[SIMPLE - D] AYUDA AL VENDEDOR AMBULANTE.
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Última modificación: 29-10-2022, 12:49 AM por Toge Ichigi.
10 de Enero del 42 DP 
9 am
Puertas de la ciudad Moeru



Una mañana temprano, en la ciudad de Moeru. El señor Nagamuchi estaba sentado en sobre su carruaje, fumando con una pipa de madera y leyendo el periodico matutino. Se trataba de un señor de unos cincunta y tantos con barba larga y rubia, de nariz roja pelo corto y algo obeso. Vestía un chaleco rojo con una remera y gorra blancos. El carro se encontraba lleno hasta el tope con cajones de frutas y verduras diversas como tomates, lechugas y zanahorias. También traía 4 barriles, los cuales parecían traer vino o alguna bebida similar. Al frente había dos caballos marrones atados al carro
Nagamuchi

Una semana antes, el viejo había enviado una carta a Nokoribi solicitando ayuda para trasladar una carga de alimentos desde Moeru hasta la ciudad de Nokoribi. La cita era a las 9 de la mañana en las puertas de la ciudad y a su vez el viejo añadió una breve descripción de su carro y lo que transportaba, con el fin de hacer más facil el encuentro con los ayudantes que vinieran. 
A esa hora de la mañana los comerciantes abrían sus puestos y muchas personas iban y venían. Algunos guardias revisaban los documentos de los turistas. Incluso uno se detuvo a inspeccionar la mercancía del viejo pero al ver las frutas más algunos Ryos que le tiro el señor, perdió el interés y siguió su camino. El comerciante se veía tranquilo, como si ya hubiera hecho la misma tarea miles de veces, pero se mantenía alerta, revisaba los alrededores con la mirada y de tanto en tanto revisaba su reloj de bolsillo a la espera de los mercenarios que contrató. 
OFF
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Última modificación: 29-10-2022, 03:15 AM por Kimi Yamanaka.
Aquella mañana Kimi Yamanaka se enfrentaba a su primera misión, su colaboración con Nokoribi era difícil de explicar debido a su complicado pasado y a los caprichosos giros del destino. Toda ella era un misterio, poca gente podía tener algún tipo de referencia sobre ella, mucho menos en Moeru, y su mirada atenta y recelosa no invitaba a indagar en una kunoichi tan intrincada como ella. Tan temprano y ya estaba alerta, casi como si le gustase estudiar a cualquier transeúnte, aunque fueran dos ancianas paseando, o unos niños pequeños correteando, ella haría lo que fuese necesario para sentir que encajaba en la vida cotidiana de la gente de Moeru. La discreción era su mejor carta de presentación.

La rubia había sido puntual y previsora, pues había pasado la noche en un humilde hostal de Moeru desde la noche anterior al momento de la misión, con intención de estar fresca como una flor para su primera misión. Sin embargo, como ya era habitual en ella, no había pegado demasiado el ojo, no dejaba de preguntarse cómo de rentable sería el porte para alguien que, según la información que ella manejaba, se dedicaba al comercio y transporte de frutas y hortalizas.

-Espero que no pretenda que trabaje como un mozo de carga…- Pensó la rubia mientras divisaba al hombre que suponía que la había contratado para su escolta hasta Nokoribi. Tras unos momentos entretenida con las comprobaciones de las puertas de Moeru la rubia se plantó frente al carro de caballos.

-Buenos días ¿Este es el carro que se dirige hasta Nokorobi?- Preguntó educadamente al anciano, aunque por su tono no parecía que la chica estuviese especialmente entusiasmada con aquel encargo. Mientras esperaba la respuesta del anciano la chica escrutaba el carro con la mirada, sobre todo el estado de los caballos. -Parece que todo está correcto, los caballos mantienen la cabeza en alto, no parecen cansados ni sedientos…- Pensó para sí misma tratando de ser previsora ante cualquier posible contratiempo antes de que llegase el momento de partir, pero sin perder la atención del anciano.

Off: Kimi tiene la apariencia que se ve en el avatar, su rostro está cubierto por esa prenda ajustada negra, así que no es especialmente alguien muy reconocible, ni siquiera para otros ninjas de Nokoribi.
[Imagen: dbycrir-05549e3f-81f0-47e4-8aa4-ab7f679cbe8f.jpg]
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Luego de aquella noche de haber estado reunido con su trío de amigos, Ganryu, junto con Kaito, tomaron interés en los comentarios hechos por el dueño del puesto de comida, algo sobre un conocido necesitando ayuda para transportar alimentos de Moeru a Nokoribi y que quizás la ayuda de jóvenes como ellos sería perfecta para el trabajo. El Akimichi se había emocionado de inmediato, por fin podría hacer algo siempre y cuando sus padres le diesen el visto bueno, por otra parte, más allá de quizás la muestra de interés del Nara, Adan parecía no querer participar, diciendo que tenía otras cosas de las que ocuparse.

Por muy extraño que aquello hubiese sido, el peli naranja no le prestó mucha atención, después de todo, cada quien tenía sus cosas en su cabeza y no siempre podrían estar juntos. Con esto en mente, partió junto con Kaito a la ciudad Moeru para estar justo a tiempo y descansados para comenzar la misión de regreso a Nokoribi, una ardua tarea sin lugar a dudas para alguien tan “fuera” de forma como Ganryuu; mismo que durante el camino comió al menos dos cajas de mochis que había comprado para “compartir”.

Habían llegado entonces a la ciudad Moeru con un día de antelación, ubicando entonces una posada en donde pasar la noche, nada del otro mundo, ni tampoco algo extravagante, pero lo suficientemente cómodo como para estar completamente descansados para el largo camino de regreso.

—Extrañas encomiendas estas de hoy en día, ¿no crees, Kaito? —Preguntó el Akimichi a su compañero Nara mientras caminaban a donde se supone que se encontrarían con el cliente— Quiero decir, pudo haber contratado personas de aquí, de ciudad Moeru, pero en vez de eso pidió ayuda en Nokoribi, supongo que esta comida debe ser muy importante, ¿qué dices? ¿Crees que podamos probar un poco? —La boca de Ganryu se aguó y sus ojos empezaron a desprender un extraño brillo de emoción por una idea que solo él se estaba pintando en su cabeza.

La caminata no fue larga, llegando a las puertas por donde habían entrado hace un par de horas atrás, allí se encontraba un carro similar al descrito en la petición de personal, encima de él, un señor con pipa se hallaba mirando hacia los lados, como esperando a alguien, o nervioso, junto a él también se encontraba alguien más, una rubia de largas coletas con el rostro cubierto, su figura definida le daban el aspecto de luchadora nata, algo que intimidó en gran medida al peli naranja, quien rápidamente sacó una bolsa de golosinas de uno de sus bolsillos.

—Supongo que no seremos solo tú y yo… —Comentó, un tanto desilusionado y ahora nervioso. Nunca había trabajado con alguien del sexo opuesto y menos con alguien tan, intimidante, como se veía de lejos la fémina.

Al llegar, no estaba muy dispuesto a hablar, por lo que trataría de que el Nara hiciera su parte, pero si aquello no sucedía, solo diría: —Mi no-nombre… —miraría de reojo a la chica y voltearía la mirada rápidamente de vuelta al viejo si sus miradas se topasen— es Ga-Ganryu, hemos venido por la encomienda de escolta. —Solo diría eso mientras se llenaba la boca con las golosinas y trataba de calmar su nerviosismo, ignorante de que sudaba en grandes cantidades y que su aspecto no se veía remotamente calmado ni confiado en lo absoluto.
Hablo - Pienso
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Tras la no tan deliciosa pero sí entretenida cena con Ganryu y Adan, el cocinero y vendedor les hizo una oferta que Kaito no pudo rechazar. Necesitaba dinero como fuera, puesto que debía mantener a su familia y quería un futuro relajado para sus hermanos, donde la presión de tener que trabajar para ganar dinero a toda costa fuera menor que la que él y su hermano mayor habían vivido desde hacía mucho. También, en esta época estar corto de efectivo podía llevarte a hacer tratos con gente poco deseada, especialmente gente que trabajara con Kaito, en el instituto de investigaciones biomédicas. Allí, Kaito y sus compañeros se veían obligados a realizar todo tipo de experimentaciones para estudiar, por ejemplo, las capacidades regenerativas de los diferentes sujetos de estudio y el cambio de estas capacidades cuando aplicas diferentes químicos. Después de los ratones, siempre llegaba el momento que más temía: probar con humanos. Kaito era el nuevo, y no había tenido demasiadas oportunidades de hacer aquello, pero había presenciado algunas sesiones y, debía decir, algunos de sus compañeros de trabajo eran bastante "intensos" en la realización de sus tareas. Se le revolvía el estómago pensar que había perdido a dos de sus hermanos así. Prefería no pensarlo, pero muchas veces una imagen de ellos retorciéndose de dolor en una de esas camas de experimentación, atados pero no amordazados, se le venía a la cabeza, sobre todo en sueños. Esta era una de esas ocasiones, y Kaito despertó totalmente desorientado de su mal sueño, sudando y respirando a ritmo acelerado. Se sacó la manta de encima automáticamente y colocó ambos pies en el suelo para sentir el frescor de este y tener un contacto más estrecho con la realidad. Se frotó la cara con las manos y pudo ver que estaba por amanecer. Ganryu respiraba ruidosamente, sin llegar a roncar, no muy lejos de él. La visión de su amigo durmiendo plácidamente le reconfortó. 

El Nara terminó por salir a estirar sus músculos y esperar a que Ganryu se levantara para salir hacia el punto de encuentro. Debían de estar allí a las nueve, así que no tenían demasiado tiempo que perder. Una vez estuvieron ambos listos y caminando hacia su contratante, su colega Akimichi le preguntó algo que le hizo fruncir el ceño.

- La verdad, no me lo había planteado... - siguió caminando mientras ordenaba sus pensamientos - tienes razón. Sale más caro y es más trabajoso para él tener que esperar a que venga gente de Nokoribi para empezar el trayecto - aunque la visión de Ganryu había tomado tintes más de gula que de sospecha, a Kaito le dejó una sombra de duda en todo aquello. Sin embargo, se olvidó voluntariamente. Era su primera vez haciendo este tipo de encargos, que obviamente estaban totalmente regulados por la administración de Nokoribi, así que no quería cagarla haciendo preguntas innecesarias, no fuera a perder su derecho a estar allí, o su empleo - Bueno, espero que tengas razón y sea una comida importante, y sobre todo que nos la dejen probar - se mordió el labio inferior - ojalá sea takoyaki... Con la subida de precios hace muchísimo que no lo como. En general, ojalá fueran productos del País del Agua... - bajó la voz - si no nos dan nada, tal vez podamos hacer que una pequeñitititita parte se extravíe - hizo un festo con su dedo índice y pulgar estirados para simular algo de tamaño muy pequeño y le guiñó un ojo a Ganryu - extraoficialmente, claro - añadiría con una sonrisa.

Al llegar, vieron a un viejo y a una joven que debía tener su edad, de cabellos largos, piernas fuertes y buena figura, aunque lo más llamativo era su rostro oculto por una prenda oscura y ajustada. 

"¡Qué enigmática!" pensó el Nara "y bien parecida" cuando le echó un vistazo a la muchacha. Sin embargo, irremediablemente su vista se detuvo en el carro y el hombre entrado en años, que se suponía sería Nagamuchi, el transportista. 

- ¡Muy buenos días! - saludó Kaito con la mano. Su tono afable y relajado demostraba que venían de buenas maneras. Ganryu, a su lado, no parecía muy parlanchín, de modo que el de oscura tez tomó la iniciativa - Somos Kaito y Ganryu, estamos buscando al señor Nagamuchi, y por la descripción y el enorme carro que tenemos al lado, parece que lo hemos encontrado - miró a ambos, rubia y canoso, y sonrió al último.
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El señor Nagamuchi se encontraba sentado en su carro, esperando ansioso la llegada de los asistentes, cuando una joven dama se presentó frente a el. La mujer tenía gran parte del rostro cubierto pero dejaba ver una gran melena rubia. El viejo se sacó la pipa de la boca para hablar.

-Así es, este es el carro, Me llamo Ichigo Nagamuchi ¿Cual es tu nombre? - Preguntó el viejo observando a la muchacha. 

~mm una mujer, espero que además de curvas tenga musculos jaja~Pensaba por dentro el viejo.

Mientras la señorita examinaba los caballos con interés, otros dos sujetos aparecieron. Si al viejo le había llamado la atención la presencia de aquella muchacha en la encomienda, lo próximo que vio lo sorprendió tanto que casi se le cae la pipa. Un sujeto grandote y considerablemente obeso de pelo naranja se presentó como Ganryu, mientras llenaba su boca de golosinas y sudaba de forma considerable. Su compañero en comparación no destacaba demasiado, un hombre negro pero también alto. con algunas cicatrices en el rostro que lo hacían intimidante. Este se presentó como Kaito y se lo veía más entusiasmado que sus congéneres.

-Así es, como le decía a esta joven Me llamo Ichigo Nagamuchi y como solicité 3 asistentes creo que ya estamos completos- Dijo recomponiendose y respondiendole a Kaito.

-Veo que son un trío bien variado, eso me agrada jajajaja- dijo riendose- Igual no se preocupen la tarea que les traigo es casi un juego de niños-

El señor guardó su pipa en el carro y sacó un viejo y arrugado mapa. -Nosotros estamos aquí- Dijo señalando Moeru

-Y esta vendría siendo Nokoribi- Dijo señalando otro punto en el mapa, pero era tan viejo que todavía seguía diciendo Konoha y arriba tenía escrito a mano el nombre actual de la ciudad.
-Se que el mapa está algo desactualizado pero los caminos siguen siendo los mismos y ya me los se de memoria pero se los muestro para que se vayan haciendo una idea. Tenemos 252 km que recorrer hasta nuestro destino, la tarea es bien sencilla, escoltarme a mi hasta la ciudad junto con mi cargamento.  Se que probablemente alguno de ustedes haya llegado aquí en menos de 1 día, yo también lo hacía en mis épocas de juventud- Dijo el señor con una mirada solemne mirando al horizonte.

-Pero bueno nosotros tendremos que hacer varias paradas tácticas para que los caballos descansen, no podemos ir demasiado rápido porque este viejo carro se puede dar vuelta y viajar de noche no es conveniente, tendremos que acampar y estar atentos a los posibles peligros que nos aguarden. Y aquí va la parte más riesgosa y también la razón por la que me veo en la necesidad de contratarlos, cerca de la frontera con Nokorobi suelen haber bandas de bandidos y delincuentes que se aprovechan de estas rutas comerciales. A veces son gente razonable que por una "cuota" te dejan pasar, pero otras veces son abusivos y me terminan robando toda la mercadería. Muchos son cobardes que en cuanto te ven "bien acompañado" se escapan, pero otros imbéciles son más testarudos jajaja. En fin deberíamos llegar a nuestro destino en 3 días, quizás 2 si el clima y la suerte están de nuestro lado.Pero bueno si lo que les acabo de contar no los acobardó partiremos de inmediato. ¿Alguna pregunta?- Dijo mirando a los muchachos.

-Y por si se lo están preguntando solo yo iré en el carro porque sino los caballos se cansan más rápido, aunque si la muchacha se cansa no me molestara dejarle un espacio, jejeje- Dijo Nagamuchi guiñandole el ojo a la rubia.

-Si quieren comprar algo en la ciudad antes de salir, les recomiendo que lo hagan ahora mientras yo le doy algo de agua a los caballos, ya que de aqui a Nokoribi solo les podre dar verduras y quizas para mi amigo de buen comer no sea suficiente jejeje- Dijo el viejo mirando a Ganryu
Tras la charla tecnica y darle de beber a los caballos el señor Nagamuchi volvio a subirse al carro, cargo su pipa con tabaco, la prendio y finalmente arranco rumbo a Nokoribi. Durante la primera etapa del vieje el equipo recorreria unos 126 Km, a una velocidad de 14 KM/h, haciendo pequeñas paradas cada 4 o 5 horas.
OFF

Contenido Oculto
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OFF: Bueno, finalmente salto a Kim por inactividad.

El señor mayor parecía bastante afable, aunque cuando les mostró el mapa con el nombre Konoha en él Kaito abrió los ojos y miró con la mandíbula apretada a Ganryu, poniendo cara de circunstancias. Probablemente, el solo hecho de tener ese mapa en su posesión pudiera considerarse delito. Aunque fuera viejo, ese hombre debía haber tenido más precauciones para no llamar la atención. Con suerte, no habría ningún incidente. 


- Yo estaré listo cuando vosotros lo estéis - terminaría por decir. En realidad, solo quería un momento a solas con Ganryu para comentarle sus impresiones acerca de la tarea, en voz baja, ya que siempre era bien cauto - Oye tío, ¿no te parece que este hombre podría haber transportado todo esto en tren y haberse ahorrado un día de transporte? - a Kaito le picaba algo en la nariz. No parecía lógico que, pudiendo gozar de la tecnologogía ferroviaria, usaran un carro antiguo. Quizás, los impuestos al transporte de mercancías eran tan grandes (y el salario que ellos recibirían tan pequeño) que era más rentable así. Al fin y al cabo, teniendo en cuenta el mapa que les había mostrado, el viejo Nagamuchi no parecía tener demasiado claro que el mundo había avanzado.

- ¿Algún tipo de táctica a seguir? - les preguntaría a los otros dos guardianes poco antes de emprender la marcha - yo diría dos adelante y uno atrás. Si hay un peligro, sería más probable que se de en la zona delantera, creo yo. Igualmente espero que no ocurra nada... - ya que, en verdad, él había pensado que todo aquello sería una misión de transportar y mover mercancía más que de escoltar y ponerse en peligro.

Cuando hubieran acabado de discutir los mínimos detalles, le levantaría el pulgar a Nagamuchi para que atizara a los caballos y los pusiera en marcha.
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Última modificación: 14-01-2023, 02:42 AM por Izuku Uchiha.
Mision Fallida.
Razon: Inactividad.
Consecuencias:
El señor Nagamuchi partio con su carruaje para realizar su encomienda a la ciudad de Konoha. Para su sorpresa, los ninjas que contrato para escoltarlo no lo siguieron, se quedaron en Moeru.
Parecia que a pesar de todo, el señor llegaria con su mercancia a su destino, pero ya llegando a la frontera un grupo de bandidos lo embosco. Intento defenderse como pudo, pero los bandidos lo superaban en numero y lo dejaron inconsciente de un golpe y le confiscaron su carro.
Afortunadamente, otro comerciante de la zona encontro a Nagamuchi y lo llevo de vuelta a la ciudad donde sus heridas fueron tratadas en el hospital. El señor Nagamuchi esta estable y fuera de peligro, no obstante su mercancia fue confiscada por los bandidos. Su cargamento no solo consistia en frutas y verduras, sino que tambien habia un cargamento secreto de armas ninja, cuyo proposito era contribuir al crecimiento de la faccion rebelde. 
Gracias al cargamento robado, los bandidos han crecido en poder e influencia, ya no son simples ladrones de segunda, sino que ahora son un grupo organizado y peligroso para todos los comerciantes de la zona. Sera necesario que alguien se encargue de ellos o podrian volverse una gran amenaza a futuro.
Por lo tanto una nueva mision sera enviada a Konoha, para reclutar nuevos miembros capaces de solucionar este problema.
Nota: La continuacion de la mision sera narrada desde esta cuenta.
[closerd]
Pasivas

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