La voluntad del bosque [Saga]
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Última modificación: 25-07-2024, 11:14 PM por Kyoshiro.
¡Oh cruel capricho del destino! ¿Por qué no pudo la muerte esperar unos días más? ¿Por qué no pudo la tinta fluir con la misma prontitud que la sangre? Hace unas semanas, el azar condujo a Kyoshiro a una región mística para desentrañar los secretos de un ser de chakra prodigioso. Un individuo que pudo haber cambiado el mundo sin él saberlo, y ahora, nadie lo haría. Lo que antes era un estudio vital ahora yacía reducido a polvo. El sujeto de su intrincada investigación, el mismo ser que había capturado su curiosidad, reposaba inerte a sus pies, sepultado por el despiadado manto de la muerte.

¡Oh tormenta de la guerra, qué cruel ironía! Kyoshiro observó con un suspiro de frustración mientras, en medio del caos, su objetivo de investigación se desvanecía ante sus ojos y entre sus dedos. Reclinándose contra un árbol, su mirada se perdió en el cuerpo inerte que antes había sido el foco de su estudio. Con un gesto resignado, anotó lo último en su libreta, y luego, con manos cautelosas, impregnó el cadáver del imperial con tinta, marcando sus huellas dactilares una a una en su cuaderno. Finalmente, guardó su libreta, colocó dos monedas en los ojos del difunto y lo dejó reposar boca arriba, inmortalizado en la eterna quietud de su último descanso.

Miró a su alrededor. Cuando había iniciado su estudio en lo que parecía una vida entera atrás, no se imaginaba que acabaría en medio de tal guerra ¿Cuál era el motivo? ¿Algo relacionado con la Hokage? La política nunca fue su área de estudio, y hace mucho que había estado desactualizado de los eventos actuales. Observó el cuerpo sin vida de quien estudiaba y miró el caos a su alrededor. A lo lejos divisó una torre. ¿Tal vez no todo estaba perdido? Si jugaba el papel del imperial de espíritu guerrero, podría ver de primera mano evidencia para sus estudios. Además, ¿No le añadiría esto interés al público? Un estudio en medio de la guerra. La publicidad se escribiría sola.

Con esa idea en mente, Kyoshiro decidió acercarse a la torre. Se subió a un árbol y, con cuidado, comenzó a moverse entre ramas y ramas, intentando no llamar la atención.  Tomándose su tiempo entre salto y salto, se dirigía hacia la torre, buscando nuevas oportunidades para su investigación en medio del conflicto.


Estadísticas de Kyoshiro
Resumen
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Mierda mierda mierda… el mundo se va al carajo, todos muertos, todos destrozados… batallas por aquí y por allá, la joven que simplemente seguía ordenes ya había perdido a su equipo sin siquiera saber si estaban vivos o muertos, sin nada que le salvara de una posible kunai perdida o un jutsu a quemarropa… ¿Qué podría hacer? Ese hermoso Kimono ya estaba manchado de suciedad y ella saltaba de árbol en árbol con lágrimas en los ojos mientras no paraba de mirar paranoicamente a todas partes.

Tras un respiro final, la joven Shoku simplemente se detuvo en un árbol, tranquila y apaciguando sus latidos, su respiración, volviendo en calma otra vez… tratando de procesar todo lo ocurrido… no… no los recordaba, los rostros de a quienes les había confiado su vida… solo recordaba que, al llegar al campo de batalla, simplemente fue amable y cordial, falsamente cordial nuevamente… falsamente elegante, falsamente serena, con una sonrisa falsa y un gesto amable, esta simplemente dijo – “estoy a tu cuidado” – al Jounin al que se le había asignado… junto a ese equipo del que no conocía a nadie… del que no reconocería nuevamente si los volvía a ver… solo recordaba que, durante todo su trayecto, la joven solo intentaba sosegar su palpitación y miedo, su terror ante esta desproporcional medida que era la guerra… intentaba contener el vómito, el llanto y las ganas de salir corriendo…

Camino a la Batalla
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Aun lo recordaba, ni bien habían llegado al campo de batalla, el grupo corrió por el campo de batalla, alejados de todo peligro, o eso pensaban, cuando una simple explosión distorsiono el ambiente, el pitido en los oídos le hacía temblar, el humo era todo lo que podía ver y la tos se escapaba por su boca… sus aliados empezaron a pelear, pudo escuchar las kunais chocar unas con otras, la joven solo miro a ese Jounin que, rápidamente y peleando por su vida, solo le grito y grito a su descontrolado corazón, hasta que por fin pudo entender esa palabra… - HUYE.

Aun en ese árbol, con su mano en la boca y lágrimas en los ojos, la joven muchacha pudo verlo… una mancha de sangre adornaba su vestido… pero ella sabía bien, esa no era suya, ni tampoco del enemigo… esa explosión ocurrió cerca de ella, pero… alguien si la recibió de lleno… eso era seguro… - trsk – el sonido de una rama, un grito ahogado por sí misma y el terror en su cara… la muchacha se armó de valor…

terror...
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Con una Kunai en mano, buscando el valor para atacar, la joven simplemente subió… simplemente siguió el ruido, temerosa y con una, nuevamente, falsa valentía, falsa postura y una falsa voz, un temor escondido por agallas falsas que sabía bien no eran suyos si no de esa maldita y jodida crianza antigua que tuvo… la joven se aproximó por la espalda, sosteniendo por el mango su arma y dejando que el filo se apoye por su muñeca, observando al joven de pelos blancos que estaba a pocos metros de ella, simplemente para decirle – tu… eres amigo o enemigo… ¿imperial?... o… rebelde… - eran las palabras que salían de esa estúpidamente y falsa voz llena de valor que realmente no tenía que tener en ese momento… su rostro con sus lágrimas secas por su manga y su mancha en el kimono oculta por su propia postura elegante y erguida… dios, solo quería correr… sin saber siquiera que el joven Kyoshiro era, de hecho, hasta de la misma aldea que ella, y que, por casualidades de la vida, había vivido algo tanto o más traumático que ella… pero con una connotación y un efecto totalmente distinto.

Resumen
Estadísticas de Yuna Shoku

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Afueras de la Zona Central

El concepto general de la guerra siempre fue un conflicto que se desataba por 2 o más bandos distintos por ideologías o pensamientos igual de distintos entre sí, por más equivocados o correctos que fuesen, el orgullo humano siempre fue un factor contundente, sus acciones hacían notar sus intenciones egoístas ya que no velaban por la seguridad de los demás, solo por la suya propia.

Siempre fue un matar o morir, opciones que carecían del concepto de la lógica o eso parecía, porque deben estar allí?, porque hoy?, porque se matan entre ellos cuando podrían estar en sus casas con sus familias comiendo chocolates, son preguntas que tienen respuesta, pero estas mismas no las escuchan los de arriba, que al parecer antes que intervenir disfrutan del sufrimiento de sus creaciones. Un joven con una máscara de dragón habiendo presenciado hace unos pocos momentos el cruel destino que había tenido su inútil y de dudosa procedencia "líder" a manos de un imperial que seguramente había hecho el lanzamiento de su vida ya que la sangre no tardó en derramarse en el suelo gracias a el, Ryu perfectamente gracias a sus sentidos sumamente desarrollados y técnica de clan, podía sentir las presencias de algunas personas a unos metros de el, aparecían y desaparecían constantemente, ya sea porque entraban y salían de su rango o morían después de un rato de detectarlos, eran preguntas para después pero por cierto bastante curiosas cuando son grandes cantidades de personas. No tardó mucho en visualizar desde su posición una enorme torre que, en su interior podía detectar una cantidad reducida de presenciar que se movían de su posición constantemente, seguro fue para indicar que estaban batallando de manera acalorada, tenía 2 opciones, quedarse allí sabiendo que estaría a salvo de una posible perdición o ir con intenciones de ayudar a su bando aferrándose a la suerte de no ser una batalla perdida?... estaba con el sus próximos pensamientos y acciones.

En cuanto a Yusuke su propia reflexión sobre la guerra estaba centrada en los problemas que le daba a su investigación, como era retrasada o estropeada gracias a los conflictos que generaban los burros que no sabían lo que era el mundo sin la violencia, sin embargo, esto sería bueno para el no?, el mundo también se caracterizaba por personas que aprovechaban la estupidez de la gente para ampliar sus conocimientos o hacer su vida muchísimo mas fácil de lo normal, el chico entendía eso y tal ves podia seguir aprovechando esa gran ventaja, su visión sobre la torre tal ves reflejaba una posible esperanza para avanzar en su proyecto como un gran científico...o solo era una metafora y una manera manera de la vida de tentarte, meterte a la torre e irte con san pedro sufriendo lo que muchos experimentados llaman "fuego amigo", aunque eso era de lo aue menos se debia preocupar en estos momentos ahora que una chica, muy linda por cierto que tremenda la suerte del Kyoshiro pero a la vez con muy mala suerte porque estaban por enterrarle un kunai en toda la espalda si contestaba mal...pobresito la única vez que se te acerca una mujer en la vida y es para matarte.

Por otro lado las emociones de la Shoku eran dominantes en ese momento, no conocía al tipo y muy posiblemente se había metido accidentalmente a la boca del lobo por hablar y delatar su ubicación, cualquier shinobi que tuviese la virtud de lo que llamamos astucia se volteria y le atacaría de imprevisto de pertenecer al bando rebelde, que harían ambos jóvenes en una situación muy extraña e incomoda?.
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Zona Central: Afueras de la Torre

Gojo, el hyuga de ojos azules hizo una jugada arriesgada en el entrenamiento que tenía con el manipulador del shakuton, un pakura por excelencia que podía darle problemas si no empleaba un estrategia sumamente rápida para detenerle, su kekke genkai conocido por su alta capacidad de desgastar al enemigo si se usaba de manera correcta pudo volverse un problema, por suerte, hablamos de un miembro del clan Hyuga, un clan que siempre tendrá una temple y voluntad inquebrantables sea el hombre o mujer con que este combatiendo.

El pakura predijo correctamente que Gojo intentaría atravesar su técnica conciente de que la brecha generada podría dar cabida a un contraataque posiblemente fatal, aún sabiendo que el dolor de hacerlo era un percance a considerar, pero este, a pesar de ser apenas un joven de 17 años se nota que tiene más bolas que tú (?.

Con una enorme sonrisa maniática el impulso de contraatacar dominó en su totalidad al guerrero creando una ráfaga de viento en su mano para disparar la hacia el Hyuga, pero este tenía otro truco bajo la manga que determinaría su propia derrota. El adelantarse y desesperarse con intenciones de aprovechar una apertura muchas veces puede ser un error que te deja vendido al rival, y eso sucedió. Una finta fue ejecutada por parte del albino desplazándose hacia el lateral de aquel hombre que no previó que un ataque directo fuese a cambiar de dirección tan rápido, de todos los que enfrentó y masacró, ninguno poseía el factor engaño que tuvo su contrincante en ese momento y cuando intentó girarse ya fue muy tarde, el impacto fue tan fuerte que lo hizo caer al suelo de golpe quedando su cuerpo tendido boca abajo.

Y de allí no se levantó, el albino había ganado la batalla con ese movimiento sorpresivo, y aunque esperara que se levantara aquel hombre a seguir con el round 2 ya no sería así, su conciencia de había desconectado momentáneamente por el impacto, quedando a merced de Gojo quién tendría que decidir el destino del Pakura, dejarlo allí o asesinarlo por mano propia. Sin embargo tan siquiera cuando se lo pensó lograría ver qué había otro Shinobi afuera de la torre, pero, de manera alertante estaba más cerca de lo que debería, como si quisiese entrar, pero no lo hizo, dando a las razones de estar allí un aura de misterio alrededor de él, y si era atento sabría que habría terminado una tanda de sellos justo en el momento en que se dio cuenta.

...

Momentos desesperantes inician cuando el peligro se nota hasta en el aire...las personas actúan sin pensar en las consecuencias de sus actos, aunque el único que podría notar esto es Gojo sabiendo lo que contenía aquel edificio hubiera sido suficiente para preocuparlo. El primer piso de la torre voló en pedazos de manera inmediata cuando aquel hombre misterioso ya había logrado mantener una distancia prudente de todo el desastre que había causado, gracias a su jutsu los explosivos detonaron causando la desestabilización completa de la estructura, que tal obra del hombre se mantuvo en pie por unos segundos, pero al tener una de sus bases tan destruidas no logró mantener aquella compostura y termino colapsando, casi aplastando toda la planta baja con los otros pisos. Esta situación se volvió sorpresiva y rápidamente mortal para Yusuke y los que estaban con el, ya que si el edificio se derrumbaba sobre ellos sería cuestión de resistencia para determinar si morirían.
Jihanensho no Jutsu

Fue reducido a escombros en solo unos segundos, fue todo tan rápido...como si en realidad toda la situación desesperante hubiera sucedido a una velocidad inrreaccionable, condenando a aquellos shinobis quienes luchaban por sus ideales y bandos respectivos. El akimichi no se pudo cubrir lo suficientemente rápido y termino quedando inconciente tras el golpe que se llevó, al igual que Yusuke quedando ambos completamente malheridos, aunque todavía seguían con vida y seguramente ahora que ha culminado su batalla estarían presuntamente a salvo por ahora, no se podría decir lo mismo de los otros...

Aquel hombre que había detonado los explosivos miro la escena con una sonrisa de satisfaccion, una sonrisa que era símbolo de su felicidad mientras decidía mirar al albino  a lo lejos, sabiendo que todavía quedaba uno de esos bastardos. -Bonita escena no es así?-. Preguntó de manera burlona sabiendo que se venía un posible arremeter contra su persona, no sabían porque había hecho eso, no sabe que había personas allí?, o es que no le importaba?, no le importaba si eran sus amigos?, sus compañeros de bando?, que clase de locura se le estaba pasando por la cabeza?, Gojo podía verle la cara perfectamente y notaría que era un sujeto peligroso, con la obvia bandana tachada de iwagakure que tenía en el cuello. La situación era delicada y gracias a la explosión y posterior derrumbamiento de la torre los shinobis de la zona lo más probable es que haya sido captada su atención, tal ves su corazón les dijera una cosa, tal ves su mente otra, pero una cosa era segura, y si querían volver sanos y salvos a sus casas debían terminar esta guerra costase lo que costase.

???

Datos
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Kyoshiro permanecía quieto, con la mirada fija en los alrededores, sus sentidos agudizados por la tensión de la batalla. Cada movimiento, cada sonido, era analizado meticulosamente. La necesidad de encontrar un nuevo objeto de estudio se volvía imperiosa; sin un blanco definido, la incertidumbre comenzaba a desesperarlo. Sus ojos recorrían el caos que le rodeaba, buscando cualquier indicio de una posible amenaza o de una oportunidad para avanzar en su investigación. La guerra, con su cruda y desordenada naturaleza, era tanto un obstáculo como un campo fértil para sus observaciones, y en ese instante, Kyoshiro se encontraba en el limbo de la espera y la acción, su mente girando rápidamente en busca de su próximo movimiento.

Entonces, escuchó una voz tras él: – “Tú… ¿eres amigo o enemigo? ¿Imperial?... ¿o… rebelde?”
Sin girarse, manteniendo su postura firme, Kyoshiro respondió con una voz calmada pero autoritaria, cargada de la experiencia que sus estudios le habían dado. – “No hagas eso,” dijo, su tono seco y directo. “Revelar quién es amigo y quién es enemigo es un error básico. La subconsciencia humana busca patrones, asociaciones. Al decir 'amigo o enemigo, imperial o rebelde', estableces una secuencia lógica en la que 'amigo' se asocia con 'imperial' y 'enemigo' con 'rebelde'. Ahora, cualquiera que quiera engañarte solo necesita decir 'imperial' para que lo consideres amigo. Guarda siempre esa primera parte, no des indicios. Mantén la ambigüedad. Es tu mejor defensa.

Finalmente, Kyoshiro giró ligeramente su cabeza, lo suficiente para captar una imagen parcial de Yuna con el rabillo del ojo, sus pensamientos rápidos evaluando la situación mientras se preparaba para cualquier eventualidad.


Kyoshiro finalmente giró completamente para enfrentar a Yuna, sus ojos evaluándola con una mezcla de curiosidad y cautela. Se preguntaba qué circunstancias habrían llevado a una joven como ella a aquel campo de guerra, y cuál sería su edad; apenas una niña, perdida en medio de la locura de los adultos. Se le ocurrió que probablemente tenía más experiencia con kimonos y ceremonias que con kunais y batallas, y se cuestionaba también el motivo de llevar aquel ropaje al campo de batalla. Sin embargo, no la subestimaba; el peligro podía venir de cualquier lado, incluso de alguien que aparentaba ser inofensivo. Decidió guardar sus preguntas para otro momento, mientras una sonrisa irónica asomaba en sus labios. – "Habiendo dicho lo anterior y esperando, uno, que tomes mis palabras con la sinceridad que son, y dos, que tus palabras originales hayan sido lo que supuse, te respondo. Creo más en un estado organizado así que, imperial. Ahora, ¿Qué tal si le enfocas esa cosa filosa a otro lado antes de que termines sacándonos un ojo? A menos que quieras añadir 'mutilación accidental' a tu currículum de guerra, claro está."

Kyoshiro mantuvo su mirada fija en ella. La tensión en el aire parecía casi palpable, y el humo de la batalla formaba una neblina inquietante a su alrededor. Finalmente, continuó peleando el silencio con una voz calma pero cargada de un humor sombrío. – “El nombre es Kyoshiro, y no se me antoja morir hoy. Así que, ¿qué quieres hacer tú? Porque acabo de decidir que serás mi siguiente objeto de estudio.”
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A Yuna le tiritaba la mano... había revelado su bando antes de obtener una respuesta... la histeria comenzaba a carcomerle los ojos... sin embargo, decidió creer. Entre miedo y temor, la joven decidió creer - por favor... no quiero morir... - dijo, mientras dejaba resbalar su arma entre sus dedos, la cual se clavó en el fértil tronco que sostenía sus pies. Solo veía pasar frente a ella un montón de gente muerta y destrucción, ya no quería vivir en ese infierno. Quería volver, tomar el té, hablar con sus amigos, beber algo de licor, ver a Rosanna, hablar con sus amigas...

Rosanna, Vipper y Sakura
[Imagen: __viper_rosanna_sakura_viper_rosanna_and...f5fcd8.jpg]

No, yo... - dijo entre dientes, mientras observaba al joven frente a ella - Per... perdón... ¿qué edad tienes? Pareces mayor que yo - dijo, mientras una lágrima recorría su mejilla, la cual secó con el dorso de su mano, corriendo ligeramente su maquillaje. - Yo... espera... ¿objeto de estudio? - preguntó, anonadada - ¿Cómo es eso? Apenas nos estamos conociendo - fueron sus palabras, mientras tapaba su pecho con su antebrazo y retrocedía un paso. ¿Por qué siempre le tocan los pervertidos a ella? - No... yo aún soy virgen, ¡no!... ¡KYAAAA! - gritó desesperada, mientras se tapaba la boca con la mano.

Tímida
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Su instinto de supervivencia, su entrenamiento previo y sus años de circo le indicaban que había cometido un error. - ¡Debemos... debemos movernos! - dijo asustada, mirando hacia atrás - Me están persiguiendo unos rebeldes... ¡huye conmigo, vámonos de este infierno! - fueron sus palabras llenas de miedo ante el fervor de la batalla. Sabía muy bien que su vida corría peligro, pero deseaba volver a su hogar, con su gente. Sin embargo, ese destino difícilmente sería posible en esos tiempos.


OFF
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El inicio del fin

De repente, el cielo se bañó en un resplandor rojo, como si una herida en el firmamento sangrara con una intensidad abrumadora. Esta luz, que los científicos futuros denominarían Reconfiguración Estructural del Sistema Espacio-Temporal (R.E.S.E.T), descendió con una calma inquietante sobre el campo de batalla. La vibrante tonalidad carmesí se extendió como un manto, envolviendo todo en su abrazo implacable. Bajo esta luminiscencia sobrenatural, la existencia misma comenzó a desmoronarse.

Los soldados, tanto rebeldes como imperiales, se vieron envueltos en una escena surrealista. Los gritos de guerra se desvanecieron en el aire, reemplazados por un silencio asfixiante. Las armas, que momentos antes habían sido símbolos de poder y resistencia, caían al suelo, olvidadas y abandonadas. La furia del conflicto se desvanecía, dando lugar a una soledad que se sentía casi tangible. Las siluetas de los combatientes se volvían cada vez más difusas, como si la realidad misma estuviera arrancando los hilos de su existencia con precisión dolorosa.

Los cuerpos y las almas de aquellos que habían estado en la contienda comenzaron a disolverse bajo la luz roja. La energía que emanaba del cielo parecía deshacer todo a su paso, como si una fuerza invisible estuviera borrando cada trazo de la presencia humana. Las formas se desdibujaban lentamente, desintegrándose en partículas ínfimas que se esparcían en el aire. Era como si la realidad estuviera deshaciendo un tapiz complejo, y cada hilo, cada figura, se estuviera desprendiendo, sin dejar rastro. En un parpadeo, millones de personas se convirtieron en recuerdos difusos, arrastradas por el poder abrumador del R.E.S.E.T.  Las personas, Núcleos de Población Común (N.P.C), como se les denominaría más tarde, fueron borrados de la existencia con una facilidad aterradora. Los campos de batalla, antes vibrantes con el caos de la lucha, se convirtieron en ecos de una era que ya no existía. Las huellas de la batalla, los cuerpos caídos, y las armas dispersas eran ahora nada más que vestigios de una realidad que había sido desvanecida.

Estos fueron los afortunados, los primeros en partir, en desaparecer en la inmensidad del olvido. La luz roja continuaba su curso implacable, arrastrando con ella el dolor y el conflicto, dejándolos como fantasmas en el vacío. En un instante, el caos y la lucha se convirtieron en un recuerdo desvanecido, como una prenda cuyos hilos habían sido tirados uno a uno, dejando solo un rastro de inexistencia en su estela. Así, el campo de batalla se disolvió en la vasta nada, dejando tras de sí un vacío de silencio y soledad, una etapa cerrada en la interminable danza del R.E.S.E.T.



Continúa en Evento Global: R.E.S.E.T


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