[Misión D] - Los Gatos Perdidos
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Gatitoo… gatitooo… - decía una niña en la intemperie, buscando sin cesar… aquel era un pueblo muy bello y de tablón, con cerámica en el camino y tinajas por doquier, las mozas se desenredan el pelo con peines de marfil, los mozos juegan al tenis y beben sin un fin. La niña que buscaba al gato parecía preocupada, pero la gente a su alrededor realmente no le prestaba mucha atención. Un anciano jugando Shōgi, una temporera correteando por las calles, unos jóvenes que la acosaban, una noche común y corriente, nada fuera de lo normal, solo era una escena simple de una niña buscando a su gato… si no fuese porque ya era la cuarta del día buscando a su mascota querida.

[Imagen: studio-ghibli-anime-food-real-life-food.jpg]

El número de animales perdidos iba en aumento, cada día eran más y más los que desaparecían, la única peculiaridad es que eran todos gatos, felinos de raza y felinos callejeros, con pedigrí y con garrapatas, no les importaba, solo desaparecían, parecía una mafia china productora de wantáns esta aldea, sin embargo, no había un real sospechoso, ni los chinos locales se preocuparían tanto por obtener a tantos gatos… pero no, esta situación se estaba escapando de control y pues, el pueblo solicito apoyo a los shinobis, mandando cartas a algunas aldeas y también colocando carteles con recompensa en los lugares más habitables.

[Imagen: 1d7d867ee98f7cc60466bf2ba36bb94e]

Es en este momento de la historia cuando nuestra protagonista llega del pueblo de las Olas, tras completar una exitosa misión, esta se separó de Gojo para dar un desvío e ir hacia el país de las aguas termales, buscando ver a su sensei o compañeros de Ichigan en el cuartel, sin embargo, al llegar al lugar se percató de este cartel de búsqueda de gatos – humm… parece sencillo… solo debería activar mi Byakugan supongo… - diría la muchacha, mirando por doquier esperando encontrar alguna información.


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—¿Gatos perdidos?

—¡Sí! ¿Lo puedes creer? Docenas de gatos has estado desapareciendo en el País de las Aguas Termales. ¡Quizá centenas de ellos! Se ha convertido en un problema tan grande que Yugakure no Sato ha solicitado la ayuda de genin extranjeros para llegar a la raíz del problema. Se ve que están faltos de personal.

—¿Y dices que yo debería ir?

—¡Sí! El otro día me dijiste que jamás habías salido de Iwagakure, ¿no es así? Esta es una de las escasas oportunidades que tendrás para visitar otros países, al menos hasta que asciendas en el ejercito, ¡no la desperdicies! Hay mucho por conocer allá afuera. Ay, sí mi cuerpo fuera el de antes...

Masaru miró el cielo con unos ojos que no me dejaban saber sí la nostalgia que sentía le traía tristeza o jubilo. Yo había conocido al afable anciano más de tres meses antes, durante una de mis primeras misiones tras graduarme de la Academia. Masaru Fujita era un hombre alegre y amante de la naturaleza. Había dedicado su vida a la invetigación y el cuidado de las aves locales. Con el paso del tiempo se hizo conocido como "el abuelo de las palomas". Hoy en día está retirado y lleva una vida tranquila. Los niños de la aldea disfrutan pasar tiempo con él en la plaza, donde Masaru comparte historias sobre las aves y la importancia de proteger el medio ambiente. A pesar de que hacía poco tiempo que eramos amigos, me había quedado muy claro que era un referente en el barrio. Su presencia alegre y afectuosa había dejado una huella duradera en la comunidad local.

Cuando tuvimos aquella conversación, Masaru y yo nos encontrábamos en la plaza que él solía frecuentar y en la que nos conocimos.

—Pero es otra misión de rango D. —le respondí —La verdad es que me estoy cansando de los trabajos de principiante. Sé que todas las labores que nos asignan a los genin son necesarias y dignas de respeto y agradecimiento, pero...

—¡Vamos, tú no eres así! Sabes que servir al imperio, por más pequeña que sea tu tarea a desempeñar, es algo de lo que sentirse orgulloso. De todas las misiones se aprende algo, ¿verdad? Tú ya lo has vivido en carne propia. Además, pronto vendrán cosas más emocionantes, quizá hasta peligrosas. Creo que deberías de disfrutar de estas tareas más simples mientras puedas. ¡Y no olvides que en este caso te regalan un viaje gratis al País de las Aguas Termales! 

Reí, dándole toda la razón.

—La verdad es que me vendría bien un rato en esas aguas.

—¡Y ya me contaras de tus aventuras cuando regreses!


[Imagen: HD-wallpaper-anime-park-park-anime-nature-scenary.jpg]


Y así fue como terminé en el País de las Aguas Termales, buscando gatos.

—Ven gatito, gatito...

"Es tal como el viejo Masaru dijo, ¡aquí todo el mundo ha perdido a su mascota!"

Mientras caminaba con la mirada perdida, con la esperanza de encontrar algún gato, sentí como mi cuerpo se daba de golpe contra el de otra persona. Cuando levante la mirada vi a una joven de cabellos azules y...

—¡Solo tienes un ojo! ¡Y además es enorme! —exclamé antes de darme cuenta de la bandana de la muchacha. —Ah, una kunoichi de Konoha...

Claramente lo segundo me había impactado mucho menos que lo primero.
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Mientras regresaba de una exitosa misión en la zona, caminaba tranquilamente por los alrededores del hermoso y encantador pueblo de tablón y cerámica, disfrutando de la tranquilidad del lugar, pensando en el mejor camino para volver a casa, sin embargo, no contaba con que alguien interrumpiría mi camino, al escuchar el sonido de inmediato, este llamo mi atención, haciendo que mirara hacia arriba, fue allí cuando vi a aquella majestuosa ave blanca volando en círculos sobre mí, sabía que significaba, reconocí de inmediato a aquella peculiar ave, era la del Tsuchikage, la encargada de entregar misiones y cartas urgentes, en ese momento quise escapar del lugar no había tenido ningún tiempo de descanso desde la ultima misión, sin embargo, la intriga por su presencia fue mas fuerte, por lo que me quede quieto y estire mi mano, para que el ave descendiera su vuelo y se posara sobre mi brazo, en ese momento observe la nota en su pata y la quite rápidamente, leyéndola y poniéndome al tanto de la misión.
 
Comprendí de inmediato que no era una misión de alto riesgo, pero a quien le importaba, estaba cerca y alguien tenía que hacerla y yo que era comprometido con mis misiones, por supuesto no le haría el asco a una buena aventura, por lo que enseguida desvié el rumbo de mi viaje y me puse en marcha hacia el lugar.
Al llegar al lugar, de inmediato me llamo la atención ver a lo lejos a una vieja compañera de misiones, era Ohona de konoha, de inmediato la reconoci, lo cual me puso muy feliz, siempre era bueno toparse con algún conocido agradable, rápidamente avance hacia ella con una sonrisa, sabia que por mas que quisiera no podría tomarla por sorpresa, además de que era mala idea sorprender a un shinobi, algo que sin dudas se podría pagar con la muerte, por lo que, ahí estaba, caminando hacia ella levantando mi brazo y le diciéndole –“¿y tu?, pensé que volverías a konoha, no creo que sea casualidad verte aquí, ¿vienes por el caso de los gatos? ¿nuevamente seremos compañeros?”
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Especialización en Ninjutsu
Ninjutsu - Estilo Cauteloso
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Era un dia normal en la aldea, Asmita se encontraba en su hogar justo cuando su padre llego con una sonrisa en su rostro, cosa no le agrado a Asmita, pues este cuando hacia eso era que tenia algo en la mente, cosa no era muy buena para el ninja, pero bueno ya solo se dispuso a esperar algun disparate que le prepusiera su padre, mientras que sus hermanos que ya sabian lo que su padre planeaba tambien iban caminando hacia asmita con una sonrisa, esto le hizo que se pusiera serio haciendo que sus hemanos se detuvieran pues estos le tenian respeto.

Una vez que su padre termino de acercarse le lanzo un pergamino donde estaba la informacion de una mision, el pergamino fue atajado por Asmita para luego abrirlo y empezar a leerlo, cosa que lo hizo suspirar, pues viajar a otra aldea por simples gatos lo veia de forma excesiva - Bueno creo que es hora que hagas tu primera mision - dijo el padre de Asmita con una leve sonrisa, sabiendo que Asmita cumpliria la mision con pocas ganas al ser algo tan lejos primero y segundo por ser algo tan simple, pero bueno este no tenia muchas opciones.

Asmita suspiro para mirar a su padre y luego a sus hermanos - Bueno supongo que los vere cuando vuelva, enanos no se le pierdan a mama para que no se preocupe, si escucho alguna queja de mi mama creanme que los hare vivir un infierno - dijo Asmita para buscar sus cosas de ninja que era lo que lo represenaba como un gennin, pero claro que este no olvidaria sus cigarros que lo usaba para pensar entre otras cosas, al salir del cuarto abrazo a su madre para luego chocar su puño con el de su padre - si no vuelvo es que me encontre algo interesante - dijo de manera en broma el ninja.

Asmita sadria de la aldea con el permiso necesario que saldria a cumplir una mision, en el camino Asmita empezo a pensar lo que le podia hacer a sus hermanos por no avisarle lo que planeaba su padre, claro que esto no seria nada exagerado pero tampoco algo facil para ellos, lo unico seguro era que se iban a arrepentir de no decirle a su hermano lo que su padre planeaba, pero bueno gracias a eso era que el habia podido salir de la aldea para conocer.

Asmita llegaria a la aldea por lo que vio los carteles de los gatos perdidos por lo que este empezo a pensar que era lo que podian estar haciendo con los animales, o para que estaban reuniendo gatos, no era normal, este tendria que reunirse seguramente con los ninjas que tenian la misma mision, pero este empezo a caminar por el lugar con algo de suerte este se encontraria con los compañeros que estarian co este en la mision, mientres este caminaba  podia ser algo llamativo por los tatuajes que tenia en su cara, este tenia una vestimenta de pantalones negro, zapatos negros, camisa blanca.
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Centro de Kiri


Cualquier hubiera pensado que al joven genin le quedaban pocas misiones de rango D por delante, pero en el imperio todo shinobi debía contribuir y hasta esas misiones necesitan ser resueltas.

–Al menos esta vez ayudaremos a los animales…– pensó el genin intentando consolarse, el chico caminaba fuera del edificio administrativo donde era convocado cada vez que se le asignaba una misión.

–Otro viaje largo… no se por que no me asignan misiones aquí en la aldea, ¿Los gatos de Kiri nunca se pierden?– murmuró el chico algo molesto haciéndose a la idea de tener que viajar por tierra y mar para ayudar en la búsqueda de los peludos amigos.

Horaime camino de vuelta a la librería y comenzó a preparar todo para su viaje, como siempre la misión se había perdido un poco entra la burocracia del imperio y tenía el tiempo justo para llegar al país de las aguas termales, el chico empaco lo creyó necesario en su mochila y termino de leer los documentos de la misión y al día siguiente salió de la aldea para comenzar su viaje.

15 de Mayo 15 D.K
Yugakure no Sato

–Como siempre el viaje en barco una total pesadilla– pensó el genin recordando el largo viaje que acababa de realizar, Horaime llevaba puesta su vestimenta característica, un rakusu de color dorado con su patrón de cuadros en color verde, debajo un yukata de color azul con pantalones negros, y al costado izquierdo de su cintura colgaba la bandana de su aldea.

–No mentía el documento de la misión cuando decía que la cantidad de gatos perdidos era alarmante– murmuró el chico extrañado, mientras seguía su camino miraba y pasaba suavemente la mano sobre los interminables papeles pegados por personas preocupadas por sus mascotas perdidas.

Cuantos gatos habitaban este lugar… para que se empezará a notar su desaparición debieron ser muchos– murmuraba el genin caminando sin rumbo explorando el lugar, cualquiera que lo viera podría deducir ya sea por la bandana o por la mochila que cargaba que el genin era un extranjero, seguramente pronto encontraría a alguien a quien preguntar sobre el extraño caso, de cualquier forma los documentos de la misión tampoco precisaban si habían otros shinobis involucrados.  
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El clima estaba raro, las nubes poco a poco se juntaban y el ocaso empezaba a desaparecer, era aproximadamente las 7pm cuando los jóvenes se encontraron, primero un muchacho distraído chocaría con la espalda de Ohona, quien absorta en sus pensamientos seria sorprendida y actuaria algo extraña dándose vuelta – perdón perdón – diría, agachándose en 90 grados frente al niño, quien rápidamente haría alusión a su ojo – oh… si… soy shinobi de Konohagakure supongo… - diría la muchacha, sonrojada mientras sostenía uno de los panfletos en su mano. Casi al instante, Centyman llegaría alegremente a saludarle – oh… ¡Centy-san! – exclamaría alegre mientras le devolvía el saludo con su mano, la muchacha estaba feliz de ver una cara conocida. Este le empezó a preguntar sobre una misión, sin embargo… - no… yo solo estaba pasando por acá y vi los carteles… iba camino a… visitar a mis amigos… - diría, sonrojada y evitando un poco la mirada para tapar una leve mentira.

Este pequeño grupo de ninjas se había encontrado alegremente al lado Este de la ciudad, sin embargo, por el Oeste, dos jóvenes muchachos cruzaban su camino, ambos extranjeros y con equipaje, eran notoriamente ninjas, uno de Kumo y el otro de Kiri, Horaime y Asmita. Pasando por los callejones, doblando la esquina de una de las casas del barrio residencial se toparían casi de frente, la casualidad de la vida los traería justo frente a una escena peculiar.

[Imagen: __nero_goddess_of_victory_nikke_drawn_by...8552f4.jpg]

La lluvia empezó a correr, lenta pero segura, algunos paraguas se empezaron a desplegar por todo el pueblo, la gente corría a ocultarse bajo los árboles o techos de los puestos, lo habitual en casos como estos, pero una única muchacha estaba frente a estos dos ninjas, cruzando la vereda, agachada y sosteniendo su paraguas sobre un inofensivo gatito - ¿estás perdido, neko-chan? – preguntaría la muchacha a ese pequeño gato de color negro con pecho blanco. La joven vestía con escasas ropas, una minifalda más corta de lo que debiese llegarle y un top que con suerte le cubría los hombros y para nada su cuerpo voluptuoso, traía un par de guantes rallados entre negro y blanco y zapatitos negros, traía varias correas y de ellas algunas armas se sostenían, pero lo que más llamaba la atención eran esas orejas de gato negras que sobresalían de su cabeza, adornando esas coletas largas y negras. Esta escena sería muy fácil de ver tanto por Horaime como por Asmita.

Por otro lado, los jóvenes de Iwa, frente a Ohona vieron como esta, algo acostumbrada a este clima, sacaría un paraguas de papel y lo extendería sobre su cabeza, ella entonces dijo – no sabía que habían convocado a una misión para esto… bueno, supongo que los ayudare – diría, mientras activaba su Byakugan característico. En ese momento, la joven pudo visualizar casi todo el pueblo, buscando todos los gatos que pudiera encontrar, rápidamente vislumbraría a Horaime y Asmita frente a esta niña y a una casa a dos calles de ahí con media docena de gatos, todos de apariencia callejera, pero muy bien cuidados – encontré a una muchacha con un gatito negro y a un par de calles al norte, un hogar con seis gatitos… - diría la joven.


off

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La lluvia comenzaba a caer y el ambiente cada vez se volvía más fresco, sin embargo, solo prestaba atención a mi antigua compañera, quien enseguida respondía de una forma algo extraña ante mi pregunta, esta enseguida se mostro visiblemente sonrojada, con una actitud bastante extraña, si bien tenia claro que para estos momentos aun no conocía del todo bien a la chica, un pensamiento no paraba de pasar por mi mente, mientras la figura de una bruja pasaba por ella, -“ay no otra rara más”, enseguida desvié la mirada para observar al peculiar personaje que esta tenia a su lado, el cual de inmediato reconocí, pero no por conocer a la persona como tal, si no que por su banda shinobi, la cual revelaba que este era al igual que yo un shinobi de Iwa, estaba sorprendido, no era habitual encontrarse con un shinobi de mi misma aldea, por lo que lo salude alegremente, de repente, de un momento a otro, la tarde se hacía sentir más aun, oscureciéndose lentamente mientras que la lluvia se dejaba ver, ante esto rápidamente me puse la capucha de mi capa sobre la cabeza, dando a entender que estaba preparado para cualquier cosa que pudiera pasar, dándome cuenta al instante de que Ohona al parecer también participaría de la búsqueda.
 
Al ver a Ohona activar su Byakugan, me sentí afortunado pues supe que tendríamos suerte en la búsqueda de los gatos desaparecidos, las grandes habilidades que tenían esos ojos especiales, nos permitirían rastrear rápidamente cualquier cosa que estuviéramos buscando, a pesar de ser de que estas fueran pistas invisibles para los demás, ella las podría encontrar, por lo que al escuchar que enseguida había logrado detectar algo, no me sorprendí tanto, más bien me alegre y sin dudarlo, le dije con entusiasmo: -"¡Vale, entonces te sigo!" Levanté mi puño apretado en señal de determinación y decisión.
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Última modificación: 06-08-2023, 12:48 AM por Maki Yiren.
Como me había parecido en un principio, el hombre al que la kunoichi de Konoha se había referido con el nombre de "Centy" era un ninja de Iwagakure, como yo. Respondí al alegre saludo de Centy con una sonrisa e intenté recordar sí alguna vez lo había visto recorriendo las calles de nuestra aldea, pero la memoria que buscaba no apareció. Quizá vivíamos en barrios distintos.

Cuando la lluvia comenzó a caer me di cuenta de que mi inexperiencia me costaría alguna que otra molestia, pues no había traído paraguas y mis ropajes no me protegerían del agua. Un tanto avergonzado, decidí obviar el tema. No quería que aquellos ninjas se dieran cuenta de mi cualidad de novato. Por suerte, la lluvia que caía de aquel cielo nublado no era abundante ni demasiado poderosa, sino más bien lenta. Pensé que ojalá encontráramos a los gatos antes de que la lluvia verdaderamente torrencial empezara a caer.

Me sorprendí un poco cuando la muchacha clavó la mirada en el distante horizonte y afirmó que había "encontrado" a una muchacha con un gato negro y, en una locación diferente, un hogar con seis otros gatos. "Debe ser algún tipo de jutsu..." fue lo que atiné a pensar, pero no me permití preguntar de que se trataba. En cualquier caso, si el jutsu de aquella kunoichi podía facilitar tanto la búsqueda de los gato, me sentía afortunado de haberme cruzado en su camino.

—¡Y-Yo también! — exclamé— Sí me lo permiten, me gustaría acompañarlos. Esta misión se volvería mucho más sencilla para mi. ¡Me llamo Yiren! ¡Mucho gusto!

Pensé que hacerme de amigos y aliados dentro y fuera de la aldea haría que el viaje hasta el País de las Aguas Termales hubiera valido la pena. Además, tendría muchas más cosas que contarle al viejo Masaru una vez de regreso en Iwagakure.
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Asmita se encontraba en aquella aldea pensando en como empezar la búsqueda de aquellos gatos pero eran muchas cosas que el no sabía realmente, desde las rutas de aquella aldea, hasta información de dónde fueron los gatos desaparecidos, por lo que este estaba más que todo pensativo del como tenía que proceder en aquella aldea, Asmita era alguien muy cuidadoso en ese tipo de cosa, sobre todo en las misiones que se necesitaba aunque sea una pista no solo que estaban desapareciendo los gatos de la aldea pues eso no ayudaba mucho en realidad necesitaba más que eso para obtener algún indicio.
Asmita procedió a empezar a caminar por la aldea con mucha tranquilidad para ver si notaba algo que le fuera útil, aunque claro este no sabía de sus otros compañeros, además que no estaba en comunicación con ninguno de ellos, quizás si fueran llegado todos a un mismo punto fuera Sido más útil, ya que de esa manera podrían ponerse de acuerdo todos para empezar a una búsqueda mucho más organizada, aunque claro uno de ellos era una Hyuga un clan que era muy bueno para la búsqueda y detección, un clan muy bien conocido por sus famosos ojos blancos.
en su caminata llegaría el momento dónde Asmita se encontraría a una niña, al encontrarse enfrente de el este se detuvo, para luego verla, este notaría que tenía con ella un gato negro por lo que este tomo un poco de aire - Hola mucho gusto, mi nombre es Asmita, quisiera saber si sabes algo de los gatos desaparecidos - dijo el ninja en tono amable, el esperaba que la niña supiera algo, pues realmente este no tenía nada hasta este punto, ademas que no tenía ningún punto de inicio y cuidar de los gatos que aún seguían libres era una tarea que se necesitaba gente.
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Horaime continuaba su camino algo distraído mirando sobre los techos y callejones en busca de alguna pista de los desaparecidos felinos, también admirado por la arquitectura de la aldea y lo bonito que estaba todo en general las cerámicas del camino eran algo que verdaderamente llamaba la atención, –Estos caminos son de primera calidad, bueno en general todo en la aldea se ve muy cuidado, ¿Tendrá algo que ver eso con la desaparición de los gatos?– se preguntó el distraído genin que al dar una vuelta en una esquina de la zona residencial se topó de frente con otro joven casi causando un accidente.

–Y-yo… lo lamento– se disculpó Horaime apenado por su distracción mientras realizaba una corta reverencia dando unos pasos atrás, frente a él tenía a otro chico con unos interesantes tatuajes y cabello rosa, –Mi nombre es Horaime, ¿Eres de por aquí, tengo algunas preguntas? – se presentó el genin sacudiendo un poco su ropa y mirando de arriba a bajo totalmente intrigado a aquel desconocido, esta interacción no tardó mucho y fue interrumpida por un repentina lluvia, –Creo que debemos buscar refugio– comentó mirando al cielo con una mano sobre su frente mientras sentía los primeros goterones caer, rápidamente el genin miró alrededor buscando refugio, su mirada se detuvo de inmediato cuando algo totalmente fuera de lugar llamó fuertemente su atención, una voluptuosa joven estaba justo frente a la pareja y con un gato frente a ella, –Lo mejor sera solo observar– pensó dando unos pasos atrás intentando no interrumpir aquella extraña interacción que podría llevarlo a desenmarañar el misterio felino de aquel lugar.
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Última modificación: 08-08-2023, 04:52 AM por Ohona Hyuga.
La joven Hyuga se presentaría ante el joven Maki y amablemente diría – un gusto, mi nombre es Ohona Hyuga, encantada – para luego emprender viaje en dirección a la casa.

Ohona estaba dispuesta a ayudar en lo que pudiera, sin embargo, para ella era más fácil ir al lugar donde mayor presencia gatuna existía, era obvio, simples matemáticas. Usualmente, con la ayuda de su compañera Akami hubiese podido abarcar mayor terreno, sin embargo, ahora mismo solo contaba con ese espectacular ojo con medio kilómetro de vista. A medida que avanzaban, la joven pudo darse cuenta que la mujer que había visto antes se dirigía en la misma dirección y opto por avisarle a sus nuevos compañeros – chicos, la otra muchacha viene en camino para acá… será mejor que nos escondamos – diría, para luego meterse a uno de los locales del camino y observar desde la seguridad del interior con su Byakugan activo. Su presencia genero revuelo dentro del local, pero nada de lo que la muchacha no estuviese acostumbrada.

[Imagen: __manaka_hitomi_tatara_kenshiro_manaka_m...2f6b71.png]

En efecto, la joven que se encontró Horaime y Asmita iba en dirección a esa casa, pero, ¿Por qué? La respuesta es simple. Ante la consulta de Asmita, la muchacha, sin apartar el paraguas de aquel gato respondería – si… ustedes son ninjas de las aldeas aledañas, ¿cierto? Fui yo quien solicito la misión… sucede que estos días muchos de mis mininos han desaparecido, y no solo los míos, sino también los de varios vecinos… ellos no son tan cuidadosos con sus animales, prefieren que deambulen por el lugar y que lleguen cuando deban llegar… vengan, en mi casa puedo ofrecerles más detalles.

[Imagen: __nero_and_ruru_goddess_of_victory_nikke...5d2767.jpg]

Es entonces cuando la muchacha se dirigiría hacia ese hogar con 6 gatos en su interior.

Para quienes sigan a la mujer, verían como en el interior del hogar hay 18 espacios para gatos personalizados, todos de muy buena calidad y un montón de comida para gatos en sacos de comida. La muchacha explicaría los hechos, pero solo podría dar pistas respecto a cómo se veían los gatos, la mayoría eran de colores grises, marrón y negros, algunos blancos, ninguno compartía un parecido con otro, sin embargo, mientras hablan con la mujer, dos de los gatos que estaban en su interior se pararían e irían al patio, para luego empezar a caminar por los tejados en dirección al norte del pueblo. Para quienes estuviesen dentro del hogar, no podrían ver esto, sin embargo, para quienes decidan quedarse fuera del hogar sería fácil seguir a estos gatos.

Al menos uno de los participantes de la historia debe estar dentro junto con la mujer de los gatos para que este evento ocurra.

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El nombre de la kunoichi de Konoha me resultaba familiar. Seguí a Ohona hasta dentro del local cuando dio la orden de escondernos (más bien fue una sugerencia, pero al estar acompañado por shinobi que seguramente contaban con mucha más experiencia que yo, decidí que lo mejor sería tomarme sus indicaciones muy en serio). La apariencia de Ohona llamó la atención de más de un cliente, y fue ahí que lo recordé.

—¡Ah! ¡Claro! ¡Ohona! ¡Ohona Hyuga! — exclamé, quizá con más ímpetu de lo que debería —¡Soy yo! ¡Yiren! ¡De la misión en el Paso del País Helado! Ya han pasado unos meses, ¿me recuerdas?

Sí, Ohona Hyuga había desempeñado junto a mí una misión de rescate en el País Helado dónde ocho niños de Kumogakure, todos pertenecientes a clanes shinobi, habían sido secuestrados. Recordé que en aquel momento fumos liderados por un prodigio del Rayo llamado Yotsuki Cee. Eso explicaba por qué Ohona podía ver a través de los objetos y a tan larga distancia: era el Byakugan. Aun lo recordaba pues su momento me pareció una habilidad verdaderamente increíble.

—De todas formas, ¿qué hacemos? —pregunté a Ohona y a Centy. — ¿Seguimos a la chica? Aunque a decir verdad aun no entiendo que pinta ella en todo esto, ¿no es solo una chica con su gato?

Expresé mis pensamientos y esperé la repuesta de a quienes en ese momento consideraba mis superiores. Independientemente de como sugirieran proceder, yo los seguiría. Aunque también me estaba dando hambre...¿quizá podíamos tomarnos un descanso y comer algo en aquel local?

La misión se sentía demasiado intensa como para tratarse de una búsqueda de mascotas perdidas. Yo había desempeñado labores similares en Iwagakure y haciéndolo nunca había sentido tanto suspenso o adrenalina.

Mi estómago rugió.

—¿o quizá prefieran comer algo? — reí algo nervioso.
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La lluvia seguía cayendo mientras continuábamos compartiendo con Ohona, me di cuenta de que nuestro nuevo compañero de equipo y ella al parecer ya se conocían desde antes, –“Interesante, parece que el mundo ninja es más pequeño de lo que parece”, para estos momentos tenía claro que sus habilidades con el Byakugan le permitían percibir cosas que el ojo humano normal no podía captar, por lo que me quedaría atento a sus miradas y expresiones, al rato noté cómo su cara cambió ligeramente mientras hablaba, como si hubiera detectado algo que los demás no habíamos notado, de inmediato Ohona sugirió que nos escondiéramos, mencionando que la muchacha se dirigía hacia donde estábamos, utilizar el Byakugan para detectar la llegada de la mujer y luego ocultarnos me pareció ingeniosa, estaríamos en una posición ventajosa al estar ocultos, y así podríamos observar la situación sin ser notados, pero para estar seguro quería investigar por mi parte.
 
Tan pronto como Ohona diera su advertencia y sugiriera que nos escondiéramos, mi mente se puso en marcha, no quería estar atento a lo que Ohona me dijera, necesitaba investigar por mi cuenta y saber que estaba sucediendo realmente, ante lo que decidí tomar una ruta un poco diferente, la cual abarcaría más espacio, mis manos se juntaron rápidamente y, en un instante, un clon de sombra se materializó a mi lado, este clon fue creado con la intención de seguir a la chica que se acercaba, desde otro ángulo, ver por mi cuenta a la vez que seguía Ohona en esos momentos era una idea brillante.
 
Con un movimiento ágil, mi clon de sombra se dirigió al techo de un edificio cercano, desde allí, tendría una vista clara y sin obstáculos de la dirección en la que se encontraba la chica, este se aseguró de mantenerse bien oculto, y preparado para reconocer a la joven, mientras estaba en eso, su atención se desvió a un grupo de gatitos sobre el techo, sabia que era buena opción seguirlos, porque el grupo de Ohona ya seguiría a la chica, por lo que este comenzaría a seguir a los cuchos desde una distancia prudente.

Kage Bunshin no Jutsu

Muon Satsujin Jutsu
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–Bueno eso confirma que otras aldeas también enviaron ayuda para esto, pensé que sería el único tratándose solamente de gatos desaparecidos pero parece que me equivoque– pensó Horaime al ver al chico de lo tatuajes ir a preguntar directamente a la casi desnuda desconocida sobre los peluditos desaparecidos, claramente esto era un conflicto con la manera de actuar de Horaime que prefería mantener un perfil bajo antes que preguntar directamente.

Horaire siguió al chico tatuado bajo la lluvia hasta la chica con orejas de gato, escuchando en silencio lo que aquella bella chica tenía para decir y mirándola de arriba a abajo con mirada seria,  –No parece peligrosa… pero es bastante coincidencia que nos encontráramos aquí con la persona que solicitó la misión– pensó el genin acercándose un poco más a la chica,  también de vez en vez desviando la mirada a  los tejados cercanos en busca de alguna amenaza.

–Mucho gusto mi nombre es Horaime, tienes alguna idea de que tantos gatos están perdidos? – preguntó el genin mientras seguía a la chica con orejas de gato, –Parece que se lleva bien con los gatos, pero me pregunto no tendrá frío llevando tan poca ropa bajo la lluvia– pensó el genin con una mirada de intriga. También juzgando por la apariencia y la forma en que la chica trataba al gato que había encontrado era claro que les tenía bastante afecto, no era mala idea seguirla así podrían encontrar mas pistas y seguramente también un lugar para escapar de la lluvia.

Luego de caminar por alguna calles llegaron a la casa de la chica, con solo entrar Horaime pudo notar que ella era verdaderamente amante de los gatos, espacios personalizados, alimento del bueno, una chica con orejas de gato que seguramente los cogía en brazos para calentarlos contra su pecho, el paraíso de cualquier… gato, también dentro de la casa habían algunos gatos aunque su número no correspondía con el de los espacios –Bien parece que aun no desaparecen todos– pensó el larguirucho genin, luego bajando la guardia por un momento se acuclillo e intentó acariciar a uno de los felinos, todo sin dejar de escuchar a la chica.

–¿Te viene alguien a la mente que alguna vez haya hablado en contra de tener gatos deambulando por el vecindario o algo por el estilo? – preguntó el genin mientras seguía con su tarea de lograr acariciar a alguno de los felinos del lugar.

Mientras conversaban algunos de los animales salieron en dirección al patio, –Son gatos caseros no creo que se alejen mucho, pero suelen salir a encontrarse con otros gatos así que ver sus lugares y rutina podría darnos pistas–, si para ese punto la chica ya había terminado de dar todos los detalles y pistas que conocía Horaime le informará de su plan de seguir a los animales y saldrá detrás de los gatos, por otro lado si la chica aún tenía información que dar el genin realizaría un sello de manos dejando un clon suyo en su lugar para mirar un rato más a la chica y escuchar el resto de la información.
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Última modificación: 12-08-2023, 03:25 AM por Ohona Hyuga.
Mucho gusto, Ouji-sama – diría la muchacha inclinándose apenas el joven le indico su nombre, esta cerro los ojos y luego los abrió de par en par, un viejo habito había aflorado… si, cada vez que un cliente decía su nombre ella repetía eso de manera instintiva… apenada, la muchacha se froto la cabeza y volvió a levantar su cuerpo para mirar nuevamente apenada a los ojos de Horaime-san – si… perdón… la verdad es que no sé qué o quién podría ser el causante de esto, solo sé que mis gatos repentinamente se van por las azoteas lejos de acá, siempre van hacia el norte, pero nunca he sido capaz de seguirlos… – dijo la muchacha, mirando a sus gatos, cuando noto que un par de ellos se iban de la casa. Rápidamente la muchacha corrió al patio trasero para tratar de evitarlo – nooo, akimi, namiko – diría, extendiendo uno de sus brazos para tratar de alcanzarlos, pero era demasiado tarde… la muchacha caería de rodillas y empezaría a llorar bajo la lluvia desconsolada.

[Imagen: __nero_goddess_of_victory_nikke__sample-...0ca789.jpg]

Por otro lado, un poco antes de que estos sucesos ocurrieran, la joven Ohona observaba con asombro a Yiren – Oooh si, Yiren-kun – diría feliz, ofreciéndole una sonrisa amigable, aunque su rostro pareciese que veía al horizonte – cierto, tiempo sin verte, han pasado meses – diría feliz. Ante la propuesta del joven, la muchacha dijo feliz – pues, quisiera un té verde y algunas galletas de arroz si no es mucha molestia – apenada mientras se sonrojaba y ocultaba el rostro.

Los sucesos dentro de la casa empezaban a ocurrir, los gatos empezaban a escapar y Ohona diría sonriente una vez llegado las galletas y el té – oh, dos gatos se dirigen al norte, el clon de Centy se dispone a seguirlos… parece ser que la mujer es la dueña de los gatos y acaba de perder a un par más – diría, sin dejar de comer ni beber – preferiría esperar a que avancen al menos 300 metros de aquí, así podre seguirlos a la distancia – diría la joven, comiendo más rápido sus galletas.

Una vez termino de comer y beber su te, la joven se levantaría, sacaría sus ryos y pagaría su parte (no sé si alguno se quedara con Ohona hasta el final) e invocaría a su fiel amigo Sir Frederick a las afueras del local. Si alguno de los muchachos desidia quedarse hasta el final con ella, ella le ofrecería subirse sobre esta ave, para luego sacar un par de alas de su propia espalda y emprender el vuelo nocturno a una distancia relativamente prudente de los acontecimientos.

Fushichō no Hikō


Seguir a los gatos era sencillo, pero si los asustaban o detenían, estos dejarían de ir a su destino y eso no es algo que queramos hacer.

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asmita se habia quedado perdido en sus pensamiento sobre la mision pues esta estaba bastante raro, ademas en que podia ser usados los gatos, habia mucha falta de informacion, el estaba intentado verle el lado logico, pero era realmente dificil, por eso aquella mision seria algo como un dolor de cabeza, no se sabia ni como empezar ademas de la chica que se encontraba enfrente de el, por lo que este miraria al sujeto que se habia presentado pero claro como en ese momento el estaba mas en sus pensamientos, no logro prestarle mucha atencion como para contestarle de una manera cordial.

asmita despues que desperto de su trance se refugio de la lluvia donde se encontraban la chica y el chico por lo que se acerco - Disculpen me habia sumergido en mis propios pensamientos, y mucho gusto espero que se encuentren bien - dijo el chico mirando a ambos, mirando a la chica se notaba que amaba los gatos, pero parecia que no solamente a ella se le estaban perdiendo los gatos, por lo que la opcion de un acto contra ella quedaria descartado, por lo que ahora era una opcion menos que el tatua tendria que considerar entre las opciones del porque los gatos se estaban perdiendo.

Asmita suspiraria para ahora mirar al hombre que estaba preguntando algunas cosas, por lo que este se dio cuenta que quizas otras aldeas acudieron al llamado de aquella mision lo cual era bueno, eso demostraba la humanidad que tenian para considerar un pedido un poco extraño, pero bueno con tal de proteger a los seres vivos pues cualquier mision se tendria que considerar, aunque fueran animales, siendo animales domesticos podrian ser parte de cualquier familia, cualquiera que tuviera un animal domestico seguro entendria el lazo que se forma con el tiempo de tener uno.

Asmita dejaria que hablara el chico - Bueno como dije mi Nombre es Sung, vengo a apoyar a la mision de las perdidas de gatos que ah tenido la aldea, segun entiendo los gatos perdidos son desde domesticos hasta los propios callejeros o me equivoco señorita? - dijo el ninja con un tono serio, pero con una pequeña sonrisa para demostrar un poco de cordialidad, mientras este miraba los alrededores, era dificil saber las razones, ademas de porque, pues todo tendrias que tener una razon aunque no sea muy logica, todo era posible desde fetiches por los gatos.

Asmita seguiria en aquel lugar con ellos - Ademas sabes de casualidad donde fue el primer gato que se perdio, otra cosa quizas alguien se ah mudado recientemente, o haya salido algun grupo que consideres raro, lo que quiero saber es si haz notado algun cambio en alguien, alguna secta que se haya creado en la aldea o algun supuesto ritual que sepas pues eso puede ser importante a la hora de investigar sobre los gatos - dijo el tatuado intentando sacar la mayor informacion posible que le fuera util, aunque claro esto tendria que evaluarlo al momento que la chica pudiera saber algo.
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Última modificación: 12-08-2023, 08:27 AM por Maki Yiren.
Mi propuesta sobre sentarnos a comer algo había sido un chiste, por lo que me sorprendí cuando Ohona la acepto con cierta timidez. Sin embargo, era verdad que tenía hambre y los gatos perdidos seguramente podían esperar. Además, teníamos al con de Centy siguiendo nuestra pista más valiosa. Convenciéndome a mí mismo de que ya que había viajado tan lejos al menos me merecía probar la gastronomía del lugar, tomé asiento en una mesa del local y ordené algo de comida.

—Debe estar muy bien. —le comenté a Centy-san mientras comía. poder crear clones sólidos y eso. Yo solo puedo utilizar el jutsu de clonación básico.

Continúe comiendo con cierto apuro. Originalmente pensaba tomarme mi tiempo pero al ver como Ohona engullía bocado tras bocado, me percaté de que quizá habíamos pasado demasiado tiempo relajándonos y pronto sería hora de regresar a la misión. Intenté terminar de comer tan rápido como Ohona, pero perdí por unos segundos. Al verla marcharse rápidamente saqué el dinero que me habían dado para los gastos del viaje y pagué mi parte de la cuenta, dejando algo de propina. Luego seguí a Ohona hasta las afueras del local.

Volver a ver a la enorme paloma blanca provocó que se me escapara una risa que intenté disimular. Sin lugar a dudas era una invocación muy particular.

Por supuesto que acepté la propuesta de Ohona. No muchas veces había volado por los cielos y no había forma de que fuera a perderme esa oportunidad, por lo que monté la espalda de la paloma sobredesarrollada y ya surcando los cielos, me dejé llevar por una sensación que pocas veces había vivido. Me daba algo de miedo, pero ese sentimiento pronto desapareció para dejar paso a la diversión.

—¡Esto es increíble! —reí. — Sí no mal recuerdo tu amigo se llama Sir Frederick, ¿no?
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Centy Clon:

Para esas alturas me movía ágilmente saltando cuidadosamente de techo a techo, manteniendo una distancia prudente de los gatos que se desplazaban por los tejados, mi objetivo estaba claro, este era seguir a los felinos sin espantarlos ni alertarlos de mi presencia, afortunadamente para mí la lluvia constante creaba un ambiente sigiloso que me beneficiaba en mi tarea, cada paso y cada movimiento de los gatos eran rastreados cuidadosamente por mí, con el único objetivo de mantenerme lo suficientemente cerca para no perderlos de vista, pero lo bastante lejos para no causar ningún alboroto, la estrategia que consistía en observar sin intervenir era la mejor, además que permitía que los gatos siguieran su camino natural mientras yo me mantenía oculto.

Muon Satsujin Jutsu



Centy:

Mientras mi clon avanzaba y nuestros esfuerzos se enfocaban en resolver el misterio de los gatos desaparecidos, llegó un momento de relativa calma dentro del local, en el cual vi cómo todos se reunían para compartir un pequeño momento de comida y descanso, sin dudarlo, me uní al grupo, tomando asiento junto a ellos, la lluvia persistencia y habíamos logrado crear un ambiente de cooperación y solidaridad, algunos de los habitantes nos habían recibido con hospitalidad, por lo que me acomode en un rincón del lugar, rodeado de la calidez de mis nuevos compañeros y el aroma tentador de las galletas.
 
Durante el efímero banquete de galletas, mientras compartíamos un momento de tranquilidad con el grupo, una conversación casual tomó un giro interesante, escuché atentamente mientras Ohona compartía algunos detalles sobre nuestro objetivo con su Byakugan, su comentario me brindó una idea aproximada de la impresionante distancia a la que podía ver con su ojo especial «Valla entonces serán aproximadamente unos 350 metros».
Mientras saboreando una de las galletas, mi mente se detuvo por un momento en la magnitud de esa habilidad, el Byakugan ya era conocido para mi gracias a satoru, el cual brillaba por su capacidad única para ver el chakra y ver a través de objetos sólidos, pero escuchar sobre la distancia en la que se podía abarcar con su ojo era impactante, mantuve mi reacción neutral y no hice ningún gesto que delatara mi interés. -"ya veo, hay que estar atentos entonces... ¿aproximadamente cuantos metros han avanzado para llegar hasta ese punto? puede que tengan a los gatos cautivos en las cercanías".

De inmediato aproveché la oportunidad para iniciar una conversación con mi compañero Yiren, quien no tardó mucho en comenzar a hablarme sobre sus clones, lo miré con atención, sus palabras me llevaron a una reflexión sobre su experiencia y su crecimiento como shinobi –“¿son tus primeras misiones como shinobi verdad?, la verdad es que es una habilidad útil para cualquier shinobi”, era evidente que estaba en una etapa de aprendizaje y desarrollo, y sus esfuerzos para mejorar y dominar nuevas habilidades eran algo que resonaba conmigo –“yo también pase por una etapa de aprendizaje, y aun cada día continuo aprendiendo cosas nuevas, si quieres podría ayudarte a mejorar un poco cuando estemos en Iwa…¿dónde vives?”.
 
Después de disfrutar de las galletas y la compañía, noté que Ohona se estaba preparando para partir, parecía estar lista para continuar con la misión y seguir adelante en la búsqueda de los gatos desaparecidos, fue ahí que observé mientras se dirigía hacia su ave, que aparentemente sería su medio de transporte –“me encantan las aves haha ¿puedo subir?” luego de esto simplemente los acompañaría sobre el ave
||| Pienso || Hablo |||

[Imagen: super-centyman.png]
Especialización en Ninjutsu
Ninjutsu - Estilo Cauteloso
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Horaime levanto la mirada y vio a la chica orejas de gato salir e intentar alcanzar a dos de los peluditos que se escapaban por la puerta trasera, el genin no se apresuró sabía que debía de darles un poco de ventaja antes de seguirlos para que los animales no lo detectarán y escaparan instintivamente, su objetivo era seguirlos y poder observar la rutina normal, así que el genin camino a la puerta principal para recoger el paraguas de la chica gato, luego salió detrás de ella con el paraguas bajo su brazo derecho solo para encontrarla llorando desconsolada.

–Tranquila no dejare que les pase nada– dijo el genin confiado mientras juntaba las manos y realizaba un sello, junto al chico se materializó una copia exacta de él, ese clon tomó el paraguas que llevaba el Horaime original y dando unos pasos lo abrió sobre la cabeza de la chica, –Entremos te vas a enfermar si te quedas bajo lluvia– comentó mientras el Horaime original ya había partido en persecución de lo felinos.

Mizu Bunshin no Jutsu


–Estoy a buena distancia– pensó el Horaime original mientras con la mirada seguía a los gatos que corrían por los tejados, –Debo de asegurarme de no hacer ningún ruido, también estar pendiente del viento podrían percibir mi olor aunque con esta lluvia es poco probable que suceda– maquinaba el genin mientras corría por los tejados manteniendo una distancia prudente de los animales.

Muon Satsujin Jutsu


En la casa el clon se encargaría de consolar a la chica gato y hacerla entrar, también le explicaría que al ser solo un clon desaparecería en cuanto el original se alejara suficiente así que no podría acompañarla por mucho tiempo, –Si tienes alguna información que quieras decir o recuerdas algo importante este es buen momento, cuando desaparezca puedo llevar esa información al original– le diría el clon intentando alcanzar algo para que la chica pudiera secarse y calentarse.
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Un clon de Horaime y Asmita, los únicos que decidieron quedarse junto a aquella joven muchacha ante la fuga de dos gatitos. No, esto no era un error, para nada, cuidar al informante siempre debe ser una prioridad en toda misión, uno nunca sabe lo que puede ocurrir y mucho menos si el contratante está en riesgo de muerte por saber o informar de algo que otras personas no quieren que se sepa, y si, esta fue una de esas ocasiones donde la peligrosidad y el riesgo vital de aquella joven muchacha eran nulas.

Por fortuna para ella, la razón principal del porque los gatos se escapaban e iban a un lugar hacia el norte era algo que solo ella había percatado y que sinceramente a nadie más le importaba… ante las preguntas de los genins, esta se sintió un poco abrumada, casi sin aires para entender ni respirar luego de la pérdida de un par de gatos, pero una vez se calmó y dejo que los jóvenes se encargaran, esta suspiro y empezó a hablar… - no, no… realmente no sé nada más… no se cuál fue el primer gato ni si todos son domésticos o algunos callejeros, yo suelo traer gatos a mi hogar… son los únicos que me hacen sentir aun “humana…” verán… trabajo en el barrio rojo… y sinceramente, no tengo motivos reales para volver a mi hogar día tras día… mi vida pudo haber acabado en cualquier momento y a nadie le hubiese importado – decía la muchacha, cada vez más triste y cabizbaja – mis clientes al verme no me ven como una persona realmente, y al verme por la calle, ellos se apartan o ignoran por completo… ya estoy acostumbrada, sin embargo, para mis vecinos el hecho de que yo viva en este barrio solo es motivo para quejas y malos tratos… más de uno se me ha insinuado y más de una me ha amenazado… ¿Qué donde deje a su marido? Señora, si viniese a consultarme no le atendería… pero no… mi vida solo se ha vuelto insultos y malos tratos… todos menos mis gatos… ellos… ellos si son más humanos que los mismos humanos…

[Imagen: __nero_and_ruru_goddess_of_victory_nikke...855ae7.jpg]

La melancolía de la joven era evidente, había perdido la fe en la humanidad, al menos ahora podía desahogarse con un grupo de extraños.

Por otro lado, el resto de ninjas viajaba en busca de un lugar a donde los jóvenes animales pudiesen ir, sin embargo, antes de que el grupo de Ohona, Yiren y Centy partiera, la ciclope pondría sus brazos en cruz al igual que su pájaro, diciendo ambos casi al unísono – solo podemos llevar a uno más – casi como si hubiese sido una clase de solicitud habitual para este dúo volador. Si, Sir Frederick solo puede cargar a una persona, ya lo ha intentado con más, pero cada vez que lo hace, el cansancio hace que caiga estrepitosamente y si… Ohona ya ha caído más de una vez desde el lomo de su ave por culpa de estos experimentos locos. Para el grupo de genins, uno debía ir a pie y el otro volando con Sir Frederick, a menos que ALGUIEN que sea un buen ARTISTA tenga algún poder que le permita VOLAR. (si Centy, tu 7.7)

[Imagen: __nero_goddess_of_victory_nikke_drawn_by...523331.jpg]

Una vez se pusieron en marcha, quienes iban más acercados al par de gatos eran Horaime, seguido por el clon de Centy, luego los sobrevolaría el resto de ninjas (si es que todos van volando 7.7) a una distancia exageradamente prudente.
El camino de los gatos llevaba a un terreno baldío a las afueras del pueblo, todo parecía ser bastante regular, solo había un montón de pescado amontonado al centro y algunas jaulas con gatos a sus alrededores, al momento de llegar, pudieron notar una figura que había sido informada de antes por Ohona, pero, esta, apenas vio que se acercaban gente desde el cielo, desapareció…

Ohona realizaría un relato hablado de la persona que vio cautivando a estos gatos… eran extraños, parecían estar dentro de una ilusión cada uno que les impedía irse de aquel sector. Afortunadamente, tras realizar Kai en estos gatos, estos saldrían de su ilusión y podrían volver a sus hogares. Al revisar más a detalle, pudieron ver un altar con una pequeña montaña de cadáveres de gatos… si… la imagen era perturbadora… pero más aún pensar en el porqué de estos actos.

[Imagen: __gabimaru_jigokuraku_drawn_by_yuji_kaku...1bc33b.jpg]

Lamentablemente para el equipo, quien realizo estos actos había desaparecido y no había rastros de el por ninguna parte… este es un retrato de quien estaba realizando estos actos, tanto Centyman como Ohona lo lograrían reconocer fácilmente, pues hace no más de 5 días atrás ellos lo vieron junto a un grupo de personas extrañas merodeando por el lugar.

OFF


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