Iroh vs Sayuri
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Conocida entre amigos y adversarios como la Hija del Hielo, avanzaba con una confianza que parecía emanar de mi mismo ser. Mi figura, recortada contra el fulgor del crepúsculo, proyectaba una sombra larga y firme sobre la arena que crujía bajo mis pies. Cada paso que daba hacia la entrada de la majestuosa estructura era un eco de determinación, resonando en el silencio expectante del desierto. La multitud, un mosaico de rostros ansiosos y voces susurrantes, se agolpaba en las gradas del Coliseo, sus expectativas elevándose como una marea imparable con cada momento que me acercaba. Era como si el aire mismo vibrara con la anticipación de lo que estaba por venir, cargado con la electricidad de incontables corazones latiendo al unísono.

El sol, ahora un disco de fuego puro en el umbral del horizonte, parecía rendir homenaje a la maestra del fuego control, derramando sobre mí y sobre el Coliseo un manto de luz dorada. En ese instante, no era simplemente una competidora más en el ancestral juego de la fuerza y el ingenio; era la protagonista de una historia escrita en el lienzo del tiempo, una guerrera cuyo destino estaba entrelazado con el de la arena que ahora pisaba.

Con cada paso que daba hacia el corazón del Coliseo, el pulso de la multitud se aceleraba, sus almas suspendidas en un hilo de anticipación. La atmósfera se cargaba con una mezcla de nerviosismo y emoción, un preludio a la batalla que se avecinaba, donde mi leyenda como maestra del fuego control se enfrentaría a su próximo capítulo, escrito en el fuego, la pasión y el honor.

Ya me encontraba firmemente posicionada en el corazón del escenario, frente a frente con mi rival. Nuestros ojos se encontraron brevemente, intercambiando un saludo silencioso que resonaba con el peso de la anticipación. Con movimientos medidos, retrocedí unos cuantos pasos, creando una distancia de diez metros entre el centro y yo, estableciendo así el escenario para nuestro enfrentamiento. Mientras tanto, el narrador, con una voz que crecía en entusiasmo y resonaba a través del espacio, comenzó a presentarnos. Su tono vibrante buscaba capturar la atención del público, tejiendo una atmósfera cargada de expectativa y emoción.
Estadísticas de Sayuri Yuki

Vida: 170/170
Chakra: 575/575


Inventario
Pasivas
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El coliseo vibraba con la energía de la anticipación mientras Iroh avanzaba con paso seguro hacia el centro del escenario. Su presencia imponente y expresión serena denotaban la confianza que había acumulado a lo largo de su viaje. La multitud rugía en un murmullo constante, expectante ante el próximo espectáculo que se desarrollaría.

En el corazón del coliseo, una figura delgada de cabello violeta aguardaba a Iroh. Sus ojos, fijos en los suyos, revelaban la determinación propia de una guerrera. Un saludo silencioso se intercambió entre ambos, una conexión instantánea que solo los combatientes entendían mientras en anciano hacía una reverencía. Sayuri, la mujer de cabello violeta, parecía poseer una agilidad natural, y su presencia sugería una destreza formidable.

Decidido, Iroh retrocedió unos cuantos pasos, creando deliberadamente una distancia de diez metros entre ellos. Este gesto no solo establecía las reglas no habladas del enfrentamiento, sino que también permitía que el público captara cada movimiento con claridad. La multitud esperaba con aliento contenido, sus ojos enfocados en la arena donde se desarrollaría el duelo. -Disfrutemos este encuentro, vamos a darlo todo-

El narrador, con una voz atronadora que resonaba en el coliseo, comenzó a presentar a los combatientes. Cada palabra que pronunciaba aumentaba la intensidad del ambiente, tejiendo una narrativa emocionante que envolvía a la audiencia. Describía las habilidades de Iroh, su maestría en el fuego control, y las habilidades misteriosas de Sayuri, la dama de la agilidad y la astucia.

"¡En el rincón izquierdo, el maestro del fuego control, Iroh, proveniente de tierras lejanas y cargado de sabiduría ancestral! ¡Y en el rincón derecho, la dama de la agilidad y la astucia, de cabello violeta como la noche estrellada, una guerrera que ha dejado su marca en innumerables combates!"

El público respondía con vítores y aplausos, su entusiasmo creciendo a medida que la presentación continuaba. Iroh, con un gesto de su mano derecha, saludó a la audiencia en reconocimiento a su apoyo. Luego, dirigió una mirada respetuosa a Sayuri, expresando su admiración por la valiente guerrera que tenía frente a él.

La mujer de cabello violeta también asumió una posición de combate, su mirada intensa y su cuerpo listo para la acción. La tensión en el aire era palpable, como si la misma arena estuviera cargada de electricidad. El narrador, con un tono que rozaba la exaltación, anunció el inicio del enfrentamiento.

"¡Que comience el duelo en el coliseo de emociones desbordantes! ¡Que los elementos guíen sus movimientos y el espectáculo nos deje sin aliento!"

Con esas palabras, el coliseo se sumió en un silencio momentáneo antes de que estallara en gritos y aclamaciones. La batalla estaba por comenzar, y tanto Sayuri como Iroh estaban listos para ofrecer un espectáculo digno de la grandiosidad del coliseo sabakugami.


Estadísticas de Iroh Azulón
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Observe con atencion como el señor en frente saludaba al publico, parecia estar bastante tranquilo y confiado con la situacion. Asi que intente copiar sus gestos, por lo que tambien levantaba mis brazos y los agitaba para animar al publico situado en las gradas, a la vez que sonreia exageradamente. Tras esto, mi mirada se volvia a posar sobre la persona con la cual me iba a enfrentar, y si, un poco de sudor comenzaba a trazar su camino por un costado de mi frente. -Mis deseos son los mismos que los suyos, Señor Iroh.- Saludaba mostrando respeto, para luego ponerme en posicion defensiva, esperando que el anunciante diera comienzo a la batalla. 

'Enfrentarme a un maestro del fuego... Ser la Hija del Hielo parece tener poco valor en este instante.' Una sombra de desconcierto se cernió sobre mí al notar la omisión de mi pseudónimo por parte del presentador al anunciarme ante la multitud. No era mi primera vez en este escenario, y había hecho especial énfasis en inscribirme bajo ese nombre para los combates. Aunque no era crucial, había algo peculiarmente satisfactorio en ser reconocida de esa manera; era un detalle que, aunque menor, me hacía sentir un poco más conectada con el público. 'Supongo que será un detalle a recordar para futuras ocasiones', pensé, intentando no darle mayor importancia. 'Al menos, tengo a mi favor una destreza considerable en el manejo del agua, y las técnicas de Kirigakure en este elemento son excepcionales.' Reflexionaba internamente, trazando posibles estrategias en los escasos segundos que restaban antes del inicio del combate.


Observé detenidamente a mi oponente, quien saludaba al público con una serenidad y confianza que parecían inquebrantables. Decidí emular su comportamiento; levanté mis brazos y los agité enérgicamente, intentando infundir ánimo en los espectadores desde las gradas, mientras esbozaba una sonrisa exagerada. Sin embargo, al volver mi atención hacia el individuo al que me enfrentaría, una gota de sudor trazó un camino incierto por el costado de mi frente. -Mis deseos son los mismos que los suyos, Señor Iroh-, expresé con un tono que destilaba respeto, al tiempo que adoptaba una postura defensiva, aguardando el anuncio que daría inicio a la batalla.

"¡Que comience el duelo en el coliseo de emociones desbordantes! ¡Que los elementos guíen sus movimientos y el espectáculo nos deje sin aliento!"

La proximidad entre nosotros era notablemente estrecha, apenas diez metros de vacío que se extendían como un abismo desafiante, prometiendo que la rapidez y la precisión serían las llaves maestras para inclinar la balanza a favor de uno de nosotros. En el instante en que el narrador marcó el inicio del duelo con su voz resonante, mis manos ejecutaron una coreografía de movimientos ágiles y calculados, desplazándose desde mi cintura hasta proyectarse hacia adelante, desvelando mi primer asalto. Lancé un cuarteto de estrellas afiladas, cada una forjada con la intención de cortar el aire y encontrar su destino en la figura de mi oponente, Iroh.

Eran cuatro mensajeras de acero, trazando trayectorias letales en el espacio que nos separaba. Dos de ellas, hermanas gemelas en su propósito, buscaban el pecho de Iroh, apuntando con precisión quirúrgica hacia cada uno de sus hombros, como si quisieran perforar el mismo corazón de su defensa. Las otras dos, más terrenales en su enfoque, rasgaban el aire a menor altura, dirigidas con astucia hacia sus piernas, en un intento de mermar su movilidad. La estrategia detrás de este ataque inicial era tan clara como el cristal: deseaba desentrañar los secretos de su agilidad, observar la elegancia de su danza defensiva y, sobre todo, medir la profundidad de su ingenio en el arte del combate. Sobretodo, si era capaz de descubrir el pequeño as que tenia bajo la manga, y es que estos proyectiles no iban a la velocidad esperada.

Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 170/170
Chakra: 550/575

Reppushou
Chakra: 35-5(esp)-5(cau)=25
Pasiva Yuki

Daño Shurikens

Inventario
Pasivas
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Última modificación: 15-03-2024, 05:06 PM por Iroh Azulón.
Con agilidad sorprendente para alguien de su edad, el viejo general Iroh esquivó los shuriken lanzados por Sayuri con movimientos fluidos y precisos. Inclinándose ligeramente hacia la derecha, esquivó hábilmente los proyectiles mientras mantenía su postura firme. Sin perder tiempo, ejecutó un barrido rápido y contundente con su pierna derecha, desencadenando una llamarada alargada en forma de media luna que se lanzó velozmente hacia las piernas de Sayuri.

La llamarada surcó el aire con determinación, buscando alcanzar a su objetivo. Pero la ofensiva no terminó ahí. Iroh continuó su movimiento, utilizando su puño izquierdo para desatar una segunda llamarada de fuego, esta vez dirigida hacia Sayuri con la intención de mantenerla bajo presión.

Mientras el caos ardiente se desataba en la arena del coliseo, Iroh no dudó en demostrar su astucia táctica. Con un rápido sello de manos, convocó una copia exacta de sí mismo que apareció tras él. El clon, con los ojos cerrados y en cuclillas, comenzó a meditar serenamente.

Mientras observaba la reacción de su oponente, Iroh dirigió unas palabras a Sayuri con voz serena pero llena de determinación. -Un placer cruzar armas contigo jovencita ¿Como puedo llamarte?-


off
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La escena que se desplegaba ante mis ojos era, en todos los sentidos, un espectáculo que desafiaba mi comprensión del mundo y de las capacidades humanas. Observar a una persona, cuyos años de vida superaban con creces lo que uno esperaría de un guerrero ágil, moverse con una destreza y precisión que desmentían su edad avanzada, era un fenómeno que me dejaba boquiabierta. Con una facilidad que rozaba lo sobrenatural, lograba esquivar mis shurikens, esos proyectiles de acero que había lanzado con la intención de medir su habilidad, sin mostrar el menor atisbo de dificultad. Era tal su maestría, que me atrevía a pensar que, de no ser por el calor sofocante que caracterizaba a la región en la que nos encontrábamos, aquel esfuerzo no habría conseguido arrancarle ni una sola gota de sudor.

Desde la distancia que nos separaba, no pude contener la admiración que brotaba de mi ser, y con un tono que mezclaba el respeto con la emoción, exclamé: -¡Buen movimiento, señor!- Mis palabras viajaron a través del espacio que nos dividía, intentando hacerle justicia a la impresión que su habilidad había dejado en mí. Mientras tanto, mis ojos no perdían detalle de cada uno de sus movimientos, estudiándolos con la atención de quien se sabe ante un oponente digno de todo respeto.

Mi rival, un adversario cuya astucia y habilidad no podían ser subestimadas, seguramente ya estaba urdiendo su próximo movimiento ofensivo. En mi mente, se libraba una batalla estratégica: debía estar preparada para esquivar su ataque con destreza o, si la situación lo requería, enfrentarlo de frente. La incógnita persistía: ¿nos sumergiríamos en el frenesí del combate cuerpo a cuerpo o continuaríamos midiendo nuestras fuerzas a distancia? Solo el fluir de la batalla desvelaría el camino a seguir.

Iroh, mi enigmático oponente, se movía con una gracia que desafiaba las expectativas. Sus movimientos, fluidos y precisos, recordaban más a los de un bailarín que a los de un shinobi endurecido por la batalla. Con una elegancia, trazó en el aire con su pierna una línea imaginaria, precursora de un espectacular arco de fuego que se lanzó velozmente hacia mí. Sin embargo, para mi sorpresa, aquella manifestación de poder se disipó a mitad de camino, como si nunca hubiera pretendido alcanzarme. '¿Una distracción?', me pregunté, consciente de que el lujo de la duda era un lujo que no podía permitirme en medio del combate. No había tiempo para reflexionar; Iroh ya estaba preparando su siguiente jugada.

Una poderosa ráfaga de fuego se abalanzó hacia mí con una velocidad intimidante. Confiando en mi propia agilidad, activé mis reflejos y me lancé a un lado, esquivando el ataque con la precisión de quien ha danzado esta danza mortal más veces de las que puede contar. Decidida a mantener la distancia estratégica que nos separaba, me moví hacia mi izquierda, asegurándome de que los diez metros que nos dividían permanecieran intactos.

-Sayuri, del clan Yuki de Kirigakure, el honor es mío, señor Iroh. Algunos me dicen '' La Hija del Hielo''-, declaré con una voz que, aunque distante, portaba la firmeza y el respeto que la situación demandaba. Mis ojos, agudos y calculadores, no perdían detalle de los movimientos de Iroh, quien con una destreza que denotaba años de práctica, comenzó a realizar una serie de sellos manuales. Reconocí de inmediato la técnica: la creación de clones. Sin embargo, lo que siguió fue inesperado. Dejó a su clon atrás, inmóvil, como si fuera una pieza descartable en un juego mucho más grande. '¿Será posible...?' La idea de que ambos compartiéramos esta habilidad cruzó mi mente, pero decidí no precipitarme.

El clon de Iroh, inerte y meditativo, se presentaba como un blanco fácil. Sin embargo, en el campo de batalla, las apariencias suelen ser engañosas. Decidida a mantener la presión, repetí la acción de hace unos instantes. Cuatro shurikens, impulsados por el poder de mi técnica REPPUSHOU, cortaron el aire con una velocidad sobrenatural, dirigidos esta vez hacia el torso de Iroh. Si optaba por esquivar, inevitablemente, los proyectiles continuarían su trayectoria hacia el clon situado a sus espaldas.

Pero mi ofensiva estaba lejos de terminar. Con un movimiento fluido y preciso, mis manos se encontraron frente a mi pecho, tejiendo una serie de sellos a una velocidad vertiginosa. Un segundo después, tres imponentes estacas de hielo emergieron del suelo a mi alrededor, cada una apuntando hacia Iroh con una precisión mortal. Las estacas, dispuestas estratégicamente para cubrir cualquier posible ruta de escape, se extendían hasta alcanzar los quince metros de distancia. Una a su izquierda, otra a su derecha, y la última en el centro, todas a la altura de su torso. Si los shurikens no eran suficientes, esta última estaca estaba destinada a acabar con el clon. Separadas por un metro entre sí, y con un grosor de dos metros de diámetro, el alcance total de mi ataque abarcaba ocho metros, un testimonio de la magnitud de mi determinación.
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Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 170/170
Chakra: 475/575

Ofensivas

Inventario

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Pasivas
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En un despliegue impresionante de habilidad, la rival de Iroh, Sayuri, respondió con una nueva ráfaga de ataques. Shuriken surcaron el aire en dirección al veterano general, seguidos de pilares de hielo que siguiendo rápida secuencia de sellos emergieron alrededor  de la mujer y extendiéndose contra iroh con una destreza impresionante. Era evidente que Sayuri poseía un dominio excepcional sobre el elemento agua, incluso superior al de Iroh, el maestro elemental.

Sin embargo, el viejo general no se dejó intimidar por la demostración de poder de su oponente. Con calma y determinación, en cuanto los kunai surgieron hacía él y su clon realizó una rápida sucesión de sellos de manos mientras pronunciaba unas palabras corteses hacia Sayuri. -Un gusto, Sayuri., a mi puedes llamarme Iroh, No conozco tu tierra, pero estoy seguro de que tu apodo te lo has ganado gracias a tu desbordante talento-.

Los sellos de Iroh desencadenaron un pequeño terremoto a su alrededor, provocando una perturbación en el suelo que, de manera sorprendente, se abrió de repente. Justo cuando los kunai estaban a punto de alcanzarlo, el suelo cedió bajo sus pies, hundiéndolo a él y a su clon en un pequeño orificio cilíndrico bajo tierra. Allí, estaban a salvo de los múltiples ataques de Sayuri, al menos por el momento.


Contenido Oculto





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La sorpresa inicial que me había causado este señor de avanzada edad, con quien me encontraba enfrascado en un duelo, había dado paso a un sentimiento completamente distinto. Ya no era asombro lo que sentía al observar sus movimientos y estrategias; más bien, comenzaba a brotar en mi interior una profunda admiración por su estilo de combate, tan refinado y magistral. Había presenciado antes la táctica de romper el suelo para esquivar ataques dirigidos, una maniobra audaz que requería tanto de precisión como de un agudo sentido de anticipación. Sin embargo, lo que Iroh había hecho superaba todo lo visto anteriormente.

No se limitó a fracturar una mera roca bajo sus pies; Iroh fue mucho más allá. Con una destreza que rozaba lo sobrenatural, creó un agujero que engulló todo el suelo bajo él, sumergiéndose completamente y desapareciendo de mi vista. La escena se grabó en mi mente. 'Pues tengo una idea rara, a ver qué tal sale', me dije a mí misma, con una mezcla de curiosidad y determinación.

Sin permitir que el tiempo se diluyera más de lo estrictamente necesario, mis manos comenzaron a danzar en el aire, trazando una rápida secuencia de sellos que ya había ejecutado en ocasiones anteriores. Casi de inmediato, el suelo respondió a mi llamado, y de sus profundidades emergió un imponente pilar de hielo, que se elevaba con una velocidad vertiginosa hacia el refugio subterráneo que Iroh había creado para sí mismo. Sin embargo, mi intención no era impactar directamente contra su escondite, sino algo mucho más audaz. ¿Por qué? Aquí es donde la estrategia se torna especialmente astuta y divertida, por lo menos a mi entender.

Mi velocidad de desplazamiento, aunque considerable, no se comparaba con la rapidez con la que mi jutsu podía viajar. Por lo tanto, mi plan era aprovechar la velocidad del pilar de hielo, montándome sobre él para así recorrer la distancia que nos separaba a una velocidad asombrosa. De esta manera, llegaría al punto donde se había ocultado mi rival mucho antes de lo que él podría anticipar. Desde su perspectiva, lo único que vería sería la aparición de otro pilar de hielo, una táctica que ya había presenciado. Sin embargo, la verdadera sorpresa se desvelaría cuando, alzando la vista, me encontrara de pie sobre el pilar, listo para el próximo movimiento.
Hyōton: Hissatsu Hyōsō
Chakra: 20-5(esp)-5(caut)=10
Kinobori no Waza


Aferrándome con firmeza al pilar de hielo mediante la técnica del Kinobori, que me permitía adherirme a cualquier superficie, me preparaba para lanzar mi siguiente jutsu, esta vez con la intención clara de atacar directamente a Iroh. A medida que el pilar se acercaba al gran hoyo creado por mi oponente, y podía distinguir tanto a Iroh como a su clon, ejecuté mi técnica con precisión. Desde el suelo, justo debajo de donde se encontraban Iroh y su clon, emergieron dos enormes picos de agua, apuntando directamente hacia ellos, con la idea de atravesarles.. Casi simultáneamente, otros dos picos de agua surgieron de los costados del hoyo hacia dentro del mismo, atacando horizontalmente. Cada uno de los objetivos estaba amenazado por dos de estos pilares acuáticos, lo que les obligaría a enfrentar un ataque por dos frentes si no lograban esquivarlos a tiempo.
Mizusekijun
Chakra: 40-5(esp)-5(caut)=30 / Daño: 15+10(esp)=25 c/u / Velocidad: 60 CCK

A pesar de la ofensiva, el pilar de hielo en el que me encontraba no se detuvo. Continuó su trayectoria unos cinco metros más, alcanzando su distancia máxima de unos quince metros. Mi intención no era darle a Iroh ninguna oportunidad de contraatacar, por lo que decidí mantener mi rumbo y desaparecer de su vista, alejándome del hoyo. Sin embargo, permanecí de pie sobre el pilar, alerta y preparada para responder a cualquier movimiento que el amable señor decidiera hacer a continuación. --¡Muchas gracias! Pero este nombre me lo acabo de inventar para inscribirme en este coliseo jajaja-

Contenido Oculto

Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 170/170
Chakra: 435/575
Hyoton: Hissatsu: 10
Mizusekijun: 30
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Pasivas
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Con un movimiento ágil y elegante, Sayuri se deslizó hacia Iroh en un pilar de hielo, lista para desencadenar su próximo ataque. Sin embargo, su sorpresa sería palpable cuando al mirar dentro de aquel orificio, se encontrara con que el único ocupante del orificio en la tierra era el clon de Iroh, mientras que el verdadero maestro había desaparecido. (revelo hide)

Mientras Sayuri concentraba su atención en el clon y realizaba sus sellos de manos para preparar su ataque destruyendo al tranquilo clon que aun meditaba en el agujero, Iroh emergió del suelo a dos metros detrás de ella, colocándose estratégicamente a su espalda, fuera de su campo de visión. Con una maestría impresionante, el anciano ejecutó una serie de movimientos precisos.

Con dos rápidos pisotones seguidos de golpes al aire, Iroh canalizó su habilidad en el control de la tierra, haciendo que dos rocas esféricas emergieran del suelo, ambas a espaldas de la mujer una justo al lado de Sayuri a menos de un metro de la chica y la otra a la derecha de Iroh, a una distancia de dos metros de ella. Las rocas, del tamaño de un torso humano, fueron lanzadas con una fuerza impresionante, respondiendo a los movimientos fluidos de Iroh.

El ataque fue rápido y certero, desafiando la habilidad de Sayuri para reaccionar a tiempo. La albina se vio obligada a enfrentar una situación desafiante, con rocas gigantes acercándose rápidamente desde dos direcciones diferentes. Su astucia y habilidad serían puestas a prueba en este enfrentamiento contra el experimentado maestro de la tierra y el fuego.





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Última modificación: 24-03-2024, 01:12 PM por Sayuri. Razón: Solo colocar una imagen de Sayuri Senin. Y editar unos tiempos.
La sorpresa fue enorme al darme cuenta de que solo uno de los dos Iroh que había visto antes permanecía en el lugar donde había apuntado mi jutsu de agua. El torrente atravesó sin más al único cuerpo en el agujero. ¿Era el clon o el verdadero? Me preguntaba mientras seguía adelante gracias a mi jutsu de hielo. Sin embargo, la incertidumbre se desvaneció rápidamente al ver cómo desaparecía el maestro de tierra tras ser atravesado, indicando claramente que ese era el clon. 'Bastante inteligente, señor... Ahora, ¿dónde estará?'.

Mis ojos escudriñaron rápidamente el entorno, tratando de localizar apresuradamente a mi rival. Pero todo lo que divisé fue una gran roca levitando a mis espaldas; de hecho, eran dos, y en medio de ellas estaba él, danzando como antes, pero esta vez controlando las rocas en lugar del fuego. -No deja de sorprenderme... y parece que no usa sellos con sus tecnicas, buen arte-, le comentaba rapidamente. Sin embargo, no era momento de analizar sus movimientos. Una de esas rocas se precipitaba hacia mí con velocidad, reduciendo drásticamente mis posibilidades de esquivarla. Ni hablar de la segunda roca que le seguía de cerca. Parecía inevitable recibir un impacto considerable y dañino. En realidad, había opciones para esquivarlo, pero preferí conservar mi chakra, por si la pelea se prolongaba demasiado.

Resistí todo lo que pude el impacto de la primera masa de roca sólida, pero no hubo fortuna al tratar de defenderme de semejante golpe potente. Mi cuerpo fue arrojado varios metros hacia atrás, exactamente dos para ser preciso. Al caer y golpearme con fuerza contra el suelo, en un leve estallido, mi presencia se desvaneció, dejando solo el aire en su lugar. Ya no estaba allí; mi figura, que presumiblemente era observada por los ojos de Iroh, se había desvanecido sin dejar rastro. ¿Había preparado alguna técnica de antemano? Es posible, o quizás algo más estaba en juego.

En una posición familiar para los espectadores del combate, se encontraba otra Sayuri. Pero no era otra; era la original. Asi se resolveria entonces el misteria, quien había sido golpeada por la roca: era un clon. Sin embargo, algo había cambiado en la Hija del Hielo; se podía percibir un aura más relajada, como si estuviera en perfecta armonía con su entorno. Había logrado activar el modo que le habían enseñado los osos de su pacto; había entrado en el modo Senin inicial. Una de sus características principales era que sus ojos se tornaban completamente rojos, los cuales ya estaban totalmente abiertos observando lo sucedido, y tambien recibiendo toda la informacion de su doble al ser derrotado. 
senjutsu: chakura
CK: 50+1 CKN = 3 CKN
senjutsu: sennin inicial
+1 CKN = 4 CKN
[Imagen: LAKk70p.jpeg]
La distancia que separaba a ambos rivales ahora rondaba los diecisiete metros. ¿Sería suficiente para sorprender a Iroh con algún jutsu a distancia? 'Creo que ha llegado el momento de llevar la lucha a un terreno más cercano', pensé rápidamente. En un movimiento fluido, concentré chakra en mis piernas y, en un abrir y cerrar de ojos, desaparecí del lugar, reapareciendo unos metros detrás y a la derecha de Iroh, exactamente a siete metros de distancia. Mi intención era asegurarme de que no notara mi presencia, aunque yo sí la suya. Por eso una rápida secuencia de sellos desencadenó una densa niebla que se arremolinaba a mi alrededor, ocultando momentáneamente la visión de los presentes. 'Una lástima por los espectadores; espero que les hayan proporcionado gafas especiales o algo así', reflexioné brevemente. Sin embargo, en ese momento, mi atención estaba completamente centrada en Iroh; él era quien verdaderamente importaba en ese instante, y con su visión probablemente obstruida por las circunstancias, tenía la ventaja.
Shunshin no Jutsu
CK: 35-5(esp)-5(caut) = 25
Kirigakure no Jutsu
CK: 30-5(esp)-5(caut) = 20

Comencé a moverme ágilmente, mis ojos rojizos nunca perdiendo de vista a mi rival mientras apuntaba directamente a su pecho con mi mano extendida. Con una velocidad sorprendente, una estaca de aire, ligera pero potente, se lanzó hacia él con el objetivo de impactarle de lleno 'Que hace si le meto esto' Sabia que ahora podia imbuir de chakra sabio a los jutsus, asi que probaria. Asi mismo, me movia en otra direccion, siempre intentanto mantener el margen de dos metros que hacia que mi rival no me viera, pero yo si a el, es decir, que el estuviera entre los cinco y siete metros con respecto a mi posicion.
Suiryoku
CKN: -1 / CKN: 70-5(esp)-5(caut) = 60 / Pv: 75 + 10(esp) + 10(sen)= 95 / Velocidad: 60+10= 70Cck

Estadísticas de Sayuri Yuki
Chakra Natural: 3
Vida: 170/170
Chakra: 259/575
-25-20-50
Senjutsu: 90/150
-60
senjutsu: chakura
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Combate Finalizado
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