Viajeros entre dunas (Priv. Illyasviel)

Última modificación: 18-09-2023, 12:01 AM por Kaito.

Kaito Chikamatsu avanzaba con determinación a través del implacable desierto del País del Viento. Cada paso que daba en la ardiente arena lo llevaba más cerca de su destino: la frontera del país. El sol del mediodía colgaba en lo alto, su calor abrasador hacía que las dunas de arena temblaran como si estuvieran vivas.

El viento soplaba suavemente, trayendo consigo la sensación de una sauna natural. Kaito podía sentir cómo el sudor perlaba en su frente y se deslizaba por su piel, pero no se detenía. Estaba en busca de conocimiento y maestros que pudieran llevar su entrenamiento al siguiente nivel.

Con su marioneta en su espalda, reposando como una mochila inerte, Kaito continuaba su caminar solitario por el desolado desierto. La marioneta era su compañera constante en este viaje, lista para responder a cualquier amenaza que pudiera surgir en el vasto desierto.

El silencio del desierto era impresionante. No había rastro de vida humana en kilómetros a la redonda. Solo el viento y el susurro de la arena moviéndose creaban una música natural que acompañaba los pasos de Kaito.

El cielo era un lienzo perfectamente claro y azul, sin una sola nube a la vista. El sol brillaba intensamente, enviando rayos dorados que hacían que la arena pareciera un mar de diamantes. Kaito se protegía del sol con una capa ligera que cubría sus hombros y espalda, pero su rostro estaba expuesto al abrasador calor.

A medida que avanzaba, Kaito reflexionaba sobre su búsqueda. Sabía que enfrentaría desafíos y peligros en este viaje, pero estaba dispuesto a superarlos en su búsqueda de conocimiento y maestría. Cada paso que daba en este vasto desierto lo acercaba un poco más a su destino y a los misterios que esperaban ser descubiertos.

La sensación de soledad era abrumadora en el desierto, pero Kaito se sentía más conectado que nunca con la naturaleza y su propio propósito. Cada grano de arena, cada ráfaga de viento y cada sombra que se movía en la distancia parecían tener un significado oculto, una lección que aprender.

Mientras el sol seguía su camino en el cielo, Kaito continuaba su marcha a través del vasto desierto. En la lejanía, vislumbró la figura de una persona que se acercaba lentamente, un encuentro que podría cambiar el rumbo de su viaje y llevarlo más cerca de los maestros y el conocimiento que buscaba.

El caluroso ambiente del desiertico paisaje del pais del viento era... simplenente sofocante... vestida con su ropa normal y protegida por una ligera capa de tela desiertica, estaba ella... la unica sobreviviente del Gran Incendio del Linaje Einzbern, La ultima Coneja Blanca, illyasviel Von Einzbern quien hoy en dia se hace llamar illya Einzbern... aquella chica cuya apariencia no difería mucho de la de una niña pequeña debido al constante estres que le ejercian los entrenamientos para implantarle aquellos emblemas.

Sus ropajes constan de una camisa morada con detalles amarillos similando lineas a traves del contorno de su camisa. Una falda blanca que llega un poco mas alla de las rodillas y un pañuelo morado en el cuello de la camisa. Y bueno, aguella capa de tela que cubria todo su cuerpo, o al menos la mayor parte del mismo. Parte de la capa formaba una capucha que le ayudaba a esconder su cabello y evitar que se herizara debido al constante soplido del caluroso viento desiertico. La Einzbern estaba sentada sobre el hombro de aquella invocacion unica del linaje Einzbern.

Heracles, uno de los mas grandes heroes de la era de los Heroes y quien fue reconocido como el humano mas fuerte en su tiempo por los mismos dioses... Illyasviel se sentia orgullosa de haberlo invocado era un indicio de que ella era la ultima heredera de los Einzbern... pero eso tambien le entristecia un poco...

Eso significaba que estaba sola... y el desolado y poco poblado desierto en el que estaba le recordaba eso, Berserker caminaba a paso constante atravesando el fatidico desierto casi como si no le afectara, bueno... era solo un ser invocado para pelear sin impedimentos... este puto calor no le afectaba en lo mas minimo o al menos, eso pensaba llya...quien por otro lado si se le notaba que el sol le afectaba pues...ligeras gotas de sudor se deslibazan por su tersa, delicada y blanquecia piel, deslizandose por sus mejillas pasando por su menton y callendo sobre la tela de su falda.

-Odio este desierto- se quejo murmurante debido al calor- Basaka apurate- murmuraba pataleando sobre el hombro de Berserker, quien simplemente seguia caminando como si nada- Baka... Baka... Baka BASAKA- sep... llya se quejabay al unico al que hiban diriguidas esas quejas era a... Sep justo a ese, a Berserker, quien simplemente ignoraba a la quejumbrosa llyasviel mientras caminaba.

Illya sabia una cosa... si su piel entraba en contacto con ese jueputa sol se quemaria como brocheta en parrilla olvidada o como arepa en budare Venezolano pero bueno... Si Berserker se ponía a correr hiba a ser peor la cosa ya que aquella capa de tela se podria safar y salir volando e lllya no poseía un respuesto asi que debia calarse el calor y viajar a paso lento pero seguro.

Y aungue digamos lento... los pasos que daba Berserker tenia alrededor de un metro de separacio entre ellas o incluso mas... si Illya caminaba por su cuenta... para alcanzar a Berserker tendria que Correr con todas sus fuerzas- Asi que... Heracles es mi unica compañia ahora... Soy la unica Einzbern... eso significa que yo... tendria que procrear para evitar que el linaje muera... que lata...- murmuraria recordando cual fue su mision inicial en este mundo.

Ella solo fue elegida para ser una simple herramienta de un solo uso y ahora... debia restaurar su linaje e intentar conservar sus secretos y purezas...- Que mal... y con el cuerpo de una niña... lo veo imposible- en eso tenia razon... aunque tuviera edad suticiente para hacer tales cosas... su cuerpo no estaba en condiciones para eso- AAAAAAAHHHHHHHH Berserker apurate, este calor me esta haciendo pensar en estupideces- dijo a todo pulmon mientras avanzaban.

Poco a poca a lo lejos se podia evideniar una figura caminando justo hacia donde se encontraban Illya y Berserker- Berserker... atento... si es un criminal o un bandido lo aplastaremos- dijo Illya mientras Berserker aceleraba el paso, hasta el punto de correr... incluso a la distancia en la que estaba aquella figura, las estruendosas y pesadas pisadas de Berserker podian ser audible- Basaka, iSalta!- al ordenarle esto, Berserker dio un gran salto aunque... a la perseccion del contrario era como si hubiera desaparecido de la nada.

Y justo al lado de Kaito como dos o tres segundos despues, un objeto de gran tamaño cayo, causando que una gran nube de polvo, arena y humo se alzace impidiendo la vision... Iuego de que aquella tormenta de arena generada por Berserker se disipara se pudo escuchar ligeros sonidos como si alguien tosiera... aunque por la voz... parecia ser una niña pequeña- Basaka... Baka... levantaste mucho polvo "coff coff*- luego de que el humo se disipara por completo, Kaito podria ver justo frente a el a un metro de distancia...

Una enorme figura de un hombre fornido de unos 2 metros y medio de altura. Su piel es oscura tirando a un color gris negruzco. Y un rostro que inspiraba miedo sin mucho esfuerzo. Y sobre el hombro derecho del aquel ente, una adorable y pequeña niña de cabellos blancos como la nieve, piel tersa y blanquecia como la porcelana y ojos rojizos casi tirando a ambar- Buenas Tardes... mi nombre es lllyasviel... y soy una viajera...- sonrio la chica con educacion mientras mostraba un rostro lindo... era... como un pequeño angel en medio de este horrible desierto infernal...

Pero Berserker era... como un temible y formidable demonio. Era un dúo... interesante. -¿Podria tener el gusto de conocer vuestro nombre joven viajero?- pregunto con elegancia mientras bajaba del hombro de Berserker de un salto para ofrecer una reverancia tomando los pliegues de su falda para hacer una reverencia... sep.. daba ese aire de ser de la noble con su tono de voz y la forma en la que actuaba.

Hablar/pensar/ Berserker 

Ante la sorpresa de Kaito, aquella figura cuya silueta distinguía a lo lejos se precipitó hacia el cual rinoceronte, a cada paso se hacía más y más grande, lo que antes parecía un hombre ahora se había transformado en una titánica mole de músculo que apenas parecía un hombre, esa cosa saltó en su dirección aterrizando muy cerca del marionetista con un retumbar que podría hacer temblar palacios, la nube de polvo que levantó a su al rededor al caer nublo casi por completo la visión del marionetista, ahora únicamente podía ver la silueta oscura del hombre y entre el dorado polvo y la luz se se filtraba ahí, una figura se distinguía agena al musculoso, algo en su hombro. Una mascota quizá, pensó Kaito.

Sin demora Kaito se preparó para reaccionar ante cualquier agresión, pero para sorpresa del joven de cabello azul en lugar de una agresión del hombro del monstruoso hombre una pequeña niña se precipitó gracil al suelo. Era notablemente hermosa, como un cachorro de gato o un bebé recién nacido, pálida como la nieve, cabello albino y de ojos casi tan rojos como los de Kaito. La niña sin un atisvo de timidez habló -Buenas Tardes... mi nombre es lllyasviel... y soy una viajera ¿Podria tener el gusto de conocer vuestro nombre joven viajero?-. Seguido de una pequeña reverencia.


Kaito desconcertado no solo por lo peculiar del evento si no por la extraña forma de expresarse de la pequeña, miró al hombre casi sin prestar atención a la niña que acababa de saltar. 
-¿Acaso tu padre no habla?- volvió la mirada a la pequeña chica tras hablar y continúo -Soy Kaito ¿Que hacen viajando por el desierto así? El no tendrá problemas pero créeme que este no es lugar para una niña-.

Tras terminar e imitando un gesto que en otro momento un viajero tuvo con el, Kaito se inclinó ligeramente hacia atrás y de una mochila escondida a simple vista entre los ropajes de la marioneta en su espalda sacó una especie de cantimplora de cuero, sorprendentemente grande para llevarla por ahí, el sonido al balancear dicho objeto dejaba ver qué se encontraba llena casi hasta el tope y entre el cuero perfecto confeccionado al rededor de la cantimplora gravado burdamente se leía el nombre de su dueño, Kaito.

-¿Alguno tiene sed?-. Mientras esperaba respuesta de los extraños dio un par de pasos hacia la mole que acompañaba a lllyasviel esperando que aquel hombre fuera respondiera al menos con algún gesto.

Sí seamos honestos... Berserker fue un total berserker pues salió tan pronto como Illyasviel le había dado la orden salió disparado a la misma velocidad de una bala en dirección a aquella figura sí aunque a lo lejos simplemente un espejismo y le tiene la certeza de que era un humano y bajo el simple pensamiento de que podría haber sido un ladrón o un bandido como el dúo que eran tenía pensado acabarlo...

 Pero las acciones de berserker fueron inclusive sorprendentes para la misma Illyasviel pues ella no esperaba que berserker levantase tanto polvo al momento de caer y tras una cómica de cena le reclamó a berserker por su estupidez aunque no podemos culparlo es alguien que no es totalmente pensante y le terminaría bajándose del hombro de berserker Y presentándose ante aquella figura.

Aquel joven se presentó bajo el nombre de kaito e inclusive le preguntó a Illyasviel si su padre no hablaba a lo que está simplemente Río levemente y se decidió hablar - En absoluto Berserker e no es mi padre es mi invocación... Y no, no es capaz de hablar conscientemente solo es capaz de decir alguna que otra frase o algo por el estilo - explicaría algo decepcionada por su propia habilidad de invocadora y tras su explicación fue un suspiro bastante notable al que ella había dado.

Cuando cae tú les ofreció agua Illyasviel aceptó con un gran gesto de agradecimiento Y al tomar la cantimplora que el contrario le ofreció ella dio dos pequeños sorbos y luego le devolvió la cantimplora con un gesto de agradecimiento.

 - Muchas gracias Kaito-san... Por cierto no le queda mucho tiempo mirando a berserker... Se puede volver un poco agresivo... ya que pensará que eres un enemigo... - diría la albina advertencia debido a que ella conocía el peligro potencial cuando ver cerca confundía a alguien con un enemigo... mientras aquella invocación se mantenía estática observando a kaito ambos compartieron miradas durante un momento antes de que La invocación cerrara sus ojos y se sentará en una posición similar a la usada en la meditación.

 - Por cierto no soy una niña exactamente... Tengo 18 años... - diría albina haciendo un pequeño puchero si sus palabras no concordaban con lo que intentaba decir pero bueno... en fin... cosas... Y no se sentaría al lado de la sombra de berserker e invitaría al contrario a sentarse también pues ella sabía que este sol era ¿cómo decirlo de manera sutil? maldito...

Hablar/pensar/ Berserker 

Última modificación: 07-12-2023, 11:37 PM por Kaito.

La mirada de Kaito se deslizó entre Illyasviel y su bestia Berserker, contemplando la escena ante él. La niña albina, de aspecto tan frágil, y el coloso musculoso que respondía al nombre de Berserker, compartían una conexión única, una simbiosis entre invocadora e invocado que intrigaba al marionetista y en cierto modo le recordaba al propio arte de su clan.

- Entiendo, Illyasviel-san. Es un placer conocerte. - Kaito asintió respetuosamente ante la corrección de la joven sobre su edad. Mientras compartían esos momentos bajo el abrasador sol del desierto, el marionetista se dio cuenta de lo inexpresivo y extraño del monstruo así como la enorme coincidencia de ver en un lugar así a sus compañeros de encuentro. La relación entre Illyasviel y Berserker iba más allá de lo convencional, tejiendo un vínculo que trascendía las palabras.

Al aceptar la cantimplora de Illyasviel, Kaito le ofreció una ligera sonrisa, expresando su agradecimiento. Las palabras no eran necesarias; el gesto hablaba de una gratitud compartida en medio del yermo desértico.

-Este sol puede ser despiadado. - Kaito tomó la cantimplora y, después de unos sorbos, la cerró cuidadosamente antes de guardarla de nuevo en su improvisada mochila. Su atención se desvió hacia Berserker, cuyos ojos cerrados y postura meditativa añadían un toque peculiar al encuentro.

Kaito notó la advertencia de Illyasviel sobre Berserker, reconociendo la importancia de mantenerse alerta. Aunque la imponente presencia del gigante no sugería hostilidad, la advertencia de la joven invocadora resonó para el marionetista que trató de aliviar la carga hablando hacía el gran hombre - ¿Y tú, Berserker? ¿Cómo te sientes hoy? - Kaito dirigió su pregunta al coloso, reconociendo la posibilidad de que la entidad pudiera comunicarse de alguna manera. La atmósfera en ese pequeño rincón del desierto se llenó de un aura particular, donde lo sobrenatural y lo humano se entrelazaban en una danza intrigante.

Mientras tanto, el marionetista consideraba la inusual alianza que había encontrado en medio de la aridez del desierto. Illyasviel, con su mirada intensa y su conexión única con Berserker, despertó la curiosidad de Kaito, y la conversación apenas había comenzado. En ese encuentro inesperado, el marionetista intuía que las historias compartidas entre ellos podrían llegar a ser tan extensas como las dunas interminables que se extendían a lo lejos.



Kaito, sintiendo la necesidad de romper el hielo y construir un puente entre las diferencias palpables, decidió compartir un poco más de sí mismo con sus nuevos compañeros de viaje.

- ¿Es a caso tu compañero una especie de marioneta? Yo tengo las propias- Kaito habló con orgullo, revelando una pizca de su habilidad única. - ¿Y ustedes? ¿Cuál es la historia detrás de esta singular pareja?-

La pregunta estaba destinada tanto a Illyasviel como a Berserker, reconociendo que en el universo de los shinobi, las conexiones y las historias personales eran tan diversas como las formas de las nubes en el cielo. Mientras esperaba sus respuestas, Kaito se tomó un momento para apreciar el entorno que los rodeaba.

El sol del desierto, ahora descendiendo hacia el horizonte, pintaba el cielo con tonos cálidos y dorados. Las dunas, con sus suaves ondulaciones, parecían danzar al compás de los secretos que el viento susurraba en el vasto silencio. Era un paisaje que evocaba tanto la soledad como la maravilla, y Kaito se encontró agradecido por compartirlo con compañeros de tan distintos orígenes.

Berserker, aún en su postura meditativa, parecía una colosal estatua de serenidad en medio del desierto. Kaito se preguntaba qué secretos, qué historias, yacían en lo más profundo de la mente de esa formidable entidad.

Mientras el marionetista aguardaba las respuestas, la brisa del desierto acariciaba su rostro, llevando consigo la esencia de la libertad y la vastedad de un mundo lleno de misterios por descubrir.