Día libre. [ft. Shermie]
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Algunos rayos de sol se filtraban entre la neblina que cubría Kiri, tiñendo pedazos de calle empedrada de un tono anaranjado mientras Gyojin, con el rostro enrojecido por el frío y las manos entumecidas por la brisa, se dirigía hacia la zona comercial de la aldea. Había finalizado otra larga jornada de limpieza en la academia y quería distraerse un rato. Su mente anhelaba las emocionantes aventuras que le prometían sus sueños de infancia, las mismas que sus hermanos mayores describían con tanta pasión. Pero la realidad era otra: su hermano, convertido en Jounin, solo le encomendaba tareas simples y repetitivas. Estaba harto de aquello.

"Vigila esto. Limpia aquello. Ordena eso." Las órdenes de Gogetsu resonaban en su cabeza como un mantra, alimentando su frustración. Se sentía como un simple sirviente para su hermano, sin oportunidad de demostrar su valía como ninja. Claro que todos esos pensamientos eran mentira. Su hermano mayor solo quería lo mejor para él, y sabía que Gyojin no estaba listo para misiones de mayor dificultad.

Caminaba solo, observando a los aldeanos que se apresuraban por sus quehaceres. Familias que regresaban a casa, comerciantes que cargaban sus mercancías, niños que jugaban en las calles. Todos parecían tener un propósito, una meta por la que seguir adelante. Gyojin, en cambio, se sentía perdido y sin rumbo. Un suspiro escapó de sus labios. Aquellos sentimientos le hicieron recordar la ausencia de su mejor amigo. ¿Qué estaría haciendo Durin ahora? Gyojin sabía que Durin se encontraba fuera de la aldea, de visita a familiares, y lo extrañaba. Vaya que le extrañaba. Él sabría cómo subirle el ánimo.

Gyojin se detendría a los pocos minutos de caminata luego de que un pequeño local de golosinas llamase su atención. Con tan solo un par de ryos, compraría algo para comer y se sentaría en un banquito no muy alejado del puesto. Ese sería el resto de su día: estar sentado comiendo golosinas y pensando en maneras de gastarle alguna broma a su hermano mayor.
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Una joven ardiente, una mirada lasciva y unos pendientes de gemas azules incrustadas en metal precioso, un traje negro con transparencia, una piel pálida y adornos por doquier. El pelo rojo que tapa su rostro y esos labios que llaman al encanto, una dama de la alta sociedad, una mujer como ninguna otra, con adornos dorados y una tela estampada se aproximaba a los locales, pasaba de uno en uno buscando algo, algo de que hablar con sus tendederos, buscando una palabra final entre ellos y lo que parecía ser, alguien recatada.

[Imagen: __shermie_the_king_of_fighters_drawn_by_...f31f7b.jpg]

Nada más alejado de la realidad, la mujer de las joyas simplemente estaba de paso, cobrándose de lo que era suyo, cobrándose de ciertos favores que había cubierto últimamente. Un joven de piel clara y cabello azulado había sido visitante de una de estas tiendas, el joven Gyojin, quien ahora comía sus golosinas en una banca a un lado cerca del puesto de dulces que acababa de visitar. La joven de esbelta figura y traje apretado no tardaría en llegar a dicho lugar, frente a la tienda de golosinas, la mujer se taparía la boca con el dorso de su muñeca y, coqueta y sorpresivamente, llamaría al dueño de una manera tan sutil y bella que podría encausar la rabia de muchos - hey, alimaña, he venido por lo que es mío. He cuidado de tu local, ahora págame, o me veré forzada a levantar mi guardia - dijo la mujer, para luego posar su palma en su mejilla y reposar su rostro en ella - se... señorita Sher... han venido a robar a mi local esta misma mañana... y la mañana de ayer... - eso no es mi problema, sin mi protección, no solo vendrían a robarte, la vida es algo que debes apreciar de mejor manera - dijo, amenazando al hombre aquella mujer de exuberante figura, casi sin reparos de ser escuchada por quien pudiese estar cerca del lugar.

Y si, la joven Shermie era una usurera, una criminal del bajo mundo, alguien que se ganaba el dinero a costa de la gente civilizada, alguien quien daba el dato a los criminales de baja alcurnia con tal de recibir algunos ryos de más... si, quienes vienen a robar tal vez no sean de su pandilla o algo parecido, pero si son rateros que se enteran de la seguridad y delinquen con seguridad en los territorios que maneja esta usurera del bajo mundo.
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Gyojin disfrutaba de su golosina sentado en aquel banquito, olvidándose al menos durante unos pocos minutos de lo mal que se sentía. Observaba a las personas yendo de un lado a otro, comprando cosas en los puestos de la aldea o simplemente deteniéndose para conversar con los vendedores. Se sentía muy bien disfrutar del tiempo libre de aquella forma, en lugar de dedicarlo a entrenar, cosa que siempre hacía. Entonces, la tranquilidad de su día se vio interrumpida por aquella mujer.

Su forma de vestir, de andar e incluso la propia presencia de la desconocida le hizo creer que era una de esas damas con las que su madre se juntaba. Él no entendía nada de los estratos sociales -y poco le importaba- pero creía ser capaz de reconocer a alguien con un simple vistazo. Sí, esa mujer debía ser una de esas imperiales de clase alta. Gyojin ofreció una sonrisa nerviosa cuando la mujer se encontraba lo suficientemente cerca de él, pero parecía ser que ni siquiera había notado su presencia. Se sintió un tanto ofendido y, con el rostro enrojecido, apartó la mirada. Pero cuando se disponía a seguir detallando los movimientos de la aldea, escuchó la conversación entre la pelirroja y el vendedor de golosinas.

"He cuidado tu local... págame... vendrían a robarte" —rescató pedazos de lo que decían, pero nada en concreto.

¿Por qué necesita un puesto de golosinas la ayuda de un guardia de seguridad?, pensó Gyojin, curioso. Bueno, aquella golosina era bastante rica. Tal vez los demás vendedores estaban celosos de él. El joven Hozuki notó cierta incomodidad en el rostro del vendedor. Incluso miedo. ¿Acaso no hacía dinero suficiente para pagarle a sus trabajadores? El niño no pudo evitar sentirse muy mal con respecto a esa situación. Decidido a dar una mano, se puso de pie y se acercó al puesto de golosinas, con el palito de caramelo aún en la boca.

¡Oiga, señorita! —alzó la voz—. Creo que puedo ayudar al señor con su problema.

Sin esperar a ver si sus palabras habían llamado la atención de los presentes, y decidido a colaborar en una solución, se llevó ambas manos a los bolsillos. Rebuscó en ellos con rapidez, juntando todo lo que podía y terminó por sacar ambas manos. En ellas había algo de polvo, envoltorios de golosinas de hacía un par de días y veinte ryos entre monedas y billetes. ¡Eso debería ser más que suficiente! Pensó el jovencito con una amplia sonrisa dibujada en el rostro.
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Última modificación: 01-06-2024, 06:05 AM por Shermie.
Aquel niño se acercaría, con lo que parecía ser un par de monedas y algunas pelusas de su bolcillo. Shermie le miraría desconcertada, casi como ignorándolo de inicio, sin embargo, le causo algo de curiosidad... Sin pensárselo mucho, la muchacha se acerco al joven muchacho y observo con mayor detenimiento...

solo eran un par de Ryos, y unos billetes... aproximadamente 20 ryos... 20 míseros ryos... - a ver... déjame ver... - diría la muchacha, acercándose por un costado del jovencito, observaría el dinero y, con su mano izquierda, tomaría los billetes y las monedas - oh, eres un primor muy ricachon, con esto podrías comprar mi amor si gustas - diría, apegando su cuerpo al del muchacho.

[Imagen: __shermie_the_king_of_fighters_and_1_mor...dde1e8.jpg]

La cara del vendedor de dulces mostraba su terror ante los comentarios de esta mujer... era claro, 20 ryos no eran algo que realmente pudiesen pagar la deuda que el tenia, ni mucho menos, era una ofensa para cualquier usurero recibir tal cantidad... pero, a lo mejor, a lo mejor esta mujer tenia algo de maternal... a lo mejor no era una mujer tan mala, tal vez, tal vez se apiadaba de este niño... su corazón albergaba esa esperanza... esperanza que se esfumaría con el actuar de esta mujer.

Con su diestra, un golpe desde la espalda hacia la nuca del niño iría dirigido, un golpe a traición mientras conversaba con el, mientras lo distraía con su exuberante figura... era una desalmada...

off
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Por fin, aquella mujer notaría la presencia del pequeño Gyojin, que con una sonrisa en su rostro se disponía a solucionar el problema del vendedor de golosinas.

Oh, no —respondió Gyojin a las palabras de la mujer—. Mamá dice que el amor es algo que debemos gana...

Se detuvo, sintiendo como el cuerpo de la mujer se apretujaba contra el suyo tras ésta acercarse para tomar los ryos que Gyojin le había ofrecido.

Gyojin no pudo evitarse sentir sumamente incómodo ante la situación, apartando su rostro tanto como podía para no quedar pegado de lleno contra su pecho.

Entonces Gyojin, con apenas el tiempo justo para darse cuenta, observó como la mujer elevaba el brazo y arrojaba un golpe en dirección de su nuca.

Su reacción fue rápida, pero no tanto como para salvarse del ataque. Alzó el brazo izquierdo tan rápido como pudo y lo interpuso en el camino del puñetazo, recibiendo el ataque de lleno en el antebrazo.

[Imagen: ZiZgN11.png]

Tomando impulso para dar un salto corto, y ahora más altera, Gyojin se alejaría de la pelirroja. Ahora, a dos metros de distancia, le fulminaría con la mirada.

¿Qué está mal contigo? —preguntó enojado y adolorido casi en igual medida—. Solo quería ayudar, no tenías porqué golpearme.

Justo hoy no traigo mi botella de agua. Pensó el joven mientras adoptaba una pose defensiva, sin deseos de pelear contra la desconocida.

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Estadísticas de Gyojin Hozuki
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Chico, tu eres quien se mete en mis negocios - dijo la joven dama, mientras posaba su mano frente a su rostro y de sus dedos, sus garras crecieron lentamente, una escena bastante macabra - entiende niño, la cuota de este tipo no puede ser pagado con unas pelusas y unos pocos ryos.

Nagai Kugi

Chakra: 218/228



[Imagen: riHESXC.png]

La joven Shermie era alguien de temer, alguien que no se guardaba nada frente a quienes creía eran presa fácil, y si tenia que dejar en claro algo, esta simplemente iba a hacerlo. Enfrentarse a un ninja de Kirigakure en frente de uno de sus objetivos era, de hecho, algo que le haría ver más fuerte - pequeño shinobi, muéstrame de que estas hecho - dijo, provocándolo a atacar, esperando para su ofensiva y así poder ver a su oponente sufrir ante ella - si eres un verdadero hombre - diría entonces, adoptando una pose provocativa, alzando su mano hacia el y retándolo a venir por ella - entonces no me harás esperar más.


El tendedero moría de miedo, pero no podía apartar la mirada de esta situación... la gente se había ido, ya nadie más paseaba por ese sector, nadie quería meterse en problemas cuando una pelea callejera estaba a punto de ocurrir.

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Última modificación: 05-06-2024, 12:19 AM por Gyojin Hozuki.
Gyojin no quería pelear.

Observó su antebrazo, magullado, y frunció el ceño. Un simple golpea le había causado un daño considerable. No, no quería pelea. Pero si no lo hacía... las cosas terminarían muy mal para él. No quería ni imaginarse lo que podía causarle un golpe de lleno. Debía pelear.

Esto me pasa por entrometido —murmuró de mala gana tras escuchar a la mujer.

Mientras las garras de la pelirroja de alargaban, el cuerpo de Gyojin también se veía modificado, acompañado por una tanda de sellos de mano. El agua y chakra que había logrado acumular en apenas un par de segundos se repartió por su cuerpo, alterando la estructura del mismo. Ahora, quien hacía un instante atrás era un simple niño, ahora alcanzaba los dos metros de altura. Y además de la estatura, su musculatura también había crecido.

Si esta tipa no me mata —susurró, preocupado—. Gogetsu seguro que lo hará luego de esto.

Una vez finalizada la tanda de sellos, corrió en dirección de la desconocida, con las gotas de la llovizna que él mismo había creado cayendo contra su cuerpo. Gracias a su velocidad, recortaría los dos metros de distancia que le separaban en un par de segundos, terminando el recorrido con un intento de aplicar un puñetazo cruzado contra el rostro de su rival.

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Este niño era, de hecho, perceptivo... no pensó ella nunca que el iba a ser capaz de bloquear su golpe de esa manera, sin embargo, el daño había sido efectivo. Se notaba en el rostro del muchacho que había sentido dolor, una leve sonrisa se dibujo en los labios de la pelirroja, observo de reojo el área y pudo deducir la falta de guardias del lugar... perfecto.

Se encontraban a pocos metros, y este niño simplemente diría palabras que la irritarían levemente - no, esto te pasa por mala suerte - dijo la gatita, lamiendo el dorso de su mano de manera provocativa - simplemente estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado - sonrió nuevamente, mientras observaba al muchacho de cerca y se preparaba para arremeter, sin embargo, algo la detuvo... algo inesperado para ella en ese momento... si, esto lo comprobaba todo...

[Imagen: __shermie_the_king_of_fighters_and_1_mor...d8df99.jpg]

¿sellos de mano? si... este niño es un ninja entrenado - pensó Shermie, rechistando los dientes en ese momento, mientras que rápidamente y a pocos metros de el, simplemente se abalanzo y, con el canto de su mano, golpeo hacia los brazos de su joven oponente, buscando frenar lo que sea que este intentaba hacer - hey, es peligroso usar ninjutsu en la aldea, y más si estas tan cerca de tu oponente - diría molesta, como si de una ofensa se tratase.

Tenokō

ch: 20 - Daño: 20+10 = 30



Mantenidas:
Nagai Kugi

ch: 10

Chakra: 188/228


off
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Cuando Gyojin se disponía a iniciar una lluvia con aquella técnica, la pelirroja se abalanzó sobre él a toda velocidad con la intención de atacar.

El accionar de la mujer interrumpiría los sellos del Hozuki, que apenas y alcanzaría a inclinarse hacia un costado, apartándose del camino y dejando que el canto de la mano ajena golpease contra su hombro y... se fundiese en él.

Tuvo que soportar el dolor de aquel golpe, aun más fuerte que el primero que había recibido, para reaccionar con rapidez y arrojar un un gancho izquierdo al rostro de su rival.

— ¡Déjame en paz!

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La sorpresa en el rostro de Shermie, el joven había licuado su hombro a gran velocidad, parecía viscoso y bastante acuoso, todo esto para dejar pasar un golpe directo hacia su rostro, un golpe que no había imaginado podría recibir de parte de un mocoso como el... una sonrisa nerviosa se dibujo en su rostro mientras esta recibía el impacto sin más.

[Imagen: 687690_1140x516.jpg]

Tras el golpe, la joven retrocedió un par de metros tras un giro por culpa del impacto, sus garras se retraían por culpa del dolor... ese niño... un shinobi... si... eso es lo que era este niño. Su mano se fue hacia su rostro, vio sangre brotar de su nariz y labio inferior, rechisto... luego, con una pose mal actuada y una voz aun más fingida esta empezó a decir - oooh no... los jóvenes de hoy en día, golpeando y abusando de una dama como yo - mientras actuaba como totalmente ofendida y dañada por dentro - imaginar que me iba a tocar con tal clase de mocoso... cada día más irrespetuosos - dijo, mientras giraba a ver a las personas de alrededor, quienes prontamente empezarían a juzgar la situación sin haber visto realmente lo que había gatillado este enfrentamiento mientras que el tendedero de la tienda guardaba silencio y agachaba la cabeza.

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El golpe de Gyojin había dado en el blanco, cosa que sorprendía incluso al propio Hozuki.

Gyojin retrocedió un par de pasos, su brazo licuado volviendo a formarse lentamente. Escuchó las palabras de aquella mujer, pero se negó a creerle.

Yo solo quería ayudar —exclamó enojado. El brazo le dolía muchísimo. No podía creer lo mucho que le habían lastimado con apenas un par de golpes. Estaba convencido de que otro ataque le habría dejado en el suelo. El no salir corriendo había sido un gran error.

N-No es lo que parece —agregó tras ver a los curiosos. ¿Creerían que él estaba atacando a la mujer? Vendía ese papel de inocente muy bien. Gyojin se sonrojó, entre enojado y avergonzado por lo que había ocurrido. Si su hermano se enteraba estaría en muchos problemas.

Él puede confirmarlo —dijo él, señalando al vendedor de golosinas.

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Última modificación: 26-06-2024, 03:14 AM por Shermie.
¿Qué esperaba? un tendedero asustado y temeroso, apenas fue señalado como testigo, este simplemente lo negó con la cabeza y se hizo para atrás, obviamente no querría meterse en problemas, problemas con una calaña tal como Shermie, la del flequillo rojo. La sonrisa malvada de la mujer era apenas visible para aquellos que a su espalda juzgaban a ese niño por atacar a una "inocente" mujer... pero, algo que le faltaba a la mujer era sutileza...

[Imagen: 82tBuWl.png]

En su acto de mosquita muerta, la mujer se aproximo un par de pasos a este joven ninja, se movía como una gata deseosa de consumir su pescado, simplemente para pararse frente a el y, con sutileza, bajar su torso en un perfecto movimiento de cadera, con su columna totalmente recta y sus piernas levemente flectadas, colocando una mano en su cadera y la otra a un lado de su labio, rebosando con ese néctar de sangre que brotaba por su boca - ahora vete, niño, de seguro tu madre te estará buscando en algún lado.

Sus palabras eran poco decorosas, su tono era sutil y suave, pero lo más importante era esto... alguien tan mal herido como ella suponía estar no se hubiese atrevido a actuar de esta manera... algunas personas empezaron a retraerse de sus palabras... era obvio que la victima no era ella... sin embargo, ella tampoco quería que tanta gente estuviese a su alrededor observando su interacción.
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