09:00 a. m.
Narrador.
Incluso en tiempos dominados por el miedo el espíritu revolucionario de la sociedad puede levantarse. Quizá no se buscará cambiar todo el panorama, pero sí dentro de un contexto específico. Esto es lo que ha sucedido últimamente en las fábricas armamentistas del viejo País de la Tierra. Desde hace un tiempo que la clase obrera se ha visto en malas condiciones laborales, pero la costumbre hizo que se mantuvieran callados y simplemente aceptaran la vida que les tocó. Sin embargo, un pequeño grupo de rebeldes aprovechó la pequeña chispa para provocar un auténtico estallido. No sabe quiénes son ni dónde están, la historia solo dice que están en algún sitio detrás de escena. ¿Cuándo aparecerán? Esa es la principal incógnita.
Ha habido huelgas y manifestaciones los días anteriores. Hasta el momento, nada malo ha pasado. No hay víctimas ni enfrentamientos, pero los mandamases de la aldea temen que esta “paz” acabe uno de estos días, sobre todo teniendo en cuenta que cada día la intensidad aumenta un poquito. En otras industrias intentó levantarse el mismo movimiento, pero no prosperó. Solo en esta, una de las principales, los trabajadores no consiguen llegar a la calma. Siendo sinceros, los jefes tampoco han buscado entregarles lo que quieren para hacer una tregua. Juegan y compiten a ver qué bando se rinde primero. Grave error.
¿Cuál es el principal miedo? Es una fábrica de armas. De haber una pelea multitudinaria, los resultados pueden ser fatales. Por eso es que se enviaron a distintos ninjas a vigilar la manifestación y asegurarse de que todo suceda con orden. Por lo mismo, no llegaron al lugar ninjas comunes, sino algo experimentados. Tampoco fue a la fábrica el hijo de Gokú, puesto que son solo trabajadores, pero el nivel de fuerza no se podía subestimar.
Sin embargo, aquel grupo rebelde que trabaja desde las sombras también buscó conseguir refuerzos. No lo hicieron ellos directamente, pero sí a través de un mensajero. Este fue el encargado de informarse sobre posibles individuos que quieran apoyar la causa y poner su fuerza al servicio de la clase trabajadora en este día que podría ser clave en el inicio de un nuevo proceso dentro de la aldea. Obviamente también pueden fracasar y hundir aún más sus opciones de resurrección en este mundo dominado por el fallecido Dios.
Así fue como una carta fue llevada hasta esta gente que quiso atreverse a proponer un cambio y ayudar a los trabajadores: Kia, Shiryu, Ryata, Toge, entre otros. ¿Estarán listos para afrontar las consecuencias y el peligro que esto conlleva?
“Compañeros, no teman. Pueden dudar, pueden creer que no hay oportunidad de ganar, pero aquel que no se rinde jamás será un perdedor. Este día podemos causar un cambio, finalmente regresarle algo de dignidad a los nuestros. No podemos perder esta oportunidad. Las armas están a nuestro favor y ellos solo mandaron ninjas de rango medio. Nos subestiman, no creen en nuestra fuerza. Solo quieren ser precavidos, ahí es donde debemos atacar. La lucha apenas comienza.”
Podría decirse que el contenido del papel era breve, pero expresivo. Quería transmitir motivación, energía. Lo curioso es que directamente decía que deberían pelear. ¿Acaso perdieron la fe en conseguir algo con el movimiento de manifestación? Lleva varios días y no hay avances, la confianza y la esperanza comienzan a disiparse.
Ya estamos en el tan esperado día y en la famosa fábrica. Nadie trabaja ni cumple con su labor. Todos se encuentran de pie golpeando los muebles y las máquinas. Esto no con la intención de destruirlas y dañarlas, sino que simplemente querían hacer ruido. El principal lugar de producción se encontraba en una planta donde, si veían hacia arriba, en el piso superior se encontraban las oficinas de los jefes. Nunca les habían visto el rostro ni nada, solo veían sus siluetas entrar ahí. A pesar de todos los gritos pidiéndoles que se muestren, no han hecho movimiento alguno. Esto también molesta a la multitud, pues se sienten ignorados.
A los costados también hay pisos superiores. En escaleras se encuentra el sitio rodeado de estos ninjas enviados para mantener el orden. En sus miradas se notaba cierto odio hacia los del bando enemigo. Algunos inclusos reían, como si se burlaran de los manifestantes. Quizá el enviarlos consiga el efecto contrario. Aún hay muchos misterios detrás de esta puesta en escena. ¿Nuestros protagonistas podrán dar con el fondo de todo?