[Evento Navidad] Visas y Visados
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Última modificación: 01-01-2024, 02:57 PM por Skuld Samuru.
18 Diciembre | País de las Aguas Termales - Ciudad Capital

El frío invernal y las primeras nevadas del año se habían retrasado un poco más de lo esperable, pero unos pocos días atrás, finalmente, un fino manto de color blanco habría cubierto las aceras, árboles y tejados de Ciudad Capital. Niños y mayores ya poblaban las calles, disfrutando de las primeras nevadas del año, aún inconscientes de lo que aquello implicaba... Oficialmente, acababa de empezar la temporada navideña.

Como si se tratara de una horda de entes en cuya mente solo cabían derroche y disfrute, centenares de turistas comenzarían a llegar cada día, al tiempo que las decoraciones invernales empezaban a dejarse ver en cada esquina, callejón y plaza de relativa importancia. Los tonos rojos, dorados y plateados, así como las luces festivas que los alumbraban, acompañarían con no demasiada sutileza pero si acertada belleza a aquellos días previos a la gran festividad que el país iba a acoger aquel año, y con ellos, llegarían las primeras señales del cada vez más próximo fin del adviento... Los niños ricos.
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En la plaza central de la ciudad, al lado de varios carruajes marcados por el más ostentoso derroche decorativo, cuatro jóvenes vestidos con ropas de alta marca y un fino trabajo de estética y peluqueria -que se dividían en tres chicas de buen ver y un joven visiblemente entretenido por su compañia- esperaban, no sin cierta y palpable impaciencia, a la llegada de los ninjas que, muy a su pesar, les habían Sido asignados como guardaespaldas para aquel día concreto.

El problema no residía en que sus escoltas estubieran demorándose más allá de lo acordado, si no en la excesiva premura que los carromatos habían aplicado a la hora de llevarlos al punto de encuentro -posiblemente inducida por la apremiante necesidad de los chóferes de quitarse a los jóvenes de encima- que ahora resultaba en el visible hastío y aburrimiento que se reflejaba en dos de las muchachas, Asha y Marie. Estas jóvenes de cabellos plateados y aproximadamente dieciocho años, eran claramente amigas o hermanas. Portaban, de manera casi idéntica, un vestido ceñido pero elegante; de tonos rojizos en el caso de la primera y pastel de la segunda, decorados con detalles dorados y plateados y con quizás demasiado poco corte en el largo de sus faldas; tal y como parecía reafirmar, pese a los capotes de tono oscuro que cubrían sus hombros y cuello (dejando pese a todo un sugerente escote) el leve temblor de sus piernas, equipadas en ambos casos con un par de botines con tacón que parecían no ayudar demasiado en la tarea de mantenerlas calientes.

Por otro lado, el joven, Duke, parecía estar más ocupado en escanear a las dos primeras jóvenes como si fueran el último gran descubrimiento del siglo, que en preocuparse por el frío que les acosaba. Vestido de manera más "casual", no pasaba desapercibido el hecho de que  sus prendas y joyería, en conjunto, posiblemente servirían para pagar la mensualidad de cualquier hogar promedio; y aún sobraría para una buena cena. El joven, que agitaría su cabello negruzco y semi largo en un aparatoso intento de disimular las nada sutiles miradas que sus ojos cobrizos dirigían a sus compañeras, parecía no prestar demasiada atención a la última de las muchachas, Arselia. Y es que poco podía decirse de la última joven, aparentemente alta y de ojos de azul cristalino, que estaba cubierta de pies a cabeza de ropajes de la tonalidad más blanca resplandeciente que la moda era capaz de diseñar: un sombrero invernal de corte ruso cubría su cabeza que, junto a una frondosa bufanda de elegante diseño, no permitían discernir el color de su cabello, así como cualquier detalle de su rostro más allá de sus ojos. El resto de su figura se ocultaba tras una gabardina acolchada, que la llegaba hasta las rodillas, en dónde indicios de un pantalón de cuero blanco se podía intuir antes de cambiar abruptamente a un par de botas más blancas que la nieve que pisaban. Cabe añadir que aquella muchacha parecía ser la única del grupo que no pasaba frío; algo habría hecho bien.

Recordatorio misión
Normativa básica

El tiempo para postear de 24 horas ya ha expirado.

HablaPensamiento | Narración
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La noticia de la misión se deslizó hacia mí como una brisa inesperada. Al recibir la hoja de misión, sellada con la autoridad de la aldea, me encontré ante la encomienda de ser la guardaespaldas de un grupo de jóvenes de linajes influyentes de tierras lejanas, junto a tres compañeros shinobis. Inicialmente, el peso de la responsabilidad me envolvió, pero una chispa de determinación se encendió en mi interior. Recordé mi entrenamiento, la confianza depositada en mí y me dispuse a abrazar el desafío, comprometiéndome a proteger a esos jóvenes con todas las habilidades que había adquirido. ‘Plebeyos protegiendo a los de la alta cuna mientras se despreocupan de la vida… una vez más’

El proceso de alistamiento fue meticuloso y reflexivo. Ajusté mi equipo con la precisión de un reloj, aseguré mis armas y repasé mentalmente las tácticas de protección. La anticipación y el deber bailaban en mi pecho, creando una sinfonía de emociones. Aunque no conocía a los tres compañeros shinobis con los que compartiría esta tarea, confiaba en la camaradería inherente a nuestros lazos como ninjas de la aldea. ‘Bueno, toca hacer lo mejor de mí igualmente, no escalaré en este mundo si no hago estas misiones… además, supongo que son imperiales estos chicos, quizás y logre sacar algo útil’

Al llegar al punto de encuentro, me encontré con una escena digna de las crónicas de la alta sociedad. Los jóvenes adinerados, tres damas y un caballero, aguardaban junto a sus carrozas, un halo de elegancia y riqueza en su entorno. ‘Vamos Sayuri, como te enseñaron en la academia’. Me acerqué con una reverencia respetuosa, encontrando la mirada de aquellos a quienes debería proteger. -Sayuri Yuki de Kirigakure se reporta, disculpas las horas.- Las tres damas, cada una con una presencia única, y el caballero, de porte distinguido, me observaron con curiosidad mientras intercambiábamos saludos cordiales.

Las carrozas, ornadas con detalles exquisitos, esperaban su partida. Los empleados designados para llevarlas se mantenían en posición, listos para iniciar nuestro viaje. ‘Uhm, no parecen del todo cómodos’ Con un gesto decidido, observe a mis alrededores a ver si los demás shinobis encargados empezaban a llegar. Mi mente se centraba en el deber inminente, en la protección de estos jóvenes que, a pesar de su posición adinerada, requerían nuestra vigilancia en este mundo lleno de sombras y peligros. La misión había comenzado, y mi compromiso con la seguridad de aquellos a quienes servía dirigía cada uno de mis pasos.
off

Estadísticas de Sayuri Yuki
Pasivas
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Una nuevo día y una nueva misión... Si, parecía ser que ser una shinobi y una sacerdotisa al mismo tiempo empezaba a ser cada vez más difícil... Pues desde el nacimiento de los gemelos ha sido una difícil tarea reacostumbrase a sus antiguas labores shinobis. Y para su fortuna, como por arte de Magia, Lord Hebiryuu (Aquel Arzobispo de la iglesia Amaterasu) se presentó en la puerta de la posada en la que la sacerdotisa se hospedaba durante este evento -claro, no iría a la base de Ichigan ni loca, debía disimular para mantener las apariencias por ahora- para presentarle una misión un tanto interesante.

 - Akami... Me gustaría que participaras de escolta para un grupo de hijos de la nobleza- las palabras y actitud del arzobispo eran serías pero al mismo tiempo serenas- Mmm... ¿No hay shinobis mejor calificados?- la duda en la voz de la pelirroja estaba presente, pues estaba fuera de forma por lo que lanzarse a una misión así... Podría no ser lo más inteligente- Zack está entrenando en el Valle Sagrado Ookamitani y Kuroi anda investigando sobre cierta planta en el país de la lluvia... Además ya estás aquí en el país de las agujas termales- claro claro Hebiryuu era listo con sus palabras... - Tsk... Supongo que tendré que abstenerme de hacerlo... No puedo ir sabiendo que tengo que cuidar de mis hijos...- intento lanzar una excusa bastante válida.

 - Tranquila, yo puedo cuidarlos por ti mientras tanto- un tono burlón se notó en la voz del arzobispo al negar la evasiva de la pelirroja de una manera tan crítica y dejándola sin oportunidad de escape- Tu ganas, iré- dije dando un pequeño superior algo cómico al darse cuenta de su derrota... No pasaría mucho antes de que emprendiera su viaje al punto de encuentro donde se encontraría con... Bueno... Un joven de porte elegante y tres señoritas con vestimentas vistosas- Hebiryuu... Después de esta misión quiero una buena recompensa...- se diría para sus adentros antes de avanzar lentamente hacia aquel grupo con una pequeña sonrisa sutil, claro ya había escuchado la presentación de la pelilila que había llegado unos segundos antes que ella.

 - Ohayo mina-san (Hola Chicos) ¿como están?- diría mientras se acercaba hasta estar a unos pocos centímetros de aquel grupito- Me presento, soy la actual Obispo de la iglesia Amaterasu de Kirigakure no Sato, Akami Ameryuu, es un placer- diría dando una elegante reverencia para aquel grupito de nobles... - Y pensar que tengo que hacer esto...- murmuró para sus adentros- Akami... Akami... Akami... Déjame comérmelos...- Diría Mizubi con bastante ánimo en sus palabras- Primero muerta, cállate estúpida bestia marina- Vale vale... Me conformo con no morir- diría aquella serpiente mientras reía maliciosamente- Haces algo estúpido y créeme que corto con este pacto y te dejo morir- Entiendo entiendo...- si... Mizubi y Akami discutían en la mente de la pelirroja, debido a que era su Pseudo Bijuu...

 La vestimenta de la pelirroja... Pues seamos honestos, parecían ser también de la nobleza... Y es que bueno, en cierta forma ser Obispa le daba un estatus similar, aunque nunca le interesó en absoluto dicha posición. Una falda de elegante bordado de color rojo con detalles negros. Una camisa con mangas acolchadas  las cuales finalizaban en muñequeras ajustadas de color negro. Y una túnica roja que iba a juego con la falda. Una pantimedias negras y una par de tacones de tacón medio. No solo daba aura de elegancia sino que también de Nobleza y poder- Bien, díganme chicos, cuales son sus nombres - preguntaría amablemente a cada uno de ellos, incluyendo a la Yuki presente.

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Off: Pues, llega al lugar y se presenta, pero mucho antes de eso, la historia de cómo se entera de la misión.

 
Estadísticas de Akami Ameryuu

Vida: 350/350

Chakra: 1029/1029

Chakra de Bestia
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Narro/Pienso/Hablo/Técnicas
Pasivas
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El día se abre paso nuevamente, los rayos de sol intentan colarse a través de las nubes anunciando el inicio de un nuevo día y la aldea poco a poco empieza a cobrar vida, tenderos que se dirigen a sus respectivos negocios, gente que acaban de salir después de una noche de juerga con intención de volver a casa o quien sabe, de camino a otro lugar para seguir con la fiesta, no es de mi incumbencia, sentado en el marco de la ventana de mi habitación me voy fijando en el nuevo día que da comienzo.

Continuo con mi labor, matutina, continuo tocando aquella melodía con mi shakuhachi, amenizando el tiempo y el clima tan perfecto que se presenta en estas fechas y en este lugar, recordando el viaje que hice, los parajes nevados que me acompañaron durante casi toda la travesía, verdaderamente el invierno trae las mejores vistas de todo el año. De repente algo me interrumpe en mis pensamientos, una paloma mensajera se postra a mi lado, portando un pequeño pergamino.

- Así que era esto - esbozo una media sonrisa, la verdad es que no me apetecía nada tener que trabajar, mucho menos cuando se considera que estoy de vacaciones, algo que en realidad no existe para un ninja.

No me es de extrañar que me tengan vigilado, que sepan donde y cuando están cada uno de los ninja de la villa en todo momento, es verdad que debido a mi rango tuve que pedir un permiso para poder viajar hacia el pais de las aguas termales, pero todavía me sigue fascinando como Kirigakure nos tiene en el ojo en todo momento, siempre atentos a sus ninjas por si de repente necesitan nuestros servicios y se ve que me iba tocando a mi, sobre todo porque estaba en el sitio idóneo para la misión que me tocaba.

Por lo visto se trataba de algo simple, en el informe dice que tendremos que hacer de canguros de los hijos de familias acaudaladas en esta misma ciudad, simplemente acompañarlos mientras derrochan el dinero de sus padres mientras nosotros evitamos que se metan en líos o en sitios que no deberían, si, nosotros, por lo visto tendría que compartir la misión con tres ninjas mas, no venían sus nombres ni procedencias, eso lo vería cuando llegara al lugar de encuentro, que por lo visto ya tardaba en llegar.

- Anda que avisáis con tiempo - le digo a la paloma con cierta seriedad, como si ella me entendiese, tampoco tenía nadie mas a mano para reprochar la urgencia de este encargo o mas bien dicho, marrón.

Tener que vigilar a unos niños ricos se me iba a hacer bola, no tragaba esa forma que tiene la gente adinerada a la hora de tratar con la gente de a pie, con la plebe como nos llaman, aun así es mi trabajo y debo de cumplirlo con una sonrisa si hacía falta, la profesionalidad va antes de los sentimientos y nuestras formas de pensar muy a mi pesar.

Procedo a vestirme con lo típico que llevo a la misión, dejo mi atuendo festivo en el armario de la habitación y me pongo el kimono que utilizo para las misiones y bueno, para casi todo, solamente he traído un par de ellos, todos ellos blancos, practicamente iguales, me da igual así que me visto con el primero que tengo, preparo los utensilios y bajo a la recepción.

- Que tenga un buen día señor

- Igualmente señorita, no se cuando volveré pero te dejaré la habitación pagada por si las moscas - le comento mientras le dejo el pago - que tenga un buen día

Me despido de ella con una sonrisa, la verdad es que es una mujer bastante agradable y simpática, aunque ahora mismo mi humor no es para aguantar a nadie debido a lo que me espera, tengo que mentalizarme, voy por la calle tranquilamente, despacio, mentalizándome y sobre todo acumulando la paciencia que tengo, me va a hacer falta, solamente espero que esos niños no sean los típicos que miran a los demás por encima del hombro, no me gustaría tener que reportar a Kirigakure el fracaso de la misión, al menos por mi parte, no puedo permitirme eso.

- Buenos días, una taza de té verde sencha por favor

- Por supuesto - el tendero amablemente llena generosamente un vaso de lo que he pedido - aquí tiene caballero

Una vez pagado el té prosigo con la misma tranquilidad hacia el lugar de encuentro, no estaba muy lejos de los baños donde me hospedaba así que decidí tomármelo con la tranquilidad típica de mi, además todavía no me ha dado tiempo a desayunar nada y el té es la mejor opción para coger fuerzas y entrar un poco en calor, lo necesitaría.

Una vez llegado a la plaza donde tendría que encontrarme con el resto de mis compañeros y los objetivos de la misión no tardo en identificarlos, cuatro grandes carrozas, ostentosas y llenas de detalles que juraría que algunos de ellos o la gran mayoría serian de oro, un carruaje de esos alimentaría a todo un pueblo durante un buen tiempo con total seguridad, en cambio su función no sería esa.

A juzgar por los cuatro chavales que hay fuera de los respectivos transportes, cuyas vestimentas eran aun más ostentosas que los propios carruajes, una de las niñas parecía ir un poco más adecuada, totalmente blanca de acorde a la fecha y la estación, un poco simple aunque seguramente esas prendas serían de un material que valdrían mas que mi casa en su totalidad, también identifico a dos mujeres al lado de ellos, tal vez sean mis compañeras en este duro día, me fijo sobre todo en una de ellas, tan bien vestida como los niños que tendríamos que cuidar, se ve que se había vestido para la ocasión, yo en cambio iba con un kimono blanco como la nieve y unas botas de cuero desgastadas, para mi más que suficiente pero desentonando bastante con los ropajes de esos chicos y de la kunoichi de pelo rojo como el fuego que iba a juego con ellos.

- Buenos días señoritas - miro al chico con aire de superioridad - y caballero - sonrío - Kaguya Melessar se presenta

A juzgar por la cara de los conductores de aquellos carruajes no iba a ser fácil este día, esa cara de estar hartos de aguantar tal vez las tonterías de esos niños ricos, al menos tendrían un descanso de ellos, ahora nos tocaba a nosotros aguantarlos, doy un sorbo a la taza de té a medio acabar.

- Veo que todavía falta uno más  - comento hacia la kunoichi de pelo rojo, se la veía bastante más segura que a mi, tal vez sería la capitana de nuestra misión o tal vez fuera la otra chica de pelo morado, lo que si se es que nos faltaba un integrante más ya que en el informe decía que éramos cuatro los que compartiríamos este sufrimiento.


Off: Llego al lugar y me presento ante Sayuri y Akami a la espera del ultimo integrante de la misión.

Estadísticas de Melessar

Vida y Chakra
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Yuta estaba por comenzar sus vacaciones de Navidad. Guardaba con cariño el boleto ganador que le tocó para hospedarse en unos días en una posada con onsens en el país de las aguas termales. Sería un período para relajarse del estrés que fue la academia ninja este mismo año y sus primeras misiones, de las cuales salió muy nerviosa en casi todas.

Pero la vida no es siempre tan fácil, nunca lo es. Porque en cuanto Akami sensei se enteró de que Yuta iba a poder ir de vacaciones a esos lares, en los que ella casualmente también tenía algunos planes para reencontrarse con viejos conocidos y amistades, iban a aprovechar el viaje para seguir con su entrenamiento y mejorar a la joven shinobi.

Y un buen método para comenzar iba a ser una misión que requería de varias personas que en cuanto Akami tomó redirigió rápidamente hacia Yuta para que también la aceptara sin opción a rechistar. En ocasiones, su sensei podía ser un poco tirana cuando se lo proponía y muy estricta. La joven oni solo recordaba con anhelo su sueño fugaz de disfrutar de unas largas vacaciones y no salir de los onsen en ningún momento.

— Mis vacaciones... — Pensaría constantemente lamentándose.

No vamos a mentir que se desahogó un rato en la barra del comedor donde Akami la trajo para que se hospedaran antes de que fuera la fecha en la que Yuta podía reclamar su premio. Allí se habría puesto a beber jugo de naranja como si fuera sake ahogando las penas de estar viendo cómo sus blancas fiestas se diluían. La actuación de que un simple jugo le estaba subiendo como si fuera alcohol fue tan convincente que el camarero tuvo que mirar un par de veces para asegurarse de que no le estaba dando alcohol sin querer a una menor. Pero Yuta tenía experiencia de ver al monje de su padrastro emborracharse en algunas festividades, aunque no debería alguien del clero hacer eso.

Aunque el numerito en el bar hizo que se retrasara más de la cuenta a la hora asignada para la misión. Cuando vio la hora, se le fue la falsa borrachera de golpe y se puso en marcha a toda prisa hacia el punto de reunión. Solo esperaba no llegar tarde o que si lo hacía, Akami tardara más que ella, no era imposible dado que tenía que cuidar de los gemelos. Pero si no se daba el caso, le caería un pequeño sermón.

Finalmente llegaría al lugar donde ya estarían todos reunidos, incluso Akami-sensei. En el lugar había un par de shinobis más a los que no prestó mucha atención en una primera instancia, estando más pendiente de la reacción de su maestra. Y como por sus ropas destacaban, estaban sus cuatro clientes en la misión de hoy. Dos elegantes damas, una que parecía más reservada y un joven que no le daba buena espina.

— Siento el atraso, soy Yuta, un placer — Se presentaría ante los cuatro jóvenes.

Yuta iba vestida con un jersey azul que le iba grande sobresaliendo muchísimo las mangas y casi quedando como un vestido, no dejando intuir que usaba de prenda inferior, salvo unas largas medias para no tener frio en las piernas. Para variar sus cuernos curvados imponentes destacaban de gran manera.

Resumen

Estadísticas de Shiga Yuta
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Para cuando el Kaguya hiciera acto de presencia -Seguido a los pocos segundos por la última kunoichi restante- las miradas de las dos "damiselas" que aparentaban ser hermanas, repasarían al joven shinobi de blancos cabellos, al tiempo que una pícara sonrisa se dibujaba en sus labios. Como si hubieran sido poseídas por un ente maligno, se moverían a una más que impresionante velocidad pese al impedimento de sus altos tacones y la nieve que las rodeaba, colocándose casi de inmediato cada una a un lado de Malessar, a cuyos sendos brazos tratarían de abrazarse, pegando su cuerpo a los mismos sin el más mínimo reparo, pasando de damiselas a depredadoras en tiempo récord.

- Hola, soy Asha y tú vas a ser mi escolta personal el resto de la noche... ¿Verdad? - Diría la joven a la izquierda del shinobi.

- Ah no... ¡Yo lo vi primero Asha! No puedes hacer siempre esto, ¡es mío! - Carraspeando para dulcificar su tono, la muchacha a la derecha de Malessar trataría de apretar aún más el abrazo, al tiempo que pasaba a dirigirse a su presa - Por cierto soy Marie... Y mi primera comanda es que vallamos a tomar un té calentito... Tengo mucho frío.

No pasarían más de dos segundos hasta que las otoras aparentemente inseparables damiselas empezaran a fulminarse con la mirada, sin que ninguna pareciera dispuesta a retroceder en lo más mínimo.

Mientras tanto el joven, que inmediatamente se presentaría como "Duke", no se cortaría un solo instante en volver a repasar a sus dos compañeras de la nobleza, especialmente de cintura para arriba, para luego dar un repaso general a las llanuras de las que eran sus elecciones como guardaespaldas. Suspiraría con una nada disimulada molestia, chasqueando la lengua despectivamente mientras echaba una nueva mirada a las dos jovencitas -que parecían estar a punto de iniciar un combate a muerte por quien "se quedaba con el peliblanco"- gesto en el que su boca se torció aún más; No necesitaba decir o añadir nada más a sus "palabras" para dejar claro su problema actual. En cualquier caso, caminaría hasta colocarse al lado de Sayuri, mientras por el camino murmuraba algo al respecto de "Negarse a ser escoltado por una monja plana o una niña sin desarrollar"; el muchacho no se hacía querer, pero, parecía haber elegido a su acompañante; si aquello eran buenas o malas noticias para Sayuri, solo el tiempo lo diría.

Finalmente, la joven cubierta de blanco caminaría con sutil elegancia hasta colocarse a la altura de Akami, indicando con un gesto de su mano izquierda a su joven aprendiz que se aproximara. Solamente se dignaría a hablar cuando maestra y alumna estuvieran suficientemente cerca, pasando a comunicarse con las mismas con un suave y casi inaudible tono de voz, que imposibilitaba oírla de lejos - Soy lady Arselia, y tengo que disculparme Lady Akami, pero soy la causa de que fuera llamada a esta misión... Tengo que realizar unas compras lejos de ciertos ojos indiscretos y, sinceramente, padre no se fiaba de dejarme al cargo de un ninja de bajo nivel. Sin ser mi intención ofender a vuestros acompañantes... En cualquier caso, podemos abandonarlos mientras deciden a donde ir; por suerte para nosotras, parece que ya han decidido quienes serán sus guardianes. En cuanto a la pequeña - Diría mientras sus ojos se posaban sobre Yuta - Preferiría que nos acompañara, si no es molestia. No es que pase especialmente desapercibida, pero tampoco lo haremos nosotras con su traje de sacerdotisa lady Akami, así que... Al menos agradeceré que las miradas no se posen sobre mí.

Dicho esto, tras agradecer la compañía de sus dos guardaespaldas con una leve reverencia, solo marcada por una sutil inclinación de su cabeza, Arselia comenzaría a caminar en dirección a las callejuelas de la ciudad, esperando que las dos kunoichi la siguieran en su camino a un destino incierto.
Contenido Oculto
Por otro lado, habiendo aceptado un pacto de no agresión -que pasaba por "dividirse a partes iguales" a su guardaespaldas- Asha y Marie, procurando en todo momento no soltarse de los brazos de aquel hombretón, intentarían encaminarse con premura en dirección a la calle principal de la ciudad. Allí, luces de todos los colores y decoraciones de todos los tamaños llamaban a los turistas a aproximarse e investigar los negocios y especialidades navideñas que la ciudad había puesto a disposición de sus visitantes.

Estas dos, serían seguidas de cerca por el propio Duke, quien, una vez superado el berrinche inicial, parecía estar algo más complacido por la compañía que le había tocado como escolta; si bien aún no podía evitar sentirse algo decepcionado de que no hubiera estado "mejor equipada"

- Padre me ha dicho que podría comprarme un nuevo traje de gala para estas festividades. Al parecer he crecido bastante desde las últimas navidades – Señalaría sin girarse y con el pecho henchido de orgullo, como si tratara de impresionar a la kunoichi que guardaba sus espaldas - Además; si acabamos pronto y realizas adecuadamente tu trabajo, quizás considere comprarte algo bonito. Sinceramente, deberías lucirte un poco más - El narrador empezaba a sopesar las posibilidades de que algo malo le ocurriera al joven.
HablaPensamiento | Narración
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A pesar del ligero retraso de Yuta, no parecía haber ningún problema o reproche. Aunque Akami-sensei aún no se había pronunciado al respecto, Yuta no sabía si eso era bueno o malo, igualmente lo guardaba para luego en casa, lo cual sería peor. Esa nueva inquietud le causaba cierto pesar en los hombros, esperaba que Akami se pronunciara, aunque no esperaba que montara un escándalo de sermones maestro y alumna en medio de la misión con los clientes presentes.

Por ahora, lo importante era cumplir con los clientes. Las dos primeras mujeres, de pronunciadas delanteras y posiblemente gemelas, se acercaron a un joven que parecía estar rodeado por esas dos víboras ansiosas de devorarlo, lo cual causaba cierta lástima por él. Aunque lo cierto es que Yuta no se fijó mucho en el chico, ya que esas dos hermosas gotas de agua que lo rodeaban acaparaban toda la atención, especialmente por su poderosa artillería de proa.

— Se llevó premio cuádruple... — Pensaría para sus adentros.

Pero en el momento en que las femme fatale atraparon a su presa, el macho desterrado comenzó a moverse en busca de otra presa, ya que le habían dejado sin su preciado alimento. Aunque no podía retirar la mirada de la escena, se dedicó a inspeccionar a las otras tres mujeres presentes que casualmente estaban ahí para servir de escoltas.

Aunque el caballero de noble y cortés tenía poco, de hecho carecía de modales cuando pasó de largo de Yuta y de su maestra, alegando en un tono bajo pero audible para las shinobi que se negaba a estar con una representante del clero y con una chica sin desarrollar. Conforme el hombre daba la espalda a las dos jóvenes para irse con la tercera escolta, que tampoco estaba tan dotada, pero ya escuchó por qué las descartó a ellas y a su maestra.

Yuta comenzaría a manifestar un kanabo con pinchos en su mano, mientras sus dos cuernos comenzaban a crecer ligeramente. Un pequeño estado de furia instantánea que podría desembocar en una tragedia si Akami no intervenía de forma discreta para frenar a Yuta. Había múltiples formas en que su maestra podía usar para frenarlo rápidamente sin que el niñato se diera cuenta de que estuvo a punto de contemplar los cielos de la ciudad mientras su cabeza salía volando en un homerun.

Confíando en que Akami logró calmar a Yuta, la última descendiente de la nobleza, que iba más recatada y discreta que todos los jóvenes, se acercó a las dos shinobi restantes alegando que había sido ella quien solicitó los servicios de una profesional como Akami. Ahora todo tenía más sentido, porque a Yuta le extrañaba que pidieran una misión así a su sensei. Aunque eso costó la relajación y las vacaciones de Yuta. La mujer parecía que la pequeña aprendiz también viniera con ella, así contarían con doble escolta, y bueno, era cierto que los demás clientes ya parecían tener clara su decisión.

— Mi nombre es Yuta, un placer — Dijo la oni más calmada intentando saludar cortésmente como se le intentó enseñar, pero no le salió.

La mujer tenía claro a dónde quería ir, al igual que esperaba que las dos escoltas opacaran por completo su presencia. Y de hecho, ya se puso en marcha contando con que ambas shinobi la seguirían mientras se metía por una pequeña y estrecha calle cercana, dejando claro que conocía el lugar y sabía dónde quería ir. Evidentemente, si el trabajo de ellas era vigilarla, no podían dejarla ir sola, así que tuvieron que seguirla como fuera. Y así el grupo empezaba a separarse, dejando atrás a los otros dos grupos con la pobre joven que sería acosada por el cretino y el shinobi que seguramente sería profanado.
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El bullicio de la plaza resonaba en mis oídos mientras me encontraba de pie, observando detenidamente a los cuatro objetivos que tenía frente a mí. Tres chicas y un chico, todos hijos de personas influyentes, con el dinero marcado tanto en sus vestimentas como en sus actitudes y la confianza que da la riqueza. Me centré en sus gestos, en las miradas cruzadas, y especialmente en el chico que parecía estar completamente fascinado por dos de las chicas. ‘Esperemos y no intente sobrepasarse… aun que, ¿es nuestro problema eso?’ Sus intenciones eran claras, y su obsesión se reflejaba en sus ojos. Las chicas, por otro lado, radiaban alegría y belleza, excepto una más comedida que las demás.

Mis compañeros shinobis comenzaron a llegar uno a uno al lugar, sus figuras destacándose por los atuendos de combate que casi siempre intentábamos llevar para estas encomiendas. Reconocí a dos de ellos de mi misma aldea, aunque nunca había compartido más que entrenamientos, reuniones y algún que otro visionado anterior con ellos. -Que tal Melessar, Yuta. ¿Qué les parecen los objetivos que nos han dado? Creo que se nos viene un día largo- comenté con una sonrisa cómplice, tratando de establecer un tono amigable y relajado entre nosotros.

Akami, la Obispa de la iglesia de Amaterasu, se destacaba entre todos nosotros con su presencia serena pero imponente. Una leve emoción se apoderó de mí al pensar en acercarme y presentarme, pero rápidamente recordé la necesidad de mantener mi profesionalismo. ‘¿Por qué alguien con tanta reputación se haría cargo de una misión que, a simple vista, parece algo rudimentario?’ me preguntaba para mis adentros mientras continuaba conversando con el chico de cabello plateado y Yuta, con quien ya había compartido experiencias en misiones anteriores.

No pude evitar agregar, con un tono amistoso hacia Akami: -Es un verdadero honor contar con tu presencia en esta misión, Akami. Tu reputación es asombrosa.- Al mismo tiempo, no pude evitar dejar escapar el pensamiento que me estaba dando vueltas en la cabeza en los últimos minutos: -Aunque me intriga un poco... ¿Tan importantes son los padres de estos chicos como para pedirte exclusivamente a ti, cuidar de ellos?- Quería dejar en claro mi respeto por Akami, pero también manifestar mi curiosidad y asegurarme de no parecer una simple fan, sino una compañera dispuesta a colaborar plenamente en la misión. Por lo visto, la chica llamada Arselia la habia pedido en especial a ella para esta comitiva. ‘wah, interesante’

La selección de parejas para la misión de guardaespaldas por parte de los jóvenes adinerados comenzó, y las dos chicas alegres rápidamente tomaron al chico de cabello blanco entre sus brazos ‘La gente guapa siempre tiene la suerte de su lado, o no?’ Me reía para mis adentros, hasta que vi quien me tocaría cuidar a mí, a Duke. Era evidente que este chico estaba celoso y enfadado por ver cómo las chicas elegían al shinobi masculino llamado Melessar. Fue entonces cuando Duke, con su tono altivo y su mirada segura, se dirigió hacia mí. -Un placer joven.- Le hablaba con una leve sonrisa en mi rostro, simplemente siendo amable sin más. -Si claro. ¿Decirte si algo te queda bien o mal, seria parte de realizar adecuadamente mi trabajo, o con fijarme que nadie moleste es suficiente…?- Estaba también intentando calmar las aguas entre ambos, si me iba a tocar pasar una tarde entera con este chico, pues que por lo menos no sea aburrida o molesta. Además, me estaba ofreciendo comprar algo para mí, ¿por qué no darme un gustico?. -Uhmmm, ¿pero tendría que verme como ellas?- Mencionaba a la par que señalaba a las dos chicas que iban delante con Malessar -No me juzgues, recuerda que vine a hacer un trabajo, por eso mi manera de vestir- Seguía avanzando sin más con el joven, atenta a cualquier detalle alrededor que fuese importante. Y uno de esos detalles, fue que el grupo de Akami, Yuta y Arselia irian por otro lado.
Estadísticas de Sayuri Yuki
Vida: 70/70
Chakra: 278/278
Pasivas
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Última modificación: 04-01-2024, 11:16 AM por Melessar.
Nada mas llegar al lugar de encuentro, segundos por detrás de mi llegada apareció el último integrante de la misión, una pequeña de la villa de la Roca o al menos eso creía adivinar al ver ligeramente la bandana de su villa, pero sobre todo me llamó la atención la compañera de la niebla que estaría conmigo en esta misión, al menos tendría a alguien con quien hablar de nuestras cosas, aunque no la conociera si que me sonaba su cara de haberla visto en la villa, aunque la que me llamaba la atención era aquella ninja de pelo rojo la cual parecía importante y quizás de buena cuna a juzgar por su apariencia.

- Buenos días Sayuri - le respondo con una sonrisa - espero que no nos den mucha guerra - le comento cerca del oído para que solamente me escuchara ella.

De repente y sin mediar palabras tenía a las dos hermanas encima de mi, una a cada brazo, agarradas con tal fuerza que de la impresión la taza de té que me quedaba por terminar acaba en el suelo y yo con una ligera lagrima en el ojo mirando como el té se iba derramando por la fría nieve derritiendo todo a su alrededor.

Observo a las dos hermanas que andan peleando, solamente me quedo con sus nombres ya que el resto de la conversación son ellas discutiendo por algo tan absurdo que es mejor no hacerles caso, me limito a hacerles un chequeo para intentar adivinar quien es quien de ellas dos, mas que hermanas parecen gemelas pero detecto un patrón diferente en sus ropajes, lo único que parecía diferenciarlas. Mientras que la tal Asha llevaba un vestido de tonos rojizos la otra, Marie aunque tuvieran la misma vestimenta el suyo era de tonos pasteles.

Asha rojo, Marie pastel - comento para mis adentros intentando memorizar aquel patrón.

Viendo la rivalidad entre las dos por creerse que yo ella de su propiedad espero que no me den muchos problemas ya que este tipo de gente o se salen con la suya o empiezan los problemas, observo como mientras yo me voy a tener que hacer cargo de ellas dos, la chica con el vestido blanco intercambia un par de palabras con la kunoichi de pelo rojo y la pequeña de Iwa y se dispone a andar en una dirección totalmente contraria al resto, se ve que iríamos separados.

Mi mirada se posaba en Sayuri, una mirada de auxilio pero al ver como en el reparto ella se estaba llevando quizás la peor parte ya que aquel niñato que durante la espera no le quitaba el ojo a las dos hermanas se iba al lado de ella con una frase demasiado altanera y chulesca, creo que en definitiva tener a aquellas dos hermanas agarradas a mi iba a ser la mejor parte de todos nosotros, aun así era un dos por uno por mi parte, por lo tanto doble atención y cuidado.

Una vez las dos chicas parecen haber acabado el estúpido reparto de mi ser como si un objeto fuera hacen las paces, una paz que veía que sería demasiado corta ya que hiciera lo que hiciese seguramente en algún momento volverían a discutir, tendría que aprovechar esta situación y si estaban tan fuertemente agarradas a mis brazos muy difícilmente se me perderían y además que mejor situación para tenerlas cerca, tendría que aprovecharme de ello.

- Hagamos una cosa, si os portáis bien conmigo y sois buenas chicas - miro a Asha y Marie dedicándoles una sonrisa, alejado un poco del grupo para que nuestra conversación quedara entre los tres - podemos pasarlo bien ¿no creéis?

No me gusta ni es típico de mi este tipo de palabras, pero en la vida de un ninja el teatro es parte de ello, el engaño y la sutileza, si siguiéndoles el juego con cierta precaución de no dedicarme mas a una que a otra tal vez las podría tener un poco bajo control y que no se despegaran de mi, algo difícil de hacer ya que la competitividad entre las dos hermanas se veía latente en sus ojos cuando se miraban entre ellas.

Nada mas terminar las palabras noto como tiran de mi en dirección a la zona comercial, espero que no me hicieran cargar con las compras ya que entre las dos hermanas agarradas más las bolsas sería como hacer malabares, a pesar de ello la invitación a tomar un te caliente para empezar me parecía buena idea ya que al estar en contacto con ambas hermanas podía notar como estaban pasando frio, algo normal debido a las vestimentas que llevaban, las piernas casi al aire y la garganta y parte del pecho aun más, no tenían esa resistencia el frio como yo que también andaba con la parte del pecho un poco descubierta ya que siempre me lo ataba poco para que fuera rápido al quitármelo en un momento de urgencia, nunca se sabía cuando necesitaría desplegar mis habilidades y estaba harto de romper siempre mis vestimentas cada vez que utilizaba mis huesos.

- Os noto un poco frías así que un té caliente podría estar bien para empezar ¿verdad? - sonrío a Marie - luego le toca el turno a Asha ¿vale?

Aprieto un poco el brazo de Asha hacia mi cuerpo son cierta sutileza para que la otra hermana no se de cuenta, tengo que repartir a partes iguales, si le hago caso al plan de la primera, la otra se enfadaría y volverían a discutir, pero si le hago caso a Marie y al mismo tiempo le dedico un poco de mi a Asha relajaría el ambiente, tenerlas entretenidas para evitar otro conflicto sería todo una aventura.

No tenía tiempo para fijarme en aquel niño pijo y en Sayuri que andaban detrás de nosotros tres, el niño parecía algo molesto por la actitud de las hermanas y tal vez lo estaba pagando con mi compañera con esa altanería típica de la gente de su clase, tendría que estar atento por si intentaba algo raro pero con lo que yo tenía encima era más que suficiente, mantener la paz entre aquellas dos hienas iba a ser difícil.

- Sayuri si os apetece podéis venir con nosotros

Off:

Estadísticas de Melessar

Vida y Chakra
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La pelirroja se habia encontrado con un grupo muy interesante, tanto de nobles como de shinobis, pero aquello que le saco una pequeña sonrisa fue la presencia de Yuta quien bueno, parecía algo nerviosa por haber llegado tarde- Yuta, tranquila, yo acabo de llegar también- dijo con una pequeña sonrisa para su alumna e hija, Akami no era el tipo de persona que basaba sus relaciones con el miedo, al contrario los regaños y sermones solo eran lanzados cuando de verdad fuese oportuno y vamos, que llegar un poco tarde no mata a nadie- Veo que al menos es sociable... eso es bueno... muy diferente a mi cuando tenia esa edad- y en efecto era así... Akami a la edad de Yuta no era alguien sociable ni mucho menos... 

 - Aun me pregunto porque me citaron a mi a esta misión... me hubiera gustado quedarme con mis hijos y dormir un poco mas- pensaría algo... aburrida y cansada, ser madre primeriza no le era fácil aun, no se habia acostumbrado por completo a tener que despertarse en medio de la noche a atender a los gemelos, sobre todo a Loki que era, por lo general el mas inquieto de los dos hermanos... Aunque a veces le preocupaba que Morgana fuera tan tranquila... y sumado a que no sabia si eso era normal en una bebe de unos pocos meses... e incluso soltó un ligero bostezo antes de poder contemplar como el albino era arrastrado por las dos chicas- Veo que alguien va a divertirse bastante esta noche- comento con ironía pues... por su mente paso una leve memoria de su encuentro con Saito y Muki...

 - Mientras nadie termine atado al techo, todo bien- dijo con aun mas ironía... pues bueno, muy Obispa, sacerdotisa, madre, mujer comprometida o el distintivo que quieran ponerle, pero seguía teniendo esos recueros presentes en su mente...- Eh?... oh-Hola Sayuri-san- ¿Cómo sabia el nombre de la contraria? pues... *Flashback: Mientras Akami conversaba con Lord Hebiryuu sobre la misión, este le entrego un pequeño informe el cual tenia información sobre los dos integrantes de la misión- Conque Sayuri Yuki... y Melessar Kaguya... son nombres interesantes... pero me gustaría que me cumplieras cierto capricho también- dijo la pelirroja guardando los papeles- Un capricho?- En efecto, me estáis pidiendo que deje a un lado el tiempo con mis hijos y vaya a una misión, entonces... quiero que a esa misión asista una kunoichi en particular... Shiga Yuta, quiero que ella asista a la misión- tras aquella petición el Arzobispo accedió*- El honor es mío por asistir a esta misión, aunque sobre el motivo... Veo que alguien en especifico me solito para esta misión... para que el mismo Arzobispo sea quien me entregara esta misión- le respondería a la Yuki mientras presenciaba las acciones de desprecio por parte del noble- Veo que a alguien le falta una lección- pensó para si misma antes de hacer que una pequeña piedra empezara a girar rápidamente y flotara para salir disparada contra la frente de la oni.

 Un golpe seco se escucharía en el entorno, aprovechando que Duke estaba de espaldas- Yuta... si haces una tontearía así, nos cortaran la cabeza a las dos- diría con un tono frio... Si, este era el momento para un sermón- Si llegas a hacerle un solo rasguño a ese idiota, créeme que te ira muy mal...- pero claro, Akami no se iría sin tener su venganza personal... por lo que alzaría la voz con una leve sonrisa- Ohhh que calor hace... ¿no cree joven Duke?- a la par que hablaba, con la única intención de llamar la atención del noble, se quitaba el saco vino tinto que llevaba, el cual cubría y ocultaba su busto, con eso se revelaría que la pelirroja no era plana... al contrario... La pelirroja era Copa D... posiblemente no estaba al nivel de las gemelas cachonchas que iban por Melessar, pero si mas allá de las demás.

 Su única intención era una pequeña Vendetta antes de recibir la presentación de aquella joven de vestimentas invernales- Es un gusto conocerla Lady Arselia... Y descuide... es un honor para mi estar presente en esta misión- diría ofreciendo una ligera reverencia a la contraria- Comprendo mi objetivo principal en esta misión su seguridad esta garantizada- aquello no era mentira- Pero si todos ustedes tomaran rumbos diferentes... me gustaría asegurarme que mis compañeros estén a salvo... por eso... si me disculpa- diría haciendo una tanda de sellos de mano, pero que pronto dos clones de chakra y tinta se formaran- Aka-ichi, quiero te encargues de seguir a Sayuri y a Duke, Aka-ni quiero que te segures de la seguridad de Melessar y las gemelas- aquellos dos clones ya tenían sus tareas muy al tanto- Comprendo Akami- Como ordenes Akami- ya con eso, los clones y la original procedería a realizar diferentes jutsus:

Kaiten Shuriken

Coste: 45 ch -5 -5: 35 ch
Sumi Bunshin no Jutsu

40 ch + 40 ch: 80 Ch
Chakra: 914/1029


 
Akami Original


 
Aka-Ichi


 
Aka-ni


 Resumen:
- Detiene a Yuta pegandole una piedra en la cara, le presume aDuke su copa D, hace clones los cuales se harian invisibles para seguir a Sayuri y Melessar.
[Imagen: Bl8Jqj5.png]
Narro/Pienso/Hablo/Técnicas
Pasivas
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Al parecer, maestra y alumna se habían sentido insultadas por las palabras del joven Duke, tal y como demostraría el intento homicida por parte de yuta -por suerte detenido casi al instante por su maestra- así como el consiguiente intento de seducción por parte de la pelirroja, que "liberaría" sus encantos para llamar la atención del muchacho... Aquel intento resultaría medianamente efectivo; el joven posaría su atención durante un par de segundos sobre la sacerdotisa, pero esta atención se vería desviada de inmediato a las dos jóvenes que se abrazaban al Kaguya. No se trataba tanto del atractivo -claramente presente en la kunoichi- como de la propia obcecación del muchacho, o quizás de su mayor proximidad en edad a las jóvenes allí presentes.

Para cuando acabaran las presentaciones, el grupo se verían divididos en dos. El primer subgrupo, conformado por Sayuri, Melessar y aquellos a quienes protegían, se dirigiría a la zona más turística de la ciudad, en busca de algún tipo de entretenimiento para los jóvenes nobles; mientras que el segundo subgrupo, formado por Arselia, Akami y Yuta (Que había estado demasiado cerca de pasar a formar parte de algún libro bingo); encaminándose en dirección a un lugar por determinar, guiados por la joven de la nobleza. Ningún integrante de la nobleza en el primer grupo se percataría de la presencia de clon alguno.
[Imagen: FLfTcmL.png]
Las dos amigas, aún aferradas a su premio, parecerían sopesar por unos instantes el ofrecimiento del shinobi, barajando las posibilidades y especialmente las implicaciones de la misma... Al final de unos pocos segundos y aunque no parecían haberse decidido al respecto de como de válido era para ellas compartir la presa, aquel ofrecimiento serviría como mínimo para que dejaran de competir hostilmente por la atención del chico. Si esta bajada en la "agresividad" se debía a una paz momentánea, a estar sopesando la oferta o a un total rechazo a la idea, solo el tiempo lo diría.

En cualquier caso, el siguiente ofrecimiento por parte de Melessar sí que produciría una nueva sonrisa en el rostro de las mismas; puesto que, aunque la idea de tomar algo había sido solo inicialmente de una de ellas, ninguna de las jóvenes se encontraba por la labor de rechazar algún tipo de bebida caliente. Como resultado, ambas asentirían efusivamente al ofrecimiento, especialmente Marie, que en su mente acababa de ganarse un premio doble, ya que la idea de su amiga nunca la había desagradado.

Por su parte, Sayuri también lograría domar adecuadamente a su propio objetivo, el cual se mostraría complacido ante las pausadas respuestas de la Kunoichi, llegando a mostrarse molesto únicamente durante el breve espacio de dos segundos en el que su guardiana señalara a las dos jóvenes, cada vez más aferradas al brazo de su guardaespaldas. Era evidente, tal y como la guerrera ya había deducido acertadamente, que el joven rabiaba de celos. Quizás por esta última razón, en cuanto Melessar les ofreció acompañarlos a la cafetería, el joven optaría -De forma algo infantil- por negarse rotundamente ante el ofrecimiento.

- Tengo tareas más importantes que realizar. Además, no hace tanto frío, soy más fuerte que eso - Resultaba bastante evidente que aquellas palabras habían sido cuidadosamente escogidas para tratar de aumentar su "puntaje", pero como demostraría la mirada que le devolverían las muchachas -más cercana a la extrañeza o molestia- su elección de palabras las haría pensar que estaba tratándolas como si ellas fueran demasiado frágiles.

- ¡Pues vale! - Dirían ambas muchachas al unísono y con un tono casi exacto, al tiempo que tiraban sutilmente de su guardián, para alejarse en dirección a la cafetería más llamativa de aquel lugar, dispuestas a pedir algo que las ayudara a entrar en calor. El grupo se había dividido por segunda vez.

Algo aturdido por cómo había resultado el intento de mejorar su imagen desde el exterior, Duke miraría en todas las direcciones, como un cachorro de gato que acaba de darse cuenta de que en algún momento ha perdido a su madre - Eh... Yo... - Tras unos pocos segundos, el joven parecería recobrar la compostura, así como su máscara de seguridad, antes de retomar la marcha en dirección a unos grandes almacenes de lustrosa apariencia - ¡Mejor! Tengo que acabar con mis obligaciones con padre. Sigamos Sayuri - Sorprendentemente el muchacho parecía recordar el nombre de la Kunoichi, pese a que cualquiera habría apostado por su total falta de atención durante la primera y única mención del mismo.
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Por otro lado, Yuta y su maestra, quienes se habían separado del grupo hace escasos minutos, seguirían de cerca a la noble cuya protección se les había asignado. Se trataba de un grupo compuesto por: Una sacerdotisa, una chica con cuernos, una damisela de alta cuna, un lobo y varios ratones... Únicamente les faltaban un par de objetos parlantes y un hada madrina para estar completos.

En cualquier caso, Arselia parecía tener bastante claro a donde se dirigía, sorteando callejones y obstáculos uno detrás de otro, caminando con relativa rapidez y girándose únicamente para comprobar que sus guardianas estuvieran realmente escoltándola, para luego continuar con decisión y total convencimiento.

Así pasarían varios minutos, en los que las tres jóvenes parecerían no solo estar dirigiéndose a un objetivo preestablecido -que además las alejaba cada vez más de la zona comercial- si no intentar confundir a algún tipo de perseguidor desconocido, puesto que cada tres o cuatro giros, parecerían caminar en zig zag, atravesando varios cruces en repetidas ocasiones, cada vez en un sentido distinto... Aquello serviría para perder de vista a algunas miradas curiosas. Al final, tras un par de minutos más correteando por la ciudad, acabarían deteniéndose en frente de lo que en antaño habían sido unos grandes almacenes, ahora claramente abandonados. La imponente estructura, otora símbolo de grandeza y esplendor, ahora recibía a la noble y sus guardianas con dos puertas a medio derrumbar que, por la casual apertura de las mismas, parecía invitarlas a entrar. Desde el interior, en donde solo se podían apreciar algunas telarañas entre las muchas sombras que las rodeaban, parecía no salir sonido alguno, haciendo dudar que realmente hubiera alguien esperándolas en el interior. Y sin embargo, Arselia se giraría hacia ellas, retirándose ahora que estaban las tres solas parte de su bufanda y soltándose el pelo, mostrando así el bello rostro que su ropa ocultaba.

Rostro Arselia

Sería así como, con una sonrisa cautivadora a la par que tranquilizadora, despegaría levemente sus labios con la intención de dirigirse una vez más a sus acompañantes, con la única intención de indicarlas la razón de que se encontraran ante un lugar como ese - Me he perdido ¿Por aquí no se iba al distrito residencial? - Más o menos.

Recordatorio normativa

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HablaPensamiento | Narración
[Imagen: FirmaSamuru.gif]
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Akami logró frenar a tiempo los impulsos demoníacos de la pequeña Yuta. Una furia que nacía desde su interior, en ocasiones alimentada por los espíritus oscuros que moraban en su alma, pero si alguien sabía cómo calmar a la pequeña era su maestra, aunque fuera de un golpe brusco, lo cual originaría a una pequeña Yuta frotándose la cabeza, calmada por la zona del impacto.

— Perdón... — Le respondería a su maestra.

Aun así, su maestra no se quedaría quieta tras haber sido ofendida así, procediendo a liberar su auténtica prenda, quitándose el saco y mostrando los atributos que la maternidad le había brindado con total naturalidad, dejando incluso a Yuta por unos momentos observando la fisonomía de su maestra, acabando de calmar del todo a la pequeña oni.

— Una lástima no tener garantizada esa genética... — Pensó en su condición de adoptada.

Tras aquello comenzarían a interactuar con su clienta. Akami sería quien tomaría las riendas, puesto que la pequeña Yuta por ahora no tenía habilidades que facilitaran la vigilancia o la protección, era más bien una fuerza de asalto en construcción. Así que ella simplemente dejaría que su maestra se ocupara de usar algunas de sus ingentes cantidades de chakra en liberar completamente un pequeño ejército de seguimiento y rastreo, compuesto por clones para vigilar a los otros niños que había que vigilar, un ejército de ratones tintados y un lobo majestuoso muy elegante.

— Eres asombrosa, maestra — Proclamaría con los ojos abiertos.

Allí comenzaría una gran fuga, porque no tenía otra forma de definir lo que estaban haciendo ese grupo, alejándose de la zona comercial, tomando desvíos muy locos, recorriendo calles en zigzag. Sin duda, toda una carrera en la que parecía que estuvieran huyendo de alguien con el fin de que las perdieran de vista. No es que fuera un gran esfuerzo seguir el ritmo de una nobleza, incluso para la joven Yuta, pero sí empezaba a resultar un poco tedioso no saber lo que iba a pasar o por qué lo estaban haciendo.

— Akanesan, ¿Crees que de verdad nos está llevando a alguna parte? — Le susurraría Yuta por lo bajo.

Aunque al final no se hizo mucho más de rogar la situación y alcanzaron un centro comercial abandonado, el típico lugar en el que algo turbio podría pasar o una trampa se podría tender. Sin ningún alma a la vista más que las propias escoltas y la clienta, la mujer se destaparía el rostro, desvelando una hermosa mujer de largos cabellos blancos y grandes ojos azules, con un perfil fino y afilado muy hermoso y perfectamente tallado, que cautivaron a la pequeña Yuta al momento.

— Disculpa, my lady, ¿Cómo te gustan las mujeres? — Le preguntaría Yuta.

La joven oni habría dado por instinto un paso al frente para posteriormente hacer la pregunta haciendo una genuflexión frente a la dama Arselia.


Resumen
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La propuesta de ir a tomar algo caliente parecía haber sido de buen agrado por parte de las dos, se ve que no estaban acostumbradas al frio y encima esa vestimenta que llevaban no ayudaba para la labor, seguramente buscaban mas resaltar su físico que la comodidad, algo típico de unas niñas mal criadas.

En cambio parecía que aquel niño y Sayuri no iban a acompañarnos ya que molesto por no ser el centro de atención decidió serlo de la única manera, hacer lo que le da la gana para intentar hacer alarde de su "poder", así que por lo visto no vendrían con nosotros al tener que hacer algo importante, seguro que gastar el dinero de tus padres es una tarea importante para alguien como él, quizás pretendía asombrar y hacerse superior ante las dos hermanas de buen ver pero el plan se le había ido al traste y ahora como un  niño llorica tenía que intentar mantener la compostura, algo que no creo que posea.

Así que en una misión de escolta, nos volvimos a dividir, mientras que la kunoichi de pelo rojo y la otra pequeña habían ido por el lado contrario a nosotros nada mas empezar, encima Sayuri y aquel niño se dividían de nosotros, tampoco es que yo pueda hacer nada, estoy a merced de aquellas dos, si consigo darles coba y matar el tiempo sentados en algo lado mucho mejor que ir de lado a lado e ir alejándonos mas del resto del grupo.

Veo como Asha y Marie contentas con la elección de tomar algo caliente y totalmente ajenas al resto del grupo empezaban a andar agarradas todavía más a mis brazos en busca de quizás la mejor y más cara cafetería del lugar, espero que invitaran ellas ya que es un gasto que no creo que pueda permitirme ya que el otro día cuando llegué a este pueblo vi un salón de té demasiado exclusivo y solo las cortinas de aquel lugar daban a entender que valían mas que algunas casa de alrededor.

- Bueno, ahora que estamos mas tranquilos - comento mientras seguimos andando, supongo que una de ellas guiará porque no creo que me dejen elegir el lugar - vayamos por orden alfabético... Cuéntame algo de ti Asha - sonrío a Asha mientras aprieto un poco más el brazo acercando a Marie hacia mi haciendo que las dos estuvieran a la par de pegadas a mi cada vez mas.

Antes sutilmente al aprobar la petición de Marie de tomar un té caliente había echo lo respectivo con Asha de acercármela un poco más y la otra parecía no haberse dado cuenta, ahora que le estaba dedicando la atención a Asha, tenía que darle algún tipo de consuelo a la otra, la verdad se me estaba haciendo duro el intentar mantener a las dos cerca de mi sin que estallara de nuevo la guerra del principio, no quería que esas dos hienas me destrozaran por mero capricho, barajaba incluso la idea de hacer un mizu bushin si la cosa se torcía y que cada una se lo apañara con uno de ellos, pero en mi interior esa idea me parecía mas una locura que desembocaría en algo mucho peor.

Se que la vida de ellas dos sería un total peñazo, pero si algo se me daba bien era poner buena cara y fingir que me interesa, en parte es la esencia del ninja, el engaño y la manipulación esta dentro de nuestros campos, pero mas me vale estar atento a la historia que me puede llegar a contar Asha aunque sea una idiotez ya que podría incluso hacerme preguntas para pillarme si estoy interesada en ella, luego vendría lo mismo con Marie, así que tengo que mentalizarme en tener que escucharlas hablando de su vida, al menos el tono de voz de las hermanas no era desagradable y quien sabe, podrían darme pistas de como tenerlas bajo control utilizando esa información a mi favor, gustos, miedos, etc.

Off: Socorro!!!!!
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Última modificación: 06-01-2024, 08:08 PM por Sayuri.
Mientras vigilaba a los cuatro jóvenes a los que nos habían asignado, pude notar la sutil corrección de Akami, la respetable Obispa de la iglesia de Amaterasu, hacia las palabras impulsivas de Duke. Aunque la situación era peculiar, considerando el prestigioso cargo de Akami en la aldea, no pude evitar dejar que mis pensamientos divagaran: 'Je, nunca pensé que ella haría algo así... aunque claro, si tuviera un par como el suyo, seguramente también llamaría la atención con esos movimientos... ¿Sabes qué? No me quedaré atrás, además, a estas aún les falta por crecer, espero'. Decidí unirme al juego de adaptación al ambiente y, tal vez, no quedar rezagada respecto a Akami. Despojándome del suéter que llevaba por encima, revelé con discreción parte de mi torso. Con un toque de sarcasmo amigable, añadí: -Parece que ya estamos todos listos-. Mi tono burlesco, aunque amable y alegre, buscaba mantener el ambiente ligero y en sintonía con la festividad que envolvía Kirigakure aquella noche.

Con el grupo dividido estratégicamente, Melessar, un shinobi de apuesto porte, tomó la responsabilidad de escoltar a dos de las chicas, mientras yo permanecía a la par de Duke. Nos aventuramos por una elegante zona comercial, repleta de establecimientos caros y exquisitos que contrastaban con nuestras modestas posesiones, solo las nuestras claro, caso contrario para los escoltados. La sugerencia de Melessar de detenernos a tomar café para resguardarnos del frío fue recibida con entusiasmo por las chicas, pero Duke, mostrando cierta incomodidad y celos, rechazó la idea, proclamando su supuesta fortaleza ante las bajas temperaturas.

-No te preocupes, Melessar, yo me encargo de Duke; tú cuida de ellas-, expresé mientras juntaba las manos al nivel del pecho, formando unos sellos y dando vida a un clon a mi lado. 'Supongo que de esta manera podre estar atenta por si pasase algo de este lado, seguro Melessar puede con las dos, pero mejor hago dejo esto por aqui'.

-Está atenta por si algo sucede con ellos tres, ayúdalos si es necesario, y si crees que la situación requiere más apoyo, explota para avisarme-, ordené al clon, que permanecería fuera del local, vigilando a distancia al trío y manteniendo una prudente distancia de Sayuri y Duke en caso de requerir su intervención.

Observé cómo las chicas se alejaban, dejando a Duke aparentemente indeciso sobre cómo proceder. Ante su titubeo, propuse rápidamente una alternativa: -Podrías explorar algunas de esas tiendas para variar. Seguro encontrarás algo que llame tu atención-. Con un gesto inteligente, señalé unas tiendas que parecían estar dirigidas a un público más adulto, considerando la actitud que el joven expresaba hacia el exterior. Duke decidió retomar sus obligaciones, invitándome a seguir con él. Asentí con una sonrisa, lista para continuar la misión en el intigrante dia que nos tenia preparado el pais de las aguas termales. '¿Tendra la osadia de invitarme a una de esas piscinas?... ¿Aceptaria?' Eran boberias que pasaban por mi mente de vez en cuando.

Estadísticas de Sayuri Yuki

Mizu Bunshin no Jutsu

Chakra 278-35 = 243
Vida: 70/70

Sayuri Original

Sayuri Clon

off
Pasivas
[Imagen: uaGWsi6.png]
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Un suspiro de alivio fue lo que se escapo de los labios de la pelirroja después detener a Yuta de cometer su intento de homicidio contra el noblecillo de bosta Duke, acompañado de una disculpa por parte de la Oni mientras se frotaba la frente debido al impacto de aquella piedra- Me habré pasado?- pensó sabiendo que de por si el golpe de una piedra dolía... imaginado lo que debería de haber dolido el golpe de una piedra que rotaba sobre su propio eje mientras se desplazaba... Pero después recordó el porque lo hizo y es que... Si no hubiera interrumpido a Yuta.

  Era muy posible que la contraria hiciera una estupidez que los hubiera perjudicado a todos- Descuida Yuta... ese idiota se merece una lección... pero esa no es la forma- diria algunos segundos de tomar la decisión de quitarse su saco para llamar la atención del noble tarado, sus acciones fueron totalmente efectivas y por un pequeño periodo de tiempo habia tenido a Duke embobado mirando sus encanto femeninos- Bingo...- pensaría antes de que el noble desviara la vista en ese preciso momento una pequeña sonrisa se dibujo en los labios de la pelirroja siendo una clara señal de victoria.

Aunque no pasaría mucho para que cuenta de que no solo habia captado la atención de Sayuri y de Yuta, cosa que por un segundo la hizo sonrojar levemente- B-bueno... Esa Yuki también tiene un buen par... ¿será copa... B quizás?- algo era obvio en esta situación y eso era que la pelirroja tenia gustos un poco peculiares... aunque si le pareció un poco tierno ver como la Yuki se quitaba el abrigo para imitar las acciones de la pelirroja... Y luego de aquello cada quien iría por su lado, no sin antes una pequeña división de recursos por parte de la pelirroja.

Akami terminaría creando dos clones de tinta y chakra, una técnica bastante característica de su clan, un par de ratones de tinta y por ultimo a su fiel lobo guardián Okares, de esta manera Aka-ichi y Aka-ni acompañarían a Melessar y Sayuri cada uno, claro sin que estos supieran que estaban siendo vigilados por clones, quienes habían usado una combinación bastante útil para el espionaje e infiltración pese a que eran jutsus bastantes simples de usar, el Fuuton rango D y el Ninjutsu rango C eran perfectos para la ocasión, aunque aquellos clones debían ser cuidadosos...

Aka-ichi:

La primera clon creada era la que estaba siguiendo a Sayuri y Duke, quienes acompañaban a Melessar y las falsas gemelas hasta que por actitudes un tanto cómicas del noble terminaron separándose para ir a concluir con su tarea- Asi que esta celoso... Me parece un poco cómico ver a un chico celoso de otro...- aquello era cierto por parte de los pensamientos de la sacerdotisa pues ver a Duke actuar de esa manera era un claro indicativo de que tenía celos del albino y de cómo las gemelas estaban tan apegadas a él- eso quiere decir que hay muchas hormonas volando en el aire- pensaría aquella clon de modo irónico.

No pasaría mucho antes de que el noble y la Yuki se dirigieron a una tienda de moda en la cual la sacerdotisa esperaría, aún en estado de invisibilidad debido a sus técnicas, observando cada uno de los pasos de ambos integrantes y analizando cuidadosamente de las movidas de cada uno hasta que se fijaría en un detalle bastante interesante- debo admitir que pese a que es un idiota ese noble tiene razón y un pequeño detalle... Sayuri debería lucirse más a sí misma...- sería un pensamiento de aquella clon mientras observaba los movimientos de cada uno - pequeña Sayuri si no haces una movida rápido dejarás escapar esta oportunidad con Duke- se diría para sus adentros como si intentara informárselo a la Yuki Aunque claro en ningún momento abriría los labios.

- Mmm... Ni modo esta chica no se moverá por sí misma- murmuraría la clon antes de posicionarse justamente detrás de Sayuri y meter sus brazos entre la abertura de los brazos de Sayuri, si mirara como si la fuese a abrazar por la espalda, pero sus manos irían a un lugar totalmente diferente puesto a que sus manos se dirigían a los bultos que sobresalían, aunque no muy notablemente, del pecho de la peli morada para posicionar una mano en cada uno de los bultos y ejercer una leve presión sobre los mismos- Jah... Está mejor equipada de lo que esperaba eh...- se comentó para sí misma en sus adentros mientras sus manos empezaban a moverse presionando y moviendo aquellos bultos con total sutileza ¿Sus intenciones? Quizás podrían ser un poco sádicas o no muy sutiles...

La principal intención de la sacerdotisa era hacer que la voz de Sayuri saliera- una de las principales armas tiene una mujer es su voz... Así que pequeña Sayuri muéstrale al joven Duke lo mucho que se dividiría contigo... Adelante permítele escuchar tu voz- claro que las movidas de las sacerdotisas serían el preciso instante en el que Sayuri y Duke estuviese en frente a frente Por así decirlo aunque esa no sería movida total... Pero la clon de la pelirroja llegó a la conclusión de que aún no era el momento exacto para llegar a ese extremo preciso...

Técnicas mantenidas:

Tobidasu

Muon Satsujin Jutsu

Chakra: 249/304

Vida: 30/30


Aka-ni:


 En el caso de la segunda clon creada, simplemente estaría allí observando y vigilando de cerca al trio feliz, mientras por leves momentos pasaban por su mente memorias de sus encuentros con Saito y Muki... no no no fuera pensamientos impuros >:V... EN fin, la clon dos nomas vigilaba al trio... Mientras seguía invisible, además de percatarse de la presencia de Sayuri clon, claro la habia visto desde el momento que fue creado ese clon, por lo que no le haría mucho caso por ahora.

Técnicas mantenidas:

Tobidasu

Muon Satsujin Jutsu

Chakra: 249/304

Vida: 30/30



 Akami original:

  En el caso de la Akami original el cuento seria otro, pues mientras caminaban en circulas varias dudas surgían en su mente pero... sus sentidos no detectaban ninguna posible amenaza por ahora pues sus ratones de tinta estaban dispersos por el área y su invocación Okares estaba pendiente con su olfato... - La verdad no lo se Yuta... solo nos toca esperar a ver... pero esta atenta, no sabemos que clase de sorpresas nos esperan- diría prestando atención a su entorno, pues no sabia como sucederían las cosas por ahora, además... sus clones estaban bien, al menos por ahora debido a que aun no recibía información de la situación en los demás lugares...

 Y caminarían sin rumbo hasta llegar frente de lo que en antaño podían ser unos grandes almacenes, pero que ahora estaban claramente abandonados. La imponente estructura, otra símbolo de grandeza y esplendor, ahora recibía a la noble y sus guardianas con dos puertas a medio derrumbar que, por la casual apertura de las mismas, parecía invitarlas a entrar. Desde el interior, en donde solo se podían apreciar algunas telarañas entre las muchas sombras que las rodeaban, parecía no salir sonido alguno, haciendo dudar que realmente hubiera alguien esperándolas en el interior- Es hermosa...- diría la pelirroja ante la revelación del rostro de Arselia- habia escuchado que la hija de Lord Morozova era hermosa... pero veo que no eran exageraciones- diría halagando a la contraria antes de volver a centrarse en la misión.

 - Mmm... conozco el camino, así que nos ¿vamos?- diría antes de emprender camino a la zona residencial- Por cierto Lady Arselia... ¿Cuál es su razón de solicitarme? entiendo que por desconfianza de shinobis de rango bajo, pero la iglesia Amaterasu tiene buenos individuos a parte de mi, además... aunque no es noticia publica, actualmente tengo dos hijos que cuidar- diría indagando un poco sobre ell tema mientas caminaban, los ratones y Okares estarían totalmente activos y atentos a lo que podría pasar. Acabe resaltar que Akami no estaba molesta ni mucho menos, solo queria conseguir un poco de información.
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Narro/Pienso/Hablo/Técnicas
Pasivas
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El grupo de Melessar y las dos jovencitas se había visto aumentado de golpe en más miembros de los que incluso los implicados creían. Para desgracia de las dos muchachas, cuya mirada habría sido suficiente para petrificar a Sayuri si se trataran de gorgonas, la Kunoichi había optado por seguirlas con un clon; pero es que, además de esto, un segundo clon seguía al grupo, completamente invisible, oculto a plena vista del cada vez más creciente sub-grupo.

En cualquier caso, llegarían sin problemas a la cafetería prometida, momento en el cual -y para variar por una vez desde su aparición- cada una de las jovencitas pediría algo distinto. Asha pediría un café largo con canela, mientras que Marie, algo más ensimismada con el ambiente festivo y las luces de colores que plagaban el local -pues una vez dentro podrían observarse una prominente decoración navideña- habiendo llegado hasta el punto de liberar ligeramente el brazo de Melessar optaría por pedir un chocolate caliente, la que era considerada la especialidad de la casa en aquellas fechas. Con esto, el grupo ganaría de diez a quince minutos de tranquilidad, en los que las amigas, algo más relajadas, simplemente intentarían sacar toda la información posible de Melessar -principalmente sobre posibles parejas, experiencias previas, si las consideraba atractivas...- y, casi al final de su coqueteo casual, acabarían dirigiendo preguntas similares a Sayuri, la infiltrada. Eso sí, las chicas solo pagarían lo que tomaran ellas e invitarían al albino, no a la mujer.

Anotación Melessar

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Por otra parte, la misma Sayuri (O más bien la original, pues quien estaba con Melessar era un clon) podría ver como un aparentemente apenado Duke se dirigía sin demasiado ánimo en el rostro a la zona comercial más dedicada a trajes y vestimentas de aquel distrito. Al principio caminaría rápido, llevado por la ofensa que el mismo se había autoimpuesto de manera inconsciente, pero lentamente bajaría el paso, hasta alcanzar un ritmo de paseo normal; en ese instante, algo parecería llamar su atención a la derecha.

- Hace mucho tiempo que no como uno de esos... - Siguiendo su mirada, aparecería un puesto callejero de dulces variados y festivos; entre ellos, la mirada del muchacho se centraba en una columna llena de bastones con una prominente nube de algodón dulce - Bueno, padre no está presente; acerquémonos - Sin pedir perdón o permiso, el jovencito caminaría hasta el puesto, sacando una elegante billetera con la que pagaría dos de aquellos dulces, ofreciéndole uno a la propia Sayuri - Toma, te has portado bien conmigo.

Continuarían caminando mientras, como mínimo Duke, se comía su dulce recién obtenido. Tras un par de minutos, el joven volvería a hablar, mientras un leve atisbo de temor, o quizás timidez se percibía en su tono - ¿Está bien si te pregunto algo? - Ni si quiera se giraría a la muchacha, en parte para ocultar el enrojecimiento de sus mejillas - ¿Cómo puedo resultar de interés a las mujeres? Padre está empeñado en casarme con la hija de alguno de sus socios y sinceramente... La mayoría son horribles. Me gustaría que, si hubiese alguna noble que valiera la pena, no me desprecie tan rápido como hoy... Y está claro que soy horrible, si incluso un guaperas sin futuro es mejor partido que yo. - Según hablaba, la frustración ganaría terreno a la timidez en su tono. Al parecer, el muchacho no se fijaba únicamente en el "equipo de combate" de las hermanas, si no que las evaluaba como una solución aceptable a el camino lleno de minas antipersona que pretendía ser su futuro cercano - No soy tan mala elección... Pero soy el segundo hijo, a este paso padre me ofrecerá a la primera familia noble que ofrezca algo a cambio de mí.

Mientras hablaban, entrarían en una tienda de alto nivel, antes de la cual el chico arrojaría el bastoncillo de madera casi terminado a una papelera, lavándose las manos nada más entrar en un surtidor de gel de limpieza seca y con un poco de papel - Limpia tus manos o me tocará pagar cualquier cosa que estropeemos, o bueno, a padre... ¿Sabes qué? Haz lo que quieras.

Allí dentro, los guardias comerciales saludarían al muchacho y a su escolta con una leve inclinación, previamente informados de la visita de aquel joven noble. Solo unos pasos más adelante, y antes de tan siquiera llegar al mostrador, un hombre de edad avanzada increíblemente elegante y de perfecta etiqueta saldría al encuentro de los mismos, sonriendo al joven noble , al tiempo que le dedicaba una pronunciada reverencia - Bienvenido joven Fugō, su padre nos avisó de su llegada y la de su escolta - El hombre, tras aquel saludo, dedicaría una leve sonrisa a la acompañante, claramente dándola la bienvenida, pero sin mostrar el grado de respeto que había otorgado al muchacho.

- A riesgo de sonar impertinente y disculpándome si es el caso; ¿podríamos apresurarnos? Sé que padre ya les habrá entregado unas directrices y requisitos completamente inalterables, así que no tengo nada que hacer aquí más allá de posar y esperar. ¿Correcto?. - Pese a la aparentemente impertinente elección de sus palabras, el tono de Duke había sido tan cuidadosamente escogido que sencillamente parecía el de alguien que llegaba tarde a casa y aún tenía que comprar pan - Ah si... Y la señorita también querrá un vestido. Imagínese si mi padre volviera a contratar sus servicios por su reiterada ausencia y hubiera de acompañarme así a un evento de gala. Sería una vergüenza para nuestra familia.

- Pero señorito... - Un solo gesto del chiquillo cortaría al anciano.

- Que no sea especialmente escotado, pero de espalda descubierta, está entrenada, seguro que puede lucirla. De cintura concesiva y un corte lateral en la zona de falda, por si hubiera de moverse con rapidez con el puesto. ¿O me equivoco al presuponer que prefieres un vestido algo más...? - Pero el joven, que ahora miraba a Sayuri, casi empalidecería (a excepción de la inmediata rojez de sus mejillas) mientras los pechos de esta parecían ser aferrados por unas manos antaño invisibles, que ahora comenzaba a ser completamente opacas; efecto que se distribuiría al resto del cuerpo del clon de Akami.
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Finalmente y de vuelta, esta vez sí, con la verdadera Akami -Cuyo clon estaba a punto de desprestigiarla en la tienda de mejor renombre de la ciudad, esperemos que no hubiera encargado allí su vestido- y su atrevida aprendiz, que no habría dudado un instante en intentar "cazar" a la dulce noble ante ellas; Arselia, a quien aquel comportamiento había afectado de una extraña manera, parecía estar a punto de romper a llorar, ya que ambas habían alabado su belleza pero nadie parecía dispuesta a ayudarla a encontrar el camino correcto; la historia de su vida.

Sin embargo y por suerte para la joven de dorados cabellos, Akami recobraría la razón en un instante -posiblemente más acostumbrada a este tipo de encuentros- y, tras elogiarla apropiadamente, indicaría que, de hecho, conocía el camino hacia el lugar al que la joven debía acudir. Tras esto, y mientras la joven noble intentaba ignorar de la mejor forma posible la pregunta de Yuta sobre su tipo de mujeres -Principalmente porque estaba poco o nada interesada en ningún tipo de relación... Tenía cosas más importantes en la cabeza- Arselia caminaría tras Akami, escuchando las palabras que esta la dedicaba, así como sus preguntas sobre la razón de su presencia allí.

- No sabría decirle. Sé que tenía que tener una mejor escolta de lo normal y deduzco que por eso la llamaron. Disculpe si ha sido molestia, no sé cual será el caso de quienes decidieron llamarla, pero yo desconocía la existencia de hijo alguno... - Parecía algo desconcertada. Arselia no era una joven demasiado religiosa, y por esto mismo no conocía los dogmas de la iglesia de Amaterasu, pero la idea de una sacerdotisa tan joven con hijos la había atrapado con la guardia baja - ¡Ah! perdón por la descortesía, felicidades por el nacimiento de sus niños.

Tras unos minutos andando, en los que Arselia habría vuelto a cubrir su rostro, en parte por el frío en parte por el anonimato, acabarían llegando al barrio indicado por la joven y guiado por Akami. Una vez allí, ahora con más seguridad, la noble tomaría las riendas del grupo, dirigiéndolos directamente a una zona de un nivel económico superior incluso para la zona, hasta detenerse delante de una pequeña mansión, en cuyo portón exterior -pues unos terrenos medios rodeados de verjas y protecciones rodeaban a la residencia- esperaban un par de guardias claramente armados, que empezarían a alzar la mano con intención de indicar que se detuvieran, anulando sus intenciones cuando la joven volviera a descubrirse el rostro - Soy Arselia Morozova y solicito audiencia con su superior. Vengo con noticias de paz y un trato de parte de mi familia - El hombre más a la derecha bajaría la mano, dándose la vuelta y caminando hasta una pequeña cabina que había a la derecha del portón, en donde con un teléfono de cable procedería a realizar una llamada, posiblemente al interior de la mansión. Mientras tanto, Arselia se separaría unos pasos de la entrada, esperando con diligencia a que les abrieran paso, pero con clara preocupación y nerviosismo reflejada en el rostro, parecía estar usando toda su voluntad para, nuevamente, aguantar el llanto. ¿La preguntarían sus guardianas la razón de aquel estado o preferirían ceñirse exclusivamente a la misión?

El tiempo para postear de 48 horas ya ha expirado.

HablaPensamiento | Narración
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Yuta fue ignorada por completo por todos y cada uno de los presentes. Sentía como si una ventisca la azotara y la dejara congelada hasta el punto de volverse una estatua de hielo que se desmoronaría por su propio peso en miles de pedazos, como un cristal cayendo al suelo desde una gran altura. Y aun así, ninguno de los presentes notaría esa brutal muerte de Yuta, porque así de ignorada quedó por todos los presentes, un rechazo total en toda regla.

— La vida es una sucesión constante de putadas por algo muy terrible que tuve que hacer en otra vida... O esta... — Pensaría para sí misma.

Siendo completamente un personaje secundario de fondo, la pequeña Yuta vagaría por la retaguardia del grupo mientras Akami lideraba la comitiva, guiando a la hermosa noble que, de nuevo, ocultaba su identidad cubriendo completamente su rostro.

— Me pregunto por qué tiene tanto miedo... — Diría para sí misma.

Yuta tenía buen ojo y podía leer el ambiente bien; aunque su elección de palabras inicial no fue la correcta, eso fue por puro impulso e instinto. Pero ahora que la habían enfriado completamente y que podía contemplar todo desde un espectro secundario, incluso terciario, notó los pequeños gestos y el acto de haberse vuelto a cubrir tanto el rostro sin mucho sentido. Estaban en invierno, pero no era para tanto.

Akami lograría llevar al grupo hasta la zona alta. Pero Yuta no estaba muy de humor para apreciar las galas y ornamentaciones del lugar. Hasta que finalmente alcanzaron las puertas de una mansión ostentosa en la que parecía ser que la noble esperaba por algún asunto. Los guardias nos pararían, como era evidente, frente al hogar de alguien muy acaudalado, hasta que la joven Arselia se pronunció revelando su nombre y la intención de traer una propuesta de paz. Eso llamó la atención de Yuta al momento, comenzando a entender un poco más por qué había solicitado una escolta de alto nivel para protegerla.

Ante la situación actual y cercanos a los guardias armados, y ese mensaje de que buscaban traer paz, dando a entender que podía haber una rencilla abierta, la joven oni era consciente de que tenía que estar más atenta que nunca en toda la misión. De hecho, era consciente de que quien más alerta se pondría y quien mejor lo haría sería Akami. Si se estaban adentrando en un territorio enemigo, sería cuestión de estar en guardia.

Así que Yuta hizo lo mejor que podía hacer: ir con Arselia para protegerla y apoyarla. Las capacidades de Yuta eran más bien de asalto y protección, no era buena percibiendo su entorno o vigilando. Así que la pequeña oni se movilizó al lado de Arselia, cuando entonces se pudo fijar bien en el estado en el que se encontraba la chica. Ahí, por instinto, Yuta deslizó su mano hacia la coronilla de Arselia, acariciándola con suavidad y delicadeza.

Yuta con Arselia


— Tranquila, todo estará bien, estamos aquí para ayudarte con lo que sea — Le diría Yuta en un tono bajo.

Buscaba susurrar para no llamar la atención de los guardias y que no se fijaran en cómo acariciaba a la jovencita. Cuando Yuta era pequeña, había ocasiones en las que tenía miedo, otras en las que estaba enferma y, en general, cuando lo pasaba mal, siempre recordaba la mano cálida de su padre acariciando su cabeza. Le daba seguridad, calidez y la hacía sentir más tranquila poco a poco. Era un acto que hizo por instinto y reflejo, no es que buscara nada, e igual no le gustaba a la noble que la tocaran, sobre todo porque le estaba desajustando el gorro un poco para poder hacer aquello, pero independientemente fue un movimiento que no pudo evitar la pequeña oni al ver a una joven pasándolo mal.

— Si algo te preocupa o te da miedo, puedes contárnoslo, te ayudaremos — Seguía acariciándola.

Resumen
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Las hermanas parecen no hacer caso a mi pregunta para intentar saber de ellas, más bien de repente noto como se despegan un poco de mis brazos señalando ambas una cafetería al lado nuestra, parece que habíamos llegado a nuestro primer destino, noto como ambas antes de entrar echan una fugaz pero inquietante mirada al clon que Sayuri ha dejado con nosotros tres antes de dividirnos.

- Será mejor que esperes fuera Sayuri, no creo que lleves encima para pagarte algo, al menos no tu - le comento al clon antes de ingresar a la cafetería con las gemelas.

Asha sigue con cierta fuerza agarrada a mi brazo, en cambio Marie da a relucir su pasión por la decoración navideña y las fiestas al quedarse totalmente absorta con los ornamentos del establecimiento, antes de perder a la segunda de vista voy con ellas hacia una mesa vacía y algo mas alejada del centro, así podríamos conversar tranquilamente sin ninguna molestia, parece que la presencia de Sayuri tenía a las dos hermanas como cortadas ante la situación, pero ahora al verlas emocionadas con el lugar y la festividad empezaban a mostrarse como era cada una, similar de apariencia pero diferente en forma de ser como estoy observando.

- Buenas y felices fiestas ¿que desean?

- Un café largo con canela - comenta Asha con cierta seriedad como intentando mantener la compostura de su estatus un poco tal vez.

- Felices fiestas - comenta con cierta alegría Marie - a mi... un chocolate caliente por favor

- Un té negro por favor - le digo a la camarera

Mientras que Asha daba a mostrar que era mas seria y estas cosas ya no eran para alguien de su edad, quizás está intentado dar a entender que ya es una mujer y no una niña, al contrario que Marie, esta sin embargo estaba totalmente embelesada con los adornos, señalándonos para que los viéramos, había sido contagiada por el espíritu festivo del lugar, al menos parecía que la trifulca de las dos por estar conmigo se había pasado y habían echo las paces.

Las dos empezaron a hablar entre ellas sobre que tienda iban a visitar, se ve que querían ir a algún sitio más aparte de estar en la cafetería, una vez se habían decidido noto como Asha y Marie me miran a la par.

- Bueno Melessar - las dos al unísono hablan y me miran con cara que no me termina de dar buena espina, una pequeña sonrisa maliciosa en sus caras - ¿Tienes novia?

La pregunta y la forma en que las dos se han puesto de acuerdo para hacerlo prácticamente al unísono hubiera desembocado en escupir un poco de té si hubiera llegado ya, por suerte no ha sido así pero ahora confirmo de que la presencia de Sayuri y el resto del grupo las estaban cortando, me parece que ahora iba a conocer de verdad a estos dos, o mas bien dicho ellas dos estaban empeñadas nuevamente en saber de mi y cosas que no venían al cuento, sobre todo menos para la misión.

- No - comento con cierta seriedad mientras observo como llega la camarera con nuestro pedido - y antes de que preguntéis no, no he tenido pareja antes

Es cierto que nunca me ha despertado cierto interés o más bien nunca me he parado a pensar en ello como si fuera una necesidad que me hiciera falta, de pequeño estaba tan absorto en la academia que nunca se me pasó por la cabeza ni mostraba interés y tras mi graduación y aquel suceso mucho menos, no tenía tiempo para pensar en algo tan secundario, tengo cosas mas importantes que hacer y nunca me he parado a pensar en estas cosas, en la vida de un shinobi contra menos lazos tengas mejor, pero claro, Asha y Marie no son shinobis y eso no pueden llegar a entenderlo.

Mi respuesta se convierte en una sonrisa un tanto mas maléfica en ambas hermanas, Asha me mira extrañada, como si no se fiase de mi respuesta, Marie en cambio había puesto nuevamente su atención hacia mi, parecía que la decoración y la navidad ya no le importaba, haciendo que se levantase de su asiento tras acabar la bebida.

- No me termino de creer eso - Asha me mira de arriba a abajo y lanza un pequeño chasquido con la boca - que desperdicio

- Y... dime - noto el cuerpo de Marie apoyándose sobre mi lado - ¿te parezco atractiva?

Inmediatamente me pego un golpe en el pecho, esta vez la pregunta si me ha pillado con un poco de té en la boca, tanto que la inesperada pregunta hace que el liquido se me vaya a otro lado, por poco no me ahogo, no se si estas dos quieren matarme o reírse de mi.

- ¡Eh Marie! - Asha se pone en pie, empujándome "sutilmente" del asiento hacia el otro lado, acabando con ambas sentadas a mi lado, yo en el centro como he estado todo el camino - eso no vale aunque seguro que yo le parezco mas guapa ¿verdad?

Es la primera vez que me hacen esta pregunta y de esa manera, sin saber de ellas y sin conocerlas ni por un ápice, recuerdo que me preguntaron una vez que tipo de mujer que gustaba y sin pensar demasiado mi respuesta fue simple y llana, una mujer que me haga reír, estas dos en parte lo hacían ya que el numerito de las dos hermanas era algo cómico, pero ahora que me estaba parando a pensar en ello había algo mas.

- Atractivas sois las dos por igual, como dos gotas de agua de eso no hay duda - les respondo con una gran sonrisa y algo colorado, tal vez por el calor de la bebida - pero si queréis saber que tipo de mujer me gusta pues... como decirlo... alguien puro de corazón, noble, que sepa lo que quiere, segura de si mismo y fuerte - miro a las hermanas sonriendo.

Espero que esto no reanude nuevamente la guerra de ambas hermanas por la posesión de mi ser, si respondía a una de ellas que era mas atractiva que la otra podría empezar una pelea y no quiero que lleguen magulladas y ser sermoneado por fallar en mi misión, tenía que tratarlas como si fueran de porcelana.

- Espero que no os peleéis pero físicamente me parecéis tan iguales que solo os distingo por el color de la ropa - me río - pero eso no quita que seáis dos grandes mujeres y realmente atractivas, seguro que haréis felices a vuestros futuros maridos

La cuenta ya estaba pagada, las dos antes de este numerito insistieron en pagar a medias mi té negro cosa que le agradecí enormemente, solamente espero que el clon de Sayuri me haya echo caso y no esté dentro tomándose algo, porque los precios eran desorbitados y no creo que las hermanas le pagaran la bebida tras ver como la miraban al seguirnos, por esto querían quedarse a solas conmigo, para sacarme este tipo de información.
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Mientras caminábamos por las concurridas calles comerciales del País de las Aguas Termales, y yo seguía divagando en mis pensamientos locos sobre falsas propuestas del joven Duke, unas propuestas que obviamente nunca llegarían y no darían lugar. El joven parecía por fin rendirse con la idea de intentar conseguir algo con aquellas dos chicas de muy buen parecer, por lo visto el que se hayan lanzado tan abiertamente con aquel shinobi de cabellos plateados lo hicieron entrar en razón, y denotar que dichas chicas no podrían ser para él. ¿Estaría saliendo del cascarón por si solo? Era lo que me pensaba cuando abiertamente tomaría la decisión de no seguir directamente las órdenes de su padre.

Fue entonces cuando en vez de tomar la dirección recta hacia algunos de los comercios de ropa de alta gama, dio un giro mirando hacia un modesto puesto callejero de dulces, y camino directo en aquella dirección sin fijarse si había alguien en espera o que, así que tuve que pedir disculpas por él a la gente que ya estaba ahí. -Eh les pido disculpas por su distracción, espero la acepten.- Les comentaba a la par que hacía gestos juntando mis dos manos al pecho y apretando ambos puños, también dando una sonrisa amable e incluso forzada.

Duke me obsequiaría uno de los dulces, mientras también compraba uno para él. -Oh si, muchas gracias.- Respondía mientras aceptaba su regalo y comenzaba a disfrutarlo. -Uhm, sabes, esto me recuerda a hace años atrás, con mis padres en el País de las Nieves, era bastante pequeña.- Seguimos caminando entre las calles, cada uno disfrutando de su bastón. -Me los hiciste recordar, gracias de verdad.-

En un tono más serio, el joven Duke se dirigiría hacia mí. -¿Está bien si te pregunto algo?- Note algo de timidez en aquellas palabras que expresaba el chico. Asentí, pero notaria que aún no había girado a mirarme al preguntar, por lo que respondería hablándole. -Si claro.-

Si es verdad que sus preguntas y sus dudas me habían tomado bastante por sorpresa. ‘Entonces este es el tipo de problemas que tienen los adinerados’ Pensaba para mis adentros mientras seguía escuchando los problemas de Duke, por lo visto eran todos sobre las mujeres a tener para su futuro, y el como su papel como segundo hijo de la familia le daba algún que otro quebradero de cabeza. Y el chico pues a ver, a mí me parecía atractivo. Es cierto que no era una maravilla ni nada cercano, como lo podría ser quizás Melessar. Pero algo jugaba en su contra, y es que en comparación con aquellas dos chicas de las cuales se había fijado, si era muy joven, diría que incluso era más cercano a mi edad que al de ellas.

-Espero que no te moleste mi opinión sobre aquellas chicas, pero creo que no valen la pena y no creo que sea lo que buscas… es bastante notable que no están buscando un esposo, solo alguien con quien pasar el rato y por tus palabras, no quieres eso.- Daría una pausa para volver a saborear aquel dulce, y seguir con mi diálogo. -Eres de interés, creeme.- Comentaría, quizás me sobrepase ahí…, ya que si, me sonrojaría al momento de haber soltado aquello. -Eh eh, bueno… ¿Qué te parece aquella tienda?- Intente desesperadamente cambiar el rumbo de la conversación, ya que también estaba fuera de mi trabajo el hacer eso.

Fue entonces cuando si nos dirigimos hacia una de las tiendas, obviamente no habría entrado nunca a un lugar así si no fuese porque ahora venía acompañada del chico. No sabía del todo bien los protocolos a seguir para entrar en este tipo de recintos, así que me limite a seguir las acciones y sugerencias de Duke. Termine de comerme aquel bastón, dejándolo también en el pote de basura para luego lavarme las manos. -Está bien, yo vigilo mientras- Creo que seguía sonrojada por el momento de hace unos minutos, así que quizás mis palabras fluirían algo nerviosas. Dedicaría una leve sonrisa a los guardias y claro que le regresaría aquel saludo al anciano de buen vestir que estaba detrás de su vitrina. ‘La Familia Fugo entonces…’

‘¿Un vestido para mí?’ Pensaba mientras vigilaba el lugar, no parecía haber ningún peligro en las proximidades, así que me di el lujo de reposar unos minutos de la misión para responder a las sugerencias que Duke estaba dando sobre el vestido que quería para mí, aun que era tanto para mí… más bien, era para cuando estuviese con el sí en algún futuro se daba que volviese a ser su escolta. -A ver, si fuese un vestido de fiesta, claro que recomendaría otra cosa… pero al ser uno que usaría para el trabajo, si, los datos que proporcionas al señor son los correctos. Aun que si quisiera agregar la posibilidad de que tuviesen bolsillos secretos o algo por el estilo, ya sabe.- Le guiñaba el ojo al anciano. -Ya sabe, para cubrir bien las espaldas a Du…- '¿Y esto?'. Sentí como unas manos comenzaban a tocarme, por como sentía sus dedos y el como se movían hacia el interior de mis ropajes, deducí claramente que quien lo hacía estaba detrás… pero, solo éramos los cinco, el anciano en frente, Duke a mi lado y los guardias que ya habían quedado atrás, y no les había escuchado caminar hacia mí.

La situación me incomodaba, esas manos iban a donde no debían así que actúe rápidamente. No parecía estar ejerciendo algún tipo de control ni de fuerza sobre mi cuerpo, por lo que me incline hacia adelante en un rápido movimiento. Luego concentre algo de chakra en mi torso y en mis brazos para que pudiera girarme a una velocidad bastante rápida y así intentar dar un puñetazo a quien sea que estuviese detrás, para acto seguido empujarle hacia los guardias y hacerlos aliados míos de la situación.

-¿Eh, señora Akami? Pero que diabl…- Estaba bastante confundida con la situación. No tanto porque estuviese aquí, era una shinobi bastante reconocida por su alto rango dentro de la aldea, así que podría llegar a la rápida conclusión de que nos vigilaba desde la distancia para cuidar de nosotros… Pero si me descolocaría su actuar intentando tocarme.

Chosenkou

Velocidad: 15+5=20
Chakra: 121-15=116
Daño realizado: 25
Estadísticas de Sayuri Yuki

Vida: 70/70

Chakra: 106/121


Off
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Última modificación: 23-01-2024, 08:04 PM por Akami Ameryuu.
Okay este va a ser un postsecito rápido...

En primera instancia el grupo inicial en el que se encontraba la sacerdotisa original terminarían por partir de aquel almacén hacia la zona residencial del país de las aguas termales Aunque la pelirroja se había dado cuenta de un error que había cometido y ese error fue dejar a su hija en segundo plano mientras se encargaba de conversar con la noble de Gran belleza...

Quizás por el cansancio o quizás simplemente porque aún no se acostumbraba a tener Yuta como hija o quizás simplemente se había descuidado... Pero un rasgo característico de la pelirroja es su orgullo y que es orgullo suele ser demasiado como para aceptar sus errores o al menos eso era la pelirroja de hace algunos años- Yuta... Ven- le diría a la onikuma para que se acercara lo suficiente. 

Una vez la distancia fuese lo suficientemente corta la pelirroja le daría un fuerte abrazo a la contraria dándole aquella atención que tuvo que haberle dado en primera instancia quizás fue solamente un fallo como madre o no era su costumbre el dar afecto de esta manera- perdón por ignorarte mi pequeña hija- fueron sus palabras mientras acariciaba tiernamente el cabello de Yuta por unos pequeños segundos antes de continuar con su travesía y dedicarse a responder las palabras de Arselia.

Comprendo Aunque no es que me moleste realmente el nacimiento de mis hijos no es una noticia realmente pública al contrario las personas en la iglesia que lo saben pueden ser contados con los dedos de las dos manos- respondería mientras caminaban en dirección a su destino- muchas gracias- comentaría con una pequeña sonrisa a las felicitaciones por parte de la joven noble- por lo que sé ustedes cuatro no pertenecen a la misma familia... Pertenecen a esas familias diferentes... ¿Pero acaso vuestras familias están relacionadas de algún modo?- preguntaría mientras llegaban a su destino y Arcelia se encargaría de la mayor parte aquí.

También pudo observar como Yuta se encargaba de calmar a la contraria quien parecía estar asustada o preocupada por alguna razón- Lady Arselia si algo le preocupa puede decirnos después de todo estamos aquí para cuidarla- diría imitando momentáneamente el gesto que hace unos momentos atrás había aplicado con Yuta le había dado un abrazo a la contraria a quien parecía estar hundiéndose en un mar de preocupación al mismo tiempo que la intentaba calmar- si algo le preocupa díganos y nos encargaremos de ello- ya solo faltaba ver cuál serían los sucesos que ocurrirían de ahora en adelante.

En el caso del primer clon las cosas avanzarían de un modo bastante diferente pues este había observado como El noble y la yuki parecían tener lo que era una cita infantil también se percató de que El noble tenía cierto complejo de inferioridad o quizás no era eso y simplemente era el deseo común de tener pareja... una buena pareja...- puedo permitir que me recuerda a mí... o al menos a ella... Cuando estaba en el templo de la lluvia... Aunque en el caso de Akami era más generalizado...- un pequeño recuerdo de cuando eran niñas o niña mejor dicho pasó por la mente del clon cuando la sacerdotisa apenas era una niña había sido torturada en el templo de la lluvia por haber sido acusada de bruja y el deseo que constantemente pedía era ser capaz de encontrar a alguien que le aprecie quizás en ese momento no era total y exclusivamente en el ámbito amoroso pero por alguna razón Duke le recordó eso.

Luego de ser capaz de presenciar al joven noble ser honesto con sus propios sentimientos también sería capaz de contemplar como la yuki de una u otra manera quizás porque de verdad pensaba eso o porque sus sentimientos eran los que estaban hablando admitía que el contrario era atractivo quizás a su vista nada más o quizás hablaba en general -Por qué no puedo hacerme una pinche idea de cómo se ve el desgraciado si nuestro narrador-san no tiene la amabilidad de publicar una pinche imagen de cómo se ve- luego de aquel momento de declaraciones el dúo acompañado con El clon obviamente irían a una tienda de ropa.

Aquí en esta tienda entonces sería toda la escenita donde el joven noble retiraba el el encargo que su padre le había mandado a cumplir e incluso se revelaría para la plebeya Sayuri el nombre de la familia al que pertenecía al contrario aquel clon quien representaba el sentimiento de lujuria debido a la personalidad fragmentada de la sacerdotisa pasaría a hacer una acción que la propia Akami nunca daría en su propia persona a modo consciente.

Pues aquella clon había cometido la indecencia de dirigir sus manos hacia el gusto de la yuki y hacer ciertas cosas que por religión y culto y más que todo por decencia propia no debería de hacer pero como ya hemos dicho aquel clon no representa la propia personalidad de la sacerdotisa sino una vertiente de la misma aquel clon llamado Aka-ichi representaba el sentimiento de la lujuria misma el cual en ocasiones invadía la personalidad de las pelirroja más no era lo predominante en ella por ello sumado a la personalidad fragmentada de la sacerdotisa crear clones no era del todo beneficioso.

Cada clon creado dividía y fragmentaba su personalidad hasta crear una personalidad totalmente propia e independiente Aunque eso no los hacía mejores o peores que la propia sacerdotisa simplemente dividía lo que ella era en realidad. O al menos eso es una excusa que si meto este narrador para salvar a su personaje de meterse en un lío pero ajam...

De lo que el clan no se percataría Es que le jugaría en contra realizar aquella acción puesto que sujutsu de ocultación se había perjudicado revelando su presencia y pese a la ofensiva de la contraria a la cual no fue nada difícil de evitar simplemente no veías tu cuerpo entero a modo de bloquear aquel ataque utilizando sus brazos como escudo todo aquello era posible debido no solamente a su experiencia superior o a sus entrenamientos en combate sino también a la técnica de taijutsu básico Renkai.

- veo que mi identidad ha sido descubierta qué problema Akami me gritará si se entera... Aunque en primer lugar es su culpa por haber mandado un plan principalmente a mí- diría El clon con aburrimiento mirando al contrario en efecto al joven noble antes de soltar una pequeña risita- con esto supongo que ya entiendo vuestra manera de actuar aunque no comentaré nada sobre ello creo que es lo mejor por ahora dejaré el sermón a la verdadera Akami, una simple copia como yo ve inútil deciros algo de esta manera al final yo solamente soy la personificación de un sentimiento en específico aunque creo que mandó el sentimiento equivocado- dijo aquel clon antes de desaparecer como si nada para que aquella información fuese recibida por la pelirroja.

Por otro lado el segundo clon no haría nada interesante más que seguir con su misión de espiar o vigilar al trío feliz conformado por el albino y las dos falsas gemelas... Me quede sin ideas...

Akami:
Estadísticas de Akami Ameryuu

Chakra: 259/1029

Vida: 350/350

Chouju Giga, Nezumi


Aka-ichi (eliminada):
Chakra: 224/304

Vida: 30/30

Renkai


Aka-mi:
Chakra: 219/304

Vida: 30/30

Muon Satsujin Jutsu

Tobidasu
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