Ya en el monstruo, Yusuke se complementa con el viejo, aprovechando la oportunidad que él crea. Es importante destacar que la caña dorada tiene una especie de cooldown de unos cuantos segundos, o sea que no puede atacar una y otra vez como si de un bombardeo se tratase. La bestia marina se eleva, aunque la mitad de lo esperado por el genin. Su tamaño y peso son excesivos para el control de chakra que maneja actualmente, pero eso logra desestabilizarlo e impedir que siga atacando a diestra y siniestra con sus bolas de agua.
— Sus piernas. Si logramos derribarlo le será casi imposible levantarse, sobre todo cerca de la orilla donde no está muy hondo y no podrá simplemente caer a las profundidades donde no lo podremos atrapar.
El viejo se encarga de responder y darle información vital a Yusuke. Desconoce si los otros dos alcanzan a escucharlo desde sus posiciones, dependerá de qué tan atentos estén. Si no, el muchacho que parece inspirado en un dragón puede alzar la voz y transmitirles la información. Aunque segundos de descanso no hay, pues el monstruo parece querer aplastar con todo el fuuton de Yusuke, pero el jutsu de Asahi aparece para emparejar las cosas.
En los ojos del enemigo se ve cierto miedo, pues por primera vez en su vida experimenta la sensación de no ser el cazador sino la presa. Sin embargo, esto en vez de provocarle un instinto de huida, lo potencia más todavía. Lanza un rugido que provoca dolor en los oídos de todos los presentes, incluso en la gente del pueblo, uno que está a punto de presenciar un suceso histórico en el mundo de la pesca: el legendario monstruo del Lago Ness está a punto de caer.
— ¡Eso! ¡Ya es nuestro! ¡Serás mío, pez tonto! — El anciano, quien probablemente no pase este año de vida al estar dando sus últimos respiros, es quien se muestra más emocionado. Está a nada de cumplir el sueño de su vida y sus antecesores. No puede bajar el ritmo ahora.
Nuevamente la caña de pescar sale disparada, pero esta vez a la zona baja del cuerpo, queriendo de a poco destruir ese equilibrio que le caracteriza pero le complican los movimientos del dúo varonil del equipo. Eso sí, esto no es suficiente para derribarlo. La idea sería apuntar abajo para luego noquear desde arriba, pero esta es una respuesta que deben encontrar los mismos genins. El viejo lo sabe, pero usar una caña tan mítica le consume mucha energía, por lo que su capacidad de habla se ve perjudicada.
A lo lejos, desde atrás, se escuchan muchísimos gritos de aliento. El pueblo observa la escena y grita como un coro: ¡Ninjas! ¡Ninjas! ¡Ninjas! Un aliento que puede inspirar a nuestros protagonistas, sobre todo cuando el jutsu de Yusuke deja de tener efecto, desapareciendo y sucumbiendo hacia su víctima. Esto también ayuda a que la bestia pueda confrontar a la serpiente acuática.
Está distraída, es la oportunidad.