[Halloween] [Bingo - B] Lobo no te lo lleves
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Última modificación: 31-10-2023, 05:05 AM por Kishue.
Toribe

Toribe es un pueblo ubicado en el País de los Pantanos, un país conocido por su humedad, oscuridad, fauna incierta y peligros por doquier, básicamente un lugar virgen lleno de seres que buscan desayunarte, almorzarte y cenarte. La vida no es para nada sencilla, la población se basa en la cacería y recolección, pues aunque las tierras son fértiles el espacio es mínimo para el cultivo, desde pequeños se les enseña el arte de matar para subsistir y la mayoría recorre estas tierras con al menos un arma para defenderse.

Así como sus déficits también tienen cosas buenas, la diversa fauna de criaturas exóticas hace que las pieles y la carne sea muy bien valoradas y el comercio de estas la principal fuente de exportación, pero eso no es lo importante para el grupo de ninjas que ya deberían de encontrarse reunidos en el pueblo, lo importante es dónde está Garum y llevarlo de vuelta a la aldea.

Toribe consiste de una red de puentes colgantes que traza de árbol en árbol, que al mismo tiempo sirve de plataforma para todos los edificios que conforman el pueblo, las zonas de suelo son de difícil transitar por los grandes raíces que en cualquier lugar podrían hasta parecer colinas pero mucho más irregulares, además de haber una gran cantidad de animales peligrosos, el lugar está custodiado por guardias las 24 horas que vigila más que nada de depredadores pues es el principal peligro al que se enfrentan, hay varias puntos de vigilancia. El pueblo es liderado por un "alcalde" que llaman "Sabio Kokobe" un viejo en sus 80 tantos años que no sale de su casa que también tiene la función de "alcaldía". Así como todo pueblo tiene sus tiendas textiles, comida, bebida y juegos, aunque para nada como los de otras aldeas, su propia taberna a donde acuden los locales para compartir.

En la misma taberna también están las habitaciones de alquiler para los viajeros que se aventuran a peculiar lugar en la que los ninjas contratados podrían pasar sus noches, o no.


Notas de Narrador: Esta es una misión donde la dificultad no se regirá por el combate, si la hay o no dependerán de ustedes lo que hagan, y es una misión completamente libre donde podrán hacer lo que quieran, menos narrar el entorno en absoluto como es de ser, si lo hacen lo ignoraré y hasta les puede salir para el otro lado. La dificultad está en cómo llegaran ustedes a Garum sin puntos de guía y cómo encontrarán el camino con las herramientas que les daré y la lógica.
  • Llegaron al pueblo la noche anterior y me pueden decir dónde y/o cómo pasaron la noche.
  • Si se conocen o llegaron juntos al pueblo es cosa de ustedes, lo que les puedo ayudar es que Konoha los contrató a ustedes, los reunieron en una taberna (en cualquier país) y les otorgaron el trabajo y la información del último paradero de Garum al igual que un poco el trasfondo de Garum en Toribe, lo expuesto en el tema de la misión.
  • Una vez reunidos, ya es de día, ¿qué van a hacer? Para agilizar intenten comunicarse en discord entre ustedes para decidir qué hacer como grupo, sino se van a pasar 5 posts en ver qué hacer sin avanzar en nada y no es la idea.

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La llegada de Ohona al pueblo fue bastante… por así decirlo, simple. Ella llego a las afueras del pueblo, conmocionada por la situación y algo cansada por lo que este viaje podría significar, era la primera vez que se veía envuelta en una situación como esta, sin embargo, su ropa y su cara no parecían las mismas… su cabello era blanco y lucía un leotardo entre blanco y negro, estaba usando una identidad falsa, tal vez no una documentada, pero si una que estaba empezando a forjar… ¿Por qué razón? Simple, el objetivo era de la hoja, al igual que ella… y no, no quería que todo el mundo se enterase de sus movimientos últimamente… había causado algo de revuelo y la gente empezaba a hablar de ella, pero por suerte, bajo una identidad falsa… claro, esa identidad no era suya, sin embargo, ahí estaba, aquella mascara de un gran ojo había sido retratada en todos los diarios de la nación y su sensei ya le había recriminado por ello, así que simplemente decidió seguir los pasos de Aiko-senpai y tomar un alter ego para estos casos.


[Imagen: __2b_nier_and_1_more_drawn_by_temoc__sam...5c4836.jpg]

Su rostro vendado le permitía andar sin mayor cuidado, siendo guiada por una visión superior a la de un usuario normal… o mejor dicho, por su hermana, ya que no siempre iría con su Byakugan activo a recorrer el mundo… no era relativamente importante, esto, sin embargo, al llegar a este pueblo, antes de entrar e ingresar, un pensamiento inundo su mente… - no… no tenemos documentación… - dijo a su hermana - ¿abortamos misión? – le respondería Chihona – no… solo me quitare estas ropas bochornosas… - diría, algo apenada, mientras quitaba las vendas de sus ojos y sacaba su peluca… se quitaba el top negro con bombachos largos y lo estiraba en una especie de tela negra amplia que usaría hábilmente para convertirla en una falda larga… no… aun no era época para que 2B se haga conocida…

[Imagen: __original_drawn_by_shake_o__7ada9b65784...e40ba2.jpg]

Ohona ingresaría entonces, con una vestimenta poco usual, un body sin mangas blanco y una falda larga negra de encajes y patrones raros, a este pueblo por la entrada principal, buscando el punto de reunión, no sin antes pasar la noche en vela dividida, junto a su hermana, en uno de los árboles del sector… aguardando a que sea la hora de la reunión, para luego simplemente acercarse y presentarse junto al resto de ninjas que se presentasen a esta cacería… - no la cagues, Ohona, recuerda contenerte aunque sea un poco – le advertiría Chihona desde sus pensamientos…


resumen
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Lo primero que llamó la atención de Samuru al llegar fueron las estructuras habitables edificadas directamente "en el aire". Mantenidas por árboles a modo de columnas centrales y decenas, si no centenas, de cuerdas y estructuras de madera que unían en un complejo entramado la ciudad colgante. Habiendo llegado con algo de tiempo de sobra, optaría por pasearse por el poblado, estudiando su estructura, así como las técnicas usadas en el mismo y hablando con alguno de los comerciantes del lugar para aprender de su historia.

Para la caída de la noche, optó por buscar alojamiento en el hostal que más le habían recomendado los pueblerinos, aprovechando la "dieta" de Konohagakure para cubrir su alojamiento. Una vez en su habitación particular y como era costumbre tanto en sus primeros años como vagabundo tanto en el País del Viento con su madre, como más tarde en el País del Fuego con Riku, Samuru colocaría un par de disparadores con hilo y metal en puertas y ventanas; también analizaría la habitación en busca de elementos extraños. Había pasado demasiado tiempo en terreno hostil como para fiarse de una posada desconocida. Entonces podría permitirse meditar unos minutos en su control de Chakra antes de proceder a dormir hasta el día siguiente.
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Al día siguiente y nada más levantarse, en vista a que no sabía a que tipo de problemas tendría que exponerse, Samuru realizó un único sello para concentrar su chakra. Cinco llamas de color celeste aparecerían sobre la punta de los dedos de su diestra y, tras tomar aire con tranquilidad, colocaría los mismos sobre su estómago, notando al unísono el descenso de su concentración de chakra, así como el aumento de su control sobre el mismo "Si todo sale bien o tenemos al menos una hora de calma, esto merecerá la pena..." Volviendo a cerrar su kimono, recogería sus posesiones y saldría del hostal, camino al lugar acordado.

Gogyō Kain

Llegaría al lugar acordado sin dificultades, comprobando que una compatriota conocida ya se encontraba en aquel lugar. Se trataba de la joven "uniojo" que había conocido en una breve visita a Riku durante su aprendizaje en la academia. No recordaba demasiado bien lo que había ocurrido aquel día, casi como si una fuerza misteriosa se hubiera interpuesto en el mismo, pero sí que recordaba el nombre de la muchacha, en parte porque era difícil olvidarlo "vista" su condición, Ohona.

- Buenos días Ohona - Saludaría el titiritero con el nombre de la muchacha, ahora que aún estaban solos, añadiendo una leve reverencia hacia la hyuuga, de quien seguía pensando que su condición física era real y no una máscara - Skuld Samuru. Nos vimos una vez hace varios meses en unas prácticas de la academia Shinobi. Aunque en mi caso, comprendería que no me recordaras.

Resumen del post
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Última modificación: 02-11-2023, 08:10 AM por Kishue.
Samuru aprendería un poco de lo que es la vida en Toribe, como la gente del pueblo se levantaba temprano para ir de caza y así mismo un poco de la historia de Garum en el pueblo y como este era considerado un héroe por todo lo que ayudó al pueblo con los extranjeros que intentaban darse con el duro esfuerzo de cada aldeano al robarse las pieles, la comida y el oro que costaba tanto ganarse además de intentar en repetidas ocasiones de tomar el control, pero por dicha el ninja los mantuvo protegidos hasta su desaparición y ahora todo el pueblo teme que de nuevo sean atacados por extranjeros y no tengan cómo defenderse, pues solo están acostumbrados a cazar animales, no a defenderse de humanos.

Como no supieron cómo acordar un punto de reunión, se les ayuda, están ubicados actualmente en una taberna, el ambiente es cálido y seco por la agradable fogata, al ser de día no hay tanta gente excepto un par de borrachos que pasaron la noche ahí, dando a entender que es un lugar abierto hasta 24 horas o que los dueños son lo suficientemente amables para dejarlos pasar la noche. Pero ya están abiertos y sirviendo, y es presentado ante cada uno un delicioso desayuno que consta de huevos, probablemente no de gallina, y leche probablemente no de vaca, pero deliciosa, si es que tienen las agallas de probarlo.

La tercera participante parece que llegaría tarde a la reunión pues aún no se presentaba, pero al menos entre los dos ya estaban listos para continuar su misión o esperar a la tercera, era decisión de cada uno y del grupo elegir qué hacer. Pero sin duda alguna tendrían que empezar a tomar decisiones o podrían pasar el día entero en el pueblo y no avanzar en la búsqueda de su objetivo.




Notas de Narrador: Ya están reunidos, o al menos dos de los tres, quería evitar tener que hacer posts innecesarios donde básicamente narro lo que ustedes hacen pero aún no toman la iniciativa de cómo abordar el tema de búsqueda. SUGERENCIAS Salgan de Toribe, y usan sus habilidades para ubicarse, buscar pistas, etc, hablar con alguien del pueblo, específico como el dueño de la taberna, o el sabio del pueblo, etc, para preguntar sobre Garum, preguntas concisas, pueden hacer varias preguntas. Simples sugerencias, no tienen que hacer eso y la imaginación es el límite pero es para abordar en algo, partiré como narrador cuando tomen acciones.

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Última modificación: 04-11-2023, 12:40 PM por Skuld Samuru.
Después de su breve presentación y tras esperar más minutos de los que deberían, el tercer individuo asignado al grupo parecía no hacer acto de presencia. Aquello llevó a que Samuru se preguntara si habría sido una víctima más del bosque o si únicamente no había llegado al lugar señalado "Quizás únicamente se ha perdido... Este no es el lugar más fácil de encontrar en estas tierras". En cualquier caso, los ninjas de Konoha no podían seguir perdiendo el tiempo, así que Samuru no tardaría demasiado tiempo en proponer un plan de acción bastante sencillo.

- Voy a preguntar por Garum y Keruberosu en lo más parecido que tenga esta gente a un gremio de cazadores y si me da tiempo, en la taberna - Mencionaría Samuru a la joven - Aprovecharé para preguntarles por visitantes o eventos fuera de lo normal en su bosque, o bueno... Más fuera de lo normal de lo que indica la misión. Si te parece correcto, propongo que nos reunamos en tres horas en la taberna para intercambiar impresiones. Abarcaremos más terreno por separado, al menos mientras estemos en la aldea. ¿Te parece correcto?

Samuru esperaría a que Ohona le comentara su opinión al respecto. Sabía que la chica era hyuuga gracias a su breve encuentro con Riku, y eso quizás la facilitara encontrar pistas y pruebas que el propio titiritero pasaría por alto en un rastreo más intensivo, por eso había preferido quedarse con la parte más "social" de la recogida de datos. Una vez aclarada la pauta a seguir, marcharía por su cuenta para tratar de recopilar información.
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La primera parada, tras preguntar a varios aldeanos sobre como localizar el lugar, sería el edificio, residencia o asociación más cercano a un gremio o asociación de caza que hubiera en el lugar o, en caso de no existir alguno de estos, la vivienda del cazador o rastreador de más renombre que estuviera dispuesto a hablar con él. Una vez llegado a dicho lugar, Samuru se dirigiría directamente al nombre que más le hubieran repetido los aldeanos con los que se hubiera cruzado a base de explicarles con quien quería hablar.

- Buenos días. Soy Skuld Samuru, enviado de Konohagakure para repasar la situación en la que se encuentran y el estado actual de nuestro último enviado - Había un pequeño matiz de mentira en el speech del joven Skuld, puesto que realmente su único objetivo era encontrar al Inuzuka, pero sabía que la gente tiende a ser más habladora si creía que estabas preguntando por su propio beneficio. Además, si le interesaba ayudarlos en lo posible, así que no era una completa mentira - No os entretendré demasiado, solo quería saber a grandes rasgos que es lo último que sabéis de Garum y su compañero Keruberosu; ¿salió a algún lugar del bosque la última vez que le vieron? ¿Iba con su mascota? Además, esta última pregunta es algo que solo vosotros, quienes mejor conocen la naturaleza que nos rodea podrían responder... ¿Habéis visto algo extraño en estos últimos días?

Samuru atendería a las respuestas que pudieran o quisieran darle, disculpándose en caso de ser necesario con una sonrisa amigable en el rostro en caso de que le pidieran realizar las preguntas de una en una y tratando de ganarse la confianza de los implicados mientras recopilaba información sobre su objetivo principal... Así, al cabo de unos cuantos minutos, salía de su primer objetivo con toda la información verbal que le hubiera sido posible recopilar, dirigiéndose al segundo punto de su recorrido: La "siempre taciturna" taberna.
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Llegaría a la taberna un buen rato antes de lo que había quedado con Ohona, principalmente por que aquel era el segundo lugar elegido a la hora de interrogar "amistosamente" a los pueblerinos de Toribe. Nada más llegar saludaría al (o la) encargado del lugar, mismo sujeto que le había entregado la habitación para pasar su primera noche. Se sentaría con tranquilidad en la barra o, en su defecto la mesa más cercana a la misma; aprovechando la cercanía con el tabernero para pedir que le prepararan un té de la variedad que "el experto" considerara más adecuada. Antes de empezar a beberlo, haría amago de disfrutar el aroma del líquido, asegurándose de que no habían echado ninguna otra sustancia al mismo, como solía acostumbrarse a hacer en lugares extraños, comenzando a beberlo en caso de que todo estuviera correcto.

- Ya se lo he comentado a tus compatriotas - Empezaría a decir Samuru en un tono amigable, como si fuera un cliente habitual - Así que posiblemente ya te haya llegado el chisme si es que en este sitio la información es tan rápida como suele serlo en la mayoría de poblados... Pero por si acaso, me gustaría comentarte que estamos aquí para comprobar que todo esté correcto y que no tenéis problema alguno. La idea original era comunicarnos con Garum, pero al parecer tanto él como su compañero cuadrúpedo Keruberosu están desaparecidos y nadie sabe bien cómo ha ocurrido...  Así que como es habitual, las primeras y principales sospechas recaen en bandidos, bandoleros y "turistas extraños" - Samuru pararía de hablar, mirando su propio kimono de combate, el cual cubría su chaleco chunin, y las armas a su cintura, pasando a reir tras esto, como si acabara de comprender la ironía - Quería decir otros "turistas extraños" aparte de nosotros. Disculpa las molestias... ¿Sabrías algo al respecto?

En caso de que el tabernero estuviera por la labor, Samuru trataría de rascar toca la información posible de boca del mismo, consciente de que por norma general en ese tipo de poblados y poblaciones, el que más sabe del estado de cada uno de los residentes es quien les llena las copas al terminar su jornada. Por supuesto e independientemente de su nivel de éxito, aprovecharía todo el tiempo que le sobrara antes de la llegada de Ohona para preguntar a alguno de los clientes más habituales, sin evitar ni al más pesado ni al más borracho.

Finalmente y para cuando su compatriota llegara al lugar acordado se sentaría con esta, ofreciéndola algo de beber mientras se disponía a intercambiar descubrimientos - ¿Algún descubrimeinto por tu parte?

Resumen

Estadísticas de Skuld Samuru
+10 CCK (Gogyo Kain)

Chakra: 844/905
905-105+29+15
HablaPensamiento | Narración
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Ohona era una muchacha algo tímida comparada con Samuru, este al saludarla fue demasiado amable, y de hecho, sin necesidad de esperar una respuesta de parte de ella, le dio un recordatorio de donde y como se conocieron, sin embargo, mientras este hablaba, una sonrisa inundo la cara de la kunoichi y una mirada amable mientras ladeaba la cara hacia un lado le confirió ese sentimiento de familiaridad que, aunque no lo creyese, ella sentía por el – sí, me acuerdo de usted, Samuru-san, es el hermano de Riku… - diría algo apenada – a veces lo veo cuando activo mis habilidades dentro de la aldea… - diría algo apenada – es imposible olvidarlos… ese día fue muy importante para mi – diría señalando su ojo mientras lo cerraba amigablemente y sonreía de oreja a oreja – ese día fue la primera vez que lo active… el Byakugan… - diría orgullosa… sus habilidades del habla cada vez avanzaban más, sin embargo… solo tenía eso para decir… pues el resto, era agradecimiento por que él se acordara de ella…

Tras el planteamiento de Samuru, Ohona asintió feliz, mientras que charlaba con su hermana en su mente respecto a que hacer – amm… etto… Samuru-san… si llega a encontrar algo… por favor, cruce los dedos índice y del medio… - diría, casi sin dar una explicación del porqué – yo… me dedicare a la vigilancia… observare todo lo que pueda del pueblo… no se me da muy bien hablar con extraños – fueron sus palabras, apenada, la muchacha se encorvaba y encomendaba el habla a su actual compañero de armas.

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Dicho y hecho, la joven Kunoichi empezó a merodear a través de los árboles, los tejados y los caminos menos poblados con su Byakugan activo en todo momento, manteniendo siempre a Samuru dentro del rango de su visión e intentando llegar a cada recóndito rincón de este pueblo y algo más lejos. Su principal objetivo era encontrar algún lugar que pueda servir como vivienda o refugio para el ninja y su can, también lugares donde vendan alimentos caninos, carnicerías y lugares por el estilo, quería encontrar posibles lugares que conozcan más de cerca al objetivo. Una vez lista, siguió a Samuru desde las sombras, pues además temía que este fuese atacado por andar preguntando por lo que no debía… siempre puede existir un extremista.

Por la misma razón, la muchacha espero en las afueras de la taberna, aguardando la hora de encuentro, vigilando y echando un último vistazo a todo y todos los que estuviesen en su rango de visión. Aprovecharía el tiempo que usaba Samuru para hablar con la gente para hojear rápidamente los documentos en busca del nombre del Inozuka, buscando la más mínima información… pero pasado el tiempo, la muchacha volvió a bajar, esta vez desactivando su Byakugan para parecer alguien más “normal…” y se sentó frente a él, encantada de poder beber algo de té, lista para informar todo lo que había visto.


Estadísticas de Ohona Hyuuga

Byakugan

Chakra: 803/808


resumen
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La pegajosa humedad hacía gala de la fama del pequeño pueblo de Toribe, y del lamento de la gente de paso que lo cruzaba en sus viajes. Sus lugareños sin embargo, adaptados a ese espeso clima, vivían con normalidad en ese hábitat tan silvestre, estableciendo un sano equilibrio entre la eterna selva que los rodeaba y su estilo de vida, como avivadores y reguladores de ese salvaje entorno. Los toriberinos sabían todo acerca de toda supervivencia en la zona, pues dada su condición no les quedaba otra que hacerse verdaderos expertos en la materia, y dada la peligrosidad de la jungla, era cuestión de vida o muerte saber por donde andar, a que hora, lo que cazar o que comer.

Venidos al caso, los dos ninjas de Konoha iniciaron tanto labores de recolección de información por el pequeño pueblo, así como tareas de vigilancia, pues como era el principio del rastro perdido de Garum, todas las fuentes que aportasen información serían bienvenidas. Skuld Samuru, el shinobi del dúo comenzó muy acertadamente por la cabaña de los cazadores, el gremio más reputado del lugar pues su servicio significaba la principal fuente económica del exterior para prosperar en el pueblo.

cabaña


Dentro de ella, reinó el silencio a pesar de la cordial y educada presentación del joven, pues los cazadores eran verdaderos perros viejos curtidos en su labor, herméticos con forasteros y reservados en cuanto a hospitalidad se refiere. Sin embargo, la gente de antaño era de otra pasta, y la buena actitud del de konoha no frunció ningún ceño ni arrugó ningún bigote, además de que dio directo en la herida del tema de la comidilla del lugar. De entre el fondo de aquella amplia estancia de madera, se levantó un cuerpo delgado y moreno, de pelo totalmente canoso y mirada penetrante, que arrastró un sillón robusto a pesar de su aparente peso y se acercó despacio mientras evaluaba a Samuru.

Koraido, cazador veterano y patriarca del gremio

- Piensas que por venir a las primeras de cambio aquí y sin permiso, ¡Sin conocernos!, tengamos que soltarle prenda a un desconocido... pues andas muy equivocado chico, ¡y muy perdido!, no estás en tu villa ándate con ojo con esa confianza o serás carne de colmillos por aquí... y ahora fuera de mi vista -

Y sin más réplicas, el joven tuvo más que marcharse de allí con las manos vacías pero con una lección muy útil, ya no estaba en Konoha, por lo que sus patrones de conducta no podrían ser los mismos, allí estaba en la selva y debería de aprender su tosco lenguaje. La chica por otro lado, estaba sembrando por todo el poblado miradas de extrañeza y ciertas posturas de desconfianza por andar por los árboles y los tejados de viviendas de los lugareños, algo anómalo en el lugar y que no sentó del todo bien entre los que la veían andar por semejantes sitios, pues para ello ni era normal ni era correcto. Sin embargo, vería gracias a su gran visión un camino por detrás del pueblo que conducía hacia la espesura, una leve ruta al norte en donde la vegetación se volvía mucho más prominente y hacía a veces la senda difícil de transitar.

Transcurrido un tiempo, ambos se reencontrarían en la taberna, que era el punto donde ambos quedaron para intercambiar los descubrimiento de sus tareas. Cuando el tabernero Konu, vio que no había clientes tan de cerca y los dos de Konoha estaban con su té los asaltó furtivamente llamando levemente su atención.

- Psst... joven, no no, no mires... sigue normal... no deberías llamar tanto la atención por aquí con esos aires, no todos van a reaccionar contigo como yo... yo tampoco es que sea nativo de aquí ¿sabes? pero llevo muchos años desde que adquirí la taberna y soy uno más de Toribe, y por experiencia os digo que ni os fieis de esta maldita selva traicionera ni de.... ¡!¡! -

De pronto, las puertas de la taberna se abrieron de nuevo dejando ver a su contraluz una figura delgada y familiar, la madera de las puertas chocaron formando contra la pared que las sostenía formando un estruendo en el bar. Konu como si un fantasma hubiera se giró 180º y se dispuso a disimular colocando unas botellas de su vitrina. El resto de los presentes se paralizaron, parecían tensos y no querer presenciar lo que podían temerse, y sin perder ni un segundo, se levantaron de sus asientos y salieron de la taberna bien ligeros, mientras aquel hombre avanzaba hacia los jóvenes. En un instante la taberna se vació quedando solo los cuatro y algún que otro rezagado.

- ¿Qué haces Konu?, ¿Te crees que soy idiota?, deja de hacer el imbécil... ponme uno de los míos -

El viejo Koraido fue a sentarse justo al lado de Samuru, que previamente conoció momentos antes, escupió cerca de sus pies y miró a su alrededor hasta que los últimos presentes ajenos salieron del todo. Dirigió su mirada hacia Ohona, a la cual evaluó también detenidamente mientras juzgaba su apariencia, volvió a asegurarse de que todos los demás salieron y arrancó con desconfianza el vaso de cristal con licor que Konu iba a ponerle, dirigiéndole una mirada fulminante.

- Con que buscáis a Garum ¿eh?, al bueno de Garum... al bueno de mi hijo Garum... No sois los únicos que habéis venido por aquí desde las últimas semanas buscándolo, ¿sabéis?, a si que decirme algo, algo que me convenza a diferencia de los anteriores, pues tengo a todos los cazadores del gremio rodeando la taberna para saber del palo que vais... ¿Quiénes sois y a qué habéis venido? -

Contenido Oculto

Al viejo no le temblaba ni la mirada ni el pulso mientras clavaba sobre todo la mirada en el chico, esperando a recibir la suya también, pues era con el que había mantenido contacto antes en la casa, y a la chica en principio no le hizo tanto caso. De entre su ropa roída y enmendada, dejaba verse en su pecho descubierto una pequeña fotografía enmarcada en resina transparente, a la que cruzaba un cordón de cuero que pendía de su cuello, en ella, podía vérsele a él junto a un compañero perruno.

off
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Aunque algo sorprendido por la hostilidad de los aldeanos habituales ante las fuerzas militares, la primera reacción por parte de Samuru fue absolutamente pacífica. Era el primero en entender que la gente podía tener razones para desconfiar o incluso detestar a "la milicia", especialmente en lugares tan abandonados de la mano del hombre, de modo que sencillamente optó por marcharse de los lugares en dónde se le dio un trato hostil; ya tomaría un cauce de acción distinto en sus siguientes aproximaciones...

El problema real llegaría ya en la taberna y de vuelta con su compañera, con quien estaba intercambiando información en aquel instante. Los cazadores, o más concretamente su líder, entraría en aquel lugar de reunión con la misma actitud de Dios y señor que había mostrado en su refugio... Hasta ahí todo bien, pero en un momento de mínima lucidez o quizás llevado por una falsa impresión del titiritero, optó por denigrarlo verbalmente y, su máximo error, escupir directamente a sus pies (algo peor para el titiritero que incluso la amenaza que ladraría instantes después aquel hombre), un gesto que Samuru tenía demasiado interiorizado por su pasado, y no precisamente de manera positiva. Hasta ahí llegaba su máscara dulce. Para cuándo el viejo se sentó a su lado, su rostro ya no mostraba amabilidad alguna.

- Por el bien de nuestra misión, voy a volver a hacer las presentaciones... En lugar de sacarte el corazón y hacer que te lo comas en el espacio de tiempo que tus supuestos aliados tardan en asaltarnos, acción para la que estoy autorizado en caso de recibir amenazas como las tuyas. Considerarlo un agradecimiento a la hospitalidad del único ciudadano civilizado de este lugar.  Por cierto, ni pienses en marcharte ahora o hacer algún truco y desaparecer, te encontraré. ¿Es ahora más cercana y adecuada mi actitud? - El tono de Samuru no se alteró ni un solo momento, claramente no estaba bromeando. Así mismo, mantendría en su radar a Ohona, consciente de que la joven posiblemente ya estaría analizando la veracidad de la amenaza del líder - Buenos días. Soy Skuld Samuru, enviado de Konohagakure para repasar la situación en la que se encuentran y el estado actual de nuestro último enviado. Está aquí presente es mi compañera y hasta donde yo se superior - Volvió a repetir su presentación inicial casi palabra por palabra, ahora con un tono casi tan cortante como la katana y wakizasi en su cintura, sobre la que reposaba su mano.

- Como último añadido, decir que no sé qué opinara mi compañera, pero yo no estoy dispuesto a perder más tiempo y no pienso marcharme hasta haber cumplido mi misión. Así que por el bien de nuestros intereses generales, permítanos ayudarle. ¿Qué ha Sido de Garum?

Una vez aclarados los puntos a tratar, así como las nuevas normas de convivencia a seguir, Samuru llevaría su mano libre a la taza de té que estaba degustando desde hace unos minutos, bebiendo de la misma con tranquilidad , esperando a las palabras del anciano y su nuevo punto de vista. Si el mismo quería explayarse, lo permitiría, incluso si se ponía a hablar de su compañero canino y, por tanto la posibilidad de que el mismo fuera un Inuzuka... Ya que si verdaderamente Garum era "Su hijo" resultaría evidente que la aldea estaba suprimiendo algunos detalles de la misión, algo demasiado habitual para el titiritero.

Resumen

Estadísticas de Skuld Samuru
+10 CCK (Gogyo Kain)
Chakra: 888/905
844+29+15
HablaPensamiento | Narración
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La vida… si, la vida era bastante monótona a veces, de vez en cuando aburrida, pero en momentos como este, aparte era inhóspita – hey… deberías vigilar afuera – le dijo Chihona a través de sus pensamientos – humm… tienes razón – respondería, mientras activaba su siempre fiel Byakugan.

Tras la aseveración de su compañero de que ella podía ser su superior, esta se sonrojo y agacho la cabeza levemente, realmente no le gustaba pensar esa clase de cosas, de hecho, aun se sentía como si fuese una Genin recién salida de la academia, pero no, ella ahora era una Chunin avanzada, alguien que en combate se había ganado un renombre, buscada por algunos ninjas de otros países… era en efecto, un nombramiento interesante… - si… emm… mi nombre es Ohona… Ohona Hyuga…

La veracidad del hombre seria contestada luego de las amenazas de su compañero Samuru, quien tras decir que ella estaría vigilando a sus alrededores, diría en tono sutil el número de todos los amenazantes alrededor del lugar, también nombraría la cantidad de armas, estilos, quienes poseen un canal de chakra entrenado y también quienes posean alguna lesión o algo, lo nombraría rápidamente.

Tras la última pregunta efectuada por Samuru, Ohona se levantaría lentamente de la silla y se pararía a un costado de aquel hombre, identificando si poseía algún arma o cualquier cosa, para luego posar dos dedos sobre su hombro – de hecho… es imposible escapar… yo lo veo todo…

Chakra: 793/808

Byakugan


[Imagen: __manako_and_doppel_monster_musume_no_ir...fda257.jpg]
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La desesperación interna del viejo parecía hacer tanta mella en él, que provocó una vertiginosa tensión en aquella barra de la taberna. Quizá Koraido se extendió presionando a los jóvenes de Konoha, quizá los jóvenes se sobreexcitaron o quizá Konu sacaba excesivo brillo a las copas tras colocar las botellas de su vitrina. El viejo mantuvo retador la mirada a Samuru, perdiendo a su hijo, no tenía ya mucho más que perder y aunque era de seguro que compartía mismas intenciones de rescatarlo que los forasteros, se aseguraría 100% de que elegiría a la gente adecuada y no a unos cualquiera, pues aunque fuera mentira que la taberna estaba rodeada del resto de cazadores del gremio, lo que sí que era seguro es que el exterior de la aldea era peligroso.

- Déjalo ya Koraido, no han venido desde tan lejos para obrar mal -
- .... solo quería asegurarme, tu sabes que desde que se hizo famoso han preguntado por él todo tipo de indeseables... más cuando desapareció, pero bien... -

Koraido esbozó una sonrisa leve de aprobación hacia los jóvenes, mató de un trago lo que le quedaba en vaso y lo soltó con firmeza y autoridad sobre la barra. Tras relamer sus labios tomó de nuevo la palabra, zafándose de los dedos de la joven que previamente colocó en él.

- Un chico rudo, y una joven que lo ve todo... espero que sea suficiente para esta jungla infernal, siento haberos presionado tanto, quería ver hasta donde llegabais, haré por creeros y por confiar al fin y al cabo en vosotros, entendedme que no me fíe con los tiempos que corren últimamente... Soy Koraido, líder del gremio de cazadores de la aldea, y efectivamente también padre de Garum, me gustaría contar con vosotros para una búsqueda abandonada de mí hijo, sin embargo, hay algunos detalles que deberíais saber al respecto con la situación... El gremio controla estas tierras, y creedme que son gente diestra que sabe defenderse y conoce el terreno, y aunque yo sea su líder actualmente, preveo cambios de estructura que no me dejan en buen lugar... pues me tira más la sangre que la razón, y he agotado demasiados recursos y hombres en búsquedas sin éxito, tengo tanto el gremio como la aldea cabreada conmigo y me están dando la espalda... o la espada -

Caminó cabizbajo hacia la puerta dándole la espalda a los jóvenes y a Konu, al llegar a su marco volvió a girarse de nuevo hacia ellos, se entonó la garganta y volvió a tomar la palabra para despedirse y dar algunas directrices.

- Quedamos a la 1 de esta madrugada en la base de este árbol para aprovechar la oscuridad, y comenzar la andadura por la jungla, os daré más detalles cuando partamos a la ruta, no es plan de que permanezca aquí mucho más tiempo sabiendo la gente también que hay dos forasteros en la taberna... tengo que seguir aparentando lo que no soy... ah, y aunque fuera mentira que la taberna estuviera rodeada, sí que es cierto que con vuestras acciones irritáis a la gente de por aquí, recordad que jugáis fuera de casa chicos... nos vemos a la noche -

Y sin querer mediar más palabra, se dio la vuelta cerrando la puerta con intensidad, con el fin de que cualquier que estuviera fuera al tanto de lo que sucediera, no pudiera percatarse del pacto que ahora tenía con los genins.

Los jóvenes ahora tenían una información con la que comenzar a tirar del hilo, y con ella comenzar verdaderamente la búsqueda por un camino aparentemente óptimo, pues el padre del desaparecido se ofreció mismísimamente a ellos para comenzar esa tarea en conjunto. ¿Que harían los de Konoha al respecto? se quedó un silencio incómodo en la taberna tras aquella sorprendente revelación, pero al fin y al cabo, nadie elegía como recibir buenas noticias del cometido que tuviera, y aquello lo fue.
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Sin retirar su zurda del estado de "reposo" en que la había dejado sobre la empuñadura de sus armas, Samuru escuchó la suerte de disculpa por parte de aquel hombre, seguida de una explicación del porqué de sus acciones... Durante este tiempo, buscaría a Ohona con la mirada, para que esta le confirmara que el anciano estaba diciendo la verdad, algo que esta había tenido la intención de hacer desde el momento en que escaneó los alrededores.

- Puedo entender el razonamiento, pero no los métodos - Sería el único comentario del titiritero con respecto a lo disculpa emitida por el hombre. A fin de cuentas, el desprecio era una cosa, pero sumarlo a una amenaza directa hacia fuerzas armadas no parecía seguir un funcionamiento cerebral óptimo.

Igualmente, continuaría escuchando al hombre en sus explicaciones sobre el estado de la aldea. Al parecer la cultura del lugar distaba mucho de ser la de un enclave civilizado; Samuru entendía que los entornos hostiles generan gente hostil y desconfiada, pero que realmente consideraran inadecuada la actitud de los forasteros le parecía absurdo "Por más que podamos parecerles amenazadores, siguen siendo un enclave del Fuego... O quizás ese sea precisamente el problema". Pensaría el titiritero, sumido en sus propias experiencias pasadas, las cuales le habían enseñado a desconfiar bastante más de su propia aldea que de los enemigos del exterior y aunque no iba a exteriorizar esos pensamientos con una compañera de desconocida opinión al lado, le ayudaban a comprender un poco más la mentalidad del lugar... o como mínimo, si estaba equivocado, a darle un poco de lógica personal.

- ¿Sabes que ese tipo de citas suelen invocar una bandera negra sobre quien las recita, no? Pero por mí está bien - Añadiría el shinobi como anotación respecto a las últimas palabras del hombre sobre su cita en la próxima madrugada. Y es que, aunque el marionetista no se consideraba alguien especialmente supersticioso, la experiencia le había enseñado a no restar importancia a este tipo de eventos en concreto... Demasiados shinobi habían muerto a un mes de su jubilación. Solo le tranquilizaba el hecho de que Ohona había confirmado que nadie los espiaba, a parte del tabernero, claro.

Una vez se hubiera marchado, Samuru relajaría su posición, dejando la zurda sobre la mesa y tamborileando de forma musical con sus dedos contra la madera mientras le daba una vuelta a todo lo ocurrido - Ni el anciano, ni un solo aldeano, nos ha mencionado nada sobre los bandidos que supuestamente asolan estas tierras... Y son la principal razón de que Garum fuera necesario como apoyo militar. Que, por cierto, tampoco nos han aclarado como desapareció. Tampoco es que nadie haya siquiera insinuado que nuestra labor debería ser eliminar a esta gente en lugar de buscar a "un muerto" - Samuru dramatizaría las últimas palabras con el uso de un tono que mezclaba mordacidad con ironía, imitando el matiz habitual de este tipo de ciudadanos - Lo que para gente con este carácter es extraño, por más autosuficientes que se consideren a sí mismos... O quizás le estoy dando demasiadas vueltas a la cabeza, no lo sé

El titiritero concluiría sus pensamientos en alto con una sonrisa especialmente dulce dirigida a la muchacha a su lado, la cual, con el ambiente más tranquilo, había vuelto a reclamar su atención, aún interesado por su artístico aspecto visual - Gracias por tu apoyo anterior, por cierto. Es agradable poder contar con aliados confiables de vez en cuando, especialmente cuando su distinción acompaña tan agradablemente a la vista - Dicho esto, se centraría en terminarse el contenido de su taza, dejándola boca abajo sobre el plato que la acompañara una vez terminada y cruzándose de brazos pensativo.

- ¿Alguna idea para pasar el rato mientras intentamos no seguir "llamando la atención"?
[Imagen: FLfTcmL.png]
Unas horas más tarde, cerca del tiempo estipulado por el anciano para quedar en dirigirse al bosque, Samuru habría terminado de asegurar su equipo, usando todo el sigilo del que era capaz para, abandonando su habitación por la ventana una vez hubiera comprobado que nadie le observaba, dirigirse al punto de encuentro resguardado por la noche.

Llegaría en poco tiempo, aterrizando a diez metros del lugar estipulado y esperando a que llegaran el resto de los citados. Si todo salía bien, a partir de ese punto podrían actuar con más rapidez; empezaba a detestar aquel "paraíso" entre los árboles. En cuanto su compañera llegara, intentaría convencerla de usar una técnica conjunta que les permitiera a ambos tener visión completa del terreno.

Resumen

Estadísticas de Skuld Samuru

+10 CCK (Gogyo Kain)
Chakra: 905/905
888+29+15
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Ante la decepción de una batalla y ver que literalmente nada ocurría ni lejos ni cerca… bueno… la joven se relajó. Desactivo su Byakugan y se rasco la cabeza con la mano mientras oía hablar a este hombre… se contuvo y empezó a buscar algo en su bolso ninja – humm… tenía ganas de pelear… - refunfuñaría en voz baja.

[Imagen: __original_drawn_by_azen_mntimcczgrtn__s...a87dfc.jpg]

Honestamente, Ohona estaba algo aburrida, no le gustaba tanto este tipo de situaciones donde debía buscar gente, es en lo que siempre suelen llamarla… alguien para buscar, no alguien para pelear… - en serio… no soy tan débil – pensaría, a lo que su hermana contestaría – anímate, así al menos podemos conocer bellos lugares… - pero bueno… simplemente escuchaba lo que decía, y ante la afirmación de ir de noche… la Kunoichi simplemente respondió en voz baja y algo apenada – hummm… hubiese preferido irnos ahora mismo… podríamos ir volando… y mapear a la distancia todo… - diría apenada, encontrando al fin lo que buscaba… una pequeña botella que coloco frente a su rostro, era diminuta que cabía entre los dedos, no más grande que un par de falanges.

[Imagen: G95S.gif]

Eran gotitas para los ojos, una pequeña peculiaridad de los Hyuga es que al usar el Byakugan, realmente no son capaces de pestañear y eso irrita el ojo… bueno, peculiaridades… Samuru iniciaría su conversación respecto al tema, a lo que Ohona contestaría un poco más calmada, sin la presencia de aquel anciano – humm… si… tienes razón… tampoco he visto nada, y eso que recorrimos el pueblo… si hay algún peligro, no es cerca de acá… - su mano derecha sostendría su mejilla izquierda y ayudaría a abrir el parpado, colocando un par de gotitas por sobre donde estaba realmente el ojo izquierdo, luego repetiría el proceso con el lado derecho, pareciendo que uso las gotitas en el gran ojo falso por ambos lados... – no debiésemos pensar tanto en eso… al final, el hombre solo mentía por su hijo…

[Imagen: __original_drawn_by_muroku_aimichiyo0526...c1891b.jpg]

El joven Samuru diría unas palabras halagadoras ante Ohona, esta, al terminar de ponerse las gotitas de lágrimas falsas en los ojos le miraría directamente a la cara, luego de esto, se sorprendería y sonrojaría un poco – g… gra… gracias… supongo… - diría apenada, mientras que con sus brazos estiraría levemente el body blanco que usaba en aquel momento… un traje totalmente improvisado para la ocasión… la falda negra se había ensuciado al recorrer los árboles y las botas no iban para nada a juego con nada, pero… de seguro la falta de ropa interior y el espesor de la tela debieron atraer al joven hacia su cuerpo… - humm… pero… - diría mientras llevaba un puño hacia su rostro y ocultaba la mirada – se que mucha gente se espanta al verme… el rostro... agradezco el halago... pero no solo te fijes en el cuerpo de la gente... la mirada a veces es más importantes que un bello físico... o al menos eso creo... - ella dejaría enfriar el contenido de su taza sobre la mesa, a diferencia de Samuru… prefería beberlo frio… era obvio que no entendio la indirecta de su compañero.

- Me hubiese gustado explorar el área… pero a lo mejor descansar sea mejor idea…



A la hora pactada, llegaría Ohona con su equipo listo y algo más relajada, con el viento moviendo sus pelos y su falda a paso lento, siguiendo a Samuru y preparándose para lo que venía, hubiese preferido actuar de día… pero la gente no suele escuchar a Ohona en esta clase de situaciones… de todos modos, aceptaría coordinarse con Samuru ante la propuesta conjunta…

Chakra: 808/808
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Los shinobis de la hoja tras la citación, acudieron obedientes al sitio en el que Koraido se vería con ellos bajo el manto oscuro de la noche. Aprovechando las ventajas de esta, pero exponiéndose también a las inclemencias de estar a oscuras en un terreno peligroso. El viejo tenía en cuenta su conocimiento del medio, sin embargo, estar expuestos a la jungla sea de día o de noche, siempre trae consecuencias consigo, y hasta el más ávido de los expertos sabe, que todo ahí afuera busca arañarte, morderte, envenenarte o comerte, pero Koraido sabía que debían de iniciar la marcha pronto y ha escondidas.

Bajo una capa con capucha para ocultar su identidad, su figura se deslizó con una cuerda por la cara oculta del tronco con el fin de no frecuentar los accesos visibles de los troncos y que nadie en el poblado se percatase de ello, y amarrando el extremo de la cuerda a uno de los troncos pilares de la plataforma, fue bajando hasta su base ayudándose con sus manos e ir recortando metros. La gracia o la desgracia del destino, hizo que esa cuerda se cortase y el viejo se precipitara metros y metros de caída a su espalda. Cayó estrepitosamente contra el suelo junto al resto de cuerda, el viejo cazador entre leves gemidos se levantó tambaleándose, incorporándose de mala manera para intentar recobrar la verticalidad. Se veía desorientado y se palpaba la cabeza con delicadeza y preocupación, cerrando sus ojos como si de hacerlo el dolor del golpe lo aliviase. Pronto vió a los 2 shinobis, que para él eran 2 figuras que se desdoblaban de sí mismo como si fueran dobles por el golpe.
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- ¿Eh? ¿hola?... -

Koraido se mostraba confuso y vulnerable ahora con ellos, parecía como si el viejo que se presento rudo en la taberna fuera un mal espejismo del que podrían contemplar los de la hoja. ¿Deberían de tener consideración con él?, ¿cómo obrar bajo esa situación en la noche? El viejo se esforzaba en asimilar su entorno y quienes lo rodeaban, y aunque no lo tenía claro del todo, aquellos dos jóvenes que aún no veía con claridad les resultaban extrañamente familiares.
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Ohona no le miraba con pena ni con preocupación, simplemente le miro con algo de decepción y suspiro con desanimo - señor, no nos servirá de nada si usted mismo es su propio enemigo... déjeme que lo carguen - diría, mientras que con sus dientes rompería la yema de uno de sus dedos, haciendo brotar la sangre y, tras hacer una línea en su palma, la Kunoichi realizaría sellos de mano lentamente, para luego extender su mano sobre el suelo y decir - Kuchiyose no Jutsu, Sir Pidgey-san - grrrRRRRr Ohona-sama GRRRrrrg al menos llámeme Sir Frederick - dijo aquel ave blanca que salia de la cortina de humo que se habia generado tras su jutsu.

Ohona pronto pondría al corriente a Sir Frederick, le entregaría un poco de información y le solicitaría que se encargase de aquel viejo cazador - no deberíamos perder el tiempo... - dijo la joven, mientras consumía una píldora soldado - al menos indíquenos en que dirección se podría encontrar y lo encontraremos con mayor facilidad - decía, activando su Byakugan mientras masticaba su pildorita.

[Imagen: 6bd35340e643b7980707202f41528158.jpg]

Ohona es alguien más de acción, no le interesa realmente las platicas o las conversaciones previas a la acción, aunque, no es de extrañar, la joven kunoichi solo se dignaba a seguir ordenes en esos aspectos...


Chakra: 603/808
Kuchiyose no Jutsu
Byakugan
Estadísticas de Ohona Hyuuga
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Ohona llegaría al lugar señalado tras solo unos pocos segundos, amenizando con su compañía la espera que se alargaría mientras aguardaban la llegada de su guía, quien finalmente haría acto de presencia como caído del cielo... De forma literal.

- No puede ser... - Murmuraria Samuru en un tono casi imperceptible y con un hastío que había surgido casi de inmediato al contemplar la escena - Ahí va nuestro guía.

Suspirando con cierta resignación, se adelantaría para atender al hombre herido de la mejor manera posible antes de que sus balbuceos los llevarán a ser descubiertos, si es que media aldea no estaba ya asomada por las ventanas después del sonido de su geriátrico culo estampando se contra el suelo. Sin embargo, sería detenido por la intervención de Ohona, quien invocaría en silencio a una criatura alada de gran tamaño que, por alguna razón, tenía título nobiliario. La versatilidad de su compañera cíclope no dejaba de asombrarle.

Por su parte, consciente de que por el momento estaba siendo casi tan útil como el anciano, realizaría una rápida tanda de sellos, invocando sobre su mano una pequeña marioneta con forma de araña, mientras se aproximaba a la Hyuuga - ¿Me permites? - Diría con el tono más confiable del que era capaz, mientras la marioneta metamorfoseaba hasta tomar el aspecto de una diadema del tamaño de la cabeza de Ohona.
Nise no sureddo

- Con esto, podrás compartirme información de lo que veas, así podré brindarte un mejor apoyo en caso de que sea necesario. Además, puedes elegir que enseñarme y que no, por si hay alguna mirada o información que prefieras ocultar - Una vez le concediera permiso, Samuru ajustaría la diadema sobre la cabeza de la joven - Permíteme entregarte algo más; avísame si te incomodo. Creo que el gasto energético del anciano debería ser una carga compartida - Susurraría con educación, antes de depositar con suavidad sus manos sobre alguna zona con piel visible y que no resultara especialmente "invasiva" empezando a trasmitir chakra directamente a Ohona, para disminuir la carga de la invocación que ahora debía llevar al shinobi senil. Parecía lo justo.
Chakra Yuketsu
Transmisión de 80 PC a favor de Ohona

Terminada la concesión de chakra, aprovecharía para tomar dos de las patas sobrantes de la diadema araña. Colocaría la primera en su propia cabeza, como si se tratara de un auricular con monóculo incluido y entregaría el segundo receptor a la Hyuuga - Este es por si se lo quieres colocar a tu invocación para transmitirle información visual. Por cierto, el funcionamiento es relativamente sencillo, simplemente debes pensar de forma consciente la información que quieres enviar o transmitir y no te preocupes, no comprometerlas mi visión.

Dedicando una última sonrisa de camaradería a su compañera, Samuru se giraría de vuelta al anciano, movimiento que haría desaparecer gradualmente cualquier rastro de amabilidad en su rostro, al tiempo que extraía de su equipo una píldora de soldado y la consumía. "Espero que al menos no intente justificarse con una mención a su edad... Las señales son claras, este hombre fue un shinobi, o como mínimo un guerrero entrenado y ha dejado a Merced del tiempo su legado. Que me sirva de lección." Pasaría de largo, agachándose a poca distancia para recoger la cuerda rota del suelo, deteniéndose unos segundos a examinar el extremo "superior" de la misma, por si todo aquello no se hubiera tratado de un accidente. De alguna manera, dudaba encontrarse con los indicios de algún complot, pero de hacerlo avisaría inmediatamente a Ohona.

- ¿Te has recuperado lo suficiente para hablar? – Susurraría de vuelta al lado del hombre, conservando aún un tono de susurro para no llamar aún más la atención - Indicados por dónde debemos ir, no podemos seguir perdiendo el tiempo, nos acabarán descubriendo - Mientras esperaba algún tipo de respuesta, examinaría visualmente al anciano, en busca de lesiones graves, aunque tampoco se podía esperar mucho de aquel examen; El shinobi había estudiado un tipo de "medicina" muy distinta a aquella dedicada a las curas y tratamientos.
Estadísticas de Skuld Samuru
Chakra: 835/905
-80-20+30(pildora)
HablaPensamiento | Narración
[Imagen: FirmaSamuru.gif]
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revelaciones


Koraido magullado fue cargado por el ave de la hyuga, el cual aunque estaba dolorido y desorientado desconfiaba de aquel ave, sin embargo, no estaba en condiciones si quiera de hablar tanto ya que le costaba respirar.

- Cui.. cuidado con la jungla, seguid el sendero de orientación norte, todos dejamos un rastro, y para ti joven... no debería ser problema siempre que tengáis luz -

Dijo esforzándose, refiriéndose a la hyuga, pues el sabía que por su propio pie no podría continuar, y que bien con los shinobis de la hoja, o con aquel pájaro, debía de necesitar ayuda para seguir con la búsqueda de su hijo.

El camino del norte, aunque llevaba hacia la jungla más espera y fría, aguardaba un sendero que los cazadores más experimentados como Koraido frecuentaban para encontrar las mejores presas, y Garum, tenía un talento innato con el que podía desenvolverse hacia toda esa zona. Pero la jungla siempre aguarda pesares, y nadie en ella queda libre de todo lo que puede albergar, ni para los que viven en ella ni para los que aguardan escondidos entre sus sombras.

En paralelo a todo esto, tras cortar la cuerda, Konu se alejaba sigilosamente entre las pasarelas de madera de los árboles, las cuales componían las calles del elevado poblado junto con algún que otro puente colgante. Tenía el destino fijado en su posada, para llegar pronto a esta sin que le viera nadie, y así mantener una coartada limpia. Era el primer paso de su entramado plan, rezagar el grupo, y con el viejo fuera de juego, los 2 forasteros serían coser y cantar para sus secuaces en aquella jungla nocturna.
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Última modificación: 21-12-2023, 01:12 PM por Ohona Hyuga.
Una cuerda rota, un ojo que todo lo ve, una marioneta de madera y algo de instrucciones… por suerte, Samuru había sido rápido en entregarle la Tiara, pero Ohona, apenas la recibió y termino de escuchar las indicaciones de su compañero, no aguantaba más la prisa… ya iban a parecer que esos 15 metros pasaban a ser 20 y luego 30… la joven Hyuga le paso rápidamente un par de patas de madera de las que le paso Samuru a su fiel amigo Sir Frederick y respondió – ok… solo es pensar, ¿no? – dijo terminando de colocarse la tiara. En ese momento, Samuru y Sir Frederick podrían ver una alarmante señalética con una flecha caricaturesca y floreada que señalaba hacia donde estaba el hombre que se escapaba diciendo en un recuadro “el que corto la cuerda” y alertando al grupo. Fuera de eso, para donde mirase Samuru podría ver directamente hasta el rango de visión actual de Ohona, que es de 500 metros a la redonda.

Sir Frederick tomaría en una de sus alas este visor, se lo colocaría en su ojo izquierdo y veria como su invocadora desaparecería en un instante mientras esas señaléticas adorables aparecían por el lente – grrrggg pero… ¿Qué brujería es esta? – dijo, observando hacia los alrededores y viendo todo en capas como quisiera – esto… es… grraarrr… grrrgr extraño… ¿Cuánto alcance tiene esta maravilla?

[Imagen: __muku_chan_original_drawn_by_muroku_aim...00c27e.jpg]

Rápidamente, la Hyuga saltaría en dirección del tabernero y, con un golpe certero en el tobillo y un movimiento de mano, esta le sostendría del cuello de su ropa con una mano, por sobre las ramas de los árboles y desde la espalda de aquel hombre y manteniéndolo suspendido, sin dejarlo caer, a 35 metros de donde originalmente estaba con Samuru y al menos 20 metros por sobre el nivel del suelo. Pudo parecer un parpadeo o no, simplemente Ohona era absurdamente rápida… su postura había sido esencial para este caso. Simplemente estaba ahí, cual ciclope carroñera observando a su presa y pregunto – Konu-san… el señor de la taberna… ¿está bien? ¿No se hirió o algo? Es peligroso ir por estos lugares solo durante la noche… - diría inocente pero decidida.

Tercera Postura – Byakko

Chakra: 663/808


La información que tenia de Konu, desde armamento escondido, lesiones, altura, peso, calidad muscular, sexo real, hábitos que había descubierto antes, todo todo iba mostrándose como documentos fáciles de entender a través de los lentes de Samuru y Sir Frederick, la mente de Ohona tal vez no era la más inteligente de todas, pero almacenaba bien la información y analizaba cada minucioso detalle de a quienes observaba.

resumen
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Tras no mostrar problema alguno em aceptar el apoyo táctico y energético de su compañero, Ohona desaparecería de un salto, al tiempo que Samuru luchaba contra el impacto mental de la excesiva cantidad de información que ahora aparecía ante él. Normalmente no habría sido suficiente para obnubilar sus sentidos, pues el dispositivo permitía sencillamente apartar la información innecesaria o que resultara molesta, el problema residía en que, de hecho, el titiritero estaba tratando de entenderlo todo; una nueva puerta de conocimiento acababa de abrirse ante él, y el resultado era absolutamente fascinante.

No le sería difícil comprender por qué Ohona se había precipitado a las alturas. La cuerda que había descubierto cortada apuntaba a un único sospechoso, que los ojos de la hyuuga habían descubierto y compartido con sus camaradas -dando como resultado que el ave de compañía estuviera casi tan fascinada por su rango de visión como el chikamatsu- para luego apresar al culpable con una facilidad casi absurda "Por ahora parece que se desenvuelve bastante bien ella sola, una joven interesante... Pero esta capacidad de visión..." Saltaría tras su compañera, cayendo a un par de metros de la misma con los brazos cruzados y la única disposición de observar la escena mientras analizaba los alrededores en busca de movimientos sospechosos por parte de alguno de los múltiples puntos que aparecían en el radar "¿Así es como ves las cosas con tu dojutsu activo Riku? Ojalá contar con algo de este nivel... Algo podré hacer." pensaría mientras realizaba con soltura una rápida secuencia de sellos.
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Mientras el interrogatorio ocurría, Samuru no apartaría sus ojos de los del hombre ni un solo instante, atento a cualquier intención hostil del mismo. Al mismo tiempo, terminaría sus sellos y tocaría uno de sus pergaminos, invocando a su lado a una de sus fieles marionetas, vinculando a la misma un hilo de chakra, haciendo que la misma se pusiera en pie con lentitud, caminando con una inquietante falta de humanidad hasta el hombre, a quien trataría de inmovilizar por completo al retener sus brazos, piernas y cabeza con cinco de sus brazos, sobrándole aún uno para tomar un wakizasi casualmente otorgado por parte de su titiritero, colocándolo suavemente sobre el cuello del hombre. Su objetivo no era para nada entrometerse en el trabajo de Ohona, si no dar un poco más de apoyo, mientras se aseguraba de que el criminal no pudiera mover un solo dedo.

Kugutsu no Jutsu
KUGUTSU NO KAITAISHINSHO MDL. KUROARI

[Imagen: dyCo8J7.png]

- Si no te importa querida, yo voy a ser algo más directo y preguntarle a nuestro buen amigo de donde ha surgido la extraña necesidad del mismo por acelerar la jubilación de Koraido, ¿es que no hay un solo civil decente en esta aldea? - Preguntaría con una sonrisa taimada dibujada en el rostro, con sus ojos aún clavados sobre los del tabernero, analizando cualquier reacción milimétrica que o delatara - Por favor Konu-san, colabore. Mi pequeño aliado de madera solo está aquí para mantenerlo quieto y que no intente tonterías... Pero esto es principalmente por su propio bien, ya que, con la velocidad mostrada, dudo que fuera capaz de parar un castigo más directo de mi compañera ni aunque quisiera; que tampoco es el caso.

aclaración
Estadísticas de Skuld Samuru
Chakra: 785/905
*835 -35 -5 - 15 = 785
HablaPensamiento | Narración
[Imagen: FirmaSamuru.gif]
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En la noche del poblado, parecía haber movimiento entre su oscuridad y su silencio, planes malintencionados de gente que jugaba a varios bandos. Poco a poco, los jovenes de konoha se darían cuenta que ni los más amigables eran los más buenos, ni los más detestables los más criminales, pues en un visto y no visto, los actores de esta trama se empezarían a desenmascarar.

La chica hyuga, en un relampagueante despliegue de su movimiento, subió de nuevo a las plataformas de madera donde se asentaban las casas de madera del poblado, Konu corría sigilosamente entre las pasarelas cuando fue alcanzado para su sorpresa por esta, tratándolo como un vulgar muñeco en las manos de esa chica de konoha, sin duda, su físico era más que ejemplar, pero comparado con el del tabernero era sencillamente abrumador. Y pendido sobre su puño, pronto vió llegar a su otro acompañante, el cual sacó ni sabiendo como este pobre hombre, una especie de muñeco de dimensiones y aspecto casi humano, Konu empezaba a sudar por demás cuando además de estar contra los ferreos puños de la Hyuga, el filo de una wakizasi y los brazos de aquel muñeco lo aprisionaron aún más. Escupió con desprecio hacia los ojos de la Hyuga, y con desprecio y arrogancia respondió al joven.

- Fuera de aquí malditos h***s de p**a, este poblado es nuestro -

Y pronto, mientras todo esto sucedía, los sucesos de los tres presentes resonaron como era obvio en el silencio de la noche, con la repercusión pertinente, pues toda esta iniciativa de Koraido junto con los jóvenes en la búsqueda de su hijo Garum, y el alboroto de después alertó al gremio de cazadores, los cuales ante tal extrañeza se personificaron en las inmediaciones de todo lo que estaba ocurriendo para comprobar que sucedía. Rodearon a los allí presentes un total de 10, con los ceños fruncidos ante ellos.

- Ahhh... y ahora vienen los perros, perfecto... ¡Pues llegáis tardes imbéciles! -
- ¿Alguno de vosotros puede darnos una explicación sobre todo esto y no cometer nada estúpido?

Dijo uno de ellos, sin ser precisamente el jefe, pero se acercó con pasos lentos y seguros hasta colocarse en el ecuador de los jóvenes de konoha, y Konu, el cual, forcejeaba levemente pero sin éxito con la marioneta.

- ¿Nada estúpido? Desde el momento en el que puse el primer pie en este cochambroso poblado me di cuenta que lo único que había en él eran estúpidos cazadores, como vosotros... y vosotros dos, vosotros forasteros sois la peor calaña que puede haber fastidiado tanto o más toda la red que trazamos, sobre todo desde que ese Garum apareció, pero no... ya no aparecerá más JAJAJAJAJAJAJAJAJ -

Y el lastimoso tabernero de lengua bífida arremetió duramente contra todos los que le rodeaban, a pesar de su pobre situación, su brutal desventaja no era indicativo para rebajar su ego y su posición como jefe de los bandidos, pues en todo momento, para el siempre tuvo la sartén por el mango, y lo ocurrido un leve contratiempo a solucionar. ¿Cómo reaccionarían al respecto los dos jóvenes de konoha? a pesar de la situación, no todo puede parecer turbulento y si vuelven a focalizar su atención en lo verdaderamente importante, pronto llegarían hasta el fondo de todo esto.
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Samuru no haría ademán alguno de callar al hombre, ni si quiera cuando esté empezó a llamar la atención más de lo debido... Sencillamente continuaria sin retirar su mirada de los ojos del criminal, como si esperara que este mostrará el más mínimo signo de debilidad. De hecho, su único acto más activo consistiría en ejercer aún más presión en el cuello del criminal cuando este hiciera ademán de ir a escupir, procurando evitar que este contará con la suficiente inercia a la hora de "atacarlos" como para que su saliva los alcanzará... En parte por desconfiar de que se tratara de alguna estratagema, en parte por meros principios

Cuando empezaran a rodearlo, volvería a tocar el mismo pergamino del que había salido Kuroari, invocando al instante a otras cuatro marionetas. Cuatro muñecas, talladas con gran detalle e inquietante belleza, aparecerían con cierta teatralidad a su alrededor, dos de ellas (Valentía y Eid) aparentando aferrarse con cariño infantil al titiritero, mientras que sus hermanas permanecerían en pie, caminando con tranquilidad alrededor de su padre mientras observaban con sus cristalinos ojos a todo aquel que se acercaba a la escena.

[Imagen: XzUzVto.png]
Kugutsu no Jutsu
KUGUTSU NO JUSTU: Purototaipu

- Creo que no has entendido lo que está ocurriendo... - Susurraría el marionetista, sin retirar aún sus ojos de la víctima inmovilizada - Vas a darnos los nombres de cada uno de tus aliados criminales en orden de proximidad y vas a señalarnos la dirección exacta en la que estimas que se encuentran. No es una opción... Es hora de hablar - Y como si aquella última sentencia se tratara del mandato de una deidad superior, algo haría "clic" en el cerebro del tabernero, que se terminaría de ver expuesto ante el truco del titiritero.

~ Se ha liberado un Hyde del turno anterior ~

Esperando ahora un resultado bastante más cooperativo de su víctima, Samuru haría que la marioneta inicial, sin soltar en ningún momento a su presa, le concediera cierta libertad a su mano izquierda (no tanto así al brazo) para que señalará en las direcciones pertinentes en caso de ser necesario, especialmente atento por si señalaba a cualquiera de los cazadores y cotillas que se acercaban a ellos, rodeandolos poco a poco.

De darse la situación en la que el delincuente señalará a cualquier sujeto cercano a ellos, una de las cuatro marionetas saldría disparada en su dirección, dispuesta a noquearlo, eliminarlo o someterlo, todo dependería de la resistencia que estos intentarán ofrecer. En caso contrario, esperaría a que Ohona marcara en su mapa mental en dónde se encontraban estos sujetos para, si estaban a cincuenta metros o menos, mandar a alguna de sus marionetas con la intención ya descrita. La única diferencia real ocurriría en los casos de aquellos sujetos que se encontrarán a más de la distancia efectiva del titiritero, que sencillamente serían postergados para una futura cacería, pues ahora mismo lo que más le interesaba era realizar una última pregunta.

- ¿Que ha ocurrido con Garou? ¿Donde podemos encontrarlo? ¿Esta implicado de alguna manera? - A estas alturas Samuru no esperaba que el muchacho siguiera en el plano de los mortales, pues no existían razones reales para haberlo mantenido con vida, pero nunca se podía estar totalmente seguro al respecto. Ahora solo quedaba esperara recibir la información deseada y ver cómo transcurría la cacería. O quizás ponerse ligeramente más serio al respecto.

Resumen
Estadísticas de Skuld Samuru
-5-5-5-5 (marionetas) -5-5-5-5-5 (Kugutsu no jutsu) -5 (araña) -35 (hipnosis)
Chakra: 700/980
HablaPensamiento | Narración
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