[Privado Nakai] La Serpiente Blanca de las Montañas
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La brisa agita la blanca melena tapando mis ojos, una brisa mas cálida de la que estoy acostumbrado y con un sabor a sal, con la mano retiro el pelo dejando que siga al son del viento, ante mis ojos cada vez se divisa mas cerca mi primer destino, el país de las montañas.

- Busca a la Serpiente blanca de las Montañas - me quedo pensativo ante las palabras de aquella serpiente que invoqué con mi técnica.

Montañas, montañas había a pares, lo más lógico es pensar en el Pais de la Tierra o el Pais de las Montañas, el segundo destino sería demasiado obvio, de todas formas debido a la proximidad del pequeño pais a la aldea de la Niebla he preferido empezar por este destino y si la búsqueda no va a ningún lado seguiré mi camino hacia la villa de la roca, tal vez con mas suerte allí.

La gente que va a bordo empieza a salir de la parte de abajo, dada al entretenimiento mientras que dura el paseo, una especie de barra de bar y escasas y por lo que visto insípidas comidas, yo prefiero estar fuera, escuchar el mar y las olas, el viento y sus olores, tengo que estar tranquilo y tener la mente fría dado la tarea que tengo por delante, me puede llevar a un largo viaje, incluso puede que no encuentre a aquel maestro y esa maldita serpiente albina me haya engañado.

- Como me haya engañado se las verá conmigo - murmullo para mis adentros con cierta rabia

Al cabo de un cuarto de hora aproximadamente llegamos a una pequeña ciudad costera donde atracamos, el viaje en barco ha llegado a su fin y ahora empieza lo mas difícil para mi, interactuar con desconocidos preguntándoles por esa serpiente blanca, seguramente mas de uno me tacharía de loco, tengo que andarme con cuidado de como pregunto y a quien.

Busqué durante días en la biblioteca de la villa pero solamente encontraba leyendas y mitos sobre legendarias serpientes blancas, signo de la pureza y de la misma medicina, el arte de la vida y la curación, también había un nombre recurrente en algunos escritos sobre antiguos shinobis del pasado.

- Orochimaru - esas palabras resonaban por mi mente.

La primera vez que leí ese nombre parecía que estaba hablando de un mito, de un ser mitológico, era imposible llegar a tales capacidades y además muchos escritores tienden a exagerar a la hora de contar las cosas, pero contra mas investigaba esa supuesta serpiente blanca más aparecía su nombre, al final resulta que era algo mas que un mito, si no un ser de carne, real, alguien que llegó a culminar su arte y sus avances y llegó a tener la inmortalidad, apodado como la serpiente blanca entre otros nombres.

La inmortalidad es una cosa de cuentos, eso pensaba cuando era pequeño, un niño iluso que simplemente se lo pasaba jugando y aprendiendo en la academia mientras el resto de tiempo se las pasaba practicando con la shakuhachi, pero desde aquel suceso dejó de ser un cuento para mi, si no mas bien algo posible, pero no fácil.

No deseo tal poder, la inmortalidad, busco varias cosas, unas típicas en este mundo y vista muchas veces, pero una de ellas en particular es algo que en muchos libros se consideran leyendas. Pero desde que descubrí el nombre de Orochimaru y investigar un poco sobre él, ya que la pista que me dio el reptil me acaban llevando al mismo nombre, fue un gran científico y un genio en el arte de la medicina, no es de extrañar de alguien con el apodo de la serpiente blanca.

Un ligero golpe me saca de mis pensamientos y me devuelve a la realidad, parado en el pequeño muelle, repleto de gente, un marinero con cierta prisa es quien ha chocado sin querer con mi hombro, no estoy en el mejor sitio, lo primero es tomar un tentempié para recuperarme del viaje en barco.

Tengo en mente un destino, pero ese sería el ultimo punto a ir si no encontrase nada por este lugar, a lo mejor en esa biblioteca aunque mas pequeña que la de mi villa seguramente tengan algo relacionado con la serpiente blanca o incluso con Orochimaru, debía de buscar ambas cosas, de todas formas la primera siempre me lleva a la segunda.

Vislumbro un pequeño puesto de dangos nada mas salir del puerto, entre varios puestos, mas el olor de aquel tenderete me atrae, quizás es la razón por la que voy a ese en concreto. Tras pillar un par de dangos y un pequeño vaso de té para llevar sigo con mi camino en busca de algún sitio para proceder a comer, de mientras pensaría mi siguiente paso.

- Perfecto

Vislumbro lo que parece un pequeño parque o al menos es lo mas parecido a ello, un par de bancos rodeados de un par árboles, justo en una esquina de la calle central, un poco alejado del bullicio, el sitio perfecto para reponer fuerzas y pensar.

Conforme los dangos se van acabando y el té bajando no paro de pensar en aquellas palabras... Busca la Serpiente Blanca en la Montaña... Demasiado evidente que sea en el mismo pais del nombre, demasiado viniendo de una serpiente y siendo una pista, esos mismos pensamientos se entremezclaban con las supuestas características físicas de Orochimaru, un ser albino, facciones reptilianas como la nariz y los ojos, normal que le apodasen la serpiente blanca entre muchos mas nombres.

Necesito despejar la mente, tranquilizarme y poner las ideas en orden, paso a paso, la impaciencia no me va a llevar a ningún lado, mucho menos en esta búsqueda, debía de buscar primero algún sitio con ese nombre, suena menos impactante que preguntar por una persona así, tal vez eso me lleve a alguna pista.

- Necesito pensar - mis manos van al bolsillo interior sacando mi shakuhachi.

Me llevo la flauta blanca y perlada como el mismo hueso, básicamente del material del que está echo hacia la boca, cierro los ojos y dejo que mis dedos se dejen llevar por la melodía, una que evoca la fuerza, resistencia, perseverancia... como una montaña.


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Era un día normal, soleado y con el cielo despejado. Como de costumbre, bajaría desde mi fortaleza en las montañas hasta las faldas en la costa, en donde un pueblo pequeño se erigía. Los lugareños ya se habían acostumbrado a verme, y ahora que no me confundía con la nieve, me podían ver mejor.

Mi piel blanca como la nieve, y mis ropas de igual color sólo contrastaban con mi cabello negro y mis ojos amarillos reptilianos.

Los bandidos eran algo común en ese lugar, y buena fuente de experimentación, aunque ahora no eran tan comunes como antes, quizás porque muchos yacían en la fosa común, como mártires de la ciencia.

El día no tan frío ni caluroso, era perfecto, por lo que tras acudir a la biblioteca, alguien me advertiría que posiblemente alguien me había buscado.

-¿A mí?- le cuestioné.

-Preguntaron por la serpiente blanca, te he visto extenderte y tus rasgos reptilianos, y eres blanco como la nieve- respondió el bibliotecario.

-Extraño, ojalá no sean problemas- diría en respuesta. Saldría para leer un rato, sentándome bajo un árbol en un parque con unas cuantas bancas.

Estaría reuniendo energía para mi byakugo, como a veces solía hacer cuando me acordaba, me concentraría y me sentaría en el pasto, siguiendo mi proceso de canalización antes de comenzar con mi lectura, sin embargo, pasado un rato, una música llamaría mi atención.

El ritmo me sacaría de mi trance, aunque no era abrupto, sino relajante. Venía de cerca de mí, no muy lejos, por lo que me pondría de pie y caminaría hacia la fuente de esa música. Una pareja también se habría detenido para ver al responsable de tal melodía.

Se trataba de un chico de largos cabellos blancos, el cual tocaba una flauta blanca hecha de hueso.

Me recargaría sobre un árbol para leer mientras escuchaba la música de la flauta, pasando un buen rato relajante mientras el viento soplaba y la melodía sonaba.
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Los dedos se deslizan con cierta agilidad y rapidez, siguiendo el tempo marcado, ignorando todo lo que me rodea, centrando mi mente en esa búsqueda sobre la serpiente blanca de las montañas, si no conseguía nada en este lugar pasaría un par de días en este pequeño pais y luego pondría rumbo al pais de la tierra.

Nuevamente vuelvo a la realidad, a aquel banco pegado a unos árboles en esa pequeña ciudad costera, ya he acabado la comida y ahora he terminado de ordenar mis pensamientos, de meditar, la música es lo mejor en este caso para mi, tranquiliza mi mente y me hace pensar fríamente sobre lo que tengo que hacer.

-¿Eh? - observo que una pareja está de pie mirándome, tal vez atraídos por la música como abejas a la miel.

No me termino de acostumbrar a estas cosas, a que la gente se quede de pie mirando como toco mi shakuhachi, nunca mis motivos son llamar la atención y que me escuchen, más bien el motivo es escuchar yo la melodía, lo que evoca y me hace sentir, por eso suelo hacerlo en sitios mas solitarios o algo apartados, pero en esta ocasión no había pensado mucho en el sitio sin tener en cuenta lo transitada que está la calle principal, justo en la esquina donde me encuentro.

De repente mi cara se queda seria, la sorpresa me posee, no puede ser lo que estoy viendo, un espejismo, una ilusión tal vez, en mi cabeza solamente puede resonar un nombre una vez que esa descripción pasa por mi mente a la par que asimilo lo que estoy viendo o mas bien, a quien estoy viendo.

- ¿Orochimaru? - digo para mis adentros, absorto en el ser que tengo delante de mi apoyado en un árbol, leyendo un libro como si nada.

No puede ser, un ser como el legendario Orochimaru vivió hace tantos años que pertenece al mundo antiguo, tanto que lo único que queda de aquellos tiempos son cuentos y leyendas como la mismísima representación de la inmortalidad, o mas bien conocido como la serpiente blanca entre tantos nombres, lo que tenía delante de mi no puede ser posible pero tampoco coincidencia.

No se si es verdad que sea el mismo Orochimaru, según las historias llegó a ser inmortal, viviendo bastantes años, pero claro, menciona la inmortalidad y nada más, si renace cada vida, si simplemente su cuerpo es eterno, si muda de cuerpo como una serpiente de piel a uno mejor y mas joven, solamente tenía dudas en mi cabeza y solamente hay una forma de resolverlo, en parte por ello estoy aquí.

- Perdone caballero - me acerco tranquilamente sobre aquella persona de aspecto reptiliano - ¿usted conoce a la serpiente blanca de las montañas?

Me quedo en silencio esperando su respuesta, quizás demasiado abrupto y de golpe, si es el mismo Orochimaru de las leyendas bastaría con mover un solo dedo para acabar con mi vida, con la mía y con medio pais si quisiera, pero si es el mismo ser de las leyendas ya con tal solo llevar vivo estos años es aterrador, en cambio delante de mi tenía a un niño, podría ser la reencarnación de la misma serpiente blanca de las leyendas.
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De pronto, el chico dejó de tocar. Alcé levemente la mirada, observando que el chico dejó de tocar su flauta y que la pareja junto a él sólo le miraban con cierta fascinación y pena, pensando que habían apenado al artista.

Que lástima que hubiera parado, sin embargo, la expresión en su rostro, seria, mientras me miraba, me puso en alerta sobre algo que pudiera haber sucedido o estaba por suceder. Yo no lo reconocía, y por lo visto, aquel sujeto lo hacía. Debía tener cuidado.

Guardé mis libros y me despegué del árbol, mirándolo también.

No sabía si fiarme de él o no, pero en eso andaba, tratando de pensar si era alguien a quien molesté en el pasado o no, cuando finalmente me habló.

"La serpiente blanca de las montañas" dijo aquel sujeto. Alcé una ceja. Definitivamente me buscaba, a menos que hubiera más serpientes blancas en las montañas, pero dudo que así haya sido.

¿Debía preparar un ataque o prepararme para uno? No lo sabía, pero en lo que el silencio tenía lugar, lo rompí con una sonrisa y un "je!".

Je!- exclamé, sonriendo- ¿quién desea saberlo? Puede que lo conozca, pero ¿cuales son tus intenciones con él?

Tras unos sellos, unas escamas cubrieron mi cuerpo, dándome el aspecto de una serpiente al menos en la piel, y alargando mi lengua un metro para "olfatear" al chico que tenía enfrente.

Esperaría a ver su respuesta ante mi "transformación". La pareja se iría del lugar en silencio pero a paso apurado, después de todo, ya me habían visto anteriormente estirarme y hacer otras cosas raras en la ciudad.

Hebi no Uroki

Hebi No Shita


Chakra: 748/818
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El muchacho deja a un lado el libro, mirándome con cara de desconfianza, la verdad que he sido bastante abrupto y de sopetón al soltarle algo de esa manera, como si pareciera que quizás quiero darle caza, no se si se trata de un criminal buscado en el libro Bingo, sea quien fuese es demasiada coincidencia que de con alguien con las mismas características de una serpiente en el pais de las montañas, pero a juzgar por su reacción tal vez no sea de los que hacen muchos amigos, aunque la gente no parece sorprenderse de que repente un niño empiece a transformarse lo mas parecido a una gran serpiente, conocido en este sitio es al menos, otros saldrían corriendo aterrados de esta escena.

Je! ¿Quién desea saberlo? Puede que lo conozca, pero ¿Cuáles son tus intenciones con él?

Quizás no sea el maestro al que tengo que buscar para firmar aquel pacto con las serpientes, pero no cabe duda que una serpiente blanca es ya que tras mi pregunta parece haberse medio transformado en una de ellas, con esas escamas por la piel y esa lengua bífida, en posición de defensa, puede ser que se piense que quiero hacerle algo o cazarlo, pero es de esperar esa reacción, sobre todo si es quien ando buscando.

- Entiendo tu desconfianza - le comento con total tranquilidad, si quiere hacerme algo poco tengo que hacer contra el legendario Orochimaru - pero digamos que una serpiente albina me dijo que buscara a la serpiente blanca de las montañas y mira por donde - esbozo una sonrisa.

Aun así, a pesar de la tranquilidad el chakra en mis pies comenzaba a acumularse, listo para intentar esquivar el envite de aquel niño que de repente era mas serpiente que humano, tal vez no sea el legendario Orochimaru pero es bastante parecido a la descripción de los libros y encima si es quien busco tiene el mismo apodo, no me extrañaría que fuera su reencarnación, su forma de tener la inmortalidad o un fan demasiado apegado a parecerse al ninja de las leyendas.
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Tras regresar a la normalidad, escuché lo que tenía que decir. Al parecer, una serpiente albina le dijo de encontrarme, pero no sabía si eso era una clave o algo literal, aunque me sonaba mucho a cuando realicé mi kuchiyose no jutsu. Como maestro de pacto, esas cosas iban a suceder, ya lo sabía.

-Así que ¿una serpiente albina?, seguro una kuchiyose... no me extraña-diría en voz baja para mi mismo, pero seguro que él me oiría- vale, sigueme pero mientras quiero saber más sobre tí ¿quién eres? ¿cuales son tus intenciones? ¿cuales son tus ideales?

Esperaría a que respondiera las 3 preguntas hechas, mientras que esperaba que me siguiera a las afueras del pueblo, hacia las montañas. Por su bandana podía ver que se trataba de un clan de Kiri, cosa peculiar puesto que yo era de esa misma aldea, o al menos había vivido varios años y mis primeros años ahí.

-Kiri, conozco bien esa aldea ¿cómo están por allá las cosas? Supongo que debes ser alguien de un clan importante, se cree que la serpiente sólo escoge a unos pocos privilegiados- le comentaría.

Una vez que ya hubiéramos alcanzado las afueras del pueblo, realizaría sellos e invocaría a una gigantesca serpiente de 20 metros de altura pero mucho más larga, escamas blindadas y tres cabezas que se erigían como torres al cielo. De un salto la montaría y esperaría a que él hiciera lo mismo. Usando su velocidad, nos desplazaríamos hacia las montañas, en donde le pondría una prueba.

Ya iría pensando en una prueba, pero primero necesitaba saber más del chico, aunque ya tenía una idea de que hacer.
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Por sus palabras aunque en voz baja como hablando consigo mismo, a pesar de ello por la corta distancia entre ambos llegaban a mis oídos, se ve que había dado con el maestro del pacto a juzgar por ello, una vez parece haberse dado cuenta de que simplemente estoy por firmar el pacto con las serpientes y no para cazarlo o vete a saber que se le pasaría por la cabeza empieza a hacerme unas preguntas, para conocerme, tal vez quiere saber si soy digno para firmar el pacto con alguien como él.

- Kaguya Melessar - le respondo a aquel chico medio serpiente mientras le voy siguiendo a lo que parece ser las afueras del pueblo, ya mas relajado me dejo llevar - y mis intenciones pues podría decirte lo típico, poder, venganza, pero lo que si tengo claro son mis ideales y es luchar por la gente débil, protegerlas de aquellos donde el mal anida en sus corazones - sonrío

Una vez ya afuera veo como tras unos sellos ya conocidos por mi ejecuta una invocación, no puedo evitar el quedarme paralizado, no del miedo, si no de la grandiosidad de serpiente que ha invocado ante mi, sin duda se trata del maestro del pacto, esa gigantesca serpiente de tres cabezas me daban cierta pista, a mi mente se viene aquella serpiente albina de un metro que logré invocar, minucias al lado de lo que tengo delante, sin duda es un poder muy interesante.

De un salto me poso encima de la gran serpiente al lado de aquel chico reptiliano, se ve que conoce bastante bien Kirigakure, no es de extrañar dada la proximidad entre ambos paises, aunque también quiera sacarme información sobre la villa, por el momento no me había dado a entender que fuera alguien malvado que quisiera atacar la aldea, aun así debo de gastar cuidado de que cuento a gente que no pertenecen a la villa, sobre todo por mi cabeza.

- Tal y como iba en el pasado ahora el Mizukage está haciendo una buena labor porque la villa prospere, el clima es el mismo de siempre claro - río un poco para romper un poco la tensión de tener a alguien como él delante de mi - y bueno no soy ningún privilegiado, simplemente me he esforzado por aprender la técnica de invocación y dado a las grandes propiedades curativas que tienen las serpientes entre otras habilidades me parece lo mas adecuado si quiero salvar a la gente... Por cierto ¿Dónde estas mis modales? - hago una pequeña reverencia a la vez que repito mi nombre, una presentación como tiene que ser ante alguien tan respetable como la persona que tengo delante - ¿Cómo debo de llamarle señor?

La gran serpiente avanza con rapidez entre las montañas mientras hablamos, seguramente me quiera llevar al lugar de la prueba, tengo que demostrarle que soy digno de tal poder, es necesario.
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Aquel chico mostraba buenos modales, y no parecía ser tanto una amenaza. Su nombre, Kaguya Melessar, me daba cierta pista de lo que era aquel chico, de sus habilidades, aunque a ciencia cierta no sabía a profundidad sus capacidades, sí que tenía noción.


Mientras la Sanhebi avanzaba entre los páramos rocosos, nos adentramos a una zona con nieve ya más arriba de la montaña, en donde pensaría en su respuesta. Era alguien que según sus palabras buscaba proteger a los débiles, abundaba esa gente, aunque también podía ser que camuflara sus otros intereses, como poder y venganza. Eso no importaba. También la respuesta que me dio sobre kiri era pobre, quizás evitando darme mucha información sobre su aldea.

Tras mencionar las propiedades curativas, volvió a presentarse.

-Nakai Nagamushi- respondí sonriendo- mi laboratorio está cerca de aquí, obviamente no iremos ahí, pero al menos aquí no suele pasar la gente.

Tras llegar a un lugar en donde no había más sonido que el del viento avanzando entre las piedras, en donde la nieve aún cubría el suelo y el mar se veía hacia abajo, detuve a Sanhebi y de un salto aterricé sobre la nieve.

-Muchos suelen poner pruebas de habilidad, agilidad o combate, pero el camino de la serpiente es más de astucia y de usar los sentidos que de otra cosa. Te pondré el examen en dos pruebas, la primera es... detección, encuéntrame- al decir esto, le pediría que cerrara los ojos por 5 segundos, en los cuales me haría invisible y tras unos saltos, caería hacia una roca. 

Estaría en un área de diez metros a la redonda. No habría pisado la nieve, por lo que no dejaría pisadas, simplemente estaría parado sobre la roca. Mi respiración sería apenas audible, y esperaría a que hiciera sus movimientos por encontrarme.

Encontrarme era el objetivo, aunque no el mérito, pues dependía que cómo llevara a cabo la labor para poder pasar a la segunda prueba.

PD: A partir de aquí sería buena idea que pusieras tus estadísticas y los jutsus que hagas. El gasto de chakra también será importante que lo pongas.
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La gran serpiente avanza por las montañas, cada vez subiendo más, el clima de la costa empieza a verse reemplazado por un clima aun más frio, al ver los picos nevados me hago una idea de hacia donde trata de llevarme, en un clima más frio me siento mas a gusto. Me da a entender que tiene un laboratorio por estos lares, nuevamente mi idea de que al ser que tengo delante es la misma encarnación de la legendaria serpiente gana mas puntos, si es así tengo que tener cuidado con como le trato ya que podría matarme con solo pensarlo, si de verdad es él.

Nakai Nagamushi - comento para mis adentros, quizás se trate de un nombre falso para ocultar su verdadera identidad, mejor eso que presentarse como el mismísimo Orochimaru de las leyendas, cuyo nombre causa terror y pavor en la gran mayoría que haya estudiado la historia ninja, miedo o admiración, todo depende de quien sea.

Por lo visto va a empezar mi prueba, por mi mente pasaban diferentes pruebas del tipo un combate contra él o incluso contra alguna serpiente, estoy acostumbrado a que las pruebas en Kirigakure sean del tipo prueba de combate para ver nuestras habilidades, pero Nakai es diferente, es inteligente, tal y como dice una de las propiedades de las serpientes no es solo su poder si no la astucia y la capacidad de detectar olores o seres a tu alrededor, claro, para una serpiente que tiene esa capacidad olfativa con su lengua es relativamente fácil, pero yo no soy una serpiente.

Cierro los ojos como me dice, al cerrarlos noto una leve brisa indicándome de que Nakai se ha movido de mi lado para esconderse, una vez que noto que no está a mi lado siento total soledad, como si esa enorme serpiente de tres cabezas y yo fuéramos los únicos seres vivos en la zona, pero no es así, es bastante bueno escondiéndose, en los cinco segundos que paso con los ojos cerrados voy repasando alguna manera de tratar de encontrarle, pero primero es analizar la zona y la situación.

Al abrir los ojos confirmo que no hay nadie, veo unas pisadas en la nieve y nada más, no siguen a ningún lado, tal vez Nakai haya aterrizado allí tras bajar de la enorme serpiente, pero no está, ha desaparecido, solamente una sola pisada en la nieve, como si se lo hubiera tragado la tierra, al ver la huella me da a entender que habrá utilizado alguna técnica para hacerse invisible y ocultar su chakra, pero no se habrá echo incorpóreo al ver esa única huella en la nieve, con cierta agilidad bajo de la serpiente cayendo en el mismo punto donde está la pisada de Nakai, o eso creo, puede que no sea de él y la use para despistarme, en mis manos empiezan a formarse unos sellos.

- Kirime no Jutsu

Miro hacia el cielo, a pesar del ambiente nevado y del frío viento el cielo está totalmente despejado, dando a entender que será un día seco, pero de repente noto como una gota de lluvia cae desde el cielo hacia mi cabeza, sonrío, ha funcionado, es cuestión de tiempo que la lluvia generada por mi técnica cobre fuerza, de mientras ejecuto otra tanda de sellos.

- Mizu Bushin no Jutsu

A mi lado del suelo emerge una pequeña masa de agua la cual empieza a tornarse en una forma humana para a los pocos segundos ser un doble mío, cuatro ojos ven mejor que dos, sobre todo si quiero encontrar a una serpiente que está escondida. Con el plan en mente me siento en la nieve, mi clon hace lo mismo pero dándome la espalda, así los dos cubriríamos una zona aun más amplia, ojos en la nuca como quien dice, ahora falta que la lluvia haga su efecto y ver si mi estrategia funciona, todo es así siempre y cuando Nakai esté escondido en una zona cercana y no se haya alejado demasiado de nosotros, pero al no ver ningún tipo de huella excepto la inicial no creo que se haya movido mucho, la nieve te delata en estos casos.

El clon y yo permanecemos alerta, atento a lo que tenemos delante, buscando que la lluvia cada vez mas intensa me ayude a detectar a Nakai en el caso de que simplemente se haya echo invisible, si es el caso y está cerca de nuestra zona observando es cuestión de tiempo que la lluvia caiga sobre él y por muy invisible que seas el agua de la lluvia caerá sobre él formando una pequeña silueta, eso siempre que no fuera etéreo, pero esa huella en la nieve me daba la pista de que no es así, si no, no habría dejado ninguna huella y sería prácticamente imposible de detectarlo sin alguna técnica enfocada en ello, que fácil sería esta parte para esos privilegios Hyuugas, poseedores del Byakugan, el ojo que todo lo ve.

- Ahí esta - mi clon señala hacia un roca no muy lejana, a la izquierda de él.

Fijo mi mirada donde me ha dicho, es cierto que la lluvia no termina de caer encima de la roca, si no que parece que algo la tapa o que hay algo encima de ella que recibe la lluvia en lugar de caer en la superficie de dicha roca, creo que he dado con su ubicación, pero es muy pronto para cantar victoria, si esto no funciona tengo otra idea de como poder encontrarle, lo primero es descartar mi sospecha.

- Si eres tu supongo que esquivarás esto - me levanto sin quitar el ojo de esa roca, atento a algún movimiento extraño, a la par voy concentrando chakra en mi mano, poco a poco un pequeño hueso del tamaño de un senbon aparece y lo lanzo al centro de lo que se distingue una pequeña silueta encima de la roca, dibujada por la intensa lluvia que ahora aborda la zona, con una cierta esperanza de que sea el propio Nakai y no fruto de mi imaginación y de mi clon.


Off: Por orden, primero hago Kirime no Jutsu para hacer llover, luego Mizu Bushin y por último lanzo Teshi Sendan (solo un hueso) hacia donde creo que está Nakai escondido.

Estadísticas de Melessar


Kirime no Jutsu

Mizu Bunshin no Jutsu

Teshi Sendan



Vida y Chakra Original

Vida y Chakra Clon 
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El chico era inteligente, y astuto. Había hecho llover, una de las alternativas que había pensado que podía hacer, y aunque tardó algo en encontrarme, lo había hecho con ayuda de su clon.

Se fijó en mi única pisada, hizo llover y observó donde no caía la lluvia.

Cuando me detectó su clon, lo noté algo dudoso pero cauto, atento a si era yo o algo más.

Estiró su dedo hacia mí y una falange comenzó a salir. Ya tenía idea de las habilidades de los Kaguya, pero era la primera vez que las veía. Lanzó su dedo, y yo aún invisible, esquivé saltando hacia atrás con una voltereta, haciendo sellos.

Él sólo vería caer a la nieve dos pares de pisadas.

-Excelente, ahora para concluir la prueba ¿quién de nosotros?- dijo una voz desde una de las pisadas.

-¿Es el original?- dijo la otra voz.

El chico podría intentar combatir, pero no le auguraba nada bueno, aunque podrían haber maneras de saber quien era el verdadero con eso, era arriesgado.

-Otros suelen pedir que encuentres cascabeles- dijo la voz de una de las pisadas.

-Pero yo pido que sepas ver la verdad- dijo la otra voz de las otras pisadas.

-Piensa bien tus movimientos, ya sabes donde estoy- dijo la primera voz, caminando en la nieve, dejando pisadas.

-Pero ¿cuál es el real?- le contestaría la otra voz, también moviéndose hacia el lado contrario, también dejando sus pisadas.

Como siempre, si bien encontrarme era importante, el método era lo que calificaría. Podría ser realmente difícil saber cual era el original, o relativamente fácil, dependía de él.

Nota: Si, hice un kage bunshin no jutsu.
Debes acertar cual de los dos es el original.

Contenido Oculto
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La primera prueba la había pasado, aquella silueta llegó a ser Nakai, invisible encima de una piedra, entonces veo como cae al suelo tras fijarme en unas pisadas, pero la cosa seguía y no pinta nada fácil.

Por sus voces había uno detrás de mi y otro por delante, no se en que momento había echo un clon y colocarlo en el otro lado sin que me diera cuenta, realmente un ser hábil, digno de llamarse la serpiente blanca, aunque todavía tengo ciertas dudas de que llegue a ser el legendario ninja de las historias, se me ocurren varias ideas para averiguar cual es el real del clon, bien podría ser fácil de saberlo con el clásico ojo blanco de los Hyuuga, un don demasiado poderoso para poseerlo solamente una villa, descartando cualquier técnica sensorial ya que no son mi especialidad lo poco que tengo en mente es atacarle directamente, esa tiene que ser la última opción ya que seguramente pueda acabar conmigo con solo una mano, debo de encontrar algo mas sutil.

Podría utilizar alguna técnica ilusoria ya que si altero el chakra de algún clon con un genjutsu los clones desaparecen al instante, la cosa es que dudo mucho que con mi habilidad pueda llegar a hacerle alguna ilusión a Nakai, se le ve demasiado inteligente como para no darse cuenta, sobre todo cuando no me pierde de vista ni un segundo, mi clon en esta parte no puede ayudarme mucho ya que solamente puede ejecutar técnicas acuáticas y no poseo ninguna en mi arsenal para el cometido que tengo en mis manos ahora mismo.

De todas formas es mi única opción, no poseo ninguna técnica sensorial como el Sharingan o el Byakugan, así que solamente me toca la parte ilusoria, supongo que Nakai lo tendrá fácil para llegar a salir de la ilusión pero si quiere que yo lo averigüe será consciente de nuestra diferencia de poder y tal vez el clon se deje llevar por la ilusión que estoy tramando ya que mientras voy pensando en las posibilidades mis manos empiezan a formar unos sellos.

- Hane no Ame

expansión - hane no ame

fantastico - fantashi


Mi chakra va directo al mas cercano a mi ubicación, concretamente al mismo Nakai que le he lanzado el senbon cuando he tenido que encontrarle en aquel paraje nevado, el cual poco a poco empezaba a inundarse y el agua empieza a acumularse, dentro de poco estará totalmente inundada, no me supone ningún problema, el frío y la lluvia son parte de mi ser.

Nakai debería de darse cuenta como de repente el agua de la lluvia empieza a hacerse cada vez mas intenso a la par que notaría como la misma lluvia le provoca pequeñas heridas en el cuerpo y ropajes, como si fueran pequeñas agujas afiladas lo que esta cayendo del cielo, todo esto si ha caído victima de mi humilde ilusión, si es el clon y no cancela mi técnica debería de desaparecer de un estallido aunque el daño de la ilusión no llegue a ser suficiente lo cual he echo al concentrar poco chakra en la técnica, no quiero hacerle daño si no demostrarle como puedo llegar a encontrar el verdadero sin poseer ninguno de esos dones tan famosos, nadie tiene porque acabar malherido.


De mientras mi clon se quedaría atento al otro Nakai, atento a sus pisadas y si efectúa algún movimiento, con un sello de una mano acumula chakra en sus pies para moverse más rápido en caso de que llegue a ser necesario.

Suberu


Off: Pues ejecuto la expansión Hane no Ame en conjunto con la ilusión fantastica Fantashi (Nivel 1) mi Mizubushin se queda atento a las pisadas del otro Nakai a la par que ejecuta Suberu para moverse mas rápido en el agua que se empieza inundar por el Kirime no Jutsu que hice antes 

Estadísticas de Melessar

Vida y Chakra Original

Vida y Chakra Clon
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Había sido un movimiento inteligente, lo que esperaba que hiciera después de todo. En Kiri no había buenas técnicas de rastreo, hasta donde sabía, por lo que no podría hacer uso de doujutsus como sharingan o byakugan.

Tras expandir su chakra, noté cómo su chakra se expandía e intentaba meterme en un genjutsu, por lo que logré realizar el Kai. Por otro lado, mi clon se desestabilizaría.

Cuando el clon explotó, deshice mi jutsu de invisibilidad.

-Puede que los Kirianos no posean buenas técnicas de detección, pero veo que te las has arreglado dos veces para detectarme. Es importante en una batalla, la inteligencia y la capacidad de ver la verdad- dije, realizando unos sellos para invocar un pergamino enorme, en donde tras los sellos hizo un "puff" y apareció.

Extendí el pergamino y permitiría que el chico firmara el pacto, usando para ello su sangre.

-Con tu sangre es suficiente. El pacto estará sellado para siempre. Usa bien a las serpientes y que te sean de mucha ayuda- le respondería, esperando a que el chico decidiera responder.

Esperaría a saber su respuesta y lo que fuera que me dijera, una vez hubiera firmado estaba hecho y no había marcha atrás.
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Nakai tiene razón en sus palabras, no tenemos muchas técnicas ni forma de detección en la villa de la niebla, además no es mi especialidad, lo que si tenemos son distintas formas de ocultación y aunque conozco una técnica de detección solamente es útil si estamos en algún elemento acuático, aun así logro descubrir cual es el clon al ver como este explota en una pequeña nube de humo, se que mi ilusión ha sido cancelada por el mismo Nakai pero ha sido suficiente como para saber cual es el original ya que es el cometido de esta prueba y no un combate, de ser lo segundo seguramente estaría ya siendo engullido por aquella gigante serpiente que nos había llevado a este páramo nevado.

- Si estuviéramos en un ambiente acuático como en el mar podría ejecutar alguna técnica de detección pero como bien has dicho en Kiri andan escasos con las técnicas sensoriales - sonrío - somos mas de ocultación

De repente tras un sello por parte de aquel chico albino aparece un gran pergamino ante mis ojos, el cual lo despliega y me invita a firmar con mi sangre para hacer oficial mi pacto con aquellos seres tan devastadores y mágicos, miro la gran serpiente invocada por el propio Nakai, algún día podré hacer yo lo mismo y el primer paso ya lo he completado, suspiro un poco aliviado al ver que no tengo que combatir contra aquel chico que parece ser la misma reencarnación del legendario Sanin, su poder tiene que ser inmenso al lado del mío, en parte me alegro al notar que es una persona bastante amable y gentil a pesar de las apariencias y leyendas que circulan sobre el tan famoso y temido Orochimaru.

No me demoro y con un ligero bocado en el dedo pulgar firmo con mi nombre en aquel gran pergamino, haciendo oficial nuestro pacto y dando a entender que ahora estoy ligado de por vida a estos animales, algo que me produce felicidad y sin poder ocultar la gran alegría y sonrisa por haber concluido con éxito mi cometido miro a Nakai y hago una gran reverencia en señal de respeto, primero por ser quien es y segundo porque es mi maestro de aquel pacto al cual debo de mostrar respeto.

- Lo usaré con inteligencia no te preocupes, con esto podré suplir mis carencias y formar un buen equipo con estos seres tan magníficos

Ya estaba todo echo por mi parte, antes de cualquier cosa saco el termo de té negro y le ofrezco un poco a Nakai en señal de cortesía y amabilidad, no creo que estando en este ambiente los dos necesitemos entrar en calor pero un buen vaso de té siempre viene bien aunque no sea para combatir el frio ya que los dos por ser de donde venimos estamos más que acostumbrados, pero que mejor manera para celebrar el éxito.

- ¡Kampai! - alzo mi vaso de té hacia Nakai y le doy un largo sorbo al vaso soltando un gran halo de vaho al terminar.
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