(Auto Narrada) Rango C: La escolta de siempre
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Última modificación: 29-12-2023, 11:02 AM por Melessar. Razón: no aparece lo escrito en el post al publicarlo :S
- Todo listo

Termino de meter todo lo indispensable en la mochila, un poco de comida, algunas herramientas ninjas, un libro y mi Shakuhachi, esta vez estaría fuera un par de días y venía bien ir preparado, sobre todo porque no sería un viaje de placer, si no mi primera misión oficial fuera de la villa.

Tras mi anterior misión en la academia ninja ayudando a la profesora Nahabe se han tomado mi progreso un poco mas en serio y por fin me han dado una misión que no sea meramente de recadero o cuidando a los niños, esta vez era de escolta.

Repaso el informe de la misión, se trata de una escolta típica, en principio no debería de haber ningún altercado ya que este camino se hace todos los días y en misiones anteriores los otros escoltas no tuvieron ningún tipo de enfrentamiento, básicamente la escolta se utilizaba de manera disuasoria, para ahuyentar a los ladrones los cuales saben que contra un ninja pocas posibilidades tienen.

También es por el tipo de mercancía que llevan aquellos mercaderes, se trataban de diversos artilugios del hogar, a un ladrón eso no le llama la atención, tal vez si se tratase de comida o algo mas importante los ladrones si se tomarían algunas molestias.

Aun así debo de permanecer alerta y no bajar la guardia, ya que son en esos momentos cuando algo puede salir mal, tengo que tener la mente fría y despejada hasta que llegue al lugar de destino, un pequeño pueblo costero en la frontera con el país del fuego, lo primero era reunirme con los mercaderes así que pongo rumbo hacia la puerta de la villa donde he quedado con los clientes.

- Buenos días – les saludo con una pequeña sonrisa a la pareja de mercaderes que serán mi misión.

- Que puntual, encantado yo me llamo Maki y él Tsuki – hacen una pequeña reverencia en señal de respeto.

- Encantado, yo soy Melessar- les devuelvo la reverencia – cuando queráis nos ponemos en marcha

Maki y Tsuki cogen sus bártulos acompañando ambos con una gran mochila la cual parecía algo pesada, un ligero problema si en algún momento tenemos que echar a correr, pero eso no llegaría a pasar pero quien sabe.

Nada mas partir comparto con ellos el plan de defensa en caso de algún ataque por bandidos, siempre detrás mía y a la vista, les comento que lo último que deberían de hacer es echar a correr ya que eso haría que los perdiera de vista y complicaría el asunto de protegerlos, era mucho mejor que permanecieran cerca de mi donde estaban mas seguros.

Nuestra primera parada se trataba de un puesto de embarcaciones en la costa, de ahí tomaríamos un barco hacia nuestro destino, el problema era el camino de la villa hasta ese punto de encuentro, además la espesa niebla era ventajosa para cualquier emboscada, al menos que fueras un ninja de la niebla donde el caso era lo contrario, si algún estúpido ladrón trataba de usar la niebla a su favor contra alguno de nuestra villa lo llevaba claro, para mi esta niebla era algo normal y no me dificultaba la visión como a la pareja de mercaderes los cuales no habían nacido ni crecido en este ambiente.

La pareja va hablando entre ellos, de precios y cosas suyas, de lo que han vendido en la villa de la niebla y los objetos que han adquirido para vender en otros puntos, puros comerciantes cuyas conversaciones me daban hasta pereza escuchar, demasiados números, cifras y cantidades, estaban hechos unas calculadoras humanas, algo normal y imprescindible para ese oficio.

Camino con tranquilidad con las manos en las mangas delante de ellos, a veces me pongo por detrás, siempre atento y vigilante, nos cruzamos con algunos ninjas de la aldea y sobre todo con comerciantes que nos saludan por el camino incluso llegando a pararse a hablar entre ellos sobre sus temas de comercio.

Maki y Tsuki me comentan que no es su primer viaje, que todas las semanas vienen a mi villa y se surten de diversos artilugios únicos de la villa de la niebla para después marchar al país del fuego para venderlos posteriormente, por lo visto les genera bastante beneficios, el suficiente como para permitirse la seguridad de una escolta, aunque solo fuera un simple Genin era más que suficiente para ellos.

Hablando con ellos me doy cuenta de que conocen a algunos shinobis de mi villa, algunos nombres me suenan, sobre todo uno de ellos, un Genin compañero de clase, se ve que a todos nos van designando a esta pareja para ponernos a prueba y quitando una vez donde les atacaron pero por suerte no pasó nada, todo ha ido sin ningún problema, espero que se cumpla en este viaje, por mi y por ellos, pero sobre todo por el pobre que intente robar estando yo de guardia, no me contendría ante nadie, tengo que demostrar que soy más que apto.

De repente llegamos a un cruce, la pareja decide parar un momento para un pequeño descanso y tomar un tentempié rápido, por lo visto siempre se paran en el mismo punto para lo mismo, algo entendible ya que esas mochilas pesan demasiado y el desgaste físico para ellos no es el mismo que para un ninja.

- Toma para que entres en calor – Maki me ofrece una pequeña taza de té que saca de un termo.

- Vaya gracias – le contesto con una gran sonrisa a la par que cojo el vaso.

No lo necesito para entrar en calor porque aunque ellos crean que hace frio para mi es algo normal, es más, me gusta, pero con educación acepto la invitación y procedo a dar un sorbo del té.

De repente noto como algo frio cae en mi cabeza, miro hacia el cielo, dentro de poco se pondrá a nevar, algo normal dado a la estación y al sitio donde nos encontramos, además la niebla cada vez se iba poniendo mas densa dando a entender la inminente nevada y anunciando la llegada de la noche, de todas formas no estábamos muy lejos del primer punto de encuentro.

- Un momento – de repente noto algo, algo que no debería de estar en la niebla, miro a la pareja la cual estaba sentada como si nada hablando entre ellos y dándose un pequeño masaje en los hombros – quedaos cerca

La bueno de estar en el país del agua es que muchas de mis habilidades requerían tener fuentes de agua cerca, algo que no era ningún problema en esta zona, notaba una fuente de agua a escasos metros, justamente por detrás de nosotros pero en la niebla sentía algo que me hacía estar alerta, alguien nos estaba observando.
Me acerco a la pareja, les susurro que con total tranquilidad hagan como si nada, recojan sus cosas y se vayan al lago cercano, un mero teatrillo haciendo creer que los mercaderes van a recargar sus cantimploras en el lago, la cosa era traer al curioso hacia allí.

No ocurre nada, nada mientras recogemos los bártulos y seguimos avanzando, en menos de unos minutos ya se vislumbra el pequeño lago que sentí a un lado nuestra, como les comenté ellos se meten en la hierba hacia el lago, yo sigo un poco más adelante y a los pocos metros entro en la hierba hacia el lago donde están los dos.

Con un ligero gesto el hombro derecho se queda al aire libre, inmediatamente un pequeño trozo del húmero asoma, lo agarro con la mano izquierda y poco a poco el hueso sale en su totalidad, lo que en un principio parecía el húmero del brazo ahora era más un pequeño tanto, me encuentro enfrente de la pequeña masa de agua que es el lago donde Maki y Tsuki se han parado para hacer lo que les dije.

Mizugakure no Jutsu


Procedo a ingresar dentro de la fría agua para en pocos segundos desaparecer, era como si se me hubiera tragado el agua, sin ningún ruido ni nada, pero estaba ahí, mimetizado con el agua del lago, atento al pequeño cebo que era esa pareja.

Poco tardó ese iluso en creer que los mercaderes estaban solos y desprevenidos, aunque en parte era verdad, para él la pareja se había metido en la hierba para recargar sus suministros de agua y lavar algunos bártulos, alejándose de mi.

- Con tranquilidad vais dejando las cosas en el suelo y os vais yendo, una palabra de mas o un grito y aquí se acaba vuestro camino

Un mero ladrón, armado con una especie de daga, desgastada y algo oxidada a simple vista, pero esa cara de desalmado es más que suficiente para infundir el miedo justo para salirse con la suya, Maki y Tsuki se quedan perplejos, con la mirada intentan buscarme sin ningún resultado.

- ¡Vamos! ¡Es para ya! - se impacienta, tiene prisa por si acaso aparece alguien, tarde, demasiado tarde para ese desgraciado.

- Eso digo – aparezco detrás de él apuntando con el pequeño tanto de hueso en el centro de su espalda, aprendo un poco para que note la punzada de mi arma – suelta eso y que no te vuelve a ver si quieres conservar tu vida, no lo repetiré mas

La daga cae al suelo, no se si del susto de no esperarse a alguien por detrás, el cazador cazado, algo típico en alguien tan lamentable como ese ladrón de poca monta que se aprovecha de la debilidad de los demás para intentar ganar algo en vez de hacerlo honradamente, pero tan sumamente estúpido para hacerlo relativamente cerca de la villa de la niebla y sobre todo para no pararse a pensar en que tal vez un ninja como yo anda por el lugar, mucho menos ni se percató de que faltaba un tercero antes de hacer su aparición ¿acaso se creía que me había ido dejándolos solos?

- Como veo que no eres muy inteligente te voy a dejar con vida – mi voz sonaba seria y contundente mientras que aprieto un poco más el tanto en su espalda dejando entrever un poco de sangre – no vales para esto créeme

- Vale vale, pero no me mates por favor –  su voz entrecortada da a ver que he logrado meterle miedo, aparto el tanto de él pero sin quitarle ni un ojo de encima.

Poco a poco el estúpido ladrón empieza a alejarse de nosotros, con las manos hacia arriba y andando hacia atrás, una vez llegado a la parte de la hierba da media vuelta y sale a correr perdiéndose en la niebla.

- Puff Melessar, menos mal, por un momento creía que te habías ido – comenta Tsuki con una ligera risa.

- Jamás voy a dejar a alguien tirado si es parte de mi misión – le respondo con una sonrisa mientras recojo la daga y la tiro al fondo del lago con fuerza, vaya que se le ocurra volver a ese estúpido a recoger esa patraña de arma.

- Bueno, por suerte se ha resuelto sin ningún altercado – Maki sonríe – continuemos que no quiero que nos pille la noche con esta niebla

Poco a poco la nevada empieza a caer, justo llegamos al punto de encuentro donde un amable anciano tras una negociación con la pareja les da un barco para pasar el mar, se ve que se conocen bastante ya que se tiran un rato hablando entre ellos de sus cosas.

Mientras tanto observo el barco donde vamos a cruzar, una vez allí yo tendría que volver solo con el mismo barco y dárselo al anciano, si no el precio del próximo alquiler sería mayor para Maki y Tsuki.

Lo primero era pasar la noche en el pequeño motel que el mismo anciano regentaba con su mujer, además de alquiler de barcos ofrecía el servicio de pasar la noche, mucho mejor ya que atravesar de noche el gran mar podría ser verdaderamente peligroso.

Me despido de Maki y Tsuki los cuales van sin pensárselo a la habitación para descansar, yo tengo otra mas pequeña, viene incluido en el pago de la misión, lo bueno es que los gastos vienen incluidos, si no siquiera podría llegar a pagar nada tras mi pequeño viaje al país de las aguas termales.

La noche transcurre sin ninguna novedad ni peligro, totalmente de esperar, no éramos los únicos clientes en el sitio y yo no era el único ninja en el motel, un Chuunin de mi villa estaba de vuelta a la aldea y había parado a descansar en el mismo lugar, entablé algunas palabras por la noche contándole el pequeño altercado, algo sin importancia.

Por la mañana el Chuunin se había largado ya y Maki y Tsuki estaban terminando de desayunar, yo ya había acabado hace un buen rato y me encontraba afuera meditando antes de ponernos en marcha en aquel barco.

Parecía bastante recio y fuerte para llevarnos a los tres, aun así le comenté a la pareja que iría fuera del barco, andando por el agua y vigilante por si alguien trataba algo mientras estuviéramos en la embarcación.

- Buenos días Melessar, hora de ponernos manos a la obra

Con una sonrisa asiento mientras ayudo a cargar los bártulos en la embarcación y comenzamos el viaje, ellos en la barca, yo andando con cierta tranquilidad por el agua, algo normal en alguien con formación en el mundo shinobi.

Unabara Oboe


Intento cada rato hacer un pequeño reconocimiento alrededor de nosotros con aquella técnica, muy útil en casos de espionaje o para detectar posibles emboscadas o para encontrar a alguien, una técnica bastante buena para prevenir cualquier ataque hacia los tres, por el momento no había nada raro más allá de la fauna que había bajo el agua, nada preocupante, no creo que un kraken apareciera de repente, no era zona de animales peligrosos, de ahí que se estableciera una ruta en este punto.

Tras unas horas navegando por el mar al fin llegamos al destino, un pueblo costero, más del país del fuego que del agua, el punto de destino y donde mi misión se daría completada con satisfacción.

- Bueno, aquí nos separamos – comenta Maki con alegría al pisar tierra

- Espero que volvamos a coincidir – Tsuki sonríe mientras me ofrece la mano – un placer Melessar

- El placer siempre es mío – le devuelvo el apretón de manos con una gran sonrisa – que os vaya bien en los negocios

No demoro mucho en volver con el barco hacia el lugar de origen, donde una vez allí se lo devolvería al anciano y con cierta premura iría a la villa para presentar el informe de la misión la cual seguramente daría buenas impresiones de mi trabajo.
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MISIÓN FINALIZADA
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