[Halloween] - Festival de la Roca

Los ojos dorados de Karai Yotsuki brillaron como dos estrellas ante la respuesta afirmativa del Titiburonrón. Kurosame se mostró predispuesto a acompañarla al concierto y hasta intentar contactar con Atsui, idea que llenaría a la morena de ilusión. Él era su golden ticket.

—¡Genial! —exclamó sonriente, y de nuevo se abalanzó sobre el tiburón pero esta vez para darle un fuerte abrazo.

Cuando se separó de él, ambos se acomodaron en sus asientos. La morena ya se había puesto a pensar en las aventuras que le deparaban para la noche próxima, en cuánto iba a llorar si Atsui cantaba su canción favorita en el show, y en las cosas que le diría si llegaba a conocerla en persona.

Y entonces el tiburón volvería hablar, pronunciando palabras que harían que Karai se emocionara. Para ella, que alguien le dijera algo así era un cumplido. Pero viniendo de Kurosame, una persona que supo ser tan cercana a Atsui Pakura, aquella afirmación era mucho más que un halago.

—¿Es porque soy negra? —preguntó, primero con cara seria, y luego se rio a carcajadas dando a entender que estaba bromeando.

Después de beber y conversar un rato más, es decir, después de que Karai interrogara a Kurosame hasta que ya no pudo sacarle más palabras, decidió que no iba a seguir robándole tiempo y molestándole. Al menos no hasta el día siguiente.

—Yo me ando alojando en un lugar aquí cerca, ¿Te parece bien si nos encontramos acá mañana por la tarde, un rato antes del concierto? —le preguntó. Si Kurosame estaba de acuerdo, la Yotsuki le daría un horario e indicaciones más precisas. —Por favor, no faltes —rogó, antes de dejar un beso sobre la cabeza de su traje de tiburón y marcharse.



Al abandonar el karaoke, lo primero que hizo fue buscar un baño, porque su sistema ya había procesado aquel misterioso jugo de tripas de zombie y no aguantaba más. Fue así que, después de atender el llamado de la naturaleza, Karai regresó a las calles y caminó arrastrando su gigantesca guadaña. Se había alejado bastante de la zona más festiva en su búsqueda de un toilette, y regresaba ahora ansiando encontrar un poco más de diversión.

En el camino, cruzó por una zona tranquila y notó que había un muchacho que se encontraba sentado, leyendo bajo la luz de las estrellas. Al pasar junto a él apenas lo miraría de reojo, dispuesta a ignorarlo y seguir con lo suyo, pero al reparar en su apariencia se detuvo en seco y giró por completo el rostro para verlo mejor. ¿Podía ser él?

— ¿Gojo? 

Última modificación: 16-12-2023, 04:28 PM por Sora.

Sora, sumido en las letras de su libro, fue despertado por la llegada de una figura desconocida que se acercaba a paso decidido. Cerró su libro con calma, guardando entre las páginas el lugar donde se había detenido en la lectura. Al alzar la vista, notó a una mujer con una imponente guadaña, lo cual le llamó la atención de inmediato.

— ¿Gojo? — preguntó la mujer, deteniéndose frente a él. Sora, desconcertado, negó con la cabeza.

Sora, al escuchar la confusión de la desconocida, se mantuvo en su lugar, conservando cierta distancia debido a su previa experiencia con Muki. Desconfiado, prefería no precipitarse en acercarse demasiado. Sora permaneció alerta, observando los movimientos de la desconocida con atención.

— No, no soy Gojo. Soy Sora. ¿Te has confundido de persona? — respondió con serenidad, observando a la mujer con curiosidad, mientras volvía a sacar su libro de poesía para leerlo por mientras la chica respondía.

Quedaría allí, contemplando la escena de confusión entre Muki y sus marionetas, totalmente perplejo ante la incapacidad de comprender la situación.- (¿Una mala idea? ¿Muerte?... ¿A qué se refiere? ¿La marioneta? ¿Por qué está sonrojada?... Creo que está completamente fuera de sí)-
Observaría con aguda atención cada detalle y palabra que Muki pronuncia, esforzándome por desentrañar la complejidad de la situación, todo ello mientras sostengo el regalo con cuidado en mis manos. - que.....?- Al no poder entender nada de rendiría con su intento de comprender la situación y simplemente se quedaría estático en su sitio sin decir una palabra.

Tras el monólogo tan peculiar de Muki, finalmente captaría palabras comprensibles dirigidas a Zack, aliviándose al encontrar una conexión con la conversación. -Me llam...... ehhh?- Contemplaba con incredulidad la escena en la que Muki titubeaba con su regalo, confundiéndose ante tal reacción. Un torrente de preguntas invadía su mente: ¿se habría equivocado al seleccionar el regalo? ¿Acaso el chef le proporcionó información incorrecta? Surgía la duda de si aquel obsequio era realmente apropiado o si, de alguna manera, había cometido un error al elegirlo. La confusión se reflejaba en sus ojos mientras intentaba descifrar el motivo tras la reacción de Muki. ¿Quizás había expectativas diferentes? Se preguntaba si el chef le había brindado información errónea sobre los gustos de Muki, generando esta incertidumbre en torno a la elección del regalo. En medio de la perplejidad, se esforzaba por comprender si aquella confusión era producto de un malentendido o si existía un trasfondo más complejo detrás de la reacción de Muki. Mientras tanto, el regalo permanecía en sus manos, transformándose en un objeto cargado de incertidumbre y cuestionamientos sobre la elección del chef y la percepción de Muki hacia ese gesto. - yo imagine que sería un regalo apropiado para la situación , no esperaba que este no fuese de su agrado-En silencio, se limitaría a observar el peculiar diálogo entre Muki y sus clones, ya habituado a la singularidad de su maestra. Renunciando a buscar sentido en aquella escena, optaría por permanecer en silencio, aceptando la extrañeza sin intentar descifrarla más.

Contempla la escena inusual mientras Muki extrae pergaminos sin aparente razón. Con atención, sigue el desarrollo de lo que parece ser un espectáculo digno de Caballeros del Zodiaco, maravillándose ante las armaduras que emergen de los pergaminos para, sorprendentemente, colocarlas en su propio cuerpo.-Debo ir por Sora? Pero...- Expresa sus pensamientos sobre su reciente amistad, reflexionando sobre la situación. La idea de convertirse en el verdugo de su nuevo amigo le resulta inquietante, y aunque podría traerlo de vuelta con vida, la extraña conducta de Muki genera una preocupación constante, temiendo que las cosas puedan tomar un giro negativo, Sin prestar más atención a sus pensamientos se dispondría a aceptar la petición de su maestra -Esta bien , lo traeré lo más pronto posible- Anunció su partida, apartándose con una mezcla de extrañeza y curiosidad hacia la armadura que Muki le había otorgado. Se movía con agilidad, tomándose unos minutos para aclimatarse a la nueva indumentaria mientras buscaba a Sora entre los asistentes de la fiesta.

Última modificación: 16-12-2023, 04:09 PM por Zack Gremory.

Después de deambular durante un tiempo por la fiesta sin encontrar rastro alguno de Sora, la memoria del regalo y las palabras del chef emergieron en su mente. Considerando la posibilidad de que el chef podría haberle dado un consejo equivocado de manera intencionada, decidió seguir sus indicaciones para confirmar si estaba en lo correcto o no, ya estadon en el pequeño puesto del cheff se acercaria a hablar.-He vuelto, y lamentablemente, traigo malas noticias. Seguí tus recomendaciones al pie de la letra, pero mi maestra se enfadó conmigo y arrojó el regalo al suelo. ¿Acaso me has mentido?-Expresaría mi desilusión al chef con cierto tono de decepción.

- cheff:Por supuesto que no, mi recomendación para ti fue la mejor. Los corazones son una representación del amor, y los dulces son el acompañante perfecto junto a un lindo envoltorio para cualquier ocasión. ¿Has hecho algo diferente? Cuéntame, muchacho, ¿qué hiciste? - El chef se quedó perplejo ante las palabras de Zack, ya que no se esperaba un resultado tan inesperado.

- Hice exactamente lo que usted me pidió. Busqué los mejores corazones, los más rojos y frescos. ¿Qué mejor elección que los corazones de lobo? Es un animal majestuoso y poderoso. Además, confeccioné un hermoso envoltorio utilizando pieles y los uní con una cuerda de color rojo. Al regresar a la aldea, compré chocolates, como usted me aconsejó, y se los entregué. Ahora, dígame, ¿en qué fallé?-DIria desconcertado esperadon que sus acciones fuesen las correctas.

- cheff:Dios mío, muchacho, no me refería a esos corazones.- diria perplejo al escuchar las acciones de zack - muchacho me referia a corazones de chocolate , mira como estos de aqui- Diría mientras extrae una caja de chocolates de una estantería detrás suyo y la muestra a Zack. -Tienes suerte de que tu maestra no se haya enfadado aún más contigo. Pobre chica, no vuelvas a hacer ese tipo de cosas chico. A las mujeres no les gusta. Tienes mucho que aprender.- Diría el chef con un tono de desconcierto y seriedad.

- Comprendo. Entonces, fue mi error interpretar correctamente la cultura de las personas. Lamento sinceramente lo sucedido y aprecio sus consejos. Haré mi mejor esfuerzo para mejorar en este aspecto. Le agradezco mucho su orientación. Lamentablemente, ya debo retirarme, ya que tengo una misión que cumplir. - Diría, recordando su misión, y partiría de inmediato en busca de Sora una vez más.

Después de unos minutos, vislumbraría a Sora a lo lejos, entablando una conversación con otra persona. Se acercaría lentamente, y una vez en el lugar, dirigiría una mirada tranquila hacia Sora para luego decir en voz amanle. -Sora, finalmente te encuentro. Nuestra maestra te necesita; me envió a buscarte. Desconozco sus razones, pero afortunadamente, acompáñame. Seguro querrá iniciar el entrenamiento. - Diría, consciente de que su maestra le había entregado la armadura con la intención de llevar a cabo una confrontación, pero albergando la esperanza de evitar tener que luchar contra su amigo. - Por cierto, mucho gusto. Lamento la interrupción, pero es necesario que nos marchemos.- diria a la persona que aompaña a Sora.

Sora, al escuchar la voz de Zack y notar su presencia, alzó la vista del libro de poesía. La sorpresa se dibujó en su rostro al ver la armadura que llevaba puesta su compañero. Aunque no conocía los motivos exactos, supuso que Muki estaría detrás de esa peculiar vestimenta.

Zack le explicó que su maestra lo necesitaba y que debían dirigirse a ella para comenzar el entrenamiento. A pesar de la sorpresa inicial por la armadura, Sora no le dio demasiada importancia. En lugar de apresurarse a seguir a Zack, decidió quedarse donde estaba de momento. No estaba muy ansioso por encontrarse con Muki y prefería disfrutar de la tranquilidad momentánea del festival.

— Entendido, Zack. Iré en un momento. Disfruta del festival por mí. — respondió Sora con una sonrisa, volviendo su atención al libro de poesía. Mientras tanto, observó a Zack.

Eh, eehh, n–. Era lo único que balbucearía ante el chiste de Karai, no sabría cómo responder de inmediato. Ciertamente Atsui y Karai eran ambas dos kunoichis negras, y naturalmente Kurosame era un sujeto de piel azul. No era él quién para juzgar, y sin embargo, aunque no lo admitiría abiertamente, muy por sus adentros, casi inconscientemente, lo sabía. El azul era vastamente superior a cualquier otro color, y no era siquiera debatible.

Pero Karai se rompería el culo de risa, y el tiburón entendería y reiría junto a ella. Pasarían más rato hablando hasta que Kurosame casi perdía la voz, Karai era tan intensa como cien soles, y cada vez más le recordaba más a su otra querida amiga negra.

Tengo certeza que el antiguo susurro de viento y de sal nos reunirá mañana. No faltaré. Diría. Sobrevivir al interrogatorio a Karai le habría requerido superar su tolerancia al alcohol.

Karai partiría, no sin antes depositar un :bsito: en una sonrojada cabeza del traje de tiburón. Marcharía del lugar, un poco confundido ante todo lo que habría ocurrido, y un pensamiento intrusivo cruzaría su ebria mente. ¿Y ahora cómo le explico a Namida que mañana iré a un concierto con una adolescente tetona?

Escucharía atentamente las palabras de Sora, sin comprender completamente por qué tendría que llevarlo a la fuerza. Sin más reflexión, simplemente se colocaría a un lado de Sora, dispuesto a seguir adelante. -Entiendo, parece que tu libro es interesante. Jamás he leído uno así; tal vez debería intentarlo algún día.- Con una mezcla de incertidumbre y curiosidad notable, pensaría en los libros como un reino inexplorado. Se cuestionaría su capacidad para comprender los intrincados temas y tramas complejas que se entrelazan en las páginas,  La duda se transformaría en un desafío queriendo probar sus capacidades  con un buen libro, un deseo de superar la barrera de lo desconocido y sumergirse en la riqueza de las narrativas, alimentando así una llama interior de exploración intelectual. - No obstante, me veo obligado a aguardar en este lugar, ya que no puedo enfrentar a la bestia sin tu compañía. Por ende, esperaré pacientemente a que concluyas tu lectura.-
Experimentando una incomodidad palpable con su armadura recién adquirida, se sumerge en un meticuloso examen de cada pieza de la armadura con una curiosidad creciente. No se limita a la contemplación estática, sino que pone a prueba las mejoras incorporadas al cuerpo con saltos y estiramientos, explorando la nueva sensación de ligereza y agilidad que la armadura proporciona. Cada movimiento es un descubrimiento, una danza de adaptación donde la incomodidad inicial cede paso a una conexión más profunda con la transformadora tecnología que viste.

Sora, mientras sostenía el libro entre sus manos, escuchó las palabras de Zack con una mezcla de sorpresa e interés. La idea de que su compañero no hubiera leído un libro como el suyo le resultó curiosa, pero no pudo evitar sonreír ante la sugerencia.

— Oh, sí, es un buen libro. Si alguna vez te animas a leer algo así, estaré encantado de recomendarte algunos. La poesía puede ser un buen refugio en medio del bullicio, como este festival. — respondió Sora, compartiendo su aprecio por las letras con su amigo.

Mientras Zack hablaba sobre su incapacidad para enfrentar a la "bestia" sin la compañía de Sora, este frunció el ceño ligeramente, preguntándose a quién se refería exactamente como "bestia". Sin embargo, optó por no profundizar en ese tema y centrarse en lo que seguía.

— Claro, tómate tu tiempo. No hay prisa. Además, este libro tiene algo especial, siempre encuentro algo nuevo en cada lectura. — comentó Sora, extendiendo su mano hacia la página donde se había quedado antes de ser interrumpido.

Mientras Sora se sumía nuevamente en su lectura, observó a Zack examinando su nueva armadura con evidente curiosidad. Sonrió ante la imagen de su amigo realizando movimientos para probar la agilidad y ligereza de la armadura. La adaptación de Zack a esta nueva tecnología le pareció fascinante.

— ¿Cómo te sientes con la armadura? Parece que te estás acostumbrando rápido. Aunque, debo admitir que no esperaba verte vestido así en pleno festival. ¿Muki te dio alguna explicación sobre el propósito de todo esto? — preguntó Sora, manteniendo un tono amigable y sin dejar de leer.

Zack, con su armadura, y Sora, con su libro, compartían un momento tranquilo en medio del bullicio del festival, cada uno explorando su propio camino de descubrimiento y adaptación. La peculiar pareja esperaba el siguiente paso de su excéntrica maestra mientras disfrutaba de la peculiar atmósfera del evento.

Mientras ajustaba meticulosamente su imponente armadura, se sumergía en las palabras de Sora con profunda concentración. La mención de poesía intrigaba y perturbaba sus pensamientos, desatando una curiosidad que yacía latente. ¿Poesía? ¿Una forma peculiar de relato? Sin embargo, en ese momento, la comprensión se le escapaba. Aunque desconocía el concepto, optó por dejarlo pasar sin profundizar. -(Poesía? Las personas usan palabras muy raras por aquí. Me cuesta entender lo que dicen. ¿Cómo podrían ser tan diferentes al hablar?)- Pensaría por unos segundos para luego mirar a Sora dejando de moverse. - Por supuesto, me interesan los libros y muchas otras cosas de esta aldea. Hace unas horas, tuve la oportunidad de comer la deliciosa comida de esta aldea en un puesto pequeño cerca de aquí, el chef que la preparó amablemente me enseñó a cocinar. Aunque fue mi primera vez, logré replicar su receta lo mejor que pude. Si estás dispuesto a compartir conocimientos sobre libros, estaré encantado de aprender.- diría a Sora agradecido por su propuesta.

Prosiguiendo con la minuciosa inspección de su armadura, se desplazaría en todas direcciones, atento a cada detalle, cuando de repente, las palabras de Sora captarían su atención, interrumpiendo momentáneamente su tarea. - Esta armadura resulta incómoda, no me agrada en absoluto. Nunca antes había experimentado algo así. Sinceramente, no logro acostumbrarme, aunque debo admitir que me siento más fuerte con ella. Es una sensación extraña. - diría con un tono algo irritado. - Pues cuando me ordeno llevarte con ella menciono que no le importaba si tenía que usar la fuerza , al parecer le urge verte amigo. - Diría mientras se ríe sin darle atención al asunto.

Sora, intrigado por la reacción de Zack ante la mención de poesía, no pudo evitar sonreír ante la percepción del otro sobre las palabras. Las diferencias en los dialectos y expresiones de la aldea resultaban evidentes, pero Sora prefirió no profundizar en ese tema, enfocándose en la amabilidad de Zack y su interés por aprender.

— ¡Claro! Estaría encantado de compartir contigo algunos libros interesantes y enseñarte sobre poesía. Es un mundo fascinante que abre nuevas perspectivas. Y sobre el puesto de comida, ¿probaste algo especial? Tal vez pueda darte algunas recomendaciones. — respondió Sora con entusiasmo, feliz de compartir sus intereses.

Mientras Zack continuaba con la inspección de su armadura, Sora no pudo evitar sentir cierta curiosidad acerca de las mejoras incorporadas a la indumentaria. La irritación de Zack ante la incomodidad de la armadura no pasó desapercibida, y Sora comprendió que la transformación no era tan sencilla como parecía.

— Entiendo que pueda ser incómoda al principio, pero seguro te acostumbrarás con el tiempo. Y sí, definitivamente te hace ver más fuerte. Esa sensación extraña es parte del proceso de adaptación. Estoy seguro de que con el tiempo comenzarás a apreciar sus beneficios. Y respecto a Muki, parece que tiene prisa. Aunque, sinceramente, no me sorprende por como la conocimos. — comentó Sora algo serio.

Para luego proceder a levantarse de dónde estaba sentado y esperar a Zack para seguirlo para ir donde Muki.

Nuevamente dejaría de inspeccionar su armadura para prestar atención a las palabras de Sora. - Por supuesto, no tengo mucha experiencia con libros, así que sería genial si pudieras explicarme cómo funciona ese mundo; suena realmente intrigante. - Diría a Sora con emoción y desconcierto en sus palabras. - Recuerdo que se llama Ramen, muchas de las cosas que utilicé para su preparación ni siquiera las conocía. Sin embargo, el resultado es delicioso. Planeo dedicar más tiempo libre a aprender con el chef, conocer nuevas recetas que pueda preparar en medio del bosque y espero mejorar mis habilidades de cocina mientras. Estoy ansioso por descubrir las delicias que puedo crear con ingredientes que encuentre en el bosque.- Diría con alegría a Sora -.

Habiendo concluido su observación de la armadura y perdido el interés en la peculiar vestimenta que llevaba, dirige su atención nuevamente a Sora. - Prefiero mi propia vestimenta. Esto resulta incómodo, y supongo que la Bestia de tetas grandes me la arrebatará apenas regresemos. Afortunadamente, no la tendré por mucho tiempo. Sería un  fastidio tener que cargar con esto constantemente.- Diría a Sora con un tono de alivio en su voz puesto que la idea de tener es armadura siempre no le agradaba. -Parece que ya estas listo , estuvo bien la lectura?  - Diría mientras empieza a caminar junto a Sora en dirección de Muki.

Sora asintió con una sonrisa, comprendiendo la curiosidad de Zack sobre los libros y la poesía. — Claro, no hay problema. Puedo explicarte algunos conceptos básicos y recomendarte libros que podrían interesarte. Es un universo fascinante que seguro disfrutarás explorar — respondió con entusiasmo.

Al escuchar sobre la experiencia culinaria de Zack con el ramen, Sora no pudo evitar sonreír ante la alegría del ninja por descubrir nuevos sabores. — El ramen es una elección excelente. Y aprender a cocinar en el bosque suena emocionante. Si alguna vez necesitas consejos o quieres compartir recetas, estaré encantado de ayudarte — ofreció Sora, apreciando la disposición de Zack para aprender.

Respecto a la armadura, Sora entendió la incomodidad que sentía Zack. — Entiendo que prefieras tu propia vestimenta. Las armaduras pueden ser algo restrictivas al principio. Pero seguro Muki tiene sus razones para pedirte que la uses. A veces, nuestras mentoras tienen métodos peculiares — comentó con una leve risa.

La pregunta de Zack sobre la lectura de Sora fue recibida con una expresión tranquila. — Sí, fue una buena lectura. Pero estoy listo para lo que sea que Muki tenga planeado. ¿Vamos entonces? — respondió Sora, poniéndose de pie y esperando a Zack para que indique a dónde ir.

Caminando a la par de Sora, permanecería atento a las delicias culinarias del lugar preguntandose si algun dia el tanbien podra preparar los platizos que esta viendo y al vibrante ambiente generado por la alegría de las personas. En medio de la bulliciosa celebración, me preguntaría si existen libros que profundicen en las festividades locales. -Por supuesto, estaré encantado de ayudarte. ¿Qué tipos de libros existen  y sobre qué temas hablan?- diria con intriga.

Al abordar el tema de la comida, experimentaría una sensación de mayor comodidad, ya que se trata de un entorno que conoce mejor debido a su experiencia previa con el ramen.-En el bosque, los ingredientes son más limitados en comparación a este lugar. Solo encuentras cosas básicas, y no todos en el mismo lugar. No tienes acceso a ingredientes tan fundamentales como la sal, que aporta mucho sabor. Así que no estoy seguro de poder cocinar de la misma manera que lo hago aquí en ese lugar.- diria un poco preocupado por este problema.

Se estiró una vez más en un intento de encontrar comodidad dentro de su armadura, pero a pesar de sus movimientos y estiramientos, no logró conseguirlo de ninguna manera. Esta situación empezó a frustrarlo un poco. - Bueno, la ropa que he confeccionado por mí mismo es suave y resistente. Sin embargo, con esto siento que mi movimiento se ve limitado, no puedo moverme con la misma normalidad. La única razón por la cual sigo usándola es porque ella me la dio , todo lo que se hasta ahora lo aprendi solo asi que no se si esto es un comportamiento raro en un maestro.-Avanzaba con paso ligero, su mirada curiosa explorando cada rincón del entorno. En el transcurso de su trayecto, se encontró con un animado puesto de Dangos, cuya presencia deslumbró sus sentidos. La irresistible promesa de su exquisito sabor capturó su atención de inmediato. Sin perder un instante, se vio impulsado por el deseo irresistible y se lanzó en una carrera efusiva hacia el puesto.

La iluminación del lugar realzaba la variedad de colores de los Dangos, creando un espectáculo visual tentador. El aroma dulce y reconfortante llenó el aire, intensificando aún más la anticipación de cada bocado. Entre risas y charlas animadas de quienes disfrutaban de estas delicias, se sumergió en el bullicio con una sonrisa juguetona.

Finalmente, llegó al puesto, donde la elección entre las diferentes variedades de Dangos se convirtió en un dilema agradable. La textura suave y esponjosa de estas delicias tradicionales japonesas prometía una experiencia culinaria inigualable. Con entusiasmo palpable, seleccionó cuidadosamente sus Dangos, ansioso por deleitar su paladar con cada mordisco.

Antes de que el joven de cabello blanco pudiera responder, Karai ya se había dado cuenta. Por mucho que se pareciera a simple vista, él no era Gojo. Y sonrió y agachó la cabeza, porque le había hecho gracia equivocarse así, se sintió bastante tonta.

—Lo siento —se disculpó—. Sí, te confundí con otra persona.

Karai iba a seguir hablando, ya que el libro que el albino sostenía entre sus manos le llamó la atención y quiso preguntar de qué se trataba. Pero justo entonces, otro muchacho se hizo presente en el lugar. Le dijo a Sora que lo habían enviado a buscarle, y se tomó el tiempo de dirigirse a la morena y disculparse por la interrupción. Karai negó con la cabeza y le sonrió amablemente. Después de todo, ni conocía al muchacho que tenía en frente.

Sora respondió a su compañero diciéndole que lo alcanzaría luego, pero el otro se negó a continuar sin él y tomó asiento a su lado, e intercambiaron algunas palabras más bajo la mirada expectante de la curiosa morena.

—¿Enfrentar a la bestia? —se preguntó, desconcertada, exteriorizando su incertidumbre tan solo con un gesto, arqueando las finas cejas. Pero no quería ser entrometida y quedarse a participar de converasiones ajenas -mentira, si quería- por lo que decidió ser educada y retirarse—. Bueno, los dejo, regresaré a la fiesta —le dijo a ambos, y otra vez reanudó su andar arrastrando la guadaña, dejando atrás al duo de jóvenes para que siguieran con lo suyo.

Sora, caminando a la par de Zack, le escuchaba con atención mientras exploraban las delicias y la animada atmósfera del festival. Ante la pregunta sobre los libros, Sora, con su característica disposición a ayudar, respondió: 

— Hay libros sobre prácticamente todo. Desde leyendas locales hasta recetas de cocina. Podría ayudarte a encontrar algo interesante que te atrape, solo dime más específicamente qué te gustaría explorar — decía Sora tratando de insentivar al salvaje a la lectura.

Al abordar el tema de la comida y el bosque, Sora asintió con comprensión. — Entiendo, debe ser todo un desafío cocinar en esas condiciones. Pero quizás podrías experimentar, encontrar nuevos sabores incluso con ingredientes limitados. La creatividad en la cocina puede llevarte a descubrir combinaciones únicas. — seguía civilizando al salvaje.

La frustración de Zack con su armadura no pasó desapercibida para Sora. — Puede ser complicado acostumbrarse a una armadura, pero si sientes que limita tus movimientos, podrías considerar ajustarla. La comodidad es esencial en el combate. — Sugirió con un tono algo molesto, porque ya era la milésima vez que el salvaje insistía con su incomodidad en la armadura.

Cuando Zack se dejó llevar por el aroma irresistible de los Dangos y se lanzó hacia el puesto, Sora sonrió ante su entusiasmo. — ¡Buena elección! Los Dangos son una delicia. Espero que disfrutes cada bocado. — Comentó con una risa ligera mientras observaba a su compañero sumergirse en la experiencia culinaria.

Sora, aprovechando el ambiente festivo, buscó su propia distracción y se acercó a un puesto cercano de máscaras y disfraces. La variedad de opciones desafió su decisión, pero finalmente optó por una máscara de zorro con detalles dorados. La sostuvo frente a su rostro por un momento, imaginando el toque misterioso que añadiría a su atuendo.

La noche avanzaba, y el festival seguía ofreciendo un caleidoscopio de experiencias. Sora, junto a Zack, continuó explorando los diferentes rincones, disfrutando de la diversidad y la alegría que envolvía el evento de Halloween en Ichigan.

Los ojos de la Chikamatsu estaban totalmente atentos ante las palabras de la joven pelirroja, quien hablaba con nerviosismo, demostrando sus emociones en cada palabra, mientras Muki simplemente se acercaba a ella sutilmente... cosa que la puso aún poco más nerviosa... un nudo en su estómago se empezaba a formar, estaba nerviosa... todo lo que la joven estaba intentando decir era algo... espectacular... la araña en el hombro de la morenita empezaba a sonrojarse y a mirarlas a ambas, primero a Muki y luego a Akami, sonriendo y ocultando su boca tras sus patitas, ante la última frase de Akami... una propuesta de matrimonio...

Akami, quien de por sí era insegura de sí misma y más cuando hablamos de estos temas, por un momento sintió una gran felicidad ante la primera reacción de Muki pero... ¿Decir la verdad? ¿A qué se refería aquella araña? ¿Por qué la expresión de Muki cambio repentinamente? ¿Que quería decir?... Todas esas preguntas se habían formulado en su cabeza en tan solo un segundo... Aquella expresión dulce y amorosa rápidamente se tiñó de confusión y preocupación... ¿Acaso... Acaso se había equivocado sobre las intenciones de Muki? O... ¿Acaso la contaría solo la veía como un juguete?...

- Supongo que de nuevo... Me equivoqué...- murmuraría para sus adentros antes de que fueran interrumpidas por la presencia de un chico que se presentó como alumno de Muki y la reacción evasiva de la morena fue rápida... Dejó sola a la pelirroja durante unos momentos... Pero... Eso no le importaba realmente... Desde el momento en que la expresión de Muki cambio había empezado a reflexionar sobre las palabras que hacía muy poco había dicho- De verdad... No puedo ser más patética...- se dijo para sus adentros mientras miraba a la morena a la distancia- Es obvio que no me aceptará como esposa... Yo... yo... Soy una total estúpida...- esa y muchas cosas similares se repetía constantemente para si misma...

- Yo... yo... Solo debería... Dejar a un lado eso... Claro que duda... Por mi culpa la persona que ella amaba... No está con ella...- mientras aquellos recuerdos tan amargos y horribles pasaban por su mente sus ojos empezaban a humedecerse lentamente y sus labios a temblar ligeramente... Quizás... Que Muki la hubiera rechazado directamente le hubiera dolido menos... Después de todo ya se había acostumbrado a eso...

- Saito no puede volver con ella y yo... yo... ¿Le propongo que se case conmigo?- justo cuando esa pregunta se formó en su mente una lágrima totalmente formada se deslizó por su mejilla y termino desprendiéndose de la misma hasta caer sobre su falda- Seguramente eso fue un gran insulto para ella...- una tras otras aquella lágrimas caían en un llanto silencioso... No había jadeado, no había soltado ni el más mínimo ruido de llanto... Simplemente sus lágrimas caían mientras su cabeza mirada hacia abajo...

Pero tan pronto como pudo escuchar los pasos de Muki volver, limpio sus lágrimas rápidamente con la tela de aquel disfraz, más específicamente en la parte de las mangas largas- Solo... Intentaré hacerla creer que era broma...- pensó antes de mirar a la morena cuando está volviera... Lo que intentaría evitar... El contacto visual...- Masuta... Es una linda noche...- diría desviando la mirada en dirección al cielo... El anochecer era hermoso... Le recordaba a aquella noche que compartió con Saito por primera vez- Es una hermosa luna...- algo era obvio... Sus ojos seguían húmedos... Y su voz estaba quebrada y triste...

Narro/Pienso/Hablo/Técnicas

Pasivas

Especialización en Ninjutsu

Rango D

Aprendida en 2023-01-28 23:13:20

ID: ESPENIN

PERSONAJE

Los especialistas en Ninjutsu verán una mejora referida a todos los jutsus de esta rama, ya sean de Clan, Maestría o Técnicas Generales del foro.

Reducción de coste: -5 de Chakra a Ninjutsus (Mínimo 5 de Chakra)
Aumento de Daño y Resistencia: CCK/6 de daño

Además de esto, la especialidad de Ninjutsu tiene dos vertientes, Ninjutsu - Estilo Ofensivo y Ninjutsu - Estilo Cauteloso, a elegir entre una de las dos.

Ninjutsu - Estilo Ofensivo

Rango D

Aprendida en 2024-06-30 20:03:52

ID: ESTIFOR

PERSONAJE

Todos los Ninjutsus se verán beneficiados por este estilo, ya sean de Clan, Maestría o Técnicas Generales del Foro.

Reducción de Coste: -
Aumento de Daño: CCK/6 de Daño y Resistencia a Jutsus
Ejecución: +5 de Daño

Maestría: Ninshu

Rango D

Aprendida en 2023-05-15 11:00:15

Requiere Especialización en Ninjutsu

ID: NIN

PERSONAJE

El ninja obtiene un elemento extra gratis.

+10 de daño y -5 de coste a las técnicas elementales (ya sean elementos básicos o avanzados).

Chouju Giga

Rango D

Aprendida en 2023-01-21 18:20:54

ID: EMA101

EMAKI NINPō

PASIVA

Se trata de una habilidad innata, por la cual el personaje es capaz de utilizar tinta infundida en chakra para hacer que los dibujos que traza sobre sus pergaminos cobren vida. De esta forma, en el momento en que salen del papel, crecen a un tamaño natural y actúan mediante la voluntad del usuario. Para poder hacer todo esto, el usuario emplea unos pergaminos especiales hechos únicamente para ser utilizados mediante esta disciplina. No es posible comprar ni fabricar más, y únicamente sirven para las técnicas que utilizan tinta. Poseen una cualidad que los hace únicos: dejan que el chakra se desplace sobre ellos. Son, en cierto modo, similares a los pergaminos Uzumakis.

Dependiendo del rango del usuario, este tendrá una cantidad límite de pergaminos por combate:

Rango D: 5 Pergaminos
Rango C: 8 Pergaminos
Rango B: 10 Pergaminos
Rango A: 20 Pergaminos
Rango S: 30 Pergaminos

La interrupción de ese niño solo causaba molestias en este momento… Akami se le había propuesto y este llega con un regalo de sangre… - tsk… en que estaría pensando ese niño – diría, mientras caminaba de vuelta con Akami – hey, ella está llorando – dijo Kumoko, mientras se escondía dentro de los pelos de Muki – haz como que no estoy, quizás me pego una siesta – maldita araña… - diría rascándose la cabeza mientras avanzaba hasta Akami, quien se secaba las lágrimas…

Un silencio incomodo se generó, mientras esta desviaba el tema… Muki no paraba de mirarla a la cara, esta vez con algo más de rabia que antes – niña tonta… ya te he dicho que no me gusta que me hables así – dijo, mientras tomaba sus dedos de su mano y se los sacaba, para tirarlos frente a Akami – el otro día me corte mi mano original por error, perdón, no debí, lo sé, pero un anillo en esta mano se verá feo – dijo, mientras se acercaba a Akami – además, no te lo he dicho, pero el otro día te vi en los juegos de Jack, estuviste fantástica contestando todas esas preguntas… yo perdí en la segunda ronda. ¿Sabes? Era la Viuda, eso de que contestaran que era el padre fue una mierda, quien queda en la casa cuando se muere el padre y el hijo es la viuda… aaah… coño… no sé cómo decir esto – dijo rascándose con más furia la cabeza – mira, lo que pasa es que experimentaron conmigo, me sacaron los órganos… ah así es peor… - decía, para luego mostrar su mano y señalarla – no soy normal, y aun no sé qué putas es esto – dijo, tirando de uno de los hilos del interior, mientras en su rostro se veía la desesperación por tratar de comunicar algo… - lo que quiero decir es que, quizás tu no quieras estar con un bicho raro como yo… - decía, ocultando la cara y sentándose en esa banca donde Akami estuvo originalmente… - soy un experimento raro de una puta reina araña que no quiso perderme… o al menos, eso me explicaron… - los pensamientos revueltos de Muki y ese afán de esconder su rostro eran raros de ver… pero era la segunda vez que Akami sería capaz de verlos… estaba tan desesperada... que hasta se jalo los hilos que zurcían su rostro... - perdón, soy una tonta… recapitulemos… no te merezco… ni siquiera soy humana… creo…

- Master of puppets, I'm pulling your strings -

The Devil

Ficha de Kumoko
Chunchunmaru

En la penumbra de la noche, llega guiado por el murmullo distante de risas y la melodía sutil de la música festiva. Sus pasos resonaban en el pavimento mientras avanzaba hacia un resplandor de luces parpadeantes y sombras danzantes. Al llegar a la entrada, fue recibido por un arco decorado con calabazas iluminadas y esqueletos colgantes, anunciando la entrada a una fiesta de Halloween como ninguna otra. -Tal parece que las fiestaas por aqui nunca acaban siempre se ve muy alegre el lugar-

La atmósfera estaba cargada de energía, una mezcla de anticipación y misterio. El hombre se encontró inmerso en un mundo de maravillas macabras y delicias tentadoras. Los aromas embriagadores de manzanas acarameladas, chocolate caliente y especias de calabaza llenaron el aire, guiándolo hacia mesas repletas de delicias culinarias.-El aroma que envuelve este lugar es simplemente fascinante. Me doy cuenta de que hay platillos que aún no he tenido el placer de probar. Sería maravilloso si el chef pudiera compartirme sus secretos culinarios y enseñarme a preparar más de estas delicias.-

Entre risas y susurros de conversaciones disfrazadas, el hombre exploró el lugar, maravillándose con la creatividad de los disfraces. Brujas, fantasmas, criaturas míticas y héroes oscuros daban vida a la fiesta. Se topó con un rincón donde se llevaban a cabo actividades espeluznantes, tallado de calabazas, adivinación y un laberinto de sustos que desafiaba incluso al más valiente.

Los colores vibrantes de las luces parpadeantes pintaban sombras inquietantes en las paredes, creando un ambiente enigmático y festivo. Un escenario iluminado albergaba a músicos enmascarados que tocaban melodías embrujadoras, sumergiendo al hombre en un trance temporal.

Cautivado por el bullicio de la multitud, decidió sumergirse aún más en la experiencia. Probó exquisitas golosinas temáticas y participó en juegos de destreza, donde las risas y los chillidos de emoción se mezclaban en una sinfonía única. Mientras vagaba por el laberinto de actividades, el hombre se perdió entre la magia de la noche de Halloween.

La fiesta, como un cuento encantado, le brindó al hombre una fuga temporal de la realidad, sumergiéndolo en un mundo donde lo extraordinario y lo sobrenatural se entrelazaban en una danza fascinante. Al final de la noche, cuando las luces se desvanecían y las risas se desvanecían, el hombre se retiró con el corazón lleno de recuerdos de una celebración que trascendía lo común. En sus pasos de regreso a la oscuridad, llevaba consigo el encanto efímero de una noche mágica de Halloween.

Última modificación: 20-12-2023, 12:46 PM por Zack Gremory.

Tras un extenso paseo por la fiesta, decide regresar a la puesto de venta del el chef. Nota que su conexión como aprendiz y maestro está progresando cada vez más, se siente seguro en sus habilidades y se considera a sí mismo como un aprendiz muy bueno.¿Qué estará haciendo el chef? Tal vez tenga mucho trabajo. Ummmmmm, no sé si sea buena idea ir a molestarle-Diría para sí mismo, sin dejar de caminar hacia la cocina del chef, pues tenía muchas ganas de aprender a preparar un nuevo plato.



al llegar al puesto del chef este lo recibió con una sonrisa cálida mientras preparaba la comida de sus clientes. -Aqui otra vez muchacho ? que hiciste esta vez ? jajaja.-Diría en tono burlón a Zack, pues este le entretenía mucho con sus ocurrencias y su peculiar forma de actuartuar.



Con incredulidad, no entendería el chiste y reiría incómodamente al escuchar al chef mientras lo ve trabajar.-Esta vez no he hecho nada. A mi maestra no le importó mucho lo que pasó y parece que no tendré problemas. Mi razón de venir es otra. Quería saber si puede enseñarme más sobre sus habilidades de cocina, más específicamente sobre ingredientes.-Diría al chef mientras lee las etiquetas de las especias con curiosidad.



- El chef, entre risas, continúa su labor culinaria mientras observa al aprendiz con complicidad. -No fue suficiente el ramen? Mmmm, está bien muchacho, pasa. Te enseñaré algunas cosas. -El chef, entre risas, comentó mientras abria la puerta de la cocina para deja que zack entre.


ingresó emocionado a la cocina, observando con fascinación todos los ingredientes y utensilios que se encontraban a su alrededor. El chef, mientras continuaba con su labor, comenzó a hablar en voz alta.- La clave de una buena cocina está en conocer a fondo tus ingredientes. Aquí, por ejemplo, tenemos una variedad de especias. Cada una aporta un toque único a los platillos. ¿Has probado alguna vez a experimentar con mezclas de sabores? -preguntó el chef, notando el interés en los ojos de Zack.

-Conozco algunas pero solo las mas comunes , tienes algunas aqui que nisiquiera se su abor-

mientras tanto, la cocina se llenaba de aromas deliciosos por la comuida que el chef estaba preparando.

¿Que podía ser más acorde a las fiestas que un demonio merodeando por los pasillos de las cavernas, recorriendo las cámaras subterráneas y alumbrándome solo con el fuego que manaba de mi propio cuerpo? Mis vestimentas rojas de los shinobis de Iwa cubrían bien mi piel carmesí, ocultando parte de mi boca y dejando sólo mis ojos rojos que resaltaban entre lo carmesí.

Había sido un quilombo, había sido una temporada de fanfarria en donde los Iwanos iban y venían por doquier. La fuerza del espíritu de Iwa, el corazón de la tierra, era aún muy dura y eso se veía en su gente.

Caminando por los techos, avancé por encima de los mercados, observando todo hacia abajo para verificar que el orden prevaleciera.

Incluso si en estos momentos ocurriera algo, la enorme cantidad de shinobi presentes sería una respuesta segura y una sentencia para cualquiera que intentase perturbar la paz.

Me habían engañado hace poco con la prueba de Hachishaku sama, y las asambleas del clan eran aburridas, así que busqué algo con que entretenerme. Si no hubiera sido por la música y los olores, habría sido un día cualquiera.