Cincuenta años atrás era abandonado en un templo sobre lo alto de una montaña en el País del Rayo, allí un templo que le dio resguardo desde niño. Creció rodeado de ancianos, los cuales no solo eran sus maestros, sino que eran familia para El, un vinculo que llevaría para siempre consigo. Con el paso del tiempo Krillin se convirtió en un niño muy sabio, para entonces había sufrido la muerte de varios de sus amigos y había aprendido lo suficiente como para usar el KI, un doctrina que llevaría veinte años en aprender para cualquier ser humano, pero este niño era la excepción, demostrando ser un joven con mucho potencial y carisma.
Dos veces por año, en cada solsticio, los ancianos monjes emprendían una travesía a pie donde cruzaban la montaña hasta dar con un templo vecino, allí sucedía un encuentro de monjes y oportunamente intercambiaban mercaderías para continuar el año. Este festival tuvo lugar durante cientos de años en antaño, con el paso del tiempo y la modernización fue mermando hasta casi desaparecer por completo de la tradición. Hoy día escasean los monjes siendo pocos los templos que aun conservan vida, quedando en ocasiones abandonados o desprotegidos de las manos del Imperio.
El crecimiento del nuevo monje lo llevo a entender el mundo de otra manera y a generar su propio sentido de vida. Agradecido con sus monjes decidió estudiar a fondo las viejas técnicas shinobi para poder hacerle frente al origen de la corrupción. La idea de un mundo más justo acompañada de ánimos aventureros lo hicieron escaparse del Monasterio con solo quince años. En ninguna instancia sería aprobado por sus Maestros quienes insistían que su lugar era la montaña y no debían intervenir de ninguna manera en el mundo exterior. Krillin rezagado decide escapar una noche de invierno, a partir de entonces su vida daría un cambio completamente radical.
Dos veces por año, en cada solsticio, los ancianos monjes emprendían una travesía a pie donde cruzaban la montaña hasta dar con un templo vecino, allí sucedía un encuentro de monjes y oportunamente intercambiaban mercaderías para continuar el año. Este festival tuvo lugar durante cientos de años en antaño, con el paso del tiempo y la modernización fue mermando hasta casi desaparecer por completo de la tradición. Hoy día escasean los monjes siendo pocos los templos que aun conservan vida, quedando en ocasiones abandonados o desprotegidos de las manos del Imperio.
El crecimiento del nuevo monje lo llevo a entender el mundo de otra manera y a generar su propio sentido de vida. Agradecido con sus monjes decidió estudiar a fondo las viejas técnicas shinobi para poder hacerle frente al origen de la corrupción. La idea de un mundo más justo acompañada de ánimos aventureros lo hicieron escaparse del Monasterio con solo quince años. En ninguna instancia sería aprobado por sus Maestros quienes insistían que su lugar era la montaña y no debían intervenir de ninguna manera en el mundo exterior. Krillin rezagado decide escapar una noche de invierno, a partir de entonces su vida daría un cambio completamente radical.