Encuentros fortuitos.
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Shikagetsu corría a toda velocidad por el Valle del Fin, su capa d eun verde militar oscuro ondeando violentamente detrás de él mientras una tormenta eléctrica se desataba con furia sobre el campo. Los truenos retumbaban en el cielo, resonando como un tambor de guerra que anunciaba la llegada de un caos imparable. Cada pocos minutos, un rayo caía desde las nubes negras, iluminando el valle con destellos cegadores.
 
Las enormes estatuas roídasdas por el tiempo casi perdidas en el paisaje adornaban el horizonte con la luna en medio de ellas , aunque parcialmente destruidas, se erguían como silenciosos testigos de su paso. Sus sombras proyectadas por los relámpagos creaban un escenario casi apocalíptico. Shikagetsu apenas podía oír sus propios pensamientos por el rugido constante de la tormenta y el estruendo de los truenos que sacudían la tierra bajo sus pies.

La lluvia caía en gruesas gotas, empapándolo por completo, pero no disminuía su velocidad. El suelo se había convertido en un lodazal resbaladizo, dificultando su avance, pero sus pies encontraban tracción incluso en las peores condiciones. La cascada que caía entre las estatuas parecía un torrente salvaje, alimentado por el diluvio, y las aguas del río rugían con una fuerza implacable.

De repente, un rayo cayó cerca, golpeando la superficie del agua con un estruendo ensordecedor y enviando chispas en todas direcciones. Shikagetsu sintió la descarga eléctrica vibrar en el aire y aceleró su paso, consciente de que debía salir del valle lo antes posible. Otro rayo impactó una de las montañas cercanas, desprendiendo rocas y tierra que cayeron ruidosamente, añadiendo una nueva capa de peligro al terreno traicionero.

Los relámpagos iluminaban el camino a intervalos irregulares, permitiéndole vislumbrar brevemente el sendero por delante antes de sumergirse nuevamente en la oscuridad. Shikagetsu aprovechaba esos momentos para ajustar su ruta, evitando las áreas más peligrosas y buscando el camino más seguro hacia la aldea oculta de la Hoja.

El viento aullaba, levantando hojas y ramas sueltas, azotando su rostro con una fuerza implacable. Pero Shikagetsu no se detuvo, su determinación firme como el acero.


Efectos ambientales
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Última modificación: 10-07-2024, 10:18 PM por Hades27hv79.
Hades estaba en su bosque intentando dormir después de un dia duro de entrenamiento pero no podía, no sabia por que, talvez seria la soledad de la noche... que permanecía desde la muerte de su familia... o tal vez la falta de 2 molestas presencias... no sabia por que pero esta noche era diferente así que decidiendo que no podría dormir se decidió por ir hacia el valle del fin, a fin de cuentas había tormenta por lo que el ruido acallaría los recuerdos de su mente

Paso corriendo por el lugar y noto que el suelo estaba muy lodoso así que se mantuvo en los arboles hasta que llego a las estatuas gigantes las cuales estaban parcialmente destruidas y se coloco sobre una de ellas concentrando chackra de agua practicando su control de chackra para acallar su mente-pense que seria mas facil, donde están los otros 2 de todos modos-pensó este-no es normal que estén callados tanto tiempo ¡donde estan!-grito este en su mente

de pronto vio algo moverse lo que dedujo podría ser una persona pero no la habia visto bien por lo que no podría asegurar nada por lo que decidió ignorarlo con la esperanza de que este no lo hubiese visto y seguir con lo suyo-Buenas!!-grito una voz en su mente-miren quien se digno aparecer-dijo sarcastico hades-ay ya calmate nomas me ausente un rato, no se ni que paso pero hablamos de eso luego, donde estamos?-pregunto-parece ser el valle del fin shadow, o me equivoco hades?-dijo un tercero en la mente de hades- es correcto good, no podia dormir asi que vine intentando acallar mi mente en la tormenta-dijo este viendo el cielo-Cuidado que no te caiga un rayo eh-dijo shadow a modo de broma-hai hai-respondio hades

En ese momento un rayo callo en la superficie del agua haciendo temblar las estatuas y permitiendo ver que efectivamente, era una persona-hablando del rey de roma-dijo shadow-jaja cierto-respondió hades
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hiba crystal caminando feliz cuando de repente comomenzo una fuerte tormenta que azoto los arboles de su alrededor asi que corrio a buscar un lugar seguro y escontro una cueva asi que por un desesperado intento de refugiarse entro 


Ya hay dentro se dio cuenta que no duraria asi que con una linterna decidio volver caminando a su campamento. mientras corria su pelo celeste resaltaba entre la noche pero en ese momento a la linterna se le acabo la pila asi que perdio el rumboasi que por la tormenta decidio caminar hasta llegar al lago donde se dio cuenta que solo se estaba alejando de su campamento por lo que se molesto y llego a un lugar cubierto de lodo que hacia resbaladiso hasi que lucho por mantenerse firme hasta que llego a una zona donde habia alguien que nunca habia visto pero en ese momento cayo un rayo en el agua enviando chispas en todas direcciones y le permitio ver que en el lago habia un shinobi por lo que se preparo para luchar
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Shikagetsu corría a toda velocidad por el Valle del Fin, la tormenta eléctrica rugiendo con una furia incontrolable. Los truenos resonaban como tambores de guerra, y los relámpagos caían con frecuencia, iluminando el valle y revelando breves destellos de las estatuas destruidas de Hashirama Senju y Madara Uchiha. Cada impacto de un rayo en el agua o en las montañas cercanas hacía temblar el suelo bajo sus pies.

Mientras avanzaba, Shikagetsu notó una figura desconocida en el bosque a lo lejos. Con un rápido movimiento, se colocó su bandana de la Hoja en la frente, asegurándose de que fuera visible. Sin dejar de correr, sus ojos se fijaron en la silueta de una mujer a lo lejos.

A medida que se acercaba notaba su extraño atuendo y la total carencia de símbolos o bandanas de algún clan de la hoja, decidió confrontarla. Al estar a pocos metros de distancia, gritó para hacerse oír sobre el estruendo de la tormenta:

—¡Identifícate, estás en territorio de la Hoja!

Estando a diez metros de la mujer, Shikagetsu realizó un rápido sello de manos y lanzó un kunai con precisión, apuntando justo entre las piernas de la desconocida. Su verdadera intención era secretamente usar su Kagemane no Jutsu para capturar la sombra de la mujer y paralizarla. Sin embargo, la intensidad de la tormenta dificultaba la visibilidad, haciendo imposible detectar al otro shinobi, Hades, oculto entre la densa zona boscosa.

La escena era caótica, con el viento y la lluvia azotando a ambos shinobis, y los relámpagos iluminando intermitentemente el campo de batalla. Shikagetsu se mantenía alerta, consciente de que cualquier error podría ser fatal en ese entorno implacable.


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