Eran las 4 de la tarde en un día cualquiera donde el sol estaba en el cielo coronando las enormes montañas de Iwa cuando Takeshi se dirigía hacia la biblioteca de la aldea. Hoy, su misión era asistir en la organización y administración de la biblioteca. Al llegar, se sintió un poco relajado, ya que parecía una tarea simple, no debería haber muchos imprevistos. La biblioteca era un edificio imponente, con paredes de grandes bloques de piedra y grandes ventanas que dejaban entrar la luz del sol, iluminando los estantes repletos de libros y las mesas que allí había. Al entrar, fue recibido por la encargada, una mujer de mediana edad llamada Akemi, que llevaba unos anteojos y tenía una mirada amable pero llena de astucia. Había varias personas leyendo en silencio documentos y otros libros, parecían concentrados.
-Buenos noches, tú debes ser Takeshi.- saludó Akemi con una sonrisa. -Hoy tenemos bastante trabajo por delante. Algunos libros necesitan ser reubicados y otros catalogados. Además, hay varios documentos que deben ser ordenados en los archivos. ¿Estás listo?-
Takeshi asintió, mostrando su habitual expresión reservada. -Sí, Akemi. Estoy listo para ayudar.-
Akemi le entregó una lista detallada de tareas y un pequeño folleto-mapa de la biblioteca.-Empecemos con los libros en el segundo piso. Necesitan ser ordenados por tema y autor. Después de eso, puedes ocuparte de los documentos en los archivos. Si tienes alguna duda, no dudes en preguntarme.-
Takeshi comenzó a trabajar en el segundo piso, organizando los libros según las indicaciones de Akemi. La tarea, aunque meticulosa, era algo que disfrutaba, ya que le permitía trabajar en silencio y enfocarse en cada detalle. Sin embargo, mientras colocaba un libro en su estante, notó que algunos estantes ya viejos estaban inestables y mal conservados. Al revisar más de cerca, se dio cuenta de que las bases de varios estantes estaban sueltas y podrían colapsar en cualquier momento. Esto no solo complicaba su tarea, sino que también representaba un peligro para cualquiera que usara la biblioteca. Por lo que Takeshi decidió informar a Akemi de inmediato.
-Buenos noches, tú debes ser Takeshi.- saludó Akemi con una sonrisa. -Hoy tenemos bastante trabajo por delante. Algunos libros necesitan ser reubicados y otros catalogados. Además, hay varios documentos que deben ser ordenados en los archivos. ¿Estás listo?-
Takeshi asintió, mostrando su habitual expresión reservada. -Sí, Akemi. Estoy listo para ayudar.-
Akemi le entregó una lista detallada de tareas y un pequeño folleto-mapa de la biblioteca.-Empecemos con los libros en el segundo piso. Necesitan ser ordenados por tema y autor. Después de eso, puedes ocuparte de los documentos en los archivos. Si tienes alguna duda, no dudes en preguntarme.-
Takeshi comenzó a trabajar en el segundo piso, organizando los libros según las indicaciones de Akemi. La tarea, aunque meticulosa, era algo que disfrutaba, ya que le permitía trabajar en silencio y enfocarse en cada detalle. Sin embargo, mientras colocaba un libro en su estante, notó que algunos estantes ya viejos estaban inestables y mal conservados. Al revisar más de cerca, se dio cuenta de que las bases de varios estantes estaban sueltas y podrían colapsar en cualquier momento. Esto no solo complicaba su tarea, sino que también representaba un peligro para cualquiera que usara la biblioteca. Por lo que Takeshi decidió informar a Akemi de inmediato.
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