[EVENTO HALLOWEEN] [LIBRE] SAMHAIN
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La niebla que cubría los bosques del País del Agua. Ese día bastante nublado, con un cielo gris que parecía plateado, era todavía más gris con los bancos de niebla que atravesaban el País/Isla con ferocidad, debido a los vientos del norte, fríos que provenían del País del Rayo.

Pese a que parecía que el clima iba a empeorar, el viento hacía mover los árboles, haciendo sonar sus hojas pero incluso eso era silenciado por la niebla.

Contrastaba con el clima helado del País de las Montañas, después de todo, El País del Agua era mi país natal.

Por doquier, gente disfrazada como espectros, monstruos y yokai deambulaban por la zona, llevando consigo calabazas que llenaban con los dulces que pedían de casa en casa.

Había decidido unirme a la celebración, vistiendo como una especie de parca o "grim reaper" con una máscara caricaturesca y capucha negra. Era bastante divertido pedir dulces, sin embargo, durante el recorrido pude ver marcas de sangre en las puertas de las casas y calabazas con velas colgadas en los árboles y las casas.

No pasó mucho rato antes de que un grupo de sujetos vestidos como sacerdotes taoístas aparecieran, envueltos en talismanes y cascabeles.

-No tenemos suficientes para realizar la "cacería"- dijo uno de los sacerdotes.

-No tenemos tiempo, debemos empezar. Quizás podamos reunir algunos aliados pero no hay mucho tiempo- dijo otro sacerdote.

Pronto, se aproximaron hacia mí, como si pudieran ver en mi algo especial.

-Tú, tienes un gran poder adentro. Necesito tu ayuda- dijo el sacerdote.

-¿Quienes son?- les cuestioné.

-Somos sacerdotes a cargo del supremo sacerdote Omnyoji Nami. Samhain, un espíritu travieso, ha comenzado a animar y dar vida a los disfraces de la gente. Esta vez ha venido a este país y ha causado problemas. Necesitamos detener a Samhain- dijo el sacerdote.

Yo no estaba del todo seguro de lo que significaba eso, pero sonaba divertido para pasar el rato.

De pronto, aullos y gritos comenzaron. La gente disfrazada comenzaba a comportarse como sus disfraces, como si fueran los monstruos reales. Unos sacerdotes lograron exorcizar a un niño lobo y detener a una niña bruja.

-Debemos darnos prisa y encontrar a Samhain. Siempre se apacigua con dulces, en especial chocolates, pero primero habrá que encontrarlo- dijo el sacerdote, cuando otros gritos llamaron su atención.

-Vale, suena divertido-les dije mientras los acompañaba para buscar a Samhain y darle sus ducles.
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En una noche oscura y festiva de Halloween, Kaito, bajo su identidad de Zetzubou, se unió a la multitud de entusiastas de la celebración en las calles del país del Agua. Vestido con un traje que le asemejaba a una parca sombría, se mezcló con la gente que, con disfraces extravagantes, recorría las calles pidiendo dulces o jugando al tradicional "dulce o truco".

El ambiente estaba impregnado de emoción y alegría mientras los niños y adultos se divertían compartiendo golosinas, historias de miedo y risas contagiosas. Kaito se encontraba inmerso en esta atmósfera única, disfrutando de la oportunidad de revivir un momento de su infancia. Las casas decoradas con calabazas talladas y luces titilantes iluminaban las calles, creando una imagen pintoresca que parecía sacada de un cuento de hadas.

A medida que avanzaba por el vecindario, Kaito no podía evitar sonreír al ver a los pequeños disfrazados de monstruos, brujas y héroes. Les entregaba dulces con entusiasmo, disfrutando de la emoción en sus ojos y las risas que llenaban el aire. La magia de Halloween estaba viva en cada esquina, y Kaito se sentía parte de algo especial.

Sin embargo, en medio de la celebración, algo inusual comenzó a ocurrir. La gente alrededor de Kaito, en lugar de continuar riendo y disfrutando, empezó a experimentar transformaciones aterradoras. Sus disfraces comenzaron a cobrar vida de una manera que desafió la lógica, y la diversión se convirtió en miedo palpable. Monstruos, fantasmas y criaturas horripilantes emergieron de la multitud, tomando la forma de los disfraces.

La sonrisa de Kaito se desvaneció, reemplazada por una mirada de sorpresa y preocupación. No entendía lo que estaba sucediendo, pero era evidente que esta celebración se estaba descontrolando de una manera desconcertante. La alegría se tornó en pánico cuando los disfraces vivientes aterrorizaron a los asistentes. Gritos de sorpresa y miedo llenaron el aire, y Kaito se dio cuenta de que algo no estaba en orden en esta noche de Halloween.

En medio del caos que se desencadenaba a su alrededor, Kaito se preparó para enfrentar este inesperado y oscuro giro de los eventos. Aunque no sabía el origen de esta extraña magia, estaba decidido a descubrirlo y devolver la diversión a la festividad. Con su máscara de parca y capa negra ondeando al viento, se adentró en el corazón de la pesadilla que se estaba apoderando de Halloween.
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Tras esos eventos, seguí a los sacerdotes de regreso a su base. Unos chicos vestidos como Hombres Lobo intentaron atacarnos, pero ellos usaron sus técnicas de exorcista para liberarlos de los espíritus de sus trajes, quienes tomaban posesión de ellos. Un haz de energía que eliminaba malas energías, similares a las que alguna vez usó mi conocido Saito.

Otro chico, vestido de zombie, se lanzó contra mí, pero logré enrollarlo con un brazo para sofocarlo.

-¿Habrán conseguido los demás conseguir a más gente que nos ayude?- cuestionó uno de los sacerdotes a otro.

-Eso espero, o Samhain se saldrá con la suya este año. No sabemos que pasará si gana-dijo el otro sacerdote.

El caos se escuchaba ya cercano, pero la niebla no dejaba que pudiéramos ver muy a lo lejos. La gente huía entre los árboles del bosque y los sacerdotes derribaron a varios otros chicos poseídos por sus disfraces. 

-¿Hacia donde debemos ir? ¿Donde está el supremo sacerdote?- les cuestioné mientras huíamos a toda prisa por el bosque.

-Debe estar cerca del cementerio. Reconocerás su refugio-dijo otro de los sacerdotes. En un punto, corrimos entre los árboles, saltando de rama en rama para evitar a los monstruos en el suelo.

-¿Cómo encontraremos a Samhain?- le cuestioné.

-Debemos encontrar pistas. A Samhain le encantan los dulces, eso debería ser una pista- dijo el sacerdote.

Pronto, a lo lejos pudimos ver las rejas del cementerio y un resplandor naranja detrás, iluminando el lugar, pero proyectando sombras de las lápidas y los mausoleos.

Tras ingresar corriendo al cementerio, vimos una calabaza gigante hecha de chakra naranja, pero dentro, se encontraba una chica vestida de bruja con yokai con forma de calabaza que rondaban alrededor de ella.

-Nya, finalmente llegas-dijo la mujer, acercándose a saludar. Era una chica joven de cabello morado, alta y vestida completamente de negro.

-Déjame adivinar ¿ibas vestida de bruja gato?- le pregunté.

-Nami, la suprema sacerdotiza tiene pacto con los gatos, por eso sus rasgos. En cuanto al vestido...- decía el sacerdote.

-Iba a una fiesta de disfraces, Nya, cuando sucedió este alboroto- dijo la chica. Luego, nos indicó que entráramos a la calabaza que usaba como cabaña.

-Nya, esperemos a que vengan más "campeones" para limpiar el desastre de Samhain- dijo Nami, lamiéndose la contrapalma de la mano- Samhain siempre causa problemas, pero este año se pasó.

-¿Me contarás más al respecto de ese espíritu?- le pregunté.

-Nya... No. Al menos hasta que vengan más campeones. No me gusta repetir, sólo puedo decir que no es tan difícil, pero habrá que encontrarlo primero-dijo Nami, quien luego se estiró, bostezó y se acurrucó sobre el sofá.

-Por favor, sacerdotiza, tómese esto en serio-dijo otro sacerdote.

-Tomen un descanso en lo que llega el resto, necesitarán energía para esta labor-dijo Nami, durmiéndose mientras ronroneaba.

Al menos yo no tenía tales características animales, quizás ella estaba poseída por algún espíritu Nekomata.

También tomaría un descanso hasta que llegara el resto, quienes debían estar buscando a más gente dispuesta a ayudar.
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Kaito, bajo su disfraz de la parca sombría, se encontraba en medio del caos. La noche de Halloween se había transformado en una pesadilla, con monstruos y seres horripilantes acechando las calles. Los disfraces de la gente habían cobrado vida y los convertían en criaturas de pesadilla. Kaito no pudo evitar participar en la lucha contra estos seres aterradores mientras avanzaba por el pueblo. Usando sus habilidades de marionetista, desplegó a algunas de sus marionetas para enfrentar a los monstruos y proteger a los asustados residentes.

El combate fue feroz y espeluznante. Los disfraces poseídos por Samhain luchaban con ferocidad, y Kaito se vio envuelto en una batalla desafiante. A medida que avanzaba entre el caótico desorden, un sacerdote taoísta se cruzó en su camino. Vestido con ropas sagradas y envuelto en talismanes alejaba a aquellas criaturas que sembraban el terror, el sacerdote parecía conocer la naturaleza de la amenaza que se cernía sobre el pueblo. Sin perder tiempo, el sacerdote guió a Kaito quien parecía ser el único aun humano entre las bestias a través de las calles, alejándolo de la refriega de monstruos increpándolo mientras lo hacia.. -Quítate esa maldita mascara!-. Gritaba el Sacerdote mientras el Chikamatsu se acercaba a él-.

Finalmente, Kaito y el sacerdote llegaron a la casa de Nami quien el sacerdote habia informado era la suprema sacerdotisa que estaba al tanto de la amenaza de Samhain. Para cuando Kaito llegó ya todos parecían haber terminado su conversación. La atmósfera dentro de la calabaza-cabaña era misteriosa y relajante a la vez. Kaito para su sorpresa, en medio de este evento se encontró con Nakai, quien había estado ayudando a los sacerdotes a enfrentar a los monstruos, y lo saludó con un gesto de reconocimiento. -Diría que me sorprende verte aquí, pero si alguien más podría sobrevivir a esto definitivamente eres tú... El chikamatsu se acercó a Nakai buscando estrechar su mano antes de continuar. -Que gusto verte-.

Nakai, habiendo luchado contra los disfraces poseídos y acompañado a los sacerdotes, estaba igualmente intrigado por la situación. Mientras los sacerdotes y Nami discutían sobre cómo detener a Samhain, Kaito aprovechó para relatar sus propias experiencias en las calles, describiendo la ferocidad de los disfraces y los intensos combates en los que se había involucrado con un marcado tono racional y científico, más fascinado que aterrado.

Kaito comenzó a explicar con un entusiasmo palpable: -Los disfraces, Nakai, tenían una especie de activación autónoma que les permitía manifestarse de una manera que desafía cualquier explicación lógica. La transformación de estos trajes era asombrosa, como si fueran impulsados por una energía sobrenatural. Sus características físicas y sus movimientos eran incomprensiblemente coherentes con el concepto detrás de sus disfraces. Por ejemplo, un niño disfrazado de lobo se convirtió en un ser parecido a un licántropo con una ferocidad que rozaba la realidad y rebasaba por mucho sus características físicas originales-.

Su mirada se iluminó mientras continuaba: -Y lo más fascinante es que no actuaban solo como sus disfraces, sino que mostraban habilidades y comportamientos inherentes a los seres que representaban. Esto me desconcertó enormemente. Además, su capacidad para recuperarse de las lesiones era asombrosa. Incluso después de neutralizarlos momentáneamente, volvían a emerger con fuerza renovada. Es como si estuvieran impulsados por una fuerza vital inexplicable-.

Kaito se detuvo por un momento, su mente analítica trabajando a toda máquina. -Este evento desafía todas las leyes de la biología y la medicina que conozco... Dirigiendo su mirada a quien esperaba entre los presentes compartiera su entusiasmo continuó Nakai. No puedo evitar pensar que hay un elemento sobrenatural o metafísico en juego. ¿Podría ser una manifestación de chakra descontrolado o una forma de jutsu prohibido que afecta a la realidad? Es un misterio que, desde el punto de vista de un artista de nuestra clase, es absolutamente intrigante".

La tensión en la calabaza-cabaña era palpable, y Kaito estaba ansioso por obtener más información sobre la amenaza de Samhain y cómo podrían enfrentarla. La noche de Halloween había dejado de ser una celebración para convertirse en un desafío intelectual y científico, y Kaito estaba decidido a ser parte de la solución a este enigma sobrenatural.
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Medio de su viaje por país del agua se encontraba la Loli albina en el hombro de su camarada corriendo tierra y mar y van sin parar pues no quedaba mucho que  para que aumentaran sus ganas de explorar con su compañero se adentraron en este país en busca de aventura e información por allí.

 La niebla que cubría los bosques del País del Agua. Ese día bastante nublado, con un cielo gris que parecía plateado, era todavía más gris con los bancos de niebla que atravesaban el País/Isla con ferocidad, debido a los vientos del norte, fríos que provenían del País del Rayo.

Pese a que parecía que el clima iba a empeorar, el viento hacía mover los árboles, haciendo sonar sus hojas pero incluso eso era silenciado por la niebla.

Contrastaba con el clima helado del País de las Montañas, después de todo, El País del Agua era mi país natal.

Por doquier, gente disfrazada como espectros, monstruos y yokai deambulaban por la zona, llevando consigo calabazas que llenaban con los dulces que pedían de casa en Casa.

 Y sumándose esa festividad loli albina de brujita disfrazada estaba y así sin más se puso a pasear. De pronto, aullos y gritos comenzaron. La gente disfrazada comenzaba a comportarse como sus disfraces, como si fueran los monstruos reales. 

 Aunque la verdad para Illyasviel y Berserker no fueron un gran problema pues parecía que romper los disfraces solucionaba El dilema y así avanzaron destruyendo disfraces y dando palizas por aquel sendero lleno de disfraces y máscaras malditas hasta que entre todo el cuchicheo encontró algo interesante parecía haber encontrado a kaito en aquel paraje estaba acompañado de alguien más alguien pálido con un aspecto un poco intimidante.

 Berserker de un saldo aterrizó al lado de kaito y con una sonrisa la Loli habló- Yahoo!  Kaito...  Tremenda casualidad verte de nuevo por este país no crees jejeje... Aunque en esta época pasan cosas muy raras por lo que veo me han atacado diferentes personas creyéndose bestias todas locas claro ver ser que los mandó a dormir a un solo batacazo pero es raro ¿Dime acaso sabes algo?- Diria al contrario mientras esperaba por información.
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Hablar/pensar/ Berserker 
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El País del Agua, un lugar frío y horrible… en los pensamientos de Kurami, claro. Para esta ocasión, vestía con su ropa de siempre, sueter rojo, pantalones negros y botines marrones, ah, y un abrigo de color beige, pero... que hacía ella en ese lugar?, su viaje en búsqueda de poder e información sobre la Secta Jashin la había llevado a ese país, bastante alejado de su natal País de la Tierra. Ella se encontraba preguntando de maneras poco amables a los diferentes residentes de los pequeños poblados del país sin mucho éxito, ya fuera porqué no sabían nada o por la actitud grosera de la Origami, pero en fin.

Para este punto, también se estaba desarrollando la festividad de Halloween, una de las festividades favoritas de Kurami puesto que en estos días, podía causarles un susto a algunos niños sin temor a que fuera regañada o acusada, así que ahí estaba ella, dándole sustos de muerte a varios niños y adultos por igual y ella simplemente se divertía, todo era risa y emoción para la chica hasta que en un momento dado, todos empezaron a tener un extraño comportamiento, dejaban de pedir dulces para comenzar a comportarse como lo harían los monstruos de sus disfraces, atacando a la gente no disfrazada y entre los atacados, estaba la Origami.

A diferencia de otras personas que se dedican a gritar y huir, ella sólo sonreiría mientras tomaba un largo palo de madera de su espalda, una de las armas que cargaba con ella en ese momento, un simple pero muy efectivo Bō, con el, se dedicaría a golpear a todo aquel que veía comportándose como su disfraz, soltando una que otra risa maníaca mientras lo hacía, si anulaba el misterioso hechizo o no, le daba igual, ella solo dejaba inconscientes a aquellos inocentes disfrazados.

Entre golpes, Kurami logró llevar a una vieja cabaña, ella pensó que sería buen lugar para “esconderse” un raro en lo que aquello terminaba, así que decidió entrar. Ella pensaría que estaba sola en aquel lugar, pero muy equivocada estaba, puesto que al avanzar un poco y llegar a una zona más abierta de la cabaña, se topó con un chico de cabellos azules, un tipo raro de piel pálida y una pequeña niña albina. Kurami solo los miró con desinterés mientras daba algunos pasos lentos a su derecha, tomando un pequeño vaso para después, comenzar a llenarlo de agua, aquel preciado líquido que se encontraba en un pequeño dispensador viejo

- Perdonen mi repentina llegada… es qué me dio sed, pueden ignorarme si quieren… -

Decía la chica mientras tomaba el líquido de aquel vaso, aún sosteniendo con fuerza su Bō con su mano derecha. En ese momento no lo pensó, pero más tarde podría preguntarles a todos esos si sabían algo sobre la secta que estaba buscando…
Pasivas
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Tras hablar un poco con Kaito, este expresó sus pensamientos y sospechas. Llevé mi mano a mi barbilla mientras pensaba.

-Hace tiempo conocí a un miembro del clan Omnyoji, Saito Yamamoto. Ellos pueden controlar e invocar espíritus, sospecho que esto tiene que ver, aunque mencionan algo respecto a un espíritu del halloween, Samhain, sospecho que alguien pudo haberlo invocado. Si es verdad, por eso estos sacerdotes están tan preocupados, pues si es un elemento espiritual- le respondería a Kaito.

No tardaron en llegar otras dos personas a esa extraña cabaña- calabaza en donde nos preparábamos para buscar los dulces de Samhain.

La primera fue una chica albina, tan blanca como yo, aunque yo no carecía de pigmentos, más bien era la bendición de la "serpiente blanca" la que me daba ese tono de piel.

-Más allá de un recurso biológico o médico, es una energía corruptora, sin embargo ¿porque nosotros que estamos disfrazados no nos vemos afectados?- responderia a Kaito, viendo a la chica ingresar.

La facilidad con la que ingresó a la cabaña sorprendió a los mismos Omnyoji, aunque la sacerdotiza sólo miraba divertida, con una sonrisa y una ceja alzada.

-Anda, Kaito, ¿una amiga tuya?- le comentaría a mi amigo tras ver que aquella chica se le acercaba y hablaba con él- será que a tu amiga le interese unírsenos a nuestro equipo de "ciencia experimental"?

Esperaría a ver la respuesta de Kaito y de la chica.

-Si eres amiga de Kaito, supongo que también eres alguien que vale la pena, ¿no es así?. Mi nombre es Nakai.

La sacerdotiza Nami carraspeó la garganta antes de hablar, sin embargo, antes de poder hablar, otra chica ingresó a la cabaña calabaza.

-Creo que el destino nos manda más "guerreros" para combatir a Samhain- dijo Nami, esperando a que la chica terminase de beber agua.

-¿Otra conocida? Quizás le interese también nuestro pequeño proyecto de "perfección biológica"...- decía viendo a la nueva chica entrar, mientras que la sacerdotiza continuaba hablando.

-El destino los ha reunido hoy. Sí, Samhain es un espíritu que encarna al halloween, pero no sólo eso. Es caprichoso y sus rabietas son terribles, y alguien le ha ofendido. La única forma de calmarlo es llevarle un cargamento de dulces. Supongo que los que llevan las personas disfrazadas son suficientes como para llenar un costal, y luego de eso, deben encontrarlo- dijo la sacerdotiza- yo y mis compañeros debemos mantener el ritual que protege la aldea, por lo que depende de ustedes.
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Kaito asimiló las informaciones compartidas por Nakai y se mantuvo alerta mientras escuchaba las palabras sobre aquel hombre Saito Yamamoto. "Yamamoto, sin duda un nombre que he de recordar", pensó para sí Kaito. La situación se volvía cada vez más intrigante y compleja. Ante un nuevo cuestionamiento de Nakai, Kaito continuó sus reflexiones. - El chakra, algo definitivamente en el flujo de nuestro chakra debe hacernos inmunes a la transformación. Lo veo similar a la inmunidad que tienen algunos a los genjutsu debido a su alteración en los sistemas circulatorios de chakra - explicó el Chikamatsu.

Tras terminar de hablar y casi al unísono, entraron dos individuos. En primer lugar, Illya, acompañada de su característica bestia, Berserker, saludando con la confianza que le caracteriza. - ¿Qué tal, Illya? Así que tú y tu monstruo tampoco han sido afectados - contestó Kaito a su ya hoy en día amiga. Detrás de ellos entró la nueva chica, Kurami, y Kaito la observó con cautela, preguntándose qué papel jugaría en este peculiar grupo que se estaba formando.

Ante la propuesta de Nakai sobre unirse al "equipo de ciencia experimental", Kaito esbozó una sonrisa en dirección a la albina Illya. - Bienvenida al club, parece que estamos todos juntos - dijo Kaito. Rápidamente volvió la vista a Nakai     . - Créeme, te fascinará esta chica, y ese tal Berserker, es una auténtica maravilla, básicamente un ariete biológico - agregó Kaito, resaltando las habilidades de Illya y su compañero.

Se dirigió a la nueva llegada, Kurami, con una risa algo cínica. - ¿Y a qué nombre respondes tú, pequeña mal educada? - preguntó Kaito, mostrando un toque de su característico sarcasmo.

Kurami, con su actitud indiferente, se sirvió un vaso de agua, tomando un breve descanso antes de unirse a la conversación. - Perdonen mi repentina llegada... es que me dio sed. Pueden ignorarme si quieren - dijo mientras tomaba el líquido, manteniendo su Bō firmemente en su mano derecha. Kaito asintió con la cabeza, indicando que estaba bien.

Después de las explicaciones de la sacerdotisa sobre Samhain y la necesidad de llevarle un cargamento de dulces para calmarlo, Kaito pensó en voz alta. - Entonces, ¿nuestra misión es recolectar dulces y enfrentarnos a estos disfraces poseídos? Parece que estamos en una versión surrealista de Halloween - comentó Kaito, mirando al grupo y evaluando las habilidades de cada uno.

Se dirigió a Nakai, Illya y Berserker con una propuesta más pragmática. - Yo no necesito mucho más pretexto para salir a ver qué hay debajo de los disfraces. Quizá hasta pueda tomar algunas muestras...- Después giró a la mujer restante -¿Y tú qué dices, vienes, Kurami? - Sonrió ante la diversidad del presente grupo y la emoción que le provocaba poder descubrir qué había detrás de estos curiosos sucesos.

Kaito estaba ansioso por comenzar la misión y desentrañar el misterio detrás de Samhain, pero sabía que necesitaban un plan sólido antes de aventurarse en la peligrosa tarea que tenían por delante.
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La Origami siguió bebiendo el agua servida en aquel pequeño vaso mientras miraba fijamente a cada uno de los presentes frente a ella. No entendía que estaba pasando, aunque escuchó con atención lo que la sacerdotisa tenía que decir, parecía que ahora tenían que ser sirvientes de un tal Samhain por unos minutos en lo que recolectaban Dulces y se los entregaban para calmar su furia

(¿Y eso que tiene que ver conmigo? ...)

Pensaba Kurami con desinterés, realmente no estaba interesada en ayudar en lo más mínimo siendo que solo llegó a la cabaña a descansar un poco para después, salir y seguir golpeando monstruos. Todo cambiaría cuando el niño de piel pálida mencionaría un proyecto de “Perfección Biológica”, Perfección para Kurami significaba poder y poder significaba conseguir su objetivo. Antes de que pudiera solicitar más información sobre el proyecto, el chico de cabellos azules comenzó a hablar demasiado con la loli albina y su monstruo raro que estaba junto a ellos hasta finalmente fue nombrada por él, un poco molesta de haber sido llamada mal educada, decidió responder

- ¡Mal educada tu!... -

No completó la frase, se detuvo justo antes de soltar lo que pudo haber sido un insulto hacía el Chikamatsu, en ese momento no tenía que dar imagen, pero prefería darla de todos modos, suspiró y de controló

- Kurami, ese es mi nombre… una persona de la Nobleza así que... más respeto -

Una simple y respetuosa presentación para que, no sólo Kaito, si no todos los allí presentes pudieran conocerla y saber su nombre. Luego de eso fue invitada a unirse al equipo para juntar los dulces que Samhain quería para calmar su molestia y detener aquel misterioso hechizo que mantenía a las personas transformadas en sus disfraces

- Bueno, como sea… voy con ustedes… solo díganme a quien debo golpear y listo… -

Kurami siendo Kurami, con determinación en sus ojos y dispuesta a salir a golpear y recibir daño, nadamas, pues su función en las misiones casi siempre fue de “tanquear” al equipo, así que eso mismo haría en esta nueva misión no oficial, pero que le daría el ingreso a lo que parecía, un proyecto con la capacidad de darle poder
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