¿Cuánto tiempo ha pasado desde su última aparición? Se desconoce la respuesta, pero, sin duda, han acontecido muchas cosas en el mundo ninja. Varios de sus aliados han caído. A algunos los ha sentido más que otros, pero es consciente de que eso no puede detenerlo. Siempre supo que el camino es largo y complejo, cuyo final posiblemente ni logre conocer. Pero eso es lo maravilloso de la vida, lanzarse hacia ella sin tener la certeza de nada. La sorpresa que trae cada día el destino es lo que logra que este mundo sea tan interesante como es. Aunque, así como todo, puede ser controlado. Y ese es su deseo, lograr que todo se mueva como él quiera, en donde toda la mierda que afecta a la gente desaparezca. Lamentablemente, no puede lograrlo solo. E, independiente de todas las veces que deba comenzar de cero, jamás se rendirá.
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Así que tú también, Rhooh… — ¿Qué se necesita para sobrevivir y no caer en este mundo? Ya quedó claro que fuerza no es la respuesta, pues muchos poderosos han caído. ¿Suerte quizás? Puede ser. —
Khal, Isshin, Hirose… Incluso más atrás con los otros… — Todo lo construido siempre se derrumbaba, tarde o temprano. ¿Qué se deberá cambiar para que el resultado sea diferente? Las piezas cambian, pero el tablero se mantiene. ¿Habrá acaso que simplemente esperar a que las piezas calcen de forma perfecta en el rompecabezas? La suerte es un aspecto que no se puede ignorar. Para bien o para mal, puede decidir todo.
Transportándonos a la Tierra del Fuego, donde tanta historia se ha creado y tantos shinobis poderosos han dejado huella. Tierra caracterizada por entregar ninjas prometedores, aquellos que han transportado la voluntad de fuego generación tras generación. Si bien su nación es conocida como una de las más poderosas, no deja de estar anclada a este sistema en el mundo que tanto dolor ha traído en aquellos que no poseen una espada para defenderse, o un techo en el que refugiarse. Así que aquellos que ansían la libertad también se encuentran ahí, al igual que en cada nación del mundo. Solo es cuestión de buscarlos y encontrarlos.
Pero este ya no es su labor, pues para lograr un resultado distinto, tomando decisiones diferentes, el protagonista hoy es otro. Aquel que mueve todo con sus hilos tal vez sea el encargado de maniobrar el destino y llevarlos hasta un mundo nuevo, uno en donde se pueda respirar libre.
Aún no anochece, pero está cerca. El bosque con sus prominentes árboles y hojas son el escondite perfecto para aquellos que no requieren interrupción ni molestias, que solo desean conocer una perspectiva nueva y poner en juego sus talentos, pero con un objetivo diferente al que han perseguido hasta ahora. Ahora ellos tienen el poder de decidir, no tienen por qué dejar que otros, dentro de unos muros, decidan por ellos.
Sin embargo, siempre hay alguien, un solo personaje capaz de aparecer cuando menos se lo esperan. Es posible que aquel de habilidades sensoriales ya se haya percatado de él, pero cuando pueda dar aviso, es demasiado tarde. —
¡Hoooola! — Desde lo profundo de la tierra, emerge él, justo en medio de todos los presentes. Probablemente ellos entren en guardia ante una aparición repentina. El clima fue tenso mientras el reclutador hablaba, pero también pacífico, por lo que cualquier elemento extra adquiría un peso aún mayor. Por supuesto, todo fue planeado.
Pero la nueva pieza, anterior rey, hoy simple peón, no muestra ninguna actitud agresiva, así que ayudaría a calmar cualquier instinto de combate que pudiera crecer en el resto. —
No es tan cómodo descansar ahí abajo. — Comenta, como si nada. Mientras tanto, se pone de pie. Consigo lleva ese característico sombrero y un saco con cosas en su espalda, pues no olvidemos que, para ojos del mundo, es un humilde comerciante. —
Este hombre… Ya veo. — Nunca han cruzado palabras, pero el difunto de blancos cabellos fue observado por el protagonista lila, así que sus contactos han pasado aunque una vez por sus ojos, a la distancia.
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Yo también estoy interesado en lo que tienes que ofrecer. Al parecer, “él” te enseñó bien. — No fue específico, no aclaró a quién se refería. Esa chispa de misterio es algo que quiso agregar a la receta que se estaba cocinando en ese momento. Agregar una pregunta extra al tablero siempre es emocionante, sobre todo cuando las respuestas escasean.
Ahora, ¿cómo se tomará aquel interesante tridente la aparición de un nuevo personaje?