[Flashback] El relampago vs La demonio.

En una ciudad en ruinas, año desconocido.




Juri avanzaba sigilosamente a través de los oscuros callejones de la ciudad, su mirada determinada fija en el objetivo. Había recibido información sobre un criminal de renombre, un peligroso fugitivo del clan Yotsuki que había evadido la justicia durante demasiado tiempo. Su nombre era Damon Kurogane, un asesino despiadado y buscado por numerosos crímenes. La recompensa por su captura era considerable, y Juri estaba decidida a cobrarla. Finalmente, encontró a Damon en un almacén abandonado en las afueras de la ciudad. Con sigilo, Juri se acercó, manteniendo su presencia oculta. Observó al criminal desde las sombras, analizando sus movimientos y buscando cualquier ventaja que pudiera utilizar en su favor. Damon era un hombre alto y musculoso, con una mirada fría y despiadada en sus ojos.

Decidida a atraparlo, Juri se lanzó al ataque. Saltó desde su escondite, su figura ágil y veloz mientras desataba una serie de rápidos golpes contra su oponente. Damon, sorprendido por el repentino asalto, apenas tuvo tiempo para reaccionar. Intentó bloquear los ataques de Juri, pero la precisión y la velocidad de sus movimientos eran abrumadoras. Los puños y las patadas de Juri llovían sobre Damon, golpeando con fuerza y precisión. Cada impacto enviaba ondas de dolor a través del cuerpo del criminal, quien se encontraba en clara desventaja. Sin embargo, Damon no era un oponente común. Reuniendo su fuerza, lanzó un contraataque desesperado, logrando golpear a Juri con un poderoso puñetazo en el estómago. El golpe tomó a Juri por sorpresa, pero no la detuvo. Con una sonrisa desafiante en su rostro, recuperó rápidamente el equilibrio y contraatacó con renovada ferocidad El puñetazo de Damon no fue suficiente para detener a Juri. Con una expresión de determinación, Juri canalizó su chakra y desató una ráfaga de electricidad, envolviendo su puño con un poderoso Raiton. Golpeó a Damon con un fuerte puñetazo cargado de electricidad, enviando descargas a través de su cuerpo.

— ¿¡Que caraj-... quien mierda eres tu!? —

Damon gruñó de dolor, pero no se rindió. Recuperando la compostura, contraatacó con una serie de rápidos golpes, intentando debilitar a Juri. Sin embargo, la maestría en el taijutsu de Juri era evidente. Esquivó hábilmente los ataques de Damon, utilizando movimientos fluidos y precisos para evadir sus golpes. El combate continuó con intensidad. Juri y Damon se enfrentaban en una danza mortal, cada uno luchando por imponer su voluntad sobre el otro. Juri aprovechó su agilidad y velocidad para mantener a Damon a la defensiva, mientras que sus poderosos golpes infligían daño contundente. A medida que el combate se prolongaba, Juri comenzó a descifrar los patrones de ataque de Damon. Estudió sus movimientos y debilidades, buscando la oportunidad perfecta para un golpe decisivo. Finalmente, llegó el momento. Con un rápido movimiento, Juri bloqueó uno de los golpes de Damon y contraatacó con un potente uppercut cargado de chakra. El golpe conectó de lleno en la mandíbula de Damon, enviándolo volando por los aires y estrellándose contra una pared cercana. Damon yacía aturdido en el suelo, incapaz de levantarse. Juri se acercó, su mirada estaba fija en el criminal derrotado. 

A pesar del potente golpe de Juri, Damon se levantó rápidamente, mostrando una resistencia sorprendente. La mirada desafiante en sus ojos dejaba claro que no se daría por vencido tan fácilmente. Con un movimiento rápido, Damon desató una serie de ataques furiosos, combinando su destreza en el combate cuerpo a cuerpo con técnicas de ninjutsu. Juri, impresionada por la tenacidad de su oponente, se preparó para enfrentar la embestida con determinación. Utilizó su velocidad y agilidad para esquivar los golpes de Damon, contraatacando con rápidas patadas y puñetazos que buscaban debilitar su defensa. El sonido de los golpes resonaba en el aire, llenando el espacio con la intensidad del combate. Juri y Damon se movían en perfecta sincronía, cada uno tratando de superar al otro en habilidad y determinación. El sudor caía por sus frentes mientras continuaban el enfrentamiento, sin mostrar signos de agotamiento. A medida que el combate se prolongaba, Juri comenzó a sentir la presión de la situación. Los golpes de Damon eran potentes y precisos, poniendo a prueba su resistencia y reflejos. Sin embargo, Juri se negaba a rendirse. Recordó las lecciones de su pasado y canalizó su chakra en cada movimiento, luchando con todo su ser. El tiempo pareció detenerse mientras Juri y Damon se enfrentaban en un duelo épico. Sus cuerpos se movían en un torbellino de acción, sus ataques y defensas entrelazados en una danza mortal. Cada movimiento era calculado, cada golpe llevaba consigo el peso de años de entrenamiento y experiencia. Sin embargo, ninguno de los dos podía lograr una ventaja clara sobre el otro. Ambos luchadores estaban igualados en habilidad y determinación, y ninguno estaba dispuesto a ceder terreno. El combate se volvió una prueba de resistencia y voluntad. El sol se ocultaba en el horizonte, bañando el escenario en una luz dorada. Juri y Damon seguían luchando, sus cuerpos marcados por los golpes y heridas. El aire estaba cargado de electricidad, palpable con cada movimiento.

Los puños y las patadas seguían chocando en el aire, creando una sinfonía de golpes y bloqueos. Damon desplegaba una fuerza impresionante, aprovechando al máximo su capacidad. Sus golpes eran rápidos y poderosos, demostrando la herencia de su clan conocido por su fuerza y resistencia. Juri, por su parte, se movía con gracia y agilidad, esquivando los ataques de Damon mientras buscaba una apertura para contraatacar. Su dominio del taijutsu y su capacidad para anticipar los movimientos de su oponente le daban una ventaja estratégica en el combate. Los espectadores observaban el enfrentamiento con admiración y asombro. Los movimientos de ambos ninjas eran fluidos y precisos, mostrando un nivel de destreza que solo se alcanza con años de entrenamiento y experiencia. El campo de batalla se convirtió en un torbellino de energía y emoción. Los puños y las patadas se mezclaban con explosiones de chakra, creando una danza de poder y habilidad. La tierra temblaba con cada impacto, testigo de la intensidad del combate.



A medida que el combate avanzaba, Juri y Damon se empujaban al límite de sus capacidades. Sus cuerpos estaban cubiertos de sudor y polvo, pero su determinación no flaqueaba. Cada uno estaba decidido a demostrar su valía y asegurar la victoria.
El sol se ocultaba lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos dorados y naranjas. El cansancio comenzaba a pesar en los combatientes, pero ninguno de ellos estaba dispuesto a dar un paso atrás. Sus miradas se encontraban con fiereza y resolución, conscientes de que solo uno saldría como vencedor. El enfrentamiento alcanzó su punto culminante cuando ambos ninjas, en un último esfuerzo, lanzaron un ataque final con toda su fuerza. Los puños y las patadas se encontraron en un choque explosivo, desatando una onda de choque que hizo temblar el campo de batalla. El polvo se elevó en el aire, cubriendo la escena en un velo de misterio. El silencio se apoderó del lugar, dejando a todos en suspenso. Luego, lentamente, el polvo comenzó a disiparse, revelando a los combatientes. Juri y Damon estaban de pie, frente a frente, mirándose intensamente. Ambos estaban exhaustos y heridos, pero ninguno estaba dispuesto a ceder. El combate había llegado a un punto muerto, sin un claro vencedor. El aire estaba cargado de tensión mientras los dos ninjas se observaban. Sabían que este enfrentamiento no había concluido, que aún quedaba mucho por demostrar. Con una sonrisa desafiante en sus rostros, se prepararon para continuar el combate.

El combate alcanzaba un nuevo nivel de intensidad mientras Juri y Damon se preparaban para el siguiente intercambio de golpes. Damon, decidido a ganar ventaja, canalizó su chakra Raiton a través de su cuerpo, creando una armadura eléctrica conocida como el Raiton no Yoroi. Su cuerpo brillaba con una energía eléctrica, aumentando su resistencia y potencia. Juri entrecerro los ojos al ver la transformación de Damon. Sabía que debía estar en guardia, ya que ahora su oponente poseía una protección adicional y un poder devastador en cada uno de sus ataques. Sin embargo, su determinación no flaqueó. Con movimientos ágiles, se lanzó hacia Damon con una serie de golpes rápidos y precisos.

Los puños de Juri golpearon contra la armadura de Raiton, generando chispas y descargas eléctricas. Aunque su fuerza y habilidad eran notables, se encontraba en clara desventaja debido a la protección que ofrecía el Raiton no Yoroi. Cada golpe de Juri era repelido por la barrera eléctrica, dificultando su avance. Damon, confiado en su fortaleza, aprovechó el momento y contraatacó con un potente gancho de derecha. Su puño cargado de electricidad se dirigió directamente hacia Juri, pero ella se anticipó y giró ágilmente, evitando el golpe. Con un rápido movimiento, Juri extendió su pierna y realizó una patada giratoria dirigida hacia el costado de Damon. El impacto fue contundente. 

La patada de Juri encontró su objetivo, desestabilizando a Damon y enviándolo hacia atrás. Aunque su armadura eléctrica lo protegía en cierta medida, el golpe había sido lo suficientemente fuerte como para hacerlo retroceder. Sin darle tiempo para recuperarse, Juri aprovechó la apertura y lanzó una serie de rápidos ataques contra Damon. Sus puños y piernas se movían con elegancia y velocidad, buscando debilidades en la defensa de su oponente. A pesar de la armadura de Raiton, Juri lograba encontrar pequeñas brechas y aprovecharlas al máximo. Cada golpe de Juri impactaba con precisión, generando ondas de choque y liberando estallidos de energía. Damon intentaba defenderse, pero la combinación de la habilidad de Juri y su determinación inquebrantable lo estaba llevando al límite. La armadura de Raiton comenzaba a debilitarse, mostrando signos de desgaste bajo los poderosos golpes de su oponente. La lucha continuaba, con ambos ninjas desplegando su máxima destreza y poder. Cada movimiento era calculado y cada golpe llevaba consigo la fuerza de su convicción. A medida que el combate avanzaba, los espectadores eran testigos de una batalla épica y emocionante. El choque de energías y chispas eléctricas llenaba el aire, creando una atmósfera cargada de electricidad literal y figurativamente. El campo de batalla se convirtió en el escenario de una danza frenética, donde cada movimiento tenía un propósito y cada golpe dejaba su marca. El combate estaba lejos de llegar a su fin. Juri y Damon se enfrentaban con tenacidad y valentía, dispuestos a darlo todo para asegurar la victoria. El destino de este duelo aún estaba por decidirse, y ninguno de los dos estaba dispuesto a rendirse.

Con el combate en pleno apogeo, Juri se tomó un breve momento para concentrarse. Sus ojos brillaban con una determinación feroz mientras canalizaba su chakra y se adentraba en la primera etapa del Senninka, una transformación que despertaba su potencial oculto. El chakra de Juri comenzó a fluir a través de su cuerpo, envolviéndola en una energía turbulenta y vibrante. Damon, sorprendido por la transformación de Juri, se vio obligado a retroceder momentáneamente, evaluando la nueva amenaza que tenía frente a él. Sin embargo, su determinación no flaqueó y se preparó para el contraataque. Juri, con una agilidad y velocidad sobrehumanas, se abalanzó sobre Damon con una serie de ataques rápidos y devastadores. Sus puños y piernas se movían con una precisión milimétrica, generando ráfagas de energía con cada golpe que impactaba contra su oponente. Damon, utilizando el taijutsu de su Clan Yotsuki, intentaba defenderse de los embates de Juri. Sin embargo, la velocidad y la fuerza de sus ataques eran abrumadoras. Cada impacto hacía temblar el suelo y dejaba una estela de destrucción a su paso.
Los movimientos de Juri eran fluidos y elegantes, como si estuviera bailando una danza marcial. Cada golpe estaba cargado con la ferocidad de su voluntad de vencer y el deseo de poner fin a la batalla. Los estallidos de chakra y electricidad llenaban el aire, creando una tormenta eléctrica que rodeaba a los combatientes.

Damon, a pesar de su resistencia, se encontraba cada vez más acorralado. La potencia y destreza de Juri eran abrumadoras, y sus ataques no mostraban signos de debilitamiento. El chakra del Senninka fluyendo a través de su cuerpo la impulsaba hacia adelante, otorgándole una fuerza y velocidad sobrehumanas. El campo de batalla se convirtió en un escenario de caos y destrucción. Los árboles eran arrancados de raíz, los pilares de piedra se desmoronaban bajo la fuerza de los golpes y el suelo temblaba con cada impacto. Era un duelo de titanes, donde dos poderosos ninjas chocaban con todo su potencial desatado. El choque entre Juri y Damon era una sinfonía de combate, una danza mortal que solo podía ser presenciada con asombro y admiración. Ambos luchaban con una pasión y una convicción desenfrenadas, dispuestos a darlo todo por la victoria.

El combate entre Juri y Damon alcanzó su punto álgido. Los dos ninjas se encontraban en una encarnizada batalla cuerpo a cuerpo, intercambiando golpes rápidos y certeros. Cada movimiento era ejecutado con una precisión milimétrica, sin dejar margen para el error. Juri aprovechó al máximo su transformación en la primera etapa del Senninka. Sus ataques eran potenciados por el flujo constante de chakra que recorría su cuerpo. Cada golpe era como un relámpago, cargado de electricidad y fuerza devastadora.
Damon, por su parte, con su Raiton no Yoroi activado, se convirtió en un enemigo aún más formidable, capaz de absorber los ataques de Juri y responder con su propia fuerza.

La batalla se desarrollaba en una danza mortal, con movimientos ágiles y estratégicos. Juri esquivaba los golpes de Damon con gracia y contrarrestaba con ataques precisos. Sus puños y patadas se movían con una rapidez sobrehumana, dejando estelas de energía en el aire. Damon desplegaba su taijutsu de clan con maestría. Sus golpes eran poderosos y directos, tratando de superar la velocidad de Juri con su fuerza bruta. A medida que el combate se prolongaba, Juri comenzó a mostrar signos de agotamiento. Aunque su transformación en el Senninka le proporcionaba una gran ventaja, también consumía una cantidad considerable de chakra. Su cuerpo empezaba a resentirse, pero su determinación no flaqueaba. Sabía que debía mantenerse fuerte hasta el final.
Damon, aprovechando el cansancio de Juri, redobló sus ataques. Sus golpes se volvieron más intensos y rápidos, buscando romper la defensa de su oponente. Sin embargo, Juri no se rindió. A pesar del agotamiento, encontró la fuerza para contraatacar con una ráfaga final de golpes y patadas cargados de energía. El choque final fue épico. Juri y Damon lanzaron sus ataques finales al mismo tiempo, chocando con una fuerza colosal en el centro del campo de batalla. La explosión resultante iluminó el cielo nocturno, y por un momento, todo quedó en silencio.

Última modificación: 26-06-2023, 06:20 PM por Juri Han.

El humo se disipó lentamente, revelando el resultado del enfrentamiento. Juri y Damon se encontraban de pie, mirándose intensamente, con signos evidentes de fatiga y desgaste en sus rostros. Ambos habían dado todo de sí en aquella batalla, poniendo a prueba sus habilidades y determinación. Juri pudo sentir la adrenalina corriendo por sus venas mientras evaluaba su estado. Aunque exhausta, aún tenía reservas de energía para continuar luchando. Sabía que no podía permitirse bajar la guardia, no frente a un oponente tan formidable como Damon. Damon, por otra parte, respiraba agitadamente, pero su mirada ardía con determinación. A pesar de los golpes y heridas sufridas, no estaba dispuesto a rendirse. Con cada derrota, encontraba una oportunidad para crecer y mejorar. El silencio tenso fue interrumpido por el sonido de un pájaro que volaba sobre ellos. Juri aprovechó el breve instante para concentrarse y reunir su chakra. Su mente se enfocó en sus técnicas más poderosas, preparándose para desencadenar un ataque decisivo. Damon, sin dar tregua, cargó hacia Juri con una velocidad sorprendente. Sus puños y piernas se movían como relámpagos, buscando perforar la defensa de su adversaria. Juri respondió con movimientos ágiles y evasivos, esquivando los golpes con precisión milimétrica.

En un instante de apertura, Juri aprovechó para desatar su ataque final. Canalizó su chakra a través de sus puños, cargándolos con una energía abrumadora. En un movimiento fluido, lanzó un puñetazo devastador hacia el abdomen de Damon. El impacto fue feroz. Damon sintió cómo la energía de Juri se expandía en su interior, causando estragos en su cuerpo. El dolor se propagó por cada fibra de su ser, pero no se rindió. Con una última muestra de voluntad, lanzó un golpe desesperado hacia Juri, buscando una oportunidad de contraatacar. El puño de Damon se estrelló contra el rostro de Juri con fuerza, pero ella resistió el impacto. La determinación y el poder de su ataque final fueron suficientes para mantenerse en pie. Aunque su cuerpo temblaba por el esfuerzo, no se rindió. El campo de batalla quedó en silencio una vez más, solo interrumpido por la respiración agitada de los dos guerreros. Juri y Damon se miraron fijamente, reconocimiento y respeto eran reflejados en sus ojos. A pesar de la lucha encarnizada, había surgido una especie de conexión entre ellos, una comprensión mutua de la pasión y el deseo de superación.
El destino de aquel combate aún estaba por decidirse. Ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder. La batalla continuaba, y solo el tiempo y el desenlace de sus acciones revelarían quién se alzaría como el vencedor.


El aire vibraba con electricidad mientras Juri y Damon se preparaban para el siguiente intercambio de ataques. Juri concentró su chakra natural, permitiendo que fluyera a través de su cuerpo y potenciara sus habilidades. Su piel comenzó a emitir un brillo tenue, revelando la energía interior que la impulsaba. Con un movimiento rápido, Juri desató su técnica especial. Su puño cargado de chakra Natural se lanzó hacia Damon con una velocidad sobrehumana propulsado por cañones mutados en su brazo, dejando un rastro de chakra en su estela. El golpe fue tan poderoso que la onda de choque resultante hizo temblar el suelo, causando grietas en el terreno. Damon, sin embargo, no se dejó intimidar. Conocedor de las habilidades de Juri, desató su propio arsenal de técnicas raiton. Sus manos se iluminaron con una corriente eléctrica mientras canalizaba su chakra a través de ellas. En un movimiento fluido, lanzó una serie de proyectiles eléctricos hacia Juri, buscando desequilibrarla. La batalla se convirtió en una danza frenética de rayos y chispas. Juri esquivaba y bloqueaba los ataques de Damon con movimientos ágiles y precisos, mientras que él se defendía y contrarrestaba con una maestría en el control de su elemento.

Juri aprovechó un momento de distracción de Damon para lanzarse hacia él con una velocidad asombrosa. Sus puños cargados de chakra natural impactaron contra su oponente, liberando una descarga poderosa que lo hizo retroceder. Sin embargo, Damon no se quedó atrás y contraatacó con un torrente de rayos, envolviendo a Juri en una esfera eléctrica. A pesar de la intensidad de la situación, Juri se mantuvo serena. Con un esfuerzo concentrado, logró liberarse del campo eléctrico y contraatacar con un golpe certero. La energía Tenbin de Juri resonó en el aire mientras liberaba su técnica más poderosa. Juri aprovechó el caos del combate para asestar un golpe final, su puño envuelto en chakra golpeó el punto débil de Damon con una fuerza abrumadora. La explosión resultante sacudió el campo de batalla, levantando una nube de polvo y escombros. El humo se dispersó lentamente, revelando a Juri de pie, victoriosa. Damon yacía en el suelo, su cuerpo estaba cubierto de quemaduras y heridas. A pesar de la derrota, una sonrisa se dibujó en su rostro. Había sido testigo del poder de Juri, y se sentía honrado de haber luchado contra formidable oponente. Con una expresión de respeto mutuo, Juri extendió su mano hacia Damon, ofreciéndole ayuda para ponerse de pie.

— ¿No vas a matarme? Crei que para eso habias venido tras de mi... —

Juri se acercó a Damon, quien yacía en el suelo, herido pero con una sonrisa en el rostro. El silencio de la batalla aún resonaba en el aire mientras ambos se miraban intensamente. Juri mostró una expresión seria y calculadora, mientras que Damon parecía relajado, como si la derrota no le afectara en lo más mínimo.

— Ya ves lo que soy capaz de hacer. No subestimes mi poder, Damon. — Dijo Juri con tono frío.

— No te subestimo en absoluto, Juri. Fuiste una oponente formidable, eso te lo concedo. — Dijo Damon con una sonrisa burlona.

— ¿Asique sabias quien era? — Le pregunto Juri en lo que se sentaba adolorida en el suelo.

— No te reconoci de inmediato, pero luego lo recorde al ver tu senninka activo. Eres Juri Han, una cazarrecompensas y mercenaria. Has estado activa por las zonas aledañas. —

— No esperaba menos de alguien del clan Yotsuki. Eres un luchador hábil y resistente. Pero aún así, estás del lado equivocado. — 

— ¿Del lado equivocado? — 

— ¿Porque te rebajas a ser un mero criminal de poca monta? Podrias ser un mercenario, un cazarrecompensas como yo. Estoy pensando en formar mi propia empresa, un gremio conformado por gente como tu y yo. Me vendria muy bien alguien como tu con tus capacidades en mi grupo... Dime ¿Te interesa? — Juri se puso de pie, se acerco a Damon y le extendio su mano para ayudarle a levantarse. Damon simplemente sonrio y extendio la suya...

En ese preciso momento, antes de que pudieran continuar la conversación, el sonido de pisadas rápidas y susurros inquietantes llenó el aire. Juri y Damon giraron la cabeza hacia la fuente del ruido, solo para encontrarse rodeados por un grupo de cazarrecompensas despiadados y sedientos de sangre. La tensión en el aire se intensificó cuando los cazarrecompensas cerraron el círculo. — Parece que nos han superado en número, Damon. Pero no vamos a caer tan fácilmente. Estos cazadores no saben en lo que se han metido... — dijo Juri, apretando los puños mientras observaba a los cazarrecompensas acercarse, mientras se limpiaba con su antebrazo la sangre que corria por su labio inferior.

— Estoy contigo en esto, Juri. No vamos a dejar que nos superen, esos imbeciles no saben con quienes se estan metiendo. — respondió Damon, preparándose para la batalla mientras los cazarrecompensas reian entre ellos y se burlaban de aquel duo. La escena se transformó en un frenesí de golpes y movimientos rápidos. Juri desataba su ira sobre los cazarrecompensas, lanzando patadas y puñetazos precisos. Damon, por su parte, se movía con gracia y destreza, esquivando ataques y contrarrestando con sus propias técnicas. A pesar de estar en desventaja numérica, sus habilidades les permitieron mantenerse firmes contra sus agresores. — ¡Mantén tu guardia alta, Juri! Estos tipos no tienen piedad — advirtió Damon mientras esquivaba un golpe. — ¡No te preocupes, Damon, ¿A quien demonios crees que le estas hablando?. He enfrentado a escoria peor que ellos. Estamos aquí para quedarnos! — aseguró Juri, lanzando un golpe devastador. La batalla se intensificó mientras Juri y Damon luchaban con determinación, enfrentándose a una marea de adversarios despiadados. La suerte de ambos estaba en juego, y solo el tiempo revelaría si lograrían salir victoriosos de esa emboscada mortal.

Los cazarrecompensas continuaban atacando sin piedad, intentando abrumar a Juri y Damon con su superioridad numérica. Pero los dos guerreros se mantenían firmes, bloqueando y contrarrestando cada golpe con una precisión letal. — ¡No pueden detenernos! ¡Estas escorias no tienen los huevos suficientes! — exclamó Juri, lanzando una ráfaga de patadas que enviaron a dos cazarrecompensas volando. Damon canalizó su chakra eléctrico, enviando descargas a los cazarrecompensas que se atrevían a acercarse demasiado. Su habilidad con el rayo era impresionante, y cada ataque suyo enviaba a los enemigos al suelo, convulsionando bajo el impacto. El campo de batalla se convirtió en un torbellino de movimientos rápidos, golpes poderosos y gritos de furia. Juri y Damon se apoyaban mutuamente, cubriendo las espaldas del otro y encontrando oportunidades para contraatacar. — ¡No vamos a ceder! ¡No importa cuántos sean! — gritó Damon, lanzando un rayo que electrocutó a varios cazarrecompensas a la vez. Juri se movió con una velocidad impresionante, aprovechando las aberturas en la defensa de sus enemigos. Sus puñetazos y patadas eran tan rápidos y precisos que parecían borrones en el aire.

A medida que la batalla se prolongaba, los cazarrecompensas comenzaron a mostrar signos de fatiga y desesperación. La resistencia y ferocidad de Juri y Damon los había tomado por sorpresa, y ahora estaban luchando por mantenerse en pie.
— ¡Vamos, Damon! ¡No podemos dejar que nos venzan! — instó Juri agitada, pues el cansancio se estaba apoderando de ella, arremetiendo contra un grupo de cazarrecompensas con una serie de ataques rápidos y certeros. Damon, con una sonrisa desafiante en el rostro, lanzó un potente ataque eléctrico que barrió a varios enemigos de un solo golpe. Su determinación y habilidad en el combate eran admirables. El campo de batalla se volvió un caos de cuerpos heridos y muertos. Juri y Damon se mantenían en pie, agotados pero invictos. Los cazarrecompensas restantes, temerosos de sus habilidades, comenzaron a retroceder lentamente. — ¡Vete! — gritó Juri, señalando una dirección de escape. — ¡Lárgate y no vuelvas a cruzarte por aqui! —
Damon asintió, sabiendo que no tenía nada más que ganar en esa pelea. Con una última mirada de respeto hacia Juri, se alejó rápidamente, dejando atrás a los cazarrecompensas derrotados y sorprendidos. Juri permaneció en el campo de batalla, observando a Damon alejarse.

Juri respiraba agitadamente mientras observaba a Damon alejarse, quedando sola contra el resto de los cazadores que aún la rodeaban. Sabía que la situación se había vuelto más peligrosa, pero no iba a rendirse. — Bien, si quieren pelea, se la daré — susurró Juri con determinación, mientras se preparaba para enfrentar a los cazadores restantes. Los cazadores formaron un semicírculo a su alrededor, mostrando sonrisas despiadadas y miradas desafiantes. Juri analizó rápidamente a sus oponentes, buscando cualquier debilidad o apertura que pudiera aprovechar. El primer cazador se abalanzó hacia ella, tratando de sorprenderla con un ataque frontal. Pero Juri se movió con una velocidad impresionante, esquivando su golpe y respondiendo con una patada giratoria que lo envió al suelo. Uno a uno, Juri se enfrentaba a los cazadores, derribándolos con una combinación de movimientos rápidos, golpes precisos y técnicas de artes marciales letales. Su experiencia y habilidad en el combate eran evidentes en cada movimiento que realizaba.
Sin embargo, los cazadores no se dejaban vencer fácilmente. Eran persistentes y atacaban en grupo, tratando de abrumarla con su superioridad numérica. A pesar de ello, Juri se mantenía firme, esquivando y bloqueando los ataques con destreza. La lucha continuó durante varios minutos, con Juri moviéndose con una gracia y agilidad impresionantes. Pero a medida que el cansancio se apoderaba de ella, los ataques de los cazadores comenzaron a encontrar su objetivo con más frecuencia.

Juri recibió un corte en el costado, lo que la hizo retroceder momentáneamente. La herida sangraba, pero no podía permitirse mostrar debilidad. Se levantó rápidamente y contraatacó con una serie de golpes rápidos y contundentes. La batalla se volvía cada vez más intensa, con los cazadores empujando a Juri hacia atrás. A pesar de ello, ella se negaba a rendirse. Cada golpe que recibía solo encendía aún más su determinación y rabia. Finalmente, Juri lanzó un último ataque desesperado, aprovechando todas sus fuerzas restantes. Sus puños y piernas se movían en una danza mortífera, derribando a varios cazadores simultáneamente.
El polvo se asentó, revelando a los cazadores derrotados y malheridos que yacían en el suelo. Juri estaba de pie, agotada pero victoriosa. La batalla había llegado a su fin, al menos por ahora. 

Juri tomó un momento para respirar profundamente, sabiendo que necesitaba curar sus heridas y reponer su energía. Miró a su alrededor, asegurándose de que no quedara ningún cazador oculto. Una vez segura, se alejó del campo de batalla, en busca de un lugar seguro para descansar y sanar. Sabía que el mundo de los cazarrecompensas no iba a ser fácil, pero estaba dispuesta a enfrentar cualquier desafío que se le presentara.

Juri se adentró en el bosque circundante, moviéndose con sigilo entre los árboles. La densa vegetación le brindaba una cobertura necesaria para ocultarse de los cazadores que la perseguían. Cada paso que daba era cauteloso, asegurándose de no hacer ningún ruido que pudiera revelar su ubicación. Mientras avanzaba, Juri estaba decidida a encontrar una manera de darles esquinazo a los cazadores. Conocía bien el terreno y sabía que existían caminos alternativos y escondites estratégicos en el bosque. Su experiencia en enfrentamientos anteriores le había enseñado a confiar en su intuición y a aprovechar al máximo su entorno. Se detuvo en un claro oculto entre la maleza, tomando un momento para recuperar el aliento. La tensión en el aire era palpable, pero Juri no se permitía mostrar señales de debilidad. Se limpió el sudor de la frente y observó atentamente su entorno. Mientras observaba, notó un pequeño arroyo serpenteante a poca distancia. La idea de utilizar el agua como una distracción le cruzó la mente. Si podía hacer creer a los cazadores que se había adentrado en el arroyo, podría ganar tiempo y confundirlos lo suficiente para escapar. Sin perder un segundo, Juri se dirigió hacia el arroyo con pasos rápidos pero sigilosos. Una vez allí, comenzó a correr paralelamente al agua, dejando huellas evidentes en la orilla. Con cada paso, se aseguraba de que los cazadores pudieran rastrearla fácilmente.
Una vez que estuvo satisfecha con las huellas dejadas, Juri se apartó del arroyo y se internó más profundamente en el bosque. Su objetivo ahora era encontrar un escondite seguro donde pudiera esperar a que los cazadores se distrajeran con las falsas pistas.
Después de un tiempo, encontró una cueva natural oculta detrás de una cascada. Era el lugar perfecto para ocultarse y planear su siguiente movimiento. Juri se adentró en la cueva, sabiendo que estaría a salvo allí por el momento.

Dentro de la cueva, Juri tomó un momento para descansar y recuperar energías. Se sentó en el suelo húmedo y silenciosamente hizo acopio de sus habilidades y recursos. Confiaba en su destreza en el combate cuerpo a cuerpo y en su astucia para superar a los cazadores que la perseguían. Mientras esperaba en la oscuridad de la cueva, Juri se sentía lista y preparada para enfrentar cualquier desafío que se le presentara. Sabía que el combate aún no había terminado y que tendría que enfrentar a los cazadores nuevamente en el futuro cercano. Pero estaba decidida a luchar hasta el final y demostrarles que subestimarla era un grave error.
La noche se cernía sobre el bosque, y Juri permaneció alerta, lista para retomar la lucha en cualquier momento. Con cada fibra de su ser ardiendo, esperaba pacientemente el próximo enfrentamiento, sabiendo que estaba lista para enfrentarse a cualquier adversidad que se le presentara. El combate no había terminado, y Juri estaba lista para enfrentar a los cazadores con todas sus habilidades y determinación.

Mientras Juri aguardaba en la cueva, los sonidos del bosque se volvieron cada vez más sombríos. El viento susurraba entre los árboles, como si llevara consigo las voces amenazantes de los cazadores que aún la perseguían. Juri se mantuvo alerta, consciente de que el menor descuido podría darles ventaja a sus enemigos. Pasaron horas interminables antes de que finalmente escuchara el sonido de pisadas a la distancia. El corazón de Juri comenzó a latir con fuerza mientras se preparaba mentalmente para el próximo encuentro. Sabía que no podía permitirse la más mínima debilidad si quería salir victoriosa. Los cazadores se acercaban cada vez más a la cueva, confiados en su superioridad numérica y en su capacidad para atrapar a su presa. Sin embargo, Juri estaba decidida a demostrarles que no subestimaran su poder.

Cuando los cazadores finalmente llegaron a la entrada de la cueva, Juri emergió de las sombras con una expresión desafiante en su rostro. Su mirada ardía con determinación mientras enfrentaba a sus enemigos. —¿Creen que pueden atraparme tan fácilmente? ¡No sean putos imbeciles! —exclamó Juri con voz firme, desafiante. Los cazadores se detuvieron, sorprendidos por la audacia de Juri. Sus rostros reflejaban incredulidad mientras intentaban procesar la valentía de esta guerrera solitaria. —Ríndanse ahora y tal vez les conceda el perdón. Pero si continúan persiguiéndome, enfrentarán las consecuencias —advirtió Juri con voz calmada pero llena de determinación. Los cazadores intercambiaron miradas inciertas, dudando entre su instinto de cazar a su presa y la evidente fortaleza y confianza que emanaba de Juri. —¡Atáquenla! —gritó uno de los cazadores finalmente, rompiendo el silencio.
Sin dudarlo, los cazadores se lanzaron hacia Juri, armados con espadas, kunais y shurikens. Juri se movió con una agilidad impresionante, esquivando hábilmente los ataques y contrarrestando con golpes precisos y letales. La batalla se convirtió en un ballet caótico de movimientos rápidos y golpes certeros. Juri demostró su destreza marcial mientras se abría paso a través de los cazadores, dejando un rastro de derrota y confusión a su paso. La oscuridad de la noche se mezclaba con los sonidos de golpes y gritos de dolor. Juri se volvió una fuerza imparable, golpeando con ferocidad a sus oponentes mientras se defendía con maestría de sus ataques. Los cazadores, una vez confiados en su superioridad numérica, comenzaron a dudar de su capacidad para capturar a Juri. La determinación y habilidad de esta guerrera solitaria los habían tomado por sorpresa, y ahora estaban pagando el precio.
Uno a uno, los cazadores cayeron ante la destreza de Juri. Su valentía y habilidad en el combate eran formidables, y cada golpe que asestaba dejaba claro que no sería fácilmente derrotada.

Finalmente, el último cazador se encontró de rodillas frente a Juri, su rostro cubierto de sudor y miedo. —Por favor, ten piedad —murmuró el cazador, con la voz quebrada por el miedo. Juri se mantuvo en silencio por un momento, su mirada penetrante fija en el cazador. Sabía que tenía el poder de decidir su destino en ese momento. Podría acabar con él, eliminar cualquier amenaza futura, pero también tenía la opción de mostrar piedad. Después de un momento de reflexión, Juri se volvió y se alejó sin decir una palabra. Dejó al cazador arrodillado, sintiéndose derrotado y agradecido al mismo tiempo, para luego finalmente voltearse, estirar su mano y expulsar de un cañon mutado de su palma, un proyectil de chakra que acabo con la vida de aquel hombre, muriendo en el acto. Juri sabía que su lucha no había terminado.

Mientras Juri avanzaba por el oscuro y silencioso bosque, una sensación inquietante se apoderaba de ella. Sabía que no podía bajar la guardia, pues siempre había nuevos enemigos acechando en las sombras. De repente, un grupo de bandidos emergió de entre los árboles, bloqueando el camino de Juri. Eran hombres de aspecto desaliñado y armados hasta los dientes. Su líder, un individuo imponente con cicatrices en el rostro, se adelantó, desafiante.

— Parece que te has ganado una reputación, Juri. Pero nosotros no somos como esos cazadores a los que enfrentaste antes. ¡Somos los más despiadados del bosque, y no permitiremos que pases! — Juri no retrocedió ante las palabras amenazantes del líder bandido. En cambio, se colocó en una postura de combate, lista para enfrentar cualquier desafío que se le presentara. — Si creen que me asustarán, están equivocados. He enfrentado a enemigos mucho más formidables que ustedes. Están a punto de descubrirlo de la peor manera posible —respondió Juri con una voz llena de confianza y desafío. Sin perder un segundo más, el líder bandido dio la señal de ataque y los demás se lanzaron hacia Juri con furia desenfrenada. Juri se movió con gracia y agilidad, evitando hábilmente los ataques y contrarrestando con su propia ferocidad. Sus puñetazos y patadas eran rápidos y certeros, golpeando con una precisión letal. Cada movimiento de Juri estaba respaldado por años de entrenamiento y una determinación inquebrantable. Los bandidos lucharon con todas sus fuerzas, pero Juri era una fuerza imparable. Su energía y habilidad marcial parecían infinitas, y no mostraba signos de cansancio.

Con cada bandido derrotado, la confianza de Juri se fortalecía. Finalmente, solo quedó el líder bandido frente a Juri. Su mirada reflejaba una mezcla de miedo y rabia mientras sostenía su espada con fuerza. —¡No puedes vencerme, niñata! —gritó el líder bandido, tratando de mantener su valentía a pesar de la derrota inminente. Juri sonrió con determinación, lista para poner fin a la batalla de una vez por todas.

—No me subestimes, estupido. No tienes idea de lo que soy capaz de hacer —respondió Juri, su voz llena de una confianza arrolladora.

En un rápido movimiento, Juri esquivó un último ataque del líder bandido y lanzó un golpe preciso directo al corazón. El líder cayó al suelo, derrotado y sin aliento. El silencio llenó el bosque mientras Juri se colocaba frente al cuerpo inmóvil del líder bandido. Había cumplido su promesa de enfrentar a los despiadados enemigos que se cruzaran en su camino. Sin embargo, sabía que su lucha no había terminado.

En la oscuridad de la noche, Juri avanzaba con sigilo, sus sentidos agudos alerta ante cualquier amenaza. Había dejado atrás el bosque, pero el peligro seguía acechando en cada rincón de aquel mundo de sombras. Los cazarrecompensas, aunque habían retrocedido momentáneamente, no se darían por vencidos tan fácilmente. Estaban decididos a cobrar la recompensa y eliminar a la temible cazadora de la que tanto habían oído hablar. El viento aullaba entre los árboles, y las hojas secas crujían bajo los pasos de Juri. Sabía que debía mantenerse alerta, que cualquier ruido inusual podría ser el presagio de un nuevo ataque. A lo lejos, divisó una luz parpadeante que provenía de un pequeño campamento. La iluminación revelaba las siluetas de los cazarrecompensas, que se habían reunido en torno a una fogata. Juri se escondió entre las sombras, observando con atención. Era el momento perfecto para un ataque sorpresa, para deshacerse de una parte de sus perseguidores. Con movimientos rápidos y silenciosos, se acercó al campamento, con sus ojos brillando de determinación. Esta era su oportunidad para demostrar por qué era conocida como la cazadora de las sombras. Los cazarrecompensas no tenían idea de lo que se avecinaba. Mientras sus risas y conversaciones llenaban el aire nocturno, Juri saltó de las sombras, lanzando un ataque feroz. Su velocidad y habilidad eran impresionantes, y antes de que los cazarrecompensas pudieran reaccionar, ya había incapacitado a varios de ellos.

La batalla fue un torbellino de movimientos, golpes y estrategia. Juri era una fuerza imparable, un remolino de destrucción que no conocía el cansancio. Los cazarrecompensas lucharon con valentía, pero se encontraron superados por la maestría en el combate de su oponente. Uno por uno, los cazarrecompensas caían ante el poder de Juri. Algunos intentaban huir, otros suplicaban clemencia, pero nada los salvaría. Habían elegido el camino de la persecución, y ahora debían enfrentar las consecuencias.
Finalmente, el campamento quedó en silencio, salvo por la respiración agitada de Juri. Miró a su alrededor, evaluando la escena. Había cumplido su cometido, al menos por el momento. Pero sabía que aún quedaban más enemigos por vencer. Con pasos decididos, siguió avanzando en la oscuridad de la noche, lista para enfrentar cualquier desafío que se interpusiera en su camino.