ya no lo iba a hacer ahora, además tampoco es que estuviese en posición de detenerlo. Su reputación le precedía y estando solo poco o nada podía hacer. -Siento en lo mas profundo de mi ser que seas tan ciego como los que tanto odias, pues tu, que crees tener la verdad de tu parte y una meta honorable, no eres menos asesino ni menos críminal que aquellos con los que acabaste esta noche.- Me giré para mirarlo fijamente al rostro, aunque por la oscuridad nocturna no podría distinguir sus facciones, procurando que mis ojos se clavasen en su conciencia. No conocí per se a aquel enmascarado, pero si conocía a aquellos que cometían terribles actos en pro de un futuro mejor, hace quince años lo hizo un hombre llamado Yogensha y aquel tipo que tenía aquella noche ante mi no distaba mucho de aquel tirano, tan solo que uno tuvo éxito. 

-Realmente no liberaste a nadie ni evitaste sufrimiento a nadie, tan solo lo causaste. ¿Realmente debes considerarte libertador? ¿caso puedes decir que conoces la auténtica verdad? Yo creo que no.- Tras esas palabras, explicativas y esclarecedoras volví a darme la vuelta, caminando a la ruta que me llevaría fuera del país de los pájaros, metiéndome entre los setos nuevamente para hacer mutis de la escena, mas antes de desaparecer de la vista de ese tipo le dediqué unas últimas palabras. -Creo que te has visto engañado por tu propia concepción de verdad... Veo que andas tan perdido como yo... Así pues nos veremos cuando al fin te encuentres.-  Aquellas últimas palabras fueron las que dieron mi despedida, si aquel hombre no me detenía, claro. 
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La conversación entre ambos no parecía delatar que fuera a pasar a algo más, el líder de Rieki siempre había sido agresivo, no solo con sus tácticas, si no con su forma de expresarse. Eso lo había llevado a tener encuentros no deseados con otros, lo recordaba bien, ese día en la cumbre de Konoha con su discurso en frente del ya desaparecido Kage de la aldea, hmm... Pensándolo bien, jamás había logrado resolver el misterio de los Shinobi desaparecidos, aunque tampoco es que fuera a lograr algo con ello ahora, otro resultado de haber perdido tanta información de un día para otro.

El intercambio de insultos no parecía terminar hasta que lo hizo, y ambos parecían estar listos para partir, un asunto menos del que preocuparse, pero algo no parecía encajar del todo bien, el que Nishimura hubiera vuelto a aparecer con el mismo patrón de conducta de hace quince años solo podía significar que había estado haciendo lo mismo todos estos años, cazando, matando, y cazando de nuevo. No parecía ser más el calor de la batalla lo que le llamaba, si no la simple rutina de la que él mismo se había vuelto prisionero, no es que fuera mi asunto de todas formas... Pero con todos los preparativos que estábamos haciendo Karibachi y yo... Podría ser un problema si terminaba en el momento y sitio adecuado. - No tan rápido... - Exclamé desde la rama en la que me había sentado a observar para dejarme caer y hacer frente por segunda vez al hombre detrás de Rieki. - Después de todos estos años pensaría que habías cambiado, aunque siendo honestos. - Me crucé de brazos y le miré fijamente, era la misma situación que había ocurrido hace tanto años, pero esta vez ya no se trataría de quien tenía razón, si no de hacer entrar en razón al acabado Shinobi. - No pensé que volvería a ver al gran Nishimura Shujin caminando por ahí... - Parecía que me burlaba, pero las historias sobre el Ex-Líder de Rieki, aunque un poco exageradas y probablemente esparcidos por él mismo, tenían cierta veracidad cuando se hablaba de su peligrosidad. - Te guste o no siempre has sido parte de esto, así como él, como yo. No como la figura de terror que creías infundir en la gente, si no como una víctima, y henos aquí... - Extendí los brazos por unos instantes para dejarlos caer. Mi rostro completamente serio. - Tres víctimas de entre cientos de miles más que no tienen la suerte de estar vivos, cazados, humillados, forzados a ocultarse todos estos años. 

Extendí mi zurda en dirección a Karibachi de forma agresiva, dejando que caiga mientras extendía la diestra en dirección al Origami de forma más tranquila. - ¿Y tu? ¿Ese sueño tuyo, erradicar a los Shinobi? ¿Hmmm? Mira como terminó eso... Vives bajo la ilusión de que has estado haciendo lo correcto todos estos años, pero solo haz cazado y matado igual que aquellos que se apropiaron de tu sueño - Ladeé la cabeza suavemente. - Un sueño mancillado por falsos dioses, un pueblo más ciego que antes, muchos devotos a estos. Otros oprimidos, por querer algo más que las vidas que se les han impuesto. - Bajaría la mano y me cruzaría de brazos nuevamente. - Por que ellos ven una verdad distinta a la de otros, su propia verdad, nuestra verdad. ¿Realmente quieres estar en el mismo saco que aquellos que oprimen a su propio pueblo? Así que dime, Nishimura. 

Le haría la misma pregunta que le había hecho hace tantos años. - ¿Cuál es tu verdad ahora?
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Definitivamente aquel hombre del sombrero no lo entendería, el camino de sacrificios era una senda solitaria, cargada de prejuicios y miradas que constantemente se encargaban de frenar cada uno de los pasos que se intentaban dar. La historia shinobi era la que reflejaba ese tipo de prácticas, eran ellos los encargados de emitir valores y discursos de superioridad, eran ellos los que supuestamente cargaban con el estandarte del bien común y la justicia... Durante mucho tiempo habían sido moldeados a la idea de ser defensores del bien y bajo ese lente parecían observar la vida desde la posición de un héroe. Pero en el mundo no podía convivir una figura que fuese héroe y villano al mismo tiempo ¿Cómo sustentar una idea así? ¿Cómo la raíz de los problemas pretendía eliminar la razón de todos los males? Simplemente no tenía sentido. Pero allí estaban, "sobrevivientes" recorriendo el mundo sin una meta clara, algunos defendiendo el orden establecido, otros intentando recuperar la posición de poder que por tanto tiempo habían cargado y el mundo continuaba igual, no, quizás en una condición más terrible que durante la última guerra ninja .-El mundo ha cambiado, pero los discursos son perpetuos, "eres tan ciego..." "no eres más que una réplica de lo que juras destruir", "delincuente"....- Un suspiro escapó desde la boca de Shujin, dándole la espalda a su único interlocutor en esos momentos, el hombre decidió volver a cubrir su rostro con aquella vieja máscara y comenzó a dar pasos hacia la salida más cercana del bosque. Estaba claro que un diálogo más prolongado sobre aquellos temas no produciría muchos más cambios, probablemente nadie mejor que él sabía que las simples palabras eran incapaces de modificar las voluntades de los seres humanos; ya que las únicas herramientas efectivas para dichos efectos eran las emociones y, por sobre todo, el poder. .-Sólo existe una verdad "Sombrero".- Dándole la espalda al desconocido, el enmascarado levantó hacia el cielo su brazo derecho y con su mano, señaló el cielo .-Quien tenga el poder suficiente como para estremecer las conciencias del mundo, será el que porte la verdad... Una "voluntad de piedra".- Dijo finalmente cerrando su puño elevado con inesperada fuerza. 

Aquella declaración quizás era una de las líneas más antiguas de pensamiento que aun deambulaba por esa complicada cabeza. Discurso que también demostraba que muchas veces la Historia se volvía eterna, irrompible e inmutable... Aquellas palabras eran las que, siendo muy joven, habían guiado su camino como shinobi de Nueva Iwagakure, aquel era el legado de la aldea oculta en las profundidades... ¿Pudiese ser que las respuestas a un errático camino finalmente estuviesen en los inicios del mismo? No, aquellos no eran tiempos de idealismos, los monstruos eran demasiado reales como para soñar, Shujin comprendía que simplemente era tiempo de partir y encontrarse, probablemente aquello era lo único en que "Sombrero" tenía razón .-Así que efectivamente había otro.- Los pasos del enmascarado se detuvieron al tiempo en que el viento acompañó el movimiento de las hojas. Una presencia nueva había hecho aparición en el lugar, una que acompañada de completa calma pretendía tomar las riendas de una conversación que parecía completamente acabada, una voz repleta de recuerdos, antiguos y eternos, recuerdos que evocaban la copiosa lluvia de Amegakure .-Han pasado muchos años desde la última vez que escuché ese nombre.- Su voz fue pausada, pero acompañado del mismo tono apagado y profundo propio de quien tiene cubierto el rostro .-No es de buena fortuna llamar a los "fantasmas", Ryth.- Efectivamente, aquella voz no podía pertenecer a otro sino a aquel miembro de la armada de Sunagakure, uno de los chicos con los que había compartido misiones, con los que su vida se había topado en más de una ocasión, amigo de Surazal Maki, discípulo de aquel Yoichi de anteojos y rango mayor... Habría que tener cuidado, aquel sujeto sí debía ser considerado como un peligro. Poco a poco Shujin fue volteando su figura mientras escuchaba las palabras del recién llegado ¿Por qué se tomaba la molestia de confrontarlo? ¿Qué buscaba ahora ese tipo? Ya en el pasado habían intercambiado ideas sobre sus visiones de mundo... ¿Qué era lo diferente ahora? Quizás todo. .-Nunca he sido fanático del conflicto sin sentido, pero tampoco de la pasividad y el sometimiento.- En una posición más relajada de la que se podría esperar, el enmascarado cruzó sus brazos .-Lo que he hecho durante este tiempo, no es más que suprimir una llamarada fría, un fuego que sólo puede helar los corazones.- Tomó unos segundos de pausa para continuar respondiendo a Ryth, al parece aquel joven de Sunagakure efectivamente había captado la atención del antiguo líder de... .-Rieki fue pensada para librar al mundo de las herramientas de los poderosos, los Shinobi serían eliminados y castigados por ejercer la fuerza sin propósito más que el de una existencia servil, hoy por hoy han sido erradicados, el mundo ha sido unificado y la luz es lo que nos envuelve, sólo hay una verdad ¿no?... Verdad hoy en día es Yogensha.- Aquel era el monstruo, quien había demostrado al mundo que las historias de terror podían ser reales .-No veo motivos para considerar a mi sueño como uno manchado.- ¿Entonces por qué no lograba sentirse satisfecho? .-Sólo he procurado que el fuego extermine a quienes intenten reestablecer la herencia de sangre... ¿Es que acaso existen otras verdades? Quizás, cuando la luz es tan brillante, todo el mundo termina ciego, eso es cierto.-

¿Sería Ryth el portador de un discurso más clarificador? ¿Lograría aquel personaje del pasado mostrarle al enmascarado una posibilidad distinta a la que ya tanto tenía asumida? .-Creo que el mundo de ilusiones ha terminado ya, la verdad es que fueron derrotados, el juego terminó.- Sus brazos, que se mantenían cruzados, finalmente se relajaron .-Aun así los "sobrevivientes" deambulan, se niegan a reconocer el final... ¿Por qué pelean, Ryth? ¿Qué ha de mover a una herramienta inútil? Debemos romper el orden para volver a sumirnos en una eterna disputa del poder supongo... ¿Debo acaso liberar a quien no desea ser liberado? La guerra ha terminado, sólo resta apagar las últimas chispas.- Una vez más una de sus manos se dirigió a la máscara para presionarla con fuerza contra su rostro .-Al menos yo, no percibo un mundo que desee ser salvado... La luz lo ha consumido todo... Como diría un viejo amigo tuyo "El viento ha dejado ya de soplar".-
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Decidí ignorar a aquel hombre mientras farfullaba sobre su concepto de verdad, por desgracia el estándar que todos los genocidas y tiranos han aprovechado, la historia la escriben los vencedores, pero aquella idea llevaba a otra aún peor, pues solo invitaba a la competencia y la destrucción. De ese planteamiento a la destrucción por el bien común había un paso, ahora entendía como él lograba dormir por las noches, su retorcida visión de la condición humana era enfermiza, maquiavélico y elitista. 

Me habría ido sin resquemor alguno, tan solo el de ver que un tarado tan peligroso estaba suelto por aquellas lindes, sin embargo siempre tenía que salir algo mal, cómo no. De las alturas se escuchó una voz para mi desgracia. "No podías pasar inadvertido..." Pensé mientras suspiraba profundamente y me daba la vuelta lentamente con la esperanza de equivocarme y que no fuese una nueva amenaza, por suerte Ryth era quien se encontraba frente a nosotros a altura del suelo. Fue un alivio, la verdad es que no sabía cuantas posibilidades tenía de poder vencer a aquel tipo, por eso en parte me iba sin iniciar conflicto físico, mas ahora me encontraba bastante mas tranquilo, no solo por tener un aliado, sino por ser uno con el que había combatido codo con codo en mas de una ocasión. Escuché atento al peliazul, descubriendo cosas como que ambos sujetos ya se conocían, no solo la identidad que ese hombre quería dar, no, su auténtica identidad. "Interesante" Aquello me hacía preguntarme que tipo de amistades frecuentaba Ryth ¿Realmente podía ser un criminal? Ese hombre, ya desenmascarado, lo era, pero Ryth... Era difícil de creer, mas no imposible. 

El discurso del sunaniano parecía haber golpeado al tipo como una ola contra la roca, sin que siquiera la moviese, seguía con sus comentarios megalómanos, se notaba que solo quería eliminar a los shinobi, era irónico que lo hiciera alguien que utilizaba el arte ninja. No pude evitar soltar una pequeña risa que velaría agachando mi cabeza para que mi sombrero ocultase mi rostro, realmente me parecía cómico que ese tipo no viese la hipocresía en su discurso. Él mismo era la prueba de que un shinobi no era el mal encarnado ni tampoco el camino del bien, el ninjutsu tan solo era una herramienta, una que puede ser un problema y una solución, mas no podía ser para aquel hombre, no, debía ser mucho mas importante fijarse en los actos de los mensajeros y no de los escritores de las epístolas. -Ryth, no creo que una persona que no es capaz de saber ni quien es sea una elección.- Sabía por donde iban sus palabras, reclutar a ese tal Shujin, alguien que ganaba mas interés con la máscara puesta, pues saber quien era... Realmente importaba poco. Alcé la mirada hacia mi compañero con seriedad, aquella apuesta era demasiado arriesgada y un asesino a sangre fría, por muy decidido que fuese, no era la idea que tenía en mente como compañero de trabajo. 
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"Es la mente lo que debe doblegarse, para ver las verdades ocultas."

Siempre le había encantado el sonido de su propia voz, no había crecido, no había cambiado, una actitud derrotista digna de un niño pequeño al que le habían quitado su juguete favorito, suspiré, no parecía tener remedio. Llamando los nombres de aquellos que había llamado hermanos, aquellos que no estaban para defender su propia postura, aquellos que no podían poner el significado de sus palabras en el lugar correcto, pues la interpretación del Origami no era más que una falacia sobre las palabras de mi hermano. - No es de buena fortuna llamar a los "fantasmas", Shujin... - Le dije aún con los brazos cruzados, lanzándole sus propias palabras en su contra con un tono que expresaba una pequeña burla, pues siempre me había hecho gracia lo mucho que se contradecía.

Por un lado tenía a Karibachi, quien de manera justificada decía que no tenía sentido continuar con esta discusión, pero yo creía en el cambio. Pues era la prueba viviente de ello. - Tu lo dijiste, hay demasiada luz... El balance se ha roto una vez más. El arte de controlar el Chakra es solo una herramienta que puede usarse tanto para lastimar como para proteger. - Y por otra parte tenía la posibilidad de poder tener al Origami vigilado, era peligroso, como tirar una moneda y probar suerte, un gambito. - Pensé que luego de tantos años lo entenderías. Que no somos el verdadero mal de este mundo, que tu resentimiento hacia el mundo solo era una infantil justificación para todo tus horribles acciones. Te guste o no la guerra jamás terminó, pues algunos pelean por que quieren volver al pasado. Resentidos con el mundo por haberse rendido antes los supuestos dioses, otros pelean por controlar lo incontrolable, la gente, el pueblo, el mundo. - Agudicé la mirada, pensando en todo lo que había a través de los años, pensando en todos aquellos que se habían visto afectados por el régimen Shinobi, para bien o para mal, funcionaba a su modo, hasta que algunos se dieron cuenta que realmente no lo hacía. - Nosotros peleamos para devolverle al pueblo lo que le pertenece, no para restaurar el gobierno Shinobi, no para tomar o asumir el control del mundo.

Decidí jugar una carta más, una carta que podría o no tocar un poco su orgullo, si él iba a mancillar las palabras de Surazal, yo mancillaría las de su pequeño grupo. - Rieki significaba esperanza, es a ello a lo que muchos se aferran hoy en día, es a ello a lo que muchos se aferraban en ese entonces, en ese entonces por una eventual paz. Ahora por recuperar el mundo que se les ha arrebatado. - Era cierto, le gustara o no Rieki no era más ese símbolo que él había puesto sobre la mesa todos esos años atrás, lo que prometía ser un cambio para bien fue rápidamente destruido por su propio creador, usando el arte del engaño y la traición para cobrar cientos de vidas que probablemente se hubieran unido a su causa en su momento. Hubo una pausa por unos instantes, silencio. calma antes de la tormenta por así decirlo. - Te dejaremos partir en paz, pero primero... Responde esto Shujin, ya que parece que siempre tienes una respuesta para todo... - Ese tono sarcástico que usaba era algo que no podía evitar, estaba en la sangre, por así decirlo, si mis pequeños tendrían ese mismo tipo de tono me era desconocido.

- Si tu sueño ha sido finalmente cumplido... ¿Por que sigues allá afuera cazando? ¿Por que no disfrutar de esa victoria, y dejar ir al enmascarado...? ¿Realmente has cumplido tu sueño? Por que lo que veo frente a mi es un cascarón vacío que se rehúsa a crecer, a sentir. Un cascarón vacío que ni siquiera puede lograr sentir el mínimo de satisfacción por ese sueño cumplido. - Nuevamente usaba las palabras del pequeño Maki, ese era el nombre que le había dado la última vez que nos veríamos, esa noche luego de la batalla de Pashubo. Miraría a Karibachi y asentiría suavemente mirándole a los ojos para devolver mi vista al Origami - Un bando siempre debe tomarse Nishimura, incluso si es el equivocado. - Repetiría lo mismo que diría hace tanto años. Extendería mi mano en su dirección. Las manecillas del reloj sonaban en mi mente, era una apuesta que no podía perder.

Miraría fijamente al enmascarado, a pesar de no tener un rostro podía ver el modo en el que presionaba su máscara, conteniendo el deseo de quitársela. O quizás era miedo de dar la cara ante sus propias verdades. - La línea entre la luz y la oscuridad es extremadamente delgada... Crucémosla juntos...
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Finalmente era aquello, un reposicionamiento, el reflejo de la insatisfacción o bien los frutos de la opresión. La posición de aquellos dos sujetos invitaba a la subversión, la rebeldía y la contestación; Todos caminos que alguna vez él mismo había tomado, en solitario o en compañía, caminos de injusticia y pesadumbre, caminos de dolor, inquietudes y amargura... Pero finalmente, caminos completamente necesarios dentro de una senda de transformación. ¿Es que acaso el mundo aclamaba por cambios? ¿Es que las conciencias del mundo se arrastraban sedientas de un discurso transformador? Yogensha probablemente había logrado una de las mejores jugadas a la hora de sostener el poder: El silencio y la luz. El control mediado a través de la fuerza pura, la manipulación aferrada a un concepto mucho más profundo que el terror, la devoción y la fe... Los monstruos eran reales, los misterios del mundo podían ser revelados, los designios de un ser superior eran el camino correcto hacia la tranquilidad y la paz. Pero la vida había resultado estancada, los seres humanos simplemente se conformaban con la idea de sobrevivir un día más, sin esperar necesariamente por un futuro diferente, blanco y negro, el régimen o la resistencia... Y el problema humano seguía siendo el mismo. La extinción humana llegaría en el momento en que las ideologías del mundo se apagasen, él nunca había luchado por ello, su espíritu era liberador, su trabajo era encender la llama en los corazones del mundo, unificar a la tierra en la desunión, fomentar la hermandad en el desencuentro, cubrir al mundo de sombras igualitarias, vacíos que todos tuviesen el deber de llenar. La luz era nociva, nos exponía con frialdad las falencias de una realidad podrida, nos paralizaba e impedía nuestros progresos, cuando se tiene un mundo de orden no somos capaces de crear, la vida necesita caos y molestia, la esencia de los seres humanos era la búsqueda de sus propias crisis. .-Ha pasado suficiente tiempo como para poder reflexionar sobre ello, Ryth.- Su tono era bastante calmado, parecía ser que en realidad aquellos dichos del chico proveniente de Suna no lograban incomodar a un hombre que había dejado de serlo hace mucho tiempo atrás .-Tú lo llamas resentimiento infantil, yo lo llamo justicia. Una lucha amparada en los huérfanos de sangre, el regalo del deseo reprimido, la posibilidad abierta a la contestación hacia el poder... La chispa de un fuego que sí es capaz de brindar calor.- ¿Por qué considerar aquello como una contradicción? ¿Eran realmente los deseos de un infante razones para desestimar una causa? En el debate sobre la lógica y la razón resultaba sencillamente incuestionable, pero no había que desconocer otro aspecto presente, quizás el más auténtico y fundamental: Sueños y fantasías. Una mente repleta de propuestas, llena de convicción, la mente de un soñador es similar a la de un libertador. .-No considero que se haya roto balance alguno, al contrario, pudiese ser la supresión del aparente "descontrol" lo que nos ha puesto en una instancia de somnolencia e inmovilidad.- Shujin estaba convencido de sus palabras, no tenía temor al juicio y tampoco pretendía conquistar corazones; si Ryth lo había cuestionado, lo mínimo era establecer una contestación a esas inquietudes .-No se le puede "devolver" algo a quien jamás lo ha tenido, "Control" y "Libertad" ni siquiera son dos caras de la misma moneda, quizás la moneda no exista y puede que esos conceptos más que hermanos sean uno mismo.- Suspiró un segundo acompañando la reflexión .-Al pueblo jamás le ha pertenecido algo que no sea un deseo ilusorio, se le ha convencido de batallar guerras impropias, creer en dioses omnipotentes, mantener "el estado de bien" ¿Hacia dónde ha sido relegado el deseo personal? Creo que hemos perdido la capacidad para soñar.-

Esos eran los pilares fundamentales de una mente para algunos contradictoria, para otros portadora de verdad, un ideario que, sin importar la mirada con la que se le viera, de lo único que se podía estar completamente seguro era de que rechazaba de plano todo pensamiento indiferente. La pasividad y la no contestación era la que había sumido al mundo en una fingida paz, la creencia abnegada en lo "correcto" y la "moral" era lo que en algún punto había abierto las puertas del yugo y sometimiento inconsciente .- Hace ya mucho que la cacería no es tal. No quito vidas a quien no posee el espíritu de vivirla. Témeme, ámame, ódiame, es igual, porque aquí no hay rostro ni personalidad, hay una idea, una que te otorga el don de reaccionar, el don de la vida.- Sin que se lo pidieran, el antiguo líder de Rieki se desprendió de su máscara una vez más, sin temor a las luces, dejando ver su rostro ya cansado pero firme, sus cabellos rojizos ya no tan vivos como antes, heridas más presentes en el alma que en el rostro .-El enmascarado no es un "algo" de lo que te puedas desprender, porque en sí mismo es un "nadie" y un "todos", te lo he dicho en el pasado, siempre fui el más transparente, jamás me he ocultado bajo una máscara real.- Curiosa reflexión, un sinsentido para muchos, una terquedad o un sin razón, daría igual el adjetivo con el que se calificara esa declaración puesto que, de una forma u otra, era lo que a él le había permitido avanzar .-Una lucha requiere de voluntad, una cruzada necesita "deseo", ¿Cómo pretendes llenar "cascarones vacíos" como el mío? ¿Cómo has de demostrar al mundo que, fuera del orden existe otra posibilidad?.- Poco a poco la voz de Shujin fue adquiriendo un tono algo más severo, pero sin caer en la rabia ni tampoco en la desesperación .-¿Qué bando tomarás tú? ¿Uno donde tus compañeros teman manchar sus manos? ¿Uno regido por la moral?... O quizás.- Tomó una pausa .-¿El camino shinobi repleto de engaños, trampas e ilusiones? Mi existencia radica en la búsqueda de respuestas y no abandonaré los ideales que me construyeron... ¿Qué queda para el mundo luego de la contestación? Luego de Yogensha ¿Quién tomará el poder y se alzará como portador de una nueva verdad? ¿Se harán cargo ustedes de soportar ese peso o nuevamente combatirán en un ciclo espiral hasta que ya no puedan más?.- Cómo si fuese un viaje en el tiempo, por primera vez en mucho, una media sonrisa se dibujó en el rostro de aquel hombre envuelto en telas negras .-Es interesante, después de todo este tiempo, al fin comienzas a despertar... El problema no son las herramientas, el problema es el "poder", el poder de usarlas, de sostenerlas, no es tarea para un humano, los lazos nos debilitan, la historia nos consume. No hay espacio para la luz en un mundo correcto, Ryth. Sólo la oscuridad puede igualarnos.- Finalmente, Shujin volvió a colocar la máscara frente a su rostro .-¿Por qué desearías deambular por las sombras junto al rostro vivo del "fracaso"?.-
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Era bien sabido entre los que lo conocían que la mente del Origami no era la más sana, cosa que aún parecía estar latente luego de tantos años, es lo que renacer de entre las cenizas le hace un ser humano, lo recordaba bien, volver de aquella persecución solo para al pobre sujeto esparcido por todos lados, el como lo había hecho sería evidente luego de haber dado un paseo por los archivos de Nueva Iwa. Lo que me sorprendía más no era el que haya recurrido a un método tan gráfico para ejecutar su plan, si no el que no se hubiera hecho antes para cosas aún más horribles, - No actúes como si fuera la primera vez que lo ves, no fue hace poco tiempo que te dije exactamente lo mismo en las afueras de aquella vieja ciudad, el control sobre la fuerzas de la naturaleza siempre ha sido una herramienta para nosotros. - Siempre lo había visto así, algo que no solo mi viejo si no que mi madre me había enseñado en su momento, claro estaba que solo uno de ellos había hecho un intento por por establecer un buen camino a considerar.

- Pero si, tienes razón, quizás es hora de un... "Despertar"- Enfaticé aquello último posando la mirada suavemente sobre el Karibachi, esperando que entienda ese mensaje tan vago y con tan poco contexto. - Piensas que tu propósito ha terminado, que tu sueño se ha cumplido, pero ambos aquí sabemos que nada ha cambiado, solo se han pasado la batuta. - Volví a dirigir la mirada al antiguo líder de Rieki, quien se había quitado la máscara para mostrar el rostro de un hombre dañado y destruido no solo por los años, si no su propia mano y mente. Me atrevería a incluso decir que sería la primera vez en años que su máscara había dejado su rostro. - Figuras con el poder para doblegar al resto, figuras que aún usan a los Shinobi para su propio beneficio. No es distinto a lo de antes, un pueblo dominado por sus llamados libertadores, sus autoproclamados dioses. ¿Pero que significado tiene la libertad cuando se es demandada por un dios? ¿No lo ves? Ignoras la realidad, ignoras que puede haber más caminos de los que has visto y conoces para un mejor futuro. Hay personas ahí afuera que no escogieron nada de esto, y sin embargo aquí estamos, pagando las consecuencias de nuestros antecesores. - Me le acerqué lo suficiente como para evitar que esa máscara regrese a su sitio, sosteniendo su brazo interrumpiendo el movimiento de su brazo. - Pero no somos ellos, debemos ser mejores que eso. 

Lo miraría fijamente, no vería enojo, ni recelo por el pasado, tampoco vería lástima en mis ojos, lo único que vería en mis ojos sería esa misma determinación con la que el pequeño Maki lo había observado hace tantos años, supongo que algunas cosas jamás pueden dejarse atrás. - ¿Por que estoy dispuesto a caminar junto a un fracaso? Míranos... No eres el único... - Mi otro motivo para hacer aquello era que quería estudiar todo lo que pudiera de su rostro, las más mínimas expresiones, el más minúsculo detalle. Incluso si no obtuviera nada de ello, al menos podría intentar ver que pasaba por su mente, leer sus intenciones y el como se comportaba su Chakra ante la situación. - La ruina da luz a la renovación. - Era el trabajo de los Shinobi con habilidades sensoriales de todas formas. - Y así como el martillo de la victoria da forma, también lo hace el cincel del fracaso.

Agudicé la mirada al decir aquello, algo de molestia emanaría de mi voz. - Así que siéntete libre de seguir siendo un fracaso, o puedes hacer algo al respecto... - Terminé soltando su brazo, había aplicado solo la fuerza necesaria para que no lo moviera, pero no buscaba pasar a un conflicto más físico después de ello.
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Escuchaba a ambos intercambiar ideas, sin embargo no hacían mas que chocar entre ellos sin llegar a ningún tipo de conclusión, como si se hubieran enzarzado en un bucle del que no parecía que supiesen salir. Ryth, como buenamente podía, le explicaba la situación del mundo a aquel hombre, pero no llegaba ahondar en lo que él necesitaba escuchar; El enmascarado por su parte se obcecaba en una idea errónea de como se encontraba el mundo. 

Escuché las palabras de Ryth y tenía razón, debíamos despertar de nuestro letargo de ignorancia selectiva, lo que ese tal Shujin decía no era del todo mentira, los shinobi habíamos sido utilizados como arma de represión, eso era innegable, pero no estaba viendo todo el marco general de la situación. "La verdad nos hará libres" Pensé mientras avanzaba un par de pasos sumamente tranquilo y relajado, levantando una mano para llamar la atención de los presentes. -Permitidme unas palabras.- Dije mientras dirigía mi mirada ambos, primero al enmascarado y después al peliazul. - Querido amigo, no podemos negar que los shinobi han sido utilizados por los poderosos para sus intereses.- Estiré la mano hacia aquel hombre de negras vestiduras mirándolo de reojo. -"Máscara" hizo bien en luchar por la libertad.- Entonces volteé mi mirada hacia el tipo que se hacía llamar libertador, pues él mismo era consciente de su propia contradicción. -Sin embargo, "Máscara", hay un punto que no has tenido en cuenta, eso no es cosa de los shinobi, sino del ser humano. Para cambiar la condición humana no funciona acabar con la vida de todo ninja que veas.- Bajé mi brazo y lo miré con completa sinceridad, sin hostilidad, sin miedo. Por una vez lo miré con la seriedad que merecía, como un igual. -Además, los shinobi siguen utilizándose como arma de represión por el estado.- Alcé el puño hasta la altura de mi pecho con decisión, queriendo enfatizar mis palabras. -Debes vencer a aquellos que manejan las marionetas.- Aquel discurso era lo que al tipo le faltaba, sinceridad, ser consciente de que su pensamiento tenía una falla de planteamiento crucial, pues perseguía a quien no debía, tan solo iba a por los síntomas sin erradicar la enfermedad. Esto me recordó a la guerra en el Imperio del Rayo... Tantas vidas terminadas sin siquiera considerarse enemigos, al menos podía decir que jamás segué una vida, ni como ninja ni como hombre. 

Bajé la mirada, consciente de que no iba a ser perfecta nuestra solución. -Sí, es cierto que nada evitaría que otro cáncer subiese al poder, pero eso es ser humano, equivocarse, fallar aprender y mejorar. Nosotros solo podemos intentar guiarlos por el buen camino y librarlos de las cadenas de la esclavitud, la debilidad y la ignorancia.- Así bajé mis brazos y los guardé bajo mis ropajes. -Con suerte aprenderán de sus errores y mejorarán, es cuanto esta en nuestra mano.- Sonreí amistoso y simpático, para mostrar que no había rencor alguno. -Porque para eso están los libertadores, para proteger a los oprimidos, no solo civiles, sino aquellos shinobi que han vivido dormidos bajo esa cálida luz de una realidad retorcida. Solo piensa en ello, "Máscara".- Nunca dije su verdadero nombre, aunque Ryth lo hubiese dado a conocer, respetaba su credo y lo que pretendía y, para ello, debía seguir siendo un hombre sin rostro alguno. 

Me acerqué a Ryth y le puse la mano derecha en su hombre, mirándolo con cierto apego y cariño. -Es hora de Despertar.-  Sonreí de forma conclusiva. -Ryth no olvides que tienes cosas que hacer, el tiene en cosas en las que pensar. Yo marcho ya caballeros.-  Tras aquello decidí irme por donde vine. Ambos eran viejos conocidos por lo que podía notar, no creo que fuesen a hacerse daño realmente, a fin de cuentas sus objetivos no eran muy distantes el uno del otro, aunque no me iba del todo tranquilo.
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¿Aquella frescura era propia de un rostro que volvía a tener pleno contacto con el mundo o más bien la tranquilidad proporcionada por palabras de renovación? Era curioso, sin lugar a dudas, aquel chico de cabellos azules definitivamente debía haber vivido en carne propia los calvarios de un mundo nacido desde la sangre, un joven shinobi enfrentado a un destino que hoy por hoy  le invitaba a ofrecer resistencia frente al orden, un discurso de liberación proveniente de una formación de sumisión... Una mentalidad configurada para seguir órdenes a diestra y siniestra hoy por hoy obligada a ofrecer su propia vida a la voluntad de sus deseos más férreos. Quizás esa característica era la que más había llamado la atención de Shujin a lo largo de su no-vida. Siempre había estado rodeado de figuras cuya principal meta era el total bloqueo de todo tipo de emoción; La vida de los shinobi, destinados a servir como herramientas de guerra en la disputa de diferentes intereses políticos, requería de mentalidades vacías o ancladas en títulos que no poseían un valor muy trascendental... No era complejo mantener a raya a un simple Gennin iniciado con la idea de que en algún momento su valor, entrega, poder y fama le brindarían una trascendencia sin igual, transformando su figura en un ideal, una idea trascendental, un "héroe" porque finalmente eso es lo que buscaba el mundo constantemente, villanos y héroes enfrentados eternamente entre sí dándole forma al mundo .-Incluso ahora eres un problemático, ¿No es así, debilucho?.- Por aquel momento la mente de Shujin no divagaba necesariamente en los comentarios de sus interlocutores sino que se había enfocado en la mirada determinada que Ryth le había dirigido. Aquel gesto había sido tan significativo para el antiguo shinobi de Iwagakure, que incluso el temerario aproximamiento por parte del peliazul había pasado algo desapercibido .-Desde siempre intentaste demostrar que los shinobi continuaban siendo humanos... Rechazaste la idea de que los lazos fraternos debilitaban las voluntades y...- Los ojos de Shujin se cerraron durante algunos intantes para luego volver su mirada hacia el cielo .-¿Incluso la voluntad de un débil pudo permear el espíritu de alguien como este chico?, Así no funciona el mundo, no tiene sentido...- Las sensaciones de molestia y admiración probablemente iban emparejadas en ese momento, las palabras nunca habían tenido relevancia viniendo de la boca de aquellos que no eran capaces de respaldarlas con poder, pero Surazal quizás había encontrado un camino diferente, un legado que continuaba vivo en sus compañeros, amigos o hermanos.

Para cuando el dueño del sombrero decidió hacer abandono del lugar, Shujin rápidamente se desprendió del agarre de Ryth con un gesto evidente de molestia, años habían pasado desde que un contacto así se había dado, generalmente un simple toque era lo que él necesitaba para terminar con una vida y aquel sujeto, aun a sabiendas de aquello se había atrevido .-Ten cuidado con tus acciones, chico.- Dijo al tiempo en que volvía a cubrir su rostro, ya había sido suficiente .-La próxima vez que ocurra algo así, sencillamente no tendré consideración.- Estaba claro, por más o menos que él conociera a Ryth, no podía llegar a permitir ese tipo de tratos bajo ningún punto de vista, no por respeto, ni tampoco abogando por el miedo, sino por una razón que él consideraba fundamental a la hora de poder sobrellevar la vida y concretar las metas que cualquiera se pudiese imponer .-Tienes un compañero bastante particular, pero quizás con una máscara aun más atrevida que la mía.- Fue observando a la figura del sombrero alejarse poco a poco .-Probablemente no estén del todo equivocados, quizás y hasta puedas aprender cosas de él... Pero.- Para ese momento su tono se volvería aun más profundo y serio que lo de costumbre .-Dudo que posean la voluntad necesaria como para concretar lo que persiguen... ¿Podrás lidiar con todos los sacrificios que implica el intentar modificar el mundo? ¿Te bañarás con la sangre de todo aquel que se enfrente a tus ideales?.- Siempre en el mundo existiría la disidencia, salvo en tiempos donde el absolutismo se respirase en cada ser humano, tiempos de claridad absoluta como los que por entonces se estaban viviendo... ¿Aquel chico que pretendía la liberación estaría a favor del exterminio? ¿Realmente consideraría que el camino era tan sencillo como eliminar a las cabecillas del mundo? .-Un camino que obvie los sacrificios no es más que una fantasía, si crees que podrás derribar a "dios" sin antes pasar sobre sus fieles, realmente estás equivocado.- El Enmascarado dio un largo suspiro, quizás para preparar lo que estaba por decir o simplemente para que Ryth sopesara lo que se acababa de transmitir, en cualquier caso llegados a ese punto era una pausa necesaria .-Cuando las voluntades humanas se entrelazan con otros... Cuando nuestra humanidad nos obliga a establecer lazos, simplemente nos debilitamos. ¿Hasta qué punto tu corazón aceptará pérdidas? No... ¿Hasta qué punto pretenderás tener corazón?.- No eran respuestas que Shujin estuviese dispuesto a escuchar en ese momento, probalmente Ryth ya había tenido tiempo de pensar en todo eso durante algún momento de su vida y, si es que no era el caso, desde ese instante en adelante tendría la obligación.

El antiguo Líder de Rieki dio media vuelta dándole la espalda a su antiguo conocido de Sunagakure y tan sólo avanzó un par de pasos antes de detenerse completamente en medio del claro .-Escucha, Ryth.- Dijo con seriedad, asegurándose de que se escuchase con claridad .-El tiempo de paz se acerca a su término. He conseguido alguna información interesante, "Un incendio devorador" comenzará a esparcirse en el mundo.- Dos grandes alas de papel aparecieron en la espalda del hombre nacido de la guerra .-Del caos encontraremos  un nuevo orden, me aseguraré de abrir ventanas de cambio más no cambiaré mis métodos para conseguirlo.- Poco a poco la figura cubierta de telas negras se fue elevando .-Utiliza esas ventanas y pruébale al mundo cuán deseoso estás de su liberación... No se puede ayudar a quien no siente necesidad.-
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Luego de soltar su brazo este se mostraría hostil, algo que no me sorprendía y que de hecho había anticipado, pero no me atacaría al menos de momento, lo sabía muy en el fondo. - Hmmm... Chico... Hehe... - Me cruzaría de brazos con una suave burla, no sabía si lo tomaba en cuenta, pero habían pasado quince años, y no es que hubiera mucha diferencia entre nuestras edades, quizás estaba escarbando mucho en ello y solo era su forma de expresarse. Pero era algo que me había incomodado de cierto modo, no al punto de realmente molestarme, pero no podía soltar una pequeña burla ante lo absurdo de aquella expresión. Lo que seguiría a ello sería una amenaza que tomaría muy en serio y que trataría que mitigar con otra burla un poco más directa. - Ya lo veremos... Y yo que pensé que me extrañarías, una lástima. - Respondería con un tono sarcástico y negando con la cabeza suavemente, suspiraría expresando claro disgusto por las suposiciones que el Origami haría.

Siempre había actuado como si él hubiera sufrido más que nadie, como si solo él hubiera conocido los actos más dolorosos que una persona podría haber pasado, quizás a sus ojos era así. Pero había más allá afuera que él no conocía y probablemente se negaría a ver. - Oh. No tienes idea... Conozco muy bien el precio de los sacrificios Shujin, no lo dudes. - Señalaría mientras se alejaba de mi posición, probablemente se preparaba para emprender vuelo como el ángel negro que solía posar. - La diferencia entre tu y yo es que yo no tengo miedo de negar mi pasado, ni temerle al futuro. - Sonaría con un tono seguro, una suave sonrisa se dibujaría en mi rostro al ver aquellas alas emerger de su espalda, no había perdido mi toque después de todo...

Pero habría más, sus palabras delataban sus futuros planes y movimientos, no era el única con nuevos objetivos, y de cierto modo tomaría mi oferta bajo sus propios términos, aquello me traía cierta sensación reconfortante, no lo habíamos perdido del todo. Y habíamos aprendido cosas en el proceso a pesar de lo mucho que el Iwaniano pudiera negar ese argumento. - Él te llamaba Nukegara... - Susurré al verlo emprender vuelo en la oscura noche. - Quizás era verdad en ese entonces... Pero ya no...

En las afuera de Io se escribió:La figura se posaría frente mío con una pose intimidante, desafiaba mi lógica con la suya, no tenía remedio, solo era una batalla sin sentido que no podía terminar si seguíamos así, pronto él haría el primer movimiento. Contaba con ello, solo tenía que adivinar cual sería, jugar su juego por un rato y obligarlo a mostrar el rostro. - Ya es tarde, enmascarado. - Le diría suavemente. - No eres justicia, no eres esperanza. - Mi puño se cerraría lentamente.

- Simplemente te niegas a verlo. No existe justicia, ley u orden excepto por la cual que va a reemplazarla. -
Agudizaría la mirada.
- La era de los Shinobi terminará pronto, y cada elección que has hecho te ha llevado a este momento... - Mi voz sería más suave esta vez. - ¿Cuál es tu verdad ahora...?

Agudicé la mirada y lo seguiría con la misma hasta perderlo de vista mientras disfrutaba ese pequeño momento de calma. - Hmmm... Vuela seguro... - Bajaría la vista y relajaría el cuerpo, era hora de partir... Las manecillas aún se movían, el tiempo aún avanzaba y cada segundo contaba. - Icarus
Salto de foro:

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